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En el estacionamiento del Shopping

En marzo de 2017 me mandaste un mensaje privado a mi perfil, cuando leíste que aceptaba que me chupen la verga jóvenes de ambos sexos de entre 18 y 30 años. Cuando te pregunte la edad me hiciste dudar, me dijiste que tenías 18 años y que tenías todas las mañanas libres porque ibas a la secundaria por las tardes. Que estabas cursando el último año del Polimodal. Siendo yo docente repregunte y sabiendo que con esa edad no deberías todavía estar en el Polimodal, me contestaste que habías repetido un año.
 
Intercambiamos preguntas de rigor sobre horarios disponibles para un posible encuentro y lugar para poder concretarlo. Te comenté que tenía solo tres mañanas libres, ya que el resto de los horarios de los días hábiles estoy dando clases de Educación Física.
 
Me propusiste chupármela cuanto antes, que te tragarías hasta la última gota de leche. Yo a su vez te pregunte si querías que además te pegara una buena cogida. Me contestaste que tu culo todavía era virgen. Que no te animabas, pero que lo podríamos ir viendo.
 
Tuvimos dos encuentros fallidos. El primero, a principios de Abril, no pudo ser por una repentina gripe que tuve. Te mande un WhatsApp y quedamos en volver a conectarnos cuando yo me repusiera. El segundo intento, a mediados de mayo, se frustro porque tenías que hacer un trabajo práctico con tus compañeros para levantar unas notas que tenías bajas.
 
El tercer encuentro, que pudimos concretarlo, no fue como lo habíamos planeado de antemano. Fue en la semana previa a las vacaciones de invierno. Te espere desde las 9 de la mañana, como habíamos quedado, en la puerta del Shopping de San Justo y note que te estabas demorando más de la cuenta. WhatsApp urgente…
- “Martín… ¿Adónde estas…? Estoy esperándote en la puerta del Shopping…”
- “Eduardo, te pido mil disculpas… Me quede dormido… Ya salgo para allá… En veinte  minutos estoy…”
- “Ok… Buscame en el Patio de Comidas…”
 
Me fui a tomar un cortado mascullando bronca, sabiendo que la demora nos perjudicaría a ambos para poder estar más tiempo juntos. Yo a más tardar a las 11.30 hs. tenía que regresar a la Capital para ir a mi laburo. Él a las 13.00 hs. tenía clases no demasiado lejos de allí.
 
Recién apareciste a las 10 de la mañana. Te sentaste a mi lado y nos dimos un beso en las mejillas. Me dijiste…
- “Papu… ¿Un besito en la mejilla, nada más…?”
- “Están abriendo casi todos los negocios… Hay gente… No hagamos un escándalo…”
- “Solo quería besarte los labios…”
 
Nos dimos un pico suave que encendió mi verga. Cuando sentí a mi pija endureciéndose me importó un carajo todo y te tome de la nuca atrayéndote hacia mí y te metí un beso con lengua como para partirte la boca. Me correspondiste y nuestras lenguas y labios jugaron durante un par de minutos. Nunca supimos si alguien nos estuvo observando. A ninguno de los dos nos importó…
- “Papu… ¡Así soñé todo este tiempo como sería ‘nuestro’ primer beso…!”
- “Es que el piquito me recontra calentó… Mira como tengo la verga…”
 
Apoyaste tu mano sobre mi bulto y pudiste notar la dureza de mi pija. Le pedí al mozo una gaseosa para vos y la cuenta. Cuando trajo la bebida y luego que pague lo consumido hablamos sobre qué y cómo haríamos para concretar el encuentro…
- “Bueno, bebe… Ya son más de las 10.30 hs. y yo no tengo mucho tiempo más… ¿Me la vas a chupar…?”
- “Si, papu… ¿Cómo queres hacer…?
- “El auto tiene vidrios polarizados y lo tengo en el estacionamiento exterior lejos de miradas indiscretas…”
- “Vamos, papu… Muero de ganas de chuparte la verga y tomarme toda la lechita…”
 
Caminando hacia el auto me dijiste que no estabas muy seguro de animarte a que te haga la colita. Que tenías miedo que te doliera mucho. Que en todo caso en otra oportunidad…
 
Llegamos al auto y te invite a que nos sentemos en el asiento trasero. Yo detrás del asiento del conductor y vos a mi derecha. Nos volvimos a besar con muchísima lengua al tiempo que buscabas mi verga dentro de mi pantalón de gimnasia. Sin dejar de besarnos, te ayude para que pudieras bajarme el pantalón y el bóxer y que mi verga saliera de su encierro. Te prendiste de mi verga con tu boca hambrienta y me la empezaste a chupar casi con desesperación. Se notaba que sabias muy bien lo que estabas haciendo. Te pregunte…
- “¿No es la primera verga que te tragas…? ¿O si…?”
 
