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Chantaje Familiar IV (1/2)

¡Muy buenas amantes de los relatos! Sigo con esta serie que se acerca a su fin, !Espero que la disfruten!

¡Si recién te enganchas o querés releer los capitulos anteriores acá los tenés!

Parte 1
http://www.poringa.net/posts/relatos/2935526/Chantaje-familiar-Prima-Wanda.html

Parte 2:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2935938/Chantaje-Familiar-II-Mi-querida-tia.html

Parte 3:
http://www.poringa.net/posts/relatos/2936908/Chantaje-Familiar-III-De-visitante.html



Gerardo estacionó el auto frente a una aparente casa particular, de gran fachada, con grandes arbustos en el patio delantero.
Mi tía, su novio y yo bajamos del auto, dirigiéndonos a la puerta de rejas del chalé.
-A que es como vos pensaste. – Me dijo Gerardo caminando a mi lado. – Obviamente no es un cartel gigante que diga “PORNO” en la via pública, es todo muy riguroso y censurado.
Luego de decirme esto abrió la puerta, dejando entrar primero a mi tía y luego a mi, y la cerró luego de pasar. Era una oficina con un gran escritorio donde estaba sentada una joven rubia con anteojos, muy atenta en el monitor de su computadora, levantó la vista.
-¡Gera! – Se puso de pié, Gerardo fue a su encuentro, se abrazaron y se dieron un beso amistoso. - ¿Cómo andas?.
-Bien Juli bien, venía por la escena que me había mencionado Gustavo.- Se volteó hacia nosotros. – Mi novia Jessi, ya la conoces, y mi sobrino Agustín.
-¿Qué tal? – Me acerqué a la secretaria y le di un beso.
-¿Vas a empezar?- Me preguntó la secretaria mirándome de arriba a abajo.
-Emm…- Titubee.
-No no. – Sonrió mi tía. – Gerardo solamente lo trajo para que conozca un poco esto.
Miré a mi tía con un aire de desprecio y ella me sonrió muy campantemente.
-Ahh…- Sonrió la joven rubia. – Porque lo veía bien armado… - Se rió. – Pasen por acá…- Nos abrió una puerta.
Esta vez Gerardo fue el primero en entrar, seguido de mi tía y yo por ultimo. La secretaria, que se mantenía en el umbral, me dedicó un guiño, yo se lo devolví antes de entrar.
-Que calentones son todos acá. – Pensé.
Detrás de la puerta se abría un ancho pasillo en el cual había tres puertas cerradas de cada lado y al fondo se abrió un living espectacular delante nuestro, con varios sillones, una gran mesa ratona, chimenea, una amplia alfombra de piel, una barra y banquetas altas, dos lcd’s y grandes ventanales a través de los cuales se veía un tenso patio muy bien mantenido, con una hermosa pileta y un un completo furniture de patio alrededor de la misma.
-La concha de la lora, que sarpado esta esto…- musité.
Desde un pasillo que se abria del otro lado del living llegó un hombre algo gordo y petiso, con camisa y gorra.
-¡Eh Gerardito! – Saludó afectuosamente al rubio.
-¿Qué haces Gus? – Le palmeó la espalda. – ¿Tenes todo preparado para la escena?.
-Sisi, te esta esperando tu compañera, ya coloque toda la iluminación, ya esta todo el equipo…- Miró por encima del hombro de Gerardo. -¿Quiénes son tu compañía?.
-Esta es mi novia Jessi. – Le tendió la mano a mi tía para que se adelantara.
-Ahh si, bella como siempre. – La besó.
Yo me iba acercando.
-Y este de acá es mi sobrino, le vine a mostrar como es la onda acá jaja.
-Ahh… ¿no es menor no? – Preguntó algo serio.
-No, quedate tranqui, tengo dieciocho. – Le respondí.
-Ahh muy bien, no me gustaría tener quilombos jajaja. – Rió. – Pasen por acá.
El Tipo nos condujo por un pasillo algo angosto y entramos en una habitación bastante amplia, con algunos sillones y una cama matrimonial en el medio, estaban montadas las cámaras, las sillas y unos tipos de remeras negras charlaban y analizaban una gran cámara de mano. En uno de los sillones estaba una rubia tetona maquillada y una castaña de tez pálida con un tatuaje de manga en el brazo, ambas cubiertas con batas, la rubia una blanca y la segunda una rosada.
-Bueno chicas posiciónense. – Dijo Gustavo acomodándose en su silla. –Van a estar jugando con los almohadones cuando Gerardo entre a retarlas por el ruido que hacen, ahí… - Consultó un guión que tenía a mano. – Ustedes les dicen que el no las manda y bueno, le tocan el pene, le abren el cinto, ambas se arrodillan y esperen instrucciones. – Dejó el guión a un lado. – Ahh… Y como estamos en víspera de navidad, no olviden el gorrito navideño chicas. ¿Listo? ¡Acción!.
Con mi tía nos sentamos en uno de los sillones detrás de las cámaras, las chicas se pusieron el gorrito rojo y blanco con un pompón en la punta y se subieron a la cama, llevaban pantaloncitos cortos y unas musculosas ajustadas al cuerpo, la rubia estaba infernal, parecía que el busto le iba a explotar debajo de la musculosa, y la de pelo castaño tenía un terrible orto, habían comenzado a pelear con los almohadones y a gritar
-¿Estas segura que queres mirar tía? – Le pregunté mirándola. –Si no te acompaño afuera…
-No sobri esta bien, dos por tres vengo a mirar las escenas de Gera.
Gerardo entraba en escena, con un jean azul con un cinto marrón y una camisa a cuadros.
