PIJAMADAS CON PAPA
Esteban es un padre como cualquier otro, tal vez un tanto sobreprotector con su única hija, Johana. Desde su nacimiento siempre ha velado por ella y cuidado de sobremanera. Cuando la madre de la chica murió de cáncer fue un golpe muy duro para ambos, pero juntos lo superaron y formaron una relación muy estrecha. Conforme los años pasaban Johana fue desarrollándose hasta llegar a la adolescencia transformada en una atractiva jovencita que hacia voltear la mirada a más de uno. Obviamente esto era algo que no le gustaba a Esteban para nada, su mayor preocupación era que su hija terminara de novia con algún patán que solo la quisiera para pasar el rato.
Esteban acaba de cumplir 40 años y a pesar de su edad se mantenía activo. Las canas ya adornaban su cabello del cual afortunadamente aún tenía bastante. Era de complexión fornida y dado que hacia ejercicio con regularidad se mantenía en forma. También era bien parecido lo que provocaba que muchas mujeres, algunas mucho más jóvenes que él, buscaran ser merecedoras de su afecto.
El hombre sin embargo solo tenía ojos para su hija. Luego de la muerte de su esposa decidió permanecer soltero para evitar que su hija tuviera que competir por su afecto con alguna otra mujer. En cuento al sexo nunca faltaba alguna secretaria dispuesta a gozar de su increíble polla y en caso de no encontrarla se conformaba con una buena paja.
Por aquel entonces Johana, ya era toda una adolescente, se hizo muy amiga de 2 jovencitas de su edad, Cecilia y Berenice. Las tres chicas eran inseparables y casi siempre andaban juntas. Se hicieron muy afectas a realizar pijamadas, las cuales frecuentemente ocurrían en casa de Esteban, en parte para que este pudiera cerciorarse de que no dejaran entrar chicos a sus reuniones.
Dado que era un hombre de negocios constantemente tenía reuniones fuera de la ciudad, siempre dejando a su hija al cuidado de una vieja institutriz. Pero conforme fue creciendo la chica se oponía a tener una niñera, como ella la llamaba. Las chicas tenían planeado una de sus acostumbradas pijamadas para las fechas de su próximo viaje de negocios y Esteban se rehusaba a dejarlas solas, luego de una larga discusión Johana, la chica termino ganando y su padre accedió.
La casa donde vivían era bastante grande y lujosa y por lo mismo contaba con cámaras de seguridad y alarmas en todo el perímetro. Cualquiera pensaría que eso era suficiente para estar tranquilos pero Esteban decidió ir más allá y sin que su hija se enterara coloco una cámara en la alcoba de Johana, de esa forma podría tenerla más vigilada.
Esteban acudió a su viaje con cierta preocupación. A su regreso encontró la casa como la habían dejado, sin rastros de fiestas o la presencia de chicos.
Esa noche Esteban se encerró en su despacho en la casa y se dispuso a revisar las cámaras de seguridad. Todo estaba en orden, nadie se había acercado a la casa durante el fin de semana, salvo un par de repartidores de comida haciendo sus entregas.
Para cerciorarse comenzó a reproducir lo que la cámara en la alcoba de su hija había grabado. Al principio solo hacían cosas de chicas comunes; mirar películas, pintarse las uñas, arreglarse el cabello, comer pizza, etc.
De pronto durante la reproducción rápida algo llamo su atención, Johana y Cecilia se dieron un beso. Consternado Esteban retrocedió la grabación minutos antes del suceso y se colocó los audífonos para poder escuchar.
-¿Es en serio? No puedo creer que aún no hayas besado a un chico.- comento Berenice.
-¿Y cómo quieres que lo haga? La pobre está vigilada todo el tiempo por su padre, a lo mejor y hasta la observa cuando va a al baño.- añadió Cecilia.
-No sean así, chicas. Es cierto que mi papa se exagera a veces pero lo hace de buena fe. Se preocupa mucho por mí y se lo agradezco.- contesto Johana.
-Eso lo entiendo pero tiene que darse cuenta que ya no eres una niña. Si continua con ese comportamiento solo te espantara a los pretendientes y antes que te des cuenta tendrás 30 y tantos y seguirás siendo virgen.- dijo Cecilia.
-Pues disculpa, a esta edad no todas podemos ser unas zorras que ya han chupado vergas.- le espeto Johana.
-Y déjame decirte que no sabes de lo que te pierdes, no hay nada más placentero que mamar una buena polla. Mmmmm de solo acordarme se me mojan las bragas.- contesto Cecilia.
-Eres toda una zorra, Ceci. En toda la escuela ya saben que te gusta chupar pijas y corre el rumor que se la chupaste al maestro de física.- dijo Berenice.
-No es rumor, lo hice el jueves pasado. Para su edad tenía una polla enorme. Casi no me la pude meter toda a la boca.- dijo orgullosa la chica.
-Y yo que creía era mentira. Menuda puta.- comento Johana.
-Tú eres la única que aún no se ha comido una polla. Incluso Berenice le mamo la verga a su primo.- dijo Cecilia.
-¡Se suponía que no se lo contarías a nadie!- dijo la chica apenada.
-¿En serio, Berenice? No lo puedo creer. ¿Por qué no me lo habías contado? ¿Cómo sucedió?- pregunto interesada Johana.
-Es que me da mucha pena, ni siquiera se lo hubiera contado a Cecilia pero ella me obligo. Es un primo unos años mayor que yo. Mi casa siempre está llena de gente entrando y saliendo por lo que no hay mucha privacidad. Una tarde nos quedamos los dos solos y se metió al baño a masturbarse, yo no lo sabía y entre de golpe. Lo sorprendí con su pene en la mano y luego del susto inicial me invito a pasar. Nunca había visto un pene en vivo y tenía curiosidad. Y no sé como pero cuando me di cuenta ya lo tenía en la boca.- relato la chica quien se había puesto roja de vergüenza.
-Vaya, ambas han disfrutado una verga en vivo, yo ni siquiera he tenido mi primer beso.- dijo Johana algo triste.
-Eso puedo arreglarse.- dijo Cecilia con una pícara sonrisa y para sorpresa de sus dos amigas se lanzó contra Johana y le planto un gran beso en los labios. Tanto Johana como Berenice estaban atónitas ante la situación sin saber cómo reaccionar. Al principio el beso fue algo leve, con sus labios juntándose pero Cecilia decidió aumentar la intensidad y su lengua busco entrar en la boca de su amiga.
Johana se resistió al principio pero la excitación fue aumentando y antes que se diera cuenta la lengua de su amiga penetro en su boca uniéndose a la suya.
Berenice observaba aquel lésbico espectáculo bastante excitada y comenzó a frotar su sexo por encima de su ropa interior que se humedecía cada vez más.
Finalmente las dos chicas se separan jadeando por aire.
-¿Y bueno que te pareció tu primer beso?- pregunto Cecilia.
-Algo inesperado, agresivo y húmedo pero bastante increíble. Aun así, te agradecería que me avisaras la próxima vez que hagas algo como eso.- Respondió Johana.
-¿Dónde está lo divertido en ello? Parece que alguien lo disfruto más que nosotras.- dijo Cecilia señalando a Berenice quien aún continuaba frotando su coño solo que ahora tenía la mano metida dentro de sus bragas.
-Lo siento, chicas, pero eso fue algo muy excitante y erótico. Solo había visto algo así en películas porno.- contesto Berenice.
-Es cierto, olvide que eras una fanática del porno.- dijo Cecilia.
-Es que no puedo evitarlo, siempre estoy excitada y en mi casa apenas y puedo masturbarme tranquila.- dijo Berenice defendiéndose.
-Se me ocurre una idea. Es obvio que todas estamos con las hormonas alborotadas y que mejor manera de satisfacernos que entre nosotras. De esa forma nos ayudamos y también podremos experimentar y aprender más sobre nuestros cuerpos.- propuso Johana.
-No me parece tan mala idea. Por mucho que adore chupar pijas aun no estoy lista para entregarle mi virginidad a cualquier chico. Entre nosotras podemos pasar un buen rato y claro esta aprender algo en el camino.- continuo Cecilia.
-Sí, es una idea genial. Pero, ¿Cómo lo haremos? Mi casa queda descartada.- dijo Berenice.
-Y en la mía tampoco hay privacidad, comparto mi habitación con mi hermana mayor.- comento Cecilia.
-Pues no creo haya inconveniente en seguir haciéndolo aquí. Mi padre siempre está saliendo de viaje por sus negocios y ahora que ha accedido a darme más libertad lo convenceré que nos deje solas. Apenas sepa la fecha de su próximo viaje programaremos la pijamada.- tercio Johana.
Las chicas rieron emocionadas por lo que se avecinaba y luego se marcharon a la cocina a comer más pizza. La grabación siguió con las chicas comportándose como si nada hubiera pasado hasta dormirse.
Esteban estaba atónito, por mucho que quisiera negarlo su hija ya no era una niña y comenzaba a pensar en sexo. Se quedó sentado en silencio meditando que podría hacer al respecto.
¿Hablar con su hija acerca del sexo? Por muy estrecha que fuera su relación ese tipo de temas siempre son incomodos entre padres e hijos y más entre hombre y mujeres.
¿Prohibirle tener pijamadas y juntarse con sus amigas? Eso haría que la chica se molestara con él.
Al final lo más sensato era dejar que las cosas siguieran su curso, permitir que aquellas adolescentes experimentaran entre ellas. Al menos lo harían en la seguridad de su casa. Esteban pensó en deshacerse de la cámara al día siguiente pero un deseo mórbido se lo impidió. Fue entonces cuando se dio cuenta que tenía la verga dura luego de haber visto aquel video.
Se sintió avergonzado al haberse excitado con su hija y sus amigas pero no podía negar que todo aquello había sido muy erótico y excitante. Su verga palpito de solo imaginar cómo serían las siguientes pijamadas.
Después de ese día Esteban comenzó a fijarse más en las amigas de su hija. Cecilia tenía una figura esbelta, con un par de tetas bastante desarrolladas para su edad, tenía el pelo castaño y largo. La chica tenía un andar sensual, coqueto y un tanto retador. De carácter alocado y alegre, famosa por hablar sin pelos en la lengua.
Berenice por su parte era una chica tímida, con una par de tetas pequeñas y en desarrollo pero con un increíble culo que seguramente sería el deseo de muchos. Era un poco más rellenita que las otras, con el pelo rubio y corto. Usaba un par de lentes de montura gruesa y casi siempre se dejaba mandar por Cecilia lo que provocaba que Johana tuviera que defenderla.
Y por último estaba Johana. La chica era de carácter fuerte y nunca se dejaba de mandar por nadie, incluso llego a enfrentarse a su padre en ocasiones en que no estaba de acuerdo con sus acciones. Sus tetas ya se encontraban en desarrollo aunque no eran tan grandes como las de Cecilia y su culo aunque pequeño era respingón con forma de durazno. Su mayor atractivo eran sus largas y bien formadas piernas que volvían locos a los chicos. Su cabello era negro y le llegaba hasta los hombros.
Los días pasaron y el próximo viaje de negocios de Esteban llego unas semanas después. Nuevamente tuvo una discusión con su hija acerca de dejarlas solas pero esta vez termino accediendo más rápido que de costumbre.
Esteban paso todo el viaje de ida y vuelta preguntándose que estarían haciendo las chicas, se encontraba ansioso por regresar y ver lo que su cámara había captado.
Como de costumbre regreso el domingo por la noche cuando su hija ya dormía. Nuevamente se dirigió a su despacho y colocándose los audífonos comenzó a reproducir la grabación.
-Bueno chicas, ¿están listas? Para comenzar creo que lo mejor será que digamos que dudas o curiosidades tenemos respecto al sexo para que sepamos que cubrir. Yo primero, obviamente tengo la curiosidad de ver un pene en vivo pero eso es algo que no podremos cumplir en estas reuniones- inicio Johana.
-¿Estas segura? Porque puedo llamar a cualquier chico de la escuela y estará aquí con los pantalones abajo antes de lo que canta un gallo.- dijo Cecilia.
-No lo dudo pero no hay forma de que entre sin que las cámaras lo detecten.- le respondió Johana.
-Yo tengo una duda. Siempre me ha intrigado el asunto del sexo anal. He visto varios videos donde las chicas gritan y lloran cuando las penetran por ahí. Tengo la curiosidad de intentarlo pero tengo miedo que sea doloroso.- comento Berenice apenada como de costumbre.
-También he escuchado al respecto pero he leído que su pueden usar lubricantes para facilitar el acceso. Podemos comenzar con eso. Creo que en mi baño hay aceite de bebe, eso puede ayudar. ¿Te gustaría intentarlo?- pregunto Johana.
Berenice asintió en silencio. Johana se levantó en busca del aceite mientras la chica se despojaba lentamente de su ropa interior. Berenice lo hacía con tal lentitud que termino fastidiando a Cecilia quien empujándola sobre la cama le quito las bragas de un tirón.
Berenice quedo recostada en la cama con las piernas en el borde de esta. Cecilia ataco nuevamente obligándola a abrir las piernas. Afortunadamente Johana regreso para poner orden en la situación.
-Déjala en paz, Cecilia. No te preocupes Berenice, yo me encargaré de todo, tratare de ser lo más cuidadosa posible, si te duele solo dímelo y me detendré.- indico la chica.
Sabiendo que podía confiar en su amiga, Berenice abrió las piernas tímidamente exponiendo su coño ante sus amigas y la cámara. Este era de un color rosado, con labios grandes y una mata de vello púbico ya adornaba su monte de venus. El coño se veía abierto, seguramente producto de sus constantes masturbaciones. La chica estaba completamente apenada exponiéndose ante sus compañeras y se llevó las manos a la cara muerta de vergüenza.
-No puedo creer que lo tengas peludo. Yo siempre me aseguro de depilarme cualquier pelo que aparezca. – expreso Cecilia despojándose de sus bragas y mostrándoles su lampiño coño a las otras chicas. Este era mucho más rosado que el de su amiga y sus labios estaban mucho más estrechos. Solo podía apreciarse la raja que era su entrada.
-No seas así, Ceci. No tienes de que avergonzarte, Bere, yo también ya tengo vello púbico en el mío. No tiene nada de malo.- Dijo Johana y ella también se quedó desnuda exponiéndose ente sus invitadas. No era tan peludo como el de Berenice y estaba un poco más abierto que el de Cecilia pero se veía más rosado que el de las dos.
