Tras aquella gloriosa tarde junto a mi madre di por hecho que estaría dispuesta a satisfacer mis deseos cada vez que se me antojase. El cuadrimestre había terminado y tenía toda una semana libre hasta el comienzo de las clases en la universidad, así que daba por hecho que durante aquella semana disfrutaría de mis pequeñas vacaciones y de mi gran madre a mi antojo, pero estaba muy equivocado tal y como pude comprobar al día siguiente.
No me desperté hasta pasadas las diez de la mañana y lo hice tal y como los hacen la mayoría de los hombres jóvenes, es decir con la polla apuntando al techo. A sabiendas de que a aquellas horas en casa solo podía estar mi madre salí de mi cuarto totalmente desnudo y confiado. Recorrí el pasillo y al llegar a la puerta de la cocina la encontré preparando algo sobre la encimera ataviada con uno de sus camisones de estar por casa.
No lo pensé un segundo, me abalance sobre ella rodeándola con mis brazos y agarrando sus tetas con mis manos mientras apoyaba la polla contra su culo y la besaba en el cuello. Ella dio un respingo mientras yo le decía en la oreja:
-Ven aquí mamá que me he levantado hoy muy revoltoso.
-¿Pero qué haces?- me dijo dándome un codazo y dándose la vuelta- ¿No ves que estoy haciendo cosas?-Me espeto mirándome con gesto serio a la cara.
Mi polla quedo apoyada justo sobre su vientre y mis manos se dirigieron nuevamente a sus pechos intentando sacarlos del camisón.
-Venga mamá ya seguirás luego que ahora tengo ganas de follarte- Dije pensando que aquello formaba parte del juego, pero…
PLAS!
Un pitido en el oído me dejo bien claro que el bofetón había sido tremendo.
-He dicho que no ¿no me entiendes?- Dijo esto mirando a mi estupefacto rostro con gran enfado y a continuación se dio la vuelta para continuar con sus quehaceres.
Me quede por unos instantes allí plantado como un pasmarote mientras mi erección se venía abajo por segundos. Una mezcla de sensaciones invadía mi mente, la culpabilidad por haberme propasado se mezclaba con indignación e ira ante la actitud, tan diferente al día anterior, de mi madre.
Me di la vuelta y enfadado me dirigí al baño para cerrar con un portazo una vez dentro.
–Pero que se ha pensado esta, ayer se corrió en mi boca y ahora me parte la cara la muy… Estos eran mis pensamientos mientras me introducía en la ducha y abría los grifos del agua en intento de calmar el estado en que me encontraba.
Estuve por unos minutos bajo el agua intentando serenarme y aclarar aquel barullo de sentimientos cuando la puerta del baño se abrió.
-Nene, ¿estás bien?
-Joder mamá déjame en paz.
-Lo siento cariño, no quería golpearte, perdóname. Es que… es que no puede ser nene.
- ¿No puede ser? Pues ayer bien que fue joder- Conteste enfadado y dándole la espalda bajo el agua levante mis brazos para apoyarme contra la pared de la ducha a la vez que dejaba caer mi cabeza en señal de derrota.
-No te pongas así nene, no me entiendes, no es que no quiera…
-¿Es que qué? Mamá.
Mi madre abrió la mampara de la ducha y entro tras de mi para abrazarme y dejar caer su cabeza contra mi espada. El agua de la ducha comenzó a mojarla empapando su camisón como no podía ser de otro modo.
-Nene nada me apetece más que sentirte, nada deseo más que sentir como me llenas, pero es tan arriesgado.
¿Arriesgado porque Mamá?
-Cariño yo soy todavía fértil, toda la noche llevo dándole vueltas, es muy arriesgado podríamos tener un disgusto
-Tendremos cuidado Mamá, hay mil formas de …
-No va a funcionar nene, me conozco y sé que no funcionará. Sé que si lo hacemos no voy a poder controlarme y tarde o temprano voy a querer que te corras dentro de mí. Lo que puede pasar tarde o temprano pasará y yo no voy a ser lo suficientemente fuerte para evitarlo si damos pie, lo sé.
