Aca les traigo un nuevo capitulo en esta saga que tanto me gusta y que tantos me pidieron. Hoy van a conocer un poco mas del pasado de Pame y de Moni. Espero les guste.
Muchos me estan preguntando por privado sobre cuantos relatos va a a tener esta saga y la verdad que no tengo idea, tengo mucho para escribir sobre esta historia aun asi que seguramente va a ser una serie bastante larga con al menos 10 capitulos o incluso mas.
El proximo relato lo voy a traer la semana que viene y va a ser un tanto bizarro y divertido. Despues de este nuevo proyecto voy a escribir la 3ra parte de Solcito Perez.
Sin mas Preambulo les dejo el relato. Espero lo disfruten...
Larga y revitalizante fue la siesta de Darío después de la ajetreada mañana con Mónica y Cinthia. Despertó y se entristeció al ver que era el único en la cama. Pamela no estaba y bajo las escaleras para buscarla. La encontró en el patio trasero de la casa tomando sol al borde la pileta vistiendo un microbikini que resaltaba su escultural cuerpo. Pamela estaba acostada boca abajo leyendo una revista. Tenía el cuerpo reluciente por el bronceador que tenía, esto solo resaltaba más su figura y especialmente su enorme cola. El chico quedo en silencio observando a su querida morocha, maravillándose con su cuerpo y su belleza.
- Al fin despertaste. Parece que te dejaron cansado las 2 trolas esas le dijo Pamela riéndose y mirándolo con picardía.
- Mónica esta re loca y Cinthia no se queda atrás.
- Yo les gano a las 2 le decía mientras se daba vuelta y le indicaba con su dedo para que él se acerque.
Sin dudarlo se acercó y se sentó en la silleta de playa que estaba al lado de la de Pame. Ella le acaricio el rostro y el pelo con ternura; después le indico que se saque la remera y le puso protector en el pecho y la cara. Al terminar ella le paso el bronceador y le indico que se lo ponga a ella. Con gusto empezó a pasarle la crema por las hermosas piernas de la morocha, disfrutaba del contacto de sus manos con la suave piel de ella. Termino con las piernas y subió al voluptuoso pecho de la morocha, pero ella antes se sacó el diminuto bikini que cubría sus enormes tetas. Darío se sorprendió ante esto, ante los gigantes senos que tenía en frente.
- Se nota que te gustan mucho no cierto? Le interrogaba Pamela mientras hundía la cara del chico en sus tetas.
Los senos de Pamela eran tan suaves y hermosos, Darío las chupo con gusto un buen rato hasta que ella lo acerco a su cara para besarlo lentamente. Los besos de Pamela eran los favoritos de Darío: su lengua recorría lenta y sensualmente toda su boca mientras ella le acariciaba el pelo y el rostro con mucha ternura. El deseaba que la unión de sus bocas no se termine nunca.
- Chupamelas cuando quieras le indico ella mientras le mordía el labio con cariño.
- Son muy lindas, nunca vi unas tan hermosas en mi vida.
La morocha solo se rio y coloco un poco de crema en las manos de Darío. Froto sus manos y siguió con su tarea, lo hizo lentamente tratando de disfrutar cada segundo ante la atenta mirada de Pamela. Empezó con su panza marcada con abdominales, fue subiendo poco a poco hasta las tetas, las lleno de crema y las acaricio con gusto, incluso se atrevió a pellizcarle los enormes y erectos pezones. Una vez terminado el chico se quedó admirando su labor: Las piernas y las tetas de Pame brillaban ante el sol. Era una escena perfecta.
Los 2 se acostaron en las silletas y se quedaron tomando sol y hablando. Darío no podía dejar de admirar el cuerpo de la morocha, era impresionante hasta majestuoso.
- Moni me dijo que quedó impresionada con lo de hoy, y créeme que ella no dice eso a menudo.
- Hice lo mejor que pude pero ella no para le decía él y ambos se rieron.
- ¿Te gusto Cinthia? Es un amor la putita esa.
- Es muy linda. Pensé que solo las llevaba al trabajo.
- Es nuestra zorra personal. Podes cogértela cuando quieras.
Hablaron un rato más hasta que Pame se hartó del parloteo y se sentó al lado de Darío. Lo beso fuertemente mientras su mano se deslizaba hacia su entrepierna. Poco a poco el enorme pene de Darío empezó a despertarse. Pame se agacho entre sus piernas y le quito el short que contenía la bestia. Lentamente empezó a pajearlo mientras pasaba la cabeza del pene por sus pezones duros. Darío disfrutaba del espectáculo. Con gran maestría la lengua de la morocha rozaba la punta del pene del chico que empezaba a soltar gemidos ante tal provocación. Su lengua se movía lentamente en la cabeza del pene, después bajaba recorriendo todo el largo mástil y subía de nuevo, una y otra vez ante la atenta mirada de los hermosos ojos verdes de Pame. Ojos que fijamente observaban como él se retorcía de placer. Sin más la morocha empezó a engullir el enorme pene, se lo tragaba todo sin problemas lo cual sorprendió enormemente al chico. Después bajo y succiono las bolas de Darío mientras lo seguía pajeando sin apuro. En ningún momento los ojos de Pamela dejaron de ver fijos a los de Dario. Le excitaba ver como el chico gemía y gozaba de placer ante su accionar. Decidió complacerlo aún más al poner su pene entre sus grandes tetas.
- ¿La estas pasando bien con nosotras bebe? Le decía Pamela mientras turqueaba al chico.
- Creo que estoy en el paraíso decía el provocando la risa de ambos.
- La idea es que los 3 la pasemos muy bien. Si tenes alguna idea o fantasía solo decila papi con nosotras no te guardes nada. No te das una idea de lo putas que somos.
Pame se levantó y beso de nuevo a Darío con mucha fuerza, con una mano le acariciaba el pelo y con la otra lo pajeaba. Las tetas de la morocha estaban al alcance del chico y este aprovecho para chuparlas otra vez.
- Me encanta que me las chupes papi. No pares.
La orden fue obedecida y el chico se las chupo más fuerte, le mordía los pezones, abriola boca lo más que pudo pero las tetas de Pame eran demasiado grandes.
- Vamos a la pile le indico ella.
- No sé nadar le respondió un poco avergonzado el chico.
- Prendete de mí y le extendió la mano que Darío tomo sin dudar.
Al principio el sintió un poco de miedo pero Pamela lo rodeo con sus brazos para calmarlo, lo puso contra una de las paredes de la pileta y lo beso con pasión. Sus lenguas se cruzaban lentamente como si fueran un par de novios adolescentes. Las manos de Pame rodeaban el pene de Darío mientras que las manos de el le acariciaban el hermoso rostro de la morocha. Las tetas de ella ejercían una placentera presión en el pecho del chico que sentía además los duros pezones de Pame.
Dar besos era la especialidad de Pamela: le mordía los labios y el cuello con cariño al chico para después volver besarlo con fuerza metiendo su lengua hasta el estómago de Darío.
Se acercaron a la parte playa de la pileta sin parar de besarse y tocarse.
- Sentate ahí papi le indico Pamela.
- Ahora yo quiero darte placer a vos le respondió Darío y le indico que se siente ella.
Grande y placentera fue la sorpresa de Pamela ante la petición del chico. Ahora ella obedeció y Darío se acomodó en medio de las enormes piernas de la morocha. Con mucho gusto chupo la deliciosa vagina de Pamela, que cada vez soltaba mas gemidos mientras se apretaba las tetas. Darío miraba todo con atención, le encantaba darle placer a su querida Pamela.
- Ufff papi que bueno sos decía la morocha entre gemidos de gusto.
La chupada se intensificaba más y más así como también los gritos de Pamela. Tomo el rostro del chico y lo beso fuertemente.
- Cogeme papi no aguanto más.
