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Mi prima, mis límites y nuestra demencia. Pt. 1

Aquel martes la jornada colegial fue mucho más tranquila que la de el día anterior, probablemente los tres sendos orgasmos que tuve el lunes habían aplacado finalmente mi calentura. Me sentía particularmente feliz por tres motivos: Primero, había recobrado la calma. Segundo, había descubierto el perverso animal fetichista que en mi habitaba. Tercero, a pesar de todos los riesgos que mis pecados implicaban, mi prima aun no sospechaba nada de lo ocurrido*

*Antes de iniciar el relato te recomiendo leer las precuelas, las cuales puedes ubicar en mi perfil o en este enlace

http://www.poringa.net/posts/relatos/2938221/Mi-prima-la-piscina-su-bra-y-su-tanga.html

A diferencia de los últimos días, la bestia que en mi habitaba se encontraba en un estado de calma, lo cual me permitía pensar con claridad, eso si, aun me era imposible concentrarme en las clases, sin embargo esta vez los pensamientos no giraban alrededor de mi prima, esta vez yo era el centro de la discusión. Me asombraba pensar lo poderoso que me sentía, había hecho cosas muy jugadas y aun no me descubrían, me encantaba sentirme dueño de la intimidad de mi prima, me gustaba pensar como ella no tenía la más mínima sospecha de que rastros de mi semen habían estado en su boca, de que mi esperma reposaba en su ropa interior y en su pijama, de que ella me calentaba muchísimo al punto que se había la dueña de todas mis pajas.

Aquel martes pasó volando, al llegar a casa la jornada del día martes fue muy similar a la del lunes, culmine mis deberes temprano, mi prima tenia clases en la universidad a partir de las 6pm pero hoy volvería mas temprano. Una vez más dejo puesta una película a mis hermanas y yo me quede en el cuarto de ellas encargado de vigilarlas.

La bestia seguía calma, por lo que seguía sumido en mis ideas de superioridad sobre mi prima, no pude sostener durante demasiado tiempo aquellos pensamientos puesto que fui presa de una sensación de sueño enorme. Caí rendido, dormí profundamente. Cuando desperté ya habían pasado las 8 de la noche, la película de mis hermanas había concluido porque las encontré mirando algún reality en la tv. Me sorprendió no ver a Kristina en el cuarto, a juzgar por la hora, ella ya debía de haber llegado, pregunte por ella a mis hermanas y me dijeron que ya estaba en casa, pero que estaba conversando con un amigo en el patio.

Corrí a mi cuarto, me asomé a la ventana que daba al patio y comprobé que mis hermanas tenían razón. Mi prima estaba en el patio parada junto a la puerta conversando con un tipo que estaba de pie frente a ella. Imagine que se trataba de su novio, no tarde demasiado en darme cuenta puesto que el tipo cada tanto posaba sus manos en las prominentes caderas de mi prima Kristina.

Apagué las luces de mi cuarto y me oculté entre las cortinas para no ser descubierto. Ver a otro hombre haciendo lo que yo tanto deseaba empezó a despertar a la bestia, desapareció la calma, volvió la ansiedad, volvió el deseo de placer. La escena entre mi prima y su 'amigo' empezaba a subir de tono cada vez mas, al punto que el arrinconó a mi prima contra la puerta y se sumieron en un caliente y apasionado beso.

La calentura del beso fue tal que rápidamente subió desde el patio a mis mejillas y descendió hasta mi verga que ya pugnaba por salir de mi pantalón, las caricias iban y venían mientras Kristina y su chico se entrelazaban en un profundo beso, liberé mi verga de la cárcel de mi bóxer y empecé a masturbarme a la vez que el tipo apretaba entre sus manos las grandes nalgas de mi prima y empezaba a embestir sobre su cuerpo, a lo que ella contestaba estremeciendo sus caderas, prácticamente estaban teniendo sexo con ropa.

La situación se vio de pronto interrumpida por un grito, este provenía del cuarto de mis hermanas, ante la situación mi calentura bajo rápidamente. Mi prima despidió a su chico sin dar demasiadas explicaciones y el hizo señas de que la llamaría después. Yo en cambio opte por guarde mi sable y fui a ver lo que ocurría en el cuarto de al lado. Al parecer las chicas se habían puesto a discutir por que la una jaló del cabello a la otra, asunto de niñas. Les pedí que se calmaran, al instante se sumo Kristina quien había interrumpido su momento a solas con su amigo para venir a cuidar a las chicas.

Kristina se dedico a consolar a mi hermana agredida mientras yo le pedía a la otra que me contara lo sucedido, al instante Kristina se nos sumó puesto que mi otra hermana se había quedado dormida en medio de sus querellas y llanto. Ya alli mi prima, mi hermana y yo nos quedamos conversando, la conversación inicio con el desacuerdo que origino la discusión que mis hermanas habían tenido, luego la charla pasó por diversos lugares, colegio, escuela, universidad y anécdotas hasta llegar al punto en que mi prima nos empezó a contar de su novio.

