Si no nos conocen aún ya que somos nuevos en Poringa los invito a leer nuestra breve presentación en el relato anterior, esperamos que les guste y por supuesto leer sus opiniones y preguntas 😉
http://www.poringa.net/posts/relatos/3003702/Presentandonos-en-Poringa.html
Esta vez les contaré cuando a mi novio le desvirgué el ano, es una historia curiosa ya que no teníamos planeado eso, o por lo menos yo no. No sé cuales eran las intenciones de mi novio ese día.
Todo empezó en una tarde calurosa del verano del año pasado, llevábamos un año de novios y por distintas cuestiones en el trabajo no habíamos podido mantener relaciones en unas dos semanas. Lo cual es mucho para nosotros, no lo habíamos comentado pero los dos ardíamos en calentura. Se aproximaba el fin de semana y planeamos pasar una noche en nuestro telo favorito. Cuando hacemos esos encuentros resultan ser noches épicas, mucho mejor sexo que cuando estamos solos en casa. Nunca nos hemos podido explicar el por qué, pero siento que esos lugares tienen una mística increíble y el simple hecho de estar ahí y gemir y disfrutarnos es más que suficiente.
Por mi parte me puse unos shorts amarillos (le encantan mis piernas), una blusa sencilla blanca y todo mi conjunto de lencería era negro de encaje, cosa que le encantó desde el primer momento. El llevaba unos jeans y una playera bastante sencilla y unos converse, me encanta su estilo despeinado y un poco fachoso.
Entramos al telo con cervezas y nada más, yo un pequeño bolso donde guardaba el consolador que me compró, es realmente pequeño a los que se ven en los pornos. Pero lo disfrutamos mucho, es negro y tiene diamantes al final donde se regula la vibración. Me senté en la cama, mi novio abrió un par de cervezas y prendimos la tele. Estaba una película de Riley Reid (nuestra actriz porno favorita). Dice mi novio que nos parecemos (aún no me explico por qué).
Después de un rato se sube a mi, yo estaba acostada en la cama y el tenía sus rodillas a mi costado, besándome, mete sus manos por debajo de mi playera que no oponía ninguna resistencia. Sabe como excitarme con besos, mete su lengua poco a poco y cuando estoy más entregada pasa su lengua por encima de mis labios.
Se aleja y recorre mi cuello con su lengua por mi oreja, bajando lentamente hasta mi cuello. Con sus manos sube mi blusa y me quita el brassiere. Me vuelve a acostar y besa lentamente mis pezones, cosa que me vuelve loca y aún más me excita cuando los muerde incluso a pesar del dolor. Mientras los sigue lamiendo con sus manos abre mi short y me deja en tanga. Con toda su fuerza me pone de perrito.
Cuando me pone así y aún no me ha penetrado, sabe perfectamente como excitarme. Aún el con ropa se pone atrás de mi como si me estuviera penetrando, con su boca empieza a recorrer con su lengua desde mi nuca hasta bajar muy lentamente por mi espalda. En muchas ocasiones me ha dicho que le excita el hueco que se hace en mi espalda baja y pasarlo con la lengua mientras me escucha gemir.
Sigue bajando hasta toparse con mi ano, le pasa la lengua alrededor y me toma con sus dos manos de las nalgas. Sigue bajando y en esa posición me empieza a practicar sexo oral y haciendo presión sobre mi ano hasta hacerme terminar de una manera increíble. De los mejores orgasmos que me ha hecho practicándome sexo oral.
Ahora va mi turno, lo siento y le empiezo a quitar la ropa poco a poco mientras beso su pecho y su abdomen plano. El sentado en el borde de la cama, levanto sus piernas en mis hombros y recorro su pene desde el cuello hasta la cabeza, sin metérmelo a la boca. Mientras más lo hago esperar se hacen más sonoros sus gemidos. Bajo de nuevo a meterme sus testículos a la boca, cosa que le encanta. Los lamo y meto cada uno a mi boca. Él no daba más, seguí bajando sus testículos hasta llegar a su ano (pocas veces lo he lamido) y el lo disfrutaba. Al darme luz verde con sus gemidos dije, es ahora o nunca. Fuertemente me paré sin importar lo que estaba haciendo y lo hice ponerse en cuatro. El no sabía lo que yo había y parecía no importarle, siempre y cuando disfrutara.
