Leer Primera parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2990911/El-Coach-Capitulo-1-Superando-al-pasado.html
Era el ruido que hacían sus zapatos a modo de marcha militar, bueno al menos escuchar sus pasos me tranquilizaron un poco, simule que estaba muy concentrado en los formularios que tenía que llenar para entregarlos al día siguiente y que no se diera cuenta de mi impaciencia, note que ya no se escuchaban sus pizadas, pero no la veía de reojo, ¿a que juega hora?, volteo hacia la puerta y veo como su linda carita de ángel es lo único que se asoma, me mira sujestivamente y se muerde los labios, lentamente retrocede su cara y dejo de verla nuevamente, pero es ahora su zapato el que se asoma con lentitud, poco a poco me muestra la calceta que cubre su pantorrilla, siguiendo su rodilla y un poco más, asta buena parte de su muslo, cuidando de no mostrarme nada de su falda, doblaba y estiraba su pierna repetidamente como si flotara en el aire, me hizo recordar el número de can can que hicieron en el festival de día de las madres del año anterior. Asomó nuevamente su cara con una expresión de niña traviesa, Volvió a doblar su pierna para después ocultarla completamente de mi vista, retrocedió una ves más, me tenía cautivado con ese show privado que me estaba regalando.
Tras unos cuantos segundos y estando de espalda, asomó sus caderas haciendo un suave contoneo balanceando su falda de un lado a otro, con sus manos fue acariciando sus muslos subiéndola provocativamente, me mostrába cada ves mas de sus hermosos muslos, llevo su falda hasta el comienzo de sus nalgas, seguramente se había doblado la licra hacia arriba para que esta no se viera, de todas formas ver sus piernas de esa forma me estaba dando un gran placer, dejo caer su falda y asomo su rostro llevando una mano a su boca que la tenía abierta, su rostro tenía un gesto como de asombro, nuevamente salio totalmente de la escena, tras un par de segundos asomo otra vez sus caderas y volvió a levantar con sus manos su falda por el costado, pero en esta ocasión empezó a jugar con la falda como cuando se hacía aire para refrescarse, hizo un movimiento mas brusco levantando por completo su falda quedando a la altura de su cintura, me hizo abrir los ojos como plato, se había quitado la licra y me estaba mostrando sus nalgas como nunca antes las había visto, llevaba un calzón cachetero color rosado, la parte del encaje no tenía mas de un centímetro de grosor y podía ver la espectacularidad de sus bien tonificadas nalgas, realizo repetidos movimientos circulares con ellas, no fueron mas de 15 segundos cuando escuche como salia de ella una ruidosa carcajada
Lucía -Jajajajajajajaja ay coach no aguanto la risa, para que mete ideas en mi cabeza si ya sabe como soy de traviesa.
Yo -¿Cuando menos me trajiste mi coca? porque ahora tengo mas calor que hace un rato
Lucía -Jajajajajaja, Claro coach, y se la traje bien fría
No dejaba reírse a carcajadas, se retorcía como si tuviera un fuerte dolor de estomago, ya un poco mas calmada, note que sus mejillas estaban mas rosadas de lo normal y el nacimiento de su cabellos se veía húmedo, se acerco a mi escritorio, pero esta ves lo hizo por un costado de el; acercándose a mí, yo mantenía una expresión como de enojo, se acerco aun más, quedando a poco menos de 20 centímetros de mi silla y se recargo en el escritorio, en sus manos llevaba su agua y mi cocacola.
Lucía -¿Está enojado conmigo coach?
Yo -¿Sabes el problema en el que nos metemos si alguien te hubiera visto?, a ti te expulsan de la escuela y a mi por lo menos me inhabilitan por 5 años como entrenador.
Lucía -Revise que no hubiera nadie en el edificio, por eso me tarde tanto en regresar.
Me miró con una carita de tristesa como de niña regañada, yo solo fingía estar molesto, la realidad no sabía como insinuarle que quería mas de ese maravilloso espectáculo.
Lucía -¿No le gustó?
yo -Mmm... maso, la verdad es que fue muy cortito.
Lucía -¿Quiere que lo repita?
