Me sentía decepcionado, mi prima me había usado, se había aprovechado de mis ansias de placer y a cambio de una mamada en la piscina me lavó el cerebro para que le permita meter a su novio a la casa. Muy en el fondo me parecía que se trataba de una suerte de justicia poética después de todo lo que yo le había hecho* sin embargo no podía dejar de sentirme defraudado.
*Antes de iniciar el relato te recomiendo leer las precuelas, las cuales puedes ubicar en mi perfil o en este enlace:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2938221/Mi-prima-la-piscina-su-bra-y-su-tanga.html
Después de salir de la piscina me sentía muy inferior. Por la forma en que había sido amenazado, no podía no acceder al pedido de Kristina. La noche próxima su novio entraría a la casa, a mi casa, y dormiría con ella, dormir como una forma de decir que 'follarían descontroladamente'. Imaginaba todas las posibilidades y me repugnaba pensar que fueran a tener relaciones en la cama de mis padres. No iban a usar mi cuarto. No iban a usar el de mis hermanas, seguramente el tipo se la comería ahí donde solían dormir mis papas.
El resto de ese día no volvimos a intercambiar palabras con mi prima, sin embargo, cada tanto me miraba con aires de superioridad, como quien mira a un enemigo después de haberlo derrotado. Incluso a la hora de la merienda y mientras compartíamos la mesa, tenia la osadía de juntar sus brazos sobre su pecho haciendo que sus morenos pechos se juntasen y pareciesen tener mayor tamaño, todo esto sin llamar la atención de mis hermanas, quienes estaban inocentes ante todo lo acontecido en la semana.
No entendía como habíamos llegado a este punto, o capaz si. Capaz fui ingenuo al pensar que yo, un joven que apenas y cursaba el colegio podía dominar una aventura sexual sin que se me saliera de las manos. Ahora no solo estaba a merced de las amenazas de Kristina sino que el pajero del vecino nos había visto en la piscina y yo era el único que sabía.
Aquel día dormí temprano, y por primera vez en varios días, no me hice una paja. Lo cual, para un adolescente, es decir bastante.
Al amanecer, no hubo beso de buenos días, sin embargo Kristina abrió la puerta de mi habitación y se acercó a mí para recordarme nuestro pacto.
-Espero no se te olvide lo de esta noche. Por cierto, ya está listo el desayuno.
Me limité a asentir con la cabeza y lanzar una mirada de reproche a mi prima. Fui a la cocina, desayuné y me dirigí con mis hermanas al colegio. Contrario a lo que había sucedido los últimos días la jornada académica se pasó volando, era como si el destino quisiese empujarme rápidamente hacia lo inevitable.
Volví a casa y ni bien llegué, mi prima me recordó como se darían las cosas esa noche. Ella iba a llegar de la universidad como si nada, las chicas se iban a dormir, y una vez dormidas, el chico entraría, conversarían en la sala un rato y luego dormirían en el cuarto de mis padres, tal y como yo había temido.
Mi prima se fue a la universidad vistiendo una escotada blusa blanca, y debajo su mejor brasier, el que más grandes y redondos hacía lucir sus pechos. Además llevaba un ajustado jean que iba a juego con sus altos tacones. Al verla así de rica finalmente apareció la bestia que en mí habitaba. Mi instinto no me había fallado una sola vez esta semana, así que no veía porque cortar la racha. Mi prima me tenía controlado con la amenaza de revelar y tergiversar lo que había pasado entre nosotros, sin embargo, no veía motivo por el cual yo no pudiera usar eso a mi favor. Si mi prima amenazaba con exponerme, yo no amenazaría con exponerla, directamente la expondría. Era arriesgado. Pero valía la pena intentarlo.
Ella tenía su plan, y yo tenía el mío.
Cuando mi prima llego a la casa la tensión entre ambos se podía cortar con un cuchillo. Kristina se comporto con normalidad con mis hermanas, no denotaba apuro ni ansiedad, se sabía en control de la situación. Cuando llego el momento mis hermanas se fueron a dormir. Volví a dirigirle la palabra a mi prima solo para decirle
-Me voy a dormir también, que disfrutes tu noche.
-Gracias
Dijo con una sonrisa sin imaginar lo que le esperaba.
Todas las luces de la casa se apagaron, cualquiera que pasase por la casa podría pensar que ya estábamos durmiendo. Pero no era así. Kristina estaba esperando a su chico, y yo poseído por ese animal que me controlaba cuando quería placer estaba pegado a la puerta de mi cuarto esperando actuar.
Siendo casi las 12, el tipo llegó. Yo estaba ciego, no podía ver nada, solo podía escuchar lo que pasaba, y lo que mis oídos me decían era que tal como mi prima lo había dicho, ella y su chico conversarían un rato en la sala antes de subir al cuarto.
