Había tenido la mejor noche de mi vida, había perdido la virginidad a manos de mi prima, quien de un momento a otro se había convertido en la musa inspiradora de todas mis pajas*
*Antes de iniciar el relato te recomiendo leer las precuelas, las cuales puedes ubicar en mi perfil o en este enlace:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2938221/Mi-prima-la-piscina-su-bra-y-su-tanga.html
Tenía mucha curiosidad por saber cómo amanecerían las cosas, quiero decir, yo me sentía de maravilla y planeaba llevar mi vida como si nada hubiera pasado, sin embargo no sabía como fuera a reaccionar mi prima luego de la faena de la noche anterior. Todo se sabría cuando por la mañana mi prima tocase a mi puerta para pedirme que baje a desayunar.
Cuando finalmente llegó la hora, no hubo llamado a la puerta, Kristina abrió la puerta de mi habitación y se dirigió hacia mi cama. Intenté fingir estar dormido pero mi actuación no prosperó.
-A desayunar, se que estas despierto.
Decía Kristina con una sonrisa mientras se sentaba al borde de mi cama.
-Todo bien...Prima?
Volví a llamarla de esa forma como para marcar una diferencia entre nuestro idilio sexual y nuestra relación familiar.
-Si, todo bien Vladimir.
Contestó Kristina mientras esbozaba una sonrisa y se acercaba a mi cuerpo para darme un apasionado beso. Mi erección matutina de pronto había pasado de ser una reacción natural al frío de las mañanas a convertirse en una hirviente daga que punzaba a mi prima en su cintura y amenazaba con penetrarla a ella, a la sábana y a mi pijama si fuese necesario.
-Shhh... tranquilo.
Dijo mi prima a la vez que tomaba mi verga a través de la sabana, el grosor de las capas de tela hacia que Kristina apenas y pudiera empuñarla.
-Ahora no, tienes que ir al colegio.
-Uno rápido. Quiero estar dentro tuyo Kristina.
Dijo la bestia en mi, a la vez que movía la pelvis de manera que el agarre de mi prima masturbara mi falo. Sin soltar mi pene mi prima volvió a acercarse y me dijo.
-Esta tarde no tengo clases en la universidad, así que cuando vengas del colegio podemos pasar un rato en la piscina.
Asentí con la cabeza, a la vez que mi prima soltaba mi falo y se retiraba del cuarto. Teníamos una cita. Ella y yo, por la tarde en la piscina. Mi mente no paraba de pensar en todas las cosas que íbamos hacer. Salí de la cama, desayuné y me fui al colegio con mis hermanas, todo a la velocidad de un rayo, como pensando que el hacer las cosas más rápido haría que el tiempo vaya mas rápido también.
El día en el colegio pasó sin mayores incidencias, lento, pero sin incidencias, claro si obviamos como una incidencia el hecho de que más de una vez tuve que cubrir las erecciones que me causaba el recordar lo que yo y mi prima teníamos planeado para aquella tarde.
Llegue a casa y almorcé en compañía de mi hermanas y Kristina, durante el almuerzo me vi sorprendido cuando mi prima hizo extensiva la invitación para la piscina a mis hermanas también, no tardé un segundo en lanzarle una mirada de reproche, a lo cual ella contestó con una sonrisa pícara y un guiño de ojo. No se que tenia pensado Kris, pero si involucraba a mis hermanas dejaba de gustarme.
Finalmente llegó la hora señalada, hora de ir a la piscina, esta vez las primeras en lanzarse fueron mis hermanas, a ellas les seguí yo, que llevaba un bañador negro y finalmente Kristina, que nuevamente vestía el sensual conjunto verde que había iniciado toda mi locura.
Igual que la última vez, sus morenas piernas contrastaban con el color de su apretado bañador, su raja se marcaba impunemente en su entrepierna y la aureola de su seno derecho estaba prácticamente descubierta.
Durante la estadía en la piscina intentaba descifrar las intenciones de mi prima, incluso contemplé que quizás este haya sido su plan todo el tiempo, pasar una tarde de primos, y nada más. Quizás algo en mi mente se había desconfigurado de manera que todo me parecía una invitación sexual.
