Detrás de la puerta
Detrás de la puerta Pt 2
Detrás de la puerta Pt 3
Mi casa estaba sola, pero para que mi cama me llame y mis dedos -o ese pedazo de goma de 19 cm escondido en mi armario- me tienten faltaba mi prima: Sin ella ya nada tenia la excitación y el placer. Las masturbación, incluso el sexo se tornaban aburridos sin ella. Es que nuestros encuentros tenían algo especial, tenían su magia. Quizás era su belleza, quizás la tentación de probar lo prohibido, no se, pero la necesitaba.
La mande a llamar con nerviosismo, nuestro ultimo encuentro fue maravilloso y la simple idea de subir un nivel mas en mi fantasía me ponían ansiosa. Pero pensar en un rechazo me hacia sonrojar a mi misma.
Al cabo de media hora llega. Vestía una camisa suelta y veraniega atada a la izquierda de su cintura y que dejaba traslucir su corpiño, con un short deportivo que le marcaba su linda cola y dejaba ver que no llevaba nada abajo.
La noche era joven, quedaba todo por delante, pero cuando la vi pareció congelarse el tiempo, me pareció verla mas linda que nunca.
Seguramente por que ya tenia un presentimiento de como terminaría todo esto.
Casi automáticamente, se desprende la camisa y empieza a bailar, sin dejar de sonreír y mirarme, de a poco se la va sacando y en segundos, ya esta en topples bailando y marcando el ritmo con sus caderas.
Yo quede petrificada pero notaba como mi ropa interior se humedecía, y creo que no hay palabras para describir lo que sentí cuando se da vuelta, y agachándose, dejando su cola tan alta como podía, lentamente se bajaba su short, dejándome ver esas nalgas tan perfectas, y con una vagina que se veían en todo su esplendor.
Mi teoría en ese momento es que, como mis experiencias lesbicas no fueran muchas, no tenia tanto para comparar, pero hoy puedo decirlo con certeza: Jamas vi una vagina tan carnosa, rosada, grande. Tan tentadora. Hermosa por donde la mires.
Sin dejar de bailar se dirige al sofa de la sala, y recostada abierta de piernas, empieza a tocarse. Yo la acompaño, justo del otro extremo de modo que nuestras piernas se rozaban enfrentadas.
Al cabo de unos minutos, de nuestros dedos entrando y saliendo a la par y lentamente, ella se sienta y vuelvo a ver aquello que la hace mujer y sin dudar le digo "Que linda conchita que tenes" "¿Te gusta?" me pregunta, y yo, acercándome a ella, dirigiendo mi mano a su vulva y susurrándole en el oído le digo "Me encanta"
En ese momento lleva su mano a mi clítoris y me mete sus dedos medio e indice moviendolos con velocidad y frenètismo mientras me da el beso mas hermoso y sensual que haya recibido. Me mordía suavemente la lengua, los labios. Nuestros cuellos fueron el lugar perfecto para nuestras lenguas y nuestros besos que no se detendrían, mientras yo tocaba sus tetas, su concha, su piel.
Ella no dejaba un lugar en mi cuerpo sin tocar, mientras me masturbaba, parecía que había estudiado todos mis movimientos, por que sabia exactamente lo que me gustaba, lo que quería, sabia todo.
Era la primera vez que la sentía como yo quería. Tantas masturbaciones juntas, tanto placer, tantos orgasmos... el momento al fin había llegado y no se dan una idea de como latía mi pecho de la emoción.
De ahí, nos fuimos a la cama, y lo que ahí hicimos prefiero guardármelo para mi.
Hicimos cosas tan difíciles tanto de explicar como de reproducir nuevamente, y si habría una forma, el torbellino de emociones, placer y cosas innombrables se quedaran para siempre entre esas cuatro paredes... entre esas sabanas... entre nuestras piernas enlazadas.
Basado en un hecho real
Continuara...
