Cogido en el Gym

Desde hace muchos años tengo la fantasía de tener sexo con un hombre, pero en realidad nunca me anime. Normalmente me excito pensando en que le chupo la pija a un hombre, bajo fotos de Internet de hombres desnudos y me masturbo. Pero nunca lo llevo a lo real, hasta que pasó esto que les voy a contar.

Resulta que hace un año comencé a ir a un gimnasio, los momentos de vestuario se transformaron en un placer para mí, ya que veo pijas de todos los tamaños, cosas increíbles.

Las duchas para mí son como tocar el cielo con las manos, pero nunca me animaba a concretar esa fantasía que me sacaba el sueño.

Yo nunca me baño en el gimnasio, ya que estoy cerca de casa y lo hago al llegar a ella. Pero hace una semana mas o menos hubo un desperfecto en mi casa, y decidí tomar un baño antes de irme. Maravillosa sorpresa la mía, las duchas son de tres y a mí me quedó libre la del medio, sin pensar me introduje en la regadera y comencé a jabonar mi cuerpo, a mi derecha estaba Andrés, 24 años y con una pija que dormida es mas grande que la mía erecta, a mí izquierda Gastón tiene 19 años y siempre hace alarde de sus 27 cm.

Sin querer pero por suerte se me cae el jabón, fue para la izquierda donde estaba Gastón. Al agacharme a tomarlo, mi mejilla se acarició con la pija de Gastón quien siguió como si nada hubiera pasado, pero mi culo se encontró con la pija de Andrés quien disimuladamente se dio vuelta. Esta situación me re calentó y a los pocos minutos dejé caer a propósito el jabón.

Para mi sorpresa cuando me incorporo veo que la pija de Andrés estaba parada, y esta vez era Gastón quien apoyó su pija en mi culo hambriento.

Sin mediar palabras veo que Andrés y Gastón se miran con un mirada cómplice, y es ahí donde Andrés me toma de la cabeza y con su mano me mete esa semejante pija en la boca, al tiempo que Gastón comienza a introducir la suya en mi culo sediento de amor.

En un abrir y cerrar de ojos mi sueño se había hecho realidad, tenía dos pijas en lugar de una, y con dos hermosos pendejos que no le dieron ni un instante de tregua a su sexo, a sus impulsos y a su semen, ya que en pocos minutos y como si se hubieran puesto de acuerdo, sentí primero en mi boca y al instante entre mis nalgas un semen caliente que para cumplir a fondo con esa fantasía echa realidad no dudé ni un instante y me tragué hasta la última gota, luego me di vuelta y le tome la pija a Gastón y succioné en mi boca las últimas gotas de semen que le quedaban.

Después de terminar de bañarnos, me sorprendieron los dos con un hermoso beso, los dos introdujeron sus lenguas en mi boca, dejándome exhausto.

En el momento que nos estábamos vistiendo se acerca Andrés y me invita a la casa de Gastón para charlar y tomar algo, yo acepté con gusto.

Al llegar me abre la puerta Gastón quien estaba con un boxer que le marcaba bien su pedazo, y Andrés tirado en un sillón totalmente desnudo.

Mi sorpresa fue cuando los dos me cuentan que siempre me veían que los miraba a todos de reojos, y siempre se preguntaban si a mí me gustarían los hombres, etc.

Cuando pasó lo de la ducha para ellos fue bárbaro, ya que me dijeron que yo les gustaba mucho y que siempre pensaban en pasar un momento conmigo.

Después de esa charla y tomar un par de cervezas, yo me confesé un poco mas y les dije que tenía la fantasía de vestirme de mujer y hacer que me cojan. Al instante me llevaron a una habitación donde me colocaron con mucho amor una colales y un corpiño hermoso, una pollerita re cortita y un saquito cruzado que me realzaba mi cola, también me dieron un par de zapatos con taco de unos 15cm. Que me hicieron calentar como una puta en celos.

Ellos se colocaron un par de calzoncillos bien ajustados, pusieron música, me abrazaron y me empezaron a tocar por todos lados. De repente Andrés comienza a bajar de a poco, saca mis huevos que estaban apretados por el colales y los comienza a chupar, para luego introducirse la cabeza de mi pija en su boca, (cabe aclarar que parada mide 20cm.), Gastón se recuesta en el sillón, se saca el slep y lleva mi cara hacia su pijota que reventaba de lo roja que estaba, yo sin dudarlo ni un instante la empecé a chupar. De repente Andrés me saca el colales, me unta el culo con vaselina o algo así, y me penetra hasta el fondo, yo me empecé a masturbar, con la pija de Gastón en mi boca y la de Andrés a fondo bombeándome sin tregua. Acabamos los tres como animales, nunca largué tanto semen como ese día, fue increíble.

El rato Andrés me comienza a besar y a tocar, para luego ponerse en cuatro patitas pidiéndome que lo penetre, su cola era hermosa, mas linda que la de una mujer, sin un pelito, redondita, hermosa, no pude contenerme y empecé a lamerle el culo sin parar, luego me pidió por favor que lo penetrara, a lo que accedí rápidamente. Cuando le metí mi cabezota lo llamó con una vocecita casi de niña quinceañera a Gastón a quien le comenzó a chupar la pija como un desesperado. Comencé a bombear con mucha suavidad pero sin parar un minuto, lo que enloqueció a Andrés quién no paraba de gemir y contornearse. Al rato acabamos los tres, inundándonos de semen, cuando yo estaba por acabar, le tome esa pija enorme a Andrés y se la empecé a succionar al ritmo de mis bombeos, lo que hizo que acabáramos los tres como bestias.

No podíamos parar, nos fuimos a duchar y no parábamos de tocarnos y besarnos como locos. En la ducha nos empezamos a tocar unos a otros, mis manos tomaron la pija de Gastón, Andrés tomo la mía y Gastón a Andrés, nos hicimos una paja tremenda, al acabar me agache a chuparle la pija a Gastón, y estando en cuclillas me quedaba el culo bien abierto por lo que Andrés no dudó ni un instante y empezó a lamérmelo como si fuera un helado al tiempo que con sus manos me tocaba la pija sin parar.

Fue una experiencia inolvidable, a los 41 años cumplí mi sueño y encima con dos hermosos muchachitos que cada vez que puedo me escapo con ellos a su casa y hacemos todo lo que se nos viene en ganas, son divinos los dos.

A parte de todo esto con mi esposa tenemos un sexo impresionante. Después de mi experiencia la cojo cada vez mejor y con mas ganas.

Ella ni se imagina a qué se debe mi cambio, a lo mejor algún día me animo y le cuento.