Te la sacaste de dentro de tu boca y me respondiste…
- “Desde los 15 años que le chupo la pija a casi todos mis compañeros y amigos de la escuela y el barrio… ¿No te gusta…?”
- “¡Si bebe…! Se nota que tenes mucha experiencia con tus labios y tu lengua… Me estás haciendo gozar como loco…”
- “Tu pija me encantó desde que vi las fotos de tu perfil… Además siempre tengo fantasías con los maduros… Sueño con que sea un madurito el que me desvirgue la cola…”
- “¿Te vas a animar a coger, hoy…?”
- “No, papu… La próxima vez… Me dijeron que duele mucho cuando el culito está muy cerrado…”
- “Ok… La próxima… Pero déjame, aunque más no sea, ayudarte con mis dedos a que se te vaya abriendo de a poquito…”
- “Bueno papu, pero prométeme que hoy no me vas a coger…”
- “Prometido, bebe… Prometido… Pero vos prométeme que te vas a tomar toda leche hasta la última gota…”
 
Tu respuesta fue chupármela con desesperación. Yo busque a través de tu jean la abertura de tu culo. Sin sacar tu boca de mi verga, me ayudaste bajándote tu pantalón y quedando tu culito al aire y apuntando hacia arriba. Metí mi dedo mayor de la mano derecha y te estremeciste. Verdaderamente tu culito estaba muy cerrado. Intente mover mi dedo siguiendo el ritmo de tus chupadas y me di cuenta que tu culo empezaba a gozar. Apretabas tu esfínter para que no se escapara de allí dentro mi dedo…
 
Te avise que estaba a punto de acabar y te preparaste para recibir la descarga dentro de tu garganta. Yo aceleré el ritmo de mi dedo. Mis gemidos se mezclaban con los tuyos. Descargue tres lechazos que te los fuiste tragando uno por uno. Finalmente me mostraste la boca para que pudiera ver que te habías tomado toda la lechita…
- “Mira papu, todita me la trague…”
 
Yo te seguí dedeando y viendo que tu verga estaba apunto de explotar debido a la presión de mi dedo sobre tu próstata, te pregunte…
- “¿Te hago acabar, bebe…?”
- “Si, papu… Seguí cogiéndome con el dedo hasta que largue toda la leche…”
 
Busque en la guantera del auto varios pañuelos descartables y envolví la cabeza de tu pija con los mismos. Acabaste abundantemente y nos fundimos en un interminable beso de lengua. Eran casi las 11 de la mañana…
 
Nos acomodamos las ropas, nos sentamos en los asientos delanteros y te pregunte…
- “¿Te acerco a algún lado, Martín…?”
- “Maneja despacito hasta la plaza de San Justo que te la voy a seguir chupando… Allí me voy a bajar…”
 
Me la chupaste de maravilla y justo cuando estábamos llegando te largue toda la leche que me quedaba dentro de tu boca. Te la tragaste, nos besamos y quedamos en volver a encontrarnos. La próxima vez sería además para coger…
 
Pasaron las vacaciones de invierno y en agosto volvimos a contactarnos por WhatsApp. Por diferentes circunstancias a ambos se nos estaba complicando volver a encontrarnos. Cuando uno de los dos estaba disponible, el otro no podía y viceversa. La calentura de ambos se iba incrementando en cada nuevo mensaje. Me propusiste abiertamente que querías que te cogiera en el próximo encuentro, pero la oportunidad nunca llegaba.
 
Finalmente a mediados de septiembre quedamos en encontrarnos un martes a las 9 de la mañana en el Shopping de San Justo. Llega el día y amanece con una terrible tormenta en toda la Capital y el Gran Buenos Aires. Muchos barrios inundados con árboles caídos y daños varios. A las 8 te mandé un WhatsApp…
- “Martín, recordá que a las 9.00 hs. nos encontramos…”
- “¿Te parece que con semejante tormenta nos encontremos…? ¿Y si lo dejamos para otro día…?”
- “Al contrario, bebe… Hoy la lluvia es nuestro aliado… Con semejante tormenta casi no va a haber gente en el Shopping ni en ningún otro lado…”
- “¿Y cómo vas a hacer para llegar hasta acá…? ¿Tu barrio está inundado…?”
- “No te preocupes por mí… Por acá no hay inundación… Saldré ya mismo con mucho cuidado tratando de evitar inconvenientes… ¿Vos vas a poder llegar hasta el Shopping…?”
- “Si, papu… Estoy cerca y si llueve mucho me tomo un bondi…”
- “Ok… Nos vemos en la puerta del Shopping…”
- “No… Mejor en el Patio de Comidas…”
- “Ok…”
 