Mientras el se ponía en posición de perrito, empecé a tocar sus nalgas con mis manos y con mi lengua me acercaba lentamente a su ano. Con la lengua recorrí su borde y los gemidos de mi amante me hacían seguir explorando su ano por varios minutos. Con las manos apretaba sus nalgas haciéndole saber que yo también lo disfrutaba. Decidí separar mi cara de su ano y ponerme de rodillas como si lo estuviera penetrando mientras nos veíamos en el espejo que está en la cabecera de la cama. Lo tomé del cabello como si yo fuera su macho y con un dedo decidí penetrarlo. Con la mirada fija en mis ojos, confirmé que estaba muy excitado, incluso más que yo. Aún con mi dedo en su ano, se acerca para besarme con una pasión que se sentía a leguas.
Ya con su ano dilatado, donde cabían casi 3 de mis dedos, recordé que tenía un juguete en mi bolsa. Era momento de que supiera que se sentía ser penetrado por un pene. Le dije que esperara boca arriba en la cama mientras regresaba. Evidentemente el no sabía lo que venía lo que le esperaba, pero era algo que no se iba a negar.
Regresé con el juguete en mi boca y vi su sonrisa pícara mientras yo me acercaba. Me puse a la altura de su abdomen, de rodillas mientras el estaba acostado en la cama masturbándose. Empecé a besarlo y tomé su miembro con mi mano. Subió las rodillas sabiendo lo que le esperaba. Prendí el consolador que ya estaba lubricado y empecé a introducirlo lentamente, su ano no oponía resistencia debido a que ya había sido penetrado anteriormente por mis dedos.
Con mi lengua jugaba con su pene mientras lo iba penetrando, era algo que nos excito demasiado. Intentaba introducir todo su pene en mi garganta pero no fue suficiente, sentía arcadas y un hilo de saliva conectaba mi boca con su pene. El consolador había entrado completamente y era inminente que su orgasmo venía cada vez más cerca. Seguí practicándole sexo oral con mayor intensidad mientras con mi mano derecha lo penetraba con el consolador vibrando.
Fue sumamente intenso nuestro primer orgasmo de la noche. Obviamente hubo más pero no volví a penetrarlo. Hablando entre orgasmos y descansos, decidimos hacer un trío. No dimos detalles si con un hombre o una mujer, pero evidentemente quiero que vuelva a ser penetrado.
Cuéntenos que opinan de esto y obviamente su retroalimentación es bienvenida. Nos ayuda a compartir más nuestras experiencias 😉
(El siguiente relato ya lo contará el) 😘
http://www.poringa.net/posts/relatos/3003702/Presentandonos-en-Poringa.html
Esta vez les contaré cuando a mi novio le desvirgué el ano, es una historia curiosa ya que no teníamos planeado eso, o por lo menos yo no. No sé cuales eran las intenciones de mi novio ese día.
Todo empezó en una tarde calurosa del verano del año pasado, llevábamos un año de novios y por distintas cuestiones en el trabajo no habíamos podido mantener relaciones en unas dos semanas. Lo cual es mucho para nosotros, no lo habíamos comentado pero los dos ardíamos en calentura. Se aproximaba el fin de semana y planeamos pasar una noche en nuestro telo favorito. Cuando hacemos esos encuentros resultan ser noches épicas, mucho mejor sexo que cuando estamos solos en casa. Nunca nos hemos podido explicar el por qué, pero siento que esos lugares tienen una mística increíble y el simple hecho de estar ahí y gemir y disfrutarnos es más que suficiente.
Por mi parte me puse unos shorts amarillos (le encantan mis piernas), una blusa sencilla blanca y todo mi conjunto de lencería era negro de encaje, cosa que le encantó desde el primer momento. El llevaba unos jeans y una playera bastante sencilla y unos converse, me encanta su estilo despeinado y un poco fachoso.
Entramos al telo con cervezas y nada más, yo un pequeño bolso donde guardaba el consolador que me compró, es realmente pequeño a los que se ven en los pornos. Pero lo disfrutamos mucho, es negro y tiene diamantes al final donde se regula la vibración. Me senté en la cama, mi novio abrió un par de cervezas y prendimos la tele. Estaba una película de Riley Reid (nuestra actriz porno favorita). Dice mi novio que nos parecemos (aún no me explico por qué).
Después de un rato se sube a mi, yo estaba acostada en la cama y el tenía sus rodillas a mi costado, besándome, mete sus manos por debajo de mi playera que no oponía ninguna resistencia. Sabe como excitarme con besos, mete su lengua poco a poco y cuando estoy más entregada pasa su lengua por encima de mis labios.