Nos contó como se conocieron, mi hermana estaba encantada con el cuento de hadas que mi prima le estaba vendiendo, yo solo seguía ahí porque a través del escote de la camisa a cuadros roja que llevaba mi prima, se asomaba el precioso brasier negro de encajes que la noche anterior había estado alrededor de mi verga.

Finalmente la conversación se puso interesante cuando mi prima empezó a contar detalles mas íntimos de su relación actual, detalles, besos, caricias y tardes a solas. Era evidente que mi hermana estaba muy interesada porque no desviaba la atención del tema y cada tanto bombardeaba a mi prima de preguntas, al punto que llego a preguntarle como se hacían los bebes.

No sin sonrojarse mi prima elaboró una compleja historia llena de metáforas, animales y surrealismo, la hizo tan larga que en medio de la historia mi hermana cayó dormida. Cuando caímos en cuenta de que quedábamos a solas, Kristina concluyo su relato dirigiéndose a mí

-…y así es como se hacen los bebes. Sin embargo tu y yo sabemos como realmente se hacen los bebes, verdad primo?

Solo atiné a sonrojarme y a asentir con la cabeza, producto del incomodo momento me puse de pie y me aprestaba a dirigirme hacia mi cuarto cuando de pronto la bestia tomo posesión de mi, se me soltó la cadena, me volteé y me dirigí hacia mi prima.

-Kris, y tu alguna vez... has intentado hacer un bebe?

A esto mi prima respondió con una picara sonrisa y entre risas me contesto:

-Si primo, yo tenia tu edad cuando tuve mi primera vez. Fue muy rico.

Mi prima empezó a contarme detalles de su primera vez. Regrese al lugar donde estaba y ambos quedamos sentados al borde de la cama.

- Fue con un compañero del colegio, durante el cumpleaños de una amiga, ambos estaban borrachos y nos encerramos en un baño a tener sexo, yo me sentía muy nerviosa, pero la bebida...

Los detalles me proveía Kristina me iban sorprendiendo cada vez mas. Entre otras cosas, me gratificó mucho el saber que en su primera experiencia sexual y producto de la calentura, el licor y el reducido espacio, el amigo de mi prima eyaculó en sus bragas, dicho textualmente por ella. Me sentí plenamente identificado. Kris concluyó su historia mirándome a los ojos.

- y tu primo?... emmm.... nada de nada?

Kristina no alcanzo a concluir la pregunta cuando sus ojos se abrieron como platos y se dirigieron a la parte medular de mi cuerpo, ahí me di cuenta de que casi sin desearlo, una enorme erección estaba apenas formándose en mis pantalones. Me puse rojo como un tomate y empecé a tartamudear

- Disculpa prima, eh, yo, tu historia, esto...

No alcance a concluir mis disculpas y con una amable risa mi prima me decía que no pasaba nada, que era normal y que entre primos teníamos confianza. Que me contaba todo esto para que me sirva de experiencia. No tranquilo con sus palabras, con una erección cada vez mas grande a pesar de lo que había dicho Kristina, me despedí y me disculpe nuevamente.

A pesar de lo vergonzante de la situación, en el fondo de mi ser, el animal que allí habitaba me susurraba que aquella noche, en aquel cuarto, en aquel momento yo no era la unica persona que se había excitado por la situación.

Al abandonar el cuarto de mis hermanas, me cambie de ropa, me acosté y deje que mis pensamientos volaran, no sabia como reaccionar a lo que había sucedido. Por una parte mi mente insistía en que lo ocurrido había sido una humillación, mi instinto en cambio me aseguraba que habia sido un paso hacia adelante. Decidí hacer caso a mi instinto una vez mas, venia invicto, cada vez que le obedecí había tenido éxito, y en ese instante me decidí.

Esa noche, durante la madrugada y como hace unas noches atrás, irrumpiría en el cuarto de mis hermanas y me masturbaría delante de Kristina mientras ella dormía.

El reloj marco las 12 y salí con sigilo de mi cuarto, me acerque al de mis hermanas, pero al instante noté que había un problema, la TV estaba prendida como siempre, pero junto a la voz del tele había otra mas. Era Kristina quien hablaba. Estaba despierta y no tarde mucho en darme cuenta que hablaba por teléfono. Me pegue a la puerta y eso me permitió escuchar lo que ella decía, descarte la idea de que pudiera hablar con alguna amiga en cuanto la oí decir:

-...me encanto la forma en que me besaste hace un rato.

Era su novio. Decepcionado, me volví al cuarto. Me debatía entre desistir y esperar. Finalmente decidí esperar, ella no hablaría por teléfono para siempre, pero con lo excitado que estaba, yo si estaba dispuesto a esperar para siempre si era necesario. Pasé el tiempo dando vueltas en mi cuarto, leía revistas, miraba la tele, dejaba que pasara el tiempo. Hasta que finalmente se hicieron las 2am.

