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mi novia Marian probando su dildo

Desde que comencé a salir con Marian me llegaron rumores de que ella salía con otros hombres, algunos me decían que salía con unos mecánicos de la esquina de su casa, otros me decían que había tenido que ver con un señor ya de edad avanzada y que ella solo le sacaba dinero, y la verdad todo eso me ponía algo cachondo, ya que una de mis fantasías es saber que mis novias le alegran la vista a otros hombres, será porque me crie entre puras mujeres y sé que ellas cuando se arreglan es para eso, para agradar, pero bueno ese no es el tema y en este relato les contare como me di cuenta de que todos esos rumores eran ciertos,

Ese día a Marian hizo una fiesta en su casa y yo claro llegue puntual y desde ese momento, todo fue baile comida y bebida, ella se la paso charlando con sus amigas y yo me puse a tomar con algunos conocidos, todo marchaba de maravilla y las copas pasaban tan rápido como los minutos, hasta como a las once de la noche, que comenzaron a retirarse los invitados y yo para serles sincero, ya me sentía algo mareado, así que subí a la recamara de Marian y me recosté en su cama y cerré los ojos, con la intención de descansar unos minutos, pero cuando los volví a abrir, y mire de nuevo el reloj, me di cuenta que me había quedado dormido y que ya había pasado casi una hora desde que había subido, no me incomode mucho y decidí quedarme acostado a esperar a Marian, pensé que para esas alturas, ya había despedido a todos, así que lo mas seguro, era que no tardaría, volví a cerrar los ojos, y me puse a pensar en todo lo que haría esa noche y en esas estaba cuando escuche abrirse la puerta de su recamara, y me disponía a voltear cuando escuche que decía,

- shhhh..no hagas mucho ruido,

- estas segura que no se despierta.

- si; estoy segura, cuando bebe se pierde, pero no hagas mucho ruido
Yo me quede lo más quieto posible, con quien habría entrado Marian...?? pensé que a lo mejor era algún familiar y que habían entrado por algo, pero esa idea rápidamente se desvaneció cuando ella comenzó a decir,

- aquí en el sillón, pero me lo vas a meter pero despacio,

- claro que si muñeca, prometo ser tierno,

Entreabrí los ojos y a pesar de que estaba obscuro vi que Marian se había sentado en un pequeño sofá que tiene en su cuarto y a su lado estaba un chico que yo jamás había visto en mi vida, ella le comenzó a decir que había comprado un pequeño consolador y que ella quería que fuera el, el que lo estrenara con ella, no me creía lo que estaba escuchando, Marian pidiéndole a otro hombre que le metiera un consolador, esas palabras hubieran enfurecido a cualquier otro hombre, pero para mi, era una situación por demás cachonda,

-claro Marian, pero después me la vas a chupar o no

- claro que si, pero ahorita, solo métemelo,

Marian se levantó, sujeto su vestido por la parte de abajo y se lo arremango hasta la cintura, dejando al descubierto sus hermosas y bien formadas nalgas cubiertas únicamente por una diminuta tanga de color negro, que se perdía muy cachondamente entre sus nalgas, para después hincarse en el sillón, dejando sus nalgas completamente a alcance de su acompañante y comenzó a decirle,

- quítame la tanga, despacito,

Aquel muchacho de inmediato le hizo caso, tomo la delicada prenda y comenzó a bajarla lentamente hasta dejar al descubierto la entrada anal de Marian, una vez así, ella abrió su bolsa y saco un pequeño estuche de plástico, como el que usan los lentes, se lo dio a aquel chico y le dijo,

- adentro viene el lubricante ponme un poco y comienza a metérmelo,

A aquel muchacho se le ilumino el rostro, tomo aquel estuche, lo abrió, y saco un pequeño aparato ovalado como de unos cinco centímetros, después destapo el lubricante y comenzó a esparcirlo justo entre las nalgas de Marian, ella al sentir el tibio liquido se agacho un poco más, para dejar su entrada anal completamente a la vista, aquel muchacho al ver eso comenzó a esparcirle el aceite con su mano,

- asi chiquita, en tu culito,

- si papacito, ahora méteme el dildo, pero despacito.

Aquel joven acomodo el aparato de plástico entre las nalgas de ella y lentamente comenzó a empujárselo, Marian al sentir la invasión, cerro sus ojos, llevo su mano entre sus piernas y comenzó a gemir ligeramente,

- si así..asi..metemeloooo
En el tiempo que llevaba con Marian, nunca me había dicho que le gustaba tanto la penetración anal, pero eso no era lo que me importaba en ese momento, el hecho de verla así empinada y siendo usada de esa forma, me estaba volviendo loco,
- despacio..despacio..mételo y sácalo…
Aquel hombre ya se había acomodado perfectamente detrás de ella y no dejaba de mover su mano, mientras que Marian, había ya comenzado a frotar su clítoris, sus ojos estaban cerrados y su rostro estaba completamente flácido, y su respiración se iba agitando cada vez más y más,
La muy puta en verdad estaba gozando aquella penetración, su mano se había comenzó a mover al compas de las embestidas de aquel aparato, pero de un momento a otro, su acompañante comenzó a meter y a sacar aquel dildo un poco más fuerte, lo que provocó que Marian lanzara un fuerte gemido, y llevara su mano hacia atrás a la vez que le decía,
- despaciooo..

- shhhh..vas a despertar al cornudo….

A Marian no le quedo de otra más que aguantar, aquel chico había vuelto sus movimientos ya más rudos, pero Marian no dejaba de acariciarse, pero ahora su rostro ya mostraba un poco más de tensión, sus ojos ya estaban bastante apretados y mordía sus labios para evitar gritar, pero podría jurar, que aun así lo estaba gozando, los minutos pasaban y aquel plástico entraba y salía de su ano y ella no dejaba de frotar su clítoris, y yo claro tenía una erección tremenda, y además me había dado cuenta que Marian era toda una putita,

Durante los siguientes minutos, aquel dildo no paro de entrar y salir del culo de Marian, aquel chico no se había conformado con meterle el dildo, también había comenzado a acariciarla y a darle de nalgadas, lo que provocaba que ella gozara aun mas, parecía que se habían olvidado de que yo estaba también en la habitación, hasta que de un momento a otro, ella comenzó a mover más rápido su mano y después de unos instantes, lanzo un ligero gemido y termino por recostar su cabeza en la codera del sillón, la muy puta había terminado, instantes después su amigo le saco el dildo y después de unos instantes, Marian se enderezo, se volvió a subir la tanga, se acomodó el vestido y le dijo a su amigo que se saliera del cuarto, el joven de inmediato la obedeció, ella se metió al baño y cuando salió me echo una rápida mirada y al ver que dormía, salió también de su recamara,
Yo no me quise parar, decidí que era mejor esperarla, así que me volví a acomodar y pensar en todo lo que había visto, Marian en verdad era una tremenda puta y eso me gustaba, ahora solo faltaba ver como podía cumplir mis fantasías sin que ella se diera cuenta,


continuara...

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