—¿Sos una que? — indague sin poder creer lo que estaba escuchando.
—Una mujer Escort, dama de compañía — me dijo sin titubear, sin quitarme la mirada.
—Una trola.. Una puta... — la mire, haciendo un recuento de todos los nuevos productos de alta gama que se había comprado, comenzando a entender de dondesalieron.
—Me gustaría mas pensarme a mi misma como una mujer que da un servicio a quienes lo requieren... a cambio de dinero — me respondió sarcásticamente.
Ese fue el momento en que las puertas de la percepción se me abrieron, donde un nuevo capitulo de mi vida iba a comenzar.
Voy a saltar en el tiempo. El secundario ya había terminado, el viaje de egresados también, y ahí estaba, ya viviendo sola en mi departamento, tuve una gran ayuda para poder amueblarlo, lo único que faltaban eran los toques femeninos personales, mi personalidad, que le daría con el tiempo. Estaba limpiando y ordenando mi ropa, y de repente suena el timbre, al no esperar que suene, salte sobre mis pies, ¿quien era? Mis papas estaban trabajando.. Voy a la cocina para poder atender el portero eléctrico, levanto teléfono para preguntar quien era y la vi a laura mediante una pantalla que mostraba lo que una cámara de seguridad veía en la puerta del edificio.
—Soy yo sofí, abrime dale — la vi con una inusual cantidad de bolsas de lo que aparentaba ser ropa.
Y así lo hice, 9c era mi departamento así que tuve unos momentos para arreglarme al menos un poco, cuando me quise acordar ya le estaba abriendo la puerta a mi amiga.
—Hola como andas?? — nos saludamos y la deje pasar — ¿queres algo de tomar?
—Pásame un vaso del whisky que abriste — lo dijo riendo, mientras se sentaba en el sillón,de terciopelo rojo, que me habían entregado a la mañana.
—Tenes que enseñarme como entrenaste esa nariz — le replique jocosa, agarre dos copas Glencairn junto al dichoso whisky que había abierto, un Johnnie Walker Red Label, lo serví y me dirigí hacia donde estaba mi amiga.
—Bueno, ya que te decidiste en empezar, te traje unas cosas típicas que te van a hacer falta,además de hablarte sobre otras — me decía al mismo tiempo que frente a mi mirada de desconocimiento, desenvolvía unos atuendos de unas de las bolsas —Enfermera, Colegiala, Secretaria, Mucama, estos son los trajes infaltables, que es mas que seguro que alguna vez te lo pidan, y es mejor estar prevenida.
—¿Vas a hacer de mi casa un sexshop? — le decía riendo y tomando un sorbo del whisky.
—Vengo de ahí, tenes uno acá a 5 cuadras, preguntas por Luciana y te van a dar una atención especial — yo salí a recorrer el barrio, pero no me había dado cuenta de dicho lugar — vas a necesitar esto también — y me entrego una libreta de cuero con un calendario para poder anotar, junto con una pluma plateada, con detalles en negro.
Pude ver que en la primer hoja de la libreta había un numero, era un celular, estaba debajo del nombre Mariano.
—¿Y este quien es? — le pregunte, yo no conocía a ningún mariano y me resultaba algo extraño.
—Te llega a pasar que te enganchas con alguien pesado, y no sabes como controlar la situación,lo llamas a el, y viene enseguida, o manda a alguien, cualquier problema, el es tu solución — me dijo de tal forma que confié al mismo tiempo que me asuste de sus palabras.
Siguió quitando cosas de las bolsas, esta vez era turno del calzado, botas con plataforma, con tacos, bucaneras, zapatos de todos los estilos y colores, junto a varios conjuntos de lencería, rojos, negros, blancos, azules y rosas.
—Pregunta muy importante.. — lo dijo mientras tenia una de sus manos dentro de una bolsa negra — ¿vas a hacer solo hombres o mujeres también? — me miro inquisidora.
—Va a ser mas extraño, pero creo que quiero empezar por mujeres, para aclimatarme en un ambiente más amigable — le dije.
—sacando su mano de la bolsa, tenia agarrado un dildo sujeto a un arnés, y debido a la base de este, lo apoyo sobre la mesita ratona de vidrio que nos acompañaba en área del living, y hizo efecto sopapa, quedándose parado con un suave movimiento —entonces vas a necesitar esto.
Las dos nos sumimos en una risa incontrolable, mientras el dildo de un tamaño generoso seguía danzando solo en la mesa. Ya las bolsas estaban vacías, y alrededor de nosotras habían muchas cosas. Tomando un sorbo de su copa me dijo
—Creo que me queda hablarte de una sola cosa, el tema del dinero. Cuanto vas a cobrar,depende de vos, pero por favor no hagas un precio por cada cosa, hacelo por hora y un “vale todo”, pedí el dinero por adelantado, antes de empezar y guárdalo, pedí que te entreguen el celular, si es que no queres fotos, dudo que alguien tenga un inconveniente con eso, y lo guardas en un lugar visible.
—Es bastante para asimilar todo junto — me reí.
—Ya te vas acostumbrar, voy a averiguar por mi propia clientela por algunas personas para que empieces cuando vos me digas y estés preparada, acordate que desde hoy, sos tu propia jefa, controlas tus horarios según tus ganas de trabajar.
—¿Y que le digo a mis conocidos, o familia que pregunten a donde trabajo? — le dije intentando pensar una razón.
—Trabajas de secretaria en un estudio de abogados, tenes horarios laxos y no siempre tenes que estar ahí, haces trabajos en la calle, mandados o tramites
Y así fue, que oficialmente, me converti en Escort.