Se acercaron al borde, Darío se acostó y Pame lo monto rápidamente. Ambos estaban muy excitados y ya no podían esperar más. El interior de la morocha estaba muy caliente, lo quemaba de placer. El oral que el chico le había dado dejo la conchita de Pamela muy sensible, apenas empezó a moverse encima de el no pudo evitar gemir fuertemente. Sin piedad la morocha cabalgaba el pene de David, sus tetas se bamboleaban con rapidez y ambos disfrutaban enormemente. Pamela tomo ambas manos del chico y las puso en sus tetas, sabía bien lo que a el le gustaba, incluso le chupaba los dedos como un chupetín. Una sensación nueva y rara pero placentera para el. El primer orgasmo de la morocha no tardó en llegar, su hermosa cara quedo roja y emitió un fuerte grito a los 4 vientos. Como recompensa acerco sus tetas a la cara del chico que las chupo con enorme gusto.
- Haceme la cola papito, rompeme todo le indicaba entre besos.
La hermosa cola de Pamela se erguía frente a Darío que empezó chuparla y a meterle un dedo y después 2. La excitación de la morocha era tal que le dijo que se la metiera de una sin más. El obedeció pero lo hizo lento para no lastimarla, poco a poco iba moviéndose con más fuerza mientras el ponía sus manos la cintura de ella. Los suspiros de Pamela iban en aumento. La morocha volteo la cara y lo miro a los ojos mientras se mordía el labio y hacia toda clase de gestos provocadores. Mostraba sus mejores caras de putita.
- “Si mi amor si rompeme el orto” “partime al medio papi” “dale duro a tu mami” “Mas papi dame más por favor” mil y un guarradas salían de la boquita de Pamela que era una provocadora profesional. Todo esto lo hacía mirando fijamente a Darío.
El segundo orgasmo de Pame se hizo presente así como también sus gritos desaforados. Cayo rendida en el suelo ante la enculada que el chico le había pegado. Se dio vuelta con la respiración exaltada aun y Darío volvió a meter su boca entre sus piernas. El chico estaba decidido a hacerla acabar 1001 veces, nada le daba mas gusto que complacerla. La vagina de Pamela se derretía ante la experimentada lengua del chico, estaba muy sensible y sus piernas se retorcían ante el oral que le estaban dando.
- Por favor papi sos una maquina le decía ella entre gemidos.
Darío subió e hizo una nueva parada en las tetas de Pamela. Puso su pene en medio de esos senos que tanto lo excitaban y empezó a cogerlos. La morocha lo miraba y lo provocaba: “como te gustan mis tetas eh” “quiero que me cojas así siempre papi” “que reverendo pedazo de pija tenes bebe me encanta”.
El chico se levantó de encima y volvió a acostarse, esta vez Pamela lo monto de espaldas. Lentamente el pene de Darío iba entrando en la cola de la morocha que esta vez podía sentir la magnitud del enorme pene del chico. Poco a poco ella se empezó a mover, sintiendo como la pija de Darío la partía al medio. El por otro lado se deleitaba viendo como la enorme cola de Pamela se tragaba su pene, desaparecía y reaparecía, una y otra vez. El rostro de Pamela estaba rojo como un tomate, nunca había sentido algo tan grande en su ano, subía y bajaba pausadamente mientras se tocaba la conchita. Los gemidos no le salían. Una vez se acostumbró por completo empezó a acelerar el ritmo del sube y baja. Cada movimiento era como un medio orgasmo para ella, no recordaba cuando fue la última vez que estuvo tan caliente. Darío por otro lado solo disfrutaba de los movimientos de la morocha, sentía como su pene ardía de placer y esto se intensificaba aún más por todo el placer que él le estaba dando a Pame. El tercer orgasmo trajo consigo el grito más fuerte que el chico nunca había escuchado, pensó que el alma de la morocha se le iba a escapar por la boca. Pamela tuvo uno de los mejores orgasmos de toda su vida, casi se quedó sin vos, sus piernas le temblaban y todo su cuerpo no le respondía, así que cayó de espaldas sobre Darío. Ambos quedaron acostados mientras Pame recuperaba el aliento.
- Sos el mejor papi, sos increíble.
- Me encanta coger con vos le respondió Darío lleno de orgullo.
- Quiero mi leche papito. Me la vas a dar? Le pregunto Pamela volteando la cara y mirándolo con su mejor carita de zorra.
Los 2 se levantaron como pudieron y se besaron con locura. Pamela se agacho y empezó a chuparle la pija al chico con locura, quería hacerlo acabar con desesperación. Tomo el enorme falo con sus manos y lo peteo con locura, le devoro las bolas y lo pajeo fuertemente. La turca no se hizo esperar como siempre ni tampoco la boca sucia de Pamela: “Dame la leche mi amor” “Dámela toda” “quiero que me llenes toda mi cara de puta con tu lechita” “Soy una puta tragaleche papi así que por favor dame la mema por favor”.
Toda esta combinación de estímulos hizo que Darío no aguantara más y le diera a Pamela lo que tanto quería. 2 chorros de semen fueron a su boca y un tercero enorme fue a su frente y se desparramo por toda su carita. Quedo bañada en semen literalmente. Aun con la boca llena de leche Pamela succiono los restos que quedaban en la pija del chico y con un “Gracias Papi” se tragó todo ese líquido que tanto le gustaba. Darío contemplo todo extasiado y mareado aun por semejante orgasmo, le encantaba ver la hermosa cara de Pamela llena de su leche. Era una vista espectacular.
Para limpiarse un poco su cara enchastrada Pamela se dio un chapuzón mientras Darío se quedó en la orilla admirando a como ese hermoso cuerpo se desplazaba con habilidad en el agua. Al salir del agua ella se acercó al chico para abrazarlo y besarlo.
- Dejame tomar un poquito más de sol y seguimos amor.
Darío asintió sin más y ambos se volvieron a sentar. La palabra “amor” le sonaba extraño y hasta forzado pero como de lo que había pasado en estos pocos días podía catalogarse como normal decidió simplemente acostumbrarse. Hablaron y rieron bastante mientras disfrutaban de unas bebidas frescas. Ambos estaban desnudos hablando como si nada, incluso el chico intento ponerse su short pero Pamela lo reprendió.
- ¿Cómo se conocieron ustedes 2? Pregunto dudoso Darío. Esto le causaba mucha curiosidad ya que ambas mujeres eran muy hermosas pero al mismo tiempo bastante diferente: Pamela era más alegre y divertida mientras que Mónica era fría y seria.
- Una historia muy larga le respondía ella riéndose seguramente de los recuerdos que se le venían a la mente. Las 2 estábamos en un viaje de negocios hace ya unos 6 años casi, por esas cosas de la vida estábamos en el mismo hotel. En aquellos tiempos solo andaba con mujeres, me gustaban más, son muchos más simples las relaciones entre 2 mujeres. Yo solo quería encontrar una con la que pudiera voltearme todo lo que se mueva, una “compañera de fiestas” en pocas palabras le decía ella guiñándole el ojo. Eran casi las 11 de la noche, yo estaba sentada en el lobby del hotel leyendo un libro cuando vi a una rubia hermosa entrar por la puerta, me cautivo es lo único que te puedo decir. Entro puteando al tipo de recepción por no haberle reservado el cuarto que quería, con su típica cara de orto que ya la conoces. Le dijeron que espere mientras arreglaban el problema. No lo dude ni un segundo y me le acerque. Siempre fui buena para leer a la gente, todo sobre ellos está a simple vista: su ropa, su forma de caminar, de hablar, de mirar, etc. Todo está ahí solo hay que saber buscar. Me cautivo todo lo que vi de ella.
- ¿Y que viste? le decía el chico que estaba sumamente interesado en la historia.
- Una mujer muy poderosa, acostumbrada a dominar a todo el mundo, a pisotearlos sin piedad con tal de obtener lo que quería. Su voz era profunda y fuerte, se notaba que no quería que la interrumpiesen y menos aún que la contrariaran. (Las manos Pamela empezaron a bajar hacia su entrepierna, recordar todo eso la estaba excitando de nuevo). La seguí con la mirada hasta el bar donde se sirvió un whiskey sin hielo. Hasta lo que tomaba era una señal de fuerza y carácter, las mujeres no toman eso. Sin más me le acerque y pase mi mano por toda su espalda, ella ni si quiera tembló o movió un musculo.
