Hace un tiempo que sigo un perfil. Tiene todo lo que me gusta, mucho morbo, excelente tetas (me gustan tetonas) y disfruta de un buen perfume y de excelente ropa interior. Hace años que estoy en la Poringa, algo vago, pero con pocas salidas. En mi caso la idea de armar algo es más que un cuerpo, es una fantasía compartida, hacer algo diferente, subir la vara, hacer que valga la pena.
Descubrí una foto de domingo y me quedé atrapado en su cuerpo, escribo, responde, marcamos nuestras diferencias, sobre todo edad y como es nuestra vida. Igual no fue un impedimento para seguir con el morbo y dejar una puerta abierta para una fantasía en algún momento.
Mis días pasan en un sinfín de quilombos de laburo, pero siempre entro a la página y obviamente estoy mas que caliente con ella. No he realizado ninguna propuesta formal, pero sin dudas que he imaginado mil situaciones, pero hay una que quería compartir con ustedes, tal vez quién dice que sea el puntapié inicial para que ella lea, le guste y podamos hacerlo realidad.
En mi vida he conocido de perfumes, tanto de hombres como mujeres, y también pude aprender a diferenciar esas pieles que nacieron para perfumes, parece una locura, pero el aroma cambia dependiendo la piel. Se que ella disfruta de este morbo, por lo que le escribí diciendo que había pensado en pasar a buscarla por le trabajo a la salida, que llevaría un perfume especial para ella, una buena ropa interior y que elegiría un buen hotel. Nunca nos vimos personalmente, estoy seguro que a ella le gustará como soy, mi forma, mi presencia y mi forma de vestir.
Cuando lleguemos y para romper el hielo, le había propuesto darle el perfume, que pueda sentir el aroma, darle la bolsa con la ropa interior y tomar algo como para la previa sea completa. Que vaya al baño, obvio que a ponerse la ropa que le había llevado y el perfume, se daría un baño para sacarse el aroma al perfume que todos los días se pone para el trabajo. En mi caso elegiría para ella un clásico francés, un floral de Chanel, uno de los perfumes más antiguos, pero siempre vigente. En la ropa interior, un buen conjunto de marca, con una tanguita colaless, que yo quería disfrutar viendo en su desfile antes de acercarse a donde yo la esperaba.
El momento:
Tardó un poco, momentos eternos, pero nunca dejé de pensar en cuando apareciera. Así fue, la luz todavía esta tenue, se abrió la puerta del baño, apareció con ese conjunto que le había elegido.
Quedé asombrado, por su edad, por su cuerpo, el aroma invadía la habitación del hotel, estaba convencido que había realizado una buena elección, todo era lo que quería. Caminó lentamente hacia mí, me paro, nos miramos, la beso suave. Bajo mi nariz hasta su cuello, siento ese aroma tan particular a Chanel y le digo que nunca lo había sentido en alguien como ella. Se sonríe, la separo de mi cuerpo y con mi mano extendida la hago girar lentamente para ver como quedaba esa ropa interior. Había esperando mucho tiempo como para no disfrutar cada instante.
Vuelvo a acercarla a mi cuerpo, un beso funde esas ganas compartidas, desprendo el corpiño y quedan a la luz un hermoso par de tetas. Obnubilado, arrimo mis manos hacia ellas, las acaricio suavemente y noto que sus pezones empiezan a endurecerse.
Te gustan??? – Pregunta ella convencida de lo que tenía para mí –
Me encantan! Tal cual las imaginaba – respondo –
El silencio se hizo cargo del momento, la vista, el olfato, el tacto y el morbo eran dueños de la situación. Me arrimo a sus tetas solamente para sentir el perfume, paso mi lengua suave sobre sus pezones y luego las junto con las manos para alternar cada uno de sus dos pezones parados… Gime, respira profundo, se entrega. Se nota que disfruta, ambos estamos empezando a dar lo mejor que tenemos…
Luego de un rato de saborear tan buenas tetas, me saco la camisa, el jeans y quedo en boxer. La miro, me arrodillo ante ella, la giro quedando a mi vista su cola, empiezo a bajar lentamente la tanga, freno, arrimo mi nariz a su cola y la morbosa también tenía perfume en la raya de la cola… sigo, llego con la bombachita a sus pies, levanta uno y saco una parte, luego la otra. Queda a mi vista esa cola desnuda. La giro, ella algo tímida por la situación mantiene las piernas cerradas, pero veo su conchita, depilada.