Puse en marcha la primera parte de mi plan, mientras ellos conversaban en la sala, me metí al baño del cuarto de mis padres y espere pacientemente. El tiempo pasaba y pasaba, la tensión empezaba a acrecentarse en mi pecho y en mi pantalón.
Escuche como se abría la puerta del cuarto de mis padres, todo muy silentemente. Kristina y su novio se hablaban en incomprensibles susurros. Cerraron la puerta. Y empecé a escuchar apasionados besos. De pronto esos susurros se convirtieron en pequeños suspiros, y luego en gemidos.
Supe que mi momento estaba por llegar una vez que mi prima emitió un largo gemido, el cual me resultó familiar, puesto que apenas unas noches atrás era yo quien le había arrancado un gemido así al momento de penetrarla por vez primera. No podía ser otra, el tipo estaba dándole a mi prima.
De pronto empecé a oír el cómo aumentaban los gemidos Kristina, era momento de poner en marcha mi plan. Me quité la ropa y al igual que mi prima y su novio en el cuarto, yo estaba completamente desnudo en el baño, presto a salir y sorprenderlos. Era matar o morir.
Abrí la puerta. La escena se detuvo y quedo en completo silencio. Kristina estaba acostada boca arriba y su novio de rodillas al borde de la cama con su cabeza clavada en medio de sus gruesas piernas haciéndole sexo oral a mi prima, me sorprendió puesto que pensaba verlo dándole. Lo que no me sorprendió es ver que ambos se habían vuelto 2 estatuas, tiesos como piedra. Mismo material del cual parecía estar hecha mi verga que formando un ángulo recto con mi cuerpo se robaba las miradas de mi prima.
-Vladimir
Dijo mi prima que finalmente había roto el silencio, mas su novio seguía sin mirarme ni moverse. Estaban atemorizados.
-Qué está pasando aquí...?
Dijo el tipo sin levantar cabeza, visiblemente humillado. Como un asesino que tiene a sus víctimas a merced, camine alrededor de la escena y quede al borde de la cama también, pero del lado cercano al rostro de mi prima. Mi verga quedó a centímetros de su rostro. Sentí como su respiración paso de un pausado ritmo a un agitado compás. La velocidad de su respiración lo decía todo. Había entendido el mensaje.
Apoye mi rodilla sobre la cama y mi verga que se iba a estrellar contra la morena cara de Kristina pero fue engullida ágilmente por su boca. Su novio que al parecer no tenía la misma pericia sexual que la bestia en que me había convertido apenas observaba de la situación con su verga ya flácida.
Sin embargo, al ver la devoción con la cual Kristina devoraba mi sable, el tipo empezó a erectarse nuevamente y sin necesidad de que nadie se lo indique, entendió las reglas del juego también.
El tipo tenía una verga muy diferente a la mía, era una curva ascendente, y en su textura lucía mas maciza, no estaba surcada por las prominentes venas que rodeaban la mía y la cabeza estaba parcialmente cubierta por su capuchón.
Lentamente empezó a penetrar a Kristina lo cual hizo que la mamada que mi prima me daba se viera entrecortada por el placer que la penetración vaginal le proporcionaba.
El tipo empezó a aumentar a el ritmo del bombeo lo cual hizo que Kristina pierda la destreza de hacer 2 cosas a la vez y dejo de mamar mi verga para detenerse únicamente a sentir el placer que su novio le estaba dando.
Celoso por ello, aproveche que aún tenía mi tranca en el interior de la boca de Kristina y empecé a follarle la boca, no tenía el menor reparo en ser sutil con mis embestidas, cada tanto la respiración de mi prima se veía interrumpida por arcadas, las cuales venían acompañadas con lágrimas brotando de sus ojos ante la falta de respiración y se calmaban únicamente cuando yo sacaba mi verga de su boca envuelta en hilos de saliva, permitiéndole respirar.
Con un intercambio de miradas supimos que era momento de intercambiar lugares, el tipo se acerco a la boca de mi prima a lo que ella respondió con una delicada mamada que se vio interrumpida por el grito que arranco mi verga a mi prima. Empuje hasta el fondo y sentí llegar hasta el tope de su cavidad vaginal. Irónicamente, a diferencia de la ultima vez, esta ocasión que la compartía con su novio, me sentí verdaderamente el dueño de mi prima.
Podía hacer lo que se me antojase. La penetraba en todas las velocidades y arrancaba todo tipo de gemidos de Kristina. Su novio disfrutaba también el placer que la boca y los labios de mi prima le brindaba. Finalmente Kristina dejo el rol pasivo en que se encontraba, se irguió sobre la cama y se puso en 4 patas, ofreciendo su cola a su novio.
