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La Terapia de mi mujer 04 - (Una Noche de Hotel)

La Terapia de mi mujer 03 - (El Centro)

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La narración de Elena me había excitado como no recordaba haber estado nuncay tan solo deseaba follarla, me daba igual ser un cornudo, me importaba uncarajo que ella fuese una ninfómana, quería poseer su cuerpo, manosearle, lamersus tetas, morder sus pezones, sentir la humedad de su coño en mis dedos ysobre todo volver a sentir mi polla dentro de su coño. No tenía ni idea de queesperaba mi mujer de mí, ni me interesaba, solo pensaba en mi deseo por follarsu coño y correrme sin preocuparme en nada más.
Según subíamos en el ascensor la besé metiéndola la lengua hasta dentro ysobando su culo con ansia, llevaba un vestido muy corto, así que metí las manospor debajo para coger sus nalgas sin estorbos, notar que iba sin bragas me pusomás cachondo aún y según entramos a la habitación le saqué el vestido dejándolacompletamente desnuda, la tiré sobre la cama y tras observar su cuerpo como elanimal contempla su presa antes de comerla, me abalancé sobre ella sindesnudarme siquiera.
Llevaba como un año sin tener otro contacto con Elena que sus mamadas de losúltimos meses, así que mis manos y mi boca fueron directamente a sus tetas, lasapretaba con fuerza, las lamía, me las metía en la boca todo lo que podía,succionaba y mordía sus pezones sin ninguna delicadeza, escuchaba como elladaba pequeños gritos de dolor que alternaba con gemidos de placer, perosimplemente se dejaba hacer.
Sin dejar de comerle las tetas bajé una de mis manos a su coño, le agarrécon toda mi mano con fuerza, siempre me ha encantado el coño de Elena, es deesos coños carnosos que te llenan la mano, tanteé sus labios y noté que susflujos eran tan abundantes que rebosaban de su interior, evidentemente ellatambién estaba muy cachonda y no me costó nada de esfuerzo meterle un par dededos.
Sentir de nuevo el calor de su coño envolviendo mis dedos fue la gota quecolmó el vaso, necesitaba meter mi polla ahí dentro y correrme ya mismo, asíque me desabroché el pantalón, me la saqué, se la metí de un golpe lo másdentro posible empezando de inmediato con un mete y saca todo lo rápido quepodía sin pensar en otra cosa que correrme. Evidentemente, con el calentón quellevaba desde la cena no tardé ni un minuto en conseguir mi propósito llenandoel coño de Elena con mi corrida. Cuando terminé me quedé tumbado sobre ellaintentando recuperar el aliento, mi cabeza seguía entre sus tetas, con lasensación de haber cometido un gran error y no me moví hasta que ella me habló.
E - "Vaya, tenías razón en el restaurante, me has follado como sifuese un agujero con tetas, pero tranquilo que me ha encantado."
Me sentía incapaz de decir nada, por culpa del calentón no pensé en nada másque follar y ahora me venían a la cabeza todos los motivos por los que nodebería haberlo hecho y mucho menos de ese modo. Lentamente me quité de encimay me tumbé boca arriba junto a ella, serio, en silencio, con la mirada fija enel techo y mi mente absolutamente confundida.
E - "¿Que te pasa cariño? ¿A que viene esa cara? Pensé que estaríasmás animado después de un polvo tan salvaje."
Lo preguntó mientras me acariciaba la cabeza con ternura.
A - "No sé... Me siento mal por haberme dejado llevar de esamanera. Era incapaz de pensar en otra cosa que no fuese follarte y correrme...Lo peor es la sensación de que lo habría hecho a la fuerza si no hubiesesestado de acuerdo y no me lo habría podido perdonar nunca."
E - "Bueno, no te agobies tanto, yo he disfrutado mucho y esperoque sigamos disfrutando de esta noche. ¿O ya no tienes más ganas?"
A - "La verdad es que no, pero tampoco me gustaría que nosquedásemos con este mal rollo por mi culpa. Dame unos minutos y hablemos unpoco."
E - "Vale, pero deja que te dé un masaje y así te relajas. ¿Teparece bien?"
A - "Bueno, me desnudo, me lavo y me pongo en tus manos."
 
E - "No hace falta que te muevas, yo me encargo de todo, tusimplemente relájate, pero antes me tengo que limpiar el semen para que nochorree."
Me lo dijo besándome en la mejilla. Di por supuesto que iría al baño alavarse, pero me equivoqué, lo que hizo fue usar la mano para recoger el semende su coño y llevárselo a la boca, lo hizo mirándome y sonriendoprovocativamente, repitiendo la operación hasta que su coño estuvo losuficientemente limpio como para no chorrear.
Yo estaba alucinando, verla comportarse de ese modo hizo que me empalmase denuevo, algo que a Elena la alegró bastante. Limpió mi polla a base delametones, me desnudó, trajo un frasco de aceite del baño y se puso a mi ladode rodillas besándome en la boca, no es que notase un sabor especial, pero eraconsciente de que se acababa de comer mi corrida y no se había lavado, no sépor que, pero me resultó tan excitante que no sentí reparo en probar mi propiosemen. Mientras me besaba derramó el aceite en mi pecho, siguió haciéndolohasta llegar a la parte baja del estómago y entonces empezó a extenderle consus manos suavemente, no solo por mi torso, también puso especial esmero enhacerlo sobre mis pelotas y mi polla, que volvía a estar muy empalmada.
