Volví a Mi Suegra Mi Puta Personal
Con El Sello de Placer y Morbo
Hola ha todos gente porongueros, soy un chico con deseos de compartir mis historias y las de personas cerca a mí, con ustedes…. este como todos mis relatos esta hecho para ustedes para su disfrute, pero he de aclarar ciertas cosas, muchas de estas historias no son de mi autoría, otras si otras si lo son, otras fantasías que he tenidos yo o alguien cerca a mí, que me lo ha confesado, otras son reales pero no mías, relatos de otras personas que me lo confiesas y al final logro convencerlos de que me dejen publicarlos, claro con nombres y lugares diferentes para proteger su identidad, por este motivo es que no digo quien es quien, cual es mío o cual no, cual es real y cual no lo es, pienso que lo hace más interesante y hace pensar a la gente, son muchas las historias que tengo pero poco el tiempo para contar, espero que las que puedo publicar sean de su agrado, sin más que decir disfrútenlo.
Hola, soy Luigi yerno de Leo, el es un hombre muy adinerado de 70 años. Yo lo conocí hace un par de años en un foro de empresas, nuestra amistad se forjo, a partir de mi empeño en llevar adelante una empresa con la corta edad que tengo, de parte de ambos la amistad se hizo genuina y rápida. Al tiempo de frecuentarnos profesionalmente, conocí a su hija, Liliana mujer de un físico y un porte espectacular, de mi edad, con tiempo de frecuentar la familia, nos enamoramos. Contamos con el beneplácito de sus padres, y los míos. Al tiempo imprevistamente, su esposa falleció, el entro al tiempo en un estado de apatía, y gran retraimiento. En esos tiempos. Liliana era muy apegada a él yo como podía trataba de acompañar la situación. De a poco Leo se fue reincorporando a la vida social e Empresarial. A punto que al poco tiempo me confiesa en secreto que había conocido a una mujer que era mucho menor que él pero un encanto y de gran apoyo para él, me confesó que lo estaba haciendo vivir como en su juventud, para mí con la experiencia de vida, me hizo pensar lo debe estar cogiendo como nunca, y claro debe estar enloquecido, gracias a nuestra amistad, me confesó que Laura, nombre de la dama en cuestión, había sido un gran consuelo en su vida. Por consejo mío, accedió a presentarla en una reunión social que brindaría en su casa quinta, invitando a todas nuestras amistades. Esto produjo el rápido repudio de Liliana la que si no es por mí ni va a la presentación con el tiempo no podía llegar a pensar era que el real comprometido era yo mismo. Al ver a Laura por primera vez, una verdadera bestia de mujer. Todo lo que mi esposa hacia era criticarla, criticaba su figura, su forma de vestirse, su cuerpo, todo contrario a la realidad, pero las mujeres son así, mas cuando son enemigas, mujer alta de unos 40 años culta de un físico perfecto lucía un vestido de gasa largo blanco, dejaba traslucir una cintura ajustada, cola parada, y pechos sobresalientes, parecía una mujer de unos 30 o 35 años, una bestia de mujer, mi olfato decía es mucho para que Leo pueda atender a ese monumento. La vi. Cuando hice el saludo formal, me embriague con su figura su perfume de mujer, mi pene se puso duro miren que Liliana es una bestia, de mujer, pero esta tenía algo de mas, se me cruzaban los ojos, A partir de ese momento supe que mis esfuerzos solo serían para follármela.
Claro que todo seria a su tiempo, me puso tan caliente que esa noche a Liliana le di un trato especial, la monte, de forma, que la hice aullar de placer, mientras la ponía por todos lados, mi mente estaba como si era Laura la que estaba allí, tanto me esmere, que Liliana exclamo.
--Ay que te paso, me hiciste sentir un placer especial, que te paso. -Yo solo le dije.
--No se a veces me inspiro, creo que fue ese vestidito tuyo.
--Ay que lindo que te inspires, siempre así.
