Ella estaba allí, dormida, tan angelical como bella. La contemplaba a distancia…Tentado de acercarme y besar sus labios de frambuesa, por unos minutos me quedé hechizado, admirando su figura perfecta ante mis ojos.
El deseo fue más fuerte y sigilosamente llegué y me senté al costado de su cama, la luz que se filtraba por la ventana iluminaba su cuerpo como invitándome a recorrerlo. Mi mente sabía que no era correcto, pero aun así mis manos no acataban las ordenes de mi cerebro; suavemente y corriendo riesgo a despertarla de su dulce sueño se hundieron bajo las sabanas y bajaron hasta su entrepierna, con un delicado movimiento corrí su tanga para un costado y enseguida el calor de su sexo envolvió mi mano .
Con mucho cuidado pase dos de mis dedos rozando su rajita, quise saber qué tan profundo era su sueño, como comprobé que no se inmutaba con total desparpajo posé
mis dedos en ella y con un sutil meneo le acaricie su sexo, éste comenzó a emanar una secreción pegajosa facilitándome el recorrido, a esa altura mi verga prisionera de su propia excitación latía endemoniada queriendo ser parte del evento, me estaba cebando por la calentura, ya nada me importaba, mientras mi mano seguía haciendo de las suyas en la ya empapada rajita con la otra liberé al tigre de su celda, al que tuve que domar para calmar su ansiedad, y mientras me tocaba pensaba que pasaría si ella se despertaba... Más me excitaba, y más hundía los dedos en su profundidad, noté que su cuerpo se meneaba levemente al compás de mis dedos, su respiración acelerada me indicaban que estaba por regalarme un orgasmo dormida, era mucho más de lo que me esperaba, mi corazón se aceleró y mi pija también, aumenté el ritmo en ambas manos hasta lograr el culmine de un orgasmo exquisito, y sin salir de su vagina llegó mi momento; exploté acabando sobre su cuerpo a medio tapar, retiré mi mano con mucho miedo a ser descubierto, me levante y me fui al baño. Como si nada me dirijo a la sala y me uní al resto de los presentes que continuaban festejando. Al parecer no habrían notado mi ausencia ni la de ella que por un enojo se retiró de la fiesta.
Al día siguiente me llamó para contarme el misterioso sueño que había tenido…
Solté la respiración y le dije, si te gustó vuelve a desearlo y quizás se te vuelve a concretar…
12 comentarios - El deseo fue mas fuerte
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