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Compendio II
Lunes 😆
Me pilló en el lavaplatos, lavando los platos del almuerzo y del desayuno…
“¡Hola, mi amor! ¿Cómo estás?”
😍
Besito amoroso en los labios.
“Bien, aquí mojándome las manos.” Le respondo y me abraza por la cintura.
“¿Y las pequeñas?”
“Durmiendo. Me tocó bañarlas…”
😞
Le conté que mi gordita coqueta se manchó con pintura la jardinera que le regalamos para navidad, quedando rubia y como a su hermana también le gusta la tina, tuve que bañarla también…
“Entonces, estás estresada…” me dice, besándome el hombro…
😔 😑 😙 😊
¡Me encanta tanto, tanto que él me lea la mente!
Y me empieza a masajear los hombros...
¡Es tan suavecito con sus manos, y el agua tibiecita mojándote, te relaja un montón!
Entonces, me suelta un tirante…
😅
Ya sé para dónde vamos y obvio que me empiezo a calentar…
“¡Qué rico hueles, ruiseñor!” dice, lamiéndome un poco la espalda.
Sin querer queriendo, doblo un poquito la colita, para sentir su cuerpo nada más…
😓
Y obvio, la siento enorme entre mis pompas, hinchada y tremenda…
Y ¡Pum! Cae el otro tirante, quedando con los pechos expuestos…
😈
Mi prima me decía que siempre los pervertidos le querían agarrar los pechos.
En cambio yo, estoy casada con un pervertido que me encanta cómo me los agarra.
😂
“¡Uy, lo siento! ¡No fue mi intención!” se disculpa, pero entonces, su “masaje” se pasa a mis pechos, que están bien, pero bien tensos…
😫 😖 😂 😫
¡Qué manera de amasar tiene!
Y de verdad, que no es mi intención restregarle mi cola encima de su cosota hinchada, cuando se pone a puntearme…
“¡Oye, qué linda y cortita es esta faldita! ¡Debe ser muy fresquita! ¿Dónde te la compraste?” me pregunta, cuando mi mano ya no aguanta las ganas de agarrársela…
“En Adelaide… una vez que fui con Lara…”
🤤
Y claro, él empieza a acariciarla y a correrme mano por el trasero…
“¡Es tan cortita! ¡Y tu trasero se te ve tan rico!”
“¡Gra…cias!” le digo, medio cortada, cuando me mete la mano en la conchita…
😩 😖 😩 😖
“¿Te molesta si te la desabrocho, para que no se manche?”
¡Me sentí tan sexy cuando bajó por mis pompas!
Y obvio, que él no respeta para nada los calzones y va y me mete 2 dedos, que me dejan mojada enterita…
😫 😫 😫
“¡Marisol, quiero metértela!” me dice, cuando es obvio, por la manera desesperada que me puntea…
La tiene grandota, hinchada y la cabecita me anda revoloteando la colita…
Yo misma le paso la conchita encima, para que él me marque…
“¿Pero tan temprano y tú con ganas?” le digo sin querer, cuando mi cuerpo entero se mueve porque la meta.
“¡Es que te ves muy sexy!” me dice…
¡Y paff, que me la encaja!
😩 😩 😩
¡No puedo describirles la felicidad que me cae en esos momentos!
Estaba tremendamente mojada y mi conchita, obviamente que hambrienta y extrañando la cosita preciosa de mi marido, desbordando de felicidad al tener ese amigo tan gordito, tibiecito y sobre todo, animoso…
Y me la va metiendo despacito, pero con fuerza, sin dejar de sujetarme las pechugas.
😫 😖 😫 😖
Se siente enorme, caliente, tremenda dentro de mí…
Pone muchísima fuerza, entrando y saliendo, entrando y saliendo, sin dejarme escapar.
Yo me dejo, obviamente, porque lo amo un montón y lo bueno es que la mete de una manera increíble.
Me hace sentir tremendamente puta y cuando acaba, lo hace bien profundo, desbordándome con su leche tibiecita…
💦 💦 💦 💦
Yo, relajada, cansada, suspirando, y él, más encima, me besa muy rico y me hace cariñito en las pechugas.
“Te amo.” me dice con una voz muy tierna y yo le digo que lo amo también, contenta que mi marido sea tan calentón…
Martes 😃
Ese día, me pongo pantalones a propósito.
Me digo a mí misma que tengo que parar de ser tan viciosa y también, tengo que contenerme, porque no todos los días me podrá hacer el amor.
Así que hago las cositas de la casa, juego un montón con las pequeñas hasta el cansancio y por la tarde, después de almorzar, me baja un rico sueñito…
El sofá del living nuevo es súper fresquito, así que prendo la tele y sin darme cuenta, me quedo dormida…
😴 😴 😴
En mis sueños, escucho su voz suavecita, diciendo mi nombre…
“¡Marisol! ¡Marisol!”