-Pero Mamá, pondremos medios
- No cariño debes esperar. Cuando nos excitamos perdemos la razón y el control no es posible y créeme que no hay nada que desee más que sentirte dentro de mi nuevamente- Mi madre me abrazaba y acariciaba el pecho mientras intentaba convencerme entre sollozos que se veían ahogados baja el ruido del agua que golpeaba nuestros cuerpos.
-¿Esperar? ¿Esperar a que? ¿Cómo vamos a poder resistir?
-Tenemos que esperar a mi próximo ciclo cariño, volveré a tomar la píldora, serán unas semanas. Entonces seré toda tuya.
Me sentía como un idiota, hacia tan solo unos minutos la ira me consumía pensando que mi madre me rechazaba cuando en realidad acababa de confesarme, llorando en mi espalda, lo mucho que me deseaba.
-Mamá perdóname, he sido un estúpido por tratarse así- Dije girándome para abrazarla.
-No importa hijo, no importa, debí haberte explicado-
Mamá se separó ligeramente de mí y poniéndose de puntillas me dio un pico en los labios seguidamente quedarse mirándome con una bonita sonrisa mientras trataba de enjugarse las lágrimas con la mano en un gesto que era del todo inútil baja el agua.
-No llores por favor mamá… ¡Pero mira cómo te has puesto! Estas completamente empapada.
El camisón de mi madre estaba totalmente empapado provocando que la fina tela se volviese traslucida y se pegase totalmente a su cuerpo mostrando todos sus encantos. Sus preciosos y generosos pechos desafiaban la tela con sus erizados pezones, más abajo una mancha de color oscura mostraba donde se hallaba el delicioso sexo de mi madre.
Para mí en aquel momento era la mujer más bonita y sexi del mundo con lo que mi pene no pudo reaccionar de otra forma que no fuese con una tremenda erección en forma de saludo al voluptuoso cuerpo de mi madre.
-No pasa nada nene, es solo ropa. Pero mira como estas tú otra vez-Dijo rodeando mi miembro erecto con su pequeña mano.
-No te preocupes Mamá, ya me las apañare como pueda aunque seguro que voy a pasar más de un calentón soñando con tenerte en unas semanas.
-¿Harás eso por mi hijo? ¿Esperaras por tu madre?
-Claro que sí Mamá, me portare bien, te lo prometo.
No tenía ni idea de cómo iba a poder aguantar tantos días. Estaba prometiendo aquello a mi madre mientras estaba desnudo en la ducha, totalmente empalmado, ante los encantos de aquella preciosa mujer madura que para rematar la faena sujetaba mi polla con su manita mientras no dejaba de mirarme con amoroso gesto a los ojos. Desde luego no las tenía todas conmigo.
-Gracias mi vida, te garantizo que si esperas Mama te recompensará-
Entonces su mirada descendió nuevamente en dirección a mi miembro y comenzó a acariciarlo suavemente mientras se mordía su labio inferior en un gesto que me pareció de lo más sexi y levantando nuevamente sus ojos en dirección delos míos pronunció las palabras que yo estaba deseando escuchar.
-Sería muy injusto dejarte así hoy ¿verdad cariño?
-No sé si sería injusto Mamá pero esto no sé yo si se me baja hoy.
-No te preocupes nene que yo me encargo de que hoy se baje, pero recuerda que después tendremos que esperar.
-Prometido Mami.
A continuación deslizo su mano a lo largo de toda mi polla antes de soltarla suavemente para salir de la ducha por unos instantes y volver a continuación con un pequeño taburete de plástico.
-Hazme sitio cariño.
Mi madre situó aquel pequeño taburete en la ducha y se sentó, levanto la vista hacia mí y alargando su mano me tomo nuevamente por mi miembro para estirar atrayéndome en su dirección.
-Ven con Mami- Me dijo con una sonrisa.
Mi madre comenzó a acariciar mi polla con una mano mientras con la otra acariciaba los testículos que guardaban el tesoro que momentos antes había confesado desear tanto. Alargue mi mano en dirección a su rosto y apartando su mojado pelo comencé a acariciar su preciosa carita mientras no dejaba de sonreírme.
