No sabía que don Gustavo y su hija Gabriela eran amantes hasta que los descubrí en una noche de pasión filial. Lo que les cuento es una historia 100 % real.
Hola amigos, mi nombre es Claudia, tengo 21 años y estoy en la universidad en tercer año. Desde hace más de un año me hice muy amiga de una muchacha llamada Gabriela, nos entendíamos muy bien y decidimos realizar los trabajos de la universidad en forma conjunta. Había ido a su casa en varias oportunidades, conocía a su papá era don Gustavo, un hombre algo mayor que la verdad estaba muy bien físicamente, en alguna oportunidad nuestras amigas decían que si tendrían sexo con un hombre mayor, sería con don Gustavo que parecía tener una muy buena dotación, Gabriela su hija, simplemente se ponía colorada al escuchar estos comentarios.
A mi modo de ver Gabriela era una muchacha muy tranquila, tímida, pero sobretodo confiaba demasiado en su pareja por eso creo que su última pareja le puso cuernos dejándola llorando y sola.
El 15 de junio sucedió algo impactante para mi, que es motivo de este relato, resulta que era cumpleaños de Gabriela y ella junto a su papá organizaron una fiesta en su casa, hubo mucha alegría y sobretodo muchas bebidas, recuerdo que los invitados se fueron retirando hasta quedar solamente don Gustavo, su hija Gabriela la cumpleañera y yo. Como había algo de bebida nos quedamos a continuar celebrando el cumpleaños, bebíamos y hablábamos de todo como es normal, pero lo que no era normal era ver a Gabriela que se mostraba bastante cariñosa con su padre, haciéndole mimos y caricias morbosas, hubo momentos que le mandaba besos como de una pareja enamorada. Por mi borrachera no le di la importancia necesaria, como era de noche me dejaron en la habitación de huéspedes para que yo pudiera dormir.
La verdad no podía dormir, en mi cabeza daban vueltas y vuelta lo visto, padre e hija se acariciaban como si fueran algo más que eso. Pasaron los minutos y de pronto escuche unos pasos, me fui a la puerta y vi como don Gustavo entraba a la habitación de su hija Gabriela, yo no sabía qué hacer, si ir para observar lo que pasaba o quedarme y olvidar lo sucedido. Hice lo primero, me puse unas medias y una bata y me fui a la puerta de la habitación de Gabriela, lo que vi fue algo impresionante y que lo tengo grabado en mi memoria, Don Gustavo y su hija Gabriela estaban en la cama completamente desnudos besándose y acariciándose, don Gustavo bajo hasta la vagina de su hija y le empezó a lamer, su hija Gabriela se retorcía de placer, luego poseída por la lujuria Gabriela agarró el miembro de su padre y le dio una linda sesión de sexo oral, minutos después Gabriela abrió las piernas y dejo que la penetrara. Yo no podía creer, hija y padre disfrutaban de una deliciosa sesión de sexo era increíble, parecía que se conocían de años, ya que los dos disfrutaban haciendo el amor, los gritos voluptuosos de Gabriela eran por demás excitantes cuando la penetró analmente.
Don Gustavo que tenía un físico de deportista le daba mucho placer a su hija una y otra vez cambiaban de posición hasta que antes de eyacular, Gabriela se puso de rodillas ante su padre y le chupó su miembro, no paso mucho para que don Gustavo eyacule sobre la boca de su hija. Luego de algunos minutos Gabriela se puso sobre su padre, le agarró su miembro y se lo metió en la boca se pusieron en posición de 69, ella estaba sobre él lamiendo ese enorme pene que nuevamente estaba erecto, luego sin perder tiempo su padre la puso en posición de perrito y se la metió por atrás, eran muy fuertes los gemidos de su hija, ella le pedía a su padre que se la meta hasta el fondo momentos después don Gustavo se la metió por la vagina y gritando eyaculó en ella.
Pasaron varios minutos de toda esa sesión de sexo incestuoso, fui a mi habitación para descansar, pero estas imágenes no me dejaban, una y otra vez recordaba como padre e hija mantenían relaciones sexuales en todas las posiciones. Estaba segura que nadie me había visto, pero no era así.
