Por razones de trabajo, mi esposo tenía que viajar a Santa Cruz y me pidió que lo acompañara, inicialmente no quise, pero después acepte hacerlo, así que como estaba previsto viajamos y nos alojamos en el Apart Hotel que solíamos hacerlo regularmente.
Esa noche salimos a cenar, y de retorno al hotel, mi esposo empezó a besarme y de a poco fue tocándome mas y mas íntimamente, le dije que el taxista nos estaba mirando por el retrovisor, y me contesto que no había problema y que lo disfrute, así llegamos al hotel, en cuanto entramos, mi esposo hizo que me apoye sobre la cama, y así vestida, simplemente levantó mi vestido, hizo a un lado mi tanguita y empezó a follarme, yo estaba totalmente excitada, por lo que su verga entro en mi conchita sin ninguna dificultad, mientras iba aumentando el ritmo del movimiento de su verga dentro mi conchita, empezó a acariciar mis senos, luego bajaba sus manos hasta mis piernas y continuaba, aumento la fuerza de sus embates hasta que terminamos juntos, fue una follada rápida pero increíblemente deliciosa.
Sirvió unas bebidas, y mientras conversábamos me dijo que le gustaría que podamos ir a un club nocturno para bailar, tomar unos tragos y que hace tiempo tenia ganas de follarme en un local así, le dije que habíamos quedado en no volver a "jugar", a lo que me respondió que eso quedaría solo entre nosotros. Si bien le dije que la idea no me gustaba, muy dentro mío yo también lo deseaba con toda intensidad.
Llamamos un taxi y fuimos al local indicado, subimos a la planta alta pese a que no había mucha gente, escogimos una mesa apartada y empezamos a pasarla bastante bien, estábamos disfrutando de la noche como dos adolescentes, cada vez que volvíamos a la mesa después de bailar, mi esposo iba aumentando la intensidad de sus besos y caricias, hasta que hizo que me siente sobre sus piernas dándole la espalda, como estaba con vestido, el saco su verga, levanto mi vestido disimuladamente, hizo a un lado mi tanguita y empezó a meterme su verga, mi conchita estaba totalmente mojada, deseosa de sentir dentro mio el placer que esa verga me daba.
Yo estaba nerviosa, pero locamente excitada por la situación, el entra y sale de su verga en mi conchita me tenía en las nubes, la oscuridad del lugar y la música hacían que me entregue totalmente a la situación, yo me movía disimuladamente como acompañando la música.
Con la verga de mi esposo en mi conchita, ya no me importaba prácticamente nada, luego el empezó a acariciar mis piernas y metió su mano por debajo de mi blusa y comenzó a masajear mis senos, yo estaba disfrutando increíblemente de estar clavada por la verga de mi esposo y siendo acariciada por sus manos, mi excitación era tal, que empecé a aumentar el ritmo en su verga, ya estaba totalmente descontrolada, entonces el me tomo de los hombros e hizo que disminuya mi ritmo, me dijo al oído que parecía una perrita en celo, yo le conteste que si, que estaba arrecha.
Mi esposo me dijo que si seguía así, se darían cuenta de lo que estábamos haciendo, le conteste que no me importaba, entonces el me respondió que podrían pasar dos cosas, una que nos echen de ahí, y la otra que el que se dé cuenta quiera también cogerme, yo estaba tan excitada, que le dije que no me importaba lo que pase y que simplemente no pare de meterme su verga y de moverse.
Estábamos tan metidos en disfrutar de hacer el amor en esa situación que no percibimos que uno de los garzones estaba prácticamente frente a nosotros, mi esposo y yo lo vimos casi al mismo tiempo, yo quedé paralizada y sin saber que hacer, mi esposo sin sacar su verga de dentro mío, lo llamó con una señal a su lado y le dijo al oído si le gustaban mis piernas, y levanto mi vestido para que el pueda verlas, el garzón le dijo que si, que estaban muy bien, entonces mi esposo aún mas atrevido, le dijo que si quería podía acariciarlas.
El garzón le dijo que si lo pescaban haciendo eso podían echarlo, entonces mi esposo le dijo que yo estaba tan caliente, que asta podría inclusive follarme, el dijo que volvería en un instante.
Mientras continuábamos follando, la luz de la pared se apago, dejando el lugar prácticamente en total oscuridad, solo un reflejo de la planta baja permitía distinguir algunas figuras de los muebles y la sala.
El garzón llegó donde estábamos, mi esposo le dijo que podía meterme mano todo lo que quisiera, mi esposo se levanto y prácticamente me entregó al garzón, el garzón levantó mi vestido y empezó a meterme mano, sus manos acariciaban mi cuerpo desde mis piernas. El subía sus manos hacia arriba buscando mis senos, fue subiendo sus manos sin dejar de acariciarme, hasta que llego a mis senos y empezó a masajearlos delicadamente, entonces bajo la parte superior de mi vestido liberando mis senos, me hizo girar hacia el, y sin dejar de tocar mi cuerpo empezó a besar y a chupar mis senos, con una de sus manos empezó a masajear mi conchita, todo esto me tenia totalmente excitada, ya no pude contenerme y empecé a gemir de placer.
