La Clínica estaba en una vieja casona estilo "Tudor" en una zona bastante residencial de la ciudad, lo que elevaba mis expectativas de no ser defraudado por las "instalaciones médicas".
Por algunos años estuve visitando algunas "profesionales" que dan "tratamientos" a los que tenemos inclinaciones sexuales con "med fetish" (fetiche médico). Buscando nuevas experiencias encontré la "Clínica e Instituto Internacional para Tratamientos Genitales".
Llamé para informarme y me atendió la Dra. Brigitte. Me explicó que la clínica se especializaba en corregir problemas del sistema génito-urunario con procedimientos para corregir anormalidades físicas y el general mejoramiento de la salud del sistema génito-urinario; y también practicaban procedimientos para estimular la respuesta sexual y el mejoramiento de la performance sexual y la satisfacción. Pese a que los procedimientos son estrictamente clínicos, se realizan con una alta carga sexual y erótica. En caso de no ser necesaria ninguna terapia, igual se realizan procedimientos para inducir altos niveles de excitación sexual y múltiples orgasmos. Todo el personal está compuesto por profesionales médicos, recientemente capacitadas para proveer este tipo de tratamiento tanto a pacientes masculinos como femeninos.
La Directora Médica era la Dra. Helga, que se había desempeñado como cirujana hasta retirarse unos años atrás. La Dra. Brigitte también había sido cirujana y asistía a la Dra. Helga en los procedimientos. La tercer miembro del equipo era la Dra. Annette (cuya especialidad iba a conocer más tarde).
Luego de una breve conversación, pedí un turno. La Dra. Brigitte, después de asegurarse que yo no estaba tomando ninguna medicación, me recomendó que no lo hiciera, que no tomara alcohol los dos días previos a mi examen que iba a iniciar a las 13 hs., que tome un desayuno sólo con café o té y una comida liviana a media mañana. No debía tomar otros compromisos para el día del examen ya que iba a durar varias horas.
Y allí estaba yo, bastante excitado cuando toqué el timbre.
La puerta la abrió la que sólo podría describir como la "Diosa de la Medicina"!
- Buenas tardes, el Sr. Salas?
- Sí - le contesté sin poder quitarle los ojos de encima.
- Yo soy la Dra. Brigitte.
La Dra. Brigitte llevaba una impecable chaquetilla blanca, cerrada por una cremallera coronada por un sugestivo cuello "mao" y una martingala que acentuaba las formas de su cintura y cadera con pantalones blancos. Su cabellera rubia estaba atada en una "cola de caballo" lo que resaltaba la belleza de su rostro, con una mandíbula y pómulos perfectos, una boca con hermosos labios y dientes que hacían una sonrisa que te mataba, y profundos ojos marrones. Supongo que tendría unos cuarenta y pico, pero aparentaba mucho menos.
Me dió la mano y me hizo pasar; y yo ya empezaba a sentir mis genitales poniéndose tensos"
Me llevó a una recepción chica pero confortable, agradablemente decorada y amoblada con un pequeño escritorio y varias sillas. La Dra. Brigitte se sentó detrás del escritorio, y me invitó a sentarme frente a ella. Me explicó que iba a ser necesario hacer una historia clínica y controlar en particular cualquier problema que vaya a surgir y mi situación sexual actual.
Después de conversar sobre la historia clínica de rutina, donde hice referencia a mi constipación crónica y consecuentes hemorroides, procedimos a la cuestión más delicada de las relaciones sexuales. Como resultado de su sensible pero efectivo examen, le expliqué que estaba casado desde hacía más de 30 años y con 2 hijos. Siempre había tenido dificultades para practicar sexo sin protección ya que tengo un prepucio un poco estrecho. A veces necesito lubricación. Igual soy sexualmente activo, aunque sufriendo de alguna disfunción erectil. Por suerte el Viagra estaba funcionando.