-Veras como te va a gustar-
Soltó mi polla por un momento y desabrochando los botones superiores de su camisón libero sus tetazas que colgaban de forma imponente con aquellos deliciosos pezones, que tanto me gustaba chupar, hinchados ante la morbosa situación.
-Te gustan las tetas de Mamá ¿verdad cielo?- Me pregunto mirándome a los ojos.
-Sabes que me muero por ellas.
-Son tuyas cariño. Coge el gel de ducha y deja caer un buen chorro justo aquí nene.
Mi madre dijo esto a la vez que sujetaba sus tetas apretándolas y subiéndolas ofreciéndome una vista impresionante. No dude un momento y cumplí las ordenes de mi amada madre al instante dejando caer un buen chorro de gel que ella esparció generosamente por sus mojadas tetas levantado algo de espuma y haciéndolas brillar de una forma que uno no querría hacer otra cosa que deslizarse por ellas.
-Ahora trae aquí esa preciosa polla que tienes mi niño que mamá se va a ocupar de ella.
Aquello era un sueño. Separe mis piernas de forma que mi altura menguase hasta terminar situando mi polla justo al altura de aquella dos tetazas y mi madre tomándola con una de sus manos comenzó a restregar mi polla por sus pechos recreándose en un principio con sus grandes pezones contra los que restregaba mi glande totalmente hinchado.
-¿Te gusta cariño?
-Me vuelves loco Mamá.
Entonces soltando mi polla tomo sus tetas y las acerco rodeando mi miembro con ellas comenzando así la mejor cubana que os podías imaginar. Mi polla se deslizaba suavemente entre sus pechos perfectamente lubricados por el gel de ducha a pesar de que mi madre ejercía una considerable presión con sus manos. Definitivamente era la combinación de presión y suavidad perfecta.
-Joder Mamá que gustazo estar entre tus tetas, se sienten tan suaves.
-Son totalmente tuyas nene, disfrútalas a tu antojo.
Los movimientos de mi madre se hacían intensos por momentos castigando mi polla cuyo glande aparecía y desaparecía entre sus pechos alternativamente. No se por cuantos minutos estuve disfrutando de los maravillosos cuidados que mi madre me estaba proporcionando pero sabía que no iba a poder aguantar mucho más sin córreme y se lo hice saber.
-Mmm Mamá creo que voy correrme, esto es delicioso…aghhh.
-Correte para Mami cariño, correte pero no quiero que se pierda ni una gota nunca más de tu preciosa leche.
Mi madre dijo esto y soltando sus tetas se hizo con la alcachofa de la ducha con una mano y con mi polla con la otra de forma que al agua se llevase cualquier rastro de gel de mi miembro.
-¿Qué haces Mamá?
No necesite respuesta. Con un movimiento bruco mi madre se deshizo de la alcachofa de la ducha y del taburete para abalanzarse sobre mi polla con desesperación y abriendo su boca engullirla por completo.
-Dios Mamá…. Aghh.
No daba crédito a lo que veía, la boca de mi madre devoraba mi polla por completo haciendo tope sus labios contra mi pubis donde aguato por unos momentos antes de tener que retirarse para coger aire.
Cogió mi polla nuevamente con su mano y mientras me la machacaba mi miro a los ojos con cara de salida me dijo.
-Ya te he dicho que no quiero que se pierda ni una gota de tu leche.
Acto seguido comenzó a mamármela de forma intensa alternando lamidas con profundas envestidas que hacían adentrarse mi polla hasta hacer tope en su garganta.
-Aghh no puedo más, esto es demasiado… me corro…me corro.
Sujete la cabeza de mi madre con las manos y comencé a descargar de forma intensa numerosos chorros de semen en su boca mientras ella me miraba con una indescriptible cara mujer totalmente salida y extasiada.
Mi polla no salió en ningún momento de su boca aún después de descargar la última gota de leche, no hasta que ella termino de tragarlo todo y limpiar mi polla recorriendo mi glande con su lengua y sin que en ningún momento dejásemos de mantener el contacto visual.
Finalmente sus labios liberaron mi polla ya en estado semiflacido y mi madre se incorpora para abrazarnos y fundirnos en un apasionado beso.
