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Crueldad Extrema.

Después de haber estado viviendo en el viejo mundo, nos volvimos, con mucho sacrificio y llegando a situaciones extremas hicimos algo de dinero, la conversión de euros a dólares USA y un mercado inmobiliario por los suelos nos favoreció para comprar casa, el viento soplaba a nuestro favor, teníamos trabajo nuestra casa y coche.
La casa que compramos era de los años 20, de dos plantas con ático, estaba bien conservada y nos hicieron falta reparaciones. Contratamos a dos muchachos que eran unos manitas y trabajaban bien aunque eran muy zalameros con mi mujer pero su trabajo era lo importante.
Con mi esposa descubrimos muchas cosas antiguas dentro de la casa las que fuimos vendiendo en una venta de garaje para financiar los arreglos de la casa.
Lo interesante fue cuando en el ático descubrimos un baúl con instrumentos que parecían de tortura, había libros al leerlos descubrimos que se trataba de BDSM, mi mujer dijo un -“! Qué asco!”- y soltó los instrumentos, como eran viejos y usados los tiré, quedándonos con los libros.
Fueron pasando los días y mi mujer todos los días les daba una leída a esos libros, las obras continuaban a buen ritmo y la casa iba cobrando su esplendor de principios de siglo 20.
Cuando finalizaron las obras estábamos muy felices, lo suficiente para festejar con una noche caliente con mi mujer. Ella se me acerca, pregunta bajito y al oído-“¿Y si probamos lo del libro?”- con una risita lujuriosa. Entonces buscamos en la paginas clasificadas del directorio, sex-shops y salimos de compras. Como éramos nuevos en la práctica no sabíamos nada de que comprar así que compramos de todo y a ciegas.
Sogas, látigos, mordazas, jeringas grandes y chicas, grilletes, esposas y objetos que no sabíamos que uso darle. Todo lo subimos a un cuarto pequeño donde había un par de camas gemelas de una plaza y lo dejamos desparramado por el suelo.
Fue una gran cena romántica, iluminada por el fuego de la estufa a leña, después de unos tragos de vino espumoso, nos sube la temperatura y ella deja caer su vestido de noche deslizándose por el contorno de su sinuosa silueta, quedando con un conjunto de lencería en encaje rojo a juego con unas medias con liguero y zapatos stilleto rojos. Una visión espectacular, subió las escaleras moviendo sus caderas, el fino hilillo del tanga se perdía entre sus nalgas. Una depilación cuidadosa y una crema aplicada posteriormente hacían que su piel brillara. Yo voy detrás, pero ella no entra al dormitorio de matrimonio sino al cuarto pequeño. Entra y se sienta en una de las camas.
-“¿Seguro que quieres probar esto?” le pregunto.
-“Sí, quiero probarlo todo”-me responde.
Iluminamos con velas la habitación. La abrazo la beso, saco unas sogas de una de las bolsas, entre risas le ato cada mano y cada pie a una de las patas de la cama, están flojas y le permiten algo de movimiento. Luego le tapo la vista, ya que cada cosa que use en ella será sorpresa, le pongo unos taponcitos auditivos de los usados en la industria que son como de espuma y se amoldan al oído, no escucha ni ve nada, cuando la iba a amordazar escucho la puerta del fondo que se bate y me quedó abierta, le digo a ella quitando un segundo el tapón de su oído-“Ya vengo voy a la cocina”-dejándole la mordaza a medio poner.