Se aleja y recorre mi cuello con su lengua por mi oreja, bajando lentamente hasta mi cuello. Con sus manos sube mi blusa y me quita el brassiere. Me vuelve a acostar y besa lentamente mis pezones, cosa que me vuelve loca y aún más me excita cuando los muerde incluso a pesar del dolor. Mientras los sigue lamiendo con sus manos abre mi short y me deja en tanga. Con toda su fuerza me pone de perrito.
Cuando me pone así y aún no me ha penetrado, sabe perfectamente como excitarme. Aún el con ropa se pone atrás de mi como si me estuviera penetrando, con su boca empieza a recorrer con su lengua desde mi nuca hasta bajar muy lentamente por mi espalda. En muchas ocasiones me ha dicho que le excita el hueco que se hace en mi espalda baja y pasarlo con la lengua mientras me escucha gemir.
Sigue bajando hasta toparse con mi ano, le pasa la lengua alrededor y me toma con sus dos manos de las nalgas. Sigue bajando y en esa posición me empieza a practicar sexo oral y haciendo presión sobre mi ano hasta hacerme terminar de una manera increíble. De los mejores orgasmos que me ha hecho practicándome sexo oral.
Ahora va mi turno, lo siento y le empiezo a quitar la ropa poco a poco mientras beso su pecho y su abdomen plano. El sentado en el borde de la cama, levanto sus piernas en mis hombros y recorro su pene desde el cuello hasta la cabeza, sin metérmelo a la boca. Mientras más lo hago esperar se hacen más sonoros sus gemidos. Bajo de nuevo a meterme sus testículos a la boca, cosa que le encanta. Los lamo y meto cada uno a mi boca. Él no daba más, seguí bajando sus testículos hasta llegar a su ano (pocas veces lo he lamido) y el lo disfrutaba. Al darme luz verde con sus gemidos dije, es ahora o nunca. Fuertemente me paré sin importar lo que estaba haciendo y lo hice ponerse en cuatro. El no sabía lo que yo había y parecía no importarle, siempre y cuando disfrutara.
Mientras el se ponía en posición de perrito, empecé a tocar sus nalgas con mis manos y con mi lengua me acercaba lentamente a su ano. Con la lengua recorrí su borde y los gemidos de mi amante me hacían seguir explorando su ano por varios minutos. Con las manos apretaba sus nalgas haciéndole saber que yo también lo disfrutaba. Decidí separar mi cara de su ano y ponerme de rodillas como si lo estuviera penetrando mientras nos veíamos en el espejo que está en la cabecera de la cama. Lo tomé del cabello como si yo fuera su macho y con un dedo decidí penetrarlo. Con la mirada fija en mis ojos, confirmé que estaba muy excitado, incluso más que yo. Aún con mi dedo en su ano, se acerca para besarme con una pasión que se sentía a leguas.
Ya con su ano dilatado, donde cabían casi 3 de mis dedos, recordé que tenía un juguete en mi bolsa. Era momento de que supiera que se sentía ser penetrado por un pene. Le dije que esperara boca arriba en la cama mientras regresaba. Evidentemente el no sabía lo que venía lo que le esperaba, pero era algo que no se iba a negar.
Regresé con el juguete en mi boca y vi su sonrisa pícara mientras yo me acercaba. Me puse a la altura de su abdomen, de rodillas mientras el estaba acostado en la cama masturbándose. Empecé a besarlo y tomé su miembro con mi mano. Subió las rodillas sabiendo lo que le esperaba. Prendí el consolador que ya estaba lubricado y empecé a introducirlo lentamente, su ano no oponía resistencia debido a que ya había sido penetrado anteriormente por mis dedos.
Con mi lengua jugaba con su pene mientras lo iba penetrando, era algo que nos excito demasiado. Intentaba introducir todo su pene en mi garganta pero no fue suficiente, sentía arcadas y un hilo de saliva conectaba mi boca con su pene. El consolador había entrado completamente y era inminente que su orgasmo venía cada vez más cerca. Seguí practicándole sexo oral con mayor intensidad mientras con mi mano derecha lo penetraba con el consolador vibrando.
Fue sumamente intenso nuestro primer orgasmo de la noche. Obviamente hubo más pero no volví a penetrarlo. Hablando entre orgasmos y descansos, decidimos hacer un trío. No dimos detalles si con un hombre o una mujer, pero evidentemente quiero que vuelva a ser penetrado.
Cuéntenos que opinan de esto y obviamente su retroalimentación es bienvenida. Nos ayuda a compartir más nuestras experiencias 😉
(El siguiente relato ya lo contará el) 😘
13 comentarios - Como desvirgué a mi novio 😏
Por lo menos me lo mete 😜
+10 😘
XOXO