Bueno estaba debiendo la continuación del relato (penúltima), la verdad que al ser algo que pasó realmente es bastante fácil escribirlo, espero les guste como la primera parte. Está de más decir que es imprescindible leer ese primer relato...
No lo podía creer, mi madre llamando desde la cocina, yo con la pija apoyada en la conchita de Daniela y ella paralizada del miedo a que nos descubrieran. Era tanta la calentura que tenía que no iba a dejar que me frenaran ahora, algo al menos tenía que hacer.
Yo: ya vamos ma, decile que aguante que ya salimos.
Madre: dice que la espera afuera, que se tienen que ir.
Andrea seguramente no quería entrar para no tener que vernos los tres y generar una situación incómoda, por lo que sin querer nos estaba dando un poquito más de tiempo. Daniela enseguida intentó subirse la calza pero la sujeté bien fuerte del brazo para que no lo hiciera y con la otra mano la hice darse vuelta y quedar con la cola apoyada contra mi.
Dani: para boludo, nos pueden ver me tengo que ti
Yo: solo déjame metértela apenas.
Dani: nooo, no jodas.
Mientras decía esto yo ya le estaba acomodando mi pija entre las piernas de nuevo y ahí pude ver por primera vez ese culito divino, hasta ahora no lo había visto desnudo y era mucho mejor de lo que esperaba. Le pasé la verga por toda la raya mientras ella intentaba zafarse pero sin mucha convicción.
Yo: te prometo que solo te la voy a meter una vez y vas a quedar con las ganas de más.
Recuerdo que apoyé la cabeza sobre su concha y pude sentir la humedad, estaba empapada, empujé su espalda hacia abajo para que levantara la cola y luego le tapé la boca para evitar que hiciera algún ruido que nos delatara.
El placer que sentí cuando se la metí hasta los huevos fue indescriptible, ahí estaba yo cogiendo a mi amiga desde hacía 6 años, escondidos atrás de una pared y tapándole la boca para que no gritara. Fueron solo dos embestidas, pero bien hasta el fondo, soy sincero si digo que nunca más en mi vida pude aguantarme de ese modo y realmente cumplir con mi palabra de sacársela. Pero la verdad que valió la pena ver esa carita de mezcla de placer y sorpresa con la que quedó apoyada en la pared sin subirse la calza y chorreando jugos por las piernas.
Yo: vestite que nos van a venir a buscar.
Daniela directamente no podía ni hablar, estaba toda roja media despeinada con las tetas y el culo al aire, una imagen divina para el recuerdo.
No quise ni acompañarla a la puerta ya que tenía miedo que la hermana se diera cuenta de algo y preferí saludarla con una comida de boca tremenda mientras le tocaba la concha por encima del pantalón.
Cuando quise acordar ya Daniela si había ido y yo estaba que no podía más. En eso me llega un mens:
Flor: te espero a las 22hs? Venís no?.
Me había olvidado completamente y en lo que menos pensaba era en Florencia, sin embargo con la calentura que tenía era la oportunidad perfecta.
Yo: claro, en dos horas ando por ahí. Besos.
A las 22:10 hs ya estaba en lo de Flor, un apartamento divino en el medio del barrio de Pocitos. Ella estaba terminando abogacía, vivía sola, muy deportista y obviamente muy independiente, del estilo de mujer que se lleva a los hombres por delante. Las pocas veces que habíamos hablado me había caído bien, su sentido del humor con mucha ironía me gustaba bastante y físicamente, si bien no me enloquecía, tenía lo suyo.
Al llegar enseguida me abrazó para saludarme ya que hacía un tiempo que no nos veíamos y decidimos ponernos a conversar en el sillón y a tomar una botella de vino. La verdad que no se ni lo que había cocinado, yo venía con un calentón terrible y mientras ella me hablaba yo no podía dejar de pensar en lo que había pasado un par de horas antes en la casa de mis viejos. No era que tenía ganas de cogérmela a ella, tenía que descargarme y punto…
Flor tenía un vestidito negro corto con un lindo escote, si bien los pechos no eran su mayor virtud, las piernas sí que llamaban la atención. Divinas, bien marcadas y con las curvas perfectas.