Intente mantener mi distancia de los juegos que mis hermanas tenían con Kristina, salían de la piscina y se la lanzaban, se daban vueltas, corrían, se perseguían, y yo en cambio solo flotaba, nadaba, en fin, me hacía el gil esperando mi momento.
En uno de sus juegos mi prima se acercó a mí y en un breve movimiento que mis hermanas no alcanzaron a ver, me agarro de la entrepierna.
-No juegas con nosotras?
Al principio me sorprendió su jugado movimiento, pero luego negué con la cabeza cambiando la sorpresa por decepción al sentirme estafado por la invitación que mi prima me había hecho en la mañana.
-Paciencia.
Me dijo a la vez que hábilmente introdujo su mano por debajo de mi bañador y agarró mi pene. Que una vez liberado de la envoltura de su mano empezó a endurecerse. Al parecer no había supuesto mal, estaba en lo correcto, mi prima quería lo mismo que yo, solamente tendría que esperar un poco mas para obtenerlo.
Al cabo de un momento mi prima reunía a mis hermanas y les pedía que ya fueran al cuarto a ducharse para que hagan los deberes temprano. Sin protestar demasiado las chicas salieron de la piscina y se fueron, no sin antes preguntar
-Kris, tu te quedas un rato más?
-Si, yo ya subo, espero que para entonces ya se hayan bañado.
-Y tú Vladimir?
-Yo también me quedo hermana.
Una vez les conteste, las chicas siguieron su camino hacia la casa, dejándonos por fin solos a mi y a Kristina, ella se acercó lentamente hacia mi una vez se fueron las chicas y sin despegar la mirada el uno del otro nos fundimos en un largo beso.
-Pensé que no íbamos a hacer nada.
-Teníamos que distraer a las chicas, imagina si veníamos solos y nos descubrían.
Asentí reconociendo que Kristina tenía razón, había sido una buena jugada que mi calentura no me había permitido ver.
-Ahora si, tenemos tiempo para lo nuestro .
No acabó de decir ello mi prima y me lancé sobre ella cual vampiro a demorar su cuello, lentamente fui descendiendo hasta besar sus pechos, no requerí de mayor esfuerzo para poner al descubierto una morena aureola coronada por un duro pezón. Los lamia y succionaba sin parar.
En un rápido movimiento de manos mi prima me quitó el bañador para dejarme completamente desnudo y con la verga parada como si del mástil de un barco se tratase.
Kristina se quitó su conjunto también y ambos quedamos desnudos. A decir verdad estaba sorprendido. Esperaba que pasen cosas con ella, pero no esperaba tal nivel de exposición, esperaba algo discreto, algo disimulado, pero allí estábamos, desnudos, cegados por el placer, aislados del mundo a la vez que nuestros bañadores flotaban libremente en la piscina.
Mi prima tomo mi verga entre sus manos y empezó a masturbarme bajo el agua. Lo estaba disfrutando mucho. Sin embargo estar así de expuestos me hacía sentir observado.
-Vamos al borde.
Dijo Kristina a la vez que nos acercamos a la orilla de la piscina.
-Siéntate
Me ordenó mientras yo sumiso obedecía a todo lo que me pidiera. Ahí en el borde mi prima se me acerco tanto, que mi glande apuntaba directamente a su rostro, de forma que sentía su agitada respiración sobre mi pene.
-Cierra los ojos
Me dijo mientras sus manos empezaron a masturbarme delicadamente. Cada vez sentía mas cerca y mas rápido su aliento. De pronto su respiración se torno en un cálido vapor para luego sentir mi glande ser engullido en la húmeda cavidad de su boca. La cabeza de mi verga entraba hasta sentir lo profundo de su lengua y salía hasta sentir lo carnoso de sus labios.
Desobedecí al pedido de mi prima y abrí los ojos. La escena era conmovedora. Kristina tenia mi verga entre sus manos, su boca envolvía tres cuartos de mi verga, sus labios y su lengua recorrían la extensión de mi tranca, a la vez que ella cerraba los ojos como quien disfruta de un platillo exquisito.
