Vacaciones en casa rodante

Quiero pedir perdón a todos los lectores, hace muchos años que tengo mi cuenta en Poringa pero nunca había publicado nada. Ayer publiqué este relato y para mi sorpresa fue el más leído, recibí un montón de comentarios y seguidores. Todos con la mejor onda. Por inexperiencia tuve problemas con la cuenta que acabo de solucionar y ahora lo vuelvo a publicar. Esta noche escribiré la continuación con fotos. Gracias y saludos
Antes que nada buenas noches a toda la comunidad, mi nombre es Nicolás y mi novia Charo, es la primera vez que voy a contar una anécdota o historia que nos pasó este verano 2017. (la historia es real, nos cambiamos los nombres y algunos detalles solo para cuidarnos)
Nos compramos una casa rodante para enganchar a la camioneta que tenemos y decidimos estrenarla en la costa uruguaya para nuestras vacaciones.
Somos una pareja de 28 y 29 años, ambos laburamos, por momentos también estudiábamos, y estamos juntos hace más de tres años. Desde el primer momento decidimos contarnos todo, garches con nuestros ex, cachondeos de nuestra vida diaria, etc. Todo esto con la idea de ser una pareja abierta en caso que alguno tuviera ganas o se le presente alguna oportunidad de estar con otra persona, cosa que nunca había sucedido.
Creo que esta sinceridad nos dio cierta complicidad y tranquilidad desde el principio de la relación.
Yo tuve algunas experiencias en boliches sw con una ex pero no mucho más. Charo una morocha hermosa de 29 añitos, descendência italiana, una sonrisa angelical-picarona, unas tetas medianas, naturales, gomosas (a mi me encantan, aunque ella preferiría tener más) y una cola divina. Nunca tuvo ninguna pareja abierta pero se deja llevar por la idea de decirse las cosas de frente.
Empezamos nuestras vacaciones en Piriápolis, días hermosos, disfrutamos de las playas a full y como era de esperar empezamos a coger más lindo y mas intensamente de lo que acostumbrábamos en Baires con nuestra rutina.
Desde la mañana íbamos a la playa y ella se ponía a tomar sol con unas tangas hermosas, me pedía que le pase protector y yo aprovechaba para masajearle la cola y la entrepierna, y ya me ponía al palo. Al mediodía nos metíamos en la casita a coger mientras cocinábamos, a la tarde igual, y a veces a la noche lo mismo, nos estacionábamos cerca de la playa, tomábamos un vinito y todos los días garchando a pleno como cualquier pareja enamorada.

Pasamos por Punta del Este unos días y también por La Paloma. Ahí nos quedamos más tiempo ya que nos había gustado la ciudad y el ambiente era más relajado.
Una tarde conocimos a una pareja y nos pusimos a tomar mate en una de las calles del centro, los invitamos a pasar a nuestra casita, el chico tocaba la guitarra, yo tenía unos timbales y nos pusimos a hacer algo de música, a los 5 minutos aparecieron dos chicos y una chica, había un huevito rítmico, unas maracas y un saxo (una imagen bastante común en la costa hipona uruguaya) todos alrededor de nuestra casita. A los veinte minutos éramos como 15 bailando, charlando, cantando y tomando mate o birra.
Charo que es un poco menos charlatana que yo estaba sonriendo y hablando con un chico de los que había aparecido, me sorprendió, no porque sea mala onda, pero suele tardar un rato para entrar en confianza con alguien. Igualmente me encantaba que así sea, ya que la estábamos pasando bien y esa era la idea.

charla va charla viene, coordinamos entre varios para juntarnos más tarde en un bar a comer unas pizzas y tomar algo, se había generado un ambiente copado, chicos y chicas, la mayoría también de vacaciones, con ganas de pasarla bien y divertirse.
Quedamos para encontrarnos a la 10 de la noche en un bar del centro.

