@page { margin: 2cm }p { margin-bottom: 0.25cm; line-height: 120% }¿Quete puede hacer perdonar una infidelidad ?, pueden ser muchos losmotivos, aunque es muy duro aceptar que la otra persona busque algoque tu quizás no sepas darle, que el morbo de lo prohibido le alterelas hormonas para gozar del sexo como nunca lo haría contigo o queese alguien la haga gozar de una manera que tú nunca serias capaz delograr. De todas formas, saber que, en este caso tu mujer, se estátirando a otro tío, y además tener que aceptar la situación, si osi, descubrirlo de la manera más cruel, y esta es viéndolo endirecto, es en esos momentos cuando miles de preguntas se agolpan entu cabeza, la rabia, la humillación, el cabreo y la excitación dever a tu mujer ensartada por una buena polla, hace que no se piensenlas cosas con claridad, lo normal sería haberse liado a guantazos yhaberse ido de esa casa y de su vida, pero amaba a Blanca contodo mi ser.
Blanca,era la mujer más excitante y complaciente que había conocido, tiene28 años y un cuerpo de infarto cumple todas mis fantasías yperversiones, nunca decía que no a nada, llevamos más de tres añosviviendo juntos, tres años de sexo y desenfreno, la amaba con cadauna de las células de mi cuerpo y ese fue mi motivo para no mandartodo a la mierda. El día que cambio mi vida fue cuando Blanca medijo que había invitado a cenar a Marc un compañero de trabajo yque en su día fueron pareja, porque lo habían trasladado de ciudady quería despedirse de él, sabia por ella que aunque habían rotohacía tiempo, la amistad seguía y se llevaban muy bien, pero metemí lo peor.
Yefectivamente mis temores no eran infundados, en esa cena Blanca másexultante y provocativa que nunca y vestida con un modelito que nodejaba nada a la imaginación, Marc se folló a mi mujer delante demis narices, la folló por todos sus agujeros, y se corrió dondequiso con el beneplácito de Blanca, pero lo peor es que lo consentí,y lo más humillante, me excito ver cómo le metía ese pollón quecalzaba hasta los huevos y Blanca ponía los ojos en blanco de puroplacer, tuve que masturbarme delante de ellos y eso a Blanca le dioalas.
Alfinal, sentados los tres en el salón, tomando un café, con mi mujerdesnuda y cubierta de semen del otro tipo y el tal Marc delante demis narices y con su polla desafiándome, mi cabreo empezó a subircomo la espuma, Blanca viendo lo que podía suceder tomo lainiciativa y me dejo las cosas muy claritas…..
—Tequiero mucho, y contigo disfruto una barbaridad… pero tambiénnecesito que Marc y su tremenda polla me den caña de vez en cuando.Si lo aceptas, pues muy bien; pero si te niegas a ello, quizás seríamejor que dejásemos lo nuestro.
Ahífue cuando me vino a la mente una frase….”En una relación, quienmenos ama es quien manda”…Fue categórica y no dio replica anada, eran sus condiciones, mi cabeza decía que la mandase a lamierda pero mi corazón, mi maldito corazón, me decía que mequedase con ella, de momento acepte lo que me decía, en friosopesaría los pros y los contras. Asentí con la cabeza, de acuerdole dije, será como quieras, ella esbozo una sonrisa y me fue abesar, pero aparte mi cara, todavía tenía chorretones de espermapor toda su cara y así se lo hice saber….
—Perdonacielo, me dijo Blanca, voy a lavarme un poco.
Blancase levantó y se fue hacia el baño de nuestro cuarto, me quedehipnotizado mirando el contoneo de su culo, era prefecto.
—Bueno,dijo Marc incomodo al estar él y yo solos, será mejor que me vaya.
—Siserá mejor, le respondí.