No iba decir que como yo a Laura la catalogué como a una perra sedienta de sexo. Placer que Leo no podría darle por su avanzada edad y por su secreta afición a la bebida. Mientras enfiestaba a mi esposa todo momento pensaba en como la penetraría y la haría disfrutar. A los días se produce un encuentro en familia, y ante la cara de culo de Liliana que la saludo y se retiro rápidamente, yo me acerque para darle la bienvenida… Apenas pude dominarme al darle el beso en la mejilla. Sin pensarlo, mi mano escapó de control y se posó en su espalda baja que el vestido dejaba profundamente al desnudo y casi al límite superior de su redondo culo. Fue evidente que ella acusó el movimiento. Muy picadamente me devolvió el beso. Con el regreso de Liliana, le hace un comentario.
--Quería decirte que sos mas linda de lo que tu padre me contó, además… Te admiro por este galán que tenéis por esposo.
Música para mis oídos, claro mensaje, estaba acusando, mi osadía. Esa noche para mí fue muy larga, mi vista posada en el monumento, casi con la baba en la boca, cayendo. Laura me tenía poseído, su figura deslumbrante y esa actitud provocativa, que desde ya, solo yo percibía, muy astuta cada actitud o movimiento me daba toda la impresión de que quería cogerme sentado en un rincón mi verga se endurecía, mi mente pensando con la imagen de mí mismo lamiendo su vagina y penetrando su culo, ante mis ojos todo era lujuria era tal la maquina, que me hacía con ella que casi no me podía controlar Leo estaba feliz, me abrazaba reía, me decía.
--Luigi como te quiero yernito, sos un gran apoyo para mí. -Mientras se tomaba todo el licor que, con todo exceso podía.
Era obvio que esa noche Laura no tendría sexo y eso me estaba desquiciando. Nos retiramos últimos y cuando llegué a casa mi mujer recibió la otra cogida magistral, casi igual o mejor que la de la otra noche. Pese a que termine acabando en su boca luego de haber pasado por su vagina, y su culo, pero nada me sacaba en la mente, el momento de coger a aquella maquina, nada pudo calmarme, acabe un montón e igual estaba caliente, no podía pegar un ojo hasta que, con mi esposa ya dormida, tome mi pene, lo acariciaba y seguía con la fantasía de poseer a Laura. Todo comenzó a pasar lentamente cada día más y más. Todos mis pensamientos estaban destinados a Laura. Nos frecuentábamos, con la negativa de mi esposa, pero con mi convencimiento hasta casi con altura obligarla, íbamos a muchos lugares juntos ambas parejas. Eventos de empresa, cenas de caridad, días de campo ó simplemente tardes en mi casa del country o en la quinta de Leo. En todas ellas Laura parecía ser una modelo de televisión. No importaba que ropa luciera, siempre, siempre lograba ponerme a mil. Pero con la desgracia de no tener nunca tenía oportunidad de estar a solas. Pero como todo llega, ese momento llegó casi sin quererlo, cuando me llama Leo por el celular, a pedirme si lo acercaba al aeropuerto, por un viaje sorpresivo. Tan sorpresivo fue, que solo salí corriendo no avise nada a Liliana que no estaba, era tal apuro, que no tarde nada en llegar con mi automóvil a recogerlo, iba conduciendo mi automóvil al aeropuerto para que abordara su avión, con mi verga dura pensando en atender a Laura, lo deje, mi regreso, no fue a mi hogar; pocos minutos después, estacionaba mi auto dentro de la mansión de mi suegro. Laura se mostró sorprendida de verme de regreso tan rápido, expresó
--¿Luigi de vuelta por aquí?
--Si pensé que podría precisar algo.
Se sonrío sin decir nada Me invitó a pasar y me ofreció un whisky, que fue para ambos que ella misma preparó mientras veneraba maravillosa figura, mi verga se ensanchaba. No pude controlarme, en un arrebato me acerqué a ella por la espalda y tomándola por la cintura empecé a besar su cuello, se salió y dándose vuelta sobresaltada dijo.
--¡Que haces!
Con mucha emoción, confesé todo lo que ella producía en mi, y de lo que sería profundizar una relación entre los dos, mientras le hacia esta acelerada proposición, no retrocedí, y nunca solté su cintura mantuve su cuerpo una distancia de impacto, su aroma y mi cuerpo alcanzaba temperaturas sin límite, y mi trozo erecto apoyando su culo en notoria actitud de calentura. Rompió el silencio, mirándome fijo a los ojos dijo con voz temblorosa.