Nos encontramos en el patio de comidas. Efectivamente el Shopping era casi un desierto. Solo estaban los empleados que abrían los locales, los de vigilancia y los de mantenimiento. Nos dimos un suave beso en los labios y te lleve hasta el auto que lo había estacionado en el estacionamiento bajo techo. En el camino me advertiste…
- “Hoy quiero que me desvirgues, papu… ¿Adónde me vas a coger…?”
- “Estaba pensando cogerte en el asiento trasero del auto… ¿Te va…?”
- “Si, me recontra va… ¿Pero y los de seguridad que andan dando vuelta por allí…?”
- “Bebote, pensaba llevar el auto al estacionamiento exterior… Con la terrible lluvia que hay, nadie se va a acercar al auto… ¿Por qué te crees que te dije que la tormenta estaba de nuestro lado…?”
 
Llegamos al auto y te hice subir en el asiento trasero. Te enojaste porque querías estar a mi lado, pero te tranquilizaste cuando te dije que así solo yo tenía que moverme dentro del auto hacia la parte trasera. Puse en marcha el auto y salimos hacia el exterior. La lluvia en ese momento era torrencial. Apunte el auto al mismo sector alejado de la última vez. Te dije...
- “Viste… Mires para donde mires, no hay nadie en el estacionamiento… ¿Quién va a ser el loco que con esta lluvia se va a acercar al auto…?”
 
Apague el motor y pasando entre medio de los asientos delanteros me puse al lado tuyo. Me dejaste el espacio detrás del asiento del conductor. Recosté mi cabeza entre el respaldo y la ventanilla trasera y me estire llegando con mi pies casi hasta la otra puerta. Buscaste mis labios y mi boca con desesperación. Nos besamos con muchísima lengua durante interminables minutos. Aprovechaste para subirte sobre mi cuerpo entrelazando nuestras piernas, y ambos buscamos que nuestros bultos se encontrasen y se fregaran uno con el otro. Comencé a buscar con mis manos tu culo tratando de meterlas dentro de tu pantalón. Como en un acuerdo tácito, buscaste con tus manos mi verga sin despegar jamás nuestros labios…
 
Los vidrios comenzaron a empañarse. Nos sacamos los pantalones y los boxers mutuamente y te pedí que te coloques de forma tal de realizar un 69, yo por debajo y vos por arriba. Comencé a meter mi lengua y mis dedos dentro de tu culo al tiempo que te apoderaste de mi poronga y te prendiste como ternero la teta...
 
Te tuve que frenar un par de veces porque me iba a hacer acabar demasiado rápido. Me pedías leche con desesperación. Querías tomar la mema y sacarme hasta la última gota. Te advertí…
- “Escuchame Martín… Si queres que te haga la colita trata de no malgastar mi leche… A mi edad podrás sacarme dos buenos polvos, trata de que uno de ellos termine dentro de tu culo…”
- “Pero papu… ¿No queres que me tome la lechita…?”
- “Si… Pero también quiero llenarte de leche tu culito… Tomate toda la leche del primer polvo, pero guardemos otro para tu culo…”
- “¿Estas apurado, papi…? Apenas son las 9 y media… Tenemos casi dos horas… Nos podemos quedar hasta que pare la lluvia…”
 
Te cerré la boca con un beso y continuamos en donde habíamos quedado. Volviste a chuparme la verga mientras yo te comía el culo…
 
Me empezaste a meter lengua por todo el tronco y en especial en el glande y en el agujero de la uretra. Allí volví a dedearte el culo. Primero un dedo, luego dos y finalmente un tercero. Siempre mi lengua entrando y saliendo de tu culo junto con los dedos, buscando dilatarlo y lubricarlo. A los diez minutos acabe como un caballo. Como un nene obediente te tragaste cada uno de los lechazos que te metí en tu boca...
 