Habiendo perdido un poco de pena y ansiosa por experimentar, Berenice abrió completamente las piernas. Para ayudarla Cecilia le sujeto las piernas levantándolas en el aire mientras observaba atenta lo que estaba por suceder. Johana se arrodillo frente a su amiga, coloco un poco de lubricante en sus dedos y los llevo hasta el ojete de su amiga. Esta dio un pequeño salto al sentir los dedos de la chica rodeando su agujero trasero. Johana se aseguró de cubrir por completo la entrada antes de comenzar a introducir lentamente uno de sus dedos.
Berenice se sobresaltó al sentir al intruso en su culo pero se relajó para permitirle el acceso. Sintió un poco de malestar al principio pero este fue pasando poco a poco. Johana estaba atenta a las reacciones de su amiga mientras seguía introduciendo su dedo hasta e estuvo dentro por completo.
-¿Qué tal lo sientes?- pregunto la chica.
-Se siente bien, no dolió tanto como pensaba. Creo que puedes probar metiendo otro dedo.- sugirió la chica ansiosa.
-Joder, y luego la puta soy yo.- dijo Cecilia.
Haciendo caso omiso, Johana saco el dedo del culo de su amiga y juntando dos los lubrico nuevamente. Una vez más comenzó a introducirlos dentro del ojete de Berenice quien comenzaba a disfrutar aquello. Pequeños gemidos escapaban de sus labios mientras su amiga penetraba su culo. Viendo que la chica lo gozaba, Johana se dispuso a aumentar la velocidad con la que sus dedos entraban y salían.
El erótico espectáculo estaba calentando a Cecilia, quien observaba todo desde arriba y al final no pudo resistir más y se arrodillo junto a Johana.
-Creo que podemos matar dos pájaros de un tiro. Saben que me encanta chupar pollas y según la opinión popular soy muy buena en ello pero siempre he tenido duda de que tan buena seria comiendo coños así que ya que Berenice está en posición…- dijo Cecilia y sin darle tiempo a la chica de decir nada se lanzó contra su raja.
Berenice lanzo un grito de sorpresa al sentir una boca sobre su raja. Cecilia saboreo los jugos de su amiga que comenzaban a brotar de su coño, los lamio con ansias y luego introdujo su lengua en la raja de la chica haciendo que brotaran aún más.
Berenice comenzó a gemir con más fuerza ante el doble ataque del que era víctima. Johana observaba impávida como Cecilia le comía el coño a su amiga y sin descuidar su labor de darle placer al culo de Berenice llevo su otra mano hasta su coño y comenzó a masturbarse.
Cecilia estaba disfrutando de su primer coño, aunque algo inexperta pronto encontró los puntos sensibles de Berenice y los ataco sin piedad haciendo que gimiera con más fuerza. Usando sus dedos abrió los labio de la chica buscando introducir su lengua hasta lo más profundo de su ser, chupando y sorbiendo los jugos que emanaban de aquel agujero.
El doble ataque le brindaba un placer indescriptible a Berenice quien gemía y pedía más a gritos. Cecilia comenzó a introducir sus dedos en el chorreante coño de la chica buscando llevarla al orgasmo. Tenía 3 dedos en lo profundo de la raja de su amiga mientras frotaba su clítoris con el pulgar. Johana empezó a gemir fruto de su masturbación y ello atrajo la atención de Cecilia quien retiro su boca del coño de su amiga dejando únicamente sus dedos para complacerla. Cecilia y Johana se miraron a los ojos y fruto de la excitación se fundieron nuevamente en un lésbico beso. Esta vez fue Johana quien llevo introdujo su lengua en la boca de su amiga saboreando los jugos de Berenice en esta.
Berenice lanzo un grito de placer mientras apretaba las sabanas con fuerza y sus jugos estallaron bañando a sus dos amigas. Estas continuaron con su intensa sesión probando la corrida de su amiga en sus besos. Viendo que Berenice ya había alcanzado el orgasmo retiraron sus manos de ella y se lanzaron al coño de la otra, atacando sin piedad.
Cecilia frotaba el coño de Johana metiendo sus dedos en su interior mientras que esta se enfocaba en el clítoris de su amiga tallándolo con su pulgar mientras su otra mano se divertía en uno de sus turgentes senos.
Las chicas gemían sin dejar de besarse, buscando hacer que la otra se corriera primero. Berenice observaba exhausta desde la cama.
La naturaleza competitiva de las chicas hizo acto de presencia y con fiereza usaban sus manos en el cuerpo de la otra buscando salir victoriosa cada una por su parte.
Cecilia adoraba que jugaran con sus pechos y el ataque que estaba recibiendo por parte de su amiga la estaba llevando al borde. La estocada final llego cuando Johana se llevó uno de sus senos a su boca y lo chupo con deleite. Esto fue más de lo que pudo soportar.
Al final Johana resulto victoriosa haciendo que Cecilia alcanzara el anhelado clímax. Incapaz de resistirse más Johana se unió a su amiga corriéndose momentos después junto a ella.
Las chicas cayeron rendidas en el suelo de la habitación, completamente extasiadas.
-Eso fue en verdad intenso. Qué bueno que se te ocurrió esta idea, Johana.- comentó Berenice.
-Debo admitir que fue algo increíble. Y déjame decirte que tienes un coño delicioso, Bere.- dijo Cecilia haciendo que su amiga se sonrojara.
-Pues si como comes coños también devoras pollas no me sorprende que todos los chicos estén locos por ti.- respondió Berenice.
-Bueno creo que eso es suficiente por hoy. Sera mejor que tomemos una ducha luego del baño que nos dio Berenice y también tenemos que limpiar la habitación.- dijo Johana poniéndose de pie.
-Es cierto, no pensé que fueras una squirter, Bere.- añadió Cecilia.
-Lo siento, debí avisarles. En mi casa siempre me masturbo en el baño para evitar hacer desastres como este.- respondió la chica apenada.
Las chicas se rieron y salieron de la habitación rumbo a tomar una ducha para limpiar sus cuerpos.
Nuevamente la velada termino de manera normal luego de aquel candente encuentro.
Esteban estaba sumamente excitado viendo la acción que había transcurrido horas antes en su casa. Esta vez se había sacado la polla dura como piedra y se había pajeado observando los acontecimientos. Reprodujo el video un par de veces más hasta que por fin se corrió. Nuevamente se sintió culpable por lo sucedido pero aun así estaba ansioso por la próxima pijamada.
En la siguiente sesión fue el turno de Johana y Berenice de probar un coño por primera vez. Las chicas hicieron un 69 mientras Cecilia se masturbaba viéndolas.
Ambas comenzaron de manera torpe pero poco a poco fueron descubriendo lo que la otra disfrutaba y se enfocaron en darse placer.
Johana disfrutaba dándole pequeñas lamidas al coño de su amiga mientras usaba sus manos en
Berenice, quien por su parte opto por enfocarse en el clítoris de Johana, el cual era algo grande y visible. Le dio un par de chupadas y lamidas mientras introducía sus dedos dentro de su húmeda y estrecha raja.
Pronto las chicas comenzaron a gemir lanzando ondas en el coño de la otra y no tardaron en alcanzar el clímax deseado. Johana fue la primera en correrse y luego Berenice. Como precaución habían colocado una toalla debajo de esta la cual rápidamente se humedeció con sus jugos.
Las chicas se dieron cuenta que Cecilia continuaba masturbándose y ambas se lanzaron contra ella para hacerla gozar también.
Berenice ansiaba probar el coño de su amiga y sin perder un minuto se dirigió allí. Johana por su parte se dispuso a chupar los grandes pechos de la chica, le tenía cierta envidia por tenerlos ya desarrollados pero aun así disfrutaba el chuparlos y jugar con sus pezones.
Cecilia por su parte gemía descontrolada disfrutando las atenciones de sus amigas. No quería admitirlo pero sin duda Berenice tenía una mejor habilidad comiendo coños que ellas haciéndola llegar al orgasmo luego de pocos minutos. Aun así la chica no dejo de devorar la panocha de su amiga hasta provocarle un par de orgasmos más. Claro que las atenciones de Johana con sus pechos también ayudaron. La chica los masajeaba con lujuria, pellizcando y luego mordiendo sus pezones. También subía para plantarle lujuriosos besos que Johana disfrutaba de sobremanera.
Esa noche Cecilia cayó rendida luego de varios orgasmos y pronto se quedó dormida lo que le permitió a Johana y Berenice enfocarse en ellas una vez más.
-Oye Johana, ¿puedo pedirte algo?- pregunto Berenice.
-Seguro, soy toda oídos.- contesto la chica.
-Tú sabes que me gusta mucho ver pornos y usualmente veía las tradicionales de chico y chica. Pero desde hace un tiempo me gustan más las de chicas y no es que no me excite viendo chicos pero me excito más con las chicas. Como sea, la cuestión es que vi a dos chicas haciendo lo que llaman “tijeras”, frotándose las vaginas una con la otra y quería saber si te gustaría intentarlo.- pregunto la chica tímidamente.
-Seguro que sí, se oye excitante.- respondió Johana emocionada.
Berenice se alegró ante la respuesta de su amiga y pronto las dos se colocaron en posición.
Entrelazaron sus piernas y amabas se estremecieron al sentir como sus coños se encontraban. El ritmo era lento y apasionado, disfrutaban aquella nueva y placentera sensación. Sus coños empezaron a chorrear y sus jugos se mezclaron haciendo más fácil la faena y aumentando el placer.
Los gemidos de las chicas eran música para los oídos de Esteban quien se pajeaba con furia disfrutando del espectáculo.
Las chicas decidieron cambiar de posición y Berenice se acostó en la cama mientras Johana se colocaba sobre ella. El hinchado clítoris de Johana era perfecto para brindarle placer a su amiga, ambas gozaban el sentir como sus peludos coños se frotaban uno contra el otro y Berenice le dio un beso a su amiga que esta correspondió.
Las chicas gemían cada vez más fuertes mientras movían sus caderas una contra la otra y sus lenguas jugaban en sus bocas. Al final ambas estallaron en un increíble orgasmo para luego caer dormidas abrazadas.
Esteban se había corrido tantas veces que su despacho estaba hecho un asco. No podía evitar sentirse culpable ante lo que estaba haciendo pero tampoco podía dejar de hacerlo. Aquellas chicas le ofrecían cada vez un espectáculo difícil de resistir. Especialmente su hija en quien Esteban se fijaba cada vez más durante las grabaciones.
Cada vez que veía a las chicas pasar a saludar o llegar a su casa, su verga se ponía dura al instante y tenía que evitar que ellas lo notaran. En una ocasión las chicas estaban tomando un baño en la alberca de la casa y Esteban las espió por la ventana de su despacho meneándose la polla con furia.
Cada noche reproducía una y otra vez los videos de las pijamadas hasta casi dejar seco su pene. Esperaba con ansias las próximas pijamadas para poder tener material nuevo y ver hasta donde llegaban las chicas.
En uno de sus últimos viajes estaba tan ansioso por regresar que ni siquiera presto atención durante una de las reuniones, su mente se encontraba divagando en aquellos tres hermosos cuerpos adolescentes brindándose placer entre ellos. Su pene no tardó en reaccionar imaginándose las cosas que estarían haciendo. Tuvo que disculparse e ir al baño donde como adolescente calenturiento termino pajeandose.
Una vez concluida la reunión Esteban se marchó a toda prisa de regreso a su hogar en lugar de esperar hasta el día siguiente. Llego a su casa de madrugada cuando las chicas aun dormían. Se lanzó corriendo hasta su despacho y apresuradamente comenzó a reproducir los eventos que habían ocurrido apenas horas antes.
Como siempre las chicas iniciaron su reunión de manera normal solo que esta vez se pasaron toda la velada completamente desnudas. Esteban observo excitado como se paseaban por toda la casa como dios las trajo al mundo, luciendo aquellos sensuales cuerpos adolescentes. Observo como la atrevida de Cecilia recibía al repartidor con las tetas al aire y un diminuto tanga puesto ante la sorpresa del chico para luego darle una rápida mamada en la puerta mientras Berenice y Johana observaban escondidas.
Desde que comenzaron a experimentar las chicas se volvían cada vez más atrevidas con cada reunión. Si no fuera por lo excitado que estaba Esteban se hubiera preocupado más por el comportamiento que su hija estaba adoptando.
Finalmente el momento esperado de la noche llego, las chicas regresaron a la alcoba de su hija donde colocaron una porno en la televisión. Las chicas no tardaron en excitarse y comenzaron a masturbarse.
-Mmmm, que buenas están esas mujeres. Como me gustaría comerles el coño a todas.- comento Berenice frotándose el coño.
-A mí se me antoja más una de esas ricas y duras vergas. Ufff que buenas se ven.- dijo Cecilia.
-Acabas de chupársela al repartidor y todavía quieres mas.- añadió Johana.
-Bah, es que su polla no era la gran cosa. Además estaba joven y personalmente prefiero las pollas maduras.- contesto la joven.
Cecilia tomo el control y busco una porno de maduros con jovencitas y la reprodujo en el aparato.
-Miren nada más, esa si es una buena verga, como se me antoja.- gimió Cecilia masturbándose con más intensidad.
-El señor se parece a tu papa, Johana.- comentó Berenice respecto al actor en la película.
-Es cierto, se parece a tu papa. Déjame decirte que tu padre no esta tan mal, amiga. No me molestaría darle una buena mamada.- dijo Cecilia eróticamente.
-Eso ni se te ocurra, mantente alejada de mi padre. Si te llego a ver tan siguiera mirándole el pene te las veras conmigo.- contesto Johana con enfado.
-Está bien, no te molestes. Mejor déjame alegrarte.- dijo la joven y se arrodillo frente a su amiga.
Johana abrió sus piernas inmediatamente permitiéndole a su amiga el fácil acceso a su coño. No paso mucho para que la hábil boca de la chica la hiciera gemir de placer. Berenice se masturbaba prestándole más atención a sus amigas que a la porno del televisor.
Cecilia seguía siendo una maestra de los trabajos orales y su amiga está cada vez más cerca del placer pero antes que pudiera hacerla correr esta la detuvo.
-mmm, espera Ceci, detente, se me ocurre algo.- dijo la chica.
Siguiendo las instrucciones las chicas se colocaron de manera que las tres pudieran gozar al mismo tiempo. Johana estaba entre las piernas de Berenice mientras esta se ocupaba del coño de Cecilia quien a su vez disfrutaría de la panocha de Johana formando así una cadena de placer.