Al día siguiente muy temprano don Gustavo y su hija Gabriela me dieron encuentro en la habitación que descansaba y me dijeron: "Claudia, queremos hablar contigo, haciéndome la desentendida les pregunte sobre qué, y Gabriela respondió: sobre lo de anoche, mira queremos explicarte lo que viste anoche, continuó don Gustavo, "Anoche nos viste a Gabriela y a mi haciendo el amor, efectivamente es así, desde hace algún tiempo que somos pareja, mi Gabriela y yo nos amamos muchísimo. Desde que su madre nos dejo yo siempre me encontré solo sin una esposa que me apoye, solos junto con Gabriela nos fuimos acostumbrando el uno al otro hasta que hace seis meses producto de nuestra soledad yo encontré refugio en ella. Es verdad, ella es mi hija y quizá parezca anormal que un padre y una hija se amen como hombre y mujer, pero créeme que todo este tiempo que hemos compartido como pareja han sido los mejores días de nuestras vidas, no solo en el aspecto sexual, sino en el aspecto afectivo, emocional y otros, Claudia no quiero que juzgues a mí y a mi hija por lo que hacemos, sino por lo que sentimos, aquí delante de ti esta un hombre con necesidades que fueron satisfechas pos su hija y que desde hace 6 meses ya no la considero mi hija, sino mi mujer.
Luego Gabriela acotó: "Ambos estábamos buscando algo que teníamos en casa amor entre padre e hija, y recuerdo que lo descubrimos hace seis meses cuando estaba sola llorando por mi anterior pareja y luego después de ver la soledad de mi padre y también mi soledad me entregué a él como una forma de agradecimiento por el apoyo que me brinda, al principio creí que era una locura estar en brazos de mi propio padre, pero luego de estar en la cama con Gustavo haciéndome el amor una y otra vez como nunca lo había hecho un hombre, supe que era el hombre de mi vida . Solo te pedimos que entiendas que Gustavo es el hombre que yo esperaba, es muy bueno conmigo, me entiendes y me da los gustos que quiero.
Les dije era que no podía creer que un hombre mayor y una mujer joven se llegaran a amar, pero no solo eso, era el hecho que eran padre e hija, luego ellos me contestaron que sabían que no era el único caso había muchos y si dudaba podíamos entrar a internet y ahí encontraríamos estas historias. Gabriela continuó: "Se que todo esto te será desagradable, pero a pesar de ser un hombre de 48 años y yo una mujer de 20 años se que estaremos juntos por el resto de nuestras vidas" Luego se dieron un pequeño beso en los labios y salieron de la habitación tomados de la mano dejándome sola, luego fui a mi casa a meditar sobre lo que había sucedido. Algunos días después en la universidad me encontré con Gabriela, me pidió que no comente a nadie sobre su secreto, que juntamente con su padre, estaban pensando en mudarse a otra ciudad para poder vivir como una pareja y en el futuro tener sus hijos.
Para romper el hielo le di palabras de aliento, luego hubo la oportunidad de preguntarle sobre el inicio de esta relación amorosa con su padre, y me respondió: "`Había noches cuando era muy tarde escuchaba leves gemidos, cuando me acercaba a la puerta del dormitorio de mi padre lo veía sobre la cama masturbándose mientras veía una película porno, esto me excitaba y a veces yo también me masturbaba. Después de pensar mucho me di cuenta que lo que necesitaba mi padre era una mujer para darle todo su amor y respeto, cosa que no había sucedido con todas las parejas que anteriormente había tenido, y yo necesitaba un hombre con las características de mi padre, gentil, alegre y sobre todo cariñoso. Entonces esperé una oportunidad y cuando sabía que se estaba masturbando me desnudé e ingresé a su dormitorio, Gustavo (así lo llamaba, ya no papá) me vio y se quedo quieto, luego sin pensar le di un beso en los labios y le dije que aquí ya no estaba su hija sino una mujer para hacerlo feliz todas las noches, el me respondió acariciando mi cuerpo, pocos minutos después estábamos completamente desnudos acariciándonos y besándonos como dos locos. Más tarde estábamos haciendo el amor en el piso de la sala, lo que me hizo sentir suya fue su miembro completamente erecto penetrándome y luego eyaculando una gran cantidad de semen en mi vagina, nunca un hombre me había dado tanto placer".
Luego de esta explicación llegué a la conclusión que ambos estaban juntos por que sentían las mismas necesidades sexuales, más que una relación de amor era una necesidad de encontrar alguien que sea su apoyo. Por curiosidad busque en internet y encontré páginas que cuentan este tipo de historias de amor filial, es increíble la cantidad de relatos de padres con hijas, hermanos con hermanas, etc. Al principio escribí este relato para desahogarme de todo lo que he vivido estos días, pero leyendo los cientos de relatos sobre este tipo de relaciones incestuosas resultó muy excitante para mí.
