Hola, les cuento los momentos más lindos que tuve con cuatro mujeres que me llevaron al más allá, me enseñaron a gozar mi lado femenino
Cuando me pidió que me ponga boca abajo, sentí un dulce escalofrío. Me asustó levemente y así despertó un placer inexplorado e intenso.
Sentí que buscaba algo entre sus cosas pero yo no podía ver ni adivinar sus intensiones. Eso le sumaba poder. Ella sabía que mientras más me sorprendiera, más me haría sentir que estaba a su merced.
Así fue que me dijo: ahora si vas a parecer bien putita.
Comenzó entonces a vestirme con un portaligas y unas medias largas que hacían perfecto juego con la tanguita negra.
Cuando terminó de vestirme, me pidió que me pare frente al espejo para mostrarme cómo calzaba el conjunto.
Me puso de espalda al espejo y me hizo abrir las piernas mientras me pedía que mirara cómo ella comenzaba a manosear mi cola vestida de lujuria.
Así me mostro que ella sabia que si ella me mostraba lo que me hacia, me hacia ver lo que me hacia, más quedaba en sus manos, más me dejaba.
Nuevamente la excitación fue doble. Me calentaba y seducía con su excitación-exploración y me calentaba y seducía al mostrarme que ella sabia como vulnerarme, como tocar esos puntos secretos para lograr que me entregue a la lujuria mas oscura que mi deseo ocultó bajo las infinitas cerraduras de la represión.
Ella tenia claro que mi búsqueda no sólo caminaba hacia conocer mis secretos mas escondidos y olvidados. Sabia mejor que yo, que apuntaba a explicarme a ellas.
De alguna manera, ella estaba al tanto de que en mi anteriores experiencias, había logrado intuir que me excitaba teatralizar momentos cumbre con mis parejas. Que ahora me interesaba explorar en mi cuerpo y alma la forma del goce que provoque en las 4 mujeres fundamentales de mi vida sexual.
A A la encontré al final de mi adolescencia. Objetivamente estaba muy fuerte. Tetas grandes y duras que me distraían de su culo compacto y erecto. Descubrimos la belleza y el placer de manosearnos en público sin que nadie se diera cuenta. Pero lo que mas me calentó fue escaparnos de sus Padres una tarde con el pretexto de explorar un bosque cercano. Internarnos en la vegetación hasta saber que estabamos solos para meter mis manos por debajo de su falda larga.
Mis manos tapadas por la suave tela de esa falda subieron rozando la piel tersa de sus respectivas piernas hasta que mis dedos se aferraron fuertes a esos gluteos turgentes. Y asi la abracé. Y así la pegué a mi cuerpo. Y sentí su entrega.
Y mis dedos sintieron una extraña energía que provenía del preciso borde entre el límite de su bombachita y su piel resbalosa de deseo. Comencé a reconocer esos límites con mis dedos mientras sus gemidos me alentaban.
Ahora quiero sentir lo que A sintió.
Ella lo sabe. Me propone un juego. Que me pone una falda larga y yo debo jugar a que me llamo ale. Que soy una pendeja que está en un boliche. Que ella me saca a bailar. Y así lo hago.
Me dejo poner la falda. Juego a que soy una pendeja. Ella me encara. Me abraza para bailar. Me roza la cola. Me resisto. Me abraza fuerte y me dice al oido que me deje, que me va a gustar. Y mete sus manos debajo de mi falda. Y me hace sentir lo que yo hice sentir. Y se da tiempo. Me explota con movimientos lentos. Me explora agregando palabras duras. Siento sus dedos recorriendo el límite entre mi tanguita negra y mi piel que ya suda deseo. Recuerdo la suavidad de la bombachita de A y sus gemidos. Yo también gimo. Ella va POR MAS.
Saca su mano derecha de entre mis nalgas y exPlicitamente me muestra que la lleva a su boca. Sus ojos no dejan de mirarme. Me muestra como unta sus dedos con su saliva que deseo suave y tibia.
Sigue sin sacar sus ojos de los mios y me hace sentir que hasta con su mirada me esta cogiendo.
Su dedo se deslizó mientras me pedía que le relate cada detalle de lo que me estaba haciendo sentir.
Terremotos. Le conteste casi gimiendo..
Entonces me dijo. Te voy a violar y te va a encantar.
Jugamos a que me llevaba a su casa y que apenas entramos me arroja sobre un divan boca abajo. Me ordena que me ponga en cuatro. Con la cola bien hacia el cielo, me dice. Para explotarme. Para ensayarme, para jugar, como en nueve semanas y media.
...