Puso cara de puchero mirándome con sus hermosos ojos café oscuro, coloco su agua y mi coca sobre el escritorio teniendo cuidado de que no quedaran sobre algún documento, dirigió sus manos sobre la orilla de su falda y comenzó a doblarla para hacerla mas corta, me recline hacia atrás en mi silla llevando mis manos hacia atrás de mi cabeza para recargarla sobre ellas, me relaje en mi asiento y la deje seguir, sus ojos no dejaban de mirar los míos y yo hacía lo mismo con los suyos, de reojo veía como subía poco a poco cada ves mas su falda, me costaba resistirme a bajar mi mirada y ver como me mostraba sus piernas, el momento se había convertido en un juego de retos que consistía en que tanto se subiría ella la falda y cuanto aguantaría yo a no mirar sus piernas, hábilmente ella dirigía su mirada hacía sus piernas, pretendiendo que yo hiciera lo mismo pero no caía en su trampa, seguía resistiendo, como ninguno de los dos quería perder, siguió subiendo la falda, de reojo podía ver que estaba al limite de mostrarme el tierno triangulo que formaba el principio de su delicado calzón rosado, deseaba con ansiedad que no se diera por vencida, ya que de hacerlo me privaría de algo con lo que venía soñando ya desde hace muchos meses, para mi fortuna no se rindió.
Lucía -Ufff que calor está haciendo aquí, ¿no le parece coach?
Volví a notar de reojo como aleteaba su falda levantándola y bajándola repetidamente, unas delatadoras gotas de sudor comenzaron a deslizarse por mi frente, no sabía si aguantaría más, tomó la orilla de su falda y la llevó hasta su boca para sostenerla con sus dientes, con su mano izquierda tomo su botella de agua fría y la froto sobre sus muslos deslizándola de abajo para arriba, aunque todo eso le veía de reojo me tenía sudando la gota gorda, tenía miedo de bajar mi mirada y que en ese momento al haber perdido, ella finalizara con el juego, tenía que arriesgarme no me perdonaría no haber disfrutado plenamente de esa maravillosa vista y a tan solo medio metro de mí, así que bajé mis ojos y me dejé ganar esperando su reacción.
Tomó la orilla de su falda con su mano derecha manteniendola a la altura de su pecho dejando libre su boca para hablar, ahora podía ver con detalle lo maravillosa que se veía, sus piernas entrecruzadas a la altura de sus tobillos hacía que se vieran sus muslos mas prominentes, ese triangulo rosado que formaba su tierno calzón rozado se veía ligeramente abultado por su pubis, la sutil transparencia de la tela me indicaba que tenía su vagina depilada.
Lucía -¿Que paso coach, le ganó su alumna?, donde quedaron sus palabras de no dejarnos vencer por el enemigo.
Yo -Lo que pasa es que nunca te he considerado el enemigo, todo lo contrario, mas bien te veo desde hace tiempo como mi cómplice, y entre cómplices nos echamos la mano para ambos salir ganando.
Lucía -¿Entonces quiere decir que como mi cómplice le puedo pedir que me eche la mano para quitarme el calor?
Puse mi mano sobre su mano que sostenía la botella de agua fría y juntos comenzamos a subirla lentamente por sus muslos, aunque mi mano sujetaba la de ella, me las ingenié para que alguno de mis dedos hiciera suaves caricias y sentir su piel, sus ojos empezaron a parpadear de forma cadenciosa, inclino su cuerpo aun más hacia atrás sobre el escritorio haciendo que su pubis se notara prominente, bajábamos y subíamos la botella juntos hasta que la soltó y coloco ambas manos sobre el escritorio para no perder el equilibrio, vi como sus piernas las apretaba cada ves que subía peligrosamente por sus piernas, su respiración se hizo profunda he intensa y su rostro se ponía de un color rosado intenso, me parecía increíble que reaccionara de esa forma con tan simples caricias, subí la botella colocando mis dedos estratégicamente entre sus muslos y llegando a su calzón pude sentir un calor que emanaba de él, seguí subiendo la botella, pero con la intención de hacer presión con mis dedos en su vagina, ella emitió un ligero gemido acompañado de un ligero espasmo de sus caderas, mire su cara y estaba toda sonrojada, se mordía los labios impacientemente moviendo su cabeza de un lado a otro para hacer que su cabello se pasara hacia su espalda, ahora mis movimientos no consistían en subir y bajar, los había cambiado por entrar y salir de ese triangulo virginal que tenía entre sus piernas, el rose de mis dedos se hizo mas intenso e invasivo, sentía claramente su vagina que se ocultaba debajo del encaje, tome con mi mano izquierda la botella de agua para dejar mi otra mano libre de usarla como mejor fuera posible, gire mis dedos colocando tres de ellos justo por encima de sus labios vaginales, aun sobre la tela, seguí con mi masaje erótico, metiendo y sacando mis dedos de entre ellas, tenía sus ojos medio abiertos y la cabeza echada hacia atrás, de su garganta salían gemidos cada vez mas intensos, detuve mi mano para colocar mi dedo pulgar justo en su clítoris, al momento de hacerlo dio un pequeño grito y coloco su mano sobre la mía empujándola un poco.