_Conversación entre Pame Y Mónica:
- No perdes el tiempo, me viste, me deseaste y me viniste a buscar. Me gusta eso.
- Solo vine a ofrecerte una solución. Tengo un muy lindo cuarto con vista al mar, bastante grande y me siento sola porque solo estoy yo. Además tu cara me dice que te anda faltando un poco de acción. ¿Cuándo fue la última vez? ¿3 meses o 4?
- 5 y si tenes razón me hace falta una buena partuza. Vos tenes pinta de que ya tuviste unas cuantas, en estos días. ¿Cuántos hombres?
- 4 y 2 chicas mas de mi agencia. Eso fue ayer. Hoy no hice nada. Todavía.
- Así que tenes una agencia de putitas. Las modelos hacen lo que sea por su primera pasarela. ¿Que tenes pensado hacer? ¿Cuántos vas a pedir hoy?
- Estaba pensando unos 5 o 6 chicos. Podemos subir y elegirlos. Tengo una amiga en la ciudad que tiene una agencia de modelos masculinos. Tengo su cartilla, muy lindos y laburadores todos.
- Te sigo.
Las 2 se dirigieron al ascensor sin esperar más. Eran las 2 únicas personas en el pequeño habitáculo. Mónica ya estaba más que caliente y sin más se acercó a Pamela con intención de besarla con pasión. Sin dudar la morocha le frustro los planes a la rubia poniendo un dedo entre medio de sus bocas. Esto no le cayó bien a Mónica.
- No estoy acostumbrada a que me digan que no y menos que me nieguen algo.
- Si te dejara solo sería una putita más del montón y yo no soy eso le respondía Pamela mientras atraía bruscamente a Mónica hacia ella y con sus manos le apretaba su enorme culo. Nunca conociste a alguien como yo le susurraba ella muy cerca de los labios de la rubia, tentándola.
- Vamos a ver respondía Mónica alejándose de ella.
Entraron al cuarto que más bien era un penthouse con todos los lujos. Pamela le dijo que se ponga cómoda mientras hacia una llamada. La rubia se acercó al minibar y sirvió 2 vasos de whisky, se acercó a la morocha que hablaba al parecer con una mujer, chocaron los vasos en señal de “salud” y bebieron mirándose a los ojos en tono desafiante. Toda esta experiencia era nueva para Mónica que no acostumbraba a ser eclipsada por nadie, la situación le excitaba y le molestaba al mismo tiempo. Decidió seguir el juego por curiosidad, había algo en Pamela que le atraía, que le parecía distinto.
- Solo 3 chicos nos puede mandar mi amiga, el resto están ocupados le decía la morocha sentándose en un sofá.
- ¿Van a poder con nosotras? Le interrogaba Mónica imitando a Pamela y sentándose en frente.
- Se la bancan bastante decía Pamela acercándose a la rubia y sentándose en su regazo. Te aviso que la lechita de ellos es solo mía le decía mientras acariciaba uno de los pezones de la rubia por encima de su camisa. Las 2 se miraban todo el tiempo a los ojos.
- No no no, mitad y mitad le retrucaba Moni y sin aguantar más le comió la boca a la morocha con furia y pasión. Se besaron un largo largo rato, se mordían los labios y las lenguas mientras las manos de ambas recorrían sus cuerpos.
La pasión se vio interrumpida cuando se escuchó como golpeaban la puerta del cuarto. Los amiguitos de Pamela llegaron y la fiesta estaba por empezar. La morocha les abrió la puerta a los 3 afortunados y los saludo con un beso en la mejilla. Los 3 fueron inspeccionados de pies a cabeza por Moni que los saludo con una fría mirada ante la presentación de Pame.
- Bueno chicos Moni y yo estamos estamos un poco aburridas asi que andamos necesitando que unos machos nos cojan hasta el hartazgo. Especialmente a mi nueva amiga que hace rato que no la pasa bien decía Pamela mientras se acercaba a la rubia y comía la boca. Quiero ver que sabes hacer le dijo la morocha al oído al tiempo que le desabotonaba la camisa a la rubia de forma violenta. Los pechos de Mónica quedaron al descubierto, grandes y enormes. Pablito veni conmigo y ustedes 2 rómpanle todo a la trola esta.
Los 2 hombres hicieron caso omiso a la orden, se acercaron a la rubia, sin dudarlo la empezaron a besar y a manosear todo su imponente cuerpo. Los 2 se besaban y se tocaban intensamente, uno besaba a la rubia y el otro le chupaba los enormes senos, se turnaban asi. Le sacaron la pollera y le amasaban la enorme cola a la rubia que les devoraba la boca a los 2 mostrando toda su experiencia.
Mientras tanto Pamela se había vuelto a sentar y observaba todo cómodamente mientras el muchacho sobrante le comía la conchita. Uno de los chicos se puso detrás de Mónica y empezó a apretarle las tetas y a meter un par de dedos en su vagina mojada, mientras el otro le comía la boca a ella. Todo esto observado atentamente por Pamela que quería ver el nivel de “putes” de la rubia.
Sin aguantar más Mónica se agacho y empezó a degustar las pijas de sus 2 machos: Chupaba con fuerza y maestría mientras pajeaba al otro; tomaba una pija y se la tragaba toda y después hacia lo mismo con la otra; los pajeaba a ambos y chocaba las puntas de los penes contra su cara. La rubia era una maestra en el arte del sexo oral. Ambos muchachos se sorprendieron ante semejante habilidad.
- ¿Me van a coger pendejos de mierda? Les pregunto Moni sin parar de pajearlos y mirándolos a los ojos.
Los 2 solo asintieron y la llevaron a la cama. La rubia se puso en 4 y uno de los chicos empezó a comerle la conchita mientras el otro le cogía la boca. El que estaba atrás empezó a penetrarla sin esperar más y poco a poco el cuarto empezaba a llenarse de gemidos y gritos de placer. Pamela seguía observando todo sentada con el chico chupándole las tetas con desesperación.
- Duro papi dame duro rompeme todo le ordenaba Mónica al que bombeaba desde atrás.
Sin dudarlo el chico obedeció pegándole un chirlo en la cola mientras el otro le pegaba en la cara con su pija a la rubia. A moni le gustaba fuerte y los 2 empezaban a entender, Pamela empezaba a entender.
- Que buen orto que tenes hdp le decía el de atrás mientras le metía un dedo en la cola. Dejame cogértelo putita.
- Te lo tenes que ganar putito y así como vas hasta ahora no creo le reprimía Mónica.
La rubia le había tocado el orgullo al pibe y este empezó a bombear más y más con la esperanza de poder probar esa cola hermosa. Al cabo de un rato los chicos cambiaron de lugar y el que estaba detrás empezando a cogerle la boca a Moni con dureza tratando de castigarla por sus palabras. El otro también se estaba cogiendo a la rubia con furia y además pegándole varios nalgazos fuertes.
- Muy bien vos si sabes cómo se coge a una puta, mi cola es toda tuya papi y vos putito te falta mejorar pero te voy a dar otra oportunidad les decía y se volvía a meterse la pija entera en la boca.
- Que puta que es su amiguita Sra.David le decía el de adelante mientras empezaba a meterle 2 dedos en la cola a la rubia.
Mónica se acomodó para que ambos pudieran penetrar sus 2 agujeros. La rubia se irguió un poco y empezó a disfrutar de cómo sus 2 machos la penetraban con ganas, el de atrás era el que la tenía más grande y le estaba rompiendo el culo sin piedad mientras que el que estaba abajo le mordía las tetas con descaro. Mientras tanto el Pablito se estaba pajeando en la cara de Pamela tal como ella le había ordenado, no quería perderse ni un segundo del show.
- Te enojaste putito? Eh? Le decía Mónica al que estaba abajo penetrándole la conchita. Se llevó una de las manos del chico a la boca y empezó a chuparle los dedos. Con esa misma mano ella misma se pegó un cachetazo en la cara para indicarle al de abajo lo que quería.
- ¿Te gusta que te fajen pedazo de puta? Le decía el mientras le pegaba una cachetada despacio.