-Dale Oscar
Dijo mi prima en medio de un gemido. Finalmente descubrí como se llamaba el tipo: Oscar, En fin. El tipo sin perder tiempo le dio una nalgada que estremeció a mi prima y para luego empezó a meter su verga nuevamente dentro de ella. La nueva posición estaba enloqueciendo a mi prima, que con una seña me indico que me acerque a su boca, y empezó a mamarme la verga mientras el tipo le daba en 4, pero la cadencia con la que mi prima me daba placer no me era suficiente, la despoje del control y empecé a follarla por la boca nuevamente. Mientras sus pequeños pechos brincaban al ritmo de nuestra faena.
Cada tanto el tipo se detenía para cachetear las nalgas de Kristina. Y cada tanto yo me detenía para cachetear el rostro de mi prima con mi erecta verga. El rostro de mi prima era una obra de arte, a pesar de su morena piel estaba roja como un tomate, sus cachetes estaban hinchados por los vergazos que le había propinado, sus ojos desteñían delineador y de su boca chorreaban hilos de saliva mezclada con líquidos pre seminales.
Una vez mas Oscar me hizo señal de cambiar de lugar, cuando quede frente a la cola empinada de mi prima me di cuenta que su rostro no era la única obra de arte, sus anchos cachetes estaban marcados con cada uno de los dedos de las manos de su novio, como si de una vaca se tratase. Su coño me recordaba a un jugoso filete de carne. Para cuando la iba a penetrar Oscar ya se había adelantado y dejaba que la lengua de Kristina hiciera magia con su glande.
Yo en cambio aproveche la distracción para escupir sobre el rosado ano de mi prima y amenazar con clavarle mi verga, al principio Kristina parecía no sentirse incomoda, pero en cuanto mi hinchado glande amenazo con apertura su ano mi prima se sacudió en señal de desaprobación. Me conformé con darle por su coño, pero con un interesante giro.
Mientras le daba la tome de los brazos, juntándolos sobre su espalda, de manera que mi prima no tuviese como apoyarse equilibradamente sobre la cama, mientras mi verga la penetraba y Oscar follaba su boca yo amenazaba con soltarla de mi agarre, de manera que por la falta de equilibrio su cuerpo se abalanzara sobre la tranca de su novio quien agradecía con hondos gemidos el poder sentir su verga llenando la boca y garganta de Kristina en toda su extensión.
Muy en el fondo me costaba creer que semejante nivel de violencia excitase a Kristina, o quizás se había dado cuenta esa misma noche de lo cerca que podía llegar a ser, prácticamente estaba siendo violada y gemía con pasión y mucho placer. De hecho, por los niveles de agresión lo único que separaba a lo que hacíamos de una violación era que en ningún momento Kristina había puesto resistencia y disfrutaba salvajemente del placer por duplicado.
Mi prima se separo de nuestro control y le pidió a Oscar que se acueste, y sin perder el tiempo el tipo se acostó, mi prima gateo sobre la cama y empezó a sentarse sobre la verga de su pareja. Empezó a cabalgarlo a su ritmo, yo me sentía excluido, sin importarle el tener su boca llena de nuestros fluidos Oscar y Kristina se besaron y juntaron sus cuerpos.
A pesar de estar apartado de la acción, el bamboleo del culo de mi prima sobre la verga de Oscar me calentaba en sobremanera. El ver su ano asomarse con cada embestida me provocaba las mas perversas sensaciones. Busqué en el suelo una de las bragas de Kristina, se trataba de una tanga de estampado floral una de las cuales me habían servido de placer hace solo unas noches.
Me acerque a Kristina y Oscar e interrumpiendo su beso, metí la braga en la boca mi prima, ella no opuso resistencia y Oscar parecía complacido porque empezó a embestirla y a besarla con mas potencia a la vez que ella cabalgaba mas rápido. Me coloque justo detrás de Kristina, me puse en cuclillas, mi verga apuntaba directamente a su ano. Escupí mi verga al menos 2 veces, de manera que quedase perfectamente lubricada. Me acerque cada vez mas a su ano y con algo de dificultad por el movimiento entre ella y Oscar y empecé a empujar.
La braga en la boca de Kristina no era realmente una forma de calentarla a ella y a Oscar, era en realidad una mordaza, una que evite que los desgarradores gritos de mi prima despierten al vecindario completo.
Poco a poco mi glande empezó a ejercer fuerte presión en su ano, el cual empezó a dilatarse lentamente, milímetro a milímetro su grandioso culo fue engullendo mi glande, Oscar entendió la dinámica una vez mas y ayudo con su mano a que mi prima no pudiese quitarse la braga de la boca y que además no pudiese gritar por el dolor que esta presión le producía. Entonces, finalmente, luego de tanto presionar, de pronto mi glande desapareció.