El garzón me estaba enloqueciendo con su boca en mis senos y sus manos en mi cuerpo y su conchita, entonces me dijo que quería cogerme, yo le dije que si, que me meta, entonces el garzón hizo que me eche en uno de los sillones, con mi vestido bajado en la parte superior, y levantado hasta mas arriba de la cintura, estaba prácticamente desnuda, mi esposo percibiendo que el garzón iba a follarme, le paso un preservativo, el garzón se lo colocó y empezó a meterme su verga poco a poco.
Empecé a sentir como la verga del garzón iba abriéndose campo dentro de mi conchita, el contacto de su verga dentro mío fue aumentando mas y mas mi deseo y mi placer, su verga era una verga larga que parecía no llegar a su fin, hasta que al final me clavo toda, lo que me hizo gemir aún mas alto, mi gemido fue tan alto que si la música no hubiese estado tocando tan alto me hubiesen escuchado en toda la zona.
El sentir su verga dentro de mi conchita, hizo que mi excitación vaya aumentando mas y mas, no había estado con otra persona fuera de mi esposo en mucho tiempo, el sentir la verga de este extraño dentro de mi conchita, estaba despertando todos mis deseos y sentimientos reprimidos y guardados durante mucho tiempo.
La fuerza de los movimientos de la verga del garzón dentro de mi conchita, estaban dándome un placer increíble, se movía con fuerza, casi con desesperación y a momentos se detenía, yo lo tomaba de la cintura y lo jalaba hacia mi para que el continúe con ese ritmo que tanto placer me estaba dando, era una locura, ya no aguantaba mas de placer, solté un gemido y me vine, y sentí como el garzón terminaba junto conmigo.
El garzón se levanto y mientras acomodaba su ropa le dijo algo a mi esposo, mi esposo se acerco a mi y no dejo que arregle mi ropa, me dijo que tendría que dejar que otro garzón también me folle, porque para poder subir a cogerme, tuvo que dejar a uno de sus compañeros cuidando que nadie suba, y ahora le tocaba al otro, quise decir algo, pero la figura en la oscuridad de la presencia del otro garzón, hizo que mi conchita silenciosamente desee tener otra verga dentro mío, no dije ya nada, simplemente me recosté deseosa de ser nuevamente poseída.
Ahora ya sin ningún preámbulo, el otro garzón se colocó el preservativo que le entregó mi esposo, se ubico entre mis piernas, las levantó sobre sus hombros, colocó su verga a la entrada de mi conchita y empezó a empujarla dentro de mi conchita, la verga era tan gruesa que parecía que no podría entrar, entonces y pese a la oscuridad, viéndolo a detalle ví que se trataba de un negro grandote, el me dijo: tranquila que eu vou foder voce devagar, entonces comprendí que el era brasilero.
El saber que iría a ser follada por un negro grandote brasilero e hiper dotado, en vez de desanimarme, hizo que mi conchita se moje aún mas de excitación, una de mis fantasías ha sido siempre ser follada por un negro dotado.
El nuevamente acomodo su verga a la entrada de mi conchita, y su verga despacio se fue abriendo paso en mi conchita, yo le pedía que me meta despacio pero que no pare, que quería sentirlo con todo dentro de mi.
A momentos parecía que no podría aguantar toda esa verga dentro mio, pero me equivoque, estaba tan excitada que sentí como poco a poco y pese al dolor que la penetración me producía, el placer era mucho mayor. El negro cuando vio que mi conchita ya tenía mas de la mitad de su verga devorada, en un movimiento terminó de metérmela toda.
Yo lance un gemido de placer y dolor que si no hubiese sido nuevamente por la música de la discoteca, todos hubiesen escuchado aquel alarido de placer. El negro hizo una pausa como esperando que mi conchita de adecue al tamaño de su verga y luego empezó a moverse en un mete y saca que me enloquecía de placer.
Era un placer increíble, su verga era tan grande, tan gruesa y tan larga, que lleve una de mis manos a su verga para sentir su virilidad y comprobar la magnitud de lo que me estaba entrando y dando tanto placer.
El negro busco en la oscuridad mi boca, y empezó a besarme, yo estaba tan excitada y agradecida por tanto placer que correspondí a sus besos y caricias. Me dijo al oído que si me estaba gustando y si lo estaba gozando, le dije que si, que no pare, que siga, que siga metiendo mas y mas, el negro volvió a moverse dándome un placer increíble.
Mientras me follaba, hacia pausas a momentos, y yo en mi desesperación empujaba su cuerpo contra el mío para no perder ni un milímetro de su gran verga que tanto placer me daba. Nuevamente empezó a besarme sin dejar de follarme, entonces aumento el ritmo de sus movimientos tuve un orgasmo que hizo temblar todo mi cuerpo.
El negro se detuvo como dándome tiempo para disfrutar de ese increíble placer, estuve unos segundos así quieta, e inmóvil de placer, luego el empezó a moverse nuevamente suavemente, el contacto de su verga en mi conchita volvió a encender el fuego de mi deseo y empecé a pedirle mas y mas, el negro empezó a moverse de tal forma que parecía que me iba a partir en dos, pero era tal el placer que me daba que le pedía mas y mas hasta que sentí que termino, pude sentir como el preservativo se iba llenando de semen, parecía que iba a reventar dentro de mi conchita, eso me provoco un nuevo estremecimiento de placer.