Las chicas pusieron manos a la obra y se dispusieron a gozar. Cada una tenía un particular estilo de provocarle placer a la chica que tenía enfrente. Cecilia era un tanto salvaje en sus métodos, utilizando su hábil boca junto sus dedos para atacar sin piedad el coño de Johana. Esta por su parte sabía bien que Berenice le enloquecía el sexo anal y se enfocaba en su ojete en lugar de su raja, un poco temerosa al principio probo con cautela el ano de su amiga haciéndola saltar de sorpresa. Dispuesta a complacerla introdujo su lengua dentro de su culo haciendo que esta gimiera contra el coño de Ceci. Berenice era mucho mejor usando su lengua y valiéndose únicamente de esta estaba volviendo loca a Cecilia.
Las chicas no daban tregua a sus ataques en su búsqueda de darse placer entre ellas.
Esteban se masturbaba furiosamente mientras escuchaba los gemidos de su hija y sus amigas en el monitor. Las observo convulsionarse mientras alcanzaban sus orgasmos una tras otra y al final el también termino lanzando chorros de leche manchando todo a su alrededor.
Permaneció unos minutos respirando entrecortadamente con la polla en la mano mientras se recuperaba. Se dio cuenta que aquel sentimiento de culpa que lo había embargado las primeras veces ahora no hacia acto de presencia.
En el video las chicas se habían recuperado de su sesión y estaban colocando sabanas nuevas a la cama, preparándose para dormir.
-Debo admitir que esta ha sido una pijamada inolvidable. No puedo esperar a la siguiente. ¿Ya conseguiste lo que necesitamos, Johana?- pregunto Cecilia.
-Ya hice el encargo, deberá llegar aquí el jueves. Qué bueno que se puede comprar en línea o nunca lo hubiéramos hecho.- respondió esta.
-¿Entonces de verdad lo vamos a hacer?- pregunto Berenice temerosa.
-Pero claro que sí, acordamos que perderíamos la virginidad entre nosotras. Para eso necesitamos el arnés.- contesto Cecilia.
-No pasa nada si tú no quieres hacerlo, Berenice, pero como habíamos dicho es mejor hacerlo entre amigas a tener la mala suerte que te la quite un chico ebrio en alguna fiesta donde se preocupe más por meterla y correrse que en que tu disfrutes junto a el.- dijo Johana.
-Supongo que tienes razón.- dijo la chica.
Las chicas se acomodaron en la cama donde pronto quedaron dormidas.
Esteban estaba más sorprendido que nunca, las chicas estaban llevando esto hasta el extremo. Obviamente el no podía impedírselos, no cuando ya habían llegado tan lejos juntas y en parte sintió que su hija tenía razón; mejor que su primera vez fuera con alguien querido y que se preocupara por hacerlo lo más placentero posible.
Fue entonces que se le ocurrió una perversa idea, anunciara su próximo viaje a su hija pero lo cancelaria a última hora quedándose en casa la noche en cuestión. De esa forma podría observarlo todo en tiempo real.
Aquella noche Esteban se fue a dormir al igual que las chicas, totalmente emocionado por la próxima pijamada.
Durante los días siguientes Esteban noto un cambio extraño en la actitud de su hija. Comenzó a utilizar prendas muy reveladoras por la casa como vestidos cortos o shorts entallados. Además que aprovechaba todo momento para rozar con su trasero o con la mano la entrepierna de su padre, alegando que habían sido accidentes. Todo esto junto con la espera que llegara el día estaba volviendo loco a Esteban, ya ni podía estar cerca de su hija sin que su polla se pusiera dura. Su límite llego cuando la encontró tomando el sol en topless en la alberca. Ahí mismo se sacó la polla y oculto se masturbo observándola con las tetas al aire.
El ansiado día llego y Esteban se despidió de su hija para partir a su supuesta reunión. Estuvo un par de horas fuera totalmente ansioso y luego regreso a su casa. Berenice y Cecilia tenían poco tiempo de haber llegado y las tres chicas se sorprendieron por su regreso.
-La junta se canceló así que me quedare con ustedes. No se preocupen por mí, estaré en mi despacho, no las molestare, hagan de cuenta que no estoy aquí.- dijo para luego retirarse.
Entro a su despacho y encendió la cámara de la habitación de su hija. Pasaron varios minutos hasta que la chicas entraron en la recamara.
-Cielos, que mala suerte. Tan pronto hoy tuvo que cancelar su viaje. Y yo que estaba tan emocionada por usar esto.- dijo Cecilia sacando el arnés.
-No veo porque debamos cancelarlo. Su despacho está alejado de aquí así que no podrá escucharnos y él sabe que me molesta que entre a mi habitación sin avisar.- respondió Johana.
-¿Entonces todo sigue en pie?- pregunto Berenice esperanzada.
-Por supuesto.- contesto Johana desnudándose. Las otras 2 chicas pronto siguieron su ejemplo despojándose de su ropa.
-Primero hay que dejar bien húmedos nuestros coños. ¿Por qué no le muestras a Ceci lo que hicimos la otra noche, Bere?- continuo Johana.
Captando a que se refería Berenice guio a su amiga para hacer unas tijeras y frotar sus coños juntos. Las chicas se pusieron en posición y comenzaron su lésbico espectáculo. Cecilia pronto empezó a gemir ante aquella nueva sensación. Pese a que se había quejado del vello púbico de su amiga era agradable el sentirlo frotarse contra su lampiño coño. Berenice se unió al placer de Ceci y también comenzó a gemir.
Las chicas se frotaban con fuerza, empujando sus caderas una contra la otra y mezclando sus jugos.
Esteban estaba tan concentrado por lo que pasaba en el monitor que no se dio cuenta que alguien había entrado a su despacho.
Sorpresivamente un par de manos aparecieron tomando su duro miembro entre ellas. Esteban se sobresaltó y quedo pálido al ver a quien le pertenecían dichas manos. Se trataba nada más y nada menos que su hija Johana.
-Hola, papi. Veo que estas disfrutando el espectáculo. Qué bueno que te guste, lo hicimos especialmente para ti.- dijo su hija acariciando su polla.
-Johana—hija… yo… ¿Cómo es que…?- balbuceo el hombre. En su lujuria no se había dado cuenta que su hija había desparecido de la pantalla saliendo del cuarto hasta llegar ahí con él.
-Te observe la otra noche. Me desperté para ir al baño cuando note que había luz en tu despacho. No sabía que habías regresado y me acerque con sigilo. Ahí te descubrí masturbándote en la computadora. Tu magnifica polla llamo mi atención de inmediato, se veía tan grande y dura que comencé a tocarme ahí mismo. Mi sorpresa fue mayor cuando observe lo que te hacia masturbarte con tanto ahínco, éramos mis amigas y yo.
Eso me excito aún más. Cuando te vi escupir tus chorros de semen yo también me corrí.
Regrese aquí cuando tu no estabas y busque en la computadora, encontré todos tus videos. Vaya que has sido un papa malo, nos habías estado grabando todo el tiempo.
Al principio creí que tal vez te excitabas por Cecilia y Berenice, por eso debía asegurarme si yo te parecía atractiva. Toda la semana te estuve provocando para ver como reaccionabas, cuando veía como tu polla se ponía dura y como te masturbabas espiándome me hizo feliz. Aquel día en la alberca se te olvido que había cámaras de seguridad, revise la cinta después y te vi menearte esa grandiosa polla.
Me dio tanto gusto el verte regresar esta noche, sabía que seguramente planeabas espiarnos en vivo así que decidimos mejor incluirte en nuestros juegos.
Veras papa, llevo un largo tiempo masturbándome, incluso antes que comenzara a hacerlo con mis amigas y siempre había alguien en quien pensaba al hacerlo. En ti, papa, siempre te imagino follandome, haciéndome gozar. Me encanta ver videos de incesto entre padre e hija porque imagino que somos nosotros. Deseo tanto el sentirte dentro de mí, el probar tu magnifica verga, que me hagas tuya y te corras dentro de mí. Te amo papa.- dijo Johana y le planto un increíble beso a su padre.
Las palabras de su hija habían llevado al borde a aquel hombre y al sentir sus labios juntarse con los suyos se resignó a su destino y abrazo fuertemente a su hija, devolviéndole el beso con lujuria.
-Yo también te amo hija. Llevo tanto tiempo deseándote. Eres sumamente hermosa.- dijo Esteban.
Johana se sonrojo ante las palabras de su padre y lentamente descendió hasta llegar frente aquello que tanto anhelaba.
La chica se maravilló ante el miembro paterno y lo examino con curiosidad. Era el primer pene que veía en vivo y se sorprendió por su tamaño.
-Mmmm, es como me la imaginaba, aun mucho mejor.- dijo Johana antes de llevársela a la boca.
Esteban se estremeció al sentir los labios de su hija alrededor de su miembro, era su fantasía más oscura y perversa y estaba sucediendo de verdad.
Recordando los consejos de Cecilia comenzó a chupar primero la cabeza, disfrutando el líquido pre seminal que brotaba de esta, luego le dio suaves lamidas al tronco de arriba hacia abajo, cubriéndolo todo con su saliva. Intento metérselo todo a la boca pero era tan grande que no pudo hacerlo, en su lugar se dispuso a pajearlo, su mano apenas podía cubrir todo su grosor y se deleitó ante los gemidos de placer de su padre que le indicaban que hacia bien su labor. Miro hacia arriba mientras chulapa la cabeza del pene y su mirada se encontró con la de Esteban, observo la lujuria en los ojos de su padre y eso la hizo muy feliz.
Esteban por su parte estaba disfrutando increíblemente las atenciones de su hija, estaba seguro que su amiga Cecilia le había instruido al respecto pues la chica le comía el pene con talento. El hombre sintió como el orgasmo se acumulaba en su miembro.
-Ohhh, Johana, que bien lo haces hija, ohhhh, siiii, me corro hija, Ahhhhhh.- gruño Esteban esperando que su hija se apartara pero esta se mantuvo firme y recibió toda la leche de su padre en la boca sin dejar escapar ni una sola gota. Johana se relamió los labios saboreando la corrida de su padre.
-Mmmm, que rica leche tienes, papi, creo que tendré que tomarla todas la mañanas.- dijo la chica con una picara sonrisa.
Esteban seguía incrédulo ante lo que había sucedido y para mayor sorpresa aquello apenas estaba comenzando. Johana se puso de pie y tomo a su padre de la mano sacándolo del despacho.
-Espero que aun tengas energía para más. Les prometí a las chicas que te compartiría con ellas. – dijo llevándolo hasta su habitación.
Al entrar, Berenice y Cecilia estaban acostadas en la cama reponiéndose de su sesión.
-Vaya, ya era hora. Pensamos que te lo quedarías todo para ti sola.- comento Cecilia.
-Lo siento pero no pude evitar hacerle una mamada. Ahora ya he probado mi primera polla.- respondió Johana.
Cecilia se levantó de la cama y se acercó a Johana dándole un candente beso al llegar hasta ella. Esteban noto como su polla despertaba nuevamente ante ese erótico espectáculo que se apreciaba mucho mejor en persona.
-Mmmm, todavía tenías restos de su leche en la boca. Ansió probarla directamente de la fuente. Claro está si me lo permites- dijo Cecilia separándose de su amiga.
La chica tomo la polla de su padre y se la ofreció a su amiga quien ansiosa se arrodillo frente al hombre para apreciar mejor su verga.
-Nada como una buena verga madura.- dijo la joven y acto seguido le propino al hombre una mamada como solo ella sabía hacerlas.
No cabía duda que la chica tenía experiencia, a diferencia de su hija, Cecilia sabia como comer una polla muy bien. Logro introducírsela toda dentro hasta casi llegar a su garganta y luego la saco para introducirla una y otra vez en su hambrienta boca.
Cecilia interrumpió un momento sus labores para llamar a su otra amiga.
-Berenice ven aquí a ayudarme. Oh, vamos, ¿para qué te cubres si ya te ha visto desnuda?- dijo la joven al ver que su amiga había tapado su desnudez con una sábana.
Tímidamente la dejo caer al suelo exponiendo su cuerpo desnudo ante el padre de su amiga. Se acercó hasta Cecilia y esta la hizo arrodillarse junto a ella. Tomando la polla de Esteban se la ofreció a la chica quien con pena le dio un par de chupadas a la gorda cabeza.
Cecilia obligo a Berenice a meterse la verga en la boca, la pobre chica solo pudo llegar hasta la mitad. Mientras Berenice se concentraba en el tronco Cecilia se dirigió hasta las bolas del hombre, lamiendo y acariciándolas con deseo. Luego se unió a su amiga y juntas cubrieron de saliva la polla del hombre.
Esteban estaba gozando como nunca antes, con su hija a su lado quien se masturbaba mientras veía como sus amigas le comían la polla a su padre. Esteban atrajo a su hija hacia él y le dio un apasionado beso, uniendo su lengua con la de ella mientras llevaba una de sus manos hasta su ansiosa concha.
Sintió como esta estaba completamente húmeda e introdujo un dedo dentro de ella haciéndola gemir. Acaricio su húmeda raja y con su pulgar froto su clítoris provocándole un increíble placer. Añadió un dedo más dentro de la raja de su hija dándole más placer.
Debajo de ellos las chicas compartían la verga del hombre, pasando sus bocas por esta y chupando juntas su hinchada cabeza besándose brevemente al hacerlo. Cecilia dejaba caer su saliva sobre la polla mientras Berenice le chupaba el tronco y probaba también la saliva de su amiga. Berenice descendió para chupar las bolas de Esteban mientras Cecilia observaba como padre e hija se besaban con lujuria y pajeaba la polla del hombre.
-Ahhh, que rico papi. ¿Te gusta cómo te chupan la polla mis amigas? Mmmmm, seguro que los hacen bien, siiii, llénalas de leche, papi, báñalas con tu semen, ahhh. Dijo Johana.
Esteban no pudo soportar más y sin previo aviso lanzo chorros de su semen hacia las sorprendidas chicas. La mayoría de su descarga cayo en la boca y rostro de Cecilia quien lo recibió todo con gusto y luego dirigió los últimos chorros hacia el rostro de Berenice, quien espero hasta que terminara para darle un par de chupadas más buscando saborear más de aquella leche masculina.
Berenice y Cecilia se besaron compartiendo la corrida de Esteban sin dejar escapar nada.
-Ahora viene lo bueno papa. Hemos decidido que serás tu quien nos quite la virginidad.- dijo Johana
-¿Están seguras de esto chicas? ¿En verdad es lo que desean?- pregunto Esteban.
-Claro que sí señor. Teníamos pensado usar un arnés pero teniendo tan buena polla a nuestra disposición es algo mucho mejor.- contesto Cecilia quien se le hacía agua la concha aquella verga madura.