Selevantó y empezó a recoger su ropa esparcida entre el salón y eldormitorio, y allí me quede solo, delante de una taza de café vacíae intentando digerir lo que había vivido esa noche. Tan absortoestaba en mis pensamientos que no me percate que esos dos tardabanmás de la cuenta, me levante y me dirigí a nuestra habitación yallí estaba mi mujer en la cama y con Marc encima de ella, Blanca leabrazaba con brazos y piernas, mientras el bombeaba como un animal enel coño de mi mujer…
—Másfuerte Marc……asiiiiiiiiiii…..dioooosssss que gusto, follame, nome cansare de tu polla nunca…..Ahhhhhhhhhh!!!!…………noparessssss….me estas matando de placer cabrón…dame másfuerteeee….Siiiiiii……aggggggg…..siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii………….
Vicomo Blanca convulsionaba del tremendo orgasmo que estaba teniendo,se abrazó aún más si cabe a Marc mientras este bufando, y con supolla bien clavada dentro de su coño, descargaba su leche en elútero de mi mujer.
Nome quise quedar a ver más, ya había tenido suficiente por esanoche, a los veinte minutos salió Marc vestido y con un, —Nosvemos, salió de nuestra casa. Me acerque a nuestra habitación,Blanca dormía profundamente, no me quise acostar con ella, lassabanas estaban pringadas por todos los lados y ella no se habíaduchado, la habitación olía a sexo, a un sexo que no había tenidoconmigo y me dio asco, apague la luz y cerré la puerta, me fui alsalón, y recogí los cuatro cacharros que quedaban, metí todo en ellavavajillas y me fui al baño a ducharme, lo vivido esa noche hizoque tuviese otra erección dolorosa, fue como ver una película pornoen directo y la estrella es tu mujer.
Mesentí mal conmigo mismo por esos sentimientos tan encontrados, poruna parte me cegaba la ira, pero por otra era lo más excitante ymorboso que había vivido, ¿Qué es lo que fallaba en nuestrarelación?, tenía que reconocer que la polla que se gastaba el talMarc era impresionante, se me ocurrió medirme la mía, hacía muchosaños que no lo hacía, salí a por un metro y la medí……21 cm.calculando, la del otro debía de andar dentro de los 26 cm. Y eraalgo más gruesa que la mía y marcada por muchas venas, erasoberbia, majestuosa, me sentí un poco acomplejado.
Meduche, y me tumbe en el sofá, estuve mucho tiempo pensando, y lleguea una conclusión, que bajo ningún concepto quería perder a Blanca,podían más los sentimientos que la humillación de esa pasada nochey las que viniesen, ya se vería como poder vivir con eso, y así mequedé dormido.
Aldía siguiente un dulce beso en los labios me despertó, abrí losojos y vi la bella cara de Blanca a escasos centímetros de la mía,se había duchado y se había lavado la boca el olor erainconfundible…….
—Buenosdías mi amor, tengo que pedirte perdón por lo de anoche y mi faltade tacto, creo que se me fue de las manos, pero lo siento no podíaparar, esta mañana al despertar y no verte a mi lado me he asustado,pero al verte aquí dormido y como olía la habitación y yo misma teentendí. Quiero que sepas una cosa, por nada del mundo quieroengañarte, antes de lo de anoche me acosté con Marc una vez y mesentí muy mal conmigo misma, pero necesito esa polla, así quecuando volvió decidí hacerlo delante de ti y a Marc le encantó laidea, no me arrepiento de nada de lo que he hecho, ni me arrepentiré,es mi vida y si quieres formar parte de ella va a tener que ser así.
—Veoque no me dejas alternativa, dije muy serio, pero te amo demasiadopara dejarte, mi mente me dice que salga corriendo, pero mi corazónte quiere más de lo que piensas, solo dame algo de tiempo paraasimilar esto, entiende que la humillación que sufrí ayer no seolvida fácilmente.