--No podemos Luigi. Esto está mal. -Como lo dijo me dio que ella también estaba que ardía por mí.
En cambio de retirar, mi propuesta me puse más osado y mas impertinente, a punto que insistí atrayendo su cuerpo, hacia el mío mientras mis manos pasaban por sus senos y luego su culo, su palabras ya fueron más firmes.
--¡No Luigi! -Repitió. --Los sirvientes... vamos al cuarto.
Se separó, tomó la botella de whisky y sin mirarme caminó hacia la escalera, par ir a su recamara, corrí detrás de ella ansioso impaciente. Cuando la puerta del cuarto se cerró y la tomé en mis brazos ella se entrego profundamente, nos cruzamos en un beso profundo con mucha pasión, nuestras lenguas chocaron con fuerza, durante varios minutos, solo respirábamos, fuerte y nuestras manos recorrían ambos cuerpos con fuerza y con pasión, ya ardientes con sed de sexo, tomó la iniciativa, desabotono su camisa dejando libres sus dos senos, los cuales con mi boca lamí y mordí desenfrenadamente, mientras que
desabroché y deje caer todo lo puesto y solo quedó con su tanga de hilo dental, No aguantaba más mi sable parecía un árbol de lo dura que estaba; así que quede con todo al aire. Me dedique luego de posarla en su lecho empecé a lamer sus pies y su dedos, subí con mi boca lamiendo con mi lengua sus piernas, ella metía sus dedos en la raja y acariciaba sus propios senos, abrí un poco sus piernas pose mi boca en su raja, le propine la más prolongada lamida y chupada que recuerde haberle dado a una mujer, fue tal, que logre que se venga fascinantemente, ya mi pene estaba a reventar, así me monte y la penetré sintiendo como su vagina, muy mojada, iba cediendo a la entrada de mi pija, cuando nos empezamos a entreverar, en idas y venidas, completando en un eufórico goce de ambos, con gemidos… apretaditos, ella volvió a acabar. Y al hacerlo susurraba en mi oído. Y me hablaba
--No sabes como deseaba esta pija dentro de mí…. Leo vive borracho su pene ni me monta, y vos el único que me acechaba y me incitaba que pensé cuando será el momento. -No podía creer que la estaba penetrando. --Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, que rico haaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha.
Había tanta pasión contenida que la cogida para mí como a una obra de arte, me hacían ponerle más y mas pasión, no sé el tiempo que estuvimos ese día dándonos me agote, tanto que casi desmayo.
--Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaa, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha…… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Por fin ella se convirtió en mi amante, de a poco nuestras vidas se transformarían en un morbo permanente, compartir a mi esposa y a mi suegra la difícil situación de atender a las dos. La cosa e fue inclinando por Laura que de a poco se fue trasformando, una puta bárbara, muy deseosa de tenerla siempre adentro, y para ello hacía de todo para tenerme contento, por ejemplo era una espléndida chupa pija, como también una adicta al semen, lo tragaba con placer, disfrutaba cada gota de leche, relamía su lengua en la cabeza de mi verga, de a poco se fue convirtiendo de una recatada dama en una puta feroz, pedía de todo era perversa, llamaba a mi celular diciendo.
--¡Estoy esperándote, estoy solita y muy mojada!
Así cada vez más, llegue penetrarla, en los lugares más insólitos sobre la mesa de billar, otra vez en el capot de un automóvil, en fin. Era una puta poseída por el placer había llegado a tal punto que me incitaba, gateando sobre la mesa para incitarme para que yo la cogiera como a una gata por su culo, nunca decía basta, Una verdadera puta. Lo que fue obsesión termino en cansancio, mas luego de haberla hecho llegar bien hondo en todas mis locuras sexuales, adicta total a mi verga, tuve una larga lucha, para no delatarme por su locura, pero llego el sosiego cuando falleció Leo. Pero solo duro por un rato, porque después de un rato la viuda me buscaba…. Y aun me sigue buscando.
