Bueno, he aquí otro relato de mi vida en la preparatoria.
Todos hemos conocido o sabido de la típica chica puta de la escuela, que se dice que coge con todos etc.
y mi escuela, a pesar de ser mayoritariamente de hombres, no era la excepción. 3 chicas habían en la escuela con esta fama, y yo era amigo de una, principalmente por haber entrado en la misma generación que ella y ser del mismo grupo, por lo que el comprobar que su fama era cierta no me costo demasiado, esta chica morena de 16, chaparra, unas tetas que te hipnotizaban y que no te cabrían en las manos y un culo redondo y grande, con unas nalgas suaves (como comprobé yo después) pero firmes.
Sin embargo, nunca me interese en ella, por lo menos no cuando ibamos en el mismo grupo. El tiempo paso y por razones escolares el grupo se dividió en otros tantos, por ende, esta chica quedo en un salón diferente al mio, aun a pesar de esto me la podía encontrar de vez en cuando en la escuela, hablábamos poco y nos despedíamos en 5 minutos.
Uno de esos días me la encontré como de costumbre, al parecer sus profesores no llegaron ese día, coincidencia resulto que yo tampoco tendría un par de profesores en las siguientes horas, por lo que la invite a caminar y platicar, acepto y nos pusimos a dar vueltas por la escuela mientras tema tras temas salían, y de una a otra forma salio el tema de su actual novio.
-Escuche que andas con Jorge- dije yo sin darle mucha importancia, pues buscaba no provocar un silencio incomodo.
-Ahgj no me lo recuerdes, nos peleamos- contesto mientras movía la cabeza en negación.
-¿Y eso?- continué.
-El muy idiota me dijo que si hacíamos un trió con su ex- dijo algo exaltada
-Pense que eras una puta- dije a modo de broma.
-¡Imbécil!- me regaño mientras me empujaba levemente-si no fueras tu ya te hubiera dado una patada en los huevo-
-Oye cálmate, yo solo repito lo que escucho, aunque no he podido comprobar nada- dije entre risas. Este tipo de platica era normal entre nosotros 2, ella había dejado el pudor cuando noto que por mas que lo intentaba no lograba provocar reacción en mi, (yo era el único hombre en el salón que no había mostrado el mínimo interés en ella, aunque la verdad es que lo sabia disimular muy bien) cosa que ayudo a que nuestra amistad aflorara al tener todo tipo de platicas sin tapujos.
-Ademas, tu no has podido comprobar nada conmigo porque no has querido- dijo mientras me lanzaba una mirada picara.
-Ni hablar, sabes que no me interesas en ese sentido- dije mostrándome digno.
-¡Vamos!- dijo mientras se abrazaba a mi brazo - me vas a decir que no te gusta mi cuerpo, lo disimulas muy bien pero hasta a ti se te escapa una que otra miradita, al principio no me daba cuenta pero ahora ya no me engañas- soltó una risita provocativa y me abrazo aun mas fuerte, presionando sus tetas contra mi.
-Pues mira, en eso no te voy a mentir, tienes un buen cuerpo y mas de una vez tu culo me a atraído, pero ya te dije, no me interesas como novia- dije mientras trataba de soltarla de mi brazo.
-Pues no seamos novios, solo cojamos un rato, al fin y al cabo soy una puta ¿no?- me sorprendió esta respuesta, pero guarde la compostura.
-Osea que ¿solo me quieres para coger?. dije riendo
-¿y tu no?- replico ella
-Okey ahí me tienes- dije rindiendome -aun así, no tengo tiempo, salimos a las 10 de la noche y los fines no puedo hacer mas que trabajos escolares- dije como ultimo recurso para huir a lo inevitable, pero al mismo tiempo con esperanza de que ella encontrara una forma, puesto que follar ese culo era un deseo que tenia desde hacia tiempo, pero mi estúpido orgullo no me lo permitía pedir.
-Pues hay que hacerlo ahora- dijo empujándome contra una pared y soltándome un beso de lengua muy sorpresivamente.