Despues de cogerme como lo hizo, descansamos charlando
Sobre la experiencia. Le pregunte si alguna vez tuvo una experiencia similar o si fantaseo una exploración en su cola, como la que ella acababa de hacer en la mia. Me contó y asi comenzó a cogerme otra vez, pero de palabra. Y mientras le contaba a su pedido, las cosas que me hacia sentir, ella comenzo a responderme con sis desconsiderados, mientras me miraba a los ojos y me hacia notar que su atención se concentraba en llevarse sus dedos a la boca para bañarlos en su baba y deslizarlos luego con lujuria sobre mi ralla. Asi no pude seguir contandole y un gemido se me escapo.
Entonces, mientras volvió a llenarse los dedos de baba, me recalento: ¿ me decías?, me sentencio, recalcando su dominio, explicitando que me sacó el habla, como si me hubiera tapado la boca con su bombacha mojada.
Y asi volvió a calentar mi cola con sus rios de baba.
...
Tras un tiempo y otras chicas, llego B: la mina mas fuerte, la mas modelo, que tuve. No podia creer que semejante mina estuviera en mi cama. Y no podia creer que solo le gustara coger.
Era en lo unico que pensaba. Y siempre olía a sexo. De ella aprendí a gozar del nunca parar de desear. Quiero gozar como ella. quier0 sentir estar siempre caliente. Quiero sentir el placer de oler a que quiero que me cojan.
Ella tambien lo sabe. Y prepara todo. Me vuelve a vestir con la tanga y el portaligas esta vez cubiert0s por una minifalda. Jugamos a que me encuentra en su casa. Me besa abasallante. Mete sus manos debajo de la mini. Las pasa buscando la humedad de mi tanguita. Las lleva a mi nariz. Ole que rico es tu agujerito, me dice. Ole que ganas tiene de que lo agrande, me excita. Y asi vuelve a explorarme en todas las posiciones. Vuelve a hacerme sentir sutiles terremotos que nunca sentí.
...
Volvemos a descansar.
C llego casi a la vez de B. Mas grande que yo, me dio vuelta. Ella me cogia con la explicidad de una porno. Se desvestia sola al llegar a mi casa. Me pedia que le dijera que quería que me hiciera, gozaba complacerme. Me enseño que ella gozaba expIcitando su goce. Me enseño que ella gozaba haciendo peliculas porno para mi. De ella quiero gozar lo explicito. Quiero disfrutar de gemir. Quiero sentir como esa pornografia se convierte en la poesía del goce. Quiero gozar con las palabras humillantes que se transforman en musica. Con los sonidos mas chanchos de la boca chupando sexo puro.
Y estas son las frases y palabras que nunca me cansan. Todo lo contrario, quiero que me repitan sin miedo.
Que lindo culo que tenes
Cerra la boca y abrí el culo.
Ponete en cuatro
Abri las piernas
Date vuelta
Sos mi putita
¿te gusta? Claro que te gusta porque sos putita
Chupame el dedo bien chupado. Porque te lo voy a meter en el culo.
Que caliente que tenes el culito
Mmm mira que dilatado que tenes el agujerito
Que lindo agujerito que encontré. Ahora lo voy a agrandar.
Escenas de cine porno
Cocina caliente
Ella me vistió con la bombachita negra, portaligas y medias y un delantal largo y negro que se ata atrás dejando ver mi cola invadida por la tanguita.
Estoy cortando sobre la mesada unos trozos de durazno .
Ella pasa detrás mío y sin detenerse manosea mi cola hundimiendo su índice en mi raya mientras exalta un uuhhhmmm cercano a mis oídos.
Vuelve y mirándome a los ojos me dice: vamos a coger.
Y sin esperar a que yo diga nada, jugando a que no le importa que pienso, toma mis gluteos con las dos manos indicándome que ella tiene el control. Me gira dejandome de edpaldas a la mesada. Me pega avasallante a su cuerpo y me alza posando mis nalgas en la mesada fría pero resbalosa, por el jugo de la fruta.
Me empuja hacia atrás hasta que mi espalda toca la pared.
Luego sube mis pies que quedan acomodados en la mesada exponiendo mi cola hacia el frente. Hacia ella.
Sus manos ahora se meten entre mis piernas y las abre y las levanta. Y sus dedos corren el dulce trosito de tanguita que se siñe en mi cola caliente ya.
Me hace sentir que el aire enfria esa raya deseosa. Que la expone, porque puede hace lo que quiera conmigo. Siente y goza con mi entrega. Siente y goza con el gozo que me provoca sentirme entregado a su poder, con el inesperado gozo que me provoca cuando me asusta sentir que ella tiene el poder. Goza con el gozo que me provoca temer que me penetre y a la vez sentir un deseo irrefrenable porque entre en mi.
Cuando me pidió que me ponga boca abajo, sentí un dulce escalofrío. Me asustó levemente y así despertó un placer inexplorado e intenso.