El negro se acerco a mi oído y me dijo si había gozado, le dije que si, me pregunto si me gustaría repetir nuevamente la follada, le dije que si, y cuando me pregunto donde podía buscarme, sin medir las consecuencias, le dije en que hotel estaba y en que departamento me alojaba.
El garzón brasilero se levanto, saco su preservativo, hizo un nudo y me lo entregó, arregló su ropa y se alejó, yo seguía ahí semi desnuda, estaba realmente satisfecha, los orgasmos que me había producido el negro fueron tan fuertes que en mucho tiempo no había sentido tanto placer.
Mi esposo se me acercó, me beso, y me ayudo a arreglarme la ropa. Al rato, volvieron las luces a la planta alta, mi esposo volvió a besarme y me abrazó, yo todavía temblaba por el placer que me había dado el negro.
Estuvimos un rato mas, luego fui a asearme al baño y después nos fuimos de la discoteca al hotel.
Cuando entramos al hotel, mi esposo me preguntó si lo había disfrutado, todo había sido tan claro, que le dije que si, y le agradecí por haberme dado tanto placer esa noche, en gratitud, me acerque a él, le dí un beso, me incline, saque su verga y empecé a chupársela hasta hacer que termine en mi boca.
Esa noche dormí toda la noche, me sentía satisfecha, aunque si bien había tenido una noche de sexo increíble, y pese al placer, la conchita la tenia todavía algo adolorida por el tamaño y grosor de la verga del negro brasilero.
Al día siguiente desperté cuando mi esposo estaba listo para salir a hacer sus asuntos de trabajo, me dio un beso de despedida y me dijo que volvería a medio día, yo dormí un buen tiempo mas y solo me levante casi a medio día, tome un buen baño y me vestí.
Pedí al restaurante un jugo, mientras terminaba de arreglarme tocaron a la puerta, cuando la abrí, era el camarero con mi jugo, era Marco (Marco es el camarero que me folló la primera vez en Santa Cruz e inicio mis "juegos"), me hice la desentendida y lo hice pasar, el entró y colocó el jugo sobre la mesa de la sala, mientras lo hacia educadamente me dijo que estaba volviendo de mucho tiempo y que en el hotel me habían extrañado, le agradecí el comentario y me acerque a firmar la papeleta.
Me preguntó si estaba sola o con mi esposo, le dije que había llegado con mi esposo y que había salido, pero que no tardaría en regresar, entonces se me acerco, y quiso agarrarme, le dije que no lo haga, y que me respete, que lo que había pasado alguna vez no se volvería a repetir. Marco intento agarrarme desde atrás, me tomó de la cintura y llevó mi cuerpo al encuentro del suyo, mi traserito sintió su verga dura, yo me hice soltar y subí al dormitorio, entre al baño y cerré la puerta.
Después de unos instantes escuche que la puerta de salida del departamento se cerraba, salí del baño y baje, el sentir el cuerpo y la verga de Marco el camarero sobre mi cuerpo, me dejaron mojada, quise pensar en otra cosa, pero las imágenes mentales de las veces que Marco me había follado hicieron que mi conchita se vaya mojando mas y mas de excitación, y un deseo de ser follada se apodero de todo mi ser, mi conchita me pedía a gritos ser penetrada.
Me deje llevar por mis deseos, tenia sed, pero una sed de sexo, pedí nuevamente otro jugo, no quería beber nada, quería ser follada. Tocaron la puerta, era nuevamente Marco el camarero con el jugo, le dije que lo deje arriba en el dormitorio, subí detrás de el, mientras el dejaba el jugo en el velador, yo me senté al borde de la cama, y abri disimuladamente mis piernas dejando mi tanguita a la vista de el.
Marco entendió de que se trataba, se me acerco y sin decir nada hizo que me recueste de espalda en la cama, levanto mi vestido y empezó a acariciar mis piernas, cuando llegó a mi conchita y vio que estaba totalmente mojada, retiro mi tanguita, separo mis piernas y empezó a chupar mi conchita, luego hizo que me pare y me quito el vestido, y así desnuda, nuevamente me hizo recostar en la cama, el se quito la ropa, subió a la cama, colocó mis piernas sobre sus hombros y empezó a follarme.
Mientras me clavaba su verga me decía que me había extrañado porque solo mi conchita podía satisfacerlo y darle placer, me preguntaba si yo también lo había extrañado, mi excitación y placer era tal, que le decía que si, el me decía si todos los días que este en el hotel me dejaría follar a toda hora, yo le decía que si.
Luego el se detuvo, me colocó al borde de la cama, hizo que me incline hacia delante y empezó a meterme su verga desde atrás en mi conchita, fue aumentando y aumentando sus movimientos, hasta que me inundó con su semen toda mi conchita, pero yo no había logrado terminar, quería mas, Marco había terminado cuando yo estaba el lo mas alto de mi excitación pero sin alcanzar el climax.
Me dijo que tenía que volver rápido al restaurante porque sino sospecharían que algo pasaba, y me dijo que en unos 15 minutos volvería a darme mas verga.
Yo estaba excitada, me recosté así desnuda sobre la cama esperando que Marco volviera a hacerme terminar, pasaban los minutos y nada, después de un tiempo, mi deseo de mas sexo se estaba convirtiendo en desesperación, llame a mi esposo para saber a que hora llegaría, me dijo que demoraría por lo menos una o dos horas mas, entonces entendí que solo Marco podía satisfacer mi necesidad de sexo.
