No sé si será por las noches que paso en vela día tras día tratando de conciliar el sueño, o si es el estrés laboral o quizás también el uso y abuso de algunas sustancias como el alcohol y la marihuana... Pero lo que sé es que lo ví y yo lo sentí real y aún no lo puedo comprender.
Soy una persona que tiene una mente activa, memoriosa, con gran capacidad de análisis y retención de datos... Pero esa memoria prodigiosa también trajo consigo un gran arma de doble filo, rimas aparte. No tengo la capacidad de olvidar. No sólo almaceno mucha información, sino que la retengo toda... Recuerdo desde cada enciclopedia que leí para el colegio, como cada paja que me hice a lo largo de mis 26 años... Como así también todo el porno que miré, con cada escena que me culpé por estar viendo y cada acabada contenida en mis manos, mientras mi mente se preguntaba a sí misma, en esa constante manía que tiene de hacer monólogos exhaustivos...
-<¿Por qué te masturbás mirando fotos de vergas, si después lo único que te interesa son las mujeres? O aún mejor, ¿Te interesan sólo las mujeres?... En esas dudas veo una linda perversión oculta... Veamos si sólo las mujeres te gustan y busquemos pornografía, ésta vez con transexuales así no terminás de comprender tu gusto siquiera. Vamos a tocarnos devuelta... Sí... Ya siento una hermosa erección viniendo... Qué importa que arda, toquémonos otra vez...>-
Y volvía a tocarme. Cuatro, cinco, seis veces por día. Mi pija ya había desarrollado la habilidad de estar muchísimo tiempo dura, ya que al masturbarme tanto y tan culposamente, cada vez era más intensa la sensación de calentura constante... La verga se me ponía dura en cualquier lado, a completa erección, de esas que hacen doler al pantalón... Corría a cualquier lado, frenaba el auto en una calle poco transitada y me tocaba hasta acabar casi automáticamente. Todo por no querer ver un poco hacia mis adentros y empezar a quererme tal así como soy y con los gustos que tengo y que todavía no sé que tengo. La única manera de saber si algo te gusta es probarlo, eso era lo que me producía justamente. PROBAR. Dejarme llevar.
Siempre me relacioné con mujeres a las que les gustaba mucho el sexo. Podíamos pasar días enteros por horas cogiendo, de distintas maneras o simplemente, dándonos sexo oral hasta que nos ardiera de tanto acabar. Siempre tuve buen tino en mis elecciones, es como que el olfato me guiara hacia la perversión. Claramente, si no me pervierte, no me atrae. Mi pija tenía buen estado físico aunque yo no, tanta paja fortaleció todos mis músculos internos y además me dio un gran conocimiento sobre el uso y reacción de mi cuerpo. Todas mis inseguridades sobre mi sexualidad desaparecían automáticamente al entrar en contacto con la piel suave de una mujer... Sólo el roce me produce una leve erección quasi adolescente, casi incontrolable. Lamer unos buenos pechos, saborear una rica concha... Son placeres de la vida que nunca termino de satisfacer porque siempre quiero más... Entonces, por qué me culpaba de querer tocar una pija y también me culpaba por sentir esa atracción irresistible al océano femenino de la mujer? La ambigüedad existe, es el paso previo a la unidad.
Tenía miedo de experimentar, porque sabía que me iba a juzgar. Mi "Yo Juez" iba a ser de un severo criterio conmigo mismo e iba a darme la peor de las condenas. La represión absoluta de todo deseo de manifestar la sexualidad. Pero las ganas de ser no se dejan callar por mucho tiempo. Tanto me llevó entenderlo, que mi cuerpo ya se había cargado completamente de estrés. Había engordado bastante, mi aspecto era desalineado y no tenía mucho interés en nada. No podía dormir, me quedaba como siempre, como ahora, hasta altas horas de la madrugada viendo pornografía y acabando una y otra y otra y otra vez... También sabía que después de eyacular repetidas veces, el cansancio corporal iba a ser tal, que iba a quedarme indefectiblemente dormido, además del ya nombrado uso y abuso de la marihuana y el alcohol... Fumé mi última pipa y me quedé con la mano acabada encima mío. Exhalé lentamente el humo, dejándome llevar por la leve relajación orgásmica... Y sentí una especie de presión en mi estómago y en la pija a la vez mientras creo que me dormía. Sentí cómo mi cuerpo se iba y sólo quedaba una imagen en mi cabeza. Era yo. Me estaba viendo. Y estaba garchando. Esa sensación no me la olvido más, porque no sólo nunca vi otro hombre cogiendo, sino que era Yo el que estaba ahí... La sensación era muy confusa. Si bien él era Yo, yo me sentía yo mismo también... Hice esfuerzo por moverme y sentí un cosquilleo fuerte en la espalda. Claramente era yo, estaba en dos lados a la vez... Mientras me observo anonadado, dejo que pase toda la escena completa, total había comprendido que iba a estar en ese lugar el tiempo que debiera estarlo. Se hace casi la mañana, pues veo el sol alumbrar su cama y se duermen casi como si yo también lo deseara. Cuando abro los ojos, lo veo a Yo parado, apoyado en un mueble. Lo miro con detenimiento... Es mi Yo joven, casi de mi pasado cercano. Veo ese rostro jovial y esa ausencia de fuego en la mirada. Me quedo mirándolo y siento eso que sentía años atrás. Una mirada de entendimiento. Un sentimiento de comprensión. No de otra persona, sino de mí mismo. Ante tanto nivel de asombro, atino a decir unas palabras desde el lugar donde me ubicaba, que mucho no lo puedo determinar. Lo miro a los ojos y le digo...