Sentí que buscaba algo entre sus cosas pero yo no podía ver ni adivinar sus intensiones. Eso le sumaba poder. Ella sabía que mientras más me sorprendiera, más me haría sentir que estaba a su merced.
Así fue que me dijo: ahora si vas a parecer bien putita.
Comenzó entonces a vestirme con un portaligas y unas medias largas que hacían perfecto juego con la tanguita negra.
Cuando terminó de vestirme, me pidió que me pare frente al espejo para mostrarme cómo calzaba el conjunto.
Me puso de espalda al espejo y me hizo abrir las piernas mientras me pedía que mirara cómo ella comenzaba a manosear mi cola vestida de lujuria.
Así me mostro que ella sabia que si ella me mostraba lo que me hacia, me hacia ver lo que me hacia, más quedaba en sus manos, más me dejaba.
Nuevamente la excitación fue doble. Me calentaba y seducía con su excitación-exploración y me calentaba y seducía al mostrarme que ella sabia como vulnerarme, como tocar esos puntos secretos para lograr que me entregue a la lujuria mas oscura que mi deseo ocultó bajo las infinitas cerraduras de la represión.
Ella tenia claro que mi búsqueda no sólo caminaba hacia conocer mis secretos mas escondidos y olvidados. Sabia mejor que yo, que apuntaba a explicarme a ellas.
De alguna manera, ella estaba al tanto de que en mi anteriores experiencias, había logrado intuir que me excitaba teatralizar momentos cumbre con mis parejas. Que ahora me interesaba explorar en mi cuerpo y alma la forma del goce que provoque en las 4 mujeres fundamentales de mi vida sexual.
A A la encontré al final de mi adolescencia. Objetivamente estaba muy fuerte. Tetas grandes y duras que me distraían de su culo compacto y erecto. Descubrimos la belleza y el placer de manosearnos en público sin que nadie se diera cuenta. Pero lo que mas me calentó fue escaparnos de sus Padres una tarde con el pretexto de explorar un bosque cercano. Internarnos en la vegetación hasta saber que estabamos solos para meter mis manos por debajo de su falda larga.
Mis manos tapadas por la suave tela de esa falda subieron rozando la piel tersa de sus respectivas piernas hasta que mis dedos se aferraron fuertes a esos gluteos turgentes. Y asi la abracé. Y así la pegué a mi cuerpo. Y sentí su entrega.
Y mis dedos sintieron una extraña energía que provenía del preciso borde entre el límite de su bombachita y su piel resbalosa de deseo. Comencé a reconocer esos límites con mis dedos mientras sus gemidos me alentaban.
Ahora quiero sentir lo que A sintió.
Ella lo sabe. Me propone un juego. Que me pone una falda larga y yo debo jugar a que me llamo ale. Que soy una pendeja que está en un boliche. Que ella me saca a bailar. Y así lo hago.
Me dejo poner la falda. Juego a que soy una pendeja. Ella me encara. Me abraza para bailar. Me roza la cola. Me resisto. Me abraza fuerte y me dice al oido que me deje, que me va a gustar. Y mete sus manos debajo de mi falda. Y me hace sentir lo que yo hice sentir. Y se da tiempo. Me explota con movimientos lentos. Me explora agregando palabras duras. Siento sus dedos recorriendo el límite entre mi tanguita negra y mi piel que ya suda deseo. Recuerdo la suavidad de la bombachita de A y sus gemidos. Yo también gimo. Ella va POR MAS.
Saca su mano derecha de entre mis nalgas y exPlicitamente me muestra que la lleva a su boca. Sus ojos no dejan de mirarme. Me muestra como unta sus dedos con su saliva que deseo suave y tibia.
Sigue sin sacar sus ojos de los mios y me hace sentir que hasta con su mirada me esta cogiendo.
Su dedo se deslizó mientras me pedía que le relate cada detalle de lo que me estaba haciendo sentir.
Terremotos. Le conteste casi gimiendo..
Entonces me dijo. Te voy a violar y te va a encantar.
Jugamos a que me llevaba a su casa y que apenas entramos me arroja sobre un divan boca abajo. Me ordena que me ponga en cuatro. Con la cola bien hacia el cielo, me dice. Para explotarme. Para ensayarme, para jugar, como en nueve semanas y media.
...
Despues de cogerme como lo hizo, descansamos charlando
Sobre la experiencia. Le pregunte si alguna vez tuvo una experiencia similar o si fantaseo una exploración en su cola, como la que ella acababa de hacer en la mia. Me contó y asi comenzó a cogerme otra vez, pero de palabra. Y mientras le contaba a su pedido, las cosas que me hacia sentir, ella comenzo a responderme con sis desconsiderados, mientras me miraba a los ojos y me hacia notar que su atención se concentraba en llevarse sus dedos a la boca para bañarlos en su baba y deslizarlos luego con lujuria sobre mi ralla. Asi no pude seguir contandole y un gemido se me escapo.