Yo me dejaba hacer, sentía como sus manos cogían mis huevos, apretándoles,estirándoles, acariciándoles, con mi polla hacía algo parecido, las caricias setornaban en paja por unos momentos y luego la soltaba para acariciarme elpubis, la cogía apretándola con fuerza, bajaba la piel todo lo posible ymasajeaba mi capullo con una de sus manos para luego cubrirle de nuevo con lapiel y volver a masturbarle otro poco
En ningún momento uso su boca para nada, solo sus manos, cuando ya llevabaun buen rato con su masaje empezaron a usar sus tetas para masturbarme conellas, se puso entre mis piernas dándome la posibilidad de ver como metía mipolla entre sus tetas apretándoselas con sus manos y moviéndolas arriba y abajode mi polla sin dejar de mirarme sonriendo.
Todo lo que me hacía me volvía loco, pero me miraba sonriendo de ese modo,con sus ojos brillantes, llenos de picardía, de felicidad y disfrutando con susjuegos me volvía incapaz de resistirme a nada, me convertía en su marioneta ycreo que Elena se aprovechaba de la situación siendo muy consciente de supoder.
Las mamadas de los últimos meses eran fabulosas, pero lo de hoy lassuperaban con creces, me parecía increíble la habilidad con la que mi mujermanipulaba mi placer manteniéndome muy cerca del orgasmo, pero losuficientemente lejos como para impedir que llegase a él, durante todo eltiempo que ella desease. Eso era algo con lo que yo disfrutaba cada vez más,incluso el que parase toda su actividad en cuanto empezaba a correrme, dejándomecon esa sensación de no haberme corrido plenamente, había llegado a darme másplacer que las corridas completas, tanto que en las pocas pajas que me habíahecho recientemente intentaba correrme del mismo modo.
En esta ocasión no varió sus actos y tras más de media hora manteniéndome enel punto previo a correrme a base de pajearme con sus manos y sus tetas, cubriómi polla con ellas restregándola lo justo para pasar ese punto de no retorno enel que me había mantenido y sentí que me corría con mi polla aprisionada porsus tetas. Deseaba que me la menease, pero no hizo nada, simplemente esperó aque me calmase antes de liberarla, se la metió en la boca lamiendo el semen quequedaba en ella y volvió a besarme. En esta ocasión si que pude apreciar su saborque no me resultó desagradable, lo que si me dio algo de reparo fue suviscosidad y pensar que era mi propio semen, a pesar de responder a su beso sindecir nada por no molestarla, cuando puso sus tetas llenas de mi semen en micara me vi acorralado entre la espada y pared.
E - "Te quiero cariño, ahora chúpame las tetas, saboréalas llenasde tu corrida, ya has comprobado que su sabor no es tan desagradable."
No supe que responder, ella estaba sentada a horcajadas sobre mi torso,inclinada sobre mí y con sus manos sujetando mis brazos de tal modo que nopodía moverme sin hacerla daño, así que con bastante poca convicción di losvarios lametones con la punta de mi lengua por puro compromiso, algo que Elename recriminó muy enfadada.
E - "Joder, deja de hacerte el remilgado, quiero que me las chupescomo al llegar, con ganas y comiéndote toda tu corrida, no como si te diesenasco."
Lo dijo gritando, con un tono autoritario que me hizo levantar la vista,cruzar nuestras miradas y darme cuenta que la suya era dura, dominante y muycontundente, me quedé tan sorprendido que la obedecí de inmediato recogiendocon mi lengua todo el semen que había en ellas, lo hice sin pensar, como unautómata, aunque en mi cabeza estaba intentando entender el cambio de actitudde Elena y mi incapacidad de oponerme a su orden. Tan absorto estaba que no fuiconsciente de mi nueva erección hasta que me lo dijo mi mujer.
E - "Pero cariño, si te has vuelto a empalmar. Ya sabía yo que tegustaría comerte tu corrida de mis tetas, pero sigue, sigue, ya tendremostiempo de hablar luego, ahora quiero seguir disfrutando de tu boca un poco másy luego que me folles de nuevo."
Fui consciente de que a pesar de haberme corrido dos veces seguidas estabade nuevo empalmado y mi excitación se volvía a disparar. Con mi lengua habíadejado sus tetas sin rastro de semen y ahora estaban mojadas y brillantes pormi saliva, Elena soltó mis brazos y agarré sus tetas con mis manos paraayudarme a metérmelas en la boca todo lo que me era posible, volví a morder suspezones y a succionarles con fuerza sabiendo de que la estaba haciendo daño,ella daba pequeños gritos de dolor, pero me incitaba a seguir así, lo cual meponía más cachondo aún.
E - "Si, sigue así, más fuerte, sin miedo, me gusta que me duela,deja mis tetas doloridas antes de follarme de nuevo."