-Si es lo que desean con gusto las complaceré.- dijo Esteban y se dirigió hacia su hija.
-No papa, nuestras invitadas primero. Luego me tendrás toda para ti solo.- dijo Johana riendo al ver la decepción en el rostro de su padre.
Resignado a tener que esperar para poder follar a su hija Esteban se dirigió a sus amigas quienes también eran dignas de follar.
Sin que le sorprendiera a nadie Cecilia se acostó en la cama abriéndose de piernas deseando ser la primera ser la primera pero Johana se opuso, alegando que Berenice merecía ser la primera. Esta sin embargo tenía algo que confesar.
-Ya no soy virgen. – dijo la chica ante la sorprendida mirada de los presentes.
-¿Qué? ¿Pero cómo es posible?- pregunto Johana.
-¿Recuerdan a mi primo al que le hice mi primer mamada? En realidad se trata de mi hermano, les dije que era mi primo porque no quería que me juzgaran pero viendo a Johana con su padre decidí decir la verdad. Luego de aquel día, casi siempre que nos quedamos solos en casa nos masturbamos juntos y se la termino chupando, pero creo que debido a nuestras pijamadas me calenté demasiado y lo convencí que me follara. Él fue muy tierno y considerado conmigo, lo disfrute bastante. Lo siento, sé que querían que perdiéramos la virginidad juntas pero aun asi hay otra virginidad que puedo ofrecer.- dijo la chica y subiéndose a la cama se colocó en cuatro mostrándole su culo a Esteban.
-No te preocupes por nada, Berenice. Mientras hayas disfrutado no tienes que disculparte de nada ni tampoco ofrecer nada. Y es excitante saber que tienes sexo con tu hermano.- dijo Johana.
-Muchas gracias, Johana. Pero en verdad tengo deseo de que tu padre me folle y además tu sabes el placer que siento en mi culo.- dijo la chica.
-Si eso es lo que ella quiere no tengo ningún problema.- dijo Esteban ansioso de probar un culito virgen.
Johana tomo el lubricante y luego de tomar un poco se lo entrego a Ceci, esta lo vacio en la polla de Esteban mientras Johana se encargaba de aplicarlo en el ano de Berenice.
Una vez terminado el hombre se dirigió hacia el culo de la adolescente y presiono su hinchada cabeza contra su ojete. Las chicas se encargaban de separar las nalgas de su amiga para facilitar la penetración. Con cierta dificultad la cabeza de la polla penetro en las entrañas de la chica haciéndola estremecer. El tronco se deslizo en su interior con lentidud por la estrecha cavidad mientras la chica hacia lo posible por aguantar como aquel pedazo de carne le arrebataba su virginidad anal.
Finalmente Esteban enterró toda su verga en aquel culito adolescente. Era algo maravilloso el sentir la estrechez de aquel ano alrededor de su polla. Esteban permaneció quieto esperando que la chica le indicara que podía moverse.
-Cielos, Bere, te la ha metido hasta el fondo. ¿Cómo te sientes?- pregunto Cecilia con curiosidad.
-Se siente un poco incómodo, es mucho más grande que sus dedos o mi cepillo. Pero creo que ya puede comenzar a moverse, señor.- contesto la chica.
Esteban obedeció y lentamente retiro su pene del culo de la chica para luego meterlo nuevamente. El ritmo fue aumentando poco a poco y la chica sintió aquel placer que tanto anhelaba.
El ritmo aumento y los gemidos de la joven también, quien estaba gozando sentir una verga en su culo.
-Ahhh, siii, métamela toda, siii, folleme con fuerza, cójame el culo con fuerza, ahhhh, que rico se siente tener una verga en mi culo, aghhhh.- gemía Berenice mientras apretaba las sabanas de la cama con fuerza.
Esteban tomo con firmeza las caderas de la chica y embistió con todas su fuerzas, metiendo y sacando su polla con rapidez y de paso propinándole un par de nalgadas que la hicieron gruñir de placer.
Las otras dos chicas se frotaban los coños emocionadas de imaginar que aquella enorme polla las penetraría después.
Finalmente Berenice exploto en uno de sus acostumbrados orgasmos soltando sus chorros sobre la cama.
Esteban siguió bombeando el ahora estrecho culo de Berenice hasta que el también alcanzo el orgasmo y vacío su corrida en el ano de la chica provocándole un orgasmo más al sentir los chorros disparados dentro de su culo.
Si fuera uno de sus encuentros casuales Esteban seguramente estaría al límite pero el saber que aún tenía 2 jóvenes hambrientas de polla a quien complacer le daba nuevo vigor y fuerzas, más el hecho de saber que una de ellas era su hija.
-Muy bien, ahora me toca a mí. Si es tan amable de recostarse, señor, tengo ganas de cabalgar su verga.- dijo Cecilia sumamente ansiosa.
Esteban obedeció sin rechistar, colocándose en posición con su aun erecto miembro apuntando hacia el techo.
Cecilia se subió a la cama y se colocó encima de él, alineándose con su verga la chica comenzó a descender lentamente, la gorda cabeza toco contra su virgen raja y poco a poco penetro en ella. Cecilia se estremeció al sentir aquel invasor chocar contra su himen y respirando profundamente se enterró el resto de la polla de Esteban de un sentón. El dolor no fue tan grande como creía y permaneció quieta un momento mientras su coño se ajustaba ante aquel fierro de carne.
Con leves movimientos la chica comenzó a mover sus caderas hacia adelante y atrás.
Como siempre la chica disfrutaba tener el control y ser ella quien llevara el ritmo del encuentro le hacía disfrutarlo aun mas.
-Ahhh. Siii, que rico, esto es increíble, que buena polla, me encanta, siiii.- gemia la chica cabalgando a Esteban.
La joven cambio el ritmo y ahora se dedicaba a ir de arriba hacia abajo sobre la verga del hombre.
Sus senos se movían al vaivén de sus caderas y Esteban los atrapo con sus manos, apretándolos con fuerza. La chica estaba loca de placer mientras el hombre enterraba su polla dentro de ella y jugaba con sus pechos. Llevo sus manos hasta las de este sobre sus tetas pidiéndole que las apretara con más fuerza.
-Ahhhh, que gusto, uffff, vamos, siii, asiii, que gozo, mmmmmm.-
Cecilia estaba tan inmersa en el placer que sentía montando aquella verga que no se dio cuenta cuando Berenice le susurro algo al oído de Esteban. Este asintió y atrajo a la chica hacia él, sujetándola firmemente. Cecilia no sabía que estaba sucediendo y solo pudo sorprenderse cuando sintió un líquido frio presionarse contra su ojete.
Volteando hacia sus espaldas observo que Berenice tenía puesto el arnés que habían comprado y vio a Johana con la botella de lubricante embarrándolo en su culo.
-No, ni se les ocurra, suélteme señor. No pueden hacerme esto.- dijo la chica buscando liberarse de los brazos de Esteban sin éxito alguno. Johana mientras tanto se encargaba de separar las nalgas de Ceci para permitir un fácil acceso.
-Esto es por todas las veces que te has aprovechado de mí.- dijo Berenice sonriendo y de un solo movimiento hundió el juguete dentro del culo de su amiga.
-¿Qué estás haciendo Berenice? No te atrevas, no lo hagas, no… AGGGGGHHHHH- grito Cecilia al sentir su ano invadido.
Sendas lágrimas brotaron del rostro de la chica al perder su virginidad anal. Sollozando cayó sobre Esteban quien pensó que tal vez se les había pasado la mano. Berenice no perdió el tiempo y empezó con el mete y saca en el culo de su amiga. Esteban escucho como los sollozos de Cecilia se transformaban en gemidos y uniéndose al compás comenzó a mover su pelvis contra la inerte chica.
Cecilia pronto se levantó nuevamente disfrutando su primera doble penetración.
-Aghhhh, esto es aún mejor, follenme los dos, que riiicooo, massss, mas rápido, ohhhh siiii, masssss, massssss.- pedía la chica a gritos.
La chica ya habia alcanzado un par de orgasmos cuando Esteban llego al suyo y vacío su contenido dentro de su coño.
Cecilia cayo rendida sobre la cama y Berenice se acostó exhausta junto a ella. Viendo a sus amigas completamente satisfechas, Johana se dirigió hacia su padre.
-Ahora si papa, soy toda tuya.- dijo sonriente.
Esteban levanto a su hija en brazos y despidiéndose de sus amigas la llevo cargando hasta su habitación. Al entrar Johana le dio un beso y luego la deposito en la cama.
La chica se abrió de piernas ofreciéndole su sexo a su padre quien sin pensarlo dos veces se lanzó hacia él.
-Ohhhh, que rico papito, masss, que delicia, ¿Te gusta mi coño? Mmmmm- dijo Johana
-Sí, hija, es delicioso, mmm que rico coño tienes, cariño.- contesto Esteban.
Esteban le comía el coño a su hija con lujuria, era increíblemente delicioso. Sus jugos no tardaron en brotar y su clítoris se hincho reaccionando ante la boca de su padre. Este no perdió el tiempo y lo chupo con ahínco haciéndola gemir de pasión. Johana no tardo en alcanzar el orgasmo vaciando su néctar en la boca de su padre. Una vez hubo bebido toda la corrida de su hija, Esteban se puso de pie preparándose para el tan ansiado momento.
Johana sonrió mientras observaba como su padre llevaba su polla hacia su virginal coño. El hombre froto la cabeza contra su raja, cubriéndola con los restos de la corrida de la chica.
-¿Estas lista hija? Avísame si te duele para detenerme.- dijo el hombre.
-Estoy lista, papa. Hazme mujer.- respondió la joven.
Al igual que con las otras chicas Esteban introdujo lentamente su verga en el interior de su hija hasta topar con su virginidad. El hombre hundió sus caderas con fuerzas enterrando su polla en lo profundo de Johana convirtiéndola en mujer. La chica soltó un gemido intenso mientras el pene de su padre se enterraba por completo dentro de ella. Un delgado hilo de sangre broto de su coño.
Padre e hija se miraron a los ojos antes de darse un apasionado beso. Johana rodeo con sus brazos a su padre atrayéndolo hacia ella deseando nunca dejarlo ir y que el momento nunca terminara. Esteban comenzó a mover sus caderas, metiendo y sacando la polla del coño de su hija cuyos gemidos rompieron el silencio de la habitación.
-Ahhhh, si papi, métemela toda, que ricoooo, ahhh, massss papa, masss.- gemia Johana.
-Ughhh, tomala toda hija, goza la verga de papi, ufffff, siiiiii.- gimio Esteban.
Finalmente padre e hija habían logrado lo que tanto anhelaban. A diferencia de como habia follado a sus amigas, Esteban estaba haciéndole el amor a su hija. Johana estaba gozando como nunca, estaba completamente feliz de que su primera vez fuera con su padre.
-¿Te gusta la verga de papi? ¿Te gusta tenerla dentro hija?-
-Sí, papi, me encanta, quiero tener tu verga siempre, quiero que me folles todos los días, ufffff, mas papi, masss, no paresss. Como deseaba esto, papa.-
-Tambien yo corazón, te follare todos los días, ummmm, siiii, que rico coño tienes, cielo. Ahhhhh. Me corro hija.-
-Dentro de mi papa, lléname con tu leche, ahhhh, yo tambien me corroooo.-
Padre e hija estallaron llegando al orgasmo, la leche de Esteban salió disparada dentro del coño de su hija llenándola por completo.
-Te amo papi.- dijo Johana.
-Y yo a ti, hija.- respondio Esteban.
Completamente exhaustos se fundieron en un cálido beso y pronto quedaron profundamente dormidos abrazados y felices.
Desde esa noche las chicas acudieron todos los fines de semana para disfrutar con Johana y su padre. Esteban empezó a hacer más ejercicio para aumentar su resistencia para poder complacer a las tres jóvenes hambrientas de sexo.
Además de sus fiestas semanales, Johana y Esteban follaban todas las noches y dormían juntos como pareja. Para celebrar su primer mes juntos Johana le regalo su culo a su padre. Esteban estaba extasiado cuando penetro el ojete de su hija hasta llenarlo con su leche.
Los años pasaron y Berenice y Cecilia emprendieron sus propios caminos.
Berenice se convirtió en actriz porno haciéndose famosa. El sexo lésbico y el anal eran sus favoritos pero también comenzó a participar en todo tipo de prácticas como lluvia dorada, orgias y sadomasoquismo.
Cecilia hizo de su fascinación por los hombres maduros un estilo de vida. Nunca faltaban señores dispuestos a cumplirle todos sus caprichos a cambio de disfrutar de su voluptuoso cuerpo.
Gracias al internet Esteban y Johana encontraron otras parejas incestuosas como ellos. Descubrieron un hotel en una playa cercana que se había especializado en ese tipo de relaciones, proveyendo la privacidad que necesitaban.
Esteban invirtió en aquel hotel hasta convertirlo en un lugar de lujo. El y su hija acudían con regularidad para disfrutar las excitantes orgias familiares que sucedían en su interior. Incluso Berenice y su hermano acudieron con ellos un par de veces.
Un día se encontraba con su hija disfrutando de la playa cuando observo a una madre con su hijo pasar junto a ellos. Podía notarse cierta tensión sexual entre ellos y por las miradas que el chico le daba a la mujer parecía que aún no llevaban nada a acabo.
Esteban le comento a Johana al respecto y ambos se dirigieron para hablar con ellos. Cuando llegaron la mujer se encontraba sola y el hijo se estaba bañando en el mar.
Los invitaron a asistir a sus acostumbradas reuniones pero la mujer declino la oferta alegando que no eran esa clase de pareja.
Disculpándose se apartaron regresando a su paseo. Un par de horas después Esteban observo como la mujer le hacía una paja a su hijo hasta que este escupió su leche en la arena. Sonrió al verlos pasar y pensó que sería cuestión de tiempo antes que terminaran juntos. Entonces podrían disfrutar de las delicias del incesto.
Saludos. Poringa cerro mi cuenta anterior por lo que he creado una nueva para volver a subir mis relatos. Afortunadamente tenia respaldo de casi todos ellos, únicamente he perdido los capítulos 05 y 06 de Modern Family, si alguien los tiene le agradecería me contactara.
Este es el relato nuevo por el que mi cuenta fue cerrada, le he realizado modificaciones esperando no ocurra lo mismo. Los personajes que aparecen son los que aparecen en la playa en el capitulo 04 de Maduras Anonimas. Volveran a aparecer en futuros capitulos de la serie.
Espero que sigan disfrutando de mis relatos.