-<Vas a encontrar la comprensión. No va a ser ni de otra persona, ni de esta versión tuya de tus 26 años. Vas a ser vos mismo quien te va a comprender. Seguí mirando para dentro y dudá de todo hasta que tengas respuestas a todas tus preguntas>-
Me miro fijo. Me observo entendiendo que son mis minutos finales. Me sonrío casi con nostalgia por volverme a ver y esa perversión vuelve a salir a flote cuando me pregunto si me agarro la verga a mí mismo, me ofendería en el pasado... Y siento que la pija se me pone un poco dura y vuelvo a mí mismo, a mi silla, en el presente actual, con un poco de picor y de sabor amargo hacia mí mismo por ese deseo tan egocéntrico y banal. Aunque debo admitir que siempre quise saber dos cosas, cómo se veía mi pija por otros ojos y cómo se debe sentir un orgasmo femenino...
Si llegaron hasta acá, les agradezco por leer este relato catártico, que esta vez lo escribo para mí y decidí compartirlo con ustedes.. Demasiadas cosas pensadas, pocas cosas hechas, muchas dudas adoptadas por mí mismo sólo por el hecho de juzgarme para no experimentar. Ahora que decidí emprender el camino de la experimentación (gracias a la vida, al lado de mi novia que también es el sostén de mi psiquis), debo exorcizarme a mí mismo de mis viejos fantasmas. Gracias a todos por leer nuevamente y próximamente vendrá algo un poco más arriba, con picante y salsa!! Hasta luego.
Dejo mis otros relatos
http://www.poringa.net/posts/relatos/3027607/La-ultima-vez-que-estuve-en-un-vestuario.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3028052/Cuando-la-tension-sexual-esta-para-todos-en-el-aire.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3030459/A-veces-es-mejor-no-golpear-antes-de-entrar-dedicado.html
Soy una persona que tiene una mente activa, memoriosa, con gran capacidad de análisis y retención de datos... Pero esa memoria prodigiosa también trajo consigo un gran arma de doble filo, rimas aparte. No tengo la capacidad de olvidar. No sólo almaceno mucha información, sino que la retengo toda... Recuerdo desde cada enciclopedia que leí para el colegio, como cada paja que me hice a lo largo de mis 26 años... Como así también todo el porno que miré, con cada escena que me culpé por estar viendo y cada acabada contenida en mis manos, mientras mi mente se preguntaba a sí misma, en esa constante manía que tiene de hacer monólogos exhaustivos...
-<¿Por qué te masturbás mirando fotos de vergas, si después lo único que te interesa son las mujeres? O aún mejor, ¿Te interesan sólo las mujeres?... En esas dudas veo una linda perversión oculta... Veamos si sólo las mujeres te gustan y busquemos pornografía, ésta vez con transexuales así no terminás de comprender tu gusto siquiera. Vamos a tocarnos devuelta... Sí... Ya siento una hermosa erección viniendo... Qué importa que arda, toquémonos otra vez...>-
Y volvía a tocarme. Cuatro, cinco, seis veces por día. Mi pija ya había desarrollado la habilidad de estar muchísimo tiempo dura, ya que al masturbarme tanto y tan culposamente, cada vez era más intensa la sensación de calentura constante... La verga se me ponía dura en cualquier lado, a completa erección, de esas que hacen doler al pantalón... Corría a cualquier lado, frenaba el auto en una calle poco transitada y me tocaba hasta acabar casi automáticamente. Todo por no querer ver un poco hacia mis adentros y empezar a quererme tal así como soy y con los gustos que tengo y que todavía no sé que tengo. La única manera de saber si algo te gusta es probarlo, eso era lo que me producía justamente. PROBAR. Dejarme llevar.
Siempre me relacioné con mujeres a las que les gustaba mucho el sexo. Podíamos pasar días enteros por horas cogiendo, de distintas maneras o simplemente, dándonos sexo oral hasta que nos ardiera de tanto acabar. Siempre tuve buen tino en mis elecciones, es como que el olfato me guiara hacia la perversión. Claramente, si no me pervierte, no me atrae. Mi pija tenía buen estado físico aunque yo no, tanta paja fortaleció todos mis músculos internos y además me dio un gran conocimiento sobre el uso y reacción de mi cuerpo. Todas mis inseguridades sobre mi sexualidad desaparecían automáticamente al entrar en contacto con la piel suave de una mujer... Sólo el roce me produce una leve erección quasi adolescente, casi incontrolable. Lamer unos buenos pechos, saborear una rica concha... Son placeres de la vida que nunca termino de satisfacer porque siempre quiero más... Entonces, por qué me culpaba de querer tocar una pija y también me culpaba por sentir esa atracción irresistible al océano femenino de la mujer? La ambigüedad existe, es el paso previo a la unidad.