Llame nuevamente al restaurante, no se ni que pedí, al rato tocaron a la puerta, me puse una bata transparente y baje con mi conchita deseosa de ser penetrada, abrí la puerta, pero no era Marco, era otro camarero, entonces entendí que mi bata transparente casi no tapaba mi desnudez, le dije que disculpe que creí que era mi esposo, y que deje el pedido sobre la mesita, yo subí al dormitorio, la mirada de deseo del camarero en vez de avergonzarme o calmarme, increíblemente aumento mi deseo de ser follada.
Me acerque al balcón del apartamento que da al garaje, y vi que ahí estaba el jardinero, era un hombre de mediana edad, yo ya no razonaba, estaba como enloquecida de deseo, sonó el teléfono, era Marco para decirme que no podría volver porque lo estaban mandando fuera del hotel a recoger algunos productos, pero que estaba a mi disposición a su retorno.
Ahora si el deseo de ser poseída tomo control de mi, abrí mi bata y me acerque a la puerta del balcón. Abrí la puerta del balcón, el jardinero tenia desde abajo una visión completa de mi cuerpo totalmente desnudo, me quede ahí como mirando hacia el horizonte, el jardinero fue ganado confianza y ya no miraba arriba disimuladamente, sino mas bien, asumió una actitud descarada y se fue acercando hacia el balcón de mi departamento, se paro justo frente al balcón sin dejar de mirar hacia arriba.
Baje mi vista, y nuestros ojos se encontraron, el llevo su mano sobre su pantalón y empezó a pasar su mano sobre su verga sin dejar de mirarme, yo seguí mirándolo sin decir nada, el jardinero mas atrevido, se acerco a la puerta del departamento que da al garaje y llamo a la puerta.
Quería correr a abrir la puerta, pero mis restos de pudor me decían que no, que estaba loca, pero si, estaba loca de deseo, y sin pensar en nada mas, solo en satisfacer mi deseo de sexo, baje, abrí la puerta y lo deje entrar, subí al dormitorio con el jardinero detrás de mí, el hombre se quito su overol, y así desnudo vi que tenia un cuerpo atlético y una verga de un buen tamaño, abrí el velador y le pase un preservativo, el se lo colocó, se echo en mi encima y empezó a follarme, me metía con una fuerza que parecía que quería violarme y no follarme, luego paro, colocó mis piernas sobre sus hombros, y volvió a clavarme su verga.
En esa posición podía sentir el tamaño real de su verga, me follaba como desesperado, me decía que era la mujer mas rica que se había comido, que era rica y otras cosas mas, mi placer fue aumentando mas y mas, tuve un orgasmo increíble que me hizo temblar de placer, las contracciones de placer de mi conchita hicieron que el jardinero termine junto conmigo, el se levanto, le dije que se arregle en el baño de abajo y que salga por la puerta del garaje.
Yo me quede unos instantes así desnuda y satisfecha en la cama, había apagado mi fuego de deseo, entre al baño y empecé a bañarme, las imágenes desde la noche anterior pasaban por mi mente, y la follada con el camarero y el jardinero también, había pasado mas de un año que no había tenido sexo con nadie fuera de mi esposo, y en menos de 24 horas había vuelto a ser la puta de antes.
Satisfecha, pero cansada, después de bañarme me recosté en la cama y quede dormida, me despertó mi esposo, me dijo que me aliste rápido para salir a almorzar, puesto que tenía que continuar su reunión de trabajo por la tarde.
Para ganar tiempo decidimos almorzar en el hotel, mientras almorzábamos mi esposo me comento respecto a como le fue esa mañana en su trabajo, después del almuerzo nos fuimos al departamento y nos sentamos en la salita a tomar café, entonces mi esposo empezó a decirme que la noche anterior me había portado como una perrita arrecha, yo le dije que no quería hablar de eso, pero el se acerco y mientras recordaba los detalles de la noche anterior, empezó a besarme y acariciar mi cuerpo.
Saco su verga y me la colocó en la boca, el sabe que chupar su verga me excita, mientras chupaba su verga fue quitándome la ropa, me dejó desnuda, saco su pantalón, abrió su camisa, y me recostó sobre el sillón, abrió mis piernas y empezó a follarme, yo estaba todavía caliente, así que rápidamente empecé a gemir de placer y a pedirle mas y mas, al ver lo excitada que estaba, hizo que gire dejando mi traserito a su disposición, lubrico su verga en mi conchita y empezó a meterme su verga suavemente en mi anito, su verga se iba abriendo paso en mi culito, me producía un pequeño dolor, pero el placer era mayor, fue empujando poco a poco hasta que me metió toda su verga, ahí se detuvo un rato para que mi culito se acostumbre al grosor de su verga, luego empezó el mete y saca, primero despacio y luego fue aumentando el ritmo, yo le pedía que me agarre mis senos y que no pare, el ritmo se volvió frenético, hasta que terminamos juntos.
Nos besamos y le dije gracias por tanto placer, subimos al dormitorio, el se alistó y salió a su trabajo, yo estaba descansando, y a eso de las tres de la tarde llamo el teléfono, cuando conteste y escuche, me sentí helada, pero una chispa de deseo se encendió en mi.