-¡Estas loca!- me queje mientras la alejaba -¿como crees que lo vamos a hacer aquí?- replique, sabiendo la opción que propondría ella
-Obvio aquí no idiota, vamos a papel reciclable- dijo exactamente lo que esperaba.
Papel reciclable era una pequeña oficina en la escuela, escondida de todo a la cual solo se podía acceder después de pasar por toda la escuela, encontrar un pasillo entre 2 edificios y luego encontrar la puerta correcta. Este lugar yo lo conocía muy bien, por razones que ya contare en otra anécdota. Esta oficina solo servia para dejar papel usado que luego se rehusaba, pero se visitaba a cada final de semestre, el resto del tiempo estaba solo, por lo que cojer ahí era una tradición prácticamente.
Llegamos a "papel reciclable" en menos de 2 minutos, yo ya no ocultaba mis ganas de cojer ese coño tan usado por tanta gente y del cual se hablaba tan bien.
Una vez confirmamos que nadie mas estaba haciendo "uso" de "papel reciclable", comenzó la acción.
Ella ni corta ni perezosa comenzó a sobar mi verga por encima del pantalón, cosa que me calentó bastante, mientra nos dábamos un beso de lengua muy profundo, cuando vi que ella también necesitaba sensaciones, comencé a meterle mi mano en el pantalón, por encima de su tanga comencé a acariciar su vulva. Esta acción le hizo reaccionar bastante, puesto que casi me mordió la lengua que en ese momento estaba de visita en su boca, acto seguido se acerco a mi cuello y me mordió la oreja suavemente, esto es, en mi caso, como presionar el botón turbo en un auto, por lo que ni bien termino de morder, me agache y le baje el pantalón y la tanga. Ahí estaba, el coño que tanto había deseado, rosado, a pesar de ser tan usado, y húmedo, con una depilación en forma de rectángulo vertical, esto fue lo que note en los pocos segundo que lo vi ya que mi calentura me obligo a seguir y, como un instinto animal, lamer esos carnosos labios, ella no pudo retener un grito que nos puso algo tensos a ambos, temiendo haber llamado la atención de alguien que pasase cerca.
Sin embargo nadie lo estaba, así que continuamos, cuando vi que ella escurría sus jugos me levante y apunte a su entrada, pase la cabeza de mi verga por toda su raja, para humedecerla con sus jugos, esto la desespero y comenzó a gemir mientras decía:
-ya, no seas cabrón métemela- mientras movía el culo tratando de meter mi verga
Mi honor volvió y también mi crueldad, así que aproveche para ponerla a mi sumisión.
-¿la quieres puta?, si quieres verga tendrás que rogar y decir que eres una perra que lo hace con cualquiera- dije con aires de superioridad
-no lo haré- dijo con un intento de dignidad en su voz
-bueno...- dije mientras me subía los pantalones lentamente - supongo que no cojeremos
ella no aguanto mas -¡esta bien!, por favor, cojeme, coje a esta perra, soy una perra sucia que lo hace con todo el mundo- dijo finalmente
Acto seguido me volví a acercar y de una le metí la verga entera, ella reprimió un grito muy fuerte y yo proseguí a embestirla una y otra vez
-Que rico, que rico- decía con gemidos
-¿te gusta puta?- le dije al oído
-¡si!- soltó un gritito -Voy a acabar, ¡voy a acabar!- por lo que apretó fuertemente mientras chorreaba, cosa que se sintió genial y me hizo acabar a mi también, dejando le toda la leche en las nalgas y la espalda. Ella se volteo segundos después y comezo a chupármela, quitando los restos de semen en mi verga y tragandoselos.
-Entonces, ¿que te pareció?- pregunto mientras terminaba de limpiar mi verga
-Pues muy bien, aprietas muy bien para cojer con todos- dije retomando mi forma de bromear normal
-Cállate- dijo y apretó mis bolas
-Lo siento, lo siento- rogué
Ella rió y finalmente se levanto poniéndose el pantalón
-¿y la tanga?- pregunte curioso
-te la regalo, cuando quieras cojer de nuevo me la muestras sin que te vean. Acto seguido nos fuimos del lugar y repetimos el evento varias veces mas.