Esteban es un padre como cualquier otro, tal vez un tanto sobreprotector con su única hija, Johana. Desde su nacimiento siempre ha velado por ella y cuidado de sobremanera. Cuando la madre de la chica murió de cáncer fue un golpe muy duro para ambos, pero juntos lo superaron y formaron una relación muy estrecha. Conforme los años pasaban Johana fue desarrollándose hasta llegar a la adolescencia transformada en una atractiva jovencita que hacia voltear la mirada a más de uno. Obviamente esto era algo que no le gustaba a Esteban para nada, su mayor preocupación era que su hija terminara de novia con algún patán que solo la quisiera para pasar el rato.
Esteban acaba de cumplir 40 años y a pesar de su edad se mantenía activo. Las canas ya adornaban su cabello del cual afortunadamente aún tenía bastante. Era de complexión fornida y dado que hacia ejercicio con regularidad se mantenía en forma. También era bien parecido lo que provocaba que muchas mujeres, algunas mucho más jóvenes que él, buscaran ser merecedoras de su afecto.
El hombre sin embargo solo tenía ojos para su hija. Luego de la muerte de su esposa decidió permanecer soltero para evitar que su hija tuviera que competir por su afecto con alguna otra mujer. En cuento al sexo nunca faltaba alguna secretaria dispuesta a gozar de su increíble polla y en caso de no encontrarla se conformaba con una buena paja.
Por aquel entonces Johana, ya era toda una adolescente, se hizo muy amiga de 2 jovencitas de su edad, Cecilia y Berenice. Las tres chicas eran inseparables y casi siempre andaban juntas. Se hicieron muy afectas a realizar pijamadas, las cuales frecuentemente ocurrían en casa de Esteban, en parte para que este pudiera cerciorarse de que no dejaran entrar chicos a sus reuniones.
Dado que era un hombre de negocios constantemente tenía reuniones fuera de la ciudad, siempre dejando a su hija al cuidado de una vieja institutriz. Pero conforme fue creciendo la chica se oponía a tener una niñera, como ella la llamaba. Las chicas tenían planeado una de sus acostumbradas pijamadas para las fechas de su próximo viaje de negocios y Esteban se rehusaba a dejarlas solas, luego de una larga discusión Johana, la chica termino ganando y su padre accedió.
La casa donde vivían era bastante grande y lujosa y por lo mismo contaba con cámaras de seguridad y alarmas en todo el perímetro. Cualquiera pensaría que eso era suficiente para estar tranquilos pero Esteban decidió ir más allá y sin que su hija se enterara coloco una cámara en la alcoba de Johana, de esa forma podría tenerla más vigilada.
Esteban acudió a su viaje con cierta preocupación. A su regreso encontró la casa como la habían dejado, sin rastros de fiestas o la presencia de chicos.
Esa noche Esteban se encerró en su despacho en la casa y se dispuso a revisar las cámaras de seguridad. Todo estaba en orden, nadie se había acercado a la casa durante el fin de semana, salvo un par de repartidores de comida haciendo sus entregas.
Para cerciorarse comenzó a reproducir lo que la cámara en la alcoba de su hija había grabado. Al principio solo hacían cosas de chicas comunes; mirar películas, pintarse las uñas, arreglarse el cabello, comer pizza, etc.
De pronto durante la reproducción rápida algo llamo su atención, Johana y Cecilia se dieron un beso. Consternado Esteban retrocedió la grabación minutos antes del suceso y se colocó los audífonos para poder escuchar.
-¿Es en serio? No puedo creer que aún no hayas besado a un chico.- comento Berenice.
-¿Y cómo quieres que lo haga? La pobre está vigilada todo el tiempo por su padre, a lo mejor y hasta la observa cuando va a al baño.- añadió Cecilia.
-No sean así, chicas. Es cierto que mi papa se exagera a veces pero lo hace de buena fe. Se preocupa mucho por mí y se lo agradezco.- contesto Johana.
-Eso lo entiendo pero tiene que darse cuenta que ya no eres una niña. Si continua con ese comportamiento solo te espantara a los pretendientes y antes que te des cuenta tendrás 30 y tantos y seguirás siendo virgen.- dijo Cecilia.
-Pues disculpa, a esta edad no todas podemos ser unas zorras que ya han chupado vergas.- le espeto Johana.
-Y déjame decirte que no sabes de lo que te pierdes, no hay nada más placentero que mamar una buena polla. Mmmmm de solo acordarme se me mojan las bragas.- contesto Cecilia.
-Eres toda una zorra, Ceci. En toda la escuela ya saben que te gusta chupar pijas y corre el rumor que se la chupaste al maestro de física.- dijo Berenice.
-No es rumor, lo hice el jueves pasado. Para su edad tenía una polla enorme. Casi no me la pude meter toda a la boca.- dijo orgullosa la chica.
-Y yo que creía era mentira. Menuda puta.- comento Johana.
-Tú eres la única que aún no se ha comido una polla. Incluso Berenice le mamo la verga a su primo.- dijo Cecilia.
-¡Se suponía que no se lo contarías a nadie!- dijo la chica apenada.
-¿En serio, Berenice? No lo puedo creer. ¿Por qué no me lo habías contado? ¿Cómo sucedió?- pregunto interesada Johana.
-Es que me da mucha pena, ni siquiera se lo hubiera contado a Cecilia pero ella me obligo. Es un primo unos años mayor que yo. Mi casa siempre está llena de gente entrando y saliendo por lo que no hay mucha privacidad. Una tarde nos quedamos los dos solos y se metió al baño a masturbarse, yo no lo sabía y entre de golpe. Lo sorprendí con su pene en la mano y luego del susto inicial me invito a pasar. Nunca había visto un pene en vivo y tenía curiosidad. Y no sé como pero cuando me di cuenta ya lo tenía en la boca.- relato la chica quien se había puesto roja de vergüenza.
-Vaya, ambas han disfrutado una verga en vivo, yo ni siquiera he tenido mi primer beso.- dijo Johana algo triste.
-Eso puedo arreglarse.- dijo Cecilia con una pícara sonrisa y para sorpresa de sus dos amigas se lanzó contra Johana y le planto un gran beso en los labios. Tanto Johana como Berenice estaban atónitas ante la situación sin saber cómo reaccionar. Al principio el beso fue algo leve, con sus labios juntándose pero Cecilia decidió aumentar la intensidad y su lengua busco entrar en la boca de su amiga.
Johana se resistió al principio pero la excitación fue aumentando y antes que se diera cuenta la lengua de su amiga penetro en su boca uniéndose a la suya.
Berenice observaba aquel lésbico espectáculo bastante excitada y comenzó a frotar su sexo por encima de su ropa interior que se humedecía cada vez más.
Finalmente las dos chicas se separan jadeando por aire.
-¿Y bueno que te pareció tu primer beso?- pregunto Cecilia.
-Algo inesperado, agresivo y húmedo pero bastante increíble. Aun así, te agradecería que me avisaras la próxima vez que hagas algo como eso.- Respondió Johana.
-¿Dónde está lo divertido en ello? Parece que alguien lo disfruto más que nosotras.- dijo Cecilia señalando a Berenice quien aún continuaba frotando su coño solo que ahora tenía la mano metida dentro de sus bragas.
-Lo siento, chicas, pero eso fue algo muy excitante y erótico. Solo había visto algo así en películas porno.- contesto Berenice.
-Es cierto, olvide que eras una fanática del porno.- dijo Cecilia.
-Es que no puedo evitarlo, siempre estoy excitada y en mi casa apenas y puedo masturbarme tranquila.- dijo Berenice defendiéndose.
-Se me ocurre una idea. Es obvio que todas estamos con las hormonas alborotadas y que mejor manera de satisfacernos que entre nosotras. De esa forma nos ayudamos y también podremos experimentar y aprender más sobre nuestros cuerpos.- propuso Johana.
-No me parece tan mala idea. Por mucho que adore chupar pijas aun no estoy lista para entregarle mi virginidad a cualquier chico. Entre nosotras podemos pasar un buen rato y claro esta aprender algo en el camino.- continuo Cecilia.
-Sí, es una idea genial. Pero, ¿Cómo lo haremos? Mi casa queda descartada.- dijo Berenice.
-Y en la mía tampoco hay privacidad, comparto mi habitación con mi hermana mayor.- comento Cecilia.
-Pues no creo haya inconveniente en seguir haciéndolo aquí. Mi padre siempre está saliendo de viaje por sus negocios y ahora que ha accedido a darme más libertad lo convenceré que nos deje solas. Apenas sepa la fecha de su próximo viaje programaremos la pijamada.- tercio Johana.
Las chicas rieron emocionadas por lo que se avecinaba y luego se marcharon a la cocina a comer más pizza. La grabación siguió con las chicas comportándose como si nada hubiera pasado hasta dormirse.
Esteban estaba atónito, por mucho que quisiera negarlo su hija ya no era una niña y comenzaba a pensar en sexo. Se quedó sentado en silencio meditando que podría hacer al respecto.
¿Hablar con su hija acerca del sexo? Por muy estrecha que fuera su relación ese tipo de temas siempre son incomodos entre padres e hijos y más entre hombre y mujeres.
¿Prohibirle tener pijamadas y juntarse con sus amigas? Eso haría que la chica se molestara con él.
Al final lo más sensato era dejar que las cosas siguieran su curso, permitir que aquellas adolescentes experimentaran entre ellas. Al menos lo harían en la seguridad de su casa. Esteban pensó en deshacerse de la cámara al día siguiente pero un deseo mórbido se lo impidió. Fue entonces cuando se dio cuenta que tenía la verga dura luego de haber visto aquel video.
Se sintió avergonzado al haberse excitado con su hija y sus amigas pero no podía negar que todo aquello había sido muy erótico y excitante. Su verga palpito de solo imaginar cómo serían las siguientes pijamadas.
Después de ese día Esteban comenzó a fijarse más en las amigas de su hija. Cecilia tenía una figura esbelta, con un par de tetas bastante desarrolladas para su edad, tenía el pelo castaño y largo. La chica tenía un andar sensual, coqueto y un tanto retador. De carácter alocado y alegre, famosa por hablar sin pelos en la lengua.
Berenice por su parte era una chica tímida, con una par de tetas pequeñas y en desarrollo pero con un increíble culo que seguramente sería el deseo de muchos. Era un poco más rellenita que las otras, con el pelo rubio y corto. Usaba un par de lentes de montura gruesa y casi siempre se dejaba mandar por Cecilia lo que provocaba que Johana tuviera que defenderla.
Y por último estaba Johana. La chica era de carácter fuerte y nunca se dejaba de mandar por nadie, incluso llego a enfrentarse a su padre en ocasiones en que no estaba de acuerdo con sus acciones. Sus tetas ya se encontraban en desarrollo aunque no eran tan grandes como las de Cecilia y su culo aunque pequeño era respingón con forma de durazno. Su mayor atractivo eran sus largas y bien formadas piernas que volvían locos a los chicos. Su cabello era negro y le llegaba hasta los hombros.
Los días pasaron y el próximo viaje de negocios de Esteban llego unas semanas después. Nuevamente tuvo una discusión con su hija acerca de dejarlas solas pero esta vez termino accediendo más rápido que de costumbre.
Esteban paso todo el viaje de ida y vuelta preguntándose que estarían haciendo las chicas, se encontraba ansioso por regresar y ver lo que su cámara había captado.
Como de costumbre regreso el domingo por la noche cuando su hija ya dormía. Nuevamente se dirigió a su despacho y colocándose los audífonos comenzó a reproducir la grabación.
-Bueno chicas, ¿están listas? Para comenzar creo que lo mejor será que digamos que dudas o curiosidades tenemos respecto al sexo para que sepamos que cubrir. Yo primero, obviamente tengo la curiosidad de ver un pene en vivo pero eso es algo que no podremos cumplir en estas reuniones- inicio Johana.
-¿Estas segura? Porque puedo llamar a cualquier chico de la escuela y estará aquí con los pantalones abajo antes de lo que canta un gallo.- dijo Cecilia.
-No lo dudo pero no hay forma de que entre sin que las cámaras lo detecten.- le respondió Johana.
-Yo tengo una duda. Siempre me ha intrigado el asunto del sexo anal. He visto varios videos donde las chicas gritan y lloran cuando las penetran por ahí. Tengo la curiosidad de intentarlo pero tengo miedo que sea doloroso.- comento Berenice apenada como de costumbre.
-También he escuchado al respecto pero he leído que su pueden usar lubricantes para facilitar el acceso. Podemos comenzar con eso. Creo que en mi baño hay aceite de bebe, eso puede ayudar. ¿Te gustaría intentarlo?- pregunto Johana.
Berenice asintió en silencio. Johana se levantó en busca del aceite mientras la chica se despojaba lentamente de su ropa interior. Berenice lo hacía con tal lentitud que termino fastidiando a Cecilia quien empujándola sobre la cama le quito las bragas de un tirón.
Berenice quedo recostada en la cama con las piernas en el borde de esta. Cecilia ataco nuevamente obligándola a abrir las piernas. Afortunadamente Johana regreso para poner orden en la situación.
-Déjala en paz, Cecilia. No te preocupes Berenice, yo me encargaré de todo, tratare de ser lo más cuidadosa posible, si te duele solo dímelo y me detendré.- indico la chica.
Sabiendo que podía confiar en su amiga, Berenice abrió las piernas tímidamente exponiendo su coño ante sus amigas y la cámara. Este era de un color rosado, con labios grandes y una mata de vello púbico ya adornaba su monte de venus. El coño se veía abierto, seguramente producto de sus constantes masturbaciones. La chica estaba completamente apenada exponiéndose ante sus compañeras y se llevó las manos a la cara muerta de vergüenza.
-No puedo creer que lo tengas peludo. Yo siempre me aseguro de depilarme cualquier pelo que aparezca. – expreso Cecilia despojándose de sus bragas y mostrándoles su lampiño coño a las otras chicas. Este era mucho más rosado que el de su amiga y sus labios estaban mucho más estrechos. Solo podía apreciarse la raja que era su entrada.
-No seas así, Ceci. No tienes de que avergonzarte, Bere, yo también ya tengo vello púbico en el mío. No tiene nada de malo.- Dijo Johana y ella también se quedó desnuda exponiéndose ente sus invitadas. No era tan peludo como el de Berenice y estaba un poco más abierto que el de Cecilia pero se veía más rosado que el de las dos.
