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Llego El Día...

Desperté sudada, perdida, caliente, excitada, perturbada, no sabia que hora era, ni que día era... La confusión duro unos segundos, volviendo en mi, otra vez... otra vez había soñado con ella, otra vez había soñado con sus labios, sus manos, sus dedos penetrándome, haciéndome gozar...
Eran las 6 AM, otra mañana en la que la deseaba, la pensaba, la elegía inconscientemente, mis sueños querían hacerse realidad. Mis manos bajaron hasta mi pubis, mi clitoris latía, mis jugos inundaban toda mi vagina, no pude resistirme a mi misma, a las imágenes que aun estaban en mi mente y me masturbe decidida, implacable, fuerte y al ritmo. Acabe, termine sobre mis dedos, sobre mi mano que estaba llena de mis preciosos líquidos de lujuria.
Tenia que reponerme y comenzar el día laboral, una ducha para lavar me el sudor, mis piernas chorreadas de éxtasis, mis pensamientos también.

Mi cabeza no paraba de dar vueltas, de pensar por que ella, por que esa "pequeña obsesión" cuando nuestras miradas se habían cruzado tan poco, palabras pocas, lugares poco comunes, etc. Pero te encontraba allí en los espacios comunes de nuestro trabajo, sonreías, me derretías, tus ojos, tu boca, tus palabras, siempre exactas, inteligente, perspicaz, tus curvas, tu belleza. Eras increíble, trabajábamos con situaciones difíciles, casos complicados, y siempre estabas para dar una palabra de aliento.

Pensé en cambiarme de sector, también de encararte, pensé mucho, muchas veces, hasta que sucedió, nos asignaron una investigación sobre un caso. en la oficina del director, sentadas una al lado de la otra, agradeciste la oportunidad de trabajar conmigo, eso era para mi ya increíble... Salimos caminando juntas, charlando sobre lo complejo de la tarea asignada, entramos a mi box, busque unos papeles y fuimos hasta un consultorio libre a ponernos a trabajar.

No se exactamente como sucedió pero ni bien cerré la puerta, me apoye en ella dando una vuelta de llave y suspire, apoyando los papeles sobre el escritorio, giraste sobre vos misma y te acercaste, solo unos centímetros separaban nuestras bocas, podía sentir tu aliento. Mencionaste algo sobre el día, el calor, el trabajo, la vida... Levante mi mano apoyándola en tu nuca y te acerque mas a mi, mis labios tocaron los tuyos... nos besamos, arduo beso... caliente beso... tu boca y mi boca se fundían, pidiendo más, buscando más.
Tu cuerpo se apoyo totalmente en el mio, mi otra mano agarro tu cadera, te apreté hacia mi. Tus manos tomaron mi cara, el beso se hacia combustible para prendernos fuego ahí mismo. tus manos bajaron a mi cintura, y nos incorporamos, mi cuero dejo de estar apoyado en la puerta, para sentir esas hermosas manos que acariciaban mi espalda y mi cola.

Tus labios bajaron hacia mi cuello, sentí tu lengua por primera vez en mi piel, hasta que llego a mi oído, allí susurraste: -Quería esto! Sonreí, mi lengua recorrió mi labio superior, luego el inferior, nos miramos, saque tu chaqueta, debajo tus hermosos pechos bailaban libres, tus pezones parados pedían que los lamiera, te apuraste a sacarte el pantalón, mientras hacías eso me desprendí de mi uniforme. Volvimos a mirarnos, cada parte de nuestro cuerpo recorrida por ojos ajenos, nos acercamos nuevamente nos besamos, nuestros cuerpos estaban calientes, unidos, sudorosos, tus piel era exquisita, mis labios y lengua bajaron por tu cuello hasta llegar a esos hermosos pezones, lamí a cada uno, los mordisquee, los adore, los ensalive. Me arrodille frente a vos, mire tu cara de éxtasis. Baje tu tanga hasta los tobillos, mis manos se abrieron paso para que mi lengua llegue a tu clitoris, latía, estaba mojado, la punta de mi lengua lo acaricio de arriba hacia abajo. Comenzaste a retorcerte, a gemir, no pude más que hacer presión, cada vez mas, y toda mi boca comenzó a besar toda tu concha, tu entre pierna, tus piernas, temblabas, acabaste en mi boca y nariz, riquísimo elixir.

Te arrodillaste frente mi, me besaste, nuestras lenguas se entrelazaron, me empujaste suavemente para atrás, tus labios no se separaron de los míos, tu mano bajo hasta apretar mi pecho, lo masajeaste, lo pellizcaste, seguiste bajando por mi panza hasta encontrarte con mi culote e intentar deshacerte de el. Decidiste bajar con tu boca darle un beso a cada uno de mis pechos colocándote entre mis piernas y con tus dos manos terminar de bajar mis calzones y te hundiste en mi concha sedienta de mis jugos. Nadie jamas había lamido, chupado, besado, mordisqueado, acariciado de esa manera, estaba extasiada, sudada, caliente, todos mis jugos terminaron en tu boca. Mi cuerpo se estremeció, un pequeño grito salio de mi boca. Todo tu bello cuerpo estaba sobre mi. Volvimos a besarnos.
Mi sueño se había vuelto verdadero, mucho mas verdadero de lo que imagine.
Unos segundos más bastaron para sellar un pacto en silencio. un pacto de lujuria...




Llego El Día...

mujeres

6 comentarios - Llego El Día...

Mexiclon328 +1
me encanto tu relato y esta foto descriptiva me matoooooooooooooo

sexo
LucMatterhorn +1
Las imagenes que marcaste a fuego en mi mente no me las voy a poder sacar en absoluto... muy buen relato... muy buena experiencia? 😛 A la noche paso para dar sus +10 correspondientes! 😉
LucMatterhorn +1
@tfy01 Segun lo prometido, +10! 😉
Pervberto +1
Arrasador, como un viento en el desierto.

(Salgo a ver cómo sopla el sirocco)
amigolo +1
Excelente relato. Nos dejó recalientes. Van puntitos y te invitamos a pasar por nuestros posts. Besitos.
tfy01
muchas gracias!!!