- Mas fuerte putito, pégame con ganas hdp.
Sin dudarlo él le pego otra cachetada con el doble de fuerza que la primera y otra y otra y otra. A Mónica esto le encantaba y hasta lo provocaba para que el chico le diera más fuerte. El muchacho de atrás seguía bombeando sin parar y también le pegaba chirlos fuertes en la cola a la rubia. El primer orgasmo de Moni no tardó en llegar ante tantos estímulos, y soltó un grito que se escuchó en todo el piso 9 donde estaba llevándose a cabo la partuza. La rubia cayó rendida en el pecho del vago que estaba abajo mientras el otro seguía haciéndole la cola sin parar.
- ¿Me Queres romper el culo putito? Le decía Mónica mientras le mordia el labio inferior al chico.
- Quiero hacerte gritar puta de mierda le respondió el mientras le comía la boca.
Se acostaron los 3 y se pusieron de costado con Mónica en el medio y siguieron dándole sin parar. La rubia le morfaba al pibe que tenía adelante mientras el de atrás, bautizado putito por Moni, le bombeaba su cola con fuerza. Pamela y su chico se acercaron a la cama y se unieron a la fiesta. La morocha monto al muchacho y empezó a saltar con locura. El que estaba de frente a Moni se paró y acerco su pija a la boca de Pamela que empezó a chuparla con gusto.
- Tiene gusto a concha de puta dijo Pamela mirando a la rubia que se reía mientras seguía gozando con su enculada.
Las 2 se pusieron en 4 y los muchachos tomaban turnos para encularlas, las 2 se besaban y gozaban ante el esfuerzo de los 3 chicos. Putito se acostó en frente a ellas 2 y les dio su pija para que ambas se la chupasen mientras los otros 2 seguían bombeando sin parar. Las 2 le dieron al muchacho el mejor pete de su vida: una se tragaba la pija hasta el fondo y se la pasaba a la otra que hacía lo mismo, lo pajeaban y se besaban mientras lo hacían, una le comía las bolas y la otra le chupaba la pija con desesperación. El chico no podía creer lo que estaba viviendo, era una locura que termino desbordándolo y sin querer termino acabando en la cara de Mónica. Sin perder tiempo Pamela empezó a lamer toda la cara de la rubia que estaba bañada en semen. Al terminar de “limpiarla” se besaron con locura mientras el semen caía por sus bocas.
- Perdon Sra.David, no quería…es que me la chuparon muy bien y no pude trato de justificarse el chico muy apenado.
- Quiero esa pija bien dura de vuelta. Ya le reprimió Pamela al momento que empezaba a pajearlo de vuelta.
- ¿Qué paso putito? No te bancas nada le decía Mónica mientras le comía las bolas al chico.
Los 2 chicos que estaban bombeando se levantaron y acercaron sus pijas a las mujeres que las chuparon con gusto y dedicación como buenas putas. Ambas los peteaban y los pajeaban con maestría a los 3 chicos, les comían las bolas, se tragaban sus pijas hasta el fondo y después se besaban con locura con sus bocas llenas del jugo de los penes. Una vez que las 3 pijas estaban paradas por igual decidieron seguir.
- Dejame sola con putito le dijo Mónica a Pamela. Voy a enseñarle a coger.
- Todo tuyo respondió Pame mientras se acostaba y abría las piernas lista para seguir jugando. Uno de los chicos empezó a penetrarla mientras el otro le devoraba las tetas.
- Acostate le ordeno Mónica al chico que obedeció sin chistar. Vas a durar lo que yo te diga putito, tenes prohibido acabar hasta que yo te diga, me escuchaste? Le decía Mónica mientras se acomodaba arriba del chico que solo asintió ante la pregunta.
Sin piedad la rubia empezó a montar al chico. Su cintura se movía como el de una actriz porno con 50 años de experiencia, sus tetas danzaban de arriba abajo con rapidez y el chico solo disfrutaba de los hábiles movimientos desde una posición privilegiada. “que buenas tetas” le elogio Pamela mientras le chupaba la pija al muchacho restante. El otro seguía entre sus piernas bombeando hasta que la morocha tuvo su primer orgasmo que hizo que todo su cuerpo se retorciera de placer.
- Te gusta cogerme no cierto hdp? Le interrogaba Mónica a su chico.
- Sos muy puta, me encantas trola de mierda le retrucaba putito.
- Así me gusta pendejo, acá tenes tu premio le respondió Mónica mientras acercaba sus tetas a la boca del chico que las chupo y mordió con gusto.
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La fiesta siguió por 20 minutos más, los 3 chicos hacían lo posible por seguirles el ritmo a esas 2 ninfómanas pero ya no pudieron aguantar más. Pamela y Mónica se arrodillaron en el piso y empezaron a chuparles las pijas a los 3 con desesperación. Querían tomar la leche a toda costa.
- Acodarte que toda la chele es mía dijo Pamela mientras turqueaba a uno de los afortunados.
- Ni loca. Hace mil años que no tomo la mamadera.
- Quiero que nos bañen con su lechita rica manga de pajeros les ordeno Pamela y los 3 hicieron caso omiso.
Las 2 juntaron sus caritas, abrieron sus bocas lo más que pudieron y los chicos las bañaron en leche, chorros y chorros cayeron en sus hermosas caras, sus bocas y sus tetas. Sin perder el tiempo se besaron las 2 con una locura y pasión nunca vista, sus bocas llenas de semen se fusionaban en un morboso beso, el primero de muchos que ellas 2 se darían. Se chuparon las tetas mutuamente para no desperdiciar ni una sola gota y se volvieron a besar, limpiaron los restos de semen de cada uno de los penes y se besaron nuevamente con locura.
Al terminar fueron al baño a limpiarse la cara y los restos del pelo.
- Sos más puta de lo que pensé le decía Pamela acercándose por atrás y abrazando a la rubia.
- Lo mismo digo decía Mónica girando el cuello para besar a su amante.
- Fuiste muy mala con el pobre pibe le recrimino riendo la morocha.
- Con putito? Se lo merece por precoz respondió Mónica y ambas rieron. La rubia no recordaba la última vez que se había reído con tantas ganas.
Las 2 se besaron un rato más y salieron del baño al cabo de unos 10 minutos. Los 3 muchachos ya estaban vestidos y listos para irse.
- Donde se van? Esto recién empieza les indico Pamela mirando a la rubia.
Los 3 chicos se miraron y no tuvieron otra opción que seguir atendiéndolas. La fiesta siguió hasta el amanecer, las 2 mujeres no tuvieron piedad alguna con los muchachos que ya a lo último les rogaban para que paren. No podían más, las 2 les habían succionado hasta el alma. Los 3 se fueron extenuados casi rengueando del cuarto.
Actualidad:
- Nos quedamos en el hotel unos 4 días más hasta que nos echaron por ruidos molestos. Todo el edificio se quejó jajjaa. Hicimos fiestas así los 4 días siguientes, cada una más loca que la otra. La última fue la que colmo el vaso: éramos nosotras 2 y tres de mis chicas contra 9 flacos. Una locura.
- ¿Volvieron juntas después de eso?
- Si y no nos separamos más. Tuvimos problemas al principio para acomodar nuestras vidas y horarios de trabajo pero todo valió la pena. Parece que mi historia te gusto le decía Pamela señalando el pene de Darío que ya estaba erecto otra vez. Vamos adentro papi le indico ella.
Entraron y volvieron a hacerlo, el chico estaba más que excitado por la candente historia que Pamela le había contado y tuvieron un encuentro incluso mejor que el de la pileta. Al caer la noche prepararon la cena y esperaron a Mónica para comer. Terminaron, lavaron los platos y los 3 subieron para darse placer mutuo una vez más. Darío termino exhausto su primer día pero nunca estuvo tan feliz en toda su vida, le encantaba dormir acompañado y sintiendo el calor y la suavidad de esas 2 hermosas mujeres con las debía convivir de ahora en más.