Habiendo perdido un poco de pena y ansiosa por experimentar, Berenice abrió completamente las piernas. Para ayudarla Cecilia le sujeto las piernas levantándolas en el aire mientras observaba atenta lo que estaba por suceder. Johana se arrodillo frente a su amiga, coloco un poco de lubricante en sus dedos y los llevo hasta el ojete de su amiga. Esta dio un pequeño salto al sentir los dedos de la chica rodeando su agujero trasero. Johana se aseguró de cubrir por completo la entrada antes de comenzar a introducir lentamente uno de sus dedos.
Berenice se sobresaltó al sentir al intruso en su culo pero se relajó para permitirle el acceso. Sintió un poco de malestar al principio pero este fue pasando poco a poco. Johana estaba atenta a las reacciones de su amiga mientras seguía introduciendo su dedo hasta e estuvo dentro por completo.
-¿Qué tal lo sientes?- pregunto la chica.
-Se siente bien, no dolió tanto como pensaba. Creo que puedes probar metiendo otro dedo.- sugirió la chica ansiosa.
-Joder, y luego la puta soy yo.- dijo Cecilia.
Haciendo caso omiso, Johana saco el dedo del culo de su amiga y juntando dos los lubrico nuevamente. Una vez más comenzó a introducirlos dentro del ojete de Berenice quien comenzaba a disfrutar aquello. Pequeños gemidos escapaban de sus labios mientras su amiga penetraba su culo. Viendo que la chica lo gozaba, Johana se dispuso a aumentar la velocidad con la que sus dedos entraban y salían.
El erótico espectáculo estaba calentando a Cecilia, quien observaba todo desde arriba y al final no pudo resistir más y se arrodillo junto a Johana.
-Creo que podemos matar dos pájaros de un tiro. Saben que me encanta chupar pollas y según la opinión popular soy muy buena en ello pero siempre he tenido duda de que tan buena seria comiendo coños así que ya que Berenice está en posición…- dijo Cecilia y sin darle tiempo a la chica de decir nada se lanzó contra su raja.
Berenice lanzo un grito de sorpresa al sentir una boca sobre su raja. Cecilia saboreo los jugos de su amiga que comenzaban a brotar de su coño, los lamio con ansias y luego introdujo su lengua en la raja de la chica haciendo que brotaran aún más.
Berenice comenzó a gemir con más fuerza ante el doble ataque del que era víctima. Johana observaba impávida como Cecilia le comía el coño a su amiga y sin descuidar su labor de darle placer al culo de Berenice llevo su otra mano hasta su coño y comenzó a masturbarse.
Cecilia estaba disfrutando de su primer coño, aunque algo inexperta pronto encontró los puntos sensibles de Berenice y los ataco sin piedad haciendo que gimiera con más fuerza. Usando sus dedos abrió los labio de la chica buscando introducir su lengua hasta lo más profundo de su ser, chupando y sorbiendo los jugos que emanaban de aquel agujero.
El doble ataque le brindaba un placer indescriptible a Berenice quien gemía y pedía más a gritos. Cecilia comenzó a introducir sus dedos en el chorreante coño de la chica buscando llevarla al orgasmo. Tenía 3 dedos en lo profundo de la raja de su amiga mientras frotaba su clítoris con el pulgar. Johana empezó a gemir fruto de su masturbación y ello atrajo la atención de Cecilia quien retiro su boca del coño de su amiga dejando únicamente sus dedos para complacerla. Cecilia y Johana se miraron a los ojos y fruto de la excitación se fundieron nuevamente en un lésbico beso. Esta vez fue Johana quien llevo introdujo su lengua en la boca de su amiga saboreando los jugos de Berenice en esta.
Berenice lanzo un grito de placer mientras apretaba las sabanas con fuerza y sus jugos estallaron bañando a sus dos amigas. Estas continuaron con su intensa sesión probando la corrida de su amiga en sus besos. Viendo que Berenice ya había alcanzado el orgasmo retiraron sus manos de ella y se lanzaron al coño de la otra, atacando sin piedad.
Cecilia frotaba el coño de Johana metiendo sus dedos en su interior mientras que esta se enfocaba en el clítoris de su amiga tallándolo con su pulgar mientras su otra mano se divertía en uno de sus turgentes senos.
Las chicas gemían sin dejar de besarse, buscando hacer que la otra se corriera primero. Berenice observaba exhausta desde la cama.
La naturaleza competitiva de las chicas hizo acto de presencia y con fiereza usaban sus manos en el cuerpo de la otra buscando salir victoriosa cada una por su parte.
Cecilia adoraba que jugaran con sus pechos y el ataque que estaba recibiendo por parte de su amiga la estaba llevando al borde. La estocada final llego cuando Johana se llevó uno de sus senos a su boca y lo chupo con deleite. Esto fue más de lo que pudo soportar.
Al final Johana resulto victoriosa haciendo que Cecilia alcanzara el anhelado clímax. Incapaz de resistirse más Johana se unió a su amiga corriéndose momentos después junto a ella.
Las chicas cayeron rendidas en el suelo de la habitación, completamente extasiadas.
-Eso fue en verdad intenso. Qué bueno que se te ocurrió esta idea, Johana.- comentó Berenice.
-Debo admitir que fue algo increíble. Y déjame decirte que tienes un coño delicioso, Bere.- dijo Cecilia haciendo que su amiga se sonrojara.
-Pues si como comes coños también devoras pollas no me sorprende que todos los chicos estén locos por ti.- respondió Berenice.
-Bueno creo que eso es suficiente por hoy. Sera mejor que tomemos una ducha luego del baño que nos dio Berenice y también tenemos que limpiar la habitación.- dijo Johana poniéndose de pie.
-Es cierto, no pensé que fueras una squirter, Bere.- añadió Cecilia.
-Lo siento, debí avisarles. En mi casa siempre me masturbo en el baño para evitar hacer desastres como este.- respondió la chica apenada.
Las chicas se rieron y salieron de la habitación rumbo a tomar una ducha para limpiar sus cuerpos.
Nuevamente la velada termino de manera normal luego de aquel candente encuentro.
Esteban estaba sumamente excitado viendo la acción que había transcurrido horas antes en su casa. Esta vez se había sacado la polla dura como piedra y se había pajeado observando los acontecimientos. Reprodujo el video un par de veces más hasta que por fin se corrió. Nuevamente se sintió culpable por lo sucedido pero aun así estaba ansioso por la próxima pijamada.
En la siguiente sesión fue el turno de Johana y Berenice de probar un coño por primera vez. Las chicas hicieron un 69 mientras Cecilia se masturbaba viéndolas.
Ambas comenzaron de manera torpe pero poco a poco fueron descubriendo lo que la otra disfrutaba y se enfocaron en darse placer.
Johana disfrutaba dándole pequeñas lamidas al coño de su amiga mientras usaba sus manos en
Berenice, quien por su parte opto por enfocarse en el clítoris de Johana, el cual era algo grande y visible. Le dio un par de chupadas y lamidas mientras introducía sus dedos dentro de su húmeda y estrecha raja.
Pronto las chicas comenzaron a gemir lanzando ondas en el coño de la otra y no tardaron en alcanzar el clímax deseado. Johana fue la primera en correrse y luego Berenice. Como precaución habían colocado una toalla debajo de esta la cual rápidamente se humedeció con sus jugos.
Las chicas se dieron cuenta que Cecilia continuaba masturbándose y ambas se lanzaron contra ella para hacerla gozar también.
Berenice ansiaba probar el coño de su amiga y sin perder un minuto se dirigió allí. Johana por su parte se dispuso a chupar los grandes pechos de la chica, le tenía cierta envidia por tenerlos ya desarrollados pero aun así disfrutaba el chuparlos y jugar con sus pezones.
Cecilia por su parte gemía descontrolada disfrutando las atenciones de sus amigas. No quería admitirlo pero sin duda Berenice tenía una mejor habilidad comiendo coños que ellas haciéndola llegar al orgasmo luego de pocos minutos. Aun así la chica no dejo de devorar la panocha de su amiga hasta provocarle un par de orgasmos más. Claro que las atenciones de Johana con sus pechos también ayudaron. La chica los masajeaba con lujuria, pellizcando y luego mordiendo sus pezones. También subía para plantarle lujuriosos besos que Johana disfrutaba de sobremanera.
Esa noche Cecilia cayó rendida luego de varios orgasmos y pronto se quedó dormida lo que le permitió a Johana y Berenice enfocarse en ellas una vez más.
-Oye Johana, ¿puedo pedirte algo?- pregunto Berenice.
-Seguro, soy toda oídos.- contesto la chica.
-Tú sabes que me gusta mucho ver pornos y usualmente veía las tradicionales de chico y chica. Pero desde hace un tiempo me gustan más las de chicas y no es que no me excite viendo chicos pero me excito más con las chicas. Como sea, la cuestión es que vi a dos chicas haciendo lo que llaman “tijeras”, frotándose las vaginas una con la otra y quería saber si te gustaría intentarlo.- pregunto la chica tímidamente.
-Seguro que sí, se oye excitante.- respondió Johana emocionada.
Berenice se alegró ante la respuesta de su amiga y pronto las dos se colocaron en posición.
Entrelazaron sus piernas y amabas se estremecieron al sentir como sus coños se encontraban. El ritmo era lento y apasionado, disfrutaban aquella nueva y placentera sensación. Sus coños empezaron a chorrear y sus jugos se mezclaron haciendo más fácil la faena y aumentando el placer.
Los gemidos de las chicas eran música para los oídos de Esteban quien se pajeaba con furia disfrutando del espectáculo.
Las chicas decidieron cambiar de posición y Berenice se acostó en la cama mientras Johana se colocaba sobre ella. El hinchado clítoris de Johana era perfecto para brindarle placer a su amiga, ambas gozaban el sentir como sus peludos coños se frotaban uno contra el otro y Berenice le dio un beso a su amiga que esta correspondió.
Las chicas gemían cada vez más fuertes mientras movían sus caderas una contra la otra y sus lenguas jugaban en sus bocas. Al final ambas estallaron en un increíble orgasmo para luego caer dormidas abrazadas.
Esteban se había corrido tantas veces que su despacho estaba hecho un asco. No podía evitar sentirse culpable ante lo que estaba haciendo pero tampoco podía dejar de hacerlo. Aquellas chicas le ofrecían cada vez un espectáculo difícil de resistir. Especialmente su hija en quien Esteban se fijaba cada vez más durante las grabaciones.
Cada vez que veía a las chicas pasar a saludar o llegar a su casa, su verga se ponía dura al instante y tenía que evitar que ellas lo notaran. En una ocasión las chicas estaban tomando un baño en la alberca de la casa y Esteban las espió por la ventana de su despacho meneándose la polla con furia.
Cada noche reproducía una y otra vez los videos de las pijamadas hasta casi dejar seco su pene. Esperaba con ansias las próximas pijamadas para poder tener material nuevo y ver hasta donde llegaban las chicas.
En uno de sus últimos viajes estaba tan ansioso por regresar que ni siquiera presto atención durante una de las reuniones, su mente se encontraba divagando en aquellos tres hermosos cuerpos adolescentes brindándose placer entre ellos. Su pene no tardó en reaccionar imaginándose las cosas que estarían haciendo. Tuvo que disculparse e ir al baño donde como adolescente calenturiento termino pajeandose.
Una vez concluida la reunión Esteban se marchó a toda prisa de regreso a su hogar en lugar de esperar hasta el día siguiente. Llego a su casa de madrugada cuando las chicas aun dormían. Se lanzó corriendo hasta su despacho y apresuradamente comenzó a reproducir los eventos que habían ocurrido apenas horas antes.
Como siempre las chicas iniciaron su reunión de manera normal solo que esta vez se pasaron toda la velada completamente desnudas. Esteban observo excitado como se paseaban por toda la casa como dios las trajo al mundo, luciendo aquellos sensuales cuerpos adolescentes. Observo como la atrevida de Cecilia recibía al repartidor con las tetas al aire y un diminuto tanga puesto ante la sorpresa del chico para luego darle una rápida mamada en la puerta mientras Berenice y Johana observaban escondidas.
Desde que comenzaron a experimentar las chicas se volvían cada vez más atrevidas con cada reunión. Si no fuera por lo excitado que estaba Esteban se hubiera preocupado más por el comportamiento que su hija estaba adoptando.
Finalmente el momento esperado de la noche llego, las chicas regresaron a la alcoba de su hija donde colocaron una porno en la televisión. Las chicas no tardaron en excitarse y comenzaron a masturbarse.
-Mmmm, que buenas están esas mujeres. Como me gustaría comerles el coño a todas.- comento Berenice frotándose el coño.
-A mí se me antoja más una de esas ricas y duras vergas. Ufff que buenas se ven.- dijo Cecilia.
-Acabas de chupársela al repartidor y todavía quieres mas.- añadió Johana.
-Bah, es que su polla no era la gran cosa. Además estaba joven y personalmente prefiero las pollas maduras.- contesto la joven.
Cecilia tomo el control y busco una porno de maduros con jovencitas y la reprodujo en el aparato.
-Miren nada más, esa si es una buena verga, como se me antoja.- gimió Cecilia masturbándose con más intensidad.
-El señor se parece a tu papa, Johana.- comentó Berenice respecto al actor en la película.
-Es cierto, se parece a tu papa. Déjame decirte que tu padre no esta tan mal, amiga. No me molestaría darle una buena mamada.- dijo Cecilia eróticamente.
-Eso ni se te ocurra, mantente alejada de mi padre. Si te llego a ver tan siguiera mirándole el pene te las veras conmigo.- contesto Johana con enfado.
-Está bien, no te molestes. Mejor déjame alegrarte.- dijo la joven y se arrodillo frente a su amiga.
Johana abrió sus piernas inmediatamente permitiéndole a su amiga el fácil acceso a su coño. No paso mucho para que la hábil boca de la chica la hiciera gemir de placer. Berenice se masturbaba prestándole más atención a sus amigas que a la porno del televisor.
Cecilia seguía siendo una maestra de los trabajos orales y su amiga está cada vez más cerca del placer pero antes que pudiera hacerla correr esta la detuvo.
-mmm, espera Ceci, detente, se me ocurre algo.- dijo la chica.
Siguiendo las instrucciones las chicas se colocaron de manera que las tres pudieran gozar al mismo tiempo. Johana estaba entre las piernas de Berenice mientras esta se ocupaba del coño de Cecilia quien a su vez disfrutaría de la panocha de Johana formando así una cadena de placer.
