hola a todos, vivo en la ciudad de Posadas, me llamo Roberto soy hetero y tengo 26 años.
Desde que conocí el sexo, siempre me ha encantado en todas sus formas y he tratado de tener sexo en cada oportunidad que tuve con cuantas más mujeres pude, a veces acompañado por amigos o por el esposo de la mujer en cuestión 😉
Pero en la ciudad de Posadas no siempre ha sido fácil encontrar mujeres o parejas para coger, así que tuve que buscar otras vías.
Así que decidí poner un anuncio en un sitio de clasificados con un título bastante explícito: hombre busca mujer o pareja para sexo.
Si bien durante unos primeros días tuve dudas de que funcionara dado que tenía varias visitas pero 0 mensajes, después una noche me llegó un correo electrónico. Y eso fue el comienzo.
Así soy yo.
Comencé a chatear por mail con un tipo que vamos a llamarlo E. para mantener el anonimato. Con el pasar de los mails, que habrán sido 4, máximo 5, entramos en sintonía y en el último mail me pide mi numero celular para escribirme por WhatsApp. Le paso, con un poco de miedo siendo que nunca había hecho algo así de pasar mi numero sin saber a quién se lo estaba pasando.
A los pocos minutos, recibo un mensaje WhatsApp de E.
Seguimos charlando de lo mejor por unos minutos hasta que uno de los dos se animó a entrar en el tema: el trío. E. era un hombre que viajaba mucho por trabajo, así que cuando volvía a la ciudad solo quería disfrutar de la vida, de su mujer y del sexo. Me cuenta que para ellos es la primera vez que hacía algo así como un trio, y que la idea era suya desde hace tiempo, pero nunca había podido convencerla a ella, hasta que pudo.
Entonces, siendo que era la primera vez, la preguntas eran muchas de ambas partes, y ambas partes contestabamos de lo mejor y con toda la amabilidad.
Seguimos charlando un ratito más hasta que me envía una foto de ella. Ella, hermosa, fascinante, con hermosas curvas, disparando toda mi fantasía sobre ella y su cuerpo, yo deseoso de verla y comerle todo ese cuerpo.
En vez de escribir groserías tipo que buena que está le como todo ese orto etc, me reservo y le hago varios halagos elegantes, sin pasarse el límite, solo haciendo varios comentarios de manera muy caballera.
No pasaron ni 3 minutos que me escribe: a ella le encanta como sos así de respetuoso y galán, podes esta noche? No tarde ni medio segundo en decir que sí, yo ta estaba con mi pija totalmente parada pensando ya en ella.
Mientras mensajeabamos, yo estaba paseando con la perra, así que ni bien quedamos en vernos y donde, fui corriendo a bañarme, perfumarme, ponerme mi mejor camisa y estar listo a que E. me diera el OK de salir de mi casa.
Cuando E. me pregunta donde vernos, le digo una esquina céntrica de la ciudad, dado que en esa esquina hay una farmacia 24 hs donde podía comprar condones y que sea bien iluminada.
Ni bien llegue compre los forros y avisé a E. que ya estaba esperándolos. A los pocos minutos llegan con una camioneta blanca, un poco sucia por fuera pero por donde muy linda, y ahí estaban. E. maneja y ella en el asiento del acompañante. Se notaba desde ya que ella estaba algo nerviosa.
Llegamos al telo, uno de los más conocidos en la ciudad, y entramos rápido a la habitación.
Nos sentamos en los sillones que estaban frente a la cama y hablamos un ratito como para relajarse un poco, mientras ella fuma un cigarrillo.
Entonces E. me dice: por que no te sentas a lado de ella? Por ahí se tranquiliza un poco más.
Ni lerdo ni perezoso, me siento a lado de ella y empiezo haciendole unos mimos, acercándome más a ella y le empiezo a besar. Le beso los labios, el cuello, el pecho y de a poco voy tocándole las piernas, cada vez mas arriba, haciéndole masajitos. Mientras tanto ella se entregaba cada vez más a mi, yo ya empezaba a tenerla cada vez más dura. Ella se da cuenta, y sin esperar, se agacha y se la pone en la boca, chupando de arriba a bajo, pasando por los huevos y usando la lengua como mejor sabía.
Lo que sucedió después es claro ejemplo de pasión sexual desenfrenada, sin límites.
Tardamos menos de 3 minutos en desvestirnos mutuamente, mientras E. miraba y disfrutaba del espectáculo: su mujer totalmente desnuda y con otro hombre que le manoseaba las hermosas tetas que tenia, que le cachondeaba cada vez más. Ella por otro lado parecía disfrutar aún más, como si estuviera estado esperando ese momento desde hace rato. Me ponía la mano por todos lados, me tocaba y sin esperar mucho, aprovechó para bajar su cabeza y ponerse toda mi pija en su boca, mientras que el marido que miraba se sacaba el bóxer y empezaba a pajearse mirandola disfrutar de otra pija, mucho más grande que la de él.