Por supuesto después de toda la leche que derramé mi verga parecía un flancito. Te sentaste a mi lado y me besaste profundamente con tu lengua mezclando nuestras salivas con los restos de mi leche que todavía estaban dentro de tu boca. Ese beso nos encendió al punto que cada uno atrapó la verga del otro para brindarnos una paja mutuamente. Tu verga estaba a punto de estallar, la mía continuaba fláccida. Busque dentro de mi bolso de ropa deportiva el toallón que siempre llevo y lo extendí sobre el tapizado del asiento para evitar que se manchara. Te masturbe con muchísimas ganas mientras continuabas besándome buscando que pudieras acabar. Con un terrible gemido que parecía un grito acabaste abundantemente sobre el toallón…
- “Me mataste, papu… Una de las mejores pajas que recuerde…”
- “Vos también me mataste… Me sacaste tanta leche que me está costando que se vuelva a poner dura mi pija otra vez…”
- “No te preocupes… Yo te voy a ayudar a endurecerla…”
 
Eran como las 10 de la mañana y la lluvia no aflojaba. Me empezaste a besar con unos terribles besos de lengua y no me soltabas la verga que intentabas pajearla con tu mano derecha. Habremos estado así no menos de diez minutos. Yo sentía que mi verga volvía a cobrar vida y entonces metí nuevamente tres dedos dentro de tu orto. Sabía que ese era el momento o no lo sería nunca. Estabas totalmente decidido y no iba a dejar pasarla oportunidad de cogerte…
 
Notaba que estabas muy caliente pero a la vez temeroso. Para tranquilizarte te conté lo que un tío putañero me había dicho cuando tenía más o menos tu misma edad…
- “Un tío mío, cuando tenía alrededor de los 18 años me dijo lo siguiente… Si queres cogerte un culito virgen de una minita y vos vas a ser el desvirgador, preocúpate más porque ella goce a que goces vos en esa primera vez… Si no ese culo no será nunca tuyo ni de nadie, ni jamás tendrá una segunda vez…”
- “No entiendo que te quiso decir…”
- “Que si solo pienso en acabar y gozar yo, y me olvido de tu temor y tus dolores, no solo no te va a gustar ni vas a gozar, sino que además no vas a querer nunca más probar de nuevo una verga dentro de tu culo…”
- “¿Es cierto que duele…?
- “Depende de cuanto pueda dilatar tu culo y cuanto te puedas relajar…”
 
Y mostrándole mi pija que de a poco volvía a cobrar vida y señalándole la cabeza, le explico…
- “¿Ves que mi glande es un poco más grueso que el resto del tronco…?”
- “Si…”
- “Tu culo tiene dos anillos que limitan el recto… Esa es la parte angosta por donde debe pasar toda la cabeza de mi verga… Una vez que supera todo ese sector el intestino es una cavidad mucho más amplia… Si lo hacemos despacio y sin apurarnos lo vas a poder disfrutar y yo también…”
 
La charla te tranquilizo y entonces te pedí que te pongas en cuatro patas. Volví a deleitarme con tu culo utilizando mi lengua y mis dedos. Nuevamente y muy despacio fui metiendo mis dedos hasta colarte tres dentro de tu orto. Masajeaba tu esfínter para que se relajara. Cada vez que lo contraías volvía con mi lengua y te pedía que te tranquilizaras. Viendo que en el reloj del auto eran las 10.30 hs. y que mi pija estaba dura como un garrote, te dije…
- “Relajate… Voy empezar lentamente a penetrarte… Si te duele, avísame y me detengo…”
- “Voy a tratar de aguantar todo lo que pueda… Quiero que me cojas de una vez por todas…”
 
Metí toda mi cabeza y pegaste un pequeño grito. Me detuve te pedí que te tranquilizaras. Cuando dejaste de hacer fuerza sobre mi glande trate de pasar tu segundo anillo y cuando lo logre suspiraste casi como si fuera un grito. Me detuve nuevamente y te pregunte…
- “¿Estás bien bebe…? Lo peor ya paso… Ahora despacito te la voy a meter hasta el fondo esperando que tu culito se acostumbre a mi tamaño…”
- “Dale, papi… Ahora la quiero toda, toda…”
 
Te la fui enterrando de a poquito hasta que mis bolas se golpearon con las tuyas. Espere a que siguieras relajándote y te empecé a bombear con mi verga. Primero despacio para que pudieras acoplarte al ritmo que le estaba imprimiendo a la cogida. Cuando logramos un ritmo parejo, ambos comenzamos a acelerar nuestros movimientos. Yo te penetraba profundamente y la sacaba casi hasta la mitad, al tiempo que vos te detenías en mi retirada y empujabas tu culo hacia mi pelvis en mi penetración. El auto se movía a nuestro ritmo y cualquiera podía darse cuenta lo que estaría sucediendo allí dentro, pero la tormenta seguía siendo nuestra aliada. Ambos gemíamos casi con desesperación. Te quise hacer una paja y me advertiste…
- “Soltame la pija… Estoy a punto de acabar sin siquiera tocarme… Dejame seguir disfrutando así como hasta ahora…”
 