En un momento dado subió una de sus piernas a mi falda mientras me contaba cosas de su trabajo y su vida personal, no estaba pasando por su mejor momento y quería desahogarse, entre una cosa y otra ya estaba masajeando sus piernas y teniendo una tremenda erección. Ella debía notarlo porque tenía su pantorrilla sobre mi entrepierna, pero igual no decía nada y seguía hablando sin parar.
Esperé a que tomara un último sorbo de vino y cuando amagó con ir a ver la comida en el horno la sujeté de la muñeca y la traje hacia mi. Comenzamos a besarnos apasionadamente en el sillón, metiéndonos manos por todos lados, en menos de un minuto la tenía sentada arriba mío con el vestido levantado dejando a la vista una tanguita negra divina.
Pude notar la fuerza de sus piernas y la dureza de su cola, si bien no la tenía ni cerca de parada que Daniela era verdaderamente una roca. Así sentada arriba mio y sin parar de besarme, comenzó a desabrocharme el cinturón y el cierre del jean, me sacó la pija para afuera y comenzó pajearme despacito mientras yo le comía el cuello. No nos decíamos nada, ella estaba igual de caliente que yo por lo que no esperé mucho para meter mi mano por debajo de su tanga y comenzar a tocarla. Como lo hacía por atrás no me era sencillo pero al cabo de unos minutos ya tenía un par de dedos metidos adentro y ella contenía los gemidos adentro de mi boca. En un momento dejó de besarme y pude ver como tenía la mano llena de leche mía, la estaba empapando aunque todavía no me había corrido.
Cuando ya le estaba corriendo la tanga para metérsela me frenó en seco y se levantó como pudo diciendo que iba a ver el horno. Esta vez no me iba a quedar con las ganas y decidí sacarme la ropa y esperarla desnudo con la pija en la mano parado al lado de la cocina. Al volver la sujeté de golpe y la puse de espaldas a la pared.
Flor: ay pará, que me vas a hacer? jaja
Yo: mirá como me dejaste, te parece que me puedo quedar así?
Flor: al menos déjame apoyar la copa de vino
Yo: mejor quedátela en la mano así te quedas quietita
Enseguida decidí levantarle el vestido y correrle la tanguita, me mojé la pija con mi saliva y se la metí toda hasta el fondo…
Flor: AAAAAAGHHH hijo de puta me la metiste toda!
Yo: si estas empapada, yo se que te encanta (susurándole al oído)
Flor: me estás re cogiendo hijo de puta, ahhh ahhhha ahhh
Le bajé los tirantes del vestido y empecé a amasarle las tetas, si bien no eran muy grandes tenía los pezones super parados de la calentura que llevaba. Con una mano le agarraba la cola y se la apretaba mientras que con la otra le retorcía los pezones. En ese momento solo quería descargarme, llevaba ya dos días de aguantar y si bien me había pajeado esto era diferente, me venía a la cabeza las imágenes de las hermanas, sus bocas besándome, esos culitos divinos, sus gemidos, mi pija casi entrando en sus conchas…
Flor: si si, no pares papi, metémela más adentro que me acabo toda.
Yo: sabes cuando te vas a acabar putita?
Flor: ahhhh ahhh ahhh cuando?
Yo: cuando sientas mi leche corriéndote por la concha…
Flor: ahhhhh pará … no te pusiste forro?
Yo: no te hagas que bien que viste como te la metí de una sin forro
Flor: no no pará Pablo, para ahgggh ahhhh
Ahí me di cuenta que le calentaba más el hecho de estar cogiéndola a pelo y decidí provocarla a fondo.
Yo: te calienta esto putita? Sentila toda mi pija, te voy a llenar de leche
Flor: ahhhhhh pará sacala por favor, ahhhhh
Yo: en serio? Querés que te la saque… (y mientras decía esto retiraba mi pija despacito)
Flor:….. mmmmm… sos un hijo de puta (ella apretaba su cola contra mi y se la metía entera)
Yo: me estoy mojando todo, no sentís como me salen chorros de leche?