Sin poder resistirse, E. se agacha y empieza a chuparle la conchita todo mojada de su esposa, que entre la pija que tenía en su boca y una lengua en su vagina empieza a emitir gemidos cada vez más fuerte.
Pasaron unos 5 minutos así, hasta que E. me concede el honor de chupársela yo la concha a ella, así que fuimos para la cama, ella abrió sus hermosas piernas, bien carnosas como nos gusta a los hombres, dejando así una hermosa vista de su conchita, rosada, afeitada y bien jugosa, con esos jugos bien sabrosos que sobresalían del agujero.
Me agaché y se la chupé cuanto mejor podía, haciéndola gemir fuerte y sintiendola gozar en boca, con esos ricos jugos que me llenaban toda la cara, mientras E. le ponía su pija en su boca.
De tanto chupar y sentirla gozar no me aguanté, así que me levante, me puse el forro y me la garché, primero despacito, después cada vez más y mas fuerte.
Con E. nos turnabamos, uno en la concha y otro en la boca, sientiendola gozar a ella y disfrutando a pleno, dandole siempre mucha pasión y mucha pija. Ella estaba ahí solo para disfrutar, y E. para ver como se cogían a su mujer, así que aprovechaba cada ocasión para invitarme a hacer algo, como ponérselo en la boca a ella, a darle vuelta, a chuparle el culo tan sabroso y carnoso que tenía.
Pasaron 45 minutos a puro sexo y pasión, donde los 3 solo disfrutábamos con nuestros cuerpos, yo con forro y E. sin forro, hasta que ella, después de haber acabado al menos 3 veces conmigo me pide que le toda la leche que tenga, así que me levanté, me saqué el forro y me puse de rodillas sobre su pecho, hasta que despues de unos segundos masturbándome vengo y le echo toda mi leche tanto deseada por ella sobre sus tetas, viéndola a ella disfrutar el momento.
Sin esperar a que yo termine, ella primero levanta la leche con sus dedos y se la come toda, sino que también se pone otra vez mi pija en la boca y me limpia todo, con una sonrisa picara de su parte, como de alguien que acaba de recibir pijazos tras pijazos y habiéndolo disfrutado como yegua en calor.
Ni bien terminamos, los 3 cansados y transpirados, nos bañamos, nos vestimos y nos fuimos. E. tan amable fue que me volvió a llevar en la esquina donde me había buscado. Yo tan satisfecho de tan buen sexo y con tan linda yegua que por un par días no me hizo falta masturbarme ni nada.
Desde que conocí el sexo, siempre me ha encantado en todas sus formas y he tratado de tener sexo en cada oportunidad que tuve con cuantas más mujeres pude, a veces acompañado por amigos o por el esposo de la mujer en cuestión 😉
Pero en la ciudad de Posadas no siempre ha sido fácil encontrar mujeres o parejas para coger, así que tuve que buscar otras vías.
Así que decidí poner un anuncio en un sitio de clasificados con un título bastante explícito: hombre busca mujer o pareja para sexo.
Si bien durante unos primeros días tuve dudas de que funcionara dado que tenía varias visitas pero 0 mensajes, después una noche me llegó un correo electrónico. Y eso fue el comienzo.
Así soy yo.
Comencé a chatear por mail con un tipo que vamos a llamarlo E. para mantener el anonimato. Con el pasar de los mails, que habrán sido 4, máximo 5, entramos en sintonía y en el último mail me pide mi numero celular para escribirme por WhatsApp. Le paso, con un poco de miedo siendo que nunca había hecho algo así de pasar mi numero sin saber a quién se lo estaba pasando.
A los pocos minutos, recibo un mensaje WhatsApp de E.
Seguimos charlando de lo mejor por unos minutos hasta que uno de los dos se animó a entrar en el tema: el trío. E. era un hombre que viajaba mucho por trabajo, así que cuando volvía a la ciudad solo quería disfrutar de la vida, de su mujer y del sexo. Me cuenta que para ellos es la primera vez que hacía algo así como un trio, y que la idea era suya desde hace tiempo, pero nunca había podido convencerla a ella, hasta que pudo.
Entonces, siendo que era la primera vez, la preguntas eran muchas de ambas partes, y ambas partes contestabamos de lo mejor y con toda la amabilidad.
Seguimos charlando un ratito más hasta que me envía una foto de ella. Ella, hermosa, fascinante, con hermosas curvas, disparando toda mi fantasía sobre ella y su cuerpo, yo deseoso de verla y comerle todo ese cuerpo.
En vez de escribir groserías tipo que buena que está le como todo ese orto etc, me reservo y le hago varios halagos elegantes, sin pasarse el límite, solo haciendo varios comentarios de manera muy caballera.
No pasaron ni 3 minutos que me escribe: a ella le encanta como sos así de respetuoso y galán, podes esta noche? No tarde ni medio segundo en decir que sí, yo ta estaba con mi pija totalmente parada pensando ya en ella.