Yo -¿Quieres que me detenga?
Respiro profundamente y tratando de recobrar la conciencia me miro y me dijo:
Lucía -No, por favor no, yo te diré cuando detenerte.
Retiró su mano de la mía y separo sus piernas para facilitarme el trabajo, ahora tenia su voluntad en mis manos, proseguí estimulando su clítoris haciendo círculos con mi dedo pulgar, mis otros tres dedos los empujaba hacia arriba intentando descubrir mas la forma de sus labios vaginales internos, estaba en extremo mojada, no era solo humedad, literalmente estaba muy mojada y mis dedos también lo estaban, quería hundir mi lengua dentro de ella y saborear el dulce néctar que escurría de su interior, pero quería ir de a poco para no asustarla, dejarla con el deseo de una siguiente vez donde le enseñaría nuevas cosas.
Noté que mis dedos estaban haciendo un buen trabajo pues pude notar como su respiración comenzó a acelerarse, sus manos se pusieron tensas sobre el filo del escritorio y sus gemidos eran cada vez mas intensos, de pronto se lanzo sobre mí dejando caer su cuerpo sobre mi pecho y colocando su cabeza al lado de la mía, yo mantenía el masaje en su vagina haciendo más intenso el rose en su clítoris, me abrazo con su mano derecha pasándola por mi espalda, sentía su aliento cálido y jadeante en mi cuello, gemía en mi oreja cada ves mas rápido, su respiración inflaba su pecho por las enormes bocanadas de aire que hacía.
Lucía -Ya viene!!!, ya viene!!!!!, hoooo mi dios!!!!!!
De pronto su mano izquierda la puso sobre mi verga por encima de mi pants, logrando agarrarla completamente para apretarla con fuerza.
Lucía -Hooooooo Dioooooos!!!!!! sigue!!!, sigue!!!!! SIGUEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!
Me encajó las uñas de su mano derecha en mi espalda y al momento de tener su orgasmo mordía mi hombro con fuerza, he de confesar que me dolió bastante pero no quise cortar lo glorioso de ese momento.
Al termino de su orgasmo ella se dejo caer completamente sobre mí, quedando sentada de lado sobre mis piernas, subió su mano izquierda y la paso por encima de mi hombro para completar el abrazo, su cara la recostó al lado de mi cabeza, mi mano izquierda permanecía atrapada entre sus piernas, pero la mantuve quieta, solo hacía con mi pulgar una suave caricia sobre su pubis, ella por instantes hacía respiraciones profundas para recobrar las fuerzas, su cabello húmedo desprendía un aroma muy dulce que me hizo recordar mi primer amor de adolescente, podía sentir como la frecuencia de los latidos de su corazón se iban normalizando poco a poco, puse mi mano derecha sobre su muslo derecho para sujetarla mas cómodamente sobre mí y que descansara mas plácidamente, recargué mi mejilla sobre su cabello y tiernamente le dí un beso en la frente, ella reaccionó a él y me saco la mano de entre sus piernas llevándola asta mi nariz:
Lucía -Gracias Coach!!! jamas pensé que mi primer orgasmo iba a ser tan maravilloso e intenso, estoy feliz de no haberme equivocado en haberte elegido para eso... y para no olvidar este momento voy a guardar mis calzoncitos, en una bolsita de plástico para que nunca pierdan su olor.