Gracias por leer el relato y espero que te haya gustado. Por favor cualquier sugerencia o consejo dejarlo en los comentarios. Muchas gracias a todos por los puntos del post anterior. Saludos
Muchos me estan preguntando por privado sobre cuantos relatos va a a tener esta saga y la verdad que no tengo idea, tengo mucho para escribir sobre esta historia aun asi que seguramente va a ser una serie bastante larga con al menos 10 capitulos o incluso mas.
El proximo relato lo voy a traer la semana que viene y va a ser un tanto bizarro y divertido. Despues de este nuevo proyecto voy a escribir la 3ra parte de Solcito Perez.
Sin mas Preambulo les dejo el relato. Espero lo disfruten...
Larga y revitalizante fue la siesta de Darío después de la ajetreada mañana con Mónica y Cinthia. Despertó y se entristeció al ver que era el único en la cama. Pamela no estaba y bajo las escaleras para buscarla. La encontró en el patio trasero de la casa tomando sol al borde la pileta vistiendo un microbikini que resaltaba su escultural cuerpo. Pamela estaba acostada boca abajo leyendo una revista. Tenía el cuerpo reluciente por el bronceador que tenía, esto solo resaltaba más su figura y especialmente su enorme cola. El chico quedo en silencio observando a su querida morocha, maravillándose con su cuerpo y su belleza.
- Al fin despertaste. Parece que te dejaron cansado las 2 trolas esas le dijo Pamela riéndose y mirándolo con picardía.
- Mónica esta re loca y Cinthia no se queda atrás.
- Yo les gano a las 2 le decía mientras se daba vuelta y le indicaba con su dedo para que él se acerque.
Sin dudarlo se acercó y se sentó en la silleta de playa que estaba al lado de la de Pame. Ella le acaricio el rostro y el pelo con ternura; después le indico que se saque la remera y le puso protector en el pecho y la cara. Al terminar ella le paso el bronceador y le indico que se lo ponga a ella. Con gusto empezó a pasarle la crema por las hermosas piernas de la morocha, disfrutaba del contacto de sus manos con la suave piel de ella. Termino con las piernas y subió al voluptuoso pecho de la morocha, pero ella antes se sacó el diminuto bikini que cubría sus enormes tetas. Darío se sorprendió ante esto, ante los gigantes senos que tenía en frente.
- Se nota que te gustan mucho no cierto? Le interrogaba Pamela mientras hundía la cara del chico en sus tetas.
Los senos de Pamela eran tan suaves y hermosos, Darío las chupo con gusto un buen rato hasta que ella lo acerco a su cara para besarlo lentamente. Los besos de Pamela eran los favoritos de Darío: su lengua recorría lenta y sensualmente toda su boca mientras ella le acariciaba el pelo y el rostro con mucha ternura. El deseaba que la unión de sus bocas no se termine nunca.
- Chupamelas cuando quieras le indico ella mientras le mordía el labio con cariño.
- Son muy lindas, nunca vi unas tan hermosas en mi vida.
La morocha solo se rio y coloco un poco de crema en las manos de Darío. Froto sus manos y siguió con su tarea, lo hizo lentamente tratando de disfrutar cada segundo ante la atenta mirada de Pamela. Empezó con su panza marcada con abdominales, fue subiendo poco a poco hasta las tetas, las lleno de crema y las acaricio con gusto, incluso se atrevió a pellizcarle los enormes y erectos pezones. Una vez terminado el chico se quedó admirando su labor: Las piernas y las tetas de Pame brillaban ante el sol. Era una escena perfecta.
Los 2 se acostaron en las silletas y se quedaron tomando sol y hablando. Darío no podía dejar de admirar el cuerpo de la morocha, era impresionante hasta majestuoso.
- Moni me dijo que quedó impresionada con lo de hoy, y créeme que ella no dice eso a menudo.
- Hice lo mejor que pude pero ella no para le decía él y ambos se rieron.
- ¿Te gusto Cinthia? Es un amor la putita esa.
- Es muy linda. Pensé que solo las llevaba al trabajo.
- Es nuestra zorra personal. Podes cogértela cuando quieras.
Hablaron un rato más hasta que Pame se hartó del parloteo y se sentó al lado de Darío. Lo beso fuertemente mientras su mano se deslizaba hacia su entrepierna. Poco a poco el enorme pene de Darío empezó a despertarse. Pame se agacho entre sus piernas y le quito el short que contenía la bestia. Lentamente empezó a pajearlo mientras pasaba la cabeza del pene por sus pezones duros. Darío disfrutaba del espectáculo. Con gran maestría la lengua de la morocha rozaba la punta del pene del chico que empezaba a soltar gemidos ante tal provocación. Su lengua se movía lentamente en la cabeza del pene, después bajaba recorriendo todo el largo mástil y subía de nuevo, una y otra vez ante la atenta mirada de los hermosos ojos verdes de Pame. Ojos que fijamente observaban como él se retorcía de placer. Sin más la morocha empezó a engullir el enorme pene, se lo tragaba todo sin problemas lo cual sorprendió enormemente al chico. Después bajo y succiono las bolas de Darío mientras lo seguía pajeando sin apuro. En ningún momento los ojos de Pamela dejaron de ver fijos a los de Dario. Le excitaba ver como el chico gemía y gozaba de placer ante su accionar. Decidió complacerlo aún más al poner su pene entre sus grandes tetas.
- ¿La estas pasando bien con nosotras bebe? Le decía Pamela mientras turqueaba al chico.
- Creo que estoy en el paraíso decía el provocando la risa de ambos.
- La idea es que los 3 la pasemos muy bien. Si tenes alguna idea o fantasía solo decila papi con nosotras no te guardes nada. No te das una idea de lo putas que somos.
Pame se levantó y beso de nuevo a Darío con mucha fuerza, con una mano le acariciaba el pelo y con la otra lo pajeaba. Las tetas de la morocha estaban al alcance del chico y este aprovecho para chuparlas otra vez.
- Me encanta que me las chupes papi. No pares.
La orden fue obedecida y el chico se las chupo más fuerte, le mordía los pezones, abriola boca lo más que pudo pero las tetas de Pame eran demasiado grandes.
- Vamos a la pile le indico ella.
- No sé nadar le respondió un poco avergonzado el chico.
- Prendete de mí y le extendió la mano que Darío tomo sin dudar.
Al principio el sintió un poco de miedo pero Pamela lo rodeo con sus brazos para calmarlo, lo puso contra una de las paredes de la pileta y lo beso con pasión. Sus lenguas se cruzaban lentamente como si fueran un par de novios adolescentes. Las manos de Pame rodeaban el pene de Darío mientras que las manos de el le acariciaban el hermoso rostro de la morocha. Las tetas de ella ejercían una placentera presión en el pecho del chico que sentía además los duros pezones de Pame.
Dar besos era la especialidad de Pamela: le mordía los labios y el cuello con cariño al chico para después volver besarlo con fuerza metiendo su lengua hasta el estómago de Darío.
Se acercaron a la parte playa de la pileta sin parar de besarse y tocarse.
- Sentate ahí papi le indico Pamela.
- Ahora yo quiero darte placer a vos le respondió Darío y le indico que se siente ella.
Grande y placentera fue la sorpresa de Pamela ante la petición del chico. Ahora ella obedeció y Darío se acomodó en medio de las enormes piernas de la morocha. Con mucho gusto chupo la deliciosa vagina de Pamela, que cada vez soltaba mas gemidos mientras se apretaba las tetas. Darío miraba todo con atención, le encantaba darle placer a su querida Pamela.
- Ufff papi que bueno sos decía la morocha entre gemidos de gusto.
La chupada se intensificaba más y más así como también los gritos de Pamela. Tomo el rostro del chico y lo beso fuertemente.
- Cogeme papi no aguanto más.