Su ano había engullido por completo la cabeza de mi verga, en la base, en la zona del frenillo podía sentir claramente la fricción de la verga de Oscar que seguía taladrando a mi prima. Tal placer me hizo perder la razón y una vez con el glande dentro el ano de Kristina empezó a ceder con menor dificultad.
Si su coño era apretado, su ano lo era mas, su temperatura era mucho mas cálida y confortable, la textura era lisa lo cual permitía que la lubricación de mi saliva dejase que de pronto ya la mitad de mi tranca estuviese dentro de Kristina. Yo y Oscar nos volvíamos locos por el placer que los huecos de Kristina nos daban, además de nuestros miembros haciendo fricción a través de la carne que separaba el ano de la vagina de mi querida prima.
De pronto no hubo mordaza ni nada que pueda impedir el desgarrador grito de mi prima cuando un eléctrico orgasmo recorrió cada milímetro de su cuerpo, en un acuerdo tácito Oscar y yo dejamos de bombearla gradualmente para que mi prima disfrutase a fuego lento del que catalogo como:
-Ha sido el mejor sexo de mi vida.
Oscar y yo salimos de los adentros de Kristina, quien temblorosa se bajaba de la cama y recuperando su color moreno en reemplazo del rojo color de su agitación se puso de rodillas sobre el suelo.
-Quiero que me bañen en su leche.
Oscar fue el primero en acercarse a Kristina, empezó a masturbarse y con su boca y labios empezó a ayudarlo, lo que derivo en que se corriese brevemente. Perdí la cuenta de los chorros de leche que cayeron sobre la frente, cabello, mejillas, mentón y torso de Kristina. La lefa del tipo era distinta a la mía, era transparente y menos viscosa, lo cual daba la impresión de que efectivamente mi prima había sido bañada en leche.
Ver a mi prima de esa forma hizo que con un par de agitadas a mi verga con sus manos mi glande desprendiese 3 gruesos chorros del mas blanco y espeso semen. Estos atravesaron su rostro, uno iba desde su frente hasta su nariz, otro atravesó su ojo derecho y otro cayo muy cerca del primero.
2 chorros mas fueron a parar directo a la boca de Kristina. Su boca estaba parcialmente llena de semen, pero quería más, ella tomo la verga de Oscar y con su boca aun con la lechita dentro, exprimió el miembro de su novio. Luego tomo mi pene y lo exprimió también.
Con su boca ya mas llena de espeso liquido seminal, dio un sorbo y se lo trago, luego con sus dedos empezó a recoger el semen de su rostro y pecho y lo devoró también, como si de un delicioso elixir se tratase. Una vez "limpia" mi prima se puso de pie y se lanzo sobre la cama.
Oscar y yo nos acostamos cada uno a su lado. Dormimos juntos y desnudos los 3. A las 5 am una alarma nos despertó. Oscar se levantó, se vistió y se despidió de mi prima. Todo esto antes de que mis hermanas despierten para no levantar sospecha alguna. Mi prima se vistió también para acompañarlo hasta la puerta.
Al volver, mi prima se volvió a acostar junto a mi. El tenerla cerca nuevamente me permitió notar que la noche anterior quedo tan exhausta que no se había lavado y había permanecido la noche con unos cuantos restos secos del semen de Oscar y el mío en su rostro.
-Gracias Vladimir.
Me dijo a la vez que me besaba y me acariciaba el bulto.
-Hoy es mi ultimo día aquí, mañana llegan mis tíos.
Dijo Kristina con algo que reconocí como nostalgia.
-Ha sido la mejor semana de mi vida.
Dije con una honestidad brutal.
-Hagamos que este ultimo día valga la pena. No vayas al colegio.
Dijo mientras me daba un beso. No me importo que ese beso pudiese tener mi leche o la de Oscar en el. Lo que mi prima me había causado, nunca lo iba a poder olvidar, y aun nos quedaba un día mas, el cual planeabamos disfrutarlo al máximo.
Ese día las chicas se fueron solas al colegio. Y ni bien nos quedamos solos yo y mi prima nos fundimos en un profundo beso. Un largo día, lleno de placer estaba apenas por empezar.
-Vamos a la plaza.
Dijo Kristina a la vez que mi verga se endurecía solo de imaginar lo que estaba por venir.
----------
Este ha sido mi séptimo relato en la serie de historias sobre mi prima. Espero les haya gustado.