Todos hemos conocido o sabido de la típica chica puta de la escuela, que se dice que coge con todos etc.
y mi escuela, a pesar de ser mayoritariamente de hombres, no era la excepción. 3 chicas habían en la escuela con esta fama, y yo era amigo de una, principalmente por haber entrado en la misma generación que ella y ser del mismo grupo, por lo que el comprobar que su fama era cierta no me costo demasiado, esta chica morena de 16, chaparra, unas tetas que te hipnotizaban y que no te cabrían en las manos y un culo redondo y grande, con unas nalgas suaves (como comprobé yo después) pero firmes.
Sin embargo, nunca me interese en ella, por lo menos no cuando ibamos en el mismo grupo. El tiempo paso y por razones escolares el grupo se dividió en otros tantos, por ende, esta chica quedo en un salón diferente al mio, aun a pesar de esto me la podía encontrar de vez en cuando en la escuela, hablábamos poco y nos despedíamos en 5 minutos.
Uno de esos días me la encontré como de costumbre, al parecer sus profesores no llegaron ese día, coincidencia resulto que yo tampoco tendría un par de profesores en las siguientes horas, por lo que la invite a caminar y platicar, acepto y nos pusimos a dar vueltas por la escuela mientras tema tras temas salían, y de una a otra forma salio el tema de su actual novio.
-Escuche que andas con Jorge- dije yo sin darle mucha importancia, pues buscaba no provocar un silencio incomodo.
-Ahgj no me lo recuerdes, nos peleamos- contesto mientras movía la cabeza en negación.
-¿Y eso?- continué.
-El muy idiota me dijo que si hacíamos un trió con su ex- dijo algo exaltada
-Pense que eras una puta- dije a modo de broma.
-¡Imbécil!- me regaño mientras me empujaba levemente-si no fueras tu ya te hubiera dado una patada en los huevo-
-Oye cálmate, yo solo repito lo que escucho, aunque no he podido comprobar nada- dije entre risas. Este tipo de platica era normal entre nosotros 2, ella había dejado el pudor cuando noto que por mas que lo intentaba no lograba provocar reacción en mi, (yo era el único hombre en el salón que no había mostrado el mínimo interés en ella, aunque la verdad es que lo sabia disimular muy bien) cosa que ayudo a que nuestra amistad aflorara al tener todo tipo de platicas sin tapujos.
-Ademas, tu no has podido comprobar nada conmigo porque no has querido- dijo mientras me lanzaba una mirada picara.
-Ni hablar, sabes que no me interesas en ese sentido- dije mostrándome digno.
-¡Vamos!- dijo mientras se abrazaba a mi brazo - me vas a decir que no te gusta mi cuerpo, lo disimulas muy bien pero hasta a ti se te escapa una que otra miradita, al principio no me daba cuenta pero ahora ya no me engañas- soltó una risita provocativa y me abrazo aun mas fuerte, presionando sus tetas contra mi.
-Pues mira, en eso no te voy a mentir, tienes un buen cuerpo y mas de una vez tu culo me a atraído, pero ya te dije, no me interesas como novia- dije mientras trataba de soltarla de mi brazo.
-Pues no seamos novios, solo cojamos un rato, al fin y al cabo soy una puta ¿no?- me sorprendió esta respuesta, pero guarde la compostura.
-Osea que ¿solo me quieres para coger?. dije riendo
-¿y tu no?- replico ella
-Okey ahí me tienes- dije rindiendome -aun así, no tengo tiempo, salimos a las 10 de la noche y los fines no puedo hacer mas que trabajos escolares- dije como ultimo recurso para huir a lo inevitable, pero al mismo tiempo con esperanza de que ella encontrara una forma, puesto que follar ese culo era un deseo que tenia desde hacia tiempo, pero mi estúpido orgullo no me lo permitía pedir.
-Pues hay que hacerlo ahora- dijo empujándome contra una pared y soltándome un beso de lengua muy sorpresivamente.
-¡Estas loca!- me queje mientras la alejaba -¿como crees que lo vamos a hacer aquí?- replique, sabiendo la opción que propondría ella
-Obvio aquí no idiota, vamos a papel reciclable- dijo exactamente lo que esperaba.