Era el negro brasilero de la noche anterior, me dijo que le había encantado lo de la noche anterior, y que tanto el como su amigo estaba ahí cerca del hotel, y si como quedamos la noche anterior, estaban ahí para repetir la follada.
Esa noche salimos a cenar, y de retorno al hotel, mi esposo empezó a besarme y de a poco fue tocándome mas y mas íntimamente, le dije que el taxista nos estaba mirando por el retrovisor, y me contesto que no había problema y que lo disfrute, así llegamos al hotel, en cuanto entramos, mi esposo hizo que me apoye sobre la cama, y así vestida, simplemente levantó mi vestido, hizo a un lado mi tanguita y empezó a follarme, yo estaba totalmente excitada, por lo que su verga entro en mi conchita sin ninguna dificultad, mientras iba aumentando el ritmo del movimiento de su verga dentro mi conchita, empezó a acariciar mis senos, luego bajaba sus manos hasta mis piernas y continuaba, aumento la fuerza de sus embates hasta que terminamos juntos, fue una follada rápida pero increíblemente deliciosa.
Sirvió unas bebidas, y mientras conversábamos me dijo que le gustaría que podamos ir a un club nocturno para bailar, tomar unos tragos y que hace tiempo tenia ganas de follarme en un local así, le dije que habíamos quedado en no volver a "jugar", a lo que me respondió que eso quedaría solo entre nosotros. Si bien le dije que la idea no me gustaba, muy dentro mío yo también lo deseaba con toda intensidad.
Llamamos un taxi y fuimos al local indicado, subimos a la planta alta pese a que no había mucha gente, escogimos una mesa apartada y empezamos a pasarla bastante bien, estábamos disfrutando de la noche como dos adolescentes, cada vez que volvíamos a la mesa después de bailar, mi esposo iba aumentando la intensidad de sus besos y caricias, hasta que hizo que me siente sobre sus piernas dándole la espalda, como estaba con vestido, el saco su verga, levanto mi vestido disimuladamente, hizo a un lado mi tanguita y empezó a meterme su verga, mi conchita estaba totalmente mojada, deseosa de sentir dentro mio el placer que esa verga me daba.
Yo estaba nerviosa, pero locamente excitada por la situación, el entra y sale de su verga en mi conchita me tenía en las nubes, la oscuridad del lugar y la música hacían que me entregue totalmente a la situación, yo me movía disimuladamente como acompañando la música.
Con la verga de mi esposo en mi conchita, ya no me importaba prácticamente nada, luego el empezó a acariciar mis piernas y metió su mano por debajo de mi blusa y comenzó a masajear mis senos, yo estaba disfrutando increíblemente de estar clavada por la verga de mi esposo y siendo acariciada por sus manos, mi excitación era tal, que empecé a aumentar el ritmo en su verga, ya estaba totalmente descontrolada, entonces el me tomo de los hombros e hizo que disminuya mi ritmo, me dijo al oído que parecía una perrita en celo, yo le conteste que si, que estaba arrecha.
Mi esposo me dijo que si seguía así, se darían cuenta de lo que estábamos haciendo, le conteste que no me importaba, entonces el me respondió que podrían pasar dos cosas, una que nos echen de ahí, y la otra que el que se dé cuenta quiera también cogerme, yo estaba tan excitada, que le dije que no me importaba lo que pase y que simplemente no pare de meterme su verga y de moverse.
Estábamos tan metidos en disfrutar de hacer el amor en esa situación que no percibimos que uno de los garzones estaba prácticamente frente a nosotros, mi esposo y yo lo vimos casi al mismo tiempo, yo quedé paralizada y sin saber que hacer, mi esposo sin sacar su verga de dentro mío, lo llamó con una señal a su lado y le dijo al oído si le gustaban mis piernas, y levanto mi vestido para que el pueda verlas, el garzón le dijo que si, que estaban muy bien, entonces mi esposo aún mas atrevido, le dijo que si quería podía acariciarlas.
El garzón le dijo que si lo pescaban haciendo eso podían echarlo, entonces mi esposo le dijo que yo estaba tan caliente, que asta podría inclusive follarme, el dijo que volvería en un instante.
Mientras continuábamos follando, la luz de la pared se apago, dejando el lugar prácticamente en total oscuridad, solo un reflejo de la planta baja permitía distinguir algunas figuras de los muebles y la sala.
El garzón llegó donde estábamos, mi esposo le dijo que podía meterme mano todo lo que quisiera, mi esposo se levanto y prácticamente me entregó al garzón, el garzón levantó mi vestido y empezó a meterme mano, sus manos acariciaban mi cuerpo desde mis piernas. El subía sus manos hacia arriba buscando mis senos, fue subiendo sus manos sin dejar de acariciarme, hasta que llego a mis senos y empezó a masajearlos delicadamente, entonces bajo la parte superior de mi vestido liberando mis senos, me hizo girar hacia el, y sin dejar de tocar mi cuerpo empezó a besar y a chupar mis senos, con una de sus manos empezó a masajear mi conchita, todo esto me tenia totalmente excitada, ya no pude contenerme y empecé a gemir de placer.
El garzón me estaba enloqueciendo con su boca en mis senos y sus manos en mi cuerpo y su conchita, entonces me dijo que quería cogerme, yo le dije que si, que me meta, entonces el garzón hizo que me eche en uno de los sillones, con mi vestido bajado en la parte superior, y levantado hasta mas arriba de la cintura, estaba prácticamente desnuda, mi esposo percibiendo que el garzón iba a follarme, le paso un preservativo, el garzón se lo colocó y empezó a meterme su verga poco a poco.