Luego Kristina abrió los ojos y nos mirábamos fijamente, su mirada no se despegaba de la mía a la vez que con su lengua iba lamiendo mi sexo desde la base de mis bolas hasta la punta de mi glande, en donde serpenteaba su lengua generando una sensación muy placentera. Sin embargo no lograba deshacerme de la sensación de ser observado, o quizás de eso se trataba todo esto, quizás ahí estaba lo placentero de la situación el lidiar con el temor de ser observado.
Mi prima seguía en lo suyo, estaba devorando mi verga con tal pasión que se daba el trabajo de recorrer cada una de mis hinchadas venas, desde la base hasta la punta, lugar donde con lengüetazos recogía las gotas de líquido seminal que de allí se desprendían.
De pronto Kristina abrió ampliamente su boca y de forma lenta fue engullendo todo mi pedazo, quería tragárselo todo, el grosor de mi cabeza le impedía que los últimos centímetros de mi tranca ingresasen, sin embargo, lejos de rendirse mi prima lo volvía a intentar.
Como si de un tema de lubricación se tratase, primero lamia toda la verga, la escupía, la mojaba, la preparaba, y lo volvía a intentar, el segundo intento también fracasó, mi glande no le permitía cumplir su hazaña, pero luego, con fuerza y rapidez volvió a intentarlo y esta vez lo logró.
Un fuerte gemido salió de lo mas profundo de mi, era una sensación de sumo placer, sumado a lo maravilloso de la imagen que ante mi acontecía, toda la extensión de mi verga, había entrado en la boca de mi prima, que segundo a segundo denotaba que el aire le empezaba a escasear.
Lejos de ayudarla empecé a mover mi tranca dentro de su boca, lo que le produjo arcadas, y cuando finalmente extrajo mi barra de carne de su boca, incontables hilos de saliva unían mi glande a lo mas profundo de su garganta, mi verga brillaba producto de la saliva de mi prima, que una vez reincorporada empezó a mamar mi pene nuevamente.
Mi prima saco mi pene de su boca y lo empezó a masturbar con sus manos mientras mi glande quedo pegado a sus labios en forma de un beso. Esta vez me masturbo con tal velocidad que sentía que iban a salir chispas de mi falo, sin embargo lo que salió fue un grueso chorro de viscoso semen. Con mucha destreza mi prima abrió su boca y el espeso líquido fue a parar directo a su boca, a ese chorro lo sucedieron 2 mas, que también se acumularon en su boca, el ultimo chorro, mas débil, cayó parte en su boca y parte en sus labios, formando una fina línea blanca chorreando de sus comisuras.
El blanco liquido casi llenaba la boca de mi prima, quien de un solo trago, como para no sentir su sabor lo desapareció todo. De mi ya flácida verga goteaban pequeñas porciones de semen que caían hacia la piscina, pero no me importaba, había otras prioridades en ese momento.
Yo estaba en una especie de estado de shock, por 2 motivos. Primero, por ver lo cerda que podía llegar a ser mi prima. Segundo, finalmente había descubierto porque me sentía observado todo el tiempo. Don Carlos, el vecino misterioso del barrio, desde la terraza de su casa había sido testigo de lujo de la pasión entre mi prima y yo.
El hombre nos miraba impunemente, con su flácida verga llena de canas al aire y un hilo de semen chorreando de la punta de su glande.
-Que paso? Te infartaste?
Preguntó bromeando mi prima. Yo estaba impávido, mire en silencio a mi prima y cuando volví la vista hacia donde Don Carlos estaba, este había desaparecido.
-No, tranquila, no paso nada.
Dije a la vez que me sumergía y acompañaba a mi prima nuevamente dentro de la piscina. Nade hacia mi bañador y cuando aprestaba a vestirme, mi prima me detuvo e intento darme un beso, pero la aparte.
-No quieres un beso con sabor a leche?
Dijo bromeando. No pude evitar reírme. Kristina me abrazo y me dijo al oído.
-Favor con favor se paga Vladimir, ahora es tu turno de hacer algo por mi.