Papel reciclable era una pequeña oficina en la escuela, escondida de todo a la cual solo se podía acceder después de pasar por toda la escuela, encontrar un pasillo entre 2 edificios y luego encontrar la puerta correcta. Este lugar yo lo conocía muy bien, por razones que ya contare en otra anécdota. Esta oficina solo servia para dejar papel usado que luego se rehusaba, pero se visitaba a cada final de semestre, el resto del tiempo estaba solo, por lo que cojer ahí era una tradición prácticamente.
Llegamos a "papel reciclable" en menos de 2 minutos, yo ya no ocultaba mis ganas de cojer ese coño tan usado por tanta gente y del cual se hablaba tan bien.
Una vez confirmamos que nadie mas estaba haciendo "uso" de "papel reciclable", comenzó la acción.
Ella ni corta ni perezosa comenzó a sobar mi verga por encima del pantalón, cosa que me calentó bastante, mientra nos dábamos un beso de lengua muy profundo, cuando vi que ella también necesitaba sensaciones, comencé a meterle mi mano en el pantalón, por encima de su tanga comencé a acariciar su vulva. Esta acción le hizo reaccionar bastante, puesto que casi me mordió la lengua que en ese momento estaba de visita en su boca, acto seguido se acerco a mi cuello y me mordió la oreja suavemente, esto es, en mi caso, como presionar el botón turbo en un auto, por lo que ni bien termino de morder, me agache y le baje el pantalón y la tanga. Ahí estaba, el coño que tanto había deseado, rosado, a pesar de ser tan usado, y húmedo, con una depilación en forma de rectángulo vertical, esto fue lo que note en los pocos segundo que lo vi ya que mi calentura me obligo a seguir y, como un instinto animal, lamer esos carnosos labios, ella no pudo retener un grito que nos puso algo tensos a ambos, temiendo haber llamado la atención de alguien que pasase cerca.
Sin embargo nadie lo estaba, así que continuamos, cuando vi que ella escurría sus jugos me levante y apunte a su entrada, pase la cabeza de mi verga por toda su raja, para humedecerla con sus jugos, esto la desespero y comenzó a gemir mientras decía:
-ya, no seas cabrón métemela- mientras movía el culo tratando de meter mi verga
Mi honor volvió y también mi crueldad, así que aproveche para ponerla a mi sumisión.
-¿la quieres puta?, si quieres verga tendrás que rogar y decir que eres una perra que lo hace con cualquiera- dije con aires de superioridad
-no lo haré- dijo con un intento de dignidad en su voz
-bueno...- dije mientras me subía los pantalones lentamente - supongo que no cojeremos
ella no aguanto mas -¡esta bien!, por favor, cojeme, coje a esta perra, soy una perra sucia que lo hace con todo el mundo- dijo finalmente
Acto seguido me volví a acercar y de una le metí la verga entera, ella reprimió un grito muy fuerte y yo proseguí a embestirla una y otra vez
-Que rico, que rico- decía con gemidos
-¿te gusta puta?- le dije al oído
-¡si!- soltó un gritito -Voy a acabar, ¡voy a acabar!- por lo que apretó fuertemente mientras chorreaba, cosa que se sintió genial y me hizo acabar a mi también, dejando le toda la leche en las nalgas y la espalda. Ella se volteo segundos después y comezo a chupármela, quitando los restos de semen en mi verga y tragandoselos.
-Entonces, ¿que te pareció?- pregunto mientras terminaba de limpiar mi verga
-Pues muy bien, aprietas muy bien para cojer con todos- dije retomando mi forma de bromear normal
-Cállate- dijo y apretó mis bolas
-Lo siento, lo siento- rogué
Ella rió y finalmente se levanto poniéndose el pantalón
-¿y la tanga?- pregunte curioso
-te la regalo, cuando quieras cojer de nuevo me la muestras sin que te vean. Acto seguido nos fuimos del lugar y repetimos el evento varias veces mas.
2 comentarios - La putita de la escuela