Las chicas pusieron manos a la obra y se dispusieron a gozar. Cada una tenía un particular estilo de provocarle placer a la chica que tenía enfrente. Cecilia era un tanto salvaje en sus métodos, utilizando su hábil boca junto sus dedos para atacar sin piedad el coño de Johana. Esta por su parte sabía bien que Berenice le enloquecía el sexo anal y se enfocaba en su ojete en lugar de su raja, un poco temerosa al principio probo con cautela el ano de su amiga haciéndola saltar de sorpresa. Dispuesta a complacerla introdujo su lengua dentro de su culo haciendo que esta gimiera contra el coño de Ceci. Berenice era mucho mejor usando su lengua y valiéndose únicamente de esta estaba volviendo loca a Cecilia.
Las chicas no daban tregua a sus ataques en su búsqueda de darse placer entre ellas.
Esteban se masturbaba furiosamente mientras escuchaba los gemidos de su hija y sus amigas en el monitor. Las observo convulsionarse mientras alcanzaban sus orgasmos una tras otra y al final el también termino lanzando chorros de leche manchando todo a su alrededor.
Permaneció unos minutos respirando entrecortadamente con la polla en la mano mientras se recuperaba. Se dio cuenta que aquel sentimiento de culpa que lo había embargado las primeras veces ahora no hacia acto de presencia.
En el video las chicas se habían recuperado de su sesión y estaban colocando sabanas nuevas a la cama, preparándose para dormir.
-Debo admitir que esta ha sido una pijamada inolvidable. No puedo esperar a la siguiente. ¿Ya conseguiste lo que necesitamos, Johana?- pregunto Cecilia.
-Ya hice el encargo, deberá llegar aquí el jueves. Qué bueno que se puede comprar en línea o nunca lo hubiéramos hecho.- respondió esta.
-¿Entonces de verdad lo vamos a hacer?- pregunto Berenice temerosa.
-Pero claro que sí, acordamos que perderíamos la virginidad entre nosotras. Para eso necesitamos el arnés.- contesto Cecilia.
-No pasa nada si tú no quieres hacerlo, Berenice, pero como habíamos dicho es mejor hacerlo entre amigas a tener la mala suerte que te la quite un chico ebrio en alguna fiesta donde se preocupe más por meterla y correrse que en que tu disfrutes junto a el.- dijo Johana.
-Supongo que tienes razón.- dijo la chica.
Las chicas se acomodaron en la cama donde pronto quedaron dormidas.
Esteban estaba más sorprendido que nunca, las chicas estaban llevando esto hasta el extremo. Obviamente el no podía impedírselos, no cuando ya habían llegado tan lejos juntas y en parte sintió que su hija tenía razón; mejor que su primera vez fuera con alguien querido y que se preocupara por hacerlo lo más placentero posible.
Fue entonces que se le ocurrió una perversa idea, anunciara su próximo viaje a su hija pero lo cancelaria a última hora quedándose en casa la noche en cuestión. De esa forma podría observarlo todo en tiempo real.
Aquella noche Esteban se fue a dormir al igual que las chicas, totalmente emocionado por la próxima pijamada.
Durante los días siguientes Esteban noto un cambio extraño en la actitud de su hija. Comenzó a utilizar prendas muy reveladoras por la casa como vestidos cortos o shorts entallados. Además que aprovechaba todo momento para rozar con su trasero o con la mano la entrepierna de su padre, alegando que habían sido accidentes. Todo esto junto con la espera que llegara el día estaba volviendo loco a Esteban, ya ni podía estar cerca de su hija sin que su polla se pusiera dura. Su límite llego cuando la encontró tomando el sol en topless en la alberca. Ahí mismo se sacó la polla y oculto se masturbo observándola con las tetas al aire.
El ansiado día llego y Esteban se despidió de su hija para partir a su supuesta reunión. Estuvo un par de horas fuera totalmente ansioso y luego regreso a su casa. Berenice y Cecilia tenían poco tiempo de haber llegado y las tres chicas se sorprendieron por su regreso.
-La junta se canceló así que me quedare con ustedes. No se preocupen por mí, estaré en mi despacho, no las molestare, hagan de cuenta que no estoy aquí.- dijo para luego retirarse.
Entro a su despacho y encendió la cámara de la habitación de su hija. Pasaron varios minutos hasta que la chicas entraron en la recamara.
-Cielos, que mala suerte. Tan pronto hoy tuvo que cancelar su viaje. Y yo que estaba tan emocionada por usar esto.- dijo Cecilia sacando el arnés.
-No veo porque debamos cancelarlo. Su despacho está alejado de aquí así que no podrá escucharnos y él sabe que me molesta que entre a mi habitación sin avisar.- respondió Johana.
-¿Entonces todo sigue en pie?- pregunto Berenice esperanzada.
-Por supuesto.- contesto Johana desnudándose. Las otras 2 chicas pronto siguieron su ejemplo despojándose de su ropa.
-Primero hay que dejar bien húmedos nuestros coños. ¿Por qué no le muestras a Ceci lo que hicimos la otra noche, Bere?- continuo Johana.
Captando a que se refería Berenice guio a su amiga para hacer unas tijeras y frotar sus coños juntos. Las chicas se pusieron en posición y comenzaron su lésbico espectáculo. Cecilia pronto empezó a gemir ante aquella nueva sensación. Pese a que se había quejado del vello púbico de su amiga era agradable el sentirlo frotarse contra su lampiño coño. Berenice se unió al placer de Ceci y también comenzó a gemir.
Las chicas se frotaban con fuerza, empujando sus caderas una contra la otra y mezclando sus jugos.
Esteban estaba tan concentrado por lo que pasaba en el monitor que no se dio cuenta que alguien había entrado a su despacho.
Sorpresivamente un par de manos aparecieron tomando su duro miembro entre ellas. Esteban se sobresaltó y quedo pálido al ver a quien le pertenecían dichas manos. Se trataba nada más y nada menos que su hija Johana.
-Hola, papi. Veo que estas disfrutando el espectáculo. Qué bueno que te guste, lo hicimos especialmente para ti.- dijo su hija acariciando su polla.
-Johana—hija… yo… ¿Cómo es que…?- balbuceo el hombre. En su lujuria no se había dado cuenta que su hija había desparecido de la pantalla saliendo del cuarto hasta llegar ahí con él.
-Te observe la otra noche. Me desperté para ir al baño cuando note que había luz en tu despacho. No sabía que habías regresado y me acerque con sigilo. Ahí te descubrí masturbándote en la computadora. Tu magnifica polla llamo mi atención de inmediato, se veía tan grande y dura que comencé a tocarme ahí mismo. Mi sorpresa fue mayor cuando observe lo que te hacia masturbarte con tanto ahínco, éramos mis amigas y yo.
Eso me excito aún más. Cuando te vi escupir tus chorros de semen yo también me corrí.
Regrese aquí cuando tu no estabas y busque en la computadora, encontré todos tus videos. Vaya que has sido un papa malo, nos habías estado grabando todo el tiempo.
Al principio creí que tal vez te excitabas por Cecilia y Berenice, por eso debía asegurarme si yo te parecía atractiva. Toda la semana te estuve provocando para ver como reaccionabas, cuando veía como tu polla se ponía dura y como te masturbabas espiándome me hizo feliz. Aquel día en la alberca se te olvido que había cámaras de seguridad, revise la cinta después y te vi menearte esa grandiosa polla.
Me dio tanto gusto el verte regresar esta noche, sabía que seguramente planeabas espiarnos en vivo así que decidimos mejor incluirte en nuestros juegos.
Veras papa, llevo un largo tiempo masturbándome, incluso antes que comenzara a hacerlo con mis amigas y siempre había alguien en quien pensaba al hacerlo. En ti, papa, siempre te imagino follandome, haciéndome gozar. Me encanta ver videos de incesto entre padre e hija porque imagino que somos nosotros. Deseo tanto el sentirte dentro de mí, el probar tu magnifica verga, que me hagas tuya y te corras dentro de mí. Te amo papa.- dijo Johana y le planto un increíble beso a su padre.
Las palabras de su hija habían llevado al borde a aquel hombre y al sentir sus labios juntarse con los suyos se resignó a su destino y abrazo fuertemente a su hija, devolviéndole el beso con lujuria.
-Yo también te amo hija. Llevo tanto tiempo deseándote. Eres sumamente hermosa.- dijo Esteban.
Johana se sonrojo ante las palabras de su padre y lentamente descendió hasta llegar frente aquello que tanto anhelaba.
La chica se maravilló ante el miembro paterno y lo examino con curiosidad. Era el primer pene que veía en vivo y se sorprendió por su tamaño.
-Mmmm, es como me la imaginaba, aun mucho mejor.- dijo Johana antes de llevársela a la boca.
Esteban se estremeció al sentir los labios de su hija alrededor de su miembro, era su fantasía más oscura y perversa y estaba sucediendo de verdad.
Recordando los consejos de Cecilia comenzó a chupar primero la cabeza, disfrutando el líquido pre seminal que brotaba de esta, luego le dio suaves lamidas al tronco de arriba hacia abajo, cubriéndolo todo con su saliva. Intento metérselo todo a la boca pero era tan grande que no pudo hacerlo, en su lugar se dispuso a pajearlo, su mano apenas podía cubrir todo su grosor y se deleitó ante los gemidos de placer de su padre que le indicaban que hacia bien su labor. Miro hacia arriba mientras chulapa la cabeza del pene y su mirada se encontró con la de Esteban, observo la lujuria en los ojos de su padre y eso la hizo muy feliz.
Esteban por su parte estaba disfrutando increíblemente las atenciones de su hija, estaba seguro que su amiga Cecilia le había instruido al respecto pues la chica le comía el pene con talento. El hombre sintió como el orgasmo se acumulaba en su miembro.
-Ohhh, Johana, que bien lo haces hija, ohhhh, siiii, me corro hija, Ahhhhhh.- gruño Esteban esperando que su hija se apartara pero esta se mantuvo firme y recibió toda la leche de su padre en la boca sin dejar escapar ni una sola gota. Johana se relamió los labios saboreando la corrida de su padre.
-Mmmm, que rica leche tienes, papi, creo que tendré que tomarla todas la mañanas.- dijo la chica con una picara sonrisa.
Esteban seguía incrédulo ante lo que había sucedido y para mayor sorpresa aquello apenas estaba comenzando. Johana se puso de pie y tomo a su padre de la mano sacándolo del despacho.
-Espero que aun tengas energía para más. Les prometí a las chicas que te compartiría con ellas. – dijo llevándolo hasta su habitación.
Al entrar, Berenice y Cecilia estaban acostadas en la cama reponiéndose de su sesión.
-Vaya, ya era hora. Pensamos que te lo quedarías todo para ti sola.- comento Cecilia.
-Lo siento pero no pude evitar hacerle una mamada. Ahora ya he probado mi primera polla.- respondió Johana.
Cecilia se levantó de la cama y se acercó a Johana dándole un candente beso al llegar hasta ella. Esteban noto como su polla despertaba nuevamente ante ese erótico espectáculo que se apreciaba mucho mejor en persona.
-Mmmm, todavía tenías restos de su leche en la boca. Ansió probarla directamente de la fuente. Claro está si me lo permites- dijo Cecilia separándose de su amiga.
La chica tomo la polla de su padre y se la ofreció a su amiga quien ansiosa se arrodillo frente al hombre para apreciar mejor su verga.
-Nada como una buena verga madura.- dijo la joven y acto seguido le propino al hombre una mamada como solo ella sabía hacerlas.
No cabía duda que la chica tenía experiencia, a diferencia de su hija, Cecilia sabia como comer una polla muy bien. Logro introducírsela toda dentro hasta casi llegar a su garganta y luego la saco para introducirla una y otra vez en su hambrienta boca.
Cecilia interrumpió un momento sus labores para llamar a su otra amiga.
-Berenice ven aquí a ayudarme. Oh, vamos, ¿para qué te cubres si ya te ha visto desnuda?- dijo la joven al ver que su amiga había tapado su desnudez con una sábana.
Tímidamente la dejo caer al suelo exponiendo su cuerpo desnudo ante el padre de su amiga. Se acercó hasta Cecilia y esta la hizo arrodillarse junto a ella. Tomando la polla de Esteban se la ofreció a la chica quien con pena le dio un par de chupadas a la gorda cabeza.
Cecilia obligo a Berenice a meterse la verga en la boca, la pobre chica solo pudo llegar hasta la mitad. Mientras Berenice se concentraba en el tronco Cecilia se dirigió hasta las bolas del hombre, lamiendo y acariciándolas con deseo. Luego se unió a su amiga y juntas cubrieron de saliva la polla del hombre.
Esteban estaba gozando como nunca antes, con su hija a su lado quien se masturbaba mientras veía como sus amigas le comían la polla a su padre. Esteban atrajo a su hija hacia él y le dio un apasionado beso, uniendo su lengua con la de ella mientras llevaba una de sus manos hasta su ansiosa concha.
Sintió como esta estaba completamente húmeda e introdujo un dedo dentro de ella haciéndola gemir. Acaricio su húmeda raja y con su pulgar froto su clítoris provocándole un increíble placer. Añadió un dedo más dentro de la raja de su hija dándole más placer.
Debajo de ellos las chicas compartían la verga del hombre, pasando sus bocas por esta y chupando juntas su hinchada cabeza besándose brevemente al hacerlo. Cecilia dejaba caer su saliva sobre la polla mientras Berenice le chupaba el tronco y probaba también la saliva de su amiga. Berenice descendió para chupar las bolas de Esteban mientras Cecilia observaba como padre e hija se besaban con lujuria y pajeaba la polla del hombre.
-Ahhh, que rico papi. ¿Te gusta cómo te chupan la polla mis amigas? Mmmmm, seguro que los hacen bien, siiii, llénalas de leche, papi, báñalas con tu semen, ahhh. Dijo Johana.
Esteban no pudo soportar más y sin previo aviso lanzo chorros de su semen hacia las sorprendidas chicas. La mayoría de su descarga cayo en la boca y rostro de Cecilia quien lo recibió todo con gusto y luego dirigió los últimos chorros hacia el rostro de Berenice, quien espero hasta que terminara para darle un par de chupadas más buscando saborear más de aquella leche masculina.
Berenice y Cecilia se besaron compartiendo la corrida de Esteban sin dejar escapar nada.
-Ahora viene lo bueno papa. Hemos decidido que serás tu quien nos quite la virginidad.- dijo Johana
-¿Están seguras de esto chicas? ¿En verdad es lo que desean?- pregunto Esteban.
-Claro que sí señor. Teníamos pensado usar un arnés pero teniendo tan buena polla a nuestra disposición es algo mucho mejor.- contesto Cecilia quien se le hacía agua la concha aquella verga madura.
-Si es lo que desean con gusto las complaceré.- dijo Esteban y se dirigió hacia su hija.