Joder, estaba empezando disfrutar maltratando sus tetas, las estrujaba,estiraba sus pezones con mis dientes, los pellizcaba y retorcía como si fuesende goma, incluso descargué unos fuertes manotazos sobre ellos antes de queElena se incorporase tirando de mi hasta dejarse caer sobre la cama boca arribaabierta de piernas.
E - "Venga cariño, mastúrbame y usa mis flujos para lubricarme elculo, quiero que me sodomices."
A - "¿Que has dicho? Nunca pensé que pidieses algo así."
E - "Lo que has oído, quiero que me la metas por el culo mientrasme pajeas el coño y no tengas miedo, en la terapia ya me le han penetradovarias veces, así que le tengo bien entrenado. ¿O es que vas a ser el único hombreque no quiere dar por el culo a su mujer?"
A - "Joder, claro que quiero, pero me molesta que otros lo hayanhecho antes que yo."
E - "¿Que te molesta? Yo más bien diría que te pone cachondo saberque mi culo le desvirgó una polla que no es la tuya."
A - "De eso nada."
E - "No me mientas, mira bien tu polla, está casi más dura queantes, además, me encanta que te excites por cómo me follan en laterapia."
Tenía razón, saber que otros habían follado el culo de mi mujer antes queyo, a pesar de sentirme humillado por ello, me excitaba, pero no queríareconocerlo ante Elena, así que me callé, llevé una mano a su coño y empecé amasturbarla, estaba chorreando, la cantidad de flujos que generaba me parecíaasombrosa. La mano que tenía libre también la llevé a su coño para seguirmasturbándola mientras que con la otra llena de flujos comencé a lubricar suculo, las alternaba para que su culo tuviese la mejor lubricación posible y leiba dilatando metiendo mis dedos, empecé con uno, pero no tardé en poder metertres sin demasiado problema.
Elena gemía y jadeaba disfrutando de mis manos, verla así trajo a mi memorialos temores por mi incapacidad para satisfacerla sexualmente, pero fue solo unmomento, rápidamente aceleré los movimientos de la mano que tenía en su coño,en su culo mantenía introducidos tres dedos y en cuanto vi que empezaba acorrerse le metí la polla en el culo, entró con facilidad, me encantó lasensación y la visión, mi mano seguía masturbando su coño, bueno, debería decirfollándole por que tenía cuatro dedos dentro y con el pulgar frotaba suclítoris.
E - "Siiiiiii, sigue, sigue, no pares cabronazo, me estoy corriendouna y otra vez, folla mis agujeros, así, así, más, sigue..."
Estaba fuera de si, nunca la había visto de ese modo, era puro placer, sucoño cada vez se abría más, así que terminé por meter toda mi mano dentro ymasturbarla con la otra, era increíble sentir el tacto entre la mano que teníadentro de su coño y mi polla entrando y saliendo de su culo, casi podría decirque me estaba haciendo una paja al tiempo que daba por el culo a mi mujer.
Mientras la enculaba veía a Elena tumbada, con las piernas abiertas,sudando, sus ojos cerrados, su boca abierta, jadeando, gimiendo, gritando,pidiendo más, sus manos estaban maltratándose las tetas con la misma dureza queyo había desplegado momentos antes ó incluso más. Por mi parte, tras las doscorridas y a pesar de mi excitación, sentía que podía aguantar mucho tiempo sincorrerme, pero es que me sentía poderoso pensando que era el causante de todoel placer que mi mujer estaba sintiendo, eso me ponía aún más cachondo ysalvaje.
Creo que debimos estar así unos quince minutos antes de que Elena empezase asuplicar que parase, recordé lo que me había contado durante la cena y decidíhacer algo diferente. En vez de seguir follándola paré de inmediato, saque lamano de su coño, la polla de su culo, lo hice al mismo tiempo y de golpe,quería que sintiese sus agujeros vacíos, la impedí cerrar sus piernas parapoder contemplar lo abierta que estaba.
Estuve así un momento y cuando la vi que empezaba a tranquilizarse, lapenetré de nuevo y follándola el culo lo más rápido posible hasta que sentí queestaba a punto de correrme, sin saber muy bien porque, la saqué, me corrí sobresu coño y me lancé a lamer todo el semen que acababa de expulsar sobre él, lohice con ansia, saboreándole y provocando que Elena volviese a correrse unascuantas veces más con mi boca.
Cundo me di por satisfecho me senté en la cama, lo hice usando el cabecerocomo respaldo, de ese modo tenía una visión perfecta de la entrepierna de mimujer, ella estaba tumbada boca arriba, con las piernas abiertas, su coñoestaba abierto, enrojecido, hinchado y mojado. No dije nada, simplementedisfrutaba de las vistas recordando lo sucedido mientras me acariciaba la pollatotalmente flácida.
Elena tardó unos cinco minutos en moverse, estaba agotada, sin fuerzas,tanto que para venir a mi lado lo hizo arrastrándose, se acurrucó a mi lado,con su cabeza en mi pecho, dijo un escueto "Gracias" y almomento nos quedamos dormidos.


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