Dicho esto tomo mi mano y metió mis dedos a mi boca.
Yo -Ya me darás en otra ocasión a probar de estos jugos directamente de la fuente de tu cuerpo.
Me miró con ternura y deposito sobre mi mejilla el mas dulce beso que jamas me habían dado en mi vida, se recostó nuevamente en mi hombro hasta quedarse dormida y permanecimos así al menos por una hora.
Ese era el reglo mas bello que podía haberme dado en ese momento, era el objeto que había sellado el inicio de una complicidad que duró 3 años, me los llevé a la nariz para olerlos e increíblemente conservaban ese delicioso aroma, inhalé fuertemente con ellos en mi nariz por una segunda vez y los regresé a su bolsa cerrándola perfectamente.
Ya fuera de la casa le puse llave a la puerta principal y me dirigí hacia la camioneta, deteniéndome antes al lado de Lucía.
Yo -Las voy a extrañar mucho.
Siempre que hablaba con Lucía en publico lo hacía en forma plural, (ellas) y con esto lo hacia refiriéndome a ella y sus hermosos atributos, saqué de la bolsa el Milkyway y lo me llevé a la boca dándole un fuerte mordisco y le hacía una suave caricia en su sedosa cabellera.
Suspiré discretamente y continué hacia la camioneta, ya en ella se encontraba Raquel y Rodrigo, la encendí y lentamente nos alejamos de todos haciendo un adiós con las manos, pude ver por el espejo retrovisor como caminaban hacia sus casas, menos la silueta que inconfundiblemente pertenecía a Lucía, giré el volante para dar vuelta en la esquina y con ello... la perdí de vista.
Mi cuerpo condujo en modo automático hasta llegar por Laura y así permaneció por al menos una media hora, mis recuerdos y pensamientos se resistían a a no estar nunca mas al lado de Lucía.
FIN CAPITULO 1
http://www.poringa.net/posts/relatos/2990911/El-Coach-Capitulo-1-Superando-al-pasado.html
Era el ruido que hacían sus zapatos a modo de marcha militar, bueno al menos escuchar sus pasos me tranquilizaron un poco, simule que estaba muy concentrado en los formularios que tenía que llenar para entregarlos al día siguiente y que no se diera cuenta de mi impaciencia, note que ya no se escuchaban sus pizadas, pero no la veía de reojo, ¿a que juega hora?, volteo hacia la puerta y veo como su linda carita de ángel es lo único que se asoma, me mira sujestivamente y se muerde los labios, lentamente retrocede su cara y dejo de verla nuevamente, pero es ahora su zapato el que se asoma con lentitud, poco a poco me muestra la calceta que cubre su pantorrilla, siguiendo su rodilla y un poco más, asta buena parte de su muslo, cuidando de no mostrarme nada de su falda, doblaba y estiraba su pierna repetidamente como si flotara en el aire, me hizo recordar el número de can can que hicieron en el festival de día de las madres del año anterior. Asomó nuevamente su cara con una expresión de niña traviesa, Volvió a doblar su pierna para después ocultarla completamente de mi vista, retrocedió una ves más, me tenía cautivado con ese show privado que me estaba regalando.
Tras unos cuantos segundos y estando de espalda, asomó sus caderas haciendo un suave contoneo balanceando su falda de un lado a otro, con sus manos fue acariciando sus muslos subiéndola provocativamente, me mostrába cada ves mas de sus hermosos muslos, llevo su falda hasta el comienzo de sus nalgas, seguramente se había doblado la licra hacia arriba para que esta no se viera, de todas formas ver sus piernas de esa forma me estaba dando un gran placer, dejo caer su falda y asomo su rostro llevando una mano a su boca que la tenía abierta, su rostro tenía un gesto como de asombro, nuevamente salio totalmente de la escena, tras un par de segundos asomo otra vez sus caderas y volvió a levantar con sus manos su falda por el costado, pero en esta ocasión empezó a jugar con la falda como cuando se hacía aire para refrescarse, hizo un movimiento mas brusco levantando por completo su falda quedando a la altura de su cintura, me hizo abrir los ojos como plato, se había quitado la licra y me estaba mostrando sus nalgas como nunca antes las había visto, llevaba un calzón cachetero color rosado, la parte del encaje no tenía mas de un centímetro de grosor y podía ver la espectacularidad de sus bien tonificadas nalgas, realizo repetidos movimientos circulares con ellas, no fueron mas de 15 segundos cuando escuche como salia de ella una ruidosa carcajada
Lucía -Jajajajajajajaja ay coach no aguanto la risa, para que mete ideas en mi cabeza si ya sabe como soy de traviesa.