La Dra. Brigitte se mostró sensible y comprensiva, y tomó algunas notas durante nuestra conversación. Exploramos un poco más mis necesidades sexuales y pronto se abrió la puerta para dar paso a otra diosa!
- Buenas tardes, Sr. Salas. No, por favor, no es necesario que se ponga de pié. Soy la Dra. Helga.
Me estrechó la mano de modo firme pero profundamente sensual. La Dra. Brigitte explicó que estábamos terminando la entrevista y le pasó sus notas a la Dra. Helga, que también se sentó detrás del escritorio.
La Dra. Helga era muy alta y estaba vestida exactamente igual que la Dra. Brigitte. Le calculé más de cincuenta, y no era tan hermosa como la Dra. Brigitte. Si embargo, tenía rasgos igualmente atractivos y bien proporcionados. Sus labios, dientes y boca tenían la misma belleza, aunque su sonrisa parecía más amenazante. Sin embargo, su rasgo más destable eran sus manos. Eran grandes, pero no torpes, con los dedos mas finos y largos que yo haya visto. Las uñas cuidadosamente cortadas. Imaginar ésos dedos explorando mi cuerpo me causó una inmediata excitación.
- La Dra. Brigitte ya le explicó que ella y yo estamos perfectamente calificadas y tenemos vasta experiencia en cirugía?
- Sí, - contesté - Cuando hablamos por teléfono.
- En su tratamiento nos va a asistir la Dra. Annette, la va a conocer en la sala de operaciones.
- Sala de operaciones? - pregunté un poco nervioso.
- De acuerdo a las notas que tomó la Dra. Brigitte, seguramente vamos a poder ayudarlo con su constipación, va a recibir irrigación colónica y lo vamos a someter a un examen inicial. Sugiero un examen de su recto y colon a través de una endoscopía, para verificar si la constipación dejó alguna secuela. También vamos a examinar cuidadosamente ésas hemorroides y dependiendo del diagnóstico, probablemente lo someta a un tratamiento más... invasivo.
Mi excitación crecía tan intensamente que me resultaba difícil permanecer sentado, y a pesar de éso no podía conseguir una erección, me preocupaba eyacular mucho antes que todo esto sucediera.
- Respecto a su disfunción erectil, puede que se vea beneficiada por los tratamientos a los que lo vamos a someter hoy. Es muy bueno que nos haya hablado de este tema y de su éxito con el Viagra. Por supuesto vamos a examinar su pene y quizá podamos aliviar el problemita de su prepucio.
- Alguna pregunta? - interrogó la Dra. Brigitte, que creo había notado las dificultades que tenía para contenerme.
- Ninguna, - dije - pero quisiera decir algo un poco... vergonzoso. En visitas a otras "profesionales" del med fetish yo.... había tomado Viagra para asegurarme poder tener una... ya saben... una erección durante los "tratamientos". Pero como me dijeron que no tome ninguna medicación, yo no tomé nada en esta oportunidad. También me preocupa... si llego a tener un.... o sea... un orgasmo... o eyacular demasiado... rápido... Yo no quisiera... perder los beneficios del tratamiento.
La Dra. Helga sonrió, lo que me causó un visible escalofrío.
- Le aseguro Sr. Salas, que podemos encargarnos de ambas situaciones. Por eso le pedimos que no tome ninguna medicación. Usted va a poder sostener una erección cuando nosotras lo decidamos y le aseguro que durante las próximas horas va a tener tantos orgasmos como nosotras decidamos. La Dra. Brigitte lo va a conducir a la sala de operaciones para que conozca a la Dra. Annette. Lo veo en el quirófano en unos minutos.
La Dra. Helga se retiró y la Dra. Brigitte me sonrió y me condujo a un consultorio. Me pidió que me desnude por completo y si quería, que usara el baño. No iba a ser necesaria una bata ya que iba a permanecer completamente desnudo durante todos los procedimientos. Dejó el consultorio para que me desvista en privado.