Se acercaron al borde, Darío se acostó y Pame lo monto rápidamente. Ambos estaban muy excitados y ya no podían esperar más. El interior de la morocha estaba muy caliente, lo quemaba de placer. El oral que el chico le había dado dejo la conchita de Pamela muy sensible, apenas empezó a moverse encima de el no pudo evitar gemir fuertemente. Sin piedad la morocha cabalgaba el pene de David, sus tetas se bamboleaban con rapidez y ambos disfrutaban enormemente. Pamela tomo ambas manos del chico y las puso en sus tetas, sabía bien lo que a el le gustaba, incluso le chupaba los dedos como un chupetín. Una sensación nueva y rara pero placentera para el. El primer orgasmo de la morocha no tardó en llegar, su hermosa cara quedo roja y emitió un fuerte grito a los 4 vientos. Como recompensa acerco sus tetas a la cara del chico que las chupo con enorme gusto.
- Haceme la cola papito, rompeme todo le indicaba entre besos.
La hermosa cola de Pamela se erguía frente a Darío que empezó chuparla y a meterle un dedo y después 2. La excitación de la morocha era tal que le dijo que se la metiera de una sin más. El obedeció pero lo hizo lento para no lastimarla, poco a poco iba moviéndose con más fuerza mientras el ponía sus manos la cintura de ella. Los suspiros de Pamela iban en aumento. La morocha volteo la cara y lo miro a los ojos mientras se mordía el labio y hacia toda clase de gestos provocadores. Mostraba sus mejores caras de putita.
- “Si mi amor si rompeme el orto” “partime al medio papi” “dale duro a tu mami” “Mas papi dame más por favor” mil y un guarradas salían de la boquita de Pamela que era una provocadora profesional. Todo esto lo hacía mirando fijamente a Darío.
El segundo orgasmo de Pame se hizo presente así como también sus gritos desaforados. Cayo rendida en el suelo ante la enculada que el chico le había pegado. Se dio vuelta con la respiración exaltada aun y Darío volvió a meter su boca entre sus piernas. El chico estaba decidido a hacerla acabar 1001 veces, nada le daba mas gusto que complacerla. La vagina de Pamela se derretía ante la experimentada lengua del chico, estaba muy sensible y sus piernas se retorcían ante el oral que le estaban dando.
- Por favor papi sos una maquina le decía ella entre gemidos.
Darío subió e hizo una nueva parada en las tetas de Pamela. Puso su pene en medio de esos senos que tanto lo excitaban y empezó a cogerlos. La morocha lo miraba y lo provocaba: “como te gustan mis tetas eh” “quiero que me cojas así siempre papi” “que reverendo pedazo de pija tenes bebe me encanta”.
El chico se levantó de encima y volvió a acostarse, esta vez Pamela lo monto de espaldas. Lentamente el pene de Darío iba entrando en la cola de la morocha que esta vez podía sentir la magnitud del enorme pene del chico. Poco a poco ella se empezó a mover, sintiendo como la pija de Darío la partía al medio. El por otro lado se deleitaba viendo como la enorme cola de Pamela se tragaba su pene, desaparecía y reaparecía, una y otra vez. El rostro de Pamela estaba rojo como un tomate, nunca había sentido algo tan grande en su ano, subía y bajaba pausadamente mientras se tocaba la conchita. Los gemidos no le salían. Una vez se acostumbró por completo empezó a acelerar el ritmo del sube y baja. Cada movimiento era como un medio orgasmo para ella, no recordaba cuando fue la última vez que estuvo tan caliente. Darío por otro lado solo disfrutaba de los movimientos de la morocha, sentía como su pene ardía de placer y esto se intensificaba aún más por todo el placer que él le estaba dando a Pame. El tercer orgasmo trajo consigo el grito más fuerte que el chico nunca había escuchado, pensó que el alma de la morocha se le iba a escapar por la boca. Pamela tuvo uno de los mejores orgasmos de toda su vida, casi se quedó sin vos, sus piernas le temblaban y todo su cuerpo no le respondía, así que cayó de espaldas sobre Darío. Ambos quedaron acostados mientras Pame recuperaba el aliento.
- Sos el mejor papi, sos increíble.
- Me encanta coger con vos le respondió Darío lleno de orgullo.
- Quiero mi leche papito. Me la vas a dar? Le pregunto Pamela volteando la cara y mirándolo con su mejor carita de zorra.
Los 2 se levantaron como pudieron y se besaron con locura. Pamela se agacho y empezó a chuparle la pija al chico con locura, quería hacerlo acabar con desesperación. Tomo el enorme falo con sus manos y lo peteo con locura, le devoro las bolas y lo pajeo fuertemente. La turca no se hizo esperar como siempre ni tampoco la boca sucia de Pamela: “Dame la leche mi amor” “Dámela toda” “quiero que me llenes toda mi cara de puta con tu lechita” “Soy una puta tragaleche papi así que por favor dame la mema por favor”.
Toda esta combinación de estímulos hizo que Darío no aguantara más y le diera a Pamela lo que tanto quería. 2 chorros de semen fueron a su boca y un tercero enorme fue a su frente y se desparramo por toda su carita. Quedo bañada en semen literalmente. Aun con la boca llena de leche Pamela succiono los restos que quedaban en la pija del chico y con un “Gracias Papi” se tragó todo ese líquido que tanto le gustaba. Darío contemplo todo extasiado y mareado aun por semejante orgasmo, le encantaba ver la hermosa cara de Pamela llena de su leche. Era una vista espectacular.
Para limpiarse un poco su cara enchastrada Pamela se dio un chapuzón mientras Darío se quedó en la orilla admirando a como ese hermoso cuerpo se desplazaba con habilidad en el agua. Al salir del agua ella se acercó al chico para abrazarlo y besarlo.
- Dejame tomar un poquito más de sol y seguimos amor.
Darío asintió sin más y ambos se volvieron a sentar. La palabra “amor” le sonaba extraño y hasta forzado pero como de lo que había pasado en estos pocos días podía catalogarse como normal decidió simplemente acostumbrarse. Hablaron y rieron bastante mientras disfrutaban de unas bebidas frescas. Ambos estaban desnudos hablando como si nada, incluso el chico intento ponerse su short pero Pamela lo reprendió.
- ¿Cómo se conocieron ustedes 2? Pregunto dudoso Darío. Esto le causaba mucha curiosidad ya que ambas mujeres eran muy hermosas pero al mismo tiempo bastante diferente: Pamela era más alegre y divertida mientras que Mónica era fría y seria.
- Una historia muy larga le respondía ella riéndose seguramente de los recuerdos que se le venían a la mente. Las 2 estábamos en un viaje de negocios hace ya unos 6 años casi, por esas cosas de la vida estábamos en el mismo hotel. En aquellos tiempos solo andaba con mujeres, me gustaban más, son muchos más simples las relaciones entre 2 mujeres. Yo solo quería encontrar una con la que pudiera voltearme todo lo que se mueva, una “compañera de fiestas” en pocas palabras le decía ella guiñándole el ojo. Eran casi las 11 de la noche, yo estaba sentada en el lobby del hotel leyendo un libro cuando vi a una rubia hermosa entrar por la puerta, me cautivo es lo único que te puedo decir. Entro puteando al tipo de recepción por no haberle reservado el cuarto que quería, con su típica cara de orto que ya la conoces. Le dijeron que espere mientras arreglaban el problema. No lo dude ni un segundo y me le acerque. Siempre fui buena para leer a la gente, todo sobre ellos está a simple vista: su ropa, su forma de caminar, de hablar, de mirar, etc. Todo está ahí solo hay que saber buscar. Me cautivo todo lo que vi de ella.
- ¿Y que viste? le decía el chico que estaba sumamente interesado en la historia.
- Una mujer muy poderosa, acostumbrada a dominar a todo el mundo, a pisotearlos sin piedad con tal de obtener lo que quería. Su voz era profunda y fuerte, se notaba que no quería que la interrumpiesen y menos aún que la contrariaran. (Las manos Pamela empezaron a bajar hacia su entrepierna, recordar todo eso la estaba excitando de nuevo). La seguí con la mirada hasta el bar donde se sirvió un whiskey sin hielo. Hasta lo que tomaba era una señal de fuerza y carácter, las mujeres no toman eso. Sin más me le acerque y pase mi mano por toda su espalda, ella ni si quiera tembló o movió un musculo.
_Conversación entre Pame Y Mónica:
- No perdes el tiempo, me viste, me deseaste y me viniste a buscar. Me gusta eso.
