Recital hot

Esto ocurrió el 21 de Septiembre, en Carlos Paz (Córdoba-
Argentina), por la fiesta de la primavera. El sol había caído, el cielo ahora
era bastante oscuro y estaba por comenzar el show de los Babasónicos. Así que
toda la multitud comenzaba a empujar hacía adelante, yo estaba a solo dos
personas de la vaya que estaba delante del escenario. Se apagaron las luces y
comenzó el espectáculo, mas de 100 mil chicos / as, saltando, cantando y
excitados. Ya en la segunda canción, llego "ella", una pendeja "rolinga" con
flequillito y pelo tirando a colorado teñido, vestía un top negro (esos que
tienen dos tiritas en los hombros), el ombligo al aire, y un jeans tiro bajo
ajustadísimo, y zapatillas.


Me pidió que la alzara encima de mis hombros, y así los hice
por 2 temas (bueno 1 y medio, ya que cuando me lo pidió ya había empezado) y
justo era el tema: PUTITA!!! Así que luego la baje y ella me dijo: Teneme así no
me tiran! Me dijo, eso agorándome mi mano izquierda y poniéndola sobre su hombro
izquierdo, y entonces yo aproveche y con mi otra mano la tome por la cintura y
le toque su pancita. Mmm, le dije al oído: Puedo? Mientras con mi mano intenté
tocarle un seno, entonces ella me agarro de la mano y la dejo junto con la otra
sobre su cintura, así que comencé a sobarle su pancita y meter mi dedo en su
ombliguito, eso a ella le gustaba ya que se reía, muy inocentemente. También
aprovechaba para apoyarla muy delicadamente su culito, mi pene que estaba
durísimo, ya que yo tenía un pantalón de gimnasia, zapatillas y remera negra; y
otra vez me pidió que la levantara.


Así lo hice, por 2 temas mas. Al bajarla ya la toma con mas
fuerza, y como estaban cantando un tema lento, comencé a mover mi pelvis muy
eróticamente, y ella ya sintió mi pene erecto y también se movía muy sensual
para sentir mis embestidas. Mientras seguía con mis manos sobre sus abdominales,
ya que los tenía reduritos y marcaditos, pero cuando intenté meterle mis dedos
por debajo de su pantalón, ella otra vez me quitó la mano, solo le pude tocar
algunos pendejitos de arriba, solo me dijo: hey, no te zarpes! Bueno, le dije, y
así si? Poniéndole mis manos por encima de su jeans, sobre su conchita. Ella
solo me dejo unos segundos, y dijo: mmm mejor, no, álzame de nuevo, si? Bueno,
pero antes dame un besito, le dije.


Y me lo dio muy cerca de mi boca, así que la levante otros 2
temas mas. Pero ahora si, al bajarla, tomé coraje y busqué los labios de mi
nenita. Mostró cierta timidez ante mi audacia pero luego me comió la boca. Ante
tal gesto mi lengua no demoró en buscar la de ella. Juntas empezaron a jugar y a
luchar, humedeciéndonos las bocas mientras los labios se comían con ganas. No
tardé en excitarme. Mi pene se endureció tanto como ella me tanteaba mi entre
pierna y parte de la cintura, gesto que imitaba a los míos aunque no tan
audazmente. Pero terminó el show. Fuimos casi corriendo, torpemente. Nos
ocultamos detrás de los baños, protegidos por unos cuantos árboles y la
arrinconé contra uno de ellos. Rápidamente me bajé los pantalones al mismo
tiempo que ella se arrodilló para recibir a la carne rígida que emergía de mi
entrepierna.


Mientras me frotaba la pija con muchas ganas, que erecta en
máxima extensión gozaba con la mano de ella y con su lengua que comenzaba a
degustarla. Ah, cuánto placer me hacía sentir. La mamada que me proporcionaba mi
nueva amiga me hacían estallar de placer. Ahora tragaba hasta más allá de la
mitad de mi pene. Su boca me la comía de un buen bocado y con ayuda de su mano
la terminaba de introducir hasta adentro para luego retirarla y empezar todo de
nuevo. Yo le acariciaba la cabeza, como para a veces guiarla y mis ojos se
perdían en cualquier punto de aquella oscuridad mientras recibía placer. Sentí
que mi leche quería salir. La detuve.


Cuando mis ojos miraron a los suyos me calentó su mirada
lasciva y determinada de nenita inocente y virgen. Le subí la remera para besar
sus tentadores pechos, chiquito pero reduritos. Con ambos de pie me entretuve
unos segundos besándole los senos una y otra vez. A veces subía para besarla
descontroladamente, casi como violándola a besos, al tiempo que ella me
manoseaba mi verga larga y dura pronta a entrar en ella. Pero antes le bajé el
pantalón hasta los tobillos.


Quise sacárselo todo para estar más cómodos pero ella no
quiso. A lo que no se negó fue a que le chupara la concha, a que lamiera ese
tajo divino, sediento de mi saliva y de mis lenguetazos en su clítoris. Ella se
movía hacía adelante y hacía atrás para sentir la penetración de mi lengua,
mientras pegaba grititos de placer. Por suerte los acordes roqueros sonaban con
fuerza todavía desde otro escenario y recibían aplausos y gritos de la gente con
cada tema.


Yo lo que mejor oía eran los ahogados gemidos de mi
jovencita, que reventaba de goce cuando mi boca le devoraba la vulva inundada de
fluidos. Nada me da más placer que chupar la concha de las pendejas como la de
esta nenita, y mas me enloqueció cuando le pregunté: Sos virgen? Y ella me
dijo(tímidamente): Si!. Entretenido en mi celestial tarea ella me interrumpió
con: "Ya está, vení, ponémela ya, metemela que estoy recaliente". Subí y le
enterré mi tronco duro en su profundidad mojada y abiertaza. Cómo exclamó cuando
yo estuve adentro, y era penetrada por primera vez. Manoseándole el culo, y
metiéndole un dedito allí dentro, me apoyaba sobre ella para bambolearme una y
otra vez penetrándola rápida y profundamente. Volví por un instante en mí. Me di
cuenta de que no teníamos que tardar mucho, nos podían descubrir algún policía.
Me calentaba mucho estar en una cogida de parados y mas con una virgen. Son de
las mejores, y mas ella que se movía como una profesional. Los gemidos de la
nenita en mi oído, me hicieron retornar al goce.


La penetré una y otra vez, cada vez mas hasta el fondo. Ella
me mordía y chupaba mi oreja y mi cuello. Sus piernas abiertas se ajustaban a
las mías al tiempo que las mías, juntas, hacían fuerza para penetrarla con más
ganas. "Dale ahora, dale ahora" me rogó y yo le derramé generosas cantidades de
semen dentro suyo en mis últimas entradas a su tajo sagrado. Agotados y sudados
tardamos en componernos y vestirnos. En eso le dije: y ahora que hacemos, como
te llamas, tu edad? Ella me dijo: Shhh, chau, olvídate de mi (como diciendo, que
quede como un "inolvidable recuerdo".


Allá esta mi amiga, chau, y me dio un ultimo besito, y se
tomo de una mano a una chica y se fueron.