Tengo ganas (V)

Todo empezó aquí http://www.poringa.net/posts/relatos/2946922/Tengo-ganas.html?notification#last
Lo continúo@Lady_GodivaII aquí http://www.poringa.net/posts/relatos/2947274/Tengo-ganas-ella.html
@pervberto dijo lo suyo con su particular estilo aquí http://www.poringa.net/posts/relatos/2947738/Tengo-ganas-otro.html#comment-136919
y @Lomorocha le dió una particular vuelta de tuerca aquí http://www.poringa.net/posts/relatos/2947844/Tengo-ganas-otra.html#comment-139338
Hago un nuevo aporte a ésta orgía literaria abierta al que quiera penetrarla.


Y después de besarte el ojete, de llenarlo de mi saliva. De sentirlo abrirse ante los empujes de mi lengua, es que me incorporo y apoyo la cabeza de la pija justo en la entrada. Lo veo a tu marido parado en el pasillo, cerca nuestro con la verga afuera del pantalón, pajeándose.
La apoyo y empujo apenas, solamente para hacerte sentir que voy a entrar, para que vayas relajando los músculos del ano de manera que te sea más placentera la penetración. Te escucho gemir despacio con la cara hundida entre las sábanas. Vos también te incorporás un poco, poniendote en cuatro, ofreciéndome una mejor entrada. Tus movimientos de cadera van acomodando la pija en el ángulo exacto de entrada, tus manos abren los cachetes mostrándome aún más ese hermoso orto que deseo. Ya estuve aquí anoche en medio de la locura que surgió casi de la nada. Viniste a una inocente visita social a nuestra casa. Decías estar sola y que tenías ganas de compartir unos vinos con nosotros. Y de repente entre copa y copa surgió lo impensado y tantas veces deseado. Te entregaste a nuestro morbo y nos entrelazamos en una danza de tres que duró toda la noche.
La vuelta de tuerca más extraña fue cuando desnuda entre mis brazos y con la lengua de mi amante entre tus piernas, nos dijiste que tu marido quería mirar. Estaba esperando afuera en el auto. Parecías dudar. Lo disfrutabas y lo sufrías al mismo tiempo. Lo dejamos entrar y se quedó en un rincón toda la noche sin decir palabra. Entre gemidos, penetraciones, chupadas y caricias, te veía mirarlo de reojo todo el tiempo. Parecías no estar demasiado segura, pero parecías gozar como nunca,. Todo junto, todo al mismo tiempo. Tuve la sensación que querías salir corriendo, pero algo te mantenía con nosotros, llena de nuestros sexos.
Yo tampoco puedo recordar todavía como es que terminamos en el playroom. A mi lado dormía ella. Había amanecido hacía rato. Me desperté con el ansia de tu cuerpo, se lo dije. Me dijo que dormiría un rato más, que en una de esas después nos acampañaba. Al salir al pasillo me lo encuentro frente a tu puerta con la pija dura, mirándote dormir desnuda. Pactamos con tu marido éste cambio de roles y ahora mi verga se abre paso dentro de tu orto. Lo veo abriéndose, tragándomela centímetro a centímetro, como golosa boca deglutiendo su más preciado manjar. Me hace ver las estrellas lo apretado de tu conducto. Como me agarrás la pija apretándo los músculos y sintiendo abrirse el canal de tu ano. Hasta que estoy adentro tuyo por completo y nada más me importa en el mundo. Empujo un par de veces dentro tuyo, pero siento que no estás del todo lubricada. La saco y veo tu ojete abierto. Le pongo un poco de gel a la verga y vuelvo a entrar. Ahora sí, estás entregada por completo. Te movés y gozás con cada embate. Te empiezo a tocar el clítoris con la mano derecha mientras te cojo por el culo. Parecés agradecer la caricia porque tus gemidos son cada vez más intensos, allí debajo entre las sábanas. Tu piel me vuelve loco, tu culo me recibe y cogemos como si ya no hubiese acabado tantas veces dentro tuyo hace no más de unas pocas horas.
Hasta que siento una voz detrás mío que dice las palabras que todavía hoy resuenan en mis oídos...