Aquel fue el regalo que mi madre me hizo en compensación de la larga espera que tenía por delante hasta poder volver a poseerla y sin duda fue un gran incentivo para poder afrontar la larga travesía del desierto que debía afrontar.
No me desperté hasta pasadas las diez de la mañana y lo hice tal y como los hacen la mayoría de los hombres jóvenes, es decir con la polla apuntando al techo. A sabiendas de que a aquellas horas en casa solo podía estar mi madre salí de mi cuarto totalmente desnudo y confiado. Recorrí el pasillo y al llegar a la puerta de la cocina la encontré preparando algo sobre la encimera ataviada con uno de sus camisones de estar por casa.
No lo pensé un segundo, me abalance sobre ella rodeándola con mis brazos y agarrando sus tetas con mis manos mientras apoyaba la polla contra su culo y la besaba en el cuello. Ella dio un respingo mientras yo le decía en la oreja:
-Ven aquí mamá que me he levantado hoy muy revoltoso.
-¿Pero qué haces?- me dijo dándome un codazo y dándose la vuelta- ¿No ves que estoy haciendo cosas?-Me espeto mirándome con gesto serio a la cara.
Mi polla quedo apoyada justo sobre su vientre y mis manos se dirigieron nuevamente a sus pechos intentando sacarlos del camisón.
-Venga mamá ya seguirás luego que ahora tengo ganas de follarte- Dije pensando que aquello formaba parte del juego, pero…
PLAS!
Un pitido en el oído me dejo bien claro que el bofetón había sido tremendo.
-He dicho que no ¿no me entiendes?- Dijo esto mirando a mi estupefacto rostro con gran enfado y a continuación se dio la vuelta para continuar con sus quehaceres.
Me quede por unos instantes allí plantado como un pasmarote mientras mi erección se venía abajo por segundos. Una mezcla de sensaciones invadía mi mente, la culpabilidad por haberme propasado se mezclaba con indignación e ira ante la actitud, tan diferente al día anterior, de mi madre.
Me di la vuelta y enfadado me dirigí al baño para cerrar con un portazo una vez dentro.
–Pero que se ha pensado esta, ayer se corrió en mi boca y ahora me parte la cara la muy… Estos eran mis pensamientos mientras me introducía en la ducha y abría los grifos del agua en intento de calmar el estado en que me encontraba.
Estuve por unos minutos bajo el agua intentando serenarme y aclarar aquel barullo de sentimientos cuando la puerta del baño se abrió.
-Nene, ¿estás bien?
-Joder mamá déjame en paz.
-Lo siento cariño, no quería golpearte, perdóname. Es que… es que no puede ser nene.
- ¿No puede ser? Pues ayer bien que fue joder- Conteste enfadado y dándole la espalda bajo el agua levante mis brazos para apoyarme contra la pared de la ducha a la vez que dejaba caer mi cabeza en señal de derrota.
-No te pongas así nene, no me entiendes, no es que no quiera…
-¿Es que qué? Mamá.
Mi madre abrió la mampara de la ducha y entro tras de mi para abrazarme y dejar caer su cabeza contra mi espada. El agua de la ducha comenzó a mojarla empapando su camisón como no podía ser de otro modo.
-Nene nada me apetece más que sentirte, nada deseo más que sentir como me llenas, pero es tan arriesgado.
¿Arriesgado porque Mamá?
-Cariño yo soy todavía fértil, toda la noche llevo dándole vueltas, es muy arriesgado podríamos tener un disgusto
-Tendremos cuidado Mamá, hay mil formas de …
-No va a funcionar nene, me conozco y sé que no funcionará. Sé que si lo hacemos no voy a poder controlarme y tarde o temprano voy a querer que te corras dentro de mí. Lo que puede pasar tarde o temprano pasará y yo no voy a ser lo suficientemente fuerte para evitarlo si damos pie, lo sé.
-Pero Mamá, pondremos medios
- No cariño debes esperar. Cuando nos excitamos perdemos la razón y el control no es posible y créeme que no hay nada que desee más que sentirte dentro de mi nuevamente- Mi madre me abrazaba y acariciaba el pecho mientras intentaba convencerme entre sollozos que se veían ahogados baja el ruido del agua que golpeaba nuestros cuerpos.
