MENSAJE PARA EL EQUIPO DE PORINGA: el editor de post es un desastre! No pude cambiar el tamaño de letra, no le pude poner colores. Aparecen palabras juntas que cuando estoy en el editor estan separadas. Cuesta mucho esfuerzo hacer un relato y quien lo escribe quiere que se pueda leer bien. Cansada de esperar que lo arreglen, decido publicarlo, pero se lee muy mal a mi gusto asi. Hagan algo por favor. Gracias.
Ahora vamos a lo nuestro:
Hacia 5 días que estábamos hospedados en ese acogedor hotel de Bariloche. Era sencillo, rústico, con mucha madera y una infernal vista al lago. Los últimos dos días de nevadas intensas habían logrado dejarnos encerrados en el hotel. Esa tarde la pasé en la sala, tomando mate, leyendo y jugando a las cartas. Afuera, apenas si se podía ver el paisaje por la densas nubes bajas.
Estaba leyendo cuando levanto la vista y veo a un hombre que me resulta muyfamiliar. A los pocos segundos puedo reconocer quién creo que es, pero no tengototal seguridad. Me corre un escalofrío placentero por el cuerpo de solo pensarque es él. Trato de mirarlo un poco mas, para despejar mis dudas, disimulandoque no me vea su compañera. Pero cuando me clava la mirada y me la sostiene,confirmo que es él.
Juan es un hombre que había sido parte de mi vida sexual hacia dos años mas o menos, pero de una manera diferente. Lo conocí en Poringa cuando él me contactó para hacerme un comentario sobre mis relatos.Me sorprendí por su delicada y atrapante redacción. Escribía enigmáticamente,generando intriga y deseos de conocerlo. Nos seguimos escribiendo, primero por poringa, después por mail y finalmente por whatsapp. Nos comunicábamos muchísimo pero no podía afirmar que lo conocía. Nuestras charlas eran una fantasía co-creada renglón a renglón. La hacíamos a nuestra manera. Después vinieron las comunicaciones telefónicas, que no eran más que una cita sexual en la que nos trasladábamos a una dimensión desconocida donde nosotros dos podíamos existir juntos en el mismo lugar y dejar fluir nuestros placeres sexuales. En la dimensión real,cientos de kilómetros nos separaban. Tuvimos muchos de esos encuentros. Charlábamos mucho tiempo mientras construíamos espacios, días, escenas, situaciones,posiciones, duraciones… todo lo necesario para brindarnos explosivos orgasmos. Nunca nos pudimos encontrar de verdad y la llama se fue apagando hasta que finalmente dejamos de hablar y escribirnos.
Pero él nunca pasaría al olvido en mi vida. Era la única persona en mi vida con la que había tenido una relación asi, y por varios meses. Al menos a mi, no me pasa todos los días. Creo que a él tampoco.
A pesar de no habernos visto nunca, noshabíamos mandado un montón de fotos. No sería raro reconocerlo en la calle. Habían pasado dos años pero esa mirada me lo dijo todo. Era él definitivamente y el fuego en sus ojos me decían que todavía tenía ganas de hacer conmigo todo loque me había prometido algún día.
Esperó unos minutos, la mujer que lo acompañaba se separó de él, se fijó que estuviese sola en la sala y se acercó a mí y medijo:
-Nati, que lindo verte!
Yo suspiré hondo y traté de contener la sonrisa de oreja a oreja que tenia en mi cara. Más allá de la tensión sexual que siempre hubo entre nosotros, la coincidencia extraordinaria y la alegría se apoderaban de todas mis expresiones faciales. Me levanté de un salto y lo abracé fuerte, muy fuerte. Sus manos me tomaban de la cintura y a medida que elabrazo se extendía por demás en el tiempo, él las movió, bajándolas sensualmente hasta casi tocar mi cola. Asustada, me despegué del abrazo.
-Juaaan!! que alegría finalmente verte
-No lo puedo creer, tanto tiempo!!- decía entrerisas
-Parece cosa del destino
-Siempre nos merecimos conocernos… bueno, mas que conocernos, siempre nos merecimos coger juntos.
-Te veo ahora, y siento que hubiese sido ayer cuando me hacías acabar por teléfono, siento que mis ganas están intactas!
-Las mías igual… sos hermosa! Ahora lo digo muy convencido
-Gracias…. Vos también sos muy lindo….-respondo sonrojada.
