el sometimiento del deseo engendra deseo
de sometimiento. ¿Y si mi deseo (yo elijo, yo quiero, me
gusta etc.) fuera también un traidor...?
El deseo me pedía otra cosa…para él era una repetición deconvenciones y eso lo hacía feliz…podía predecir con gran exactitud todo lo queiba a pasar: primero me metía la mano y me cuchicheaba cosas al oído, después mechupaba las tetas unos 3 minutos, se ensalivaba la mano para suplantar una lubricaciónque evidentemente no llegaría nunca…me la ponía, a mi se me daba por pensar en amoresimposibles y jeques árabes con sus harenes…antes de conseguir un poco de fantasíatodo había acabado.
No podía dejarlo…mi vida estaba organizada alrededor de él,de su profesión, de sus deseos y además soy cobarde.
Me baje tinder y fue un desastre…solo conseguí que undesconocido me tratara igual que él y quedar desecha y frustrada.
Hable con una amiga yme comento de otra aplicación pero orientada mas al sado, le pregunte si ellalo había probado y me conto una relación en la que fue esclava. Ni bien empezó acontarme los detalles pude sentir mi concha empapándose, le pedí que me contaratodo y esa noche, mientras él dormía ajeno a mi calentura, me masturbe frenéticamentefantaseando con sogas, velas y mazmorras.
Arranque con la aplicación, subí varias fotos desnuda sin lacara obviamente y en dos horas tenía más de treinta mensajes de toda clase y tenor, uno me llamo la atención:
“percibo la enorme energía sexual contenida en tu hermosocuerpo, puedo destrabarla y hacerte sentir plena y libre…paradójicamente a travésde la sumisión” wow, lo releí diez veces, me lo enviaba ChamanSupra. Le respondípreguntándole si me estaba diciendo (de forma elegante) mal cojida, me respondióque exceptuando las pajas hace mucho que no acababa con un amante… el hijo deputa me hizo sentir transparente…
Nos conocimos en un bar, el chaman resulto ser culto e indigenista, muy flaco, algo aniñado y de voz aguda pero agradable. Hablamos mucho sobre loque necesitaba cada uno, el fue explicito: tenes que confiar en mí y dejarmelas riendas si no no funciona…acepte, creo que hubiera aceptado cualquier cosacon tal de garchármelo pero además me excitabala idea de someterme a su voluntad.
Propuse un encuentro en un hotel. El llego con un maletín. Acordamosuna palabra que detendría el castigo. Me asuste. Me excite. Saco sogas,mordazas, fustas y una especie de látigo de muchas puntas. Me dio un corset decuero y me ordeno desnudarme, el quedo vestido. Como me dio bastante vergüenza mepuse el corset pero me deje la tanga y subí a la cama sin saber bien que hacer mientras el ordenaba sus herramientas, cuandotermino y me vio se fue acercando con una cara que me alarmo, se paro junto ala cama me agarro del pelo y susurro muy despacio: dije desnuda…me apresure aobedecer. Me coloco un collar de perro y me hizo caminar en cuatro patas hastael centro de la habitación, me indico quedar de rodillas, me ordeno abrir laboca y ajusto una especie de cinto conun anillo que me impedía cerrarla, después ato mis manos en la espaldafuertemente…estaba a su merced y eso me hacia levantar temperatura. Empezó conel látigo de muchas puntas…para mi sorpresa casi no dolía, era como que dondegolpeaba la piel quedaba más caliente y sensible, a veces paraba y me contabatodo lo que tenía preparado para mi, coloco su zapato entre mis piernas y sindarme cuenta comencé a refregarme en el,entre en un estado de calentura gigantesco y estaba por acabar cuando el sacoel pie, se quito el zapato y al oído me dijo: hija de puta mira como me loensuciaste, límpialo- apenas y podía sacar la lengua por entre el anillo perohice lo mejor que pude. Metió un par de dedos en mi concha y los saco mojadísimos -hay que ver como se ponen las putitas comovos cuando las tratan como se merecen- le pedí por favor que me coja, se rio enigmáticamentey respondió con la fusta…eso si dolía. Me pegaba en todo el cuerpo pero lorealmente jodido eran los pezones, me retorcía. Me ordeno subir a la cama yparar la cola…fue un alivio, el castigo en los glúteos no me molestaba y puderetomar la calentura, el alternaba golpes y chupadas que me dejaban al bordedel orgasmo. Me dio vuelta y ordeno abrir la piernas-vas a contar conmigo, soncinco ok, quiero que me des las gracias después de cada uno-
Los cinco resultaron ser fustazos en la concha…el primero mesorprendió y casi ni me dolió
-uno gracias-el segundo me aniquilo, tarde en poder hablar
-dos….gracias- el tercero y el cuarto fueron un trámite peroel ultimo lo descargo con toda sus fuerzas…quede retorciéndome un rato largo,las lagrimas brotaban involuntariamente…cuando pude abrir los ojos y mirarlo él se desnudaba
-cinco… gracias, por favor cojeme-
-última sorpresa de la noche-se saco la camisa y pude verunos pechos pequeños pero definitivamente femeninos. Se acerco sonriendo, primerosu lengua me llevo al cielo, acabe en su cara hasta quedar molida, luego le pedí por favor que me soltara y nos besamoscon desesperación. Nunca había estado con una mujer, nunca me habían sometido,nunca había gozado de esa manera.
Mientras la abrazo y saboreo el recuerdo de sus jugosen mi boca, por primera vez veo el futuro como una promesa.
de sometimiento. ¿Y si mi deseo (yo elijo, yo quiero, me
gusta etc.) fuera también un traidor...?