-¿Esperar? ¿Esperar a que? ¿Cómo vamos a poder resistir?
-Tenemos que esperar a mi próximo ciclo cariño, volveré a tomar la píldora, serán unas semanas. Entonces seré toda tuya.
Me sentía como un idiota, hacia tan solo unos minutos la ira me consumía pensando que mi madre me rechazaba cuando en realidad acababa de confesarme, llorando en mi espalda, lo mucho que me deseaba.
-Mamá perdóname, he sido un estúpido por tratarse así- Dije girándome para abrazarla.
-No importa hijo, no importa, debí haberte explicado-
Mamá se separó ligeramente de mí y poniéndose de puntillas me dio un pico en los labios seguidamente quedarse mirándome con una bonita sonrisa mientras trataba de enjugarse las lágrimas con la mano en un gesto que era del todo inútil baja el agua.
-No llores por favor mamá… ¡Pero mira cómo te has puesto! Estas completamente empapada.
El camisón de mi madre estaba totalmente empapado provocando que la fina tela se volviese traslucida y se pegase totalmente a su cuerpo mostrando todos sus encantos. Sus preciosos y generosos pechos desafiaban la tela con sus erizados pezones, más abajo una mancha de color oscura mostraba donde se hallaba el delicioso sexo de mi madre.
Para mí en aquel momento era la mujer más bonita y sexi del mundo con lo que mi pene no pudo reaccionar de otra forma que no fuese con una tremenda erección en forma de saludo al voluptuoso cuerpo de mi madre.
-No pasa nada nene, es solo ropa. Pero mira como estas tú otra vez-Dijo rodeando mi miembro erecto con su pequeña mano.
-No te preocupes Mamá, ya me las apañare como pueda aunque seguro que voy a pasar más de un calentón soñando con tenerte en unas semanas.
-¿Harás eso por mi hijo? ¿Esperaras por tu madre?
-Claro que sí Mamá, me portare bien, te lo prometo.
No tenía ni idea de cómo iba a poder aguantar tantos días. Estaba prometiendo aquello a mi madre mientras estaba desnudo en la ducha, totalmente empalmado, ante los encantos de aquella preciosa mujer madura que para rematar la faena sujetaba mi polla con su manita mientras no dejaba de mirarme con amoroso gesto a los ojos. Desde luego no las tenía todas conmigo.
-Gracias mi vida, te garantizo que si esperas Mama te recompensará-
Entonces su mirada descendió nuevamente en dirección a mi miembro y comenzó a acariciarlo suavemente mientras se mordía su labio inferior en un gesto que me pareció de lo más sexi y levantando nuevamente sus ojos en dirección delos míos pronunció las palabras que yo estaba deseando escuchar.
-Sería muy injusto dejarte así hoy ¿verdad cariño?
-No sé si sería injusto Mamá pero esto no sé yo si se me baja hoy.
-No te preocupes nene que yo me encargo de que hoy se baje, pero recuerda que después tendremos que esperar.
-Prometido Mami.
A continuación deslizo su mano a lo largo de toda mi polla antes de soltarla suavemente para salir de la ducha por unos instantes y volver a continuación con un pequeño taburete de plástico.
-Hazme sitio cariño.
Mi madre situó aquel pequeño taburete en la ducha y se sentó, levanto la vista hacia mí y alargando su mano me tomo nuevamente por mi miembro para estirar atrayéndome en su dirección.
-Ven con Mami- Me dijo con una sonrisa.
Mi madre comenzó a acariciar mi polla con una mano mientras con la otra acariciaba los testículos que guardaban el tesoro que momentos antes había confesado desear tanto. Alargue mi mano en dirección a su rosto y apartando su mojado pelo comencé a acariciar su preciosa carita mientras no dejaba de sonreírme.
-Veras como te va a gustar-
Soltó mi polla por un momento y desabrochando los botones superiores de su camisón libero sus tetazas que colgaban de forma imponente con aquellos deliciosos pezones, que tanto me gustaba chupar, hinchados ante la morbosa situación.