- Solo vine a ofrecerte una solución. Tengo un muy lindo cuarto con vista al mar, bastante grande y me siento sola porque solo estoy yo. Además tu cara me dice que te anda faltando un poco de acción. ¿Cuándo fue la última vez? ¿3 meses o 4?
- 5 y si tenes razón me hace falta una buena partuza. Vos tenes pinta de que ya tuviste unas cuantas, en estos días. ¿Cuántos hombres?
- 4 y 2 chicas mas de mi agencia. Eso fue ayer. Hoy no hice nada. Todavía.
- Así que tenes una agencia de putitas. Las modelos hacen lo que sea por su primera pasarela. ¿Que tenes pensado hacer? ¿Cuántos vas a pedir hoy?
- Estaba pensando unos 5 o 6 chicos. Podemos subir y elegirlos. Tengo una amiga en la ciudad que tiene una agencia de modelos masculinos. Tengo su cartilla, muy lindos y laburadores todos.
- Te sigo.
Las 2 se dirigieron al ascensor sin esperar más. Eran las 2 únicas personas en el pequeño habitáculo. Mónica ya estaba más que caliente y sin más se acercó a Pamela con intención de besarla con pasión. Sin dudar la morocha le frustro los planes a la rubia poniendo un dedo entre medio de sus bocas. Esto no le cayó bien a Mónica.
- No estoy acostumbrada a que me digan que no y menos que me nieguen algo.
- Si te dejara solo sería una putita más del montón y yo no soy eso le respondía Pamela mientras atraía bruscamente a Mónica hacia ella y con sus manos le apretaba su enorme culo. Nunca conociste a alguien como yo le susurraba ella muy cerca de los labios de la rubia, tentándola.
- Vamos a ver respondía Mónica alejándose de ella.
Entraron al cuarto que más bien era un penthouse con todos los lujos. Pamela le dijo que se ponga cómoda mientras hacia una llamada. La rubia se acercó al minibar y sirvió 2 vasos de whisky, se acercó a la morocha que hablaba al parecer con una mujer, chocaron los vasos en señal de “salud” y bebieron mirándose a los ojos en tono desafiante. Toda esta experiencia era nueva para Mónica que no acostumbraba a ser eclipsada por nadie, la situación le excitaba y le molestaba al mismo tiempo. Decidió seguir el juego por curiosidad, había algo en Pamela que le atraía, que le parecía distinto.
- Solo 3 chicos nos puede mandar mi amiga, el resto están ocupados le decía la morocha sentándose en un sofá.
- ¿Van a poder con nosotras? Le interrogaba Mónica imitando a Pamela y sentándose en frente.
- Se la bancan bastante decía Pamela acercándose a la rubia y sentándose en su regazo. Te aviso que la lechita de ellos es solo mía le decía mientras acariciaba uno de los pezones de la rubia por encima de su camisa. Las 2 se miraban todo el tiempo a los ojos.
- No no no, mitad y mitad le retrucaba Moni y sin aguantar más le comió la boca a la morocha con furia y pasión. Se besaron un largo largo rato, se mordían los labios y las lenguas mientras las manos de ambas recorrían sus cuerpos.
La pasión se vio interrumpida cuando se escuchó como golpeaban la puerta del cuarto. Los amiguitos de Pamela llegaron y la fiesta estaba por empezar. La morocha les abrió la puerta a los 3 afortunados y los saludo con un beso en la mejilla. Los 3 fueron inspeccionados de pies a cabeza por Moni que los saludo con una fría mirada ante la presentación de Pame.
- Bueno chicos Moni y yo estamos estamos un poco aburridas asi que andamos necesitando que unos machos nos cojan hasta el hartazgo. Especialmente a mi nueva amiga que hace rato que no la pasa bien decía Pamela mientras se acercaba a la rubia y comía la boca. Quiero ver que sabes hacer le dijo la morocha al oído al tiempo que le desabotonaba la camisa a la rubia de forma violenta. Los pechos de Mónica quedaron al descubierto, grandes y enormes. Pablito veni conmigo y ustedes 2 rómpanle todo a la trola esta.
Los 2 hombres hicieron caso omiso a la orden, se acercaron a la rubia, sin dudarlo la empezaron a besar y a manosear todo su imponente cuerpo. Los 2 se besaban y se tocaban intensamente, uno besaba a la rubia y el otro le chupaba los enormes senos, se turnaban asi. Le sacaron la pollera y le amasaban la enorme cola a la rubia que les devoraba la boca a los 2 mostrando toda su experiencia.
Mientras tanto Pamela se había vuelto a sentar y observaba todo cómodamente mientras el muchacho sobrante le comía la conchita. Uno de los chicos se puso detrás de Mónica y empezó a apretarle las tetas y a meter un par de dedos en su vagina mojada, mientras el otro le comía la boca a ella. Todo esto observado atentamente por Pamela que quería ver el nivel de “putes” de la rubia.
Sin aguantar más Mónica se agacho y empezó a degustar las pijas de sus 2 machos: Chupaba con fuerza y maestría mientras pajeaba al otro; tomaba una pija y se la tragaba toda y después hacia lo mismo con la otra; los pajeaba a ambos y chocaba las puntas de los penes contra su cara. La rubia era una maestra en el arte del sexo oral. Ambos muchachos se sorprendieron ante semejante habilidad.
- ¿Me van a coger pendejos de mierda? Les pregunto Moni sin parar de pajearlos y mirándolos a los ojos.
Los 2 solo asintieron y la llevaron a la cama. La rubia se puso en 4 y uno de los chicos empezó a comerle la conchita mientras el otro le cogía la boca. El que estaba atrás empezó a penetrarla sin esperar más y poco a poco el cuarto empezaba a llenarse de gemidos y gritos de placer. Pamela seguía observando todo sentada con el chico chupándole las tetas con desesperación.
- Duro papi dame duro rompeme todo le ordenaba Mónica al que bombeaba desde atrás.
Sin dudarlo el chico obedeció pegándole un chirlo en la cola mientras el otro le pegaba en la cara con su pija a la rubia. A moni le gustaba fuerte y los 2 empezaban a entender, Pamela empezaba a entender.
- Que buen orto que tenes hdp le decía el de atrás mientras le metía un dedo en la cola. Dejame cogértelo putita.
- Te lo tenes que ganar putito y así como vas hasta ahora no creo le reprimía Mónica.
La rubia le había tocado el orgullo al pibe y este empezó a bombear más y más con la esperanza de poder probar esa cola hermosa. Al cabo de un rato los chicos cambiaron de lugar y el que estaba detrás empezando a cogerle la boca a Moni con dureza tratando de castigarla por sus palabras. El otro también se estaba cogiendo a la rubia con furia y además pegándole varios nalgazos fuertes.
- Muy bien vos si sabes cómo se coge a una puta, mi cola es toda tuya papi y vos putito te falta mejorar pero te voy a dar otra oportunidad les decía y se volvía a meterse la pija entera en la boca.
- Que puta que es su amiguita Sra.David le decía el de adelante mientras empezaba a meterle 2 dedos en la cola a la rubia.
Mónica se acomodó para que ambos pudieran penetrar sus 2 agujeros. La rubia se irguió un poco y empezó a disfrutar de cómo sus 2 machos la penetraban con ganas, el de atrás era el que la tenía más grande y le estaba rompiendo el culo sin piedad mientras que el que estaba abajo le mordía las tetas con descaro. Mientras tanto el Pablito se estaba pajeando en la cara de Pamela tal como ella le había ordenado, no quería perderse ni un segundo del show.
- Te enojaste putito? Eh? Le decía Mónica al que estaba abajo penetrándole la conchita. Se llevó una de las manos del chico a la boca y empezó a chuparle los dedos. Con esa misma mano ella misma se pegó un cachetazo en la cara para indicarle al de abajo lo que quería.
- ¿Te gusta que te fajen pedazo de puta? Le decía el mientras le pegaba una cachetada despacio.
- Mas fuerte putito, pégame con ganas hdp.