-Bueno…. Que estás haciendo acá? Con quien viniste?- me preguntaba con seriedad
-Vine con mi marido. Es casi como conocer Bariloche porque no venía desde los 14 años. Estamos haciendo turismo y si bajan las nevadas vamos a ir a Catedral a esquiar unos o dos días. Vos?
-Estoy con mi novia de paseo. Ya habíamos venido a Bariloche pero en verano. La verdad que en invierno es otra onda, lanieve y el frio lo hace un lugar muy distinto.
Mira hacia los costados, ve a la gente distraída, entonces me acaricia la cintura con una mano y con la otra me tomade la mano.
-Te quiero cerca mío, desnuda. –me dice casi susurrando.
Hago a un lado la emoción por la casualidad de encontrarnos; mi cuerpo respira y comprende el mensaje. Sus manos, su voz suave y sus palabras hacen correr por mi cuerpo un calor intenso. Cierro los ojos, meimagino todo lo que quiero y mi vagina se moja en ese instante.
-Déjame que hable con Alejandro primero. Yo también quiero estar con vos. Tenes el mismo celular todavía?
-Si.
-Bueno, en un rato te escribo. Y tu novia?
-Con ella está todo bien, como siempre.
Me saluda con un beso en la mejilla y se va.
Al rato baja Alejandro y me acompaña con unos mates. Le cuento lo que acaba de pasar. Afortunadamente yo le había contado en su momento de la existencia de este amigo virtual. No sale de su asombro y me deja entrever burlonamente que sospecha que este encuentro no es casual. Le manifiesto mis ganas de estar con Juan, lo charlamos y accedió sin problemas.Entonces, pensé en hacerme un lugarcito en el itinerario turístico para poder estar con él. Mas tarde le escribo por whatsapp:
Nati: podes esta noche?
Juan: a ver, dame un minuto…
Juan: si, después de cenar, tipo 23.
Nati: ¿dónde vas a comer?
Juan: creo que acá en el hotel, ya salimos bastante hoy y no quiero pasar más frio.
Nati: yo voy a cenar afuera. ¿A dónde te parece de vernos?
Juan: ¿querés que nos encontremos en la sala y después vamos para mi habitación? Mi novia me dijo que va a irse al spa ahacerse unos masajes o a patinar a la pista de hielo que está cerca del hotel.
Nati: que genia! Bueno dale…. Te veo a la noche.
Juan: pará…. Decime antes cuantas ganas tenes de que te coja.
Nati: muchas! cuando te vi me di cuenta que todo este tiempo estuve juntando ganas sin saberlo. Ya falta poquito. Estoy ansiosa.
Juan: mi ansiedad me tiene con la pija duradesde que charlamos en el living
Nati: mmm quiero ver eso! nos vemos después, tedejo.
Juan: nos vemos hermosa.
*****
Cuando la sala del hotel ya tenía las luces bajas… dando un clima nocturno apaciguado llamando a ingerir bebidas fuertes…vos estabas sentado en la barra, con dos copas de champagne llenas. De espaldasa mi, te observé de lejos unos minutos, tu cuerpo, tu pelo, tu espalda, tu ropa… tus movimientos delatando tu impaciencia por verme llegar. Me di un momento para desearte mucho. Respiré hondo, fluyó mi sangre fuerte adentro y me sentí viva.
*****
Me acerqué a Juan despacito y sin hacer ruido,lo sorprendí susurrándole en la oreja “hola hermoso”. Se dio vuelta rápido y me agarró de la cintura con un brazo. Con el otro tomo una copa y la puso en mi mano. Brindamos por la noche en la que el destino hizo justicia. Tomamos, sonreímos, no hablamos más, solo sostuvimos la mirada mucho tiempo. Nos besamos apasionadamente y moderándonos, frenamos esa desborde para ir a la habitación, juntos, de la mano, conteniéndonos a cada paso.
Entramos rápido y cerramos de un portazo. Él me agarro fuerte la cintura y no me soltó el beso profundo por varios minutos. Me apretaba contra su cuerpo, fuerte, me apoyaba en la pelvis la pija que cada vez la tenía más dura. Ansiaba conocerla. Me alzó en upa y me tiró en la cama boca arriba. Se puso encima mío y me disfrutó de a poco. Me sacó las prendas de arriba, una a una, hasta dejarme en corpiño. Me besó despacio todo el pecho. Yo le saqué el pullover y la remera y dejándose caer encima mio , nuestras pieles al fin se sintieron cerca, nuestros pechos juntos parecían pegarse de placer.Mientras, yo iba abriendo las piernas, y aun con ropa ambos, insinuábamos el movimiento que tanto ansiábamos.