Fin….
Con El Sello de Placer y Morbo
Hola ha todos gente porongueros, soy un chico con deseos de compartir mis historias y las de personas cerca a mí, con ustedes…. este como todos mis relatos esta hecho para ustedes para su disfrute, pero he de aclarar ciertas cosas, muchas de estas historias no son de mi autoría, otras si otras si lo son, otras fantasías que he tenidos yo o alguien cerca a mí, que me lo ha confesado, otras son reales pero no mías, relatos de otras personas que me lo confiesas y al final logro convencerlos de que me dejen publicarlos, claro con nombres y lugares diferentes para proteger su identidad, por este motivo es que no digo quien es quien, cual es mío o cual no, cual es real y cual no lo es, pienso que lo hace más interesante y hace pensar a la gente, son muchas las historias que tengo pero poco el tiempo para contar, espero que las que puedo publicar sean de su agrado, sin más que decir disfrútenlo.
Hola, soy Luigi yerno de Leo, el es un hombre muy adinerado de 70 años. Yo lo conocí hace un par de años en un foro de empresas, nuestra amistad se forjo, a partir de mi empeño en llevar adelante una empresa con la corta edad que tengo, de parte de ambos la amistad se hizo genuina y rápida. Al tiempo de frecuentarnos profesionalmente, conocí a su hija, Liliana mujer de un físico y un porte espectacular, de mi edad, con tiempo de frecuentar la familia, nos enamoramos. Contamos con el beneplácito de sus padres, y los míos. Al tiempo imprevistamente, su esposa falleció, el entro al tiempo en un estado de apatía, y gran retraimiento. En esos tiempos. Liliana era muy apegada a él yo como podía trataba de acompañar la situación. De a poco Leo se fue reincorporando a la vida social e Empresarial. A punto que al poco tiempo me confiesa en secreto que había conocido a una mujer que era mucho menor que él pero un encanto y de gran apoyo para él, me confesó que lo estaba haciendo vivir como en su juventud, para mí con la experiencia de vida, me hizo pensar lo debe estar cogiendo como nunca, y claro debe estar enloquecido, gracias a nuestra amistad, me confesó que Laura, nombre de la dama en cuestión, había sido un gran consuelo en su vida. Por consejo mío, accedió a presentarla en una reunión social que brindaría en su casa quinta, invitando a todas nuestras amistades. Esto produjo el rápido repudio de Liliana la que si no es por mí ni va a la presentación con el tiempo no podía llegar a pensar era que el real comprometido era yo mismo. Al ver a Laura por primera vez, una verdadera bestia de mujer. Todo lo que mi esposa hacia era criticarla, criticaba su figura, su forma de vestirse, su cuerpo, todo contrario a la realidad, pero las mujeres son así, mas cuando son enemigas, mujer alta de unos 40 años culta de un físico perfecto lucía un vestido de gasa largo blanco, dejaba traslucir una cintura ajustada, cola parada, y pechos sobresalientes, parecía una mujer de unos 30 o 35 años, una bestia de mujer, mi olfato decía es mucho para que Leo pueda atender a ese monumento. La vi. Cuando hice el saludo formal, me embriague con su figura su perfume de mujer, mi pene se puso duro miren que Liliana es una bestia, de mujer, pero esta tenía algo de mas, se me cruzaban los ojos, A partir de ese momento supe que mis esfuerzos solo serían para follármela.
Claro que todo seria a su tiempo, me puso tan caliente que esa noche a Liliana le di un trato especial, la monte, de forma, que la hice aullar de placer, mientras la ponía por todos lados, mi mente estaba como si era Laura la que estaba allí, tanto me esmere, que Liliana exclamo.
--Ay que te paso, me hiciste sentir un placer especial, que te paso. -Yo solo le dije.
--No se a veces me inspiro, creo que fue ese vestidito tuyo.
--Ay que lindo que te inspires, siempre así.