Era claro que mi verga estaba presionando sobre tu próstata y en cualquier momento acabarías. Aceleré el ritmo ya que yo también sentía que mi pija estaba a punto de estallar…
 
Largue dos terribles lechazos dentro de tu culo y casi simultáneamente, un río de leche broto de tu pija y fue a dar al toallón que estaba sobre el tapizado. Enseguida derramaste algunas lágrimas de alegría que me dieron tanta ternura que no pude menos que besarte. Mi verga seguía dentro tuyo y no estaba dispuesto a sacarla de allí. Me dijiste…
- “No la saques, papu…” Y apretabas tu culo impidiendo que mi poronga se escapara…
- “Ni pienso sacarla, bebe… Va a tener que salir solita…” Y hacia fuerza empujando dentro de tu culo para que no se saliera…
 
Luego de algunos minutos mi verga, ya relajada, salió de su escondite y toda la leche escurrió a través de tus piernas hasta llegar al toallón. Aprovechamos el mismo para limpiarnos un poco y nos fundimos en un beso interminable…
 
Eran casi las 11 de la mañana. Acomodamos nuestras ropas y nos pasamos a los asientos delanteros. Un nuevo beso y te pregunte…
- “¿Adónde queres que te lleve…? Si te dejo en la plaza de San Justo te vas a empapar con esta lluvia…”
- “Llevame hasta mi casa… Yo te guio…”
- “¿Estás seguro que queres que te deje en tu casa…? ¿Hay alguien en tu casa, ahora…?”
- “No quiero que me dejes en mi casa, solo quiero que sepas adonde me tenes que venir a buscar la próxima vez… ¿Por qué me vas a coger otra vez...? ¿Si…?”
 
Pasamos por la puerta de tu casa y luego te deje en un barcito en la esquina de tu escuela. Nos dimos un beso y nos prometimos un nuevo encuentro para coger…




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17 comentarios - En el estacionamiento del Shopping

pichu-pico +1
Mande mp yo quiero
SaskatchewanTatu
No entiendo...
¿Vos mandaste o yo mando MP...?
¿Que queres...?
EXJOVEN +1
Te dejo 10 xq está tan bien relatado q no pude contener la paja!!! Espero otro relato!!!
SaskatchewanTatu +1
Gracias por los puntos...
Tengo varios relatos...
Buscalos en mi perfil...
Mar_1991_aya +1
Buena redacción la introducción estuvo media floja aunque creo que la has usado para llamar la atención, la leí toda aunque prefiero que pase eso entre primos sobrinos pero de distintos sexos.
SaskatchewanTatu +1
Gracias por pasar...
pichu-pico +1
Que me gustaria q me des asi .
Cuando venis x zona norte?
SaskatchewanTatu
Sigamos por MP...
manbi33 +1
Me gusto tu relato, me dejaste al palo, tuve algo parecido pero con un amigo.
SaskatchewanTatu
Gracias por pasar...
Me alegra y te haya recordado buenos momentos...
putitofacil +2
yo no soy un bebe de 18.---soy ms bien un beeb de 40...
pero no sabes como e puedo hacer gozar..
si te animas, avisame
tengo lugar en Ramos todos los dias
SaskatchewanTatu
Ok...
SaskatchewanTatu
Mejor mándame un MP...
elefantito1879 +1
Buen relato. Real. Logra el clima necesario. Me la dejo gomosa...
SaskatchewanTatu
Gracias por pasar...
elefantito1879 +1
@SaskatchewanTatu si fuera por mi me quedo no solo paso.
SaskatchewanTatu
MP...?
WilliamHarns +1
Qué buen relato. Cómo todos los tuyos jejeje ....
SaskatchewanTatu +1
Muchas gracias por leerlos a todos...
Quisiera tener más tiempo para escribir...
JoaquinSafksaf
Lo vuelvo a leer y se me para la pija como la primera vez que lo lei
Tapadobi
mmmm que ganas aca casado pasivo policia tapadoooo buscando pijaaaa
Espartano7190
WoW que historia tan rica. Siento envidia por los dos. Mi verga está durisima... Me haré un par de pajas