Salí nuevamente del cuarto, esta vez el único sonido era el del TV encendido, entre al cuarto de mis hermanas, ellas dormían y Kristina, mi querida prima, también. Se veía mas hermosa que nunca, tardé nada en desenfundar mi arma, para luego empezar a tocarme al ritmo de su respiración, no paraba de recordar lo que me había dicho, no paraba de pensar en su risa pícara al preguntarme de temas sexuales. En medio de la calentura considere si su pregunta tendría alguna relación a lo que había hecho los últimos días, pero deje de pensar en ello, en ese momento solo importaba lo que pasaba esa noche.

Mientras me tocaba imagina lo bien que se debe haber visto mi prima siendo atravesada por la verga de su compañero de colegio la noche de su primera vez. En eso me invadió la idea de romper la barrera, de cruzar el limite que mi mente me había impuesto, quería tocarla, quería sentir su calor, quería sentir a Kristina. De pronto mi mano derecha soltó mi verga y como una acción robótica mi dedo índice se poso suavemente sobre el pezón de su seno derecho, el cual apenas y se abultaba en su pijama.

-A mi dedo índice se sumaron, el medio, el anular y el meñique, ahora con mis 4 dedos recorría a través de su pijama el precioso circulo de su aureola, a pesar de la tela podía sentir perfectamente la textura irregular de la piel de esa zona. Me cambie de seno y empecé a acariciar su seno izquierdo, me había acercado tanto a ella y de forma tan imprudente que mi erecto pene estaba prácticamente sobre su abdomen... de pronto toda mi sangre bajo hasta mis pies.

En medio de un leve quejido mi prima abrió sus ojos, los cuales de inmediato se cruzaron con los míos, imagino que ella descubrió unos ojos llenos de una placer, sorpresa y mucho miedo. En microsegundos mi mente atemorizada repasaba las escenas de la película de mi vida siendo arruinada por abusar de la intimidad de mi prima. Al terminar de repasar al pie de la letra cada uno de los castigos que creía que me deparaba este crimen, solo esperaba encontrarme unos ojos llenos de rabia sin embargo lo que paso en ese instante me sorprendió.

Los ojos de mi prima se abrieron como platos, pero poco a poco se fueron entrecerrando, no atinábamos a formar una sola palabra coherente. Mi prima repitió el quejido con que se había despertado, pero prontamente ese quejido se transformo en un ahogado suspiro a la vez que finalmente logro susurrar algo.

-Vladimir...

Yo no podía articular una sola palabra, sin embargo me comunicaba con ella a través del lenguaje del tacto, mis dedos jamás se quedaron quietos a pesar del shock, seguían estimulando su cada vez mas duro pezón izquierdo, de a poco empecé a salir de ese trance y solo atine a decirle.

-Prima...

Mi verga, pese al susto no se calmaba y derramaba líquidos sobre el plano abdomen de Kristina. La bestia que me controlaba me ayudaba a pensar rápido y claro. Si mi prima no me había insultado o abofeteado hasta entonces, evidentemente ella disfrutaba de lo que estaba ocurriendo. No había necesidad de detenerse o disculparse. Sus ojos se entrecerraron nuevamente a la vez que mi otra mano se incorporaba para brindar placer a su seno derecho también.

-Prima, tenemos que hablar.

Le dije susurrando a su oído. Mientras mi verga ya se apoyaba impune sobre su abdomen.

-Vamos a tu cuarto primo, las chicas nos pueden oír.

Me contestó mi prima en medio de un gemido. Nos pusimos de pie y abandonamos la situación y nos dirigimos hacia mi cuarto.

Mi prima, mis límites y nuestra demencia. Pt. 1

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Este ha sido mi cuarto relato, espero les haya gustado lo suficiente para mantenerlos enganchados hasta el estreno de la parte final de este capítulo. Consideré prudente que mis primeros relatos cuenten una historia basada en hechos reales para luego animarme a intentar con la ficción.

Me haría muy feliz y me motivaría un montón a seguir escribiendo mis experiencias, el recibir sus opiniones, críticas y sugerencias sean positivas o negativas.

- vladimirtrach@outlook.com

3 comentarios - Mi prima, mis límites y nuestra demencia. Pt. 1

palmerio +1
Muy bueno, escribís bastante bien y me gusto la verdad. Lo único que te puedo decir es que mejore un poco la redacción, repetís mucho las palabras y te has comido otras. Aun así te felicito, tenes talento, seguí así... Saludos,
VladimirTrach +1
Muchas gracias. Aprecio mucho tu opinión.
xacaxallayacuya +1
muy bueno me transporta como que veo lo que escribes.
detalles de redaccion pequeño
ppr lo demas muy bienos
espero el.siguiente
anto5115
Muy bueno loo, segui por favor