No me gustó nada el tono en que hablo mi prima, el favor que me iba a pedir no parecía nada como un favor sexual.
-El día de mañana, mi novio va a venir acá.
-Ya vino la otra noche y no tuviste que pedirme nada. No veo el problema
-Quizás no fui lo suficientemente clara, va a venir a dormir acá.
No pude evitar mirar de forma reprochadora a Kristina, no me gustaba nada que quisiera meter a un desconocido a la casa. Sin despegarse de mi oído mi prima volvió a decir
-Sabes bien que te conviene ayudarme, no querrás que la familia se entere de que abusaste de mi.
-Abus...que dices?
-A quién crees que le van a creer Vladimir?
Dijo mi prima mientras agachaba mi cabeza en un gesto de derrota.
-Mañana, cuando las chicas se vayan a dormir, lo haré pasar. Gracias 'primo'.
Dijo mi prima mientras me besaba la mejilla, para luego buscar su ropa de baño, se la colocaba, abandonaba la piscina y desaparecía moviendo provocativamente su culo.
Era oficial. Todo se había ido a la mierda. Mi prima me había utilizado para chantajearme, y por si fuera poco el loco ese de Don Carlos nos había visto mientras mi prima me la chupaba. Por primera vez en la semana, desee que nada de eso hubiera pasado.
Sin embargo, la bestia pronto se apoderó de mi nuevamente, y me hizo pensar que la presencia del novio de Kristina la noche entrante, lejos de ser un problema podría terminar siendo una verdadera aventura. Era yo el que tenía el control de la situación, aunque no lo pareciera.
Al único problema que no parecía encontrarle solución era al del vecino, no sabía cómo podía hacer para estar al mando también. Sin embargo el tiempo, como siempre que me deje llevar por el instinto, jugó a mi favor.
----------
Este ha sido mi sexto relato en la serie de historias sobre mi prima, sin embargo el primero fuera de la categoría del fetichismo. Espero les haya gustado.
Me haría muy feliz y me motivaría un montón a seguir escribiendo mis experiencias, el recibir sus opiniones, criticas y sugerencias sean positivas o negativas.
- vladimirtrach@outlook.com
*Antes de iniciar el relato te recomiendo leer las precuelas, las cuales puedes ubicar en mi perfil o en este enlace:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2938221/Mi-prima-la-piscina-su-bra-y-su-tanga.html
Tenía mucha curiosidad por saber cómo amanecerían las cosas, quiero decir, yo me sentía de maravilla y planeaba llevar mi vida como si nada hubiera pasado, sin embargo no sabía como fuera a reaccionar mi prima luego de la faena de la noche anterior. Todo se sabría cuando por la mañana mi prima tocase a mi puerta para pedirme que baje a desayunar.
Cuando finalmente llegó la hora, no hubo llamado a la puerta, Kristina abrió la puerta de mi habitación y se dirigió hacia mi cama. Intenté fingir estar dormido pero mi actuación no prosperó.
-A desayunar, se que estas despierto.
Decía Kristina con una sonrisa mientras se sentaba al borde de mi cama.
-Todo bien...Prima?
Volví a llamarla de esa forma como para marcar una diferencia entre nuestro idilio sexual y nuestra relación familiar.
-Si, todo bien Vladimir.
Contestó Kristina mientras esbozaba una sonrisa y se acercaba a mi cuerpo para darme un apasionado beso. Mi erección matutina de pronto había pasado de ser una reacción natural al frío de las mañanas a convertirse en una hirviente daga que punzaba a mi prima en su cintura y amenazaba con penetrarla a ella, a la sábana y a mi pijama si fuese necesario.
-Shhh... tranquilo.
Dijo mi prima a la vez que tomaba mi verga a través de la sabana, el grosor de las capas de tela hacia que Kristina apenas y pudiera empuñarla.
-Ahora no, tienes que ir al colegio.
-Uno rápido. Quiero estar dentro tuyo Kristina.
Dijo la bestia en mi, a la vez que movía la pelvis de manera que el agarre de mi prima masturbara mi falo. Sin soltar mi pene mi prima volvió a acercarse y me dijo.