Me saco el pantalón y al fin quedé en ropa interior. Un conjunto muy delicado de encaje violeta decoraba mi figura. Yo acerqué mi cara a su pantalón, le desabroche un botón, le baje el cierre y sin sacar nada, respiré allí, encima del bóxer, fuerte, oliéndolo y excitándome de tener tan cerca su pija. Después le saqué todo, lo dejé tan desnudo como sus ganas de mí y lo disfruté entero. Desde su pelo de la cabeza hasta la punta de sus pies; besé tanto como la ansiedad por chuparle la pija me permitía… hasta que sucumbí a mi deseo y me comí un buen rato su hermosa pija. Lo miraba a los ojos y podía sentir cuánto le gustaba. Esos ojos se hacían perversos a medida que pasaba el tiempo y sus manos, condescendientes a ellos, se posaron en mi nuca obligando un movimiento exagerado y profundo, que me dejaba lagrimeando y sin aire. Ufff.
Despues él me puso en cuatro en la cama y así,corrió un poquito la tirita central de la colales y me pasó la lengua por elagujerito de mi cola. Después, muy despacio y con las dos manos, me bajó laropa interior diciendo “ahhhh” a la vez que veía como mi cola iba quedandodesnuda. Me dio vuelta, me saco el corpiño y me chupó mucho la tetas. Lo miréfijo, me miró fijo y le dije “si!”; entonces tomó mis pezones y tiró de ellos,proporcionándome ese placer doloroso que con pocos puedo disfrutar.
Nos disfrutamos despacio, sabiendo que este momento era único, ya que una segunda vez jamás sería igual. Como si no supiese como me gusta, comenzó a cogerme suave encima mío, como misionero; para iracelerando luego, a media que mis gemidos lo pedían. Después, se separó un segundo y me dio vuelta ágilmente como si yo no pesara nada. Me puso en cuatro,su pecho lo acercó a mi espalda para decirme al oído que mi cola lo tenía loco.Se irguió y comenzó a cogerme durísimo, así tan duro que ya los gemidos no pueden seguir el ritmo, generando un desorden de emociones vocales que terminaron en un grito de placer continuo… ¿pueden imaginarlo?
Después yo tomé la rienda de mi propio placer y me puse encima de él. Comencé a moverme buscando el orgasmo que no tardó en llegar, mientras lo miraba fijo, y disfrutaba de esa carita dulce y picarona… estaba tan lindo y me miraba con tanta malicia que me dieron ganas depegarle una cachetada simbólica… se hizo el enojado y me prometió venganza.
Me volvió a poner en cuatro, ahora me cogía despacio pero me daba nalgadas fuertes y muy placenteras… a la vez… ya insinuaba querer hacerme el orto ya que sus deditos no se separaban de mi ano.Terminó metiéndome dos dedos, los metía y los sacaba mientras su pija se hundíaen mi concha… esa sensación de doble penetración me volvía loca.
A esta altura, era obvio que me iba a hacer la cola… ¿pero cuándo? Ya estaba pasando mucho tiempo. Él lo sabia. Sabia de mi impaciencia.
-asi que tenes ganas de que rompa el orto?
-si!!
-hoy no va a ser hermosa…
-porque?? –pregunté sacada de quicio.
-¿vos te penas que te voy a saciar todo en una misma noche?
-ay dale porfa!! Quizá no haya una segunda vez!– insistí.
-Te quedan 5 días más acá; no voy a dejarte ir sin tenerte una vez más para mi
-Pero dale porfa, quiero que me la metas por el orto
-mmm decime…. Si no te cojo por el orto, vos sabes que si o si nos vamos a volver a encontrar. Y si lo hago… ¿que puede pasar?
-Está bien, me convenciste!! Voy a volver a desearte todo el dia como cuando hablábamos por teléfono, hasta que sacies mis ganas.
Seguimos cogiendo mientras no dejaba de jugar con mi cola y mis tetas y me daba cada vez más duro haciéndome vibrar deplacer. Para su sublime orgasmo, su pija estaba en boca succionando néctar que disfruté mucho relamiéndome y chupándome todo lo que eventualmente quedo en mis dedos.
Descansamos echados en la cama…. Mirándonos… en ese momento, rozando el romanticismo por tanta mirada cómplice.
