Era una noche de sábado más, como tantas otras, en la que nos preparamos con Natalia para salir a tomar algo, escuchar algo de música, y salir de la rutina de los días de semana.
Somos un matrimonio joven de 30 años, ella es una morocha de cuerpo pequeño, pero de muy buenas curvas, cara angelical y una sexualidad que aflora por sus poros. Se puso unas calzas animal print con botas de taco aguja que resaltaban una diminuta tanga bien apretada a su cola. Le pedí que sólo lo acompañe con una remera corta para que se aprecie mejor su culo.
Llegamos al pub, tomamos unos tragos, charlamos con algunos conocidos del lugar y bailamos entre nosotros, y de a poco el efecto del alcohol nos empezaba a poner más calientes. Más de uno aprovechó la multitud de gente para pasar entre nosotros y lograr un mínimo roce que Natalia simulaba no percibir pero que yo sabía que a ella le encantaban.
Ya hacía tiempo que teníamos un amigo para hacer trios cada tanto, así que antes de salir del boliche le mandé un wathsapp a nuestro amigo para ver si estaba disponible y si quería que lo visitemos. Él contestó al toque, así que tipo 5 am, salimos para la casa de nuestro amigo Marcos a terminar la noche con un buen trio.
Llegamos, el vive sólo, así que abrió un champagne, y sin más demoras, mi mujer le comió la boca con un beso de lengua que me sorprendió por la ansiedad que no era común en ella, fue cuando me dí cuenta que esa noche sería diferente...
Estábamos los 3 en un sillón grande, Naty besaba a Marcos y le chupaba el cuerpo mientras lo iba desvistiendo. Lo desnudó, le dio unos besos en a su pija e inmediatamente se dio vuelta para bajarse las calzas dejando aparecer poco a poco su precioso culo entangado de blanco.
Ayudé a mi mujer a desvestirse y le pedí que deje su tanga y sus botas, y así mientras Marcos y yo nos sentamos en el sillón, ella nos chupaba la pija un rato a cada uno. Al instante estábamos al palo, y yo más al verla comerse esa gran verga de nuestro amigo Marcos que es casi el doble de tamaño que la mía.
Cuando todo estaba listo para empezar a cojerla, le pedí a Marcos que subamos a su habitación para estar más cómodos en la king size, donde puse a Naty boca arriba y mientras yo le chupaba la cocha bien depilaba ella le chupaba la verga a Marcos.
Mi mujer estaba muy caliente y me di cuenta porque cuando está así, es ella la que empieza a organizar todo. Lo puso a Marcos boca arriba, le chupó la pija hasta el fondo, y haciendo el truco de "garganta profunda" se la metió más allá de su propia campanita. Fue placer puro para Marcos y para mí, al ver a mi mujer hacer algo que hasta ese día sólo había hecho conmigo.
Sin demasiadas vueltas, agarró la pija de Marcos y se la acomodó en su concha para cabalgarlo suavemente pero hasta el fondo, bien al fondo. Yo mientras, me paré en la cama le acerqué mi pija a su boca.
Después de un buen rato de cojer así, ella se puso en cuatro, y lo mandó a Marcos detrás de ella que empezó a cojerla de atrás mientras yo comencé a pensar que era hora de que alguien más disfrute de ese hermoso culo. Le hice una seña a Marcos que entendió rápidamente y me acerqué para arrimar un dedo a la puerta de su cola.
Al ver que no me sacó la mano, empecé a poner saliva a mi dedo y a meterlo suavemente en su cola que disfrutaba cada centímetro.
Nunca me imaginé que mi mujer aceptaría entregar el culo a nuestro amigo. Siempre dijo que le duele y que mi pija es la única que ha recibido, por lo que ver el pedazo de carne de Marcos era impensado hasta ese momento.
Manteniendo a mi mujer en cuatro, nuestro amigo sacó un forro de esos que vienen bien lubricados, a lo que le sumó un gel lubricante que me hizo buscarle en su mesa de luz y así mientra yo suavemente le abría los cachetes a mi mujer, Marcos iba apoyando su pija bien lubricada. Yo no lo podía creer, mi mujer estaba permitiendo que un tercero le haga el culo casi sin uso.