Detrás de la puerta Pt 2
Detrás de la puerta Pt 3
Mi casa estaba sola, pero para que mi cama me llame y mis dedos -o ese pedazo de goma de 19 cm escondido en mi armario- me tienten faltaba mi prima: Sin ella ya nada tenia la excitación y el placer. Las masturbación, incluso el sexo se tornaban aburridos sin ella. Es que nuestros encuentros tenían algo especial, tenían su magia. Quizás era su belleza, quizás la tentación de probar lo prohibido, no se, pero la necesitaba.
La mande a llamar con nerviosismo, nuestro ultimo encuentro fue maravilloso y la simple idea de subir un nivel mas en mi fantasía me ponían ansiosa. Pero pensar en un rechazo me hacia sonrojar a mi misma.
Al cabo de media hora llega. Vestía una camisa suelta y veraniega atada a la izquierda de su cintura y que dejaba traslucir su corpiño, con un short deportivo que le marcaba su linda cola y dejaba ver que no llevaba nada abajo.
La noche era joven, quedaba todo por delante, pero cuando la vi pareció congelarse el tiempo, me pareció verla mas linda que nunca.
Seguramente por que ya tenia un presentimiento de como terminaría todo esto.
Casi automáticamente, se desprende la camisa y empieza a bailar, sin dejar de sonreír y mirarme, de a poco se la va sacando y en segundos, ya esta en topples bailando y marcando el ritmo con sus caderas.
Yo quede petrificada pero notaba como mi ropa interior se humedecía, y creo que no hay palabras para describir lo que sentí cuando se da vuelta, y agachándose, dejando su cola tan alta como podía, lentamente se bajaba su short, dejándome ver esas nalgas tan perfectas, y con una vagina que se veían en todo su esplendor.
Mi teoría en ese momento es que, como mis experiencias lesbicas no fueran muchas, no tenia tanto para comparar, pero hoy puedo decirlo con certeza: Jamas vi una vagina tan carnosa, rosada, grande. Tan tentadora. Hermosa por donde la mires.
Sin dejar de bailar se dirige al sofa de la sala, y recostada abierta de piernas, empieza a tocarse. Yo la acompaño, justo del otro extremo de modo que nuestras piernas se rozaban enfrentadas.
Al cabo de unos minutos, de nuestros dedos entrando y saliendo a la par y lentamente, ella se sienta y vuelvo a ver aquello que la hace mujer y sin dudar le digo "Que linda conchita que tenes" "¿Te gusta?" me pregunta, y yo, acercándome a ella, dirigiendo mi mano a su vulva y susurrándole en el oído le digo "Me encanta"
En ese momento lleva su mano a mi clítoris y me mete sus dedos medio e indice moviendolos con velocidad y frenètismo mientras me da el beso mas hermoso y sensual que haya recibido. Me mordía suavemente la lengua, los labios. Nuestros cuellos fueron el lugar perfecto para nuestras lenguas y nuestros besos que no se detendrían, mientras yo tocaba sus tetas, su concha, su piel.
Ella no dejaba un lugar en mi cuerpo sin tocar, mientras me masturbaba, parecía que había estudiado todos mis movimientos, por que sabia exactamente lo que me gustaba, lo que quería, sabia todo.
Era la primera vez que la sentía como yo quería. Tantas masturbaciones juntas, tanto placer, tantos orgasmos... el momento al fin había llegado y no se dan una idea de como latía mi pecho de la emoción.
De ahí, nos fuimos a la cama, y lo que ahí hicimos prefiero guardármelo para mi.
Hicimos cosas tan difíciles tanto de explicar como de reproducir nuevamente, y si habría una forma, el torbellino de emociones, placer y cosas innombrables se quedaran para siempre entre esas cuatro paredes... entre esas sabanas... entre nuestras piernas enlazadas.
Basado en un hecho real
Continuara...
2 comentarios - Detrás de la puerta Pt. 4 (Relato)