Flor: ah ah ah ah aahhhhhhhhhhhhhhhhhh
Yo: acabate toda que te lleno de leche
Flor: dámela dámela la quiero sentir, aggggggg
Yo: me acabo ahhhhhhhhh
Hacía mucho tiempo que no acababa tanta leche, sentía como le corría todo por la pierna y como ella no dejaba de temblar (supongo que se corrió pero tampoco le pregunté). La levanté como pude y la acosté en el sillón mientras me iba al baño a limpiar. Al volver estaba todavía desnuda y con una cara de vicio tremenda.
Flor: como me cogiste, jajaja,
Yo: si? Vos me mataste
Flor: hacía tiempo que no cogía así, todavía estoy temblando. Estabas muy caliente.
Yo: vos me dejaste así (mentira)
Esa noche me quedé a dormir en la casa de ella y cogimos un par de veces más, ella acabó dos veces más y yo una, la verdad que era muy buena y la pasamos bomba. Sin embargo al despertarme seguía caliente y me di cuenta que me faltaba algo, estaba decidido a cogerme a las hermanas, quería probar esas colas y esas tetas una vez más.
Pasaron un par de días sin noticias de las hermanas ni de Flor, yo tenía mucho laburo y así que estaba ocupado todo el día. A la noche del tercer día sin tener noticias de ninguna me cayeron los siguientes mensajes:
Andrea: hola nene, cómo estas? Ya no me das bola?
Yo: tenemos clase mañana creo
Andrea: no podés venir un rato ahora a explicarme un tema de matemáticas
Yo: ahora? Recién llegué del laburo
Andrea: es rápido, 15 min y después te vas. Aparte estoy sola je
Yo: bueno pero pórtate bien eh?
Andrea: obvio
En realidad no tenía muchas ganas de estar a solas con ella, tenía su morbo pero era en su casa, donde vivían sus padres y además su hermana. No era mi ambiente y no me iba a sentir cómodo así que fui seguro de que solo le iba a dar clases de matemáticas. A los 15 min estaba en la puerta tocando timbre:
Andrea: pasá nene, está abierto (siempre me decía nene aunque era mucho mayor que ella)
Yo: nene nada, no te hagas la viva que soy tu profe jaja
Andrea: jaja es verdad es verdad
Yo: donde andas?
Andrea: acá en el cuarto, vení
Cuando llegué al cuarto casi muero, la pendeja estaba en ropa interior con un conjuntito verde clarito, un corpiño bien apretado que le levantaba las tetas y una bombachita divina.
Yo: que haces? No Andrea vestite (me hacía el difícil pero no podía más).
Andrea: me estoy probando esto que me regalaron
Yo: mirá si viene alguien
Agarré un buzo y se lo alcancé para taparla pero empezamos a forcejear y entre una cosa y otra terminé comiéndole la boca. Ya le había agarrado la cola y se la estaba amasando sobre la bombacha, era divina, suave y bien durita, no tan parada como la de la hermana pero me calentaba que fuera una pendeja.
Andrea: tenemos que apurarnos que viene Rodri
Rodri era un amigo/novio que tenía desde hacía unos meses y que cada tanto venía, no pasaban de algún chupón pero como yo me llevaba bien con él pibe me contaba todo y nunca había podido ni tocarle las tetas. El hecho de que pudiera llegar el novio me calentó como una moto y directamente la levanté de la cola y le pedí que se apretara a mi cintura con las piernas. Ahí directamente le arranqué el corpiño y le empecé a comer las tetas como un desesperado.
Andrea: ahh ahh ahhh, (ella solo gemía, ya no decía nada)
Yo tenía la boca ocupada y no podía decir nada, sin embargo el sabor de sus pezones me encantaba, además el oírla gemir en voz alta me estaba enloqueciendo.
La bajé cuando ya me estaba cansando y tenía pensado cogerla ahí mismo.
Yo: sacámela
Andrea: mmm me la vas a meter?
Yo: querés?