El deseo me pedía otra cosa…para él era una repetición deconvenciones y eso lo hacía feliz…podía predecir con gran exactitud todo lo queiba a pasar: primero me metía la mano y me cuchicheaba cosas al oído, después mechupaba las tetas unos 3 minutos, se ensalivaba la mano para suplantar una lubricaciónque evidentemente no llegaría nunca…me la ponía, a mi se me daba por pensar en amoresimposibles y jeques árabes con sus harenes…antes de conseguir un poco de fantasíatodo había acabado.
No podía dejarlo…mi vida estaba organizada alrededor de él,de su profesión, de sus deseos y además soy cobarde.
Me baje tinder y fue un desastre…solo conseguí que undesconocido me tratara igual que él y quedar desecha y frustrada.
Hable con una amiga yme comento de otra aplicación pero orientada mas al sado, le pregunte si ellalo había probado y me conto una relación en la que fue esclava. Ni bien empezó acontarme los detalles pude sentir mi concha empapándose, le pedí que me contaratodo y esa noche, mientras él dormía ajeno a mi calentura, me masturbe frenéticamentefantaseando con sogas, velas y mazmorras.
Arranque con la aplicación, subí varias fotos desnuda sin lacara obviamente y en dos horas tenía más de treinta mensajes de toda clase y tenor, uno me llamo la atención:
“percibo la enorme energía sexual contenida en tu hermosocuerpo, puedo destrabarla y hacerte sentir plena y libre…paradójicamente a travésde la sumisión” wow, lo releí diez veces, me lo enviaba ChamanSupra. Le respondípreguntándole si me estaba diciendo (de forma elegante) mal cojida, me respondióque exceptuando las pajas hace mucho que no acababa con un amante… el hijo deputa me hizo sentir transparente…
Nos conocimos en un bar, el chaman resulto ser culto e indigenista, muy flaco, algo aniñado y de voz aguda pero agradable. Hablamos mucho sobre loque necesitaba cada uno, el fue explicito: tenes que confiar en mí y dejarmelas riendas si no no funciona…acepte, creo que hubiera aceptado cualquier cosacon tal de garchármelo pero además me excitabala idea de someterme a su voluntad.
Propuse un encuentro en un hotel. El llego con un maletín. Acordamosuna palabra que detendría el castigo. Me asuste. Me excite. Saco sogas,mordazas, fustas y una especie de látigo de muchas puntas. Me dio un corset decuero y me ordeno desnudarme, el quedo vestido. Como me dio bastante vergüenza mepuse el corset pero me deje la tanga y subí a la cama sin saber bien que hacer mientras el ordenaba sus herramientas, cuandotermino y me vio se fue acercando con una cara que me alarmo, se paro junto ala cama me agarro del pelo y susurro muy despacio: dije desnuda…me apresure aobedecer. Me coloco un collar de perro y me hizo caminar en cuatro patas hastael centro de la habitación, me indico quedar de rodillas, me ordeno abrir laboca y ajusto una especie de cinto conun anillo que me impedía cerrarla, después ato mis manos en la espaldafuertemente…estaba a su merced y eso me hacia levantar temperatura. Empezó conel látigo de muchas puntas…para mi sorpresa casi no dolía, era como que dondegolpeaba la piel quedaba más caliente y sensible, a veces paraba y me contabatodo lo que tenía preparado para mi, coloco su zapato entre mis piernas y sindarme cuenta comencé a refregarme en el,entre en un estado de calentura gigantesco y estaba por acabar cuando el sacoel pie, se quito el zapato y al oído me dijo: hija de puta mira como me loensuciaste, límpialo- apenas y podía sacar la lengua por entre el anillo perohice lo mejor que pude. Metió un par de dedos en mi concha y los saco mojadísimos -hay que ver como se ponen las putitas comovos cuando las tratan como se merecen- le pedí por favor que me coja, se rio enigmáticamentey respondió con la fusta…eso si dolía. Me pegaba en todo el cuerpo pero lorealmente jodido eran los pezones, me retorcía. Me ordeno subir a la cama yparar la cola…fue un alivio, el castigo en los glúteos no me molestaba y puderetomar la calentura, el alternaba golpes y chupadas que me dejaban al bordedel orgasmo. Me dio vuelta y ordeno abrir la piernas-vas a contar conmigo, soncinco ok, quiero que me des las gracias después de cada uno-
Los cinco resultaron ser fustazos en la concha…el primero mesorprendió y casi ni me dolió
-uno gracias-el segundo me aniquilo, tarde en poder hablar
-dos….gracias- el tercero y el cuarto fueron un trámite peroel ultimo lo descargo con toda sus fuerzas…quede retorciéndome un rato largo,las lagrimas brotaban involuntariamente…cuando pude abrir los ojos y mirarlo él se desnudaba
-cinco… gracias, por favor cojeme-
-última sorpresa de la noche-se saco la camisa y pude verunos pechos pequeños pero definitivamente femeninos. Se acerco sonriendo, primerosu lengua me llevo al cielo, acabe en su cara hasta quedar molida, luego le pedí por favor que me soltara y nos besamoscon desesperación. Nunca había estado con una mujer, nunca me habían sometido,nunca había gozado de esa manera.
Mientras la abrazo y saboreo el recuerdo de sus jugosen mi boca, por primera vez veo el futuro como una promesa.
13 comentarios - ChamanSupra
Sin ser una dominatrix no sabes las veces que otras mujeres me han dicho eso......
Excelente relato de principio a fin !
+ 10 y Reco !
Gracias por compartir.
Así se hace. Y se demuestra que en los seis metros cuadrados de una pieza de hotel se puede ser libre.
Puntos y lo sigo!
De lujo!!!
Qué final, me destruyó !!!
Gracias por compartir 👍
Yo comenté y dejé puntos en tu post.
La mejor manera de agradecer es haciendo lo mismo en alguno de los míos.