Yo -¿Cuando menos me trajiste mi coca? porque ahora tengo mas calor que hace un rato
Lucía -Jajajajajaja, Claro coach, y se la traje bien fría
No dejaba reírse a carcajadas, se retorcía como si tuviera un fuerte dolor de estomago, ya un poco mas calmada, note que sus mejillas estaban mas rosadas de lo normal y el nacimiento de su cabellos se veía húmedo, se acerco a mi escritorio, pero esta ves lo hizo por un costado de el; acercándose a mí, yo mantenía una expresión como de enojo, se acerco aun más, quedando a poco menos de 20 centímetros de mi silla y se recargo en el escritorio, en sus manos llevaba su agua y mi cocacola.
Lucía -¿Está enojado conmigo coach?
Yo -¿Sabes el problema en el que nos metemos si alguien te hubiera visto?, a ti te expulsan de la escuela y a mi por lo menos me inhabilitan por 5 años como entrenador.
Lucía -Revise que no hubiera nadie en el edificio, por eso me tarde tanto en regresar.
Me miró con una carita de tristesa como de niña regañada, yo solo fingía estar molesto, la realidad no sabía como insinuarle que quería mas de ese maravilloso espectáculo.
Lucía -¿No le gustó?
yo -Mmm... maso, la verdad es que fue muy cortito.
Lucía -¿Quiere que lo repita?
Puso cara de puchero mirándome con sus hermosos ojos café oscuro, coloco su agua y mi coca sobre el escritorio teniendo cuidado de que no quedaran sobre algún documento, dirigió sus manos sobre la orilla de su falda y comenzó a doblarla para hacerla mas corta, me recline hacia atrás en mi silla llevando mis manos hacia atrás de mi cabeza para recargarla sobre ellas, me relaje en mi asiento y la deje seguir, sus ojos no dejaban de mirar los míos y yo hacía lo mismo con los suyos, de reojo veía como subía poco a poco cada ves mas su falda, me costaba resistirme a bajar mi mirada y ver como me mostraba sus piernas, el momento se había convertido en un juego de retos que consistía en que tanto se subiría ella la falda y cuanto aguantaría yo a no mirar sus piernas, hábilmente ella dirigía su mirada hacía sus piernas, pretendiendo que yo hiciera lo mismo pero no caía en su trampa, seguía resistiendo, como ninguno de los dos quería perder, siguió subiendo la falda, de reojo podía ver que estaba al limite de mostrarme el tierno triangulo que formaba el principio de su delicado calzón rosado, deseaba con ansiedad que no se diera por vencida, ya que de hacerlo me privaría de algo con lo que venía soñando ya desde hace muchos meses, para mi fortuna no se rindió.
Lucía -Ufff que calor está haciendo aquí, ¿no le parece coach?
Volví a notar de reojo como aleteaba su falda levantándola y bajándola repetidamente, unas delatadoras gotas de sudor comenzaron a deslizarse por mi frente, no sabía si aguantaría más, tomó la orilla de su falda y la llevó hasta su boca para sostenerla con sus dientes, con su mano izquierda tomo su botella de agua fría y la froto sobre sus muslos deslizándola de abajo para arriba, aunque todo eso le veía de reojo me tenía sudando la gota gorda, tenía miedo de bajar mi mirada y que en ese momento al haber perdido, ella finalizara con el juego, tenía que arriesgarme no me perdonaría no haber disfrutado plenamente de esa maravillosa vista y a tan solo medio metro de mí, así que bajé mis ojos y me dejé ganar esperando su reacción.