Sin dudarlo él le pego otra cachetada con el doble de fuerza que la primera y otra y otra y otra. A Mónica esto le encantaba y hasta lo provocaba para que el chico le diera más fuerte. El muchacho de atrás seguía bombeando sin parar y también le pegaba chirlos fuertes en la cola a la rubia. El primer orgasmo de Moni no tardó en llegar ante tantos estímulos, y soltó un grito que se escuchó en todo el piso 9 donde estaba llevándose a cabo la partuza. La rubia cayó rendida en el pecho del vago que estaba abajo mientras el otro seguía haciéndole la cola sin parar.
- ¿Me Queres romper el culo putito? Le decía Mónica mientras le mordia el labio inferior al chico.
- Quiero hacerte gritar puta de mierda le respondió el mientras le comía la boca.
Se acostaron los 3 y se pusieron de costado con Mónica en el medio y siguieron dándole sin parar. La rubia le morfaba al pibe que tenía adelante mientras el de atrás, bautizado putito por Moni, le bombeaba su cola con fuerza. Pamela y su chico se acercaron a la cama y se unieron a la fiesta. La morocha monto al muchacho y empezó a saltar con locura. El que estaba de frente a Moni se paró y acerco su pija a la boca de Pamela que empezó a chuparla con gusto.
- Tiene gusto a concha de puta dijo Pamela mirando a la rubia que se reía mientras seguía gozando con su enculada.
Las 2 se pusieron en 4 y los muchachos tomaban turnos para encularlas, las 2 se besaban y gozaban ante el esfuerzo de los 3 chicos. Putito se acostó en frente a ellas 2 y les dio su pija para que ambas se la chupasen mientras los otros 2 seguían bombeando sin parar. Las 2 le dieron al muchacho el mejor pete de su vida: una se tragaba la pija hasta el fondo y se la pasaba a la otra que hacía lo mismo, lo pajeaban y se besaban mientras lo hacían, una le comía las bolas y la otra le chupaba la pija con desesperación. El chico no podía creer lo que estaba viviendo, era una locura que termino desbordándolo y sin querer termino acabando en la cara de Mónica. Sin perder tiempo Pamela empezó a lamer toda la cara de la rubia que estaba bañada en semen. Al terminar de “limpiarla” se besaron con locura mientras el semen caía por sus bocas.
- Perdon Sra.David, no quería…es que me la chuparon muy bien y no pude trato de justificarse el chico muy apenado.
- Quiero esa pija bien dura de vuelta. Ya le reprimió Pamela al momento que empezaba a pajearlo de vuelta.
- ¿Qué paso putito? No te bancas nada le decía Mónica mientras le comía las bolas al chico.
Los 2 chicos que estaban bombeando se levantaron y acercaron sus pijas a las mujeres que las chuparon con gusto y dedicación como buenas putas. Ambas los peteaban y los pajeaban con maestría a los 3 chicos, les comían las bolas, se tragaban sus pijas hasta el fondo y después se besaban con locura con sus bocas llenas del jugo de los penes. Una vez que las 3 pijas estaban paradas por igual decidieron seguir.
- Dejame sola con putito le dijo Mónica a Pamela. Voy a enseñarle a coger.
- Todo tuyo respondió Pame mientras se acostaba y abría las piernas lista para seguir jugando. Uno de los chicos empezó a penetrarla mientras el otro le devoraba las tetas.
- Acostate le ordeno Mónica al chico que obedeció sin chistar. Vas a durar lo que yo te diga putito, tenes prohibido acabar hasta que yo te diga, me escuchaste? Le decía Mónica mientras se acomodaba arriba del chico que solo asintió ante la pregunta.
Sin piedad la rubia empezó a montar al chico. Su cintura se movía como el de una actriz porno con 50 años de experiencia, sus tetas danzaban de arriba abajo con rapidez y el chico solo disfrutaba de los hábiles movimientos desde una posición privilegiada. “que buenas tetas” le elogio Pamela mientras le chupaba la pija al muchacho restante. El otro seguía entre sus piernas bombeando hasta que la morocha tuvo su primer orgasmo que hizo que todo su cuerpo se retorciera de placer.
- Te gusta cogerme no cierto hdp? Le interrogaba Mónica a su chico.
- Sos muy puta, me encantas trola de mierda le retrucaba putito.
- Así me gusta pendejo, acá tenes tu premio le respondió Mónica mientras acercaba sus tetas a la boca del chico que las chupo y mordió con gusto.
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La fiesta siguió por 20 minutos más, los 3 chicos hacían lo posible por seguirles el ritmo a esas 2 ninfómanas pero ya no pudieron aguantar más. Pamela y Mónica se arrodillaron en el piso y empezaron a chuparles las pijas a los 3 con desesperación. Querían tomar la leche a toda costa.
- Acodarte que toda la chele es mía dijo Pamela mientras turqueaba a uno de los afortunados.
- Ni loca. Hace mil años que no tomo la mamadera.
- Quiero que nos bañen con su lechita rica manga de pajeros les ordeno Pamela y los 3 hicieron caso omiso.
Las 2 juntaron sus caritas, abrieron sus bocas lo más que pudieron y los chicos las bañaron en leche, chorros y chorros cayeron en sus hermosas caras, sus bocas y sus tetas. Sin perder el tiempo se besaron las 2 con una locura y pasión nunca vista, sus bocas llenas de semen se fusionaban en un morboso beso, el primero de muchos que ellas 2 se darían. Se chuparon las tetas mutuamente para no desperdiciar ni una sola gota y se volvieron a besar, limpiaron los restos de semen de cada uno de los penes y se besaron nuevamente con locura.
Al terminar fueron al baño a limpiarse la cara y los restos del pelo.
- Sos más puta de lo que pensé le decía Pamela acercándose por atrás y abrazando a la rubia.
- Lo mismo digo decía Mónica girando el cuello para besar a su amante.
- Fuiste muy mala con el pobre pibe le recrimino riendo la morocha.
- Con putito? Se lo merece por precoz respondió Mónica y ambas rieron. La rubia no recordaba la última vez que se había reído con tantas ganas.
Las 2 se besaron un rato más y salieron del baño al cabo de unos 10 minutos. Los 3 muchachos ya estaban vestidos y listos para irse.
- Donde se van? Esto recién empieza les indico Pamela mirando a la rubia.
Los 3 chicos se miraron y no tuvieron otra opción que seguir atendiéndolas. La fiesta siguió hasta el amanecer, las 2 mujeres no tuvieron piedad alguna con los muchachos que ya a lo último les rogaban para que paren. No podían más, las 2 les habían succionado hasta el alma. Los 3 se fueron extenuados casi rengueando del cuarto.
Actualidad:
- Nos quedamos en el hotel unos 4 días más hasta que nos echaron por ruidos molestos. Todo el edificio se quejó jajjaa. Hicimos fiestas así los 4 días siguientes, cada una más loca que la otra. La última fue la que colmo el vaso: éramos nosotras 2 y tres de mis chicas contra 9 flacos. Una locura.
- ¿Volvieron juntas después de eso?
- Si y no nos separamos más. Tuvimos problemas al principio para acomodar nuestras vidas y horarios de trabajo pero todo valió la pena. Parece que mi historia te gusto le decía Pamela señalando el pene de Darío que ya estaba erecto otra vez. Vamos adentro papi le indico ella.
Entraron y volvieron a hacerlo, el chico estaba más que excitado por la candente historia que Pamela le había contado y tuvieron un encuentro incluso mejor que el de la pileta. Al caer la noche prepararon la cena y esperaron a Mónica para comer. Terminaron, lavaron los platos y los 3 subieron para darse placer mutuo una vez más. Darío termino exhausto su primer día pero nunca estuvo tan feliz en toda su vida, le encantaba dormir acompañado y sintiendo el calor y la suavidad de esas 2 hermosas mujeres con las debía convivir de ahora en más.
Gracias por leer el relato y espero que te haya gustado. Por favor cualquier sugerencia o consejo dejarlo en los comentarios. Muchas gracias a todos por los puntos del post anterior. Saludos
6 comentarios - Conviviendo con PamelaDavid y Monica Farro 4