Charlamos un poco mas, y al rato yo me vestí y me fui para mi habitación.
Mi marido no estaba, había salido, yo esperaba ansiosa su regreso para contarle lo bien que la había pasado.
Continuará...?
Espero que les haya gustado.
Ahora vamos a lo nuestro:
Hacia 5 días que estábamos hospedados en ese acogedor hotel de Bariloche. Era sencillo, rústico, con mucha madera y una infernal vista al lago. Los últimos dos días de nevadas intensas habían logrado dejarnos encerrados en el hotel. Esa tarde la pasé en la sala, tomando mate, leyendo y jugando a las cartas. Afuera, apenas si se podía ver el paisaje por la densas nubes bajas.
Estaba leyendo cuando levanto la vista y veo a un hombre que me resulta muyfamiliar. A los pocos segundos puedo reconocer quién creo que es, pero no tengototal seguridad. Me corre un escalofrío placentero por el cuerpo de solo pensarque es él. Trato de mirarlo un poco mas, para despejar mis dudas, disimulandoque no me vea su compañera. Pero cuando me clava la mirada y me la sostiene,confirmo que es él.
Juan es un hombre que había sido parte de mi vida sexual hacia dos años mas o menos, pero de una manera diferente. Lo conocí en Poringa cuando él me contactó para hacerme un comentario sobre mis relatos.Me sorprendí por su delicada y atrapante redacción. Escribía enigmáticamente,generando intriga y deseos de conocerlo. Nos seguimos escribiendo, primero por poringa, después por mail y finalmente por whatsapp. Nos comunicábamos muchísimo pero no podía afirmar que lo conocía. Nuestras charlas eran una fantasía co-creada renglón a renglón. La hacíamos a nuestra manera. Después vinieron las comunicaciones telefónicas, que no eran más que una cita sexual en la que nos trasladábamos a una dimensión desconocida donde nosotros dos podíamos existir juntos en el mismo lugar y dejar fluir nuestros placeres sexuales. En la dimensión real,cientos de kilómetros nos separaban. Tuvimos muchos de esos encuentros. Charlábamos mucho tiempo mientras construíamos espacios, días, escenas, situaciones,posiciones, duraciones… todo lo necesario para brindarnos explosivos orgasmos. Nunca nos pudimos encontrar de verdad y la llama se fue apagando hasta que finalmente dejamos de hablar y escribirnos.
Pero él nunca pasaría al olvido en mi vida. Era la única persona en mi vida con la que había tenido una relación asi, y por varios meses. Al menos a mi, no me pasa todos los días. Creo que a él tampoco.
A pesar de no habernos visto nunca, noshabíamos mandado un montón de fotos. No sería raro reconocerlo en la calle. Habían pasado dos años pero esa mirada me lo dijo todo. Era él definitivamente y el fuego en sus ojos me decían que todavía tenía ganas de hacer conmigo todo loque me había prometido algún día.
Esperó unos minutos, la mujer que lo acompañaba se separó de él, se fijó que estuviese sola en la sala y se acercó a mí y medijo:
-Nati, que lindo verte!
Yo suspiré hondo y traté de contener la sonrisa de oreja a oreja que tenia en mi cara. Más allá de la tensión sexual que siempre hubo entre nosotros, la coincidencia extraordinaria y la alegría se apoderaban de todas mis expresiones faciales. Me levanté de un salto y lo abracé fuerte, muy fuerte. Sus manos me tomaban de la cintura y a medida que elabrazo se extendía por demás en el tiempo, él las movió, bajándolas sensualmente hasta casi tocar mi cola. Asustada, me despegué del abrazo.
-Juaaan!! que alegría finalmente verte
-No lo puedo creer, tanto tiempo!!- decía entrerisas
-Parece cosa del destino
-Siempre nos merecimos conocernos… bueno, mas que conocernos, siempre nos merecimos coger juntos.
-Te veo ahora, y siento que hubiese sido ayer cuando me hacías acabar por teléfono, siento que mis ganas están intactas!
-Las mías igual… sos hermosa! Ahora lo digo muy convencido
-Gracias…. Vos también sos muy lindo….-respondo sonrojada.
-Bueno…. Que estás haciendo acá? Con quien viniste?- me preguntaba con seriedad
-Vine con mi marido. Es casi como conocer Bariloche porque no venía desde los 14 años. Estamos haciendo turismo y si bajan las nevadas vamos a ir a Catedral a esquiar unos o dos días. Vos?