-No papa, nuestras invitadas primero. Luego me tendrás toda para ti solo.- dijo Johana riendo al ver la decepción en el rostro de su padre.
Resignado a tener que esperar para poder follar a su hija Esteban se dirigió a sus amigas quienes también eran dignas de follar.
Sin que le sorprendiera a nadie Cecilia se acostó en la cama abriéndose de piernas deseando ser la primera ser la primera pero Johana se opuso, alegando que Berenice merecía ser la primera. Esta sin embargo tenía algo que confesar.
-Ya no soy virgen. – dijo la chica ante la sorprendida mirada de los presentes.
-¿Qué? ¿Pero cómo es posible?- pregunto Johana.
-¿Recuerdan a mi primo al que le hice mi primer mamada? En realidad se trata de mi hermano, les dije que era mi primo porque no quería que me juzgaran pero viendo a Johana con su padre decidí decir la verdad. Luego de aquel día, casi siempre que nos quedamos solos en casa nos masturbamos juntos y se la termino chupando, pero creo que debido a nuestras pijamadas me calenté demasiado y lo convencí que me follara. Él fue muy tierno y considerado conmigo, lo disfrute bastante. Lo siento, sé que querían que perdiéramos la virginidad juntas pero aun asi hay otra virginidad que puedo ofrecer.- dijo la chica y subiéndose a la cama se colocó en cuatro mostrándole su culo a Esteban.
-No te preocupes por nada, Berenice. Mientras hayas disfrutado no tienes que disculparte de nada ni tampoco ofrecer nada. Y es excitante saber que tienes sexo con tu hermano.- dijo Johana.
-Muchas gracias, Johana. Pero en verdad tengo deseo de que tu padre me folle y además tu sabes el placer que siento en mi culo.- dijo la chica.
-Si eso es lo que ella quiere no tengo ningún problema.- dijo Esteban ansioso de probar un culito virgen.
Johana tomo el lubricante y luego de tomar un poco se lo entrego a Ceci, esta lo vacio en la polla de Esteban mientras Johana se encargaba de aplicarlo en el ano de Berenice.
Una vez terminado el hombre se dirigió hacia el culo de la adolescente y presiono su hinchada cabeza contra su ojete. Las chicas se encargaban de separar las nalgas de su amiga para facilitar la penetración. Con cierta dificultad la cabeza de la polla penetro en las entrañas de la chica haciéndola estremecer. El tronco se deslizo en su interior con lentidud por la estrecha cavidad mientras la chica hacia lo posible por aguantar como aquel pedazo de carne le arrebataba su virginidad anal.
Finalmente Esteban enterró toda su verga en aquel culito adolescente. Era algo maravilloso el sentir la estrechez de aquel ano alrededor de su polla. Esteban permaneció quieto esperando que la chica le indicara que podía moverse.
-Cielos, Bere, te la ha metido hasta el fondo. ¿Cómo te sientes?- pregunto Cecilia con curiosidad.
-Se siente un poco incómodo, es mucho más grande que sus dedos o mi cepillo. Pero creo que ya puede comenzar a moverse, señor.- contesto la chica.
Esteban obedeció y lentamente retiro su pene del culo de la chica para luego meterlo nuevamente. El ritmo fue aumentando poco a poco y la chica sintió aquel placer que tanto anhelaba.
El ritmo aumento y los gemidos de la joven también, quien estaba gozando sentir una verga en su culo.
-Ahhh, siii, métamela toda, siii, folleme con fuerza, cójame el culo con fuerza, ahhhh, que rico se siente tener una verga en mi culo, aghhhh.- gemía Berenice mientras apretaba las sabanas de la cama con fuerza.
Esteban tomo con firmeza las caderas de la chica y embistió con todas su fuerzas, metiendo y sacando su polla con rapidez y de paso propinándole un par de nalgadas que la hicieron gruñir de placer.
Las otras dos chicas se frotaban los coños emocionadas de imaginar que aquella enorme polla las penetraría después.
Finalmente Berenice exploto en uno de sus acostumbrados orgasmos soltando sus chorros sobre la cama.
Esteban siguió bombeando el ahora estrecho culo de Berenice hasta que el también alcanzo el orgasmo y vacío su corrida en el ano de la chica provocándole un orgasmo más al sentir los chorros disparados dentro de su culo.
Si fuera uno de sus encuentros casuales Esteban seguramente estaría al límite pero el saber que aún tenía 2 jóvenes hambrientas de polla a quien complacer le daba nuevo vigor y fuerzas, más el hecho de saber que una de ellas era su hija.
-Muy bien, ahora me toca a mí. Si es tan amable de recostarse, señor, tengo ganas de cabalgar su verga.- dijo Cecilia sumamente ansiosa.
Esteban obedeció sin rechistar, colocándose en posición con su aun erecto miembro apuntando hacia el techo.
Cecilia se subió a la cama y se colocó encima de él, alineándose con su verga la chica comenzó a descender lentamente, la gorda cabeza toco contra su virgen raja y poco a poco penetro en ella. Cecilia se estremeció al sentir aquel invasor chocar contra su himen y respirando profundamente se enterró el resto de la polla de Esteban de un sentón. El dolor no fue tan grande como creía y permaneció quieta un momento mientras su coño se ajustaba ante aquel fierro de carne.
Con leves movimientos la chica comenzó a mover sus caderas hacia adelante y atrás.
Como siempre la chica disfrutaba tener el control y ser ella quien llevara el ritmo del encuentro le hacía disfrutarlo aun mas.
-Ahhh. Siii, que rico, esto es increíble, que buena polla, me encanta, siiii.- gemia la chica cabalgando a Esteban.
La joven cambio el ritmo y ahora se dedicaba a ir de arriba hacia abajo sobre la verga del hombre.
Sus senos se movían al vaivén de sus caderas y Esteban los atrapo con sus manos, apretándolos con fuerza. La chica estaba loca de placer mientras el hombre enterraba su polla dentro de ella y jugaba con sus pechos. Llevo sus manos hasta las de este sobre sus tetas pidiéndole que las apretara con más fuerza.
-Ahhhh, que gusto, uffff, vamos, siii, asiii, que gozo, mmmmmm.-
Cecilia estaba tan inmersa en el placer que sentía montando aquella verga que no se dio cuenta cuando Berenice le susurro algo al oído de Esteban. Este asintió y atrajo a la chica hacia él, sujetándola firmemente. Cecilia no sabía que estaba sucediendo y solo pudo sorprenderse cuando sintió un líquido frio presionarse contra su ojete.
Volteando hacia sus espaldas observo que Berenice tenía puesto el arnés que habían comprado y vio a Johana con la botella de lubricante embarrándolo en su culo.
-No, ni se les ocurra, suélteme señor. No pueden hacerme esto.- dijo la chica buscando liberarse de los brazos de Esteban sin éxito alguno. Johana mientras tanto se encargaba de separar las nalgas de Ceci para permitir un fácil acceso.
-Esto es por todas las veces que te has aprovechado de mí.- dijo Berenice sonriendo y de un solo movimiento hundió el juguete dentro del culo de su amiga.
-¿Qué estás haciendo Berenice? No te atrevas, no lo hagas, no… AGGGGGHHHHH- grito Cecilia al sentir su ano invadido.
Sendas lágrimas brotaron del rostro de la chica al perder su virginidad anal. Sollozando cayó sobre Esteban quien pensó que tal vez se les había pasado la mano. Berenice no perdió el tiempo y empezó con el mete y saca en el culo de su amiga. Esteban escucho como los sollozos de Cecilia se transformaban en gemidos y uniéndose al compás comenzó a mover su pelvis contra la inerte chica.
Cecilia pronto se levantó nuevamente disfrutando su primera doble penetración.
-Aghhhh, esto es aún mejor, follenme los dos, que riiicooo, massss, mas rápido, ohhhh siiii, masssss, massssss.- pedía la chica a gritos.
La chica ya habia alcanzado un par de orgasmos cuando Esteban llego al suyo y vacío su contenido dentro de su coño.
Cecilia cayo rendida sobre la cama y Berenice se acostó exhausta junto a ella. Viendo a sus amigas completamente satisfechas, Johana se dirigió hacia su padre.
-Ahora si papa, soy toda tuya.- dijo sonriente.
Esteban levanto a su hija en brazos y despidiéndose de sus amigas la llevo cargando hasta su habitación. Al entrar Johana le dio un beso y luego la deposito en la cama.
La chica se abrió de piernas ofreciéndole su sexo a su padre quien sin pensarlo dos veces se lanzó hacia él.
-Ohhhh, que rico papito, masss, que delicia, ¿Te gusta mi coño? Mmmmm- dijo Johana
-Sí, hija, es delicioso, mmm que rico coño tienes, cariño.- contesto Esteban.
Esteban le comía el coño a su hija con lujuria, era increíblemente delicioso. Sus jugos no tardaron en brotar y su clítoris se hincho reaccionando ante la boca de su padre. Este no perdió el tiempo y lo chupo con ahínco haciéndola gemir de pasión. Johana no tardo en alcanzar el orgasmo vaciando su néctar en la boca de su padre. Una vez hubo bebido toda la corrida de su hija, Esteban se puso de pie preparándose para el tan ansiado momento.
Johana sonrió mientras observaba como su padre llevaba su polla hacia su virginal coño. El hombre froto la cabeza contra su raja, cubriéndola con los restos de la corrida de la chica.
-¿Estas lista hija? Avísame si te duele para detenerme.- dijo el hombre.
-Estoy lista, papa. Hazme mujer.- respondió la joven.
Al igual que con las otras chicas Esteban introdujo lentamente su verga en el interior de su hija hasta topar con su virginidad. El hombre hundió sus caderas con fuerzas enterrando su polla en lo profundo de Johana convirtiéndola en mujer. La chica soltó un gemido intenso mientras el pene de su padre se enterraba por completo dentro de ella. Un delgado hilo de sangre broto de su coño.
Padre e hija se miraron a los ojos antes de darse un apasionado beso. Johana rodeo con sus brazos a su padre atrayéndolo hacia ella deseando nunca dejarlo ir y que el momento nunca terminara. Esteban comenzó a mover sus caderas, metiendo y sacando la polla del coño de su hija cuyos gemidos rompieron el silencio de la habitación.
-Ahhhh, si papi, métemela toda, que ricoooo, ahhh, massss papa, masss.- gemia Johana.
-Ughhh, tomala toda hija, goza la verga de papi, ufffff, siiiiii.- gimio Esteban.
Finalmente padre e hija habían logrado lo que tanto anhelaban. A diferencia de como habia follado a sus amigas, Esteban estaba haciéndole el amor a su hija. Johana estaba gozando como nunca, estaba completamente feliz de que su primera vez fuera con su padre.
-¿Te gusta la verga de papi? ¿Te gusta tenerla dentro hija?-
-Sí, papi, me encanta, quiero tener tu verga siempre, quiero que me folles todos los días, ufffff, mas papi, masss, no paresss. Como deseaba esto, papa.-
-Tambien yo corazón, te follare todos los días, ummmm, siiii, que rico coño tienes, cielo. Ahhhhh. Me corro hija.-
-Dentro de mi papa, lléname con tu leche, ahhhh, yo tambien me corroooo.-
Padre e hija estallaron llegando al orgasmo, la leche de Esteban salió disparada dentro del coño de su hija llenándola por completo.
-Te amo papi.- dijo Johana.
-Y yo a ti, hija.- respondio Esteban.
Completamente exhaustos se fundieron en un cálido beso y pronto quedaron profundamente dormidos abrazados y felices.
Desde esa noche las chicas acudieron todos los fines de semana para disfrutar con Johana y su padre. Esteban empezó a hacer más ejercicio para aumentar su resistencia para poder complacer a las tres jóvenes hambrientas de sexo.
Además de sus fiestas semanales, Johana y Esteban follaban todas las noches y dormían juntos como pareja. Para celebrar su primer mes juntos Johana le regalo su culo a su padre. Esteban estaba extasiado cuando penetro el ojete de su hija hasta llenarlo con su leche.
Los años pasaron y Berenice y Cecilia emprendieron sus propios caminos.
Berenice se convirtió en actriz porno haciéndose famosa. El sexo lésbico y el anal eran sus favoritos pero también comenzó a participar en todo tipo de prácticas como lluvia dorada, orgias y sadomasoquismo.
Cecilia hizo de su fascinación por los hombres maduros un estilo de vida. Nunca faltaban señores dispuestos a cumplirle todos sus caprichos a cambio de disfrutar de su voluptuoso cuerpo.
Gracias al internet Esteban y Johana encontraron otras parejas incestuosas como ellos. Descubrieron un hotel en una playa cercana que se había especializado en ese tipo de relaciones, proveyendo la privacidad que necesitaban.
Esteban invirtió en aquel hotel hasta convertirlo en un lugar de lujo. El y su hija acudían con regularidad para disfrutar las excitantes orgias familiares que sucedían en su interior. Incluso Berenice y su hermano acudieron con ellos un par de veces.
Un día se encontraba con su hija disfrutando de la playa cuando observo a una madre con su hijo pasar junto a ellos. Podía notarse cierta tensión sexual entre ellos y por las miradas que el chico le daba a la mujer parecía que aún no llevaban nada a acabo.
Esteban le comento a Johana al respecto y ambos se dirigieron para hablar con ellos. Cuando llegaron la mujer se encontraba sola y el hijo se estaba bañando en el mar.
Los invitaron a asistir a sus acostumbradas reuniones pero la mujer declino la oferta alegando que no eran esa clase de pareja.
Disculpándose se apartaron regresando a su paseo. Un par de horas después Esteban observo como la mujer le hacía una paja a su hijo hasta que este escupió su leche en la arena. Sonrió al verlos pasar y pensó que sería cuestión de tiempo antes que terminaran juntos. Entonces podrían disfrutar de las delicias del incesto.
Saludos. Poringa cerro mi cuenta anterior por lo que he creado una nueva para volver a subir mis relatos. Afortunadamente tenia respaldo de casi todos ellos, únicamente he perdido los capítulos 05 y 06 de Modern Family, si alguien los tiene le agradecería me contactara.
Este es el relato nuevo por el que mi cuenta fue cerrada, le he realizado modificaciones esperando no ocurra lo mismo. Los personajes que aparecen son los que aparecen en la playa en el capitulo 04 de Maduras Anonimas. Volveran a aparecer en futuros capitulos de la serie.
Espero que sigan disfrutando de mis relatos.
5 comentarios - Pijamadas con Papa
http://www.poringa.net/capitan_can
Saludos!