Unos pocos minutos después volvió para decirme que era hora de ir a la sala de operaciones.
Por algunos años estuve visitando algunas "profesionales" que dan "tratamientos" a los que tenemos inclinaciones sexuales con "med fetish" (fetiche médico). Buscando nuevas experiencias encontré la "Clínica e Instituto Internacional para Tratamientos Genitales".
Llamé para informarme y me atendió la Dra. Brigitte. Me explicó que la clínica se especializaba en corregir problemas del sistema génito-urunario con procedimientos para corregir anormalidades físicas y el general mejoramiento de la salud del sistema génito-urinario; y también practicaban procedimientos para estimular la respuesta sexual y el mejoramiento de la performance sexual y la satisfacción. Pese a que los procedimientos son estrictamente clínicos, se realizan con una alta carga sexual y erótica. En caso de no ser necesaria ninguna terapia, igual se realizan procedimientos para inducir altos niveles de excitación sexual y múltiples orgasmos. Todo el personal está compuesto por profesionales médicos, recientemente capacitadas para proveer este tipo de tratamiento tanto a pacientes masculinos como femeninos.
La Directora Médica era la Dra. Helga, que se había desempeñado como cirujana hasta retirarse unos años atrás. La Dra. Brigitte también había sido cirujana y asistía a la Dra. Helga en los procedimientos. La tercer miembro del equipo era la Dra. Annette (cuya especialidad iba a conocer más tarde).
Luego de una breve conversación, pedí un turno. La Dra. Brigitte, después de asegurarse que yo no estaba tomando ninguna medicación, me recomendó que no lo hiciera, que no tomara alcohol los dos días previos a mi examen que iba a iniciar a las 13 hs., que tome un desayuno sólo con café o té y una comida liviana a media mañana. No debía tomar otros compromisos para el día del examen ya que iba a durar varias horas.
Y allí estaba yo, bastante excitado cuando toqué el timbre.
La puerta la abrió la que sólo podría describir como la "Diosa de la Medicina"!
- Buenas tardes, el Sr. Salas?
- Sí - le contesté sin poder quitarle los ojos de encima.
- Yo soy la Dra. Brigitte.
La Dra. Brigitte llevaba una impecable chaquetilla blanca, cerrada por una cremallera coronada por un sugestivo cuello "mao" y una martingala que acentuaba las formas de su cintura y cadera con pantalones blancos. Su cabellera rubia estaba atada en una "cola de caballo" lo que resaltaba la belleza de su rostro, con una mandíbula y pómulos perfectos, una boca con hermosos labios y dientes que hacían una sonrisa que te mataba, y profundos ojos marrones. Supongo que tendría unos cuarenta y pico, pero aparentaba mucho menos.
Me dió la mano y me hizo pasar; y yo ya empezaba a sentir mis genitales poniéndose tensos"
Me llevó a una recepción chica pero confortable, agradablemente decorada y amoblada con un pequeño escritorio y varias sillas. La Dra. Brigitte se sentó detrás del escritorio, y me invitó a sentarme frente a ella. Me explicó que iba a ser necesario hacer una historia clínica y controlar en particular cualquier problema que vaya a surgir y mi situación sexual actual.
Después de conversar sobre la historia clínica de rutina, donde hice referencia a mi constipación crónica y consecuentes hemorroides, procedimos a la cuestión más delicada de las relaciones sexuales. Como resultado de su sensible pero efectivo examen, le expliqué que estaba casado desde hacía más de 30 años y con 2 hijos. Siempre había tenido dificultades para practicar sexo sin protección ya que tengo un prepucio un poco estrecho. A veces necesito lubricación. Igual soy sexualmente activo, aunque sufriendo de alguna disfunción erectil. Por suerte el Viagra estaba funcionando.
La Dra. Brigitte se mostró sensible y comprensiva, y tomó algunas notas durante nuestra conversación. Exploramos un poco más mis necesidades sexuales y pronto se abrió la puerta para dar paso a otra diosa!