—Entiendeotra cosa, y esta es muy importante, dijo Blanca. Lo mío con Marc essolo sexo, única y exclusivamente sexo, cuando estoy con el solo soyun cacho de carne que se puede follar, no hay sentimiento, sololujuria. A ti te quiero, te amo y quiero compartir mi vida contigo, ycontigo hago el amor, y me encanta porque lo hacemos con amor y conlujuria a la vez, sé que es difícil de entender, pero es así.
Esefue el comienzo de una especie de pesadilla que yo consentí yque ocurría unas tres veces por mes, Marc venía a nuestra ciudadpor motivos de trabajo, avisaba a Blanca, que se lo llevaba a casa, yfollaban hasta que él se tenía que ir, eso ocurría la mayoría delas veces entre semana, pero si coincidía en fin de semana sequedaba a dormir en mi casa en mi cama y con mi mujer, al principioincluso me dejaron participar, pero Blanca solo quería que lafollase Marc, a mí no me dejaba acercarme….—A Marc letengo tres veces al mes, a ti todos los días, déjame disfrutar deél no seas egoísta, me decía Blanca…. hasta el propio Marc lallamo la atención por no atenderme, pero las condiciones las poníaella. Empecé a ausentarme cuando él venía, Blanca me indicaba sise quedaba a dormir, si en el mismo día se iba o si se quedaba elfin de semana, así hacia yo mis planes, y me ausentaba para no verni oír todo eso. Estuve un año entero, poniendo buena cara a algo alo que no era capaz de acostumbrarme, mi relación con Blanca aunqueparezca increíble gano en enteros, ella estaba más pendiente de míque nunca, y el sexo con ella paso a ser increíble, pero mi actitudhacia ella empezó a ser más fría, eso la espoleaba, aunque norenunciaba a verse con Marc, quería por todos los medios que todofuese como antes.
Yotrabajo en un laboratorio farmacéutico, estoy doctorado en químicas,y me dedico a la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos,en mi departamento soy el responsable de un equipo de ocho personas,que hacen, hacemos un trabajo increíble. Dentro de ese equipo hayuna chica, Ana, con la carrera de farmacia que es un amor de persona,siempre optimista, con una sonrisa en su boca en todo momento ysimpática como ella sola, capaz de arrancarte una risa en tu peordía y una profesional que merecía todos mis respetos, por eso erami mano derecha y entre los dos cosechábamos grandes resultados……
—Luis,¿puedo hablar contigo en privado por favor?, dijo Ana.
—Claro,¿hay algún problema?
—Aquíno, Luis, en privado.
Lasaque del laboratorio y nos fuimos a mi despacho que estaba fuera,una vez dentro Ana se dio la vuelta y me miro muy fijamente, suexpresión era seria, de preocupación….
—¿Hacecuánto nos conocemos Luis?
—Ufffff,me has pillado, pero hace mucho Ana, ¿Qué te ocurre, tienes algúnproblema?
—NoLuis, ¿Qué te ocurre a ti?, llevo observándote meses, y algo tepasa, te conozco bien, estas cometiendo fallos que hasta unestudiante de primero de carrera no cometería, todos tus informeslos reviso y los corrijo, nunca te ha pasado eso.
Diciendoesto, me enseño varios informes con mi firma que los había pasado aensayo, enseguida me di cuenta de los fallos que había cometido,fallos imperdonables que pondrían en riesgo la vida de alguien si sehubiese llevado a cabo.
—¿Estoes mío?, pregunte incrédulo.
—SiLuis, tuyo y con tu firma, y estos otros son los corregidos por mí.
Cogí,el informe que me dio Ana, y lo revise, todos los errores estabancorregidos y comprobados, me sentí avergonzado, sin darme cuenta unalagrima cayó sobre el informe, Ana se dio cuenta agacho su cabeza yme miro desde abajo, mis ojos eran ya dos ríos……
—JoderLuis, esto es peor de lo que yo pensaba.