No iba decir que como yo a Laura la catalogué como a una perra sedienta de sexo. Placer que Leo no podría darle por su avanzada edad y por su secreta afición a la bebida. Mientras enfiestaba a mi esposa todo momento pensaba en como la penetraría y la haría disfrutar. A los días se produce un encuentro en familia, y ante la cara de culo de Liliana que la saludo y se retiro rápidamente, yo me acerque para darle la bienvenida… Apenas pude dominarme al darle el beso en la mejilla. Sin pensarlo, mi mano escapó de control y se posó en su espalda baja que el vestido dejaba profundamente al desnudo y casi al límite superior de su redondo culo. Fue evidente que ella acusó el movimiento. Muy picadamente me devolvió el beso. Con el regreso de Liliana, le hace un comentario.
--Quería decirte que sos mas linda de lo que tu padre me contó, además… Te admiro por este galán que tenéis por esposo.
Música para mis oídos, claro mensaje, estaba acusando, mi osadía. Esa noche para mí fue muy larga, mi vista posada en el monumento, casi con la baba en la boca, cayendo. Laura me tenía poseído, su figura deslumbrante y esa actitud provocativa, que desde ya, solo yo percibía, muy astuta cada actitud o movimiento me daba toda la impresión de que quería cogerme sentado en un rincón mi verga se endurecía, mi mente pensando con la imagen de mí mismo lamiendo su vagina y penetrando su culo, ante mis ojos todo era lujuria era tal la maquina, que me hacía con ella que casi no me podía controlar Leo estaba feliz, me abrazaba reía, me decía.
--Luigi como te quiero yernito, sos un gran apoyo para mí. -Mientras se tomaba todo el licor que, con todo exceso podía.
Era obvio que esa noche Laura no tendría sexo y eso me estaba desquiciando. Nos retiramos últimos y cuando llegué a casa mi mujer recibió la otra cogida magistral, casi igual o mejor que la de la otra noche. Pese a que termine acabando en su boca luego de haber pasado por su vagina, y su culo, pero nada me sacaba en la mente, el momento de coger a aquella maquina, nada pudo calmarme, acabe un montón e igual estaba caliente, no podía pegar un ojo hasta que, con mi esposa ya dormida, tome mi pene, lo acariciaba y seguía con la fantasía de poseer a Laura. Todo comenzó a pasar lentamente cada día más y más. Todos mis pensamientos estaban destinados a Laura. Nos frecuentábamos, con la negativa de mi esposa, pero con mi convencimiento hasta casi con altura obligarla, íbamos a muchos lugares juntos ambas parejas. Eventos de empresa, cenas de caridad, días de campo ó simplemente tardes en mi casa del country o en la quinta de Leo. En todas ellas Laura parecía ser una modelo de televisión. No importaba que ropa luciera, siempre, siempre lograba ponerme a mil. Pero con la desgracia de no tener nunca tenía oportunidad de estar a solas. Pero como todo llega, ese momento llegó casi sin quererlo, cuando me llama Leo por el celular, a pedirme si lo acercaba al aeropuerto, por un viaje sorpresivo. Tan sorpresivo fue, que solo salí corriendo no avise nada a Liliana que no estaba, era tal apuro, que no tarde nada en llegar con mi automóvil a recogerlo, iba conduciendo mi automóvil al aeropuerto para que abordara su avión, con mi verga dura pensando en atender a Laura, lo deje, mi regreso, no fue a mi hogar; pocos minutos después, estacionaba mi auto dentro de la mansión de mi suegro. Laura se mostró sorprendida de verme de regreso tan rápido, expresó
--¿Luigi de vuelta por aquí?
--Si pensé que podría precisar algo.
Se sonrío sin decir nada Me invitó a pasar y me ofreció un whisky, que fue para ambos que ella misma preparó mientras veneraba maravillosa figura, mi verga se ensanchaba. No pude controlarme, en un arrebato me acerqué a ella por la espalda y tomándola por la cintura empecé a besar su cuello, se salió y dándose vuelta sobresaltada dijo.
--¡Que haces!
Con mucha emoción, confesé todo lo que ella producía en mi, y de lo que sería profundizar una relación entre los dos, mientras le hacia esta acelerada proposición, no retrocedí, y nunca solté su cintura mantuve su cuerpo una distancia de impacto, su aroma y mi cuerpo alcanzaba temperaturas sin límite, y mi trozo erecto apoyando su culo en notoria actitud de calentura. Rompió el silencio, mirándome fijo a los ojos dijo con voz temblorosa.