-Esta tarde no tengo clases en la universidad, así que cuando vengas del colegio podemos pasar un rato en la piscina.
Asentí con la cabeza, a la vez que mi prima soltaba mi falo y se retiraba del cuarto. Teníamos una cita. Ella y yo, por la tarde en la piscina. Mi mente no paraba de pensar en todas las cosas que íbamos hacer. Salí de la cama, desayuné y me fui al colegio con mis hermanas, todo a la velocidad de un rayo, como pensando que el hacer las cosas más rápido haría que el tiempo vaya mas rápido también.
El día en el colegio pasó sin mayores incidencias, lento, pero sin incidencias, claro si obviamos como una incidencia el hecho de que más de una vez tuve que cubrir las erecciones que me causaba el recordar lo que yo y mi prima teníamos planeado para aquella tarde.
Llegue a casa y almorcé en compañía de mi hermanas y Kristina, durante el almuerzo me vi sorprendido cuando mi prima hizo extensiva la invitación para la piscina a mis hermanas también, no tardé un segundo en lanzarle una mirada de reproche, a lo cual ella contestó con una sonrisa pícara y un guiño de ojo. No se que tenia pensado Kris, pero si involucraba a mis hermanas dejaba de gustarme.
Finalmente llegó la hora señalada, hora de ir a la piscina, esta vez las primeras en lanzarse fueron mis hermanas, a ellas les seguí yo, que llevaba un bañador negro y finalmente Kristina, que nuevamente vestía el sensual conjunto verde que había iniciado toda mi locura.
Igual que la última vez, sus morenas piernas contrastaban con el color de su apretado bañador, su raja se marcaba impunemente en su entrepierna y la aureola de su seno derecho estaba prácticamente descubierta.
Durante la estadía en la piscina intentaba descifrar las intenciones de mi prima, incluso contemplé que quizás este haya sido su plan todo el tiempo, pasar una tarde de primos, y nada más. Quizás algo en mi mente se había desconfigurado de manera que todo me parecía una invitación sexual.
Intente mantener mi distancia de los juegos que mis hermanas tenían con Kristina, salían de la piscina y se la lanzaban, se daban vueltas, corrían, se perseguían, y yo en cambio solo flotaba, nadaba, en fin, me hacía el gil esperando mi momento.
En uno de sus juegos mi prima se acercó a mí y en un breve movimiento que mis hermanas no alcanzaron a ver, me agarro de la entrepierna.
-No juegas con nosotras?
Al principio me sorprendió su jugado movimiento, pero luego negué con la cabeza cambiando la sorpresa por decepción al sentirme estafado por la invitación que mi prima me había hecho en la mañana.
-Paciencia.
Me dijo a la vez que hábilmente introdujo su mano por debajo de mi bañador y agarró mi pene. Que una vez liberado de la envoltura de su mano empezó a endurecerse. Al parecer no había supuesto mal, estaba en lo correcto, mi prima quería lo mismo que yo, solamente tendría que esperar un poco mas para obtenerlo.
Al cabo de un momento mi prima reunía a mis hermanas y les pedía que ya fueran al cuarto a ducharse para que hagan los deberes temprano. Sin protestar demasiado las chicas salieron de la piscina y se fueron, no sin antes preguntar
-Kris, tu te quedas un rato más?
-Si, yo ya subo, espero que para entonces ya se hayan bañado.
-Y tú Vladimir?
-Yo también me quedo hermana.
Una vez les conteste, las chicas siguieron su camino hacia la casa, dejándonos por fin solos a mi y a Kristina, ella se acercó lentamente hacia mi una vez se fueron las chicas y sin despegar la mirada el uno del otro nos fundimos en un largo beso.
-Pensé que no íbamos a hacer nada.
-Teníamos que distraer a las chicas, imagina si veníamos solos y nos descubrían.
Asentí reconociendo que Kristina tenía razón, había sido una buena jugada que mi calentura no me había permitido ver.
-Ahora si, tenemos tiempo para lo nuestro .