Con mi nariz en su panza, el olfato sigue descubriendo nuevos olores, bajo a su conchita, la huelo y paso mi lengua lentamente por la ranura, impecable esta nena, me encanta, simplemente me encanta. Le hago subir una pierna a un sillón y queda su conchita abierta para mi, mi lengua es un fuego en su interior, descubro sus olores, combinados con el perfume, me encanta ver como se va mojando, toma mi cabeza y la hunde dentro de su ser.
Acaba un par de veces, mi boca está super mojada, subo y la beso, quiero que sienta sus humedades en su boca, la arrimo a sillón, pongo sus rodillas en él y sus manos extendidas. A mi vista queda esa combinación perfecta de los labios de la conchita y su culito. A pesar de ser una nena viciosa, el culito está cerrado, trabajo para mi. Bajo, huelo su cola y paso suavemente mis dedos de arriba abajo, una y otra vez, la veo moverse pidiendo más. Empiezo lentamente a pasar mi lengua por su culo, primero en círculos y luego intentando que entre, ella gime como una putita, le gusta que le dediquen tiempo a su cola. Me encanta chupar un buen culo, disfruto de eso, sentía que mi pija explotaba, pero estaba dispuesto a darle máximo placer a esa reina.
La giro, queda sentada en el sillón, y le digo que baje mi boxer, mi pija súper parada a su vista, lo toca, la mira y lentamente se la pone en la boca, disfruta pasando la lengua y luego lo mete hasta el fondo de su garganta. Sabe, se nota, disfruta y me gusta. Baja a mis huevos y los saborea una y otra vez, vuelve a mi pija, la moja, le tomo la cabeza y la ayudo a este trabajo de ida y vuelta.
Le pido que se pare, la doy vuelta y vuelve a quedar en 4 en el sillón, miro su culo y empiezo a jugar con mis dedos en la puerta de su cola, le hablo le pregunto si le gusta, obvio que quiere mas. Ingresa un dedo, juego en su cola, luego dos, la pajeo, la dilato. Apoyo la cabeza de mi pija en su cola, la meto suavemente y un suspiro de placer se apodera del momento. Sigo empujando y lentamente va entrando, sus suspiros se transforman en gemidos. Había esperado mucho por este momento y no iba a dejar pasar la oportunidad de disfrutar del culo de esta pendeja morbosa.
Entro y salgo, gemidos, chirlos en su cola despiertan gritos suaves de placer. Estamos así por un buen rato, la transpiración de nuestros cuerpos y el perfume invaden la habitación.
Su cola está bien abierta, la paro, la apoyo contra la pared frente a mi, me pongo un forro y la empiezo a coger de parado por la concha, ahora estamos frente a frente, sus tetas en mi pecho, sus gemidos intensos y su pedido de dame, quiero mas..
Alternamos poses, pero ahora su conchita es la privilegiada. Luego de un intenso momento, le pido que se arrodille y que me la chupe nuevamente, quiero que pruebe mi leche y que la misma caiga en sus tetas.. Me pajea, se la pone en la boca, espera ansiosa ese momento. Acabo y recibe leche en su boca y deja caer parte en sus tetas, las que va masajeando con sus manos mientras la esparce.
Un baño, un momento de charla, nuevamente se viste con su ropa interior, su ropa con la cual había ido a trabajar y volver a su casa. Nunca hablamos del resto, solo de nosotros, no se si alguien la esperaba a la vuelta, no se si iba a estar sola e iba a volver a probarse la ropa interior que le había llevado. Tampoco importaba mucho, nos quedamos con el recuerdo de un buen momento y un aroma a Chanel que iba a quedar en mi memoria por el resto de mi vida.