Entonces, mientras volvió a llenarse los dedos de baba, me recalento: ¿ me decías?, me sentencio, recalcando su dominio, explicitando que me sacó el habla, como si me hubiera tapado la boca con su bombacha mojada.
Y asi volvió a calentar mi cola con sus rios de baba.
...
Tras un tiempo y otras chicas, llego B: la mina mas fuerte, la mas modelo, que tuve. No podia creer que semejante mina estuviera en mi cama. Y no podia creer que solo le gustara coger.
Era en lo unico que pensaba. Y siempre olía a sexo. De ella aprendí a gozar del nunca parar de desear. Quiero gozar como ella. quier0 sentir estar siempre caliente. Quiero sentir el placer de oler a que quiero que me cojan.
Ella tambien lo sabe. Y prepara todo. Me vuelve a vestir con la tanga y el portaligas esta vez cubiert0s por una minifalda. Jugamos a que me encuentra en su casa. Me besa abasallante. Mete sus manos debajo de la mini. Las pasa buscando la humedad de mi tanguita. Las lleva a mi nariz. Ole que rico es tu agujerito, me dice. Ole que ganas tiene de que lo agrande, me excita. Y asi vuelve a explorarme en todas las posiciones. Vuelve a hacerme sentir sutiles terremotos que nunca sentí.
...
Volvemos a descansar.
C llego casi a la vez de B. Mas grande que yo, me dio vuelta. Ella me cogia con la explicidad de una porno. Se desvestia sola al llegar a mi casa. Me pedia que le dijera que quería que me hiciera, gozaba complacerme. Me enseño que ella gozaba expIcitando su goce. Me enseño que ella gozaba haciendo peliculas porno para mi. De ella quiero gozar lo explicito. Quiero disfrutar de gemir. Quiero sentir como esa pornografia se convierte en la poesía del goce. Quiero gozar con las palabras humillantes que se transforman en musica. Con los sonidos mas chanchos de la boca chupando sexo puro.
Y estas son las frases y palabras que nunca me cansan. Todo lo contrario, quiero que me repitan sin miedo.
Que lindo culo que tenes
Cerra la boca y abrí el culo.
Ponete en cuatro
Abri las piernas
Date vuelta
Sos mi putita
¿te gusta? Claro que te gusta porque sos putita
Chupame el dedo bien chupado. Porque te lo voy a meter en el culo.
Que caliente que tenes el culito
Mmm mira que dilatado que tenes el agujerito
Que lindo agujerito que encontré. Ahora lo voy a agrandar.
Escenas de cine porno
Cocina caliente
Ella me vistió con la bombachita negra, portaligas y medias y un delantal largo y negro que se ata atrás dejando ver mi cola invadida por la tanguita.
Estoy cortando sobre la mesada unos trozos de durazno .
Ella pasa detrás mío y sin detenerse manosea mi cola hundimiendo su índice en mi raya mientras exalta un uuhhhmmm cercano a mis oídos.
Vuelve y mirándome a los ojos me dice: vamos a coger.
Y sin esperar a que yo diga nada, jugando a que no le importa que pienso, toma mis gluteos con las dos manos indicándome que ella tiene el control. Me gira dejandome de edpaldas a la mesada. Me pega avasallante a su cuerpo y me alza posando mis nalgas en la mesada fría pero resbalosa, por el jugo de la fruta.
Me empuja hacia atrás hasta que mi espalda toca la pared.
Luego sube mis pies que quedan acomodados en la mesada exponiendo mi cola hacia el frente. Hacia ella.
Sus manos ahora se meten entre mis piernas y las abre y las levanta. Y sus dedos corren el dulce trosito de tanguita que se siñe en mi cola caliente ya.
Me hace sentir que el aire enfria esa raya deseosa. Que la expone, porque puede hace lo que quiera conmigo. Siente y goza con mi entrega. Siente y goza con el gozo que me provoca sentirme entregado a su poder, con el inesperado gozo que me provoca cuando me asusta sentir que ella tiene el poder. Goza con el gozo que me provoca temer que me penetre y a la vez sentir un deseo irrefrenable porque entre en mi.
14 comentarios - Mis novias me hicieron su putona (cambio de roles)
"Cerra la boca y abrí el culo"...EXACTAMENTE ESO LE DIRE A MI SUMISO MIENTRAS RECIBA FUSTAZOS EN SUS NALGAS AMARRADO AL CABEZAL DEL LECHO.
Hermoso!.mis felicitaciones.
van puntos!