- Buenas tardes, Sr. Salas. No, por favor, no es necesario que se ponga de pié. Soy la Dra. Helga.
Me estrechó la mano de modo firme pero profundamente sensual. La Dra. Brigitte explicó que estábamos terminando la entrevista y le pasó sus notas a la Dra. Helga, que también se sentó detrás del escritorio.
La Dra. Helga era muy alta y estaba vestida exactamente igual que la Dra. Brigitte. Le calculé más de cincuenta, y no era tan hermosa como la Dra. Brigitte. Si embargo, tenía rasgos igualmente atractivos y bien proporcionados. Sus labios, dientes y boca tenían la misma belleza, aunque su sonrisa parecía más amenazante. Sin embargo, su rasgo más destable eran sus manos. Eran grandes, pero no torpes, con los dedos mas finos y largos que yo haya visto. Las uñas cuidadosamente cortadas. Imaginar ésos dedos explorando mi cuerpo me causó una inmediata excitación.
- La Dra. Brigitte ya le explicó que ella y yo estamos perfectamente calificadas y tenemos vasta experiencia en cirugía?
- Sí, - contesté - Cuando hablamos por teléfono.
- En su tratamiento nos va a asistir la Dra. Annette, la va a conocer en la sala de operaciones.
- Sala de operaciones? - pregunté un poco nervioso.
- De acuerdo a las notas que tomó la Dra. Brigitte, seguramente vamos a poder ayudarlo con su constipación, va a recibir irrigación colónica y lo vamos a someter a un examen inicial. Sugiero un examen de su recto y colon a través de una endoscopía, para verificar si la constipación dejó alguna secuela. También vamos a examinar cuidadosamente ésas hemorroides y dependiendo del diagnóstico, probablemente lo someta a un tratamiento más... invasivo.
Mi excitación crecía tan intensamente que me resultaba difícil permanecer sentado, y a pesar de éso no podía conseguir una erección, me preocupaba eyacular mucho antes que todo esto sucediera.
- Respecto a su disfunción erectil, puede que se vea beneficiada por los tratamientos a los que lo vamos a someter hoy. Es muy bueno que nos haya hablado de este tema y de su éxito con el Viagra. Por supuesto vamos a examinar su pene y quizá podamos aliviar el problemita de su prepucio.
- Alguna pregunta? - interrogó la Dra. Brigitte, que creo había notado las dificultades que tenía para contenerme.
- Ninguna, - dije - pero quisiera decir algo un poco... vergonzoso. En visitas a otras "profesionales" del med fetish yo.... había tomado Viagra para asegurarme poder tener una... ya saben... una erección durante los "tratamientos". Pero como me dijeron que no tome ninguna medicación, yo no tomé nada en esta oportunidad. También me preocupa... si llego a tener un.... o sea... un orgasmo... o eyacular demasiado... rápido... Yo no quisiera... perder los beneficios del tratamiento.
La Dra. Helga sonrió, lo que me causó un visible escalofrío.
- Le aseguro Sr. Salas, que podemos encargarnos de ambas situaciones. Por eso le pedimos que no tome ninguna medicación. Usted va a poder sostener una erección cuando nosotras lo decidamos y le aseguro que durante las próximas horas va a tener tantos orgasmos como nosotras decidamos. La Dra. Brigitte lo va a conducir a la sala de operaciones para que conozca a la Dra. Annette. Lo veo en el quirófano en unos minutos.
La Dra. Helga se retiró y la Dra. Brigitte me sonrió y me condujo a un consultorio. Me pidió que me desnude por completo y si quería, que usara el baño. No iba a ser necesaria una bata ya que iba a permanecer completamente desnudo durante todos los procedimientos. Dejó el consultorio para que me desvista en privado.
Unos pocos minutos después volvió para decirme que era hora de ir a la sala de operaciones.
1 comentarios - La Clínica de mis Sueños - Capítulo 1: Introducción