Hola amigos, mi nombre es Claudia, tengo 21 años y estoy en la universidad en tercer año. Desde hace más de un año me hice muy amiga de una muchacha llamada Gabriela, nos entendíamos muy bien y decidimos realizar los trabajos de la universidad en forma conjunta. Había ido a su casa en varias oportunidades, conocía a su papá era don Gustavo, un hombre algo mayor que la verdad estaba muy bien físicamente, en alguna oportunidad nuestras amigas decían que si tendrían sexo con un hombre mayor, sería con don Gustavo que parecía tener una muy buena dotación, Gabriela su hija, simplemente se ponía colorada al escuchar estos comentarios.
A mi modo de ver Gabriela era una muchacha muy tranquila, tímida, pero sobretodo confiaba demasiado en su pareja por eso creo que su última pareja le puso cuernos dejándola llorando y sola.
El 15 de junio sucedió algo impactante para mi, que es motivo de este relato, resulta que era cumpleaños de Gabriela y ella junto a su papá organizaron una fiesta en su casa, hubo mucha alegría y sobretodo muchas bebidas, recuerdo que los invitados se fueron retirando hasta quedar solamente don Gustavo, su hija Gabriela la cumpleañera y yo. Como había algo de bebida nos quedamos a continuar celebrando el cumpleaños, bebíamos y hablábamos de todo como es normal, pero lo que no era normal era ver a Gabriela que se mostraba bastante cariñosa con su padre, haciéndole mimos y caricias morbosas, hubo momentos que le mandaba besos como de una pareja enamorada. Por mi borrachera no le di la importancia necesaria, como era de noche me dejaron en la habitación de huéspedes para que yo pudiera dormir.
La verdad no podía dormir, en mi cabeza daban vueltas y vuelta lo visto, padre e hija se acariciaban como si fueran algo más que eso. Pasaron los minutos y de pronto escuche unos pasos, me fui a la puerta y vi como don Gustavo entraba a la habitación de su hija Gabriela, yo no sabía qué hacer, si ir para observar lo que pasaba o quedarme y olvidar lo sucedido. Hice lo primero, me puse unas medias y una bata y me fui a la puerta de la habitación de Gabriela, lo que vi fue algo impresionante y que lo tengo grabado en mi memoria, Don Gustavo y su hija Gabriela estaban en la cama completamente desnudos besándose y acariciándose, don Gustavo bajo hasta la vagina de su hija y le empezó a lamer, su hija Gabriela se retorcía de placer, luego poseída por la lujuria Gabriela agarró el miembro de su padre y le dio una linda sesión de sexo oral, minutos después Gabriela abrió las piernas y dejo que la penetrara. Yo no podía creer, hija y padre disfrutaban de una deliciosa sesión de sexo era increíble, parecía que se conocían de años, ya que los dos disfrutaban haciendo el amor, los gritos voluptuosos de Gabriela eran por demás excitantes cuando la penetró analmente.
Don Gustavo que tenía un físico de deportista le daba mucho placer a su hija una y otra vez cambiaban de posición hasta que antes de eyacular, Gabriela se puso de rodillas ante su padre y le chupó su miembro, no paso mucho para que don Gustavo eyacule sobre la boca de su hija. Luego de algunos minutos Gabriela se puso sobre su padre, le agarró su miembro y se lo metió en la boca se pusieron en posición de 69, ella estaba sobre él lamiendo ese enorme pene que nuevamente estaba erecto, luego sin perder tiempo su padre la puso en posición de perrito y se la metió por atrás, eran muy fuertes los gemidos de su hija, ella le pedía a su padre que se la meta hasta el fondo momentos después don Gustavo se la metió por la vagina y gritando eyaculó en ella.
Pasaron varios minutos de toda esa sesión de sexo incestuoso, fui a mi habitación para descansar, pero estas imágenes no me dejaban, una y otra vez recordaba como padre e hija mantenían relaciones sexuales en todas las posiciones. Estaba segura que nadie me había visto, pero no era así.