-Estoy con mi novia de paseo. Ya habíamos venido a Bariloche pero en verano. La verdad que en invierno es otra onda, lanieve y el frio lo hace un lugar muy distinto.
Mira hacia los costados, ve a la gente distraída, entonces me acaricia la cintura con una mano y con la otra me tomade la mano.
-Te quiero cerca mío, desnuda. –me dice casi susurrando.
Hago a un lado la emoción por la casualidad de encontrarnos; mi cuerpo respira y comprende el mensaje. Sus manos, su voz suave y sus palabras hacen correr por mi cuerpo un calor intenso. Cierro los ojos, meimagino todo lo que quiero y mi vagina se moja en ese instante.
-Déjame que hable con Alejandro primero. Yo también quiero estar con vos. Tenes el mismo celular todavía?
-Si.
-Bueno, en un rato te escribo. Y tu novia?
-Con ella está todo bien, como siempre.
Me saluda con un beso en la mejilla y se va.
Al rato baja Alejandro y me acompaña con unos mates. Le cuento lo que acaba de pasar. Afortunadamente yo le había contado en su momento de la existencia de este amigo virtual. No sale de su asombro y me deja entrever burlonamente que sospecha que este encuentro no es casual. Le manifiesto mis ganas de estar con Juan, lo charlamos y accedió sin problemas.Entonces, pensé en hacerme un lugarcito en el itinerario turístico para poder estar con él. Mas tarde le escribo por whatsapp:
Nati: podes esta noche?
Juan: a ver, dame un minuto…
Juan: si, después de cenar, tipo 23.
Nati: ¿dónde vas a comer?
Juan: creo que acá en el hotel, ya salimos bastante hoy y no quiero pasar más frio.
Nati: yo voy a cenar afuera. ¿A dónde te parece de vernos?
Juan: ¿querés que nos encontremos en la sala y después vamos para mi habitación? Mi novia me dijo que va a irse al spa ahacerse unos masajes o a patinar a la pista de hielo que está cerca del hotel.
Nati: que genia! Bueno dale…. Te veo a la noche.
Juan: pará…. Decime antes cuantas ganas tenes de que te coja.
Nati: muchas! cuando te vi me di cuenta que todo este tiempo estuve juntando ganas sin saberlo. Ya falta poquito. Estoy ansiosa.
Juan: mi ansiedad me tiene con la pija duradesde que charlamos en el living
Nati: mmm quiero ver eso! nos vemos después, tedejo.
Juan: nos vemos hermosa.
*****
Cuando la sala del hotel ya tenía las luces bajas… dando un clima nocturno apaciguado llamando a ingerir bebidas fuertes…vos estabas sentado en la barra, con dos copas de champagne llenas. De espaldasa mi, te observé de lejos unos minutos, tu cuerpo, tu pelo, tu espalda, tu ropa… tus movimientos delatando tu impaciencia por verme llegar. Me di un momento para desearte mucho. Respiré hondo, fluyó mi sangre fuerte adentro y me sentí viva.
*****
Me acerqué a Juan despacito y sin hacer ruido,lo sorprendí susurrándole en la oreja “hola hermoso”. Se dio vuelta rápido y me agarró de la cintura con un brazo. Con el otro tomo una copa y la puso en mi mano. Brindamos por la noche en la que el destino hizo justicia. Tomamos, sonreímos, no hablamos más, solo sostuvimos la mirada mucho tiempo. Nos besamos apasionadamente y moderándonos, frenamos esa desborde para ir a la habitación, juntos, de la mano, conteniéndonos a cada paso.
Entramos rápido y cerramos de un portazo. Él me agarro fuerte la cintura y no me soltó el beso profundo por varios minutos. Me apretaba contra su cuerpo, fuerte, me apoyaba en la pelvis la pija que cada vez la tenía más dura. Ansiaba conocerla. Me alzó en upa y me tiró en la cama boca arriba. Se puso encima mío y me disfrutó de a poco. Me sacó las prendas de arriba, una a una, hasta dejarme en corpiño. Me besó despacio todo el pecho. Yo le saqué el pullover y la remera y dejándose caer encima mio , nuestras pieles al fin se sintieron cerca, nuestros pechos juntos parecían pegarse de placer.Mientras, yo iba abriendo las piernas, y aun con ropa ambos, insinuábamos el movimiento que tanto ansiábamos.