Andrea: no se…
Mientras decía esto me estaba aflojando el cinturón pero justo en ese momento sonó el timbre RIIIIIIIIIIIIING
Andrea: Rodri!!!! La puta madre, atendelo que yo me meto en el baño
Yo: te dije que era una mala idea, ahhhhhhhh mierda
Andrea: shhhh dale atendelo
Yo: ya voy ya voy
Me arreglé la ropa, me acomodé como pude y salí a atenderlo con la mejor cara.
Rodri: Pablo capo! Cómo andas? Te clavaron con las clases de nuevo?
Yo: si si, pero ya terminamos, justo se metió en el baño y yo ya me iba
Rodri: no pará que te quiero hacer una consulta de matemática también
Al final me tuve que quedar como una hora y bancarme las consultas de los dos pendejos. Andrea tocándome cada vez que podía sin que el pibe se diera cuenta y yo intentando disimular para que no se pudriera todo.
A eso de las 21;30 hs cayeron los padres con Daniela, la hermana mayor.
Madre: Pablo, cómo andas? Tanto tiempo, te están haciendo laburar a esta hora?
Yo: no pasa nada, es una pavada
Madre: quédate a comer dale, todavía que no le cobrás nada
Yo: no muchas gracias pero me tengo que ir
Padre: dale no jodas que tiro una carne ahí en la parrilla y a las 23 hs ya estamos cenando
En resumen no pude evitarlo y me quedé a cenar, Andrea y su noviete se encerraron en el cuarto de ella y los padres estaban con el asado y las ensaladas.
Dani: Pablo vamos a escuchar música al cuarto
Yo: como quieras
Dani: no habrás estado tocando a mi hermana no? Depravado jajaja
Yo: y si lo hice que? Ella me da más bola que vos igual (quería atacarla por donde más le dolía)
Dani: ah si? Pero ella no tiene estos (y enseguida se levantó la musculosa para mostrarme unas tetas divinas, mucho más grandes que las de la hermana y bien paradass)
Yo: wow wow wow
Dani: querés verlas más de cerca?
Cuando quise acordar la tenía sentada arriba mio con sus tetas en mi boca, gimiendo como una puta con la música bien alta para que no se escuchara del otro cuarto…
Continuará...
No lo podía creer, mi madre llamando desde la cocina, yo con la pija apoyada en la conchita de Daniela y ella paralizada del miedo a que nos descubrieran. Era tanta la calentura que tenía que no iba a dejar que me frenaran ahora, algo al menos tenía que hacer.
Yo: ya vamos ma, decile que aguante que ya salimos.
Madre: dice que la espera afuera, que se tienen que ir.
Andrea seguramente no quería entrar para no tener que vernos los tres y generar una situación incómoda, por lo que sin querer nos estaba dando un poquito más de tiempo. Daniela enseguida intentó subirse la calza pero la sujeté bien fuerte del brazo para que no lo hiciera y con la otra mano la hice darse vuelta y quedar con la cola apoyada contra mi.
Dani: para boludo, nos pueden ver me tengo que ti
Yo: solo déjame metértela apenas.
Dani: nooo, no jodas.
Mientras decía esto yo ya le estaba acomodando mi pija entre las piernas de nuevo y ahí pude ver por primera vez ese culito divino, hasta ahora no lo había visto desnudo y era mucho mejor de lo que esperaba. Le pasé la verga por toda la raya mientras ella intentaba zafarse pero sin mucha convicción.
Yo: te prometo que solo te la voy a meter una vez y vas a quedar con las ganas de más.
Recuerdo que apoyé la cabeza sobre su concha y pude sentir la humedad, estaba empapada, empujé su espalda hacia abajo para que levantara la cola y luego le tapé la boca para evitar que hiciera algún ruido que nos delatara.
El placer que sentí cuando se la metí hasta los huevos fue indescriptible, ahí estaba yo cogiendo a mi amiga desde hacía 6 años, escondidos atrás de una pared y tapándole la boca para que no gritara. Fueron solo dos embestidas, pero bien hasta el fondo, soy sincero si digo que nunca más en mi vida pude aguantarme de ese modo y realmente cumplir con mi palabra de sacársela. Pero la verdad que valió la pena ver esa carita de mezcla de placer y sorpresa con la que quedó apoyada en la pared sin subirse la calza y chorreando jugos por las piernas.