Empecé a sentir como la verga del garzón iba abriéndose campo dentro de mi conchita, el contacto de su verga dentro mío fue aumentando mas y mas mi deseo y mi placer, su verga era una verga larga que parecía no llegar a su fin, hasta que al final me clavo toda, lo que me hizo gemir aún mas alto, mi gemido fue tan alto que si la música no hubiese estado tocando tan alto me hubiesen escuchado en toda la zona.
El sentir su verga dentro de mi conchita, hizo que mi excitación vaya aumentando mas y mas, no había estado con otra persona fuera de mi esposo en mucho tiempo, el sentir la verga de este extraño dentro de mi conchita, estaba despertando todos mis deseos y sentimientos reprimidos y guardados durante mucho tiempo.
La fuerza de los movimientos de la verga del garzón dentro de mi conchita, estaban dándome un placer increíble, se movía con fuerza, casi con desesperación y a momentos se detenía, yo lo tomaba de la cintura y lo jalaba hacia mi para que el continúe con ese ritmo que tanto placer me estaba dando, era una locura, ya no aguantaba mas de placer, solté un gemido y me vine, y sentí como el garzón terminaba junto conmigo.
El garzón se levanto y mientras acomodaba su ropa le dijo algo a mi esposo, mi esposo se acerco a mi y no dejo que arregle mi ropa, me dijo que tendría que dejar que otro garzón también me folle, porque para poder subir a cogerme, tuvo que dejar a uno de sus compañeros cuidando que nadie suba, y ahora le tocaba al otro, quise decir algo, pero la figura en la oscuridad de la presencia del otro garzón, hizo que mi conchita silenciosamente desee tener otra verga dentro mío, no dije ya nada, simplemente me recosté deseosa de ser nuevamente poseída.
Ahora ya sin ningún preámbulo, el otro garzón se colocó el preservativo que le entregó mi esposo, se ubico entre mis piernas, las levantó sobre sus hombros, colocó su verga a la entrada de mi conchita y empezó a empujarla dentro de mi conchita, la verga era tan gruesa que parecía que no podría entrar, entonces y pese a la oscuridad, viéndolo a detalle ví que se trataba de un negro grandote, el me dijo: tranquila que eu vou foder voce devagar, entonces comprendí que el era brasilero.
El saber que iría a ser follada por un negro grandote brasilero e hiper dotado, en vez de desanimarme, hizo que mi conchita se moje aún mas de excitación, una de mis fantasías ha sido siempre ser follada por un negro dotado.
El nuevamente acomodo su verga a la entrada de mi conchita, y su verga despacio se fue abriendo paso en mi conchita, yo le pedía que me meta despacio pero que no pare, que quería sentirlo con todo dentro de mi.
A momentos parecía que no podría aguantar toda esa verga dentro mio, pero me equivoque, estaba tan excitada que sentí como poco a poco y pese al dolor que la penetración me producía, el placer era mucho mayor. El negro cuando vio que mi conchita ya tenía mas de la mitad de su verga devorada, en un movimiento terminó de metérmela toda.
Yo lance un gemido de placer y dolor que si no hubiese sido nuevamente por la música de la discoteca, todos hubiesen escuchado aquel alarido de placer. El negro hizo una pausa como esperando que mi conchita de adecue al tamaño de su verga y luego empezó a moverse en un mete y saca que me enloquecía de placer.
Era un placer increíble, su verga era tan grande, tan gruesa y tan larga, que lleve una de mis manos a su verga para sentir su virilidad y comprobar la magnitud de lo que me estaba entrando y dando tanto placer.
El negro busco en la oscuridad mi boca, y empezó a besarme, yo estaba tan excitada y agradecida por tanto placer que correspondí a sus besos y caricias. Me dijo al oído que si me estaba gustando y si lo estaba gozando, le dije que si, que no pare, que siga, que siga metiendo mas y mas, el negro volvió a moverse dándome un placer increíble.
Mientras me follaba, hacia pausas a momentos, y yo en mi desesperación empujaba su cuerpo contra el mío para no perder ni un milímetro de su gran verga que tanto placer me daba. Nuevamente empezó a besarme sin dejar de follarme, entonces aumento el ritmo de sus movimientos tuve un orgasmo que hizo temblar todo mi cuerpo.
El negro se detuvo como dándome tiempo para disfrutar de ese increíble placer, estuve unos segundos así quieta, e inmóvil de placer, luego el empezó a moverse nuevamente suavemente, el contacto de su verga en mi conchita volvió a encender el fuego de mi deseo y empecé a pedirle mas y mas, el negro empezó a moverse de tal forma que parecía que me iba a partir en dos, pero era tal el placer que me daba que le pedía mas y mas hasta que sentí que termino, pude sentir como el preservativo se iba llenando de semen, parecía que iba a reventar dentro de mi conchita, eso me provoco un nuevo estremecimiento de placer.
El negro se acerco a mi oído y me dijo si había gozado, le dije que si, me pregunto si me gustaría repetir nuevamente la follada, le dije que si, y cuando me pregunto donde podía buscarme, sin medir las consecuencias, le dije en que hotel estaba y en que departamento me alojaba.