Mequito el informe y me abrazo con fuerza, yo me abrace a ella como simi vida dependiera de ello y rompí a llorar con desesperación, todala rabia, todo el cabreo y toda la impotencia que sentía por lasituación que vivía estallo de golpe, pero lo que más me doliófue saber que estaba afectando a mi vida profesional….
—Luisvamos, tranquilízate, tenemos que hablar y buscar una solución a loque te pase, pero ahora tranquilízate……..
Mesepare de ella, tenía los ojos rojos e inundados de lágrimas, lamire y vi en su mirada desesperación por verme así….
—Estatarde cuando salgamos de trabajar, dijo Ana, te vas a venir a mibarrio, ¿conoces El Cubanito?
Asentícon la cabeza….
—Vale,quedamos allí y hablamos, ahora debo de salir de aquí, no quieroque te vean así, te juro que me encantaría quedarme contigo, perono es el sitio ni el lugar, me voy al laboratorio, tranquilízate ysigamos trabajando.
Diciendoesto me beso en la frente y salió por la puerta. Me quede en eldespacho, revisando los informes, había cometido muchos errores,demasiados, y el primero había sido consentir el que Blanca follasecon Marc cuando ella quisiera, aunque no lo reconociese, me estabaafectando más de lo que creía. Paso más de media hora cuando entrede nuevo en el laboratorio, nadie me miro, nadie dijo nada, solo Analevanto la vista y me sonrió, el resto del día paso sin más.
Cuandollego la hora de salir, me quede un rato más, comprobando todo eltrabajo del día, no quería que me sucediera lo que me habíamostrado Ana, cuando termine me dirigí con el coche al barrio deAna, entre Al Cubanito, y allí estaba Ana esperándome en la barra ytomándose una cerveza, según me vio se le ilumino la cara y merecibió con la mejor de sus sonrisas…….
—HolaLuis, ¿más tranquilo?
—Ana,estoy muy avergonzado, he pensado todo el día en cómo enfocar estaconversación y no sé por dónde empezar.
—Muysencillo Luis, ahora estamos fuera del laboratorio, somos amigos, ytenemos todo el tiempo por delante, empieza por el principio.
Leexplique todo lo que había ocurrido desde aquella noche hasta el díade hoy, Ana no me interrumpió en ningún momento aunque lasexpresiones de su cara me lo decían todo, cuando terminé, me miromuy seria, pidió otra cerveza y con toda tranquilidad me dijo….
Blanca,era la mujer más excitante y complaciente que había conocido, tiene28 años y un cuerpo de infarto cumple todas mis fantasías yperversiones, nunca decía que no a nada, llevamos más de tres añosviviendo juntos, tres años de sexo y desenfreno, la amaba con cadauna de las células de mi cuerpo y ese fue mi motivo para no mandartodo a la mierda. El día que cambio mi vida fue cuando Blanca medijo que había invitado a cenar a Marc un compañero de trabajo yque en su día fueron pareja, porque lo habían trasladado de ciudady quería despedirse de él, sabia por ella que aunque habían rotohacía tiempo, la amistad seguía y se llevaban muy bien, pero metemí lo peor.
Yefectivamente mis temores no eran infundados, en esa cena Blanca másexultante y provocativa que nunca y vestida con un modelito que nodejaba nada a la imaginación, Marc se folló a mi mujer delante demis narices, la folló por todos sus agujeros, y se corrió dondequiso con el beneplácito de Blanca, pero lo peor es que lo consentí,y lo más humillante, me excito ver cómo le metía ese pollón quecalzaba hasta los huevos y Blanca ponía los ojos en blanco de puroplacer, tuve que masturbarme delante de ellos y eso a Blanca le dioalas.
Alfinal, sentados los tres en el salón, tomando un café, con mi mujerdesnuda y cubierta de semen del otro tipo y el tal Marc delante demis narices y con su polla desafiándome, mi cabreo empezó a subircomo la espuma, Blanca viendo lo que podía suceder tomo lainiciativa y me dejo las cosas muy claritas…..
