Sexo con el Remisero

Hola soy Alejandra una chica casada de 30 años, bajita y delgada con buenas tetas y un culo mas que llamativo, por problemas económicos hace aproximadamente un año comencé a trabajar en una cafetería en el horario de noche, salía del trabajo tipo 11 horas, tenía que tomar dos colectivos y mi esposo me dijo que mejor regrese en remis era mas seguro y un poco más de gasto que podía solventarlo con la propina, que era bastante buena, contrate con una empresa de remis trucha porque era mas barato, todos los días a las 23 horas me estaba esperando en la puerta, casi siempre eran los mismos, todos señores bastantes mayores, yo tenia que viajar adelante por lo que casi siempre veía que me miraban las piernas pero no decían nada, una noche veo el auto y subí como siempre cuando vi a un hombre joven que estaba muy bien y que se llamaba Sergio, me saludo y vi como comenzó a mirarme pero este a diferencia de los otros hizo un par de comentarios, en la semana que paso casi siempre fue el a buscarme, yo una noche le pregunte por que no venían los otros choferes y el muy suelto me dijo porque yo le gustaba demasiado y les pidió a los demás que no se reporten, ya con mas confianza dado que me llevaba siempre nos saludábamos con un beso, pero cada vez me los daba con mas vehemencia, una noche horrible porque llovía a baldes, al subir yo empapada me da un beso en la comisura de los labios y me dice que linda que estaba toda mojadita, yo le dije gracias y me tomo con su mano derecha de la nuca y me beso con un beso suave y prolongado, cuando pude safarme le pedi que parara pero lejos de hacerlo volvió a besarme, yo ya me había olvidado de mi esposo, de mis hijos, de la lluvia y me entregue a sus besos como una colegiala inexperta, me dijo que lo mejor era esperar que pare un poco, a mi me daba cosa quedarme en la puerta de la cafetería por lo que manejo un par de cuadra y paro en un lugar muy oscuro, volvió a la carga con sus besos pero esta vez sus manos empezaron a recorrer mi cuerpo, las tetas primero a las que devoro, luego mis piernas hasta llegar a mi conchita se acomodo de tal manera que rápidamente me la comió hasta hacerme acabar, luego se desabrocho su pantalón, su pija quedo expuesta a mi vista, enorme dura como una piedra, venosa y toda su cabeza hinchada y mojada, la comí con devoción como hacía mucho no lo hacía, me tuvo que frenar para que lo lo haga acabar, se puso un forrito y me ordeno que me suba, lo cabalgue y volví a acabar el también lo hizo, me baje le saque el forrito lo ate y le limpie la pija hasta que senti que se le puso dura de nuevo y le chupe un buen ratito hasta que me lleno la boquita de leche, afuera seguia lloviendo nos quedamos esperando una media hora mas mientras nos besabamos.... continuara