Me haría muy feliz y me motivaría un montón a seguir escribiendo mis experiencias, el recibir sus opiniones, críticas y sugerencias sean positivas o negativas. Por favor y muchas gracias.
- vladimirtrach@outlook.com
*Antes de iniciar el relato te recomiendo leer las precuelas, las cuales puedes ubicar en mi perfil o en este enlace:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2938221/Mi-prima-la-piscina-su-bra-y-su-tanga.html
Después de salir de la piscina me sentía muy inferior. Por la forma en que había sido amenazado, no podía no acceder al pedido de Kristina. La noche próxima su novio entraría a la casa, a mi casa, y dormiría con ella, dormir como una forma de decir que 'follarían descontroladamente'. Imaginaba todas las posibilidades y me repugnaba pensar que fueran a tener relaciones en la cama de mis padres. No iban a usar mi cuarto. No iban a usar el de mis hermanas, seguramente el tipo se la comería ahí donde solían dormir mis papas.
El resto de ese día no volvimos a intercambiar palabras con mi prima, sin embargo, cada tanto me miraba con aires de superioridad, como quien mira a un enemigo después de haberlo derrotado. Incluso a la hora de la merienda y mientras compartíamos la mesa, tenia la osadía de juntar sus brazos sobre su pecho haciendo que sus morenos pechos se juntasen y pareciesen tener mayor tamaño, todo esto sin llamar la atención de mis hermanas, quienes estaban inocentes ante todo lo acontecido en la semana.
No entendía como habíamos llegado a este punto, o capaz si. Capaz fui ingenuo al pensar que yo, un joven que apenas y cursaba el colegio podía dominar una aventura sexual sin que se me saliera de las manos. Ahora no solo estaba a merced de las amenazas de Kristina sino que el pajero del vecino nos había visto en la piscina y yo era el único que sabía.
Aquel día dormí temprano, y por primera vez en varios días, no me hice una paja. Lo cual, para un adolescente, es decir bastante.
Al amanecer, no hubo beso de buenos días, sin embargo Kristina abrió la puerta de mi habitación y se acercó a mí para recordarme nuestro pacto.
-Espero no se te olvide lo de esta noche. Por cierto, ya está listo el desayuno.
Me limité a asentir con la cabeza y lanzar una mirada de reproche a mi prima. Fui a la cocina, desayuné y me dirigí con mis hermanas al colegio. Contrario a lo que había sucedido los últimos días la jornada académica se pasó volando, era como si el destino quisiese empujarme rápidamente hacia lo inevitable.
Volví a casa y ni bien llegué, mi prima me recordó como se darían las cosas esa noche. Ella iba a llegar de la universidad como si nada, las chicas se iban a dormir, y una vez dormidas, el chico entraría, conversarían en la sala un rato y luego dormirían en el cuarto de mis padres, tal y como yo había temido.
Mi prima se fue a la universidad vistiendo una escotada blusa blanca, y debajo su mejor brasier, el que más grandes y redondos hacía lucir sus pechos. Además llevaba un ajustado jean que iba a juego con sus altos tacones. Al verla así de rica finalmente apareció la bestia que en mí habitaba. Mi instinto no me había fallado una sola vez esta semana, así que no veía porque cortar la racha. Mi prima me tenía controlado con la amenaza de revelar y tergiversar lo que había pasado entre nosotros, sin embargo, no veía motivo por el cual yo no pudiera usar eso a mi favor. Si mi prima amenazaba con exponerme, yo no amenazaría con exponerla, directamente la expondría. Era arriesgado. Pero valía la pena intentarlo.
Ella tenía su plan, y yo tenía el mío.
Cuando mi prima llego a la casa la tensión entre ambos se podía cortar con un cuchillo. Kristina se comporto con normalidad con mis hermanas, no denotaba apuro ni ansiedad, se sabía en control de la situación. Cuando llego el momento mis hermanas se fueron a dormir. Volví a dirigirle la palabra a mi prima solo para decirle
-Me voy a dormir también, que disfrutes tu noche.
-Gracias
Dijo con una sonrisa sin imaginar lo que le esperaba.
Todas las luces de la casa se apagaron, cualquiera que pasase por la casa podría pensar que ya estábamos durmiendo. Pero no era así. Kristina estaba esperando a su chico, y yo poseído por ese animal que me controlaba cuando quería placer estaba pegado a la puerta de mi cuarto esperando actuar.
Siendo casi las 12, el tipo llegó. Yo estaba ciego, no podía ver nada, solo podía escuchar lo que pasaba, y lo que mis oídos me decían era que tal como mi prima lo había dicho, ella y su chico conversarían un rato en la sala antes de subir al cuarto.