—Tequiero mucho, y contigo disfruto una barbaridad… pero tambiénnecesito que Marc y su tremenda polla me den caña de vez en cuando.Si lo aceptas, pues muy bien; pero si te niegas a ello, quizás seríamejor que dejásemos lo nuestro.
Ahífue cuando me vino a la mente una frase….”En una relación, quienmenos ama es quien manda”…Fue categórica y no dio replica anada, eran sus condiciones, mi cabeza decía que la mandase a lamierda pero mi corazón, mi maldito corazón, me decía que mequedase con ella, de momento acepte lo que me decía, en friosopesaría los pros y los contras. Asentí con la cabeza, de acuerdole dije, será como quieras, ella esbozo una sonrisa y me fue abesar, pero aparte mi cara, todavía tenía chorretones de espermapor toda su cara y así se lo hice saber….
—Perdonacielo, me dijo Blanca, voy a lavarme un poco.
Blancase levantó y se fue hacia el baño de nuestro cuarto, me quedehipnotizado mirando el contoneo de su culo, era prefecto.
—Bueno,dijo Marc incomodo al estar él y yo solos, será mejor que me vaya.
—Siserá mejor, le respondí.
Selevantó y empezó a recoger su ropa esparcida entre el salón y eldormitorio, y allí me quede solo, delante de una taza de café vacíae intentando digerir lo que había vivido esa noche. Tan absortoestaba en mis pensamientos que no me percate que esos dos tardabanmás de la cuenta, me levante y me dirigí a nuestra habitación yallí estaba mi mujer en la cama y con Marc encima de ella, Blanca leabrazaba con brazos y piernas, mientras el bombeaba como un animal enel coño de mi mujer…
—Másfuerte Marc……asiiiiiiiiiii…..dioooosssss que gusto, follame, nome cansare de tu polla nunca…..Ahhhhhhhhhh!!!!…………noparessssss….me estas matando de placer cabrón…dame másfuerteeee….Siiiiiii……aggggggg…..siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii………….
Vicomo Blanca convulsionaba del tremendo orgasmo que estaba teniendo,se abrazó aún más si cabe a Marc mientras este bufando, y con supolla bien clavada dentro de su coño, descargaba su leche en elútero de mi mujer.
Nome quise quedar a ver más, ya había tenido suficiente por esanoche, a los veinte minutos salió Marc vestido y con un, —Nosvemos, salió de nuestra casa. Me acerque a nuestra habitación,Blanca dormía profundamente, no me quise acostar con ella, lassabanas estaban pringadas por todos los lados y ella no se habíaduchado, la habitación olía a sexo, a un sexo que no había tenidoconmigo y me dio asco, apague la luz y cerré la puerta, me fui alsalón, y recogí los cuatro cacharros que quedaban, metí todo en ellavavajillas y me fui al baño a ducharme, lo vivido esa noche hizoque tuviese otra erección dolorosa, fue como ver una película pornoen directo y la estrella es tu mujer.
Mesentí mal conmigo mismo por esos sentimientos tan encontrados, poruna parte me cegaba la ira, pero por otra era lo más excitante ymorboso que había vivido, ¿Qué es lo que fallaba en nuestrarelación?, tenía que reconocer que la polla que se gastaba el talMarc era impresionante, se me ocurrió medirme la mía, hacía muchosaños que no lo hacía, salí a por un metro y la medí……21 cm.calculando, la del otro debía de andar dentro de los 26 cm. Y eraalgo más gruesa que la mía y marcada por muchas venas, erasoberbia, majestuosa, me sentí un poco acomplejado.