Tomó la orilla de su falda con su mano derecha manteniendola a la altura de su pecho dejando libre su boca para hablar, ahora podía ver con detalle lo maravillosa que se veía, sus piernas entrecruzadas a la altura de sus tobillos hacía que se vieran sus muslos mas prominentes, ese triangulo rosado que formaba su tierno calzón rozado se veía ligeramente abultado por su pubis, la sutil transparencia de la tela me indicaba que tenía su vagina depilada.
Lucía -¿Que paso coach, le ganó su alumna?, donde quedaron sus palabras de no dejarnos vencer por el enemigo.
Yo -Lo que pasa es que nunca te he considerado el enemigo, todo lo contrario, mas bien te veo desde hace tiempo como mi cómplice, y entre cómplices nos echamos la mano para ambos salir ganando.
Lucía -¿Entonces quiere decir que como mi cómplice le puedo pedir que me eche la mano para quitarme el calor?
Puse mi mano sobre su mano que sostenía la botella de agua fría y juntos comenzamos a subirla lentamente por sus muslos, aunque mi mano sujetaba la de ella, me las ingenié para que alguno de mis dedos hiciera suaves caricias y sentir su piel, sus ojos empezaron a parpadear de forma cadenciosa, inclino su cuerpo aun más hacia atrás sobre el escritorio haciendo que su pubis se notara prominente, bajábamos y subíamos la botella juntos hasta que la soltó y coloco ambas manos sobre el escritorio para no perder el equilibrio, vi como sus piernas las apretaba cada ves que subía peligrosamente por sus piernas, su respiración se hizo profunda he intensa y su rostro se ponía de un color rosado intenso, me parecía increíble que reaccionara de esa forma con tan simples caricias, subí la botella colocando mis dedos estratégicamente entre sus muslos y llegando a su calzón pude sentir un calor que emanaba de él, seguí subiendo la botella, pero con la intención de hacer presión con mis dedos en su vagina, ella emitió un ligero gemido acompañado de un ligero espasmo de sus caderas, mire su cara y estaba toda sonrojada, se mordía los labios impacientemente moviendo su cabeza de un lado a otro para hacer que su cabello se pasara hacia su espalda, ahora mis movimientos no consistían en subir y bajar, los había cambiado por entrar y salir de ese triangulo virginal que tenía entre sus piernas, el rose de mis dedos se hizo mas intenso e invasivo, sentía claramente su vagina que se ocultaba debajo del encaje, tome con mi mano izquierda la botella de agua para dejar mi otra mano libre de usarla como mejor fuera posible, gire mis dedos colocando tres de ellos justo por encima de sus labios vaginales, aun sobre la tela, seguí con mi masaje erótico, metiendo y sacando mis dedos de entre ellas, tenía sus ojos medio abiertos y la cabeza echada hacia atrás, de su garganta salían gemidos cada vez mas intensos, detuve mi mano para colocar mi dedo pulgar justo en su clítoris, al momento de hacerlo dio un pequeño grito y coloco su mano sobre la mía empujándola un poco.
Yo -¿Quieres que me detenga?
Respiro profundamente y tratando de recobrar la conciencia me miro y me dijo:
Lucía -No, por favor no, yo te diré cuando detenerte.
Retiró su mano de la mía y separo sus piernas para facilitarme el trabajo, ahora tenia su voluntad en mis manos, proseguí estimulando su clítoris haciendo círculos con mi dedo pulgar, mis otros tres dedos los empujaba hacia arriba intentando descubrir mas la forma de sus labios vaginales internos, estaba en extremo mojada, no era solo humedad, literalmente estaba muy mojada y mis dedos también lo estaban, quería hundir mi lengua dentro de ella y saborear el dulce néctar que escurría de su interior, pero quería ir de a poco para no asustarla, dejarla con el deseo de una siguiente vez donde le enseñaría nuevas cosas.