Bajo las escaleras y me encuentro de frente con dos tipos que reconozco enseguida, son Juan y Beto(Roberto) los muchachos que hicieron las obras. Blande un arma y me dice –“¿El dinero?”-,-“No tengo”- le respondo. Recibo un culatazo que me deja casi KO, Juan el de el arma le dice al otro, -“! Busca!”-revuelve abajo y sube las escaleras, baja un minuto después con cara de sorpresa, le dice a su compinche -“! Tienes que ver esto!” y a empujones me suben con ellos. Entran al dormitorio del que sale la luz y estupefactos miran a mi mujer, intentan no hacer ruido pero voltean una copa de vino que se estrella contra el suelo haciendo bastante ruido pero ella ni se mueve, al segundo grita-¿Porqué tardas?,! me enfrío!”-Juan ríe y Beto lo mira con curiosidad, Juan toma unas cuerdas y un pañuelo, improvisa unas mordazas me la pone en la boca, me ata tirándome de bruces en la otra cama. Luego Beto pregunta -“Que es todo esto?”-Juan le contesta -“Ves, ella no puede escuchar nada”-“A la nena le gusta duro, un primo que conocí le gustaba todo esto y algo me contó, mientras hecho un vistazo a este libro ve a la cocina y trae…”-Unos segundos más tarde vuelve con unos paquetitos y lo que parece ser una patata o raíz. Mi mujer se impacienta y grita-“¿R..Dónde estás?, Juan le acaricia las piernas, ella desconociendo la realidad que la rodea se tranquiliza. Le dice a Beto que tome la filmadora que me hurtaron y filme. Suena el click de una navaja automática, una hoja de acero brillante y afilada, corta el brassier a la mitad, luego los hilos del tanga, el liguero y con hábiles manos le baja las medias despacio muy despacio, desata uno de los tobillos y quita la media, luego el otro la vuelve a atar. Tira de los restos de las prendas y…mi mujer ante ellos queda enteramente desnuda con sus piernas abiertas enseñando su cerradito coño, pulcramente rasurada se ve hasta el clítoris. Ellos tienen sendas erecciones sus pantalones se abultan y se los quitan, yo adivino lo que vendrá y vanamente lucho contra las ligaduras que me sujetan.
La mano de Juan se mete entre las piernas de ella, entran en su coño que se moja haciéndola gemir,-“!Ahh!” y abre más la piernas al desconocido. Sacan hielo de una cubitera y se lo aplican en pezones y clítoris, estos se ponen duros como rocas, cambian de lugar con Beto, este último toma un vibrador y se lo inserta a ella que no para de gemir y morderse los labios de placer, mientras Beto le chupa y mordisquea los pezones. Con una mano Juan filma y con la otra toma una vela encendida y derrama la cera caliente en pubis, pezones, haciéndola saltar, ella ruega-“!métemela, métemela!”-Beto no se hace rogar, toma el glande inyectado en sangre de su gran polla y lo apunta a la vulva mojada de mi esposa, empuja y desliza hacia las profundidades con suma facilidad, luego un frenético bombeo hará que ella llegue una y otra vez a largos orgasmos gimiendo excitada,-!aaaaahhhhhh! si eso !dámela toda!, hasta que el hombre que la posee, ruja liberando todo el contenido de sus genitales dentro de ella consumando el coito y la violación, ella al sentir ese calor húmedo característico dice inocentemente-“Siento tu lechita caliente dentro de mí” claramente fatigada y con voz entrecortada agrega-“Hace, hace…15 días que no tomo la…píldora, quiero un bebe”-dicho esto Juan saca de una bolsa un espéculo y se lo inserta y lo abre mostrando a la cámara como el semen de su compañero dentro de la vagina de mi esposa hace burbujas en el pequeño agujerito que conduce al útero y ovarios, entrando para fecundarla. Mientras Beto sorprendido murmura, -“Que bueno, un churumbele mío”-.