Meduche, y me tumbe en el sofá, estuve mucho tiempo pensando, y lleguea una conclusión, que bajo ningún concepto quería perder a Blanca,podían más los sentimientos que la humillación de esa pasada nochey las que viniesen, ya se vería como poder vivir con eso, y así mequedé dormido.
Aldía siguiente un dulce beso en los labios me despertó, abrí losojos y vi la bella cara de Blanca a escasos centímetros de la mía,se había duchado y se había lavado la boca el olor erainconfundible…….
—Buenosdías mi amor, tengo que pedirte perdón por lo de anoche y mi faltade tacto, creo que se me fue de las manos, pero lo siento no podíaparar, esta mañana al despertar y no verte a mi lado me he asustado,pero al verte aquí dormido y como olía la habitación y yo misma teentendí. Quiero que sepas una cosa, por nada del mundo quieroengañarte, antes de lo de anoche me acosté con Marc una vez y mesentí muy mal conmigo misma, pero necesito esa polla, así quecuando volvió decidí hacerlo delante de ti y a Marc le encantó laidea, no me arrepiento de nada de lo que he hecho, ni me arrepentiré,es mi vida y si quieres formar parte de ella va a tener que ser así.
—Veoque no me dejas alternativa, dije muy serio, pero te amo demasiadopara dejarte, mi mente me dice que salga corriendo, pero mi corazónte quiere más de lo que piensas, solo dame algo de tiempo paraasimilar esto, entiende que la humillación que sufrí ayer no seolvida fácilmente.
—Entiendeotra cosa, y esta es muy importante, dijo Blanca. Lo mío con Marc essolo sexo, única y exclusivamente sexo, cuando estoy con el solo soyun cacho de carne que se puede follar, no hay sentimiento, sololujuria. A ti te quiero, te amo y quiero compartir mi vida contigo, ycontigo hago el amor, y me encanta porque lo hacemos con amor y conlujuria a la vez, sé que es difícil de entender, pero es así.
Esefue el comienzo de una especie de pesadilla que yo consentí yque ocurría unas tres veces por mes, Marc venía a nuestra ciudadpor motivos de trabajo, avisaba a Blanca, que se lo llevaba a casa, yfollaban hasta que él se tenía que ir, eso ocurría la mayoría delas veces entre semana, pero si coincidía en fin de semana sequedaba a dormir en mi casa en mi cama y con mi mujer, al principioincluso me dejaron participar, pero Blanca solo quería que lafollase Marc, a mí no me dejaba acercarme….—A Marc letengo tres veces al mes, a ti todos los días, déjame disfrutar deél no seas egoísta, me decía Blanca…. hasta el propio Marc lallamo la atención por no atenderme, pero las condiciones las poníaella. Empecé a ausentarme cuando él venía, Blanca me indicaba sise quedaba a dormir, si en el mismo día se iba o si se quedaba elfin de semana, así hacia yo mis planes, y me ausentaba para no verni oír todo eso. Estuve un año entero, poniendo buena cara a algo alo que no era capaz de acostumbrarme, mi relación con Blanca aunqueparezca increíble gano en enteros, ella estaba más pendiente de míque nunca, y el sexo con ella paso a ser increíble, pero mi actitudhacia ella empezó a ser más fría, eso la espoleaba, aunque norenunciaba a verse con Marc, quería por todos los medios que todofuese como antes.
Yotrabajo en un laboratorio farmacéutico, estoy doctorado en químicas,y me dedico a la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos,en mi departamento soy el responsable de un equipo de ocho personas,que hacen, hacemos un trabajo increíble. Dentro de ese equipo hayuna chica, Ana, con la carrera de farmacia que es un amor de persona,siempre optimista, con una sonrisa en su boca en todo momento ysimpática como ella sola, capaz de arrancarte una risa en tu peordía y una profesional que merecía todos mis respetos, por eso erami mano derecha y entre los dos cosechábamos grandes resultados……
—Luis,¿puedo hablar contigo en privado por favor?, dijo Ana.