Noté que mis dedos estaban haciendo un buen trabajo pues pude notar como su respiración comenzó a acelerarse, sus manos se pusieron tensas sobre el filo del escritorio y sus gemidos eran cada vez mas intensos, de pronto se lanzo sobre mí dejando caer su cuerpo sobre mi pecho y colocando su cabeza al lado de la mía, yo mantenía el masaje en su vagina haciendo más intenso el rose en su clítoris, me abrazo con su mano derecha pasándola por mi espalda, sentía su aliento cálido y jadeante en mi cuello, gemía en mi oreja cada ves mas rápido, su respiración inflaba su pecho por las enormes bocanadas de aire que hacía.
Lucía -Ya viene!!!, ya viene!!!!!, hoooo mi dios!!!!!!
De pronto su mano izquierda la puso sobre mi verga por encima de mi pants, logrando agarrarla completamente para apretarla con fuerza.
Lucía -Hooooooo Dioooooos!!!!!! sigue!!!, sigue!!!!! SIGUEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!
Me encajó las uñas de su mano derecha en mi espalda y al momento de tener su orgasmo mordía mi hombro con fuerza, he de confesar que me dolió bastante pero no quise cortar lo glorioso de ese momento.
Al termino de su orgasmo ella se dejo caer completamente sobre mí, quedando sentada de lado sobre mis piernas, subió su mano izquierda y la paso por encima de mi hombro para completar el abrazo, su cara la recostó al lado de mi cabeza, mi mano izquierda permanecía atrapada entre sus piernas, pero la mantuve quieta, solo hacía con mi pulgar una suave caricia sobre su pubis, ella por instantes hacía respiraciones profundas para recobrar las fuerzas, su cabello húmedo desprendía un aroma muy dulce que me hizo recordar mi primer amor de adolescente, podía sentir como la frecuencia de los latidos de su corazón se iban normalizando poco a poco, puse mi mano derecha sobre su muslo derecho para sujetarla mas cómodamente sobre mí y que descansara mas plácidamente, recargué mi mejilla sobre su cabello y tiernamente le dí un beso en la frente, ella reaccionó a él y me saco la mano de entre sus piernas llevándola asta mi nariz:
Lucía -Gracias Coach!!! jamas pensé que mi primer orgasmo iba a ser tan maravilloso e intenso, estoy feliz de no haberme equivocado en haberte elegido para eso... y para no olvidar este momento voy a guardar mis calzoncitos, en una bolsita de plástico para que nunca pierdan su olor.
Dicho esto tomo mi mano y metió mis dedos a mi boca.
Yo -Ya me darás en otra ocasión a probar de estos jugos directamente de la fuente de tu cuerpo.
Me miró con ternura y deposito sobre mi mejilla el mas dulce beso que jamas me habían dado en mi vida, se recostó nuevamente en mi hombro hasta quedarse dormida y permanecimos así al menos por una hora.
Ese era el reglo mas bello que podía haberme dado en ese momento, era el objeto que había sellado el inicio de una complicidad que duró 3 años, me los llevé a la nariz para olerlos e increíblemente conservaban ese delicioso aroma, inhalé fuertemente con ellos en mi nariz por una segunda vez y los regresé a su bolsa cerrándola perfectamente.
Ya fuera de la casa le puse llave a la puerta principal y me dirigí hacia la camioneta, deteniéndome antes al lado de Lucía.
Yo -Las voy a extrañar mucho.
Siempre que hablaba con Lucía en publico lo hacía en forma plural, (ellas) y con esto lo hacia refiriéndome a ella y sus hermosos atributos, saqué de la bolsa el Milkyway y lo me llevé a la boca dándole un fuerte mordisco y le hacía una suave caricia en su sedosa cabellera.
Suspiré discretamente y continué hacia la camioneta, ya en ella se encontraba Raquel y Rodrigo, la encendí y lentamente nos alejamos de todos haciendo un adiós con las manos, pude ver por el espejo retrovisor como caminaban hacia sus casas, menos la silueta que inconfundiblemente pertenecía a Lucía, giré el volante para dar vuelta en la esquina y con ello... la perdí de vista.
Mi cuerpo condujo en modo automático hasta llegar por Laura y así permaneció por al menos una media hora, mis recuerdos y pensamientos se resistían a a no estar nunca mas al lado de Lucía.
FIN CAPITULO 1
2 comentarios - El Coach. Capitulo 1. Superando al pasado (segunda parte)