Aún recuerdo ese instante en el preciso momento en que la verga de su amante venció la resistencia de ese pequeño orificio que comía poco a poco la vergota de Marcos. Al menos 23 centímetros de carne bien gorda que iban entrando en el culo de mi mujer. Fue sublime, tuve que aguantarme para no acabar en seco al ver que ella no solo estaba disfrutando sino que le pedía "más, más y un poco más adentro".
Cuando logró entrar toda, Naty se arqueó sobre su espalda pero Marcos la agarró de la cintura y le dejó claro que ya estaba toda adentro, sus bolas empezaron a chocar con su concha y oficialmente se estaba enculando a mi mujer.
Yo sólo me limite a abrir un poco esos cachetes para ver en mejor posición entrar y salir la pija de Marcos en el culo de mi mujer. Fue una muy buena enculada hasta que antes de terminar, cuando vi que Marcos no daba más, le pedí que me deje cojerla a mi. Sentir que estaba cogiendo el culo recién entregado de mi mujer no me permitió aguantar mucho. El morbo fue mayor cuando Marcos se puso frente a mi mujer y le pusó su pija en la boca para que mi mujer termine su trabajo.
Acabamos los tres prácticamente juntos. Yo acabé en el culo de mi mujer y Marcos dejó toda su leche en la boca de Natalia que acabó nuevamente por la caliente situación. Fue de las mejores acabadas que tuvimos y de los mejores recuerdos que tengo de nuestras aventuras.
Nos recostamos en la cama, y terminamos el champagne mientras acariciábamos la silueta de ese hermoso culo. Cuando nos fuimos, ya eran más de las 7am y habíamos tenido una experiencia nueva y disparadora. En el auto camino a casa le pregunté a Naty si estaba bien y con cara de puta me dijo, "obvio amor, creo que ahora voy a estar más abierta a otras propuestas..."
Somos un matrimonio joven de 30 años, ella es una morocha de cuerpo pequeño, pero de muy buenas curvas, cara angelical y una sexualidad que aflora por sus poros. Se puso unas calzas animal print con botas de taco aguja que resaltaban una diminuta tanga bien apretada a su cola. Le pedí que sólo lo acompañe con una remera corta para que se aprecie mejor su culo.
Llegamos al pub, tomamos unos tragos, charlamos con algunos conocidos del lugar y bailamos entre nosotros, y de a poco el efecto del alcohol nos empezaba a poner más calientes. Más de uno aprovechó la multitud de gente para pasar entre nosotros y lograr un mínimo roce que Natalia simulaba no percibir pero que yo sabía que a ella le encantaban.
Ya hacía tiempo que teníamos un amigo para hacer trios cada tanto, así que antes de salir del boliche le mandé un wathsapp a nuestro amigo para ver si estaba disponible y si quería que lo visitemos. Él contestó al toque, así que tipo 5 am, salimos para la casa de nuestro amigo Marcos a terminar la noche con un buen trio.
Llegamos, el vive sólo, así que abrió un champagne, y sin más demoras, mi mujer le comió la boca con un beso de lengua que me sorprendió por la ansiedad que no era común en ella, fue cuando me dí cuenta que esa noche sería diferente...
Estábamos los 3 en un sillón grande, Naty besaba a Marcos y le chupaba el cuerpo mientras lo iba desvistiendo. Lo desnudó, le dio unos besos en a su pija e inmediatamente se dio vuelta para bajarse las calzas dejando aparecer poco a poco su precioso culo entangado de blanco.
Ayudé a mi mujer a desvestirse y le pedí que deje su tanga y sus botas, y así mientras Marcos y yo nos sentamos en el sillón, ella nos chupaba la pija un rato a cada uno. Al instante estábamos al palo, y yo más al verla comerse esa gran verga de nuestro amigo Marcos que es casi el doble de tamaño que la mía.