Yo: vestite que nos van a venir a buscar.
Daniela directamente no podía ni hablar, estaba toda roja media despeinada con las tetas y el culo al aire, una imagen divina para el recuerdo.
No quise ni acompañarla a la puerta ya que tenía miedo que la hermana se diera cuenta de algo y preferí saludarla con una comida de boca tremenda mientras le tocaba la concha por encima del pantalón.
Cuando quise acordar ya Daniela si había ido y yo estaba que no podía más. En eso me llega un mens:
Flor: te espero a las 22hs? Venís no?.
Me había olvidado completamente y en lo que menos pensaba era en Florencia, sin embargo con la calentura que tenía era la oportunidad perfecta.
Yo: claro, en dos horas ando por ahí. Besos.
A las 22:10 hs ya estaba en lo de Flor, un apartamento divino en el medio del barrio de Pocitos. Ella estaba terminando abogacía, vivía sola, muy deportista y obviamente muy independiente, del estilo de mujer que se lleva a los hombres por delante. Las pocas veces que habíamos hablado me había caído bien, su sentido del humor con mucha ironía me gustaba bastante y físicamente, si bien no me enloquecía, tenía lo suyo.
Al llegar enseguida me abrazó para saludarme ya que hacía un tiempo que no nos veíamos y decidimos ponernos a conversar en el sillón y a tomar una botella de vino. La verdad que no se ni lo que había cocinado, yo venía con un calentón terrible y mientras ella me hablaba yo no podía dejar de pensar en lo que había pasado un par de horas antes en la casa de mis viejos. No era que tenía ganas de cogérmela a ella, tenía que descargarme y punto…
Flor tenía un vestidito negro corto con un lindo escote, si bien los pechos no eran su mayor virtud, las piernas sí que llamaban la atención. Divinas, bien marcadas y con las curvas perfectas.
En un momento dado subió una de sus piernas a mi falda mientras me contaba cosas de su trabajo y su vida personal, no estaba pasando por su mejor momento y quería desahogarse, entre una cosa y otra ya estaba masajeando sus piernas y teniendo una tremenda erección. Ella debía notarlo porque tenía su pantorrilla sobre mi entrepierna, pero igual no decía nada y seguía hablando sin parar.
Esperé a que tomara un último sorbo de vino y cuando amagó con ir a ver la comida en el horno la sujeté de la muñeca y la traje hacia mi. Comenzamos a besarnos apasionadamente en el sillón, metiéndonos manos por todos lados, en menos de un minuto la tenía sentada arriba mío con el vestido levantado dejando a la vista una tanguita negra divina.
Pude notar la fuerza de sus piernas y la dureza de su cola, si bien no la tenía ni cerca de parada que Daniela era verdaderamente una roca. Así sentada arriba mio y sin parar de besarme, comenzó a desabrocharme el cinturón y el cierre del jean, me sacó la pija para afuera y comenzó pajearme despacito mientras yo le comía el cuello. No nos decíamos nada, ella estaba igual de caliente que yo por lo que no esperé mucho para meter mi mano por debajo de su tanga y comenzar a tocarla. Como lo hacía por atrás no me era sencillo pero al cabo de unos minutos ya tenía un par de dedos metidos adentro y ella contenía los gemidos adentro de mi boca. En un momento dejó de besarme y pude ver como tenía la mano llena de leche mía, la estaba empapando aunque todavía no me había corrido.
Cuando ya le estaba corriendo la tanga para metérsela me frenó en seco y se levantó como pudo diciendo que iba a ver el horno. Esta vez no me iba a quedar con las ganas y decidí sacarme la ropa y esperarla desnudo con la pija en la mano parado al lado de la cocina. Al volver la sujeté de golpe y la puse de espaldas a la pared.
Flor: ay pará, que me vas a hacer? jaja
Yo: mirá como me dejaste, te parece que me puedo quedar así?