No acabó de decir ello mi prima y me lancé sobre ella cual vampiro a demorar su cuello, lentamente fui descendiendo hasta besar sus pechos, no requerí de mayor esfuerzo para poner al descubierto una morena aureola coronada por un duro pezón. Los lamia y succionaba sin parar.
En un rápido movimiento de manos mi prima me quitó el bañador para dejarme completamente desnudo y con la verga parada como si del mástil de un barco se tratase.
Kristina se quitó su conjunto también y ambos quedamos desnudos. A decir verdad estaba sorprendido. Esperaba que pasen cosas con ella, pero no esperaba tal nivel de exposición, esperaba algo discreto, algo disimulado, pero allí estábamos, desnudos, cegados por el placer, aislados del mundo a la vez que nuestros bañadores flotaban libremente en la piscina.
Mi prima tomo mi verga entre sus manos y empezó a masturbarme bajo el agua. Lo estaba disfrutando mucho. Sin embargo estar así de expuestos me hacía sentir observado.
-Vamos al borde.
Dijo Kristina a la vez que nos acercamos a la orilla de la piscina.
-Siéntate
Me ordenó mientras yo sumiso obedecía a todo lo que me pidiera. Ahí en el borde mi prima se me acerco tanto, que mi glande apuntaba directamente a su rostro, de forma que sentía su agitada respiración sobre mi pene.
-Cierra los ojos
Me dijo mientras sus manos empezaron a masturbarme delicadamente. Cada vez sentía mas cerca y mas rápido su aliento. De pronto su respiración se torno en un cálido vapor para luego sentir mi glande ser engullido en la húmeda cavidad de su boca. La cabeza de mi verga entraba hasta sentir lo profundo de su lengua y salía hasta sentir lo carnoso de sus labios.
Desobedecí al pedido de mi prima y abrí los ojos. La escena era conmovedora. Kristina tenia mi verga entre sus manos, su boca envolvía tres cuartos de mi verga, sus labios y su lengua recorrían la extensión de mi tranca, a la vez que ella cerraba los ojos como quien disfruta de un platillo exquisito.
Luego Kristina abrió los ojos y nos mirábamos fijamente, su mirada no se despegaba de la mía a la vez que con su lengua iba lamiendo mi sexo desde la base de mis bolas hasta la punta de mi glande, en donde serpenteaba su lengua generando una sensación muy placentera. Sin embargo no lograba deshacerme de la sensación de ser observado, o quizás de eso se trataba todo esto, quizás ahí estaba lo placentero de la situación el lidiar con el temor de ser observado.
Mi prima seguía en lo suyo, estaba devorando mi verga con tal pasión que se daba el trabajo de recorrer cada una de mis hinchadas venas, desde la base hasta la punta, lugar donde con lengüetazos recogía las gotas de líquido seminal que de allí se desprendían.
De pronto Kristina abrió ampliamente su boca y de forma lenta fue engullendo todo mi pedazo, quería tragárselo todo, el grosor de mi cabeza le impedía que los últimos centímetros de mi tranca ingresasen, sin embargo, lejos de rendirse mi prima lo volvía a intentar.
Como si de un tema de lubricación se tratase, primero lamia toda la verga, la escupía, la mojaba, la preparaba, y lo volvía a intentar, el segundo intento también fracasó, mi glande no le permitía cumplir su hazaña, pero luego, con fuerza y rapidez volvió a intentarlo y esta vez lo logró.
Un fuerte gemido salió de lo mas profundo de mi, era una sensación de sumo placer, sumado a lo maravilloso de la imagen que ante mi acontecía, toda la extensión de mi verga, había entrado en la boca de mi prima, que segundo a segundo denotaba que el aire le empezaba a escasear.
Lejos de ayudarla empecé a mover mi tranca dentro de su boca, lo que le produjo arcadas, y cuando finalmente extrajo mi barra de carne de su boca, incontables hilos de saliva unían mi glande a lo mas profundo de su garganta, mi verga brillaba producto de la saliva de mi prima, que una vez reincorporada empezó a mamar mi pene nuevamente.