Cuando todo estaba listo para empezar a cojerla, le pedí a Marcos que subamos a su habitación para estar más cómodos en la king size, donde puse a Naty boca arriba y mientras yo le chupaba la cocha bien depilaba ella le chupaba la verga a Marcos.
Mi mujer estaba muy caliente y me di cuenta porque cuando está así, es ella la que empieza a organizar todo. Lo puso a Marcos boca arriba, le chupó la pija hasta el fondo, y haciendo el truco de "garganta profunda" se la metió más allá de su propia campanita. Fue placer puro para Marcos y para mí, al ver a mi mujer hacer algo que hasta ese día sólo había hecho conmigo.
Sin demasiadas vueltas, agarró la pija de Marcos y se la acomodó en su concha para cabalgarlo suavemente pero hasta el fondo, bien al fondo. Yo mientras, me paré en la cama le acerqué mi pija a su boca.
Después de un buen rato de cojer así, ella se puso en cuatro, y lo mandó a Marcos detrás de ella que empezó a cojerla de atrás mientras yo comencé a pensar que era hora de que alguien más disfrute de ese hermoso culo. Le hice una seña a Marcos que entendió rápidamente y me acerqué para arrimar un dedo a la puerta de su cola.
Al ver que no me sacó la mano, empecé a poner saliva a mi dedo y a meterlo suavemente en su cola que disfrutaba cada centímetro.
Nunca me imaginé que mi mujer aceptaría entregar el culo a nuestro amigo. Siempre dijo que le duele y que mi pija es la única que ha recibido, por lo que ver el pedazo de carne de Marcos era impensado hasta ese momento.
Manteniendo a mi mujer en cuatro, nuestro amigo sacó un forro de esos que vienen bien lubricados, a lo que le sumó un gel lubricante que me hizo buscarle en su mesa de luz y así mientra yo suavemente le abría los cachetes a mi mujer, Marcos iba apoyando su pija bien lubricada. Yo no lo podía creer, mi mujer estaba permitiendo que un tercero le haga el culo casi sin uso.
Aún recuerdo ese instante en el preciso momento en que la verga de su amante venció la resistencia de ese pequeño orificio que comía poco a poco la vergota de Marcos. Al menos 23 centímetros de carne bien gorda que iban entrando en el culo de mi mujer. Fue sublime, tuve que aguantarme para no acabar en seco al ver que ella no solo estaba disfrutando sino que le pedía "más, más y un poco más adentro".
Cuando logró entrar toda, Naty se arqueó sobre su espalda pero Marcos la agarró de la cintura y le dejó claro que ya estaba toda adentro, sus bolas empezaron a chocar con su concha y oficialmente se estaba enculando a mi mujer.
Yo sólo me limite a abrir un poco esos cachetes para ver en mejor posición entrar y salir la pija de Marcos en el culo de mi mujer. Fue una muy buena enculada hasta que antes de terminar, cuando vi que Marcos no daba más, le pedí que me deje cojerla a mi. Sentir que estaba cogiendo el culo recién entregado de mi mujer no me permitió aguantar mucho. El morbo fue mayor cuando Marcos se puso frente a mi mujer y le pusó su pija en la boca para que mi mujer termine su trabajo.
Acabamos los tres prácticamente juntos. Yo acabé en el culo de mi mujer y Marcos dejó toda su leche en la boca de Natalia que acabó nuevamente por la caliente situación. Fue de las mejores acabadas que tuvimos y de los mejores recuerdos que tengo de nuestras aventuras.
Nos recostamos en la cama, y terminamos el champagne mientras acariciábamos la silueta de ese hermoso culo. Cuando nos fuimos, ya eran más de las 7am y habíamos tenido una experiencia nueva y disparadora. En el auto camino a casa le pregunté a Naty si estaba bien y con cara de puta me dijo, "obvio amor, creo que ahora voy a estar más abierta a otras propuestas..."
7 comentarios - El día que mi mujer entregó su cola. Trío Cuckloud
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Felicitaciones
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