El garzón brasilero se levanto, saco su preservativo, hizo un nudo y me lo entregó, arregló su ropa y se alejó, yo seguía ahí semi desnuda, estaba realmente satisfecha, los orgasmos que me había producido el negro fueron tan fuertes que en mucho tiempo no había sentido tanto placer.
Mi esposo se me acercó, me beso, y me ayudo a arreglarme la ropa. Al rato, volvieron las luces a la planta alta, mi esposo volvió a besarme y me abrazó, yo todavía temblaba por el placer que me había dado el negro.
Estuvimos un rato mas, luego fui a asearme al baño y después nos fuimos de la discoteca al hotel.
Cuando entramos al hotel, mi esposo me preguntó si lo había disfrutado, todo había sido tan claro, que le dije que si, y le agradecí por haberme dado tanto placer esa noche, en gratitud, me acerque a él, le dí un beso, me incline, saque su verga y empecé a chupársela hasta hacer que termine en mi boca.
Esa noche dormí toda la noche, me sentía satisfecha, aunque si bien había tenido una noche de sexo increíble, y pese al placer, la conchita la tenia todavía algo adolorida por el tamaño y grosor de la verga del negro brasilero.
Al día siguiente desperté cuando mi esposo estaba listo para salir a hacer sus asuntos de trabajo, me dio un beso de despedida y me dijo que volvería a medio día, yo dormí un buen tiempo mas y solo me levante casi a medio día, tome un buen baño y me vestí.
Pedí al restaurante un jugo, mientras terminaba de arreglarme tocaron a la puerta, cuando la abrí, era el camarero con mi jugo, era Marco (Marco es el camarero que me folló la primera vez en Santa Cruz e inicio mis "juegos"), me hice la desentendida y lo hice pasar, el entró y colocó el jugo sobre la mesa de la sala, mientras lo hacia educadamente me dijo que estaba volviendo de mucho tiempo y que en el hotel me habían extrañado, le agradecí el comentario y me acerque a firmar la papeleta.
Me preguntó si estaba sola o con mi esposo, le dije que había llegado con mi esposo y que había salido, pero que no tardaría en regresar, entonces se me acerco, y quiso agarrarme, le dije que no lo haga, y que me respete, que lo que había pasado alguna vez no se volvería a repetir. Marco intento agarrarme desde atrás, me tomó de la cintura y llevó mi cuerpo al encuentro del suyo, mi traserito sintió su verga dura, yo me hice soltar y subí al dormitorio, entre al baño y cerré la puerta.
Después de unos instantes escuche que la puerta de salida del departamento se cerraba, salí del baño y baje, el sentir el cuerpo y la verga de Marco el camarero sobre mi cuerpo, me dejaron mojada, quise pensar en otra cosa, pero las imágenes mentales de las veces que Marco me había follado hicieron que mi conchita se vaya mojando mas y mas de excitación, y un deseo de ser follada se apodero de todo mi ser, mi conchita me pedía a gritos ser penetrada.
Me deje llevar por mis deseos, tenia sed, pero una sed de sexo, pedí nuevamente otro jugo, no quería beber nada, quería ser follada. Tocaron la puerta, era nuevamente Marco el camarero con el jugo, le dije que lo deje arriba en el dormitorio, subí detrás de el, mientras el dejaba el jugo en el velador, yo me senté al borde de la cama, y abri disimuladamente mis piernas dejando mi tanguita a la vista de el.
Marco entendió de que se trataba, se me acerco y sin decir nada hizo que me recueste de espalda en la cama, levanto mi vestido y empezó a acariciar mis piernas, cuando llegó a mi conchita y vio que estaba totalmente mojada, retiro mi tanguita, separo mis piernas y empezó a chupar mi conchita, luego hizo que me pare y me quito el vestido, y así desnuda, nuevamente me hizo recostar en la cama, el se quito la ropa, subió a la cama, colocó mis piernas sobre sus hombros y empezó a follarme.
Mientras me clavaba su verga me decía que me había extrañado porque solo mi conchita podía satisfacerlo y darle placer, me preguntaba si yo también lo había extrañado, mi excitación y placer era tal, que le decía que si, el me decía si todos los días que este en el hotel me dejaría follar a toda hora, yo le decía que si.
Luego el se detuvo, me colocó al borde de la cama, hizo que me incline hacia delante y empezó a meterme su verga desde atrás en mi conchita, fue aumentando y aumentando sus movimientos, hasta que me inundó con su semen toda mi conchita, pero yo no había logrado terminar, quería mas, Marco había terminado cuando yo estaba el lo mas alto de mi excitación pero sin alcanzar el climax.
Me dijo que tenía que volver rápido al restaurante porque sino sospecharían que algo pasaba, y me dijo que en unos 15 minutos volvería a darme mas verga.
Yo estaba excitada, me recosté así desnuda sobre la cama esperando que Marco volviera a hacerme terminar, pasaban los minutos y nada, después de un tiempo, mi deseo de mas sexo se estaba convirtiendo en desesperación, llame a mi esposo para saber a que hora llegaría, me dijo que demoraría por lo menos una o dos horas mas, entonces entendí que solo Marco podía satisfacer mi necesidad de sexo.