Me saco el pantalón y al fin quedé en ropa interior. Un conjunto muy delicado de encaje violeta decoraba mi figura. Yo acerqué mi cara a su pantalón, le desabroche un botón, le baje el cierre y sin sacar nada, respiré allí, encima del bóxer, fuerte, oliéndolo y excitándome de tener tan cerca su pija. Después le saqué todo, lo dejé tan desnudo como sus ganas de mí y lo disfruté entero. Desde su pelo de la cabeza hasta la punta de sus pies; besé tanto como la ansiedad por chuparle la pija me permitía… hasta que sucumbí a mi deseo y me comí un buen rato su hermosa pija. Lo miraba a los ojos y podía sentir cuánto le gustaba. Esos ojos se hacían perversos a medida que pasaba el tiempo y sus manos, condescendientes a ellos, se posaron en mi nuca obligando un movimiento exagerado y profundo, que me dejaba lagrimeando y sin aire. Ufff.
Despues él me puso en cuatro en la cama y así,corrió un poquito la tirita central de la colales y me pasó la lengua por elagujerito de mi cola. Después, muy despacio y con las dos manos, me bajó laropa interior diciendo “ahhhh” a la vez que veía como mi cola iba quedandodesnuda. Me dio vuelta, me saco el corpiño y me chupó mucho la tetas. Lo miréfijo, me miró fijo y le dije “si!”; entonces tomó mis pezones y tiró de ellos,proporcionándome ese placer doloroso que con pocos puedo disfrutar.
Nos disfrutamos despacio, sabiendo que este momento era único, ya que una segunda vez jamás sería igual. Como si no supiese como me gusta, comenzó a cogerme suave encima mío, como misionero; para iracelerando luego, a media que mis gemidos lo pedían. Después, se separó un segundo y me dio vuelta ágilmente como si yo no pesara nada. Me puso en cuatro,su pecho lo acercó a mi espalda para decirme al oído que mi cola lo tenía loco.Se irguió y comenzó a cogerme durísimo, así tan duro que ya los gemidos no pueden seguir el ritmo, generando un desorden de emociones vocales que terminaron en un grito de placer continuo… ¿pueden imaginarlo?
Después yo tomé la rienda de mi propio placer y me puse encima de él. Comencé a moverme buscando el orgasmo que no tardó en llegar, mientras lo miraba fijo, y disfrutaba de esa carita dulce y picarona… estaba tan lindo y me miraba con tanta malicia que me dieron ganas depegarle una cachetada simbólica… se hizo el enojado y me prometió venganza.
Me volvió a poner en cuatro, ahora me cogía despacio pero me daba nalgadas fuertes y muy placenteras… a la vez… ya insinuaba querer hacerme el orto ya que sus deditos no se separaban de mi ano.Terminó metiéndome dos dedos, los metía y los sacaba mientras su pija se hundíaen mi concha… esa sensación de doble penetración me volvía loca.
A esta altura, era obvio que me iba a hacer la cola… ¿pero cuándo? Ya estaba pasando mucho tiempo. Él lo sabia. Sabia de mi impaciencia.
-asi que tenes ganas de que rompa el orto?
-si!!
-hoy no va a ser hermosa…
-porque?? –pregunté sacada de quicio.
-¿vos te penas que te voy a saciar todo en una misma noche?
-ay dale porfa!! Quizá no haya una segunda vez!– insistí.
-Te quedan 5 días más acá; no voy a dejarte ir sin tenerte una vez más para mi
-Pero dale porfa, quiero que me la metas por el orto
-mmm decime…. Si no te cojo por el orto, vos sabes que si o si nos vamos a volver a encontrar. Y si lo hago… ¿que puede pasar?
-Está bien, me convenciste!! Voy a volver a desearte todo el dia como cuando hablábamos por teléfono, hasta que sacies mis ganas.
Seguimos cogiendo mientras no dejaba de jugar con mi cola y mis tetas y me daba cada vez más duro haciéndome vibrar deplacer. Para su sublime orgasmo, su pija estaba en boca succionando néctar que disfruté mucho relamiéndome y chupándome todo lo que eventualmente quedo en mis dedos.
Descansamos echados en la cama…. Mirándonos… en ese momento, rozando el romanticismo por tanta mirada cómplice.
Charlamos un poco mas, y al rato yo me vestí y me fui para mi habitación.
Mi marido no estaba, había salido, yo esperaba ansiosa su regreso para contarle lo bien que la había pasado.
Continuará...?
Espero que les haya gustado.
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