Siento que se ríe despacio y entonces, algo tibio me hace cariño en los labios.
😚
Es un besito, bien suave, que me hace sentir como la bella durmiente.
No hay lengua ni nada.
Solo siento sus labios tibios.
😊
Suelto un poquito la boca, solo por si acaso algo me vuelve a besar y hasta la pongo para que me bese, solo por si se atreve…
¡Y ahí sí, se siente una lengua dulcecita!
😆
Abro los ojos y lo veo, ahí, mirándome, con esos ojitos lindísimos...
“¡Hola, ruiseñor! ¿Estabas durmiendo?”
Yo le muevo la cabeza, muy contenta, como una perrita que ve llegar a su amo…
“¿Me haces espacio?”
Y ¡Zas! Nos acurrucamos, con zamarreos y agarrones, hasta que al final, queda a mis espaldas, para dejarme ver la tele, pero sujetándome para que no me caiga, para variar, de mis pechugas…
😂
Yo no digo nada, para que no se sienta mal. Pero puedo sentir su mirada clavada en mi escote, mientras me agarra las pechugas (¡Excelente! XD), su respiración en mi cuello y más que nada, esos sacudones piolas, pero bien largos, cuando me empieza a puntear, bien pero bien despacio…
“¿Y qué estabas viendo? ¿No te estoy distrayendo, verdad?” me pregunta, besándome el cuellito.
Puedo sentir cómo otra vez, su cosota se empieza a hinchar sobre mis pompas, pero aparte de restregarse despacio, no hace nada más.
😖 😖 😖
Y otra vez, tengo una calentura que ni me aguanto…
Entonces, me hace una pregunta que me confunde entera, entera…
“Marisol, dime la verdad. ¿Nunca me engañaste cuando fuiste a la universidad?”
😠
¡Obvio que me ofendo tremendamente, porque pareciera que no me conociera!
“¡No, tonto! ¡Ya te dije que te tenía solamente a ti!”
Y bueno, él, como siempre ha sido, se disculpa…
“¡Lo siento! ¡Es que tienes una cara tan bonita, eres tan sexy y tu colita es tan rica, que a veces no creo que seas mi esposa!” me responde, acariciándome el trasero…
😬 😬
Cuando éramos amigos, él no me decía cosas así…
(¡¡¡Aunque yo ardía de ganas porque me las dijera!!! 😈 )
Pero lo que más plancha me daba en ese tiempo es que todos los amigos de mi papá se las arreglaban para darme un agarrón en el trasero y él, que más quería, amaba y que más quería que me los diera, me respetaba un montón y no me agarraba nada…
¡Figúrense! XD
😆
“¿Tú piensas que mi colita es rica?” le pregunté, haciéndome la linda.
“¡Por supuesto! ¡Es seductora, redondita, marcadita y se te ve bien sexy!...”
😣 😩 😣 😩
¡No tarda nada en responderme, acariciándome y haciendo que me moje a morir y lo que es peor, ni siquiera me doy cuenta cómo le termino entregando la cola!
😲 😮 😩 😮
¡Se siente tremenda y me quema toda la colita!
¡Se siente tan, pero tan rico!
😫 😂 😖 😂
La encaja de una manera magistral, clavándome toda la cintura en el sofá, casi con violencia…
Yo siento el peso de su cuerpo y pienso en lo calentona que me he puesto, que no llevo ni 2 semanas en la casa nueva y ya dejo que me la entierre en el living…
😩 😲 😖 😲
Y para variar, me pone a chorrear como un río, diciéndome que cómo la puedo tener tan apretadita, o que se siente tan rico o que mi colita es la mejor…
Y él tiene tanto entusiasmo: te clava, te clava y te sigue clavando, hasta hacerte babear…
😲 😩 😲 😛
Y lo que me remata, me recontra remata y me manda un tremendo orgasmo es cuando me avisa, con una voz toda, toda alharaca…
“¡Marisol, voy a acabar! ¡Ya no doy más!”
💦 💦 💦 💦
Y se corre.
Se corre por montones.
Sientes toda esa cremita, explotándote en la colita, calentándote y escurriéndote por dentro.
😵 😲 😵 😲
Sientes que te palpita todo (los ojos, la colita, los pechos, la conchita…) y yo creo que si alguien me preguntara cómo me llamo, no sabría responder...
Y el silloncito, que me sirvió tan rico para dormir, está todo mojado y oloroso, pasadito a sexo…
Y cuando paro de babear, pienso que tendré que lavar las fundas.
😉
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3 comentarios - Cuando él vuelve del trabajo… (I)