--No podemos Luigi. Esto está mal. -Como lo dijo me dio que ella también estaba que ardía por mí.
En cambio de retirar, mi propuesta me puse más osado y mas impertinente, a punto que insistí atrayendo su cuerpo, hacia el mío mientras mis manos pasaban por sus senos y luego su culo, su palabras ya fueron más firmes.
--¡No Luigi! -Repitió. --Los sirvientes... vamos al cuarto.
Se separó, tomó la botella de whisky y sin mirarme caminó hacia la escalera, par ir a su recamara, corrí detrás de ella ansioso impaciente. Cuando la puerta del cuarto se cerró y la tomé en mis brazos ella se entrego profundamente, nos cruzamos en un beso profundo con mucha pasión, nuestras lenguas chocaron con fuerza, durante varios minutos, solo respirábamos, fuerte y nuestras manos recorrían ambos cuerpos con fuerza y con pasión, ya ardientes con sed de sexo, tomó la iniciativa, desabotono su camisa dejando libres sus dos senos, los cuales con mi boca lamí y mordí desenfrenadamente, mientras que
desabroché y deje caer todo lo puesto y solo quedó con su tanga de hilo dental, No aguantaba más mi sable parecía un árbol de lo dura que estaba; así que quede con todo al aire. Me dedique luego de posarla en su lecho empecé a lamer sus pies y su dedos, subí con mi boca lamiendo con mi lengua sus piernas, ella metía sus dedos en la raja y acariciaba sus propios senos, abrí un poco sus piernas pose mi boca en su raja, le propine la más prolongada lamida y chupada que recuerde haberle dado a una mujer, fue tal, que logre que se venga fascinantemente, ya mi pene estaba a reventar, así me monte y la penetré sintiendo como su vagina, muy mojada, iba cediendo a la entrada de mi pija, cuando nos empezamos a entreverar, en idas y venidas, completando en un eufórico goce de ambos, con gemidos… apretaditos, ella volvió a acabar. Y al hacerlo susurraba en mi oído. Y me hablaba
--No sabes como deseaba esta pija dentro de mí…. Leo vive borracho su pene ni me monta, y vos el único que me acechaba y me incitaba que pensé cuando será el momento. -No podía creer que la estaba penetrando. --Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, que rico haaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha.
Había tanta pasión contenida que la cogida para mí como a una obra de arte, me hacían ponerle más y mas pasión, no sé el tiempo que estuvimos ese día dándonos me agote, tanto que casi desmayo.
--Ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaa, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha…… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Por fin ella se convirtió en mi amante, de a poco nuestras vidas se transformarían en un morbo permanente, compartir a mi esposa y a mi suegra la difícil situación de atender a las dos. La cosa e fue inclinando por Laura que de a poco se fue trasformando, una puta bárbara, muy deseosa de tenerla siempre adentro, y para ello hacía de todo para tenerme contento, por ejemplo era una espléndida chupa pija, como también una adicta al semen, lo tragaba con placer, disfrutaba cada gota de leche, relamía su lengua en la cabeza de mi verga, de a poco se fue convirtiendo de una recatada dama en una puta feroz, pedía de todo era perversa, llamaba a mi celular diciendo.
--¡Estoy esperándote, estoy solita y muy mojada!
Así cada vez más, llegue penetrarla, en los lugares más insólitos sobre la mesa de billar, otra vez en el capot de un automóvil, en fin. Era una puta poseída por el placer había llegado a tal punto que me incitaba, gateando sobre la mesa para incitarme para que yo la cogiera como a una gata por su culo, nunca decía basta, Una verdadera puta. Lo que fue obsesión termino en cansancio, mas luego de haberla hecho llegar bien hondo en todas mis locuras sexuales, adicta total a mi verga, tuve una larga lucha, para no delatarme por su locura, pero llego el sosiego cuando falleció Leo. Pero solo duro por un rato, porque después de un rato la viuda me buscaba…. Y aun me sigue buscando.
Fin….
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