Mientras mensajeabamos, yo estaba paseando con la perra, así que ni bien quedamos en vernos y donde, fui corriendo a bañarme, perfumarme, ponerme mi mejor camisa y estar listo a que E. me diera el OK de salir de mi casa.
Cuando E. me pregunta donde vernos, le digo una esquina céntrica de la ciudad, dado que en esa esquina hay una farmacia 24 hs donde podía comprar condones y que sea bien iluminada.
Ni bien llegue compre los forros y avisé a E. que ya estaba esperándolos. A los pocos minutos llegan con una camioneta blanca, un poco sucia por fuera pero por donde muy linda, y ahí estaban. E. maneja y ella en el asiento del acompañante. Se notaba desde ya que ella estaba algo nerviosa.
Llegamos al telo, uno de los más conocidos en la ciudad, y entramos rápido a la habitación.
Nos sentamos en los sillones que estaban frente a la cama y hablamos un ratito como para relajarse un poco, mientras ella fuma un cigarrillo.
Entonces E. me dice: por que no te sentas a lado de ella? Por ahí se tranquiliza un poco más.
Ni lerdo ni perezoso, me siento a lado de ella y empiezo haciendole unos mimos, acercándome más a ella y le empiezo a besar. Le beso los labios, el cuello, el pecho y de a poco voy tocándole las piernas, cada vez mas arriba, haciéndole masajitos. Mientras tanto ella se entregaba cada vez más a mi, yo ya empezaba a tenerla cada vez más dura. Ella se da cuenta, y sin esperar, se agacha y se la pone en la boca, chupando de arriba a bajo, pasando por los huevos y usando la lengua como mejor sabía.
Lo que sucedió después es claro ejemplo de pasión sexual desenfrenada, sin límites.
Tardamos menos de 3 minutos en desvestirnos mutuamente, mientras E. miraba y disfrutaba del espectáculo: su mujer totalmente desnuda y con otro hombre que le manoseaba las hermosas tetas que tenia, que le cachondeaba cada vez más. Ella por otro lado parecía disfrutar aún más, como si estuviera estado esperando ese momento desde hace rato. Me ponía la mano por todos lados, me tocaba y sin esperar mucho, aprovechó para bajar su cabeza y ponerse toda mi pija en su boca, mientras que el marido que miraba se sacaba el bóxer y empezaba a pajearse mirandola disfrutar de otra pija, mucho más grande que la de él.
Sin poder resistirse, E. se agacha y empieza a chuparle la conchita todo mojada de su esposa, que entre la pija que tenía en su boca y una lengua en su vagina empieza a emitir gemidos cada vez más fuerte.
Pasaron unos 5 minutos así, hasta que E. me concede el honor de chupársela yo la concha a ella, así que fuimos para la cama, ella abrió sus hermosas piernas, bien carnosas como nos gusta a los hombres, dejando así una hermosa vista de su conchita, rosada, afeitada y bien jugosa, con esos jugos bien sabrosos que sobresalían del agujero.
Me agaché y se la chupé cuanto mejor podía, haciéndola gemir fuerte y sintiendola gozar en boca, con esos ricos jugos que me llenaban toda la cara, mientras E. le ponía su pija en su boca.
De tanto chupar y sentirla gozar no me aguanté, así que me levante, me puse el forro y me la garché, primero despacito, después cada vez más y mas fuerte.
Con E. nos turnabamos, uno en la concha y otro en la boca, sientiendola gozar a ella y disfrutando a pleno, dandole siempre mucha pasión y mucha pija. Ella estaba ahí solo para disfrutar, y E. para ver como se cogían a su mujer, así que aprovechaba cada ocasión para invitarme a hacer algo, como ponérselo en la boca a ella, a darle vuelta, a chuparle el culo tan sabroso y carnoso que tenía.
Pasaron 45 minutos a puro sexo y pasión, donde los 3 solo disfrutábamos con nuestros cuerpos, yo con forro y E. sin forro, hasta que ella, después de haber acabado al menos 3 veces conmigo me pide que le toda la leche que tenga, así que me levanté, me saqué el forro y me puse de rodillas sobre su pecho, hasta que despues de unos segundos masturbándome vengo y le echo toda mi leche tanto deseada por ella sobre sus tetas, viéndola a ella disfrutar el momento.
Sin esperar a que yo termine, ella primero levanta la leche con sus dedos y se la come toda, sino que también se pone otra vez mi pija en la boca y me limpia todo, con una sonrisa picara de su parte, como de alguien que acaba de recibir pijazos tras pijazos y habiéndolo disfrutado como yegua en calor.
Ni bien terminamos, los 3 cansados y transpirados, nos bañamos, nos vestimos y nos fuimos. E. tan amable fue que me volvió a llevar en la esquina donde me había buscado. Yo tan satisfecho de tan buen sexo y con tan linda yegua que por un par días no me hizo falta masturbarme ni nada.
9 comentarios - Mi primer trío
Que bien jugadas tus cartas con ese aviso bien ganada esa experiencia unica.