Llame nuevamente al restaurante, no se ni que pedí, al rato tocaron a la puerta, me puse una bata transparente y baje con mi conchita deseosa de ser penetrada, abrí la puerta, pero no era Marco, era otro camarero, entonces entendí que mi bata transparente casi no tapaba mi desnudez, le dije que disculpe que creí que era mi esposo, y que deje el pedido sobre la mesita, yo subí al dormitorio, la mirada de deseo del camarero en vez de avergonzarme o calmarme, increíblemente aumento mi deseo de ser follada.
Me acerque al balcón del apartamento que da al garaje, y vi que ahí estaba el jardinero, era un hombre de mediana edad, yo ya no razonaba, estaba como enloquecida de deseo, sonó el teléfono, era Marco para decirme que no podría volver porque lo estaban mandando fuera del hotel a recoger algunos productos, pero que estaba a mi disposición a su retorno.
Ahora si el deseo de ser poseída tomo control de mi, abrí mi bata y me acerque a la puerta del balcón. Abrí la puerta del balcón, el jardinero tenia desde abajo una visión completa de mi cuerpo totalmente desnudo, me quede ahí como mirando hacia el horizonte, el jardinero fue ganado confianza y ya no miraba arriba disimuladamente, sino mas bien, asumió una actitud descarada y se fue acercando hacia el balcón de mi departamento, se paro justo frente al balcón sin dejar de mirar hacia arriba.
Baje mi vista, y nuestros ojos se encontraron, el llevo su mano sobre su pantalón y empezó a pasar su mano sobre su verga sin dejar de mirarme, yo seguí mirándolo sin decir nada, el jardinero mas atrevido, se acerco a la puerta del departamento que da al garaje y llamo a la puerta.
Quería correr a abrir la puerta, pero mis restos de pudor me decían que no, que estaba loca, pero si, estaba loca de deseo, y sin pensar en nada mas, solo en satisfacer mi deseo de sexo, baje, abrí la puerta y lo deje entrar, subí al dormitorio con el jardinero detrás de mí, el hombre se quito su overol, y así desnudo vi que tenia un cuerpo atlético y una verga de un buen tamaño, abrí el velador y le pase un preservativo, el se lo colocó, se echo en mi encima y empezó a follarme, me metía con una fuerza que parecía que quería violarme y no follarme, luego paro, colocó mis piernas sobre sus hombros, y volvió a clavarme su verga.
En esa posición podía sentir el tamaño real de su verga, me follaba como desesperado, me decía que era la mujer mas rica que se había comido, que era rica y otras cosas mas, mi placer fue aumentando mas y mas, tuve un orgasmo increíble que me hizo temblar de placer, las contracciones de placer de mi conchita hicieron que el jardinero termine junto conmigo, el se levanto, le dije que se arregle en el baño de abajo y que salga por la puerta del garaje.
Yo me quede unos instantes así desnuda y satisfecha en la cama, había apagado mi fuego de deseo, entre al baño y empecé a bañarme, las imágenes desde la noche anterior pasaban por mi mente, y la follada con el camarero y el jardinero también, había pasado mas de un año que no había tenido sexo con nadie fuera de mi esposo, y en menos de 24 horas había vuelto a ser la puta de antes.
Satisfecha, pero cansada, después de bañarme me recosté en la cama y quede dormida, me despertó mi esposo, me dijo que me aliste rápido para salir a almorzar, puesto que tenía que continuar su reunión de trabajo por la tarde.
Para ganar tiempo decidimos almorzar en el hotel, mientras almorzábamos mi esposo me comento respecto a como le fue esa mañana en su trabajo, después del almuerzo nos fuimos al departamento y nos sentamos en la salita a tomar café, entonces mi esposo empezó a decirme que la noche anterior me había portado como una perrita arrecha, yo le dije que no quería hablar de eso, pero el se acerco y mientras recordaba los detalles de la noche anterior, empezó a besarme y acariciar mi cuerpo.
Saco su verga y me la colocó en la boca, el sabe que chupar su verga me excita, mientras chupaba su verga fue quitándome la ropa, me dejó desnuda, saco su pantalón, abrió su camisa, y me recostó sobre el sillón, abrió mis piernas y empezó a follarme, yo estaba todavía caliente, así que rápidamente empecé a gemir de placer y a pedirle mas y mas, al ver lo excitada que estaba, hizo que gire dejando mi traserito a su disposición, lubrico su verga en mi conchita y empezó a meterme su verga suavemente en mi anito, su verga se iba abriendo paso en mi culito, me producía un pequeño dolor, pero el placer era mayor, fue empujando poco a poco hasta que me metió toda su verga, ahí se detuvo un rato para que mi culito se acostumbre al grosor de su verga, luego empezó el mete y saca, primero despacio y luego fue aumentando el ritmo, yo le pedía que me agarre mis senos y que no pare, el ritmo se volvió frenético, hasta que terminamos juntos.
Nos besamos y le dije gracias por tanto placer, subimos al dormitorio, el se alistó y salió a su trabajo, yo estaba descansando, y a eso de las tres de la tarde llamo el teléfono, cuando conteste y escuche, me sentí helada, pero una chispa de deseo se encendió en mi.
Era el negro brasilero de la noche anterior, me dijo que le había encantado lo de la noche anterior, y que tanto el como su amigo estaba ahí cerca del hotel, y si como quedamos la noche anterior, estaban ahí para repetir la follada.
2 comentarios - Esposa puta....