Mi nombre es Luisa, pero en casa me llaman Luisita. Soy pelirroja y pecosa. Mido 1,54. Peso 45 kilos. Mis tetas son pequeñas y mis ojos azules. Dicen que soy muy guapa, pero también dicen que soy muy envidiosa, pero en realidad solo envidio a mi hermana mayor. Siempre quise tener todo lo que ella tenía.
Berta, hace unos meses, con 19 años se casó, y como os podréis imaginar, yo tenía que tener a su marido.
El domingo pasado, estaba descalza, con una minifalda azul, un top blanco muy apretado y con mi largo cabello recogido en dos trenzas, en el sillón de la sala de mi casa, con mi cuñado al lado. Mi madre y mi hermana Berta estaban en la cocina preparando la comida. En la tele estaban dando los Simpson.
Con un dedo me toqué el pezón izquierdo de mi teta y giré el dedo alrededor de él. (Pablo me miraba por el rabillo del ojo), hice lo mismo con el otro pezón. Metí el mismo dedo en la boca, lo chupé mirando para Pablo, acaricié mi ombligo con el dedo mojado. Vi en el pantalón de Pablo un bulto que antes no estaba, metí mi mano dentro de las bragas y acaricié mi chochito, que ya estaba mojado. Me masturbé unos cinco minutos mientras me tocaba las tetas por debajo del top, cuando sentí que iba llegar al orgasmo, le dije a Pablo:
-¿Quieres ver como se corre tu cuñadita?.
Pablo se levantó, seguró que iba a pajearse. Unos segundos más tarde, me levanté y fui al servicio. Pablo dejara la puerta abierta, la cerró con llave después de entrar yo, saqué las bragas, el sacó la polla, arrimado a la pileta, me cogió el culo y me levantó en alto en peso, yo rodeé su cuello con mis brazos y su culo con mis piernas. Nos besamos con lujuria, metió su gorda polla en mi chochito, me entró muy apretada, a pesar de estar empapada, y es que la tenía más gorda que Rubén, el único chico con el que había follado y con el que ni siquiera me corri. Me folló con mucha rapidez, a lo bestia, me corrí con una fuerza brutal, con mi chochito latiendo y apretando su polla, Pablo se corrió dentro de mí. Al terminar de correrse me volvió a follar 7 veces con mucha rapidez, y 7 veces me volví a correr, en menos de 3 minutos me corrí 8 veces.
La cabrona de mi hermana tenía que joderla. Nos estaba llamando para comer, tuvimos que dejarlo, pero yo ya tenía lo mismo que ella.
Berta, hace unos meses, con 19 años se casó, y como os podréis imaginar, yo tenía que tener a su marido.
El domingo pasado, estaba descalza, con una minifalda azul, un top blanco muy apretado y con mi largo cabello recogido en dos trenzas, en el sillón de la sala de mi casa, con mi cuñado al lado. Mi madre y mi hermana Berta estaban en la cocina preparando la comida. En la tele estaban dando los Simpson.
Con un dedo me toqué el pezón izquierdo de mi teta y giré el dedo alrededor de él. (Pablo me miraba por el rabillo del ojo), hice lo mismo con el otro pezón. Metí el mismo dedo en la boca, lo chupé mirando para Pablo, acaricié mi ombligo con el dedo mojado. Vi en el pantalón de Pablo un bulto que antes no estaba, metí mi mano dentro de las bragas y acaricié mi chochito, que ya estaba mojado. Me masturbé unos cinco minutos mientras me tocaba las tetas por debajo del top, cuando sentí que iba llegar al orgasmo, le dije a Pablo:
-¿Quieres ver como se corre tu cuñadita?.
Pablo se levantó, seguró que iba a pajearse. Unos segundos más tarde, me levanté y fui al servicio. Pablo dejara la puerta abierta, la cerró con llave después de entrar yo, saqué las bragas, el sacó la polla, arrimado a la pileta, me cogió el culo y me levantó en alto en peso, yo rodeé su cuello con mis brazos y su culo con mis piernas. Nos besamos con lujuria, metió su gorda polla en mi chochito, me entró muy apretada, a pesar de estar empapada, y es que la tenía más gorda que Rubén, el único chico con el que había follado y con el que ni siquiera me corri. Me folló con mucha rapidez, a lo bestia, me corrí con una fuerza brutal, con mi chochito latiendo y apretando su polla, Pablo se corrió dentro de mí. Al terminar de correrse me volvió a follar 7 veces con mucha rapidez, y 7 veces me volví a correr, en menos de 3 minutos me corrí 8 veces.
La cabrona de mi hermana tenía que joderla. Nos estaba llamando para comer, tuvimos que dejarlo, pero yo ya tenía lo mismo que ella.
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