Puse en marcha la primera parte de mi plan, mientras ellos conversaban en la sala, me metí al baño del cuarto de mis padres y espere pacientemente. El tiempo pasaba y pasaba, la tensión empezaba a acrecentarse en mi pecho y en mi pantalón.
Escuche como se abría la puerta del cuarto de mis padres, todo muy silentemente. Kristina y su novio se hablaban en incomprensibles susurros. Cerraron la puerta. Y empecé a escuchar apasionados besos. De pronto esos susurros se convirtieron en pequeños suspiros, y luego en gemidos.
Supe que mi momento estaba por llegar una vez que mi prima emitió un largo gemido, el cual me resultó familiar, puesto que apenas unas noches atrás era yo quien le había arrancado un gemido así al momento de penetrarla por vez primera. No podía ser otra, el tipo estaba dándole a mi prima.
De pronto empecé a oír el cómo aumentaban los gemidos Kristina, era momento de poner en marcha mi plan. Me quité la ropa y al igual que mi prima y su novio en el cuarto, yo estaba completamente desnudo en el baño, presto a salir y sorprenderlos. Era matar o morir.
Abrí la puerta. La escena se detuvo y quedo en completo silencio. Kristina estaba acostada boca arriba y su novio de rodillas al borde de la cama con su cabeza clavada en medio de sus gruesas piernas haciéndole sexo oral a mi prima, me sorprendió puesto que pensaba verlo dándole. Lo que no me sorprendió es ver que ambos se habían vuelto 2 estatuas, tiesos como piedra. Mismo material del cual parecía estar hecha mi verga que formando un ángulo recto con mi cuerpo se robaba las miradas de mi prima.
-Vladimir
Dijo mi prima que finalmente había roto el silencio, mas su novio seguía sin mirarme ni moverse. Estaban atemorizados.
-Qué está pasando aquí...?
Dijo el tipo sin levantar cabeza, visiblemente humillado. Como un asesino que tiene a sus víctimas a merced, camine alrededor de la escena y quede al borde de la cama también, pero del lado cercano al rostro de mi prima. Mi verga quedó a centímetros de su rostro. Sentí como su respiración paso de un pausado ritmo a un agitado compás. La velocidad de su respiración lo decía todo. Había entendido el mensaje.
Apoye mi rodilla sobre la cama y mi verga que se iba a estrellar contra la morena cara de Kristina pero fue engullida ágilmente por su boca. Su novio que al parecer no tenía la misma pericia sexual que la bestia en que me había convertido apenas observaba de la situación con su verga ya flácida.
Sin embargo, al ver la devoción con la cual Kristina devoraba mi sable, el tipo empezó a erectarse nuevamente y sin necesidad de que nadie se lo indique, entendió las reglas del juego también.
El tipo tenía una verga muy diferente a la mía, era una curva ascendente, y en su textura lucía mas maciza, no estaba surcada por las prominentes venas que rodeaban la mía y la cabeza estaba parcialmente cubierta por su capuchón.
Lentamente empezó a penetrar a Kristina lo cual hizo que la mamada que mi prima me daba se viera entrecortada por el placer que la penetración vaginal le proporcionaba.
El tipo empezó a aumentar a el ritmo del bombeo lo cual hizo que Kristina pierda la destreza de hacer 2 cosas a la vez y dejo de mamar mi verga para detenerse únicamente a sentir el placer que su novio le estaba dando.
Celoso por ello, aproveche que aún tenía mi tranca en el interior de la boca de Kristina y empecé a follarle la boca, no tenía el menor reparo en ser sutil con mis embestidas, cada tanto la respiración de mi prima se veía interrumpida por arcadas, las cuales venían acompañadas con lágrimas brotando de sus ojos ante la falta de respiración y se calmaban únicamente cuando yo sacaba mi verga de su boca envuelta en hilos de saliva, permitiéndole respirar.
Con un intercambio de miradas supimos que era momento de intercambiar lugares, el tipo se acerco a la boca de mi prima a lo que ella respondió con una delicada mamada que se vio interrumpida por el grito que arranco mi verga a mi prima. Empuje hasta el fondo y sentí llegar hasta el tope de su cavidad vaginal. Irónicamente, a diferencia de la ultima vez, esta ocasión que la compartía con su novio, me sentí verdaderamente el dueño de mi prima.
Podía hacer lo que se me antojase. La penetraba en todas las velocidades y arrancaba todo tipo de gemidos de Kristina. Su novio disfrutaba también el placer que la boca y los labios de mi prima le brindaba. Finalmente Kristina dejo el rol pasivo en que se encontraba, se irguió sobre la cama y se puso en 4 patas, ofreciendo su cola a su novio.