Tenía miedo de experimentar, porque sabía que me iba a juzgar. Mi "Yo Juez" iba a ser de un severo criterio conmigo mismo e iba a darme la peor de las condenas. La represión absoluta de todo deseo de manifestar la sexualidad. Pero las ganas de ser no se dejan callar por mucho tiempo. Tanto me llevó entenderlo, que mi cuerpo ya se había cargado completamente de estrés. Había engordado bastante, mi aspecto era desalineado y no tenía mucho interés en nada. No podía dormir, me quedaba como siempre, como ahora, hasta altas horas de la madrugada viendo pornografía y acabando una y otra y otra y otra vez... También sabía que después de eyacular repetidas veces, el cansancio corporal iba a ser tal, que iba a quedarme indefectiblemente dormido, además del ya nombrado uso y abuso de la marihuana y el alcohol... Fumé mi última pipa y me quedé con la mano acabada encima mío. Exhalé lentamente el humo, dejándome llevar por la leve relajación orgásmica... Y sentí una especie de presión en mi estómago y en la pija a la vez mientras creo que me dormía. Sentí cómo mi cuerpo se iba y sólo quedaba una imagen en mi cabeza. Era yo. Me estaba viendo. Y estaba garchando. Esa sensación no me la olvido más, porque no sólo nunca vi otro hombre cogiendo, sino que era Yo el que estaba ahí... La sensación era muy confusa. Si bien él era Yo, yo me sentía yo mismo también... Hice esfuerzo por moverme y sentí un cosquilleo fuerte en la espalda. Claramente era yo, estaba en dos lados a la vez... Mientras me observo anonadado, dejo que pase toda la escena completa, total había comprendido que iba a estar en ese lugar el tiempo que debiera estarlo. Se hace casi la mañana, pues veo el sol alumbrar su cama y se duermen casi como si yo también lo deseara. Cuando abro los ojos, lo veo a Yo parado, apoyado en un mueble. Lo miro con detenimiento... Es mi Yo joven, casi de mi pasado cercano. Veo ese rostro jovial y esa ausencia de fuego en la mirada. Me quedo mirándolo y siento eso que sentía años atrás. Una mirada de entendimiento. Un sentimiento de comprensión. No de otra persona, sino de mí mismo. Ante tanto nivel de asombro, atino a decir unas palabras desde el lugar donde me ubicaba, que mucho no lo puedo determinar. Lo miro a los ojos y le digo...
-<Vas a encontrar la comprensión. No va a ser ni de otra persona, ni de esta versión tuya de tus 26 años. Vas a ser vos mismo quien te va a comprender. Seguí mirando para dentro y dudá de todo hasta que tengas respuestas a todas tus preguntas>-
Me miro fijo. Me observo entendiendo que son mis minutos finales. Me sonrío casi con nostalgia por volverme a ver y esa perversión vuelve a salir a flote cuando me pregunto si me agarro la verga a mí mismo, me ofendería en el pasado... Y siento que la pija se me pone un poco dura y vuelvo a mí mismo, a mi silla, en el presente actual, con un poco de picor y de sabor amargo hacia mí mismo por ese deseo tan egocéntrico y banal. Aunque debo admitir que siempre quise saber dos cosas, cómo se veía mi pija por otros ojos y cómo se debe sentir un orgasmo femenino...
Si llegaron hasta acá, les agradezco por leer este relato catártico, que esta vez lo escribo para mí y decidí compartirlo con ustedes.. Demasiadas cosas pensadas, pocas cosas hechas, muchas dudas adoptadas por mí mismo sólo por el hecho de juzgarme para no experimentar. Ahora que decidí emprender el camino de la experimentación (gracias a la vida, al lado de mi novia que también es el sostén de mi psiquis), debo exorcizarme a mí mismo de mis viejos fantasmas. Gracias a todos por leer nuevamente y próximamente vendrá algo un poco más arriba, con picante y salsa!! Hasta luego.
Dejo mis otros relatos
http://www.poringa.net/posts/relatos/3027607/La-ultima-vez-que-estuve-en-un-vestuario.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3028052/Cuando-la-tension-sexual-esta-para-todos-en-el-aire.html
http://www.poringa.net/posts/relatos/3030459/A-veces-es-mejor-no-golpear-antes-de-entrar-dedicado.html
6 comentarios - Mirando a mi otro yo (soft)
Tendrá algo que ver lo tuyo con el narcisimo?
Te felicito. Seguiré leyondote.
+10
Vipo.-