Al día siguiente muy temprano don Gustavo y su hija Gabriela me dieron encuentro en la habitación que descansaba y me dijeron: "Claudia, queremos hablar contigo, haciéndome la desentendida les pregunte sobre qué, y Gabriela respondió: sobre lo de anoche, mira queremos explicarte lo que viste anoche, continuó don Gustavo, "Anoche nos viste a Gabriela y a mi haciendo el amor, efectivamente es así, desde hace algún tiempo que somos pareja, mi Gabriela y yo nos amamos muchísimo. Desde que su madre nos dejo yo siempre me encontré solo sin una esposa que me apoye, solos junto con Gabriela nos fuimos acostumbrando el uno al otro hasta que hace seis meses producto de nuestra soledad yo encontré refugio en ella. Es verdad, ella es mi hija y quizá parezca anormal que un padre y una hija se amen como hombre y mujer, pero créeme que todo este tiempo que hemos compartido como pareja han sido los mejores días de nuestras vidas, no solo en el aspecto sexual, sino en el aspecto afectivo, emocional y otros, Claudia no quiero que juzgues a mí y a mi hija por lo que hacemos, sino por lo que sentimos, aquí delante de ti esta un hombre con necesidades que fueron satisfechas pos su hija y que desde hace 6 meses ya no la considero mi hija, sino mi mujer.
Luego Gabriela acotó: "Ambos estábamos buscando algo que teníamos en casa amor entre padre e hija, y recuerdo que lo descubrimos hace seis meses cuando estaba sola llorando por mi anterior pareja y luego después de ver la soledad de mi padre y también mi soledad me entregué a él como una forma de agradecimiento por el apoyo que me brinda, al principio creí que era una locura estar en brazos de mi propio padre, pero luego de estar en la cama con Gustavo haciéndome el amor una y otra vez como nunca lo había hecho un hombre, supe que era el hombre de mi vida . Solo te pedimos que entiendas que Gustavo es el hombre que yo esperaba, es muy bueno conmigo, me entiendes y me da los gustos que quiero.
Les dije era que no podía creer que un hombre mayor y una mujer joven se llegaran a amar, pero no solo eso, era el hecho que eran padre e hija, luego ellos me contestaron que sabían que no era el único caso había muchos y si dudaba podíamos entrar a internet y ahí encontraríamos estas historias. Gabriela continuó: "Se que todo esto te será desagradable, pero a pesar de ser un hombre de 48 años y yo una mujer de 20 años se que estaremos juntos por el resto de nuestras vidas" Luego se dieron un pequeño beso en los labios y salieron de la habitación tomados de la mano dejándome sola, luego fui a mi casa a meditar sobre lo que había sucedido. Algunos días después en la universidad me encontré con Gabriela, me pidió que no comente a nadie sobre su secreto, que juntamente con su padre, estaban pensando en mudarse a otra ciudad para poder vivir como una pareja y en el futuro tener sus hijos.
Para romper el hielo le di palabras de aliento, luego hubo la oportunidad de preguntarle sobre el inicio de esta relación amorosa con su padre, y me respondió: "`Había noches cuando era muy tarde escuchaba leves gemidos, cuando me acercaba a la puerta del dormitorio de mi padre lo veía sobre la cama masturbándose mientras veía una película porno, esto me excitaba y a veces yo también me masturbaba. Después de pensar mucho me di cuenta que lo que necesitaba mi padre era una mujer para darle todo su amor y respeto, cosa que no había sucedido con todas las parejas que anteriormente había tenido, y yo necesitaba un hombre con las características de mi padre, gentil, alegre y sobre todo cariñoso. Entonces esperé una oportunidad y cuando sabía que se estaba masturbando me desnudé e ingresé a su dormitorio, Gustavo (así lo llamaba, ya no papá) me vio y se quedo quieto, luego sin pensar le di un beso en los labios y le dije que aquí ya no estaba su hija sino una mujer para hacerlo feliz todas las noches, el me respondió acariciando mi cuerpo, pocos minutos después estábamos completamente desnudos acariciándonos y besándonos como dos locos. Más tarde estábamos haciendo el amor en el piso de la sala, lo que me hizo sentir suya fue su miembro completamente erecto penetrándome y luego eyaculando una gran cantidad de semen en mi vagina, nunca un hombre me había dado tanto placer".
Luego de esta explicación llegué a la conclusión que ambos estaban juntos por que sentían las mismas necesidades sexuales, más que una relación de amor era una necesidad de encontrar alguien que sea su apoyo. Por curiosidad busque en internet y encontré páginas que cuentan este tipo de historias de amor filial, es increíble la cantidad de relatos de padres con hijas, hermanos con hermanas, etc. Al principio escribí este relato para desahogarme de todo lo que he vivido estos días, pero leyendo los cientos de relatos sobre este tipo de relaciones incestuosas resultó muy excitante para mí.
3 comentarios - PAdre e hija