-Dale Oscar
Dijo mi prima en medio de un gemido. Finalmente descubrí como se llamaba el tipo: Oscar, En fin. El tipo sin perder tiempo le dio una nalgada que estremeció a mi prima y para luego empezó a meter su verga nuevamente dentro de ella. La nueva posición estaba enloqueciendo a mi prima, que con una seña me indico que me acerque a su boca, y empezó a mamarme la verga mientras el tipo le daba en 4, pero la cadencia con la que mi prima me daba placer no me era suficiente, la despoje del control y empecé a follarla por la boca nuevamente. Mientras sus pequeños pechos brincaban al ritmo de nuestra faena.
Cada tanto el tipo se detenía para cachetear las nalgas de Kristina. Y cada tanto yo me detenía para cachetear el rostro de mi prima con mi erecta verga. El rostro de mi prima era una obra de arte, a pesar de su morena piel estaba roja como un tomate, sus cachetes estaban hinchados por los vergazos que le había propinado, sus ojos desteñían delineador y de su boca chorreaban hilos de saliva mezclada con líquidos pre seminales.
Una vez mas Oscar me hizo señal de cambiar de lugar, cuando quede frente a la cola empinada de mi prima me di cuenta que su rostro no era la única obra de arte, sus anchos cachetes estaban marcados con cada uno de los dedos de las manos de su novio, como si de una vaca se tratase. Su coño me recordaba a un jugoso filete de carne. Para cuando la iba a penetrar Oscar ya se había adelantado y dejaba que la lengua de Kristina hiciera magia con su glande.
Yo en cambio aproveche la distracción para escupir sobre el rosado ano de mi prima y amenazar con clavarle mi verga, al principio Kristina parecía no sentirse incomoda, pero en cuanto mi hinchado glande amenazo con apertura su ano mi prima se sacudió en señal de desaprobación. Me conformé con darle por su coño, pero con un interesante giro.
Mientras le daba la tome de los brazos, juntándolos sobre su espalda, de manera que mi prima no tuviese como apoyarse equilibradamente sobre la cama, mientras mi verga la penetraba y Oscar follaba su boca yo amenazaba con soltarla de mi agarre, de manera que por la falta de equilibrio su cuerpo se abalanzara sobre la tranca de su novio quien agradecía con hondos gemidos el poder sentir su verga llenando la boca y garganta de Kristina en toda su extensión.
Muy en el fondo me costaba creer que semejante nivel de violencia excitase a Kristina, o quizás se había dado cuenta esa misma noche de lo cerca que podía llegar a ser, prácticamente estaba siendo violada y gemía con pasión y mucho placer. De hecho, por los niveles de agresión lo único que separaba a lo que hacíamos de una violación era que en ningún momento Kristina había puesto resistencia y disfrutaba salvajemente del placer por duplicado.
Mi prima se separo de nuestro control y le pidió a Oscar que se acueste, y sin perder el tiempo el tipo se acostó, mi prima gateo sobre la cama y empezó a sentarse sobre la verga de su pareja. Empezó a cabalgarlo a su ritmo, yo me sentía excluido, sin importarle el tener su boca llena de nuestros fluidos Oscar y Kristina se besaron y juntaron sus cuerpos.
A pesar de estar apartado de la acción, el bamboleo del culo de mi prima sobre la verga de Oscar me calentaba en sobremanera. El ver su ano asomarse con cada embestida me provocaba las mas perversas sensaciones. Busqué en el suelo una de las bragas de Kristina, se trataba de una tanga de estampado floral una de las cuales me habían servido de placer hace solo unas noches.
Me acerque a Kristina y Oscar e interrumpiendo su beso, metí la braga en la boca mi prima, ella no opuso resistencia y Oscar parecía complacido porque empezó a embestirla y a besarla con mas potencia a la vez que ella cabalgaba mas rápido. Me coloque justo detrás de Kristina, me puse en cuclillas, mi verga apuntaba directamente a su ano. Escupí mi verga al menos 2 veces, de manera que quedase perfectamente lubricada. Me acerque cada vez mas a su ano y con algo de dificultad por el movimiento entre ella y Oscar y empecé a empujar.
La braga en la boca de Kristina no era realmente una forma de calentarla a ella y a Oscar, era en realidad una mordaza, una que evite que los desgarradores gritos de mi prima despierten al vecindario completo.
Poco a poco mi glande empezó a ejercer fuerte presión en su ano, el cual empezó a dilatarse lentamente, milímetro a milímetro su grandioso culo fue engullendo mi glande, Oscar entendió la dinámica una vez mas y ayudo con su mano a que mi prima no pudiese quitarse la braga de la boca y que además no pudiese gritar por el dolor que esta presión le producía. Entonces, finalmente, luego de tanto presionar, de pronto mi glande desapareció.