—Claro,¿hay algún problema?
—Aquíno, Luis, en privado.
Lasaque del laboratorio y nos fuimos a mi despacho que estaba fuera,una vez dentro Ana se dio la vuelta y me miro muy fijamente, suexpresión era seria, de preocupación….
—¿Hacecuánto nos conocemos Luis?
—Ufffff,me has pillado, pero hace mucho Ana, ¿Qué te ocurre, tienes algúnproblema?
—NoLuis, ¿Qué te ocurre a ti?, llevo observándote meses, y algo tepasa, te conozco bien, estas cometiendo fallos que hasta unestudiante de primero de carrera no cometería, todos tus informeslos reviso y los corrijo, nunca te ha pasado eso.
Diciendoesto, me enseño varios informes con mi firma que los había pasado aensayo, enseguida me di cuenta de los fallos que había cometido,fallos imperdonables que pondrían en riesgo la vida de alguien si sehubiese llevado a cabo.
—¿Estoes mío?, pregunte incrédulo.
—SiLuis, tuyo y con tu firma, y estos otros son los corregidos por mí.
Cogí,el informe que me dio Ana, y lo revise, todos los errores estabancorregidos y comprobados, me sentí avergonzado, sin darme cuenta unalagrima cayó sobre el informe, Ana se dio cuenta agacho su cabeza yme miro desde abajo, mis ojos eran ya dos ríos……
—JoderLuis, esto es peor de lo que yo pensaba.
Mequito el informe y me abrazo con fuerza, yo me abrace a ella como simi vida dependiera de ello y rompí a llorar con desesperación, todala rabia, todo el cabreo y toda la impotencia que sentía por lasituación que vivía estallo de golpe, pero lo que más me doliófue saber que estaba afectando a mi vida profesional….
—Luisvamos, tranquilízate, tenemos que hablar y buscar una solución a loque te pase, pero ahora tranquilízate……..
Mesepare de ella, tenía los ojos rojos e inundados de lágrimas, lamire y vi en su mirada desesperación por verme así….
—Estatarde cuando salgamos de trabajar, dijo Ana, te vas a venir a mibarrio, ¿conoces El Cubanito?
Asentícon la cabeza….
—Vale,quedamos allí y hablamos, ahora debo de salir de aquí, no quieroque te vean así, te juro que me encantaría quedarme contigo, perono es el sitio ni el lugar, me voy al laboratorio, tranquilízate ysigamos trabajando.
Diciendoesto me beso en la frente y salió por la puerta. Me quede en eldespacho, revisando los informes, había cometido muchos errores,demasiados, y el primero había sido consentir el que Blanca follasecon Marc cuando ella quisiera, aunque no lo reconociese, me estabaafectando más de lo que creía. Paso más de media hora cuando entrede nuevo en el laboratorio, nadie me miro, nadie dijo nada, solo Analevanto la vista y me sonrió, el resto del día paso sin más.
Cuandollego la hora de salir, me quede un rato más, comprobando todo eltrabajo del día, no quería que me sucediera lo que me habíamostrado Ana, cuando termine me dirigí con el coche al barrio deAna, entre Al Cubanito, y allí estaba Ana esperándome en la barra ytomándose una cerveza, según me vio se le ilumino la cara y merecibió con la mejor de sus sonrisas…….
—HolaLuis, ¿más tranquilo?
—Ana,estoy muy avergonzado, he pensado todo el día en cómo enfocar estaconversación y no sé por dónde empezar.
—Muysencillo Luis, ahora estamos fuera del laboratorio, somos amigos, ytenemos todo el tiempo por delante, empieza por el principio.
Leexplique todo lo que había ocurrido desde aquella noche hasta el díade hoy, Ana no me interrumpió en ningún momento aunque lasexpresiones de su cara me lo decían todo, cuando terminé, me miromuy seria, pidió otra cerveza y con toda tranquilidad me dijo….
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