—Una mujer Escort, dama de compañía — me dijo sin titubear, sin quitarme la mirada.
—Una trola.. Una puta... — la mire, haciendo un recuento de todos los nuevos productos de alta gama que se había comprado, comenzando a entender de dondesalieron.
—Me gustaría mas pensarme a mi misma como una mujer que da un servicio a quienes lo requieren... a cambio de dinero — me respondió sarcásticamente.
Ese fue el momento en que las puertas de la percepción se me abrieron, donde un nuevo capitulo de mi vida iba a comenzar.
Voy a saltar en el tiempo. El secundario ya había terminado, el viaje de egresados también, y ahí estaba, ya viviendo sola en mi departamento, tuve una gran ayuda para poder amueblarlo, lo único que faltaban eran los toques femeninos personales, mi personalidad, que le daría con el tiempo. Estaba limpiando y ordenando mi ropa, y de repente suena el timbre, al no esperar que suene, salte sobre mis pies, ¿quien era? Mis papas estaban trabajando.. Voy a la cocina para poder atender el portero eléctrico, levanto teléfono para preguntar quien era y la vi a laura mediante una pantalla que mostraba lo que una cámara de seguridad veía en la puerta del edificio.
—Soy yo sofí, abrime dale — la vi con una inusual cantidad de bolsas de lo que aparentaba ser ropa.
Y así lo hice, 9c era mi departamento así que tuve unos momentos para arreglarme al menos un poco, cuando me quise acordar ya le estaba abriendo la puerta a mi amiga.
—Hola como andas?? — nos saludamos y la deje pasar — ¿queres algo de tomar?
—Pásame un vaso del whisky que abriste — lo dijo riendo, mientras se sentaba en el sillón,de terciopelo rojo, que me habían entregado a la mañana.
—Tenes que enseñarme como entrenaste esa nariz — le replique jocosa, agarre dos copas Glencairn junto al dichoso whisky que había abierto, un Johnnie Walker Red Label, lo serví y me dirigí hacia donde estaba mi amiga.
—Bueno, ya que te decidiste en empezar, te traje unas cosas típicas que te van a hacer falta,además de hablarte sobre otras — me decía al mismo tiempo que frente a mi mirada de desconocimiento, desenvolvía unos atuendos de unas de las bolsas —Enfermera, Colegiala, Secretaria, Mucama, estos son los trajes infaltables, que es mas que seguro que alguna vez te lo pidan, y es mejor estar prevenida.
—¿Vas a hacer de mi casa un sexshop? — le decía riendo y tomando un sorbo del whisky.
—Vengo de ahí, tenes uno acá a 5 cuadras, preguntas por Luciana y te van a dar una atención especial — yo salí a recorrer el barrio, pero no me había dado cuenta de dicho lugar — vas a necesitar esto también — y me entrego una libreta de cuero con un calendario para poder anotar, junto con una pluma plateada, con detalles en negro.
Pude ver que en la primer hoja de la libreta había un numero, era un celular, estaba debajo del nombre Mariano.
—¿Y este quien es? — le pregunte, yo no conocía a ningún mariano y me resultaba algo extraño.
—Te llega a pasar que te enganchas con alguien pesado, y no sabes como controlar la situación,lo llamas a el, y viene enseguida, o manda a alguien, cualquier problema, el es tu solución — me dijo de tal forma que confié al mismo tiempo que me asuste de sus palabras.
Siguió quitando cosas de las bolsas, esta vez era turno del calzado, botas con plataforma, con tacos, bucaneras, zapatos de todos los estilos y colores, junto a varios conjuntos de lencería, rojos, negros, blancos, azules y rosas.
—Pregunta muy importante.. — lo dijo mientras tenia una de sus manos dentro de una bolsa negra — ¿vas a hacer solo hombres o mujeres también? — me miro inquisidora.
—Va a ser mas extraño, pero creo que quiero empezar por mujeres, para aclimatarme en un ambiente más amigable — le dije.
—sacando su mano de la bolsa, tenia agarrado un dildo sujeto a un arnés, y debido a la base de este, lo apoyo sobre la mesita ratona de vidrio que nos acompañaba en área del living, y hizo efecto sopapa, quedándose parado con un suave movimiento —entonces vas a necesitar esto.
Las dos nos sumimos en una risa incontrolable, mientras el dildo de un tamaño generoso seguía danzando solo en la mesa. Ya las bolsas estaban vacías, y alrededor de nosotras habían muchas cosas. Tomando un sorbo de su copa me dijo
—Creo que me queda hablarte de una sola cosa, el tema del dinero. Cuanto vas a cobrar,depende de vos, pero por favor no hagas un precio por cada cosa, hacelo por hora y un “vale todo”, pedí el dinero por adelantado, antes de empezar y guárdalo, pedí que te entreguen el celular, si es que no queres fotos, dudo que alguien tenga un inconveniente con eso, y lo guardas en un lugar visible.
—Es bastante para asimilar todo junto — me reí.
—Ya te vas acostumbrar, voy a averiguar por mi propia clientela por algunas personas para que empieces cuando vos me digas y estés preparada, acordate que desde hoy, sos tu propia jefa, controlas tus horarios según tus ganas de trabajar.
—¿Y que le digo a mis conocidos, o familia que pregunten a donde trabajo? — le dije intentando pensar una razón.
—Trabajas de secretaria en un estudio de abogados, tenes horarios laxos y no siempre tenes que estar ahí, haces trabajos en la calle, mandados o tramites
Y así fue, que oficialmente, me converti en Escort.
3 comentarios - Mis experiencias como una mujer escort (II)