Su ano había engullido por completo la cabeza de mi verga, en la base, en la zona del frenillo podía sentir claramente la fricción de la verga de Oscar que seguía taladrando a mi prima. Tal placer me hizo perder la razón y una vez con el glande dentro el ano de Kristina empezó a ceder con menor dificultad.
Si su coño era apretado, su ano lo era mas, su temperatura era mucho mas cálida y confortable, la textura era lisa lo cual permitía que la lubricación de mi saliva dejase que de pronto ya la mitad de mi tranca estuviese dentro de Kristina. Yo y Oscar nos volvíamos locos por el placer que los huecos de Kristina nos daban, además de nuestros miembros haciendo fricción a través de la carne que separaba el ano de la vagina de mi querida prima.
De pronto no hubo mordaza ni nada que pueda impedir el desgarrador grito de mi prima cuando un eléctrico orgasmo recorrió cada milímetro de su cuerpo, en un acuerdo tácito Oscar y yo dejamos de bombearla gradualmente para que mi prima disfrutase a fuego lento del que catalogo como:
-Ha sido el mejor sexo de mi vida.
Oscar y yo salimos de los adentros de Kristina, quien temblorosa se bajaba de la cama y recuperando su color moreno en reemplazo del rojo color de su agitación se puso de rodillas sobre el suelo.
-Quiero que me bañen en su leche.
Oscar fue el primero en acercarse a Kristina, empezó a masturbarse y con su boca y labios empezó a ayudarlo, lo que derivo en que se corriese brevemente. Perdí la cuenta de los chorros de leche que cayeron sobre la frente, cabello, mejillas, mentón y torso de Kristina. La lefa del tipo era distinta a la mía, era transparente y menos viscosa, lo cual daba la impresión de que efectivamente mi prima había sido bañada en leche.
Ver a mi prima de esa forma hizo que con un par de agitadas a mi verga con sus manos mi glande desprendiese 3 gruesos chorros del mas blanco y espeso semen. Estos atravesaron su rostro, uno iba desde su frente hasta su nariz, otro atravesó su ojo derecho y otro cayo muy cerca del primero.
2 chorros mas fueron a parar directo a la boca de Kristina. Su boca estaba parcialmente llena de semen, pero quería más, ella tomo la verga de Oscar y con su boca aun con la lechita dentro, exprimió el miembro de su novio. Luego tomo mi pene y lo exprimió también.
Con su boca ya mas llena de espeso liquido seminal, dio un sorbo y se lo trago, luego con sus dedos empezó a recoger el semen de su rostro y pecho y lo devoró también, como si de un delicioso elixir se tratase. Una vez "limpia" mi prima se puso de pie y se lanzo sobre la cama.
Oscar y yo nos acostamos cada uno a su lado. Dormimos juntos y desnudos los 3. A las 5 am una alarma nos despertó. Oscar se levantó, se vistió y se despidió de mi prima. Todo esto antes de que mis hermanas despierten para no levantar sospecha alguna. Mi prima se vistió también para acompañarlo hasta la puerta.
Al volver, mi prima se volvió a acostar junto a mi. El tenerla cerca nuevamente me permitió notar que la noche anterior quedo tan exhausta que no se había lavado y había permanecido la noche con unos cuantos restos secos del semen de Oscar y el mío en su rostro.
-Gracias Vladimir.
Me dijo a la vez que me besaba y me acariciaba el bulto.
-Hoy es mi ultimo día aquí, mañana llegan mis tíos.
Dijo Kristina con algo que reconocí como nostalgia.
-Ha sido la mejor semana de mi vida.
Dije con una honestidad brutal.
-Hagamos que este ultimo día valga la pena. No vayas al colegio.
Dijo mientras me daba un beso. No me importo que ese beso pudiese tener mi leche o la de Oscar en el. Lo que mi prima me había causado, nunca lo iba a poder olvidar, y aun nos quedaba un día mas, el cual planeabamos disfrutarlo al máximo.
Ese día las chicas se fueron solas al colegio. Y ni bien nos quedamos solos yo y mi prima nos fundimos en un profundo beso. Un largo día, lleno de placer estaba apenas por empezar.
-Vamos a la plaza.
Dijo Kristina a la vez que mi verga se endurecía solo de imaginar lo que estaba por venir.
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Este ha sido mi séptimo relato en la serie de historias sobre mi prima. Espero les haya gustado.
Me haría muy feliz y me motivaría un montón a seguir escribiendo mis experiencias, el recibir sus opiniones, críticas y sugerencias sean positivas o negativas. Por favor y muchas gracias.
- vladimirtrach@outlook.com
3 comentarios - Mi prima, su chantaje y mi venganza.
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