El perfume, un Chanel Nº5.
Descubrí una foto de domingo y me quedé atrapado en su cuerpo, escribo, responde, marcamos nuestras diferencias, sobre todo edad y como es nuestra vida. Igual no fue un impedimento para seguir con el morbo y dejar una puerta abierta para una fantasía en algún momento.
Mis días pasan en un sinfín de quilombos de laburo, pero siempre entro a la página y obviamente estoy mas que caliente con ella. No he realizado ninguna propuesta formal, pero sin dudas que he imaginado mil situaciones, pero hay una que quería compartir con ustedes, tal vez quién dice que sea el puntapié inicial para que ella lea, le guste y podamos hacerlo realidad.
En mi vida he conocido de perfumes, tanto de hombres como mujeres, y también pude aprender a diferenciar esas pieles que nacieron para perfumes, parece una locura, pero el aroma cambia dependiendo la piel. Se que ella disfruta de este morbo, por lo que le escribí diciendo que había pensado en pasar a buscarla por le trabajo a la salida, que llevaría un perfume especial para ella, una buena ropa interior y que elegiría un buen hotel. Nunca nos vimos personalmente, estoy seguro que a ella le gustará como soy, mi forma, mi presencia y mi forma de vestir.
Cuando lleguemos y para romper el hielo, le había propuesto darle el perfume, que pueda sentir el aroma, darle la bolsa con la ropa interior y tomar algo como para la previa sea completa. Que vaya al baño, obvio que a ponerse la ropa que le había llevado y el perfume, se daría un baño para sacarse el aroma al perfume que todos los días se pone para el trabajo. En mi caso elegiría para ella un clásico francés, un floral de Chanel, uno de los perfumes más antiguos, pero siempre vigente. En la ropa interior, un buen conjunto de marca, con una tanguita colaless, que yo quería disfrutar viendo en su desfile antes de acercarse a donde yo la esperaba.
El momento:
Tardó un poco, momentos eternos, pero nunca dejé de pensar en cuando apareciera. Así fue, la luz todavía esta tenue, se abrió la puerta del baño, apareció con ese conjunto que le había elegido.
Quedé asombrado, por su edad, por su cuerpo, el aroma invadía la habitación del hotel, estaba convencido que había realizado una buena elección, todo era lo que quería. Caminó lentamente hacia mí, me paro, nos miramos, la beso suave. Bajo mi nariz hasta su cuello, siento ese aroma tan particular a Chanel y le digo que nunca lo había sentido en alguien como ella. Se sonríe, la separo de mi cuerpo y con mi mano extendida la hago girar lentamente para ver como quedaba esa ropa interior. Había esperando mucho tiempo como para no disfrutar cada instante.
Vuelvo a acercarla a mi cuerpo, un beso funde esas ganas compartidas, desprendo el corpiño y quedan a la luz un hermoso par de tetas. Obnubilado, arrimo mis manos hacia ellas, las acaricio suavemente y noto que sus pezones empiezan a endurecerse.
Te gustan??? – Pregunta ella convencida de lo que tenía para mí –
Me encantan! Tal cual las imaginaba – respondo –
El silencio se hizo cargo del momento, la vista, el olfato, el tacto y el morbo eran dueños de la situación. Me arrimo a sus tetas solamente para sentir el perfume, paso mi lengua suave sobre sus pezones y luego las junto con las manos para alternar cada uno de sus dos pezones parados… Gime, respira profundo, se entrega. Se nota que disfruta, ambos estamos empezando a dar lo mejor que tenemos…
Luego de un rato de saborear tan buenas tetas, me saco la camisa, el jeans y quedo en boxer. La miro, me arrodillo ante ella, la giro quedando a mi vista su cola, empiezo a bajar lentamente la tanga, freno, arrimo mi nariz a su cola y la morbosa también tenía perfume en la raya de la cola… sigo, llego con la bombachita a sus pies, levanta uno y saco una parte, luego la otra. Queda a mi vista esa cola desnuda. La giro, ella algo tímida por la situación mantiene las piernas cerradas, pero veo su conchita, depilada.