Flor: al menos déjame apoyar la copa de vino
Yo: mejor quedátela en la mano así te quedas quietita
Enseguida decidí levantarle el vestido y correrle la tanguita, me mojé la pija con mi saliva y se la metí toda hasta el fondo…
Flor: AAAAAAGHHH hijo de puta me la metiste toda!
Yo: si estas empapada, yo se que te encanta (susurándole al oído)
Flor: me estás re cogiendo hijo de puta, ahhh ahhhha ahhh
Le bajé los tirantes del vestido y empecé a amasarle las tetas, si bien no eran muy grandes tenía los pezones super parados de la calentura que llevaba. Con una mano le agarraba la cola y se la apretaba mientras que con la otra le retorcía los pezones. En ese momento solo quería descargarme, llevaba ya dos días de aguantar y si bien me había pajeado esto era diferente, me venía a la cabeza las imágenes de las hermanas, sus bocas besándome, esos culitos divinos, sus gemidos, mi pija casi entrando en sus conchas…
Flor: si si, no pares papi, metémela más adentro que me acabo toda.
Yo: sabes cuando te vas a acabar putita?
Flor: ahhhh ahhh ahhh cuando?
Yo: cuando sientas mi leche corriéndote por la concha…
Flor: ahhhhh pará … no te pusiste forro?
Yo: no te hagas que bien que viste como te la metí de una sin forro
Flor: no no pará Pablo, para ahgggh ahhhh
Ahí me di cuenta que le calentaba más el hecho de estar cogiéndola a pelo y decidí provocarla a fondo.
Yo: te calienta esto putita? Sentila toda mi pija, te voy a llenar de leche
Flor: ahhhhhh pará sacala por favor, ahhhhh
Yo: en serio? Querés que te la saque… (y mientras decía esto retiraba mi pija despacito)
Flor:….. mmmmm… sos un hijo de puta (ella apretaba su cola contra mi y se la metía entera)
Yo: me estoy mojando todo, no sentís como me salen chorros de leche?
Flor: ah ah ah ah aahhhhhhhhhhhhhhhhhh
Yo: acabate toda que te lleno de leche
Flor: dámela dámela la quiero sentir, aggggggg
Yo: me acabo ahhhhhhhhh
Hacía mucho tiempo que no acababa tanta leche, sentía como le corría todo por la pierna y como ella no dejaba de temblar (supongo que se corrió pero tampoco le pregunté). La levanté como pude y la acosté en el sillón mientras me iba al baño a limpiar. Al volver estaba todavía desnuda y con una cara de vicio tremenda.
Flor: como me cogiste, jajaja,
Yo: si? Vos me mataste
Flor: hacía tiempo que no cogía así, todavía estoy temblando. Estabas muy caliente.
Yo: vos me dejaste así (mentira)
Esa noche me quedé a dormir en la casa de ella y cogimos un par de veces más, ella acabó dos veces más y yo una, la verdad que era muy buena y la pasamos bomba. Sin embargo al despertarme seguía caliente y me di cuenta que me faltaba algo, estaba decidido a cogerme a las hermanas, quería probar esas colas y esas tetas una vez más.
Pasaron un par de días sin noticias de las hermanas ni de Flor, yo tenía mucho laburo y así que estaba ocupado todo el día. A la noche del tercer día sin tener noticias de ninguna me cayeron los siguientes mensajes:
Andrea: hola nene, cómo estas? Ya no me das bola?
Yo: tenemos clase mañana creo
Andrea: no podés venir un rato ahora a explicarme un tema de matemáticas
Yo: ahora? Recién llegué del laburo
Andrea: es rápido, 15 min y después te vas. Aparte estoy sola je
Yo: bueno pero pórtate bien eh?
Andrea: obvio
En realidad no tenía muchas ganas de estar a solas con ella, tenía su morbo pero era en su casa, donde vivían sus padres y además su hermana. No era mi ambiente y no me iba a sentir cómodo así que fui seguro de que solo le iba a dar clases de matemáticas. A los 15 min estaba en la puerta tocando timbre:
Andrea: pasá nene, está abierto (siempre me decía nene aunque era mucho mayor que ella)
Yo: nene nada, no te hagas la viva que soy tu profe jaja
Andrea: jaja es verdad es verdad
Yo: donde andas?