Mi prima saco mi pene de su boca y lo empezó a masturbar con sus manos mientras mi glande quedo pegado a sus labios en forma de un beso. Esta vez me masturbo con tal velocidad que sentía que iban a salir chispas de mi falo, sin embargo lo que salió fue un grueso chorro de viscoso semen. Con mucha destreza mi prima abrió su boca y el espeso líquido fue a parar directo a su boca, a ese chorro lo sucedieron 2 mas, que también se acumularon en su boca, el ultimo chorro, mas débil, cayó parte en su boca y parte en sus labios, formando una fina línea blanca chorreando de sus comisuras.
El blanco liquido casi llenaba la boca de mi prima, quien de un solo trago, como para no sentir su sabor lo desapareció todo. De mi ya flácida verga goteaban pequeñas porciones de semen que caían hacia la piscina, pero no me importaba, había otras prioridades en ese momento.
Yo estaba en una especie de estado de shock, por 2 motivos. Primero, por ver lo cerda que podía llegar a ser mi prima. Segundo, finalmente había descubierto porque me sentía observado todo el tiempo. Don Carlos, el vecino misterioso del barrio, desde la terraza de su casa había sido testigo de lujo de la pasión entre mi prima y yo.
El hombre nos miraba impunemente, con su flácida verga llena de canas al aire y un hilo de semen chorreando de la punta de su glande.
-Que paso? Te infartaste?
Preguntó bromeando mi prima. Yo estaba impávido, mire en silencio a mi prima y cuando volví la vista hacia donde Don Carlos estaba, este había desaparecido.
-No, tranquila, no paso nada.
Dije a la vez que me sumergía y acompañaba a mi prima nuevamente dentro de la piscina. Nade hacia mi bañador y cuando aprestaba a vestirme, mi prima me detuvo e intento darme un beso, pero la aparte.
-No quieres un beso con sabor a leche?
Dijo bromeando. No pude evitar reírme. Kristina me abrazo y me dijo al oído.
-Favor con favor se paga Vladimir, ahora es tu turno de hacer algo por mi.
No me gustó nada el tono en que hablo mi prima, el favor que me iba a pedir no parecía nada como un favor sexual.
-El día de mañana, mi novio va a venir acá.
-Ya vino la otra noche y no tuviste que pedirme nada. No veo el problema
-Quizás no fui lo suficientemente clara, va a venir a dormir acá.
No pude evitar mirar de forma reprochadora a Kristina, no me gustaba nada que quisiera meter a un desconocido a la casa. Sin despegarse de mi oído mi prima volvió a decir
-Sabes bien que te conviene ayudarme, no querrás que la familia se entere de que abusaste de mi.
-Abus...que dices?
-A quién crees que le van a creer Vladimir?
Dijo mi prima mientras agachaba mi cabeza en un gesto de derrota.
-Mañana, cuando las chicas se vayan a dormir, lo haré pasar. Gracias 'primo'.
Dijo mi prima mientras me besaba la mejilla, para luego buscar su ropa de baño, se la colocaba, abandonaba la piscina y desaparecía moviendo provocativamente su culo.
Era oficial. Todo se había ido a la mierda. Mi prima me había utilizado para chantajearme, y por si fuera poco el loco ese de Don Carlos nos había visto mientras mi prima me la chupaba. Por primera vez en la semana, desee que nada de eso hubiera pasado.
Sin embargo, la bestia pronto se apoderó de mi nuevamente, y me hizo pensar que la presencia del novio de Kristina la noche entrante, lejos de ser un problema podría terminar siendo una verdadera aventura. Era yo el que tenía el control de la situación, aunque no lo pareciera.
Al único problema que no parecía encontrarle solución era al del vecino, no sabía cómo podía hacer para estar al mando también. Sin embargo el tiempo, como siempre que me deje llevar por el instinto, jugó a mi favor.
----------
Este ha sido mi sexto relato en la serie de historias sobre mi prima, sin embargo el primero fuera de la categoría del fetichismo. Espero les haya gustado.
Me haría muy feliz y me motivaría un montón a seguir escribiendo mis experiencias, el recibir sus opiniones, criticas y sugerencias sean positivas o negativas.
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