Con mi nariz en su panza, el olfato sigue descubriendo nuevos olores, bajo a su conchita, la huelo y paso mi lengua lentamente por la ranura, impecable esta nena, me encanta, simplemente me encanta. Le hago subir una pierna a un sillón y queda su conchita abierta para mi, mi lengua es un fuego en su interior, descubro sus olores, combinados con el perfume, me encanta ver como se va mojando, toma mi cabeza y la hunde dentro de su ser.
Acaba un par de veces, mi boca está super mojada, subo y la beso, quiero que sienta sus humedades en su boca, la arrimo a sillón, pongo sus rodillas en él y sus manos extendidas. A mi vista queda esa combinación perfecta de los labios de la conchita y su culito. A pesar de ser una nena viciosa, el culito está cerrado, trabajo para mi. Bajo, huelo su cola y paso suavemente mis dedos de arriba abajo, una y otra vez, la veo moverse pidiendo más. Empiezo lentamente a pasar mi lengua por su culo, primero en círculos y luego intentando que entre, ella gime como una putita, le gusta que le dediquen tiempo a su cola. Me encanta chupar un buen culo, disfruto de eso, sentía que mi pija explotaba, pero estaba dispuesto a darle máximo placer a esa reina.
La giro, queda sentada en el sillón, y le digo que baje mi boxer, mi pija súper parada a su vista, lo toca, la mira y lentamente se la pone en la boca, disfruta pasando la lengua y luego lo mete hasta el fondo de su garganta. Sabe, se nota, disfruta y me gusta. Baja a mis huevos y los saborea una y otra vez, vuelve a mi pija, la moja, le tomo la cabeza y la ayudo a este trabajo de ida y vuelta.
Le pido que se pare, la doy vuelta y vuelve a quedar en 4 en el sillón, miro su culo y empiezo a jugar con mis dedos en la puerta de su cola, le hablo le pregunto si le gusta, obvio que quiere mas. Ingresa un dedo, juego en su cola, luego dos, la pajeo, la dilato. Apoyo la cabeza de mi pija en su cola, la meto suavemente y un suspiro de placer se apodera del momento. Sigo empujando y lentamente va entrando, sus suspiros se transforman en gemidos. Había esperado mucho por este momento y no iba a dejar pasar la oportunidad de disfrutar del culo de esta pendeja morbosa.
Entro y salgo, gemidos, chirlos en su cola despiertan gritos suaves de placer. Estamos así por un buen rato, la transpiración de nuestros cuerpos y el perfume invaden la habitación.
Su cola está bien abierta, la paro, la apoyo contra la pared frente a mi, me pongo un forro y la empiezo a coger de parado por la concha, ahora estamos frente a frente, sus tetas en mi pecho, sus gemidos intensos y su pedido de dame, quiero mas..
Alternamos poses, pero ahora su conchita es la privilegiada. Luego de un intenso momento, le pido que se arrodille y que me la chupe nuevamente, quiero que pruebe mi leche y que la misma caiga en sus tetas.. Me pajea, se la pone en la boca, espera ansiosa ese momento. Acabo y recibe leche en su boca y deja caer parte en sus tetas, las que va masajeando con sus manos mientras la esparce.
Un baño, un momento de charla, nuevamente se viste con su ropa interior, su ropa con la cual había ido a trabajar y volver a su casa. Nunca hablamos del resto, solo de nosotros, no se si alguien la esperaba a la vuelta, no se si iba a estar sola e iba a volver a probarse la ropa interior que le había llevado. Tampoco importaba mucho, nos quedamos con el recuerdo de un buen momento y un aroma a Chanel que iba a quedar en mi memoria por el resto de mi vida.
El perfume, un Chanel Nº5.
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