Andrea: acá en el cuarto, vení
Cuando llegué al cuarto casi muero, la pendeja estaba en ropa interior con un conjuntito verde clarito, un corpiño bien apretado que le levantaba las tetas y una bombachita divina.
Yo: que haces? No Andrea vestite (me hacía el difícil pero no podía más).
Andrea: me estoy probando esto que me regalaron
Yo: mirá si viene alguien
Agarré un buzo y se lo alcancé para taparla pero empezamos a forcejear y entre una cosa y otra terminé comiéndole la boca. Ya le había agarrado la cola y se la estaba amasando sobre la bombacha, era divina, suave y bien durita, no tan parada como la de la hermana pero me calentaba que fuera una pendeja.
Andrea: tenemos que apurarnos que viene Rodri
Rodri era un amigo/novio que tenía desde hacía unos meses y que cada tanto venía, no pasaban de algún chupón pero como yo me llevaba bien con él pibe me contaba todo y nunca había podido ni tocarle las tetas. El hecho de que pudiera llegar el novio me calentó como una moto y directamente la levanté de la cola y le pedí que se apretara a mi cintura con las piernas. Ahí directamente le arranqué el corpiño y le empecé a comer las tetas como un desesperado.
Andrea: ahh ahh ahhh, (ella solo gemía, ya no decía nada)
Yo tenía la boca ocupada y no podía decir nada, sin embargo el sabor de sus pezones me encantaba, además el oírla gemir en voz alta me estaba enloqueciendo.
La bajé cuando ya me estaba cansando y tenía pensado cogerla ahí mismo.
Yo: sacámela
Andrea: mmm me la vas a meter?
Yo: querés?
Andrea: no se…
Mientras decía esto me estaba aflojando el cinturón pero justo en ese momento sonó el timbre RIIIIIIIIIIIIING
Andrea: Rodri!!!! La puta madre, atendelo que yo me meto en el baño
Yo: te dije que era una mala idea, ahhhhhhhh mierda
Andrea: shhhh dale atendelo
Yo: ya voy ya voy
Me arreglé la ropa, me acomodé como pude y salí a atenderlo con la mejor cara.
Rodri: Pablo capo! Cómo andas? Te clavaron con las clases de nuevo?
Yo: si si, pero ya terminamos, justo se metió en el baño y yo ya me iba
Rodri: no pará que te quiero hacer una consulta de matemática también
Al final me tuve que quedar como una hora y bancarme las consultas de los dos pendejos. Andrea tocándome cada vez que podía sin que el pibe se diera cuenta y yo intentando disimular para que no se pudriera todo.
A eso de las 21;30 hs cayeron los padres con Daniela, la hermana mayor.
Madre: Pablo, cómo andas? Tanto tiempo, te están haciendo laburar a esta hora?
Yo: no pasa nada, es una pavada
Madre: quédate a comer dale, todavía que no le cobrás nada
Yo: no muchas gracias pero me tengo que ir
Padre: dale no jodas que tiro una carne ahí en la parrilla y a las 23 hs ya estamos cenando
En resumen no pude evitarlo y me quedé a cenar, Andrea y su noviete se encerraron en el cuarto de ella y los padres estaban con el asado y las ensaladas.
Dani: Pablo vamos a escuchar música al cuarto
Yo: como quieras
Dani: no habrás estado tocando a mi hermana no? Depravado jajaja
Yo: y si lo hice que? Ella me da más bola que vos igual (quería atacarla por donde más le dolía)
Dani: ah si? Pero ella no tiene estos (y enseguida se levantó la musculosa para mostrarme unas tetas divinas, mucho más grandes que las de la hermana y bien paradass)
Yo: wow wow wow
Dani: querés verlas más de cerca?
Cuando quise acordar la tenía sentada arriba mio con sus tetas en mi boca, gimiendo como una puta con la música bien alta para que no se escuchara del otro cuarto…
Continuará...
8 comentarios - Con dos hermanas (parte 2)