-Te gustan las tetas de Mamá ¿verdad cielo?- Me pregunto mirándome a los ojos.
-Sabes que me muero por ellas.
-Son tuyas cariño. Coge el gel de ducha y deja caer un buen chorro justo aquí nene.
Mi madre dijo esto a la vez que sujetaba sus tetas apretándolas y subiéndolas ofreciéndome una vista impresionante. No dude un momento y cumplí las ordenes de mi amada madre al instante dejando caer un buen chorro de gel que ella esparció generosamente por sus mojadas tetas levantado algo de espuma y haciéndolas brillar de una forma que uno no querría hacer otra cosa que deslizarse por ellas.
-Ahora trae aquí esa preciosa polla que tienes mi niño que mamá se va a ocupar de ella.
Aquello era un sueño. Separe mis piernas de forma que mi altura menguase hasta terminar situando mi polla justo al altura de aquella dos tetazas y mi madre tomándola con una de sus manos comenzó a restregar mi polla por sus pechos recreándose en un principio con sus grandes pezones contra los que restregaba mi glande totalmente hinchado.
-¿Te gusta cariño?
-Me vuelves loco Mamá.
Entonces soltando mi polla tomo sus tetas y las acerco rodeando mi miembro con ellas comenzando así la mejor cubana que os podías imaginar. Mi polla se deslizaba suavemente entre sus pechos perfectamente lubricados por el gel de ducha a pesar de que mi madre ejercía una considerable presión con sus manos. Definitivamente era la combinación de presión y suavidad perfecta.
-Joder Mamá que gustazo estar entre tus tetas, se sienten tan suaves.
-Son totalmente tuyas nene, disfrútalas a tu antojo.
Los movimientos de mi madre se hacían intensos por momentos castigando mi polla cuyo glande aparecía y desaparecía entre sus pechos alternativamente. No se por cuantos minutos estuve disfrutando de los maravillosos cuidados que mi madre me estaba proporcionando pero sabía que no iba a poder aguantar mucho más sin córreme y se lo hice saber.
-Mmm Mamá creo que voy correrme, esto es delicioso…aghhh.
-Correte para Mami cariño, correte pero no quiero que se pierda ni una gota nunca más de tu preciosa leche.
Mi madre dijo esto y soltando sus tetas se hizo con la alcachofa de la ducha con una mano y con mi polla con la otra de forma que al agua se llevase cualquier rastro de gel de mi miembro.
-¿Qué haces Mamá?
No necesite respuesta. Con un movimiento bruco mi madre se deshizo de la alcachofa de la ducha y del taburete para abalanzarse sobre mi polla con desesperación y abriendo su boca engullirla por completo.
-Dios Mamá…. Aghh.
No daba crédito a lo que veía, la boca de mi madre devoraba mi polla por completo haciendo tope sus labios contra mi pubis donde aguato por unos momentos antes de tener que retirarse para coger aire.
Cogió mi polla nuevamente con su mano y mientras me la machacaba mi miro a los ojos con cara de salida me dijo.
-Ya te he dicho que no quiero que se pierda ni una gota de tu leche.
Acto seguido comenzó a mamármela de forma intensa alternando lamidas con profundas envestidas que hacían adentrarse mi polla hasta hacer tope en su garganta.
-Aghh no puedo más, esto es demasiado… me corro…me corro.
Sujete la cabeza de mi madre con las manos y comencé a descargar de forma intensa numerosos chorros de semen en su boca mientras ella me miraba con una indescriptible cara mujer totalmente salida y extasiada.
Mi polla no salió en ningún momento de su boca aún después de descargar la última gota de leche, no hasta que ella termino de tragarlo todo y limpiar mi polla recorriendo mi glande con su lengua y sin que en ningún momento dejásemos de mantener el contacto visual.
Finalmente sus labios liberaron mi polla ya en estado semiflacido y mi madre se incorpora para abrazarnos y fundirnos en un apasionado beso.
Aquel fue el regalo que mi madre me hizo en compensación de la larga espera que tenía por delante hasta poder volver a poseerla y sin duda fue un gran incentivo para poder afrontar la larga travesía del desierto que debía afrontar.
3 comentarios - Mi mamá me mima. III