La desata Beto y ella sumisa obedece, le da la vuelta la pone colita para arriba y la vuelve a atar pero esta vez de modo firme. Su coño pintado de blanco chorrea. Ahora es veto quien se pone delante de ella y filma, siendo Juan el que procede. Toma unas pinzas de ropa y se las coloca en los pezones, ella gime -“Hay, duele”-luego tal si fuera un perfecto enfermero, toma dos jeringuillas de 5ml las llena con suero fisiológico, expulsa las burbujas, un algodón con alcohol que pasa por ambos glúteos y clava las jeringas sin presionar el embolo, ella grita –“!Hayyy,¿ qué es eso?”-Juan mira a la cámara y a su curioso compañero, le explica mostrándole las dos hipodérmicas clavadas en los costados superiores de ambos glúteos que lo que duele no es el pinchazo, que una vez dentro no duele, es el líquido que al penetrar y difundir en el músculo duele, y presiona ambos émbolos introduciéndolo en ella, ella gime-“! Me duele R…me duele!”-unos azotes en el lugar del pinchazo la harán saltar del dolor,-“Ya. Suéltame no más, basta”-reclama ella. Juan blande su navaja toma una raíz traída de la cocina y corta un pedazo, lo pela y le da la forma de una bala 45, luego le abre las nalgas introduce el objeto y lo empuja con el índice, para luego juntarle y presionarle las nalgas para que no lo expulse y corra hacia dentro del vientre. Diez segundos después el fragmento de raíz libera su savia dentro de ella a la vez que se pierde en sus intestinos, es una bala de jengibre, ella grita, tira de sus ataduras y durante diez minutos sentirá un ardor y sensación de calor intenso en su trasero. Grita –“¿Hay, Dios, que me metiste?”-
Entonces Juan le quita la venda que le cubre los ojos, lo primero que ve es a Beto, con su polla flácida goteante, desnudo delante de ella ,filmando, yo atado y amordazado a su costado y una voz masculina a su espalda que le responde-“Dios no te ha metido nada, yo te voy a meter”- y agrega,-“ Beto mi primo te ha dado placer has gozado con en, tus orgasmos fueron con él y te ha dado el bebe que pediste con su lechita, ahora yo te daré el dolor que querías”-Ella asustada empieza a dar gritos histéricos, entonces Juan la amordaza, unta con crema KY su polla erecta la apunta al ano de mi mujer y cuando está a punto de penetrarla, le quita la mordaza para grabar el justo momento del grito de dolor, agudo, de ella, cuando de un envión le desvirga su culito ,retumbando su grito en toda la casa. Luego le vuelve a tapar la boca, mientras el bombea una y otra vez hasta llenarle el recto de lefa. Ella llora y trata de gritar, no puede. Quita su miembro, toma un jeringa de 250ml y la llena con yogurt de un envase de litro, cuando intenta introducirlo en su ano ella forcejea, mueve sus caderas de un lado a otro, evitando la inserción emitiendo gritos ahogados _-“!ummmmmmgg!”-.Juan toma una fusta y le azota las nalgas hasta herir, luego tomo sal fina y la suelta sobre sus maltrechas nalgas, ella emite un gran grito ahogado y él le dice -¿O te quedas quietita y levantas bien la colita o agrego mas sal? .Ella opta por obedecer y resignada levanta su cola, siente como le introducen poco a poco jeringa a jeringa un litro de yogurt que se mezcla con el esperma dentro de su cola hinchándole el vientre como preñada. Luego le inserta un dildo a modo de tapón.
Para culminar su obra firma con rotulador indeleble en las nalgas de ella-“Juan y Beto le dieron de comer a esta colita”-Luego mira a su cómplice y le dice -“Deja todos esos cacharros que no valen nada al lado de la filmación, quita la SD de la máquina”-Luego amenazan con publicar en internet la grabación si los denunciamos. Se van, se llevan solo la memoria extraíble.
Tras 2 horas de luchar contra mis cuerdas logro desatarme, auxilio a mi mujer, media en shock la llevo al baño donde expulsa el contenido introducido. La convenzo de no lavarse y hacer la denuncia de todos modos se que colgaran el video. Policía, Forense, Ginecólogo se trata de evitar un seguro embarazo. Por supuesto que a la policía evitamos contarles los detalles sadomaso. La grabación apareció en una página rusa de sexo violento.
Los tipos tuvieron un final rápido cuando con el dinero de la grabación compraron armas intentando asaltar un furgón blindado falleciendo debido a disparos de la policía en el fallido atraco. De BDSM ni hablar…

2 comentarios - Crueldad Extrema.

LAEMPERATRIX +1
Muy fuerte...
Es real????
jvrodriguez1990 +1
No, es un relato erotico que inventé, al igual que los anteriores, te gustó?