Miramos el transcurso de la escena, en el cual ellas discutían con Gerardo y se bajaban de la cama, llegó el momento en el que le acariciaban la verga al novio de mi tía por encima del pantalón y se agachaban delante de el.
-Muy bien, ¡Corten!. – Gritó Gustavo. – Perfecto, ahora Lucas va a llevar la cámara de primera persona, va a filmar como Nati y Flor se la chupan a Gerardito y después cambiaremos a 3 y 5, atajando desde la esquina cuando se suban a la cama, ¿Esta bien?. –El productor bajó de su silla. – Motívense y vuelvan en 10 minutos.
Gerardo nos hizo una seña con la cabeza y salió de la habitación, mi tía lo siguió y yo fui detrás.
Entramos a una habitación, el cual era el camarín de Gerardo. Al entrar le pidió a mi tía que le trajera hielo, que ahí no había, y ella fue hacia la barra del living.
-Che Agus, ahora esto se llama la motivación. – Me explicó sentándonos en el sillón de su camarín. –Aunque no lo creas, es difícil que se te pare bien potente con tus compañeras de trabajo, por eso es que mi pareja, tu tía, tiene que motivarme en la parte que saco el muñeco a escena.
-Ah la pelota, no sabía eso.
-Como muchas otras cosas que hoy no te voy a contar, es todo un laburo, cosas de laburo, bueno… - El se puso frente a mi. – Ya se que tu tía te calienta…
-Emm no… - Dije nervioso. – Te habrá parecido.
-Dale boludo, yo me doy cuenta. Allá en la cocina, ¿Te pensas que no los vi?
-Disculpá, no me quise sarpar…
-No pasa nada loqui. –Me dijo palmeándome el hombro. – Como buen pariente que vendría a ser tuyo, te voy a dar una buena vista. – Dijo fijándose hacia la puerta abierta y susurrándome. –Ella obviamente no va a querer motivarme adelante tuyo, así que vos te vas a esconder atrás de este sillón y vas a ver como tu tía me la chupa.
Me entró una ligera oleada de calor en el cuerpo.
-Dale bolas, metete ahí que ya viene. – Me dijo haciéndome levantar y corriendo el sillón.
Me metí atrás, y ya que el sillón estaba en una esquina me acomodé sin mucho esfuerzo.
-Acá esta el hielo mi amor… - Se lo dio mi tía besándolo. -¿Y Agus?
-Lo mandé a que viera el patio y que se hiciera amigo de las chicas, le dije que me tenías que motivar y era privado.
-Te iba a decir que le dijeras justamente… - Se le acercó y le metió la mano adentro del jean. – No sabes las ganas que tenía de chuparte la verga…
Mi tía se agachó frente a el y desabrochó su cinto, bajó su jean y la gran verga de Gerardo quedó a la vista, la tenía muy bien hecha, venosa y cabezona. Jessy se deleitó con ella metiéndosela a la boca y comenzando a cabecear lentamente.
Esa escena, que veía detrás del sillón como podía, me hizo parar bien la pija, por lo que la saqué y comencé a pajearme en una posición muy difícil.
La verga de Gerardo se paró mucho más, tenía un tremendo pedazo, tanto que mi tía no conseguía metérselo entero en la boca, pero igualmente lo saboreaba, ahogándose, como terrible petera que es. Los hilos de saliva se escurrían goteando hasta dentro de su escote. Gerardo disfrutaba mucho de la boca de mi tía, empujaba su cabeza con violencia y ella no se quejaba. Jessy se quitó la verga de la boca y comenzó a lamer sus testículos, esto hizo que su novio largara un varonil gemido de placer.
Cuando estaba en el punto más alto de mi masturbación tocaron la puerta, y como reflejo guardé mi pene en mi pantalón y me quedé hecho un bollo detrás del sillón.
-Gerardo. – Se escuchó una voz femenina desde el pasillo. –Ya es hora de grabar, apurate.
Mi tía se puso de pie y Gerardo la besó muy apasionadamente, le dio una palmada en el culo y salió por la puerta. Antes de salir, Jessy se metió la mano dentro del short, en su entrepierna, y la sacó húmeda y viscosa, se había mojado como una yegua, y para calentarme más comenzó a chuparse los dedos y a lamer su mano, se la limpió contra su pierna desnuda y salió hacia el pasillo.
Esperé unos minutos y salí también, entrando a la habitación justo antes de que empezaran a rodar. Me senté junto a mi tía en el sillón del fondo.
-¿Dónde estabas? Casi te quedas afuera. – Me susurró mi tía.
-Emm… Me entretuve viendo… el patio, esta muy lindo. –Mentí.
-Y… ¡Acción!- Gritó el productor.
Las chicas, que estaban en la posición en la que había terminado el primer rodaje, desabrocharon el cinto de Gerardo, bajaron su pantalón y ahí estaba, la verga bien parada del novio de mi tía.
-No sé si sabes, pero hay una parte que se llama, “La motivación de actores”. – Me dijo mi tía.
-Si tía, Gerardo me explicó.
Ella se quedó callada, quizás algo avergonzada, después del terrible pete que le hizo.
Las actrices fingieron sorpresa con el gran miembro del actor, y comenzaron a chupárselo, se la compartían, lo pajeaban, una le chupaba la pija y otra los huevos mientras se frotaban la vagina por encima de la ropa. Gerardo lo estaba disfrutando, o quizás fingiendo, pero con terribles hembras chupándosela dudo que no le guste. Lo empujaron a la cama y le quitaron su jean por completo.
-¡La 3! – Gritó Gustavo. -¡Ya!.
Comenzaron a