Todos se fueron y nosotros nos quedamos donde estábamos estacionados, cerramos la puerta y las cortinas para prepararnos, ducharnos etc.
Apenas cerré la puerta le tiré en chiste a Charo -Estabas entretenida charlando con el pendejito Eh!-
-Viste que facha! 19 años y anda viajando solito.
Yo quedé de cara con la respuesta de mi novia, que más allá de no ser una virgen no solía hacer esos comentarios o chistes.
-ah, veo que te calentó el pendejo
-Mi amor, te estoy jodiendo ¿Que te vas a poner celoso?
-Jejejej no vida. Yo también te estoy jodiendo ¿Somos una pareja abierta o no? En una de esas terminamos las vacaciones con una fiestita.
Le dije eso haciéndome el liberal. La verdad es que un poco de celos me daba, aunque nunca fui celoso me había sorprendido verla tan suelta con alguien que recién conocía, era algo muy raro en ella.
-Ay boludo callate- me dijo y se dio vuelta para poner música y cambiar la onda de la charla.

Me metí a la ducha, salí para cambiarme mientras sonaba Calamaro, y ella ya estaba en bombachita para entrar a bañarse. Con la toalla puesta me arrodillé y sin dejarla pensar le empecé a morder el orto, a darle besos y rasguñarle la espalda, la di vuelta y se sentó arriba mío y nos llenamos las bocas con nuestras lenguas y la calentura que venía con la inercia de todos los días:
-Que onda el pendejito?
-Ay amor, es re chiquito, no seas boludo
-Por qué boludo? Nunca sos tan simpática apenas conocés a alguien. Y aparte no me molesta
- Es de Junin, arrancó a viajar hace un mes y se va para Brasil, es malabarista
-Mirá que bien el pendejo! Como se llama?
-Danilo. Si es re pendex

A todo esto no parábamos de comernos la boca y yo le acariciaba la concha pasándole la mano por todo el orto, llevaba 4 dedos hasta el clitoris, bajaba de nuevo y le volvía a acariciar toda la cola con ambas manos, así varias veces. Le apretaba los dos cachetes de ese culo hermoso, y con los 4 dedos de la mano derecha subía por la conchita hasta tenerla entera en mi mano, jugaba un poquito y volvía hacia atrás.
De la boca me fui a su cuello, y despacito hasta la oreja. Charo empezó a suspirar y hacer notar su calentura. Pasé mi mano izquierda para adelante y empecé a tocarle directamente la conchita mientras le pasaba la lengua por todo el contorno de la oreja. Lo pensé como tres veces y no me animaba a decir más nada, seguí manteniendo el ritmo en la conchita con mi mano izquierda y cuando sentí que era el momento le dije en el oído -A mi me parece que Danilo te calentaba un poquito, y a mi me encanta verte calentita
-Ay amor! Estoy muy caliente cogeme por favor
Yo no sabía si no le gustaba la idea, o en realidad quería esquivar la situación por vergüenza.
En mi cabeza tampoco estaba muy seguro de nada, era una búsqueda casi inconsciente, una búsqueda de no se qué, era algo nuevo y mis sensaciones también eran confusas. Aunque a esa altura lo único que estaba claro era que estábamos muy calientes los dos.
Ella me sacó la toalla se volvió a sentar arriba mío pero metiéndose la verga para empezar a cogerme. Yo seguí comiéndole la oreja mientras cogíamos, cosa que le encanta, le chupé las tetas y empezó a clavarme las uñas en la espalda y a apretarme fuerte con las piernas mientras pegaba un grito entrecortado por la respiración, me abrazó fuerte y terminó sus últimos gemidos al lado de mi oído.
Acabó enseguida, cosa que jamás ocurre, ya que le cuesta bastante acabar, al contrario de lo que me pasa a mi en el primer polvo. Esta vez como muy poquitas veces acabó antes que yo.
-amoooor -Le dije yo- Qué linda sos, me encanta que me acabes la pija así, se ve que te calentó de verdad el pendejo-
Esta vez me miró con una sonrisa putona y se salió de arriba mío, sin dejar de mirarme a los ojos, me empezó a chupar la verga de una forma deliciosa, no le gusta atragantarse y no se la mete entera pero sabe jugar muy bien con la cabecita, me pajeaba sin dejar de mirarme, cosa que tampoco suele hacer, me agarró los huevos y dejó un dedito cerca de mi ano, siguió chupandome la verga al menos un minuto hasta que le llené la boca de leche.

Pensé que iba a poder contar toda la historia en un solo post, pero realmente no es tan fácil como pensaba ir relatando todo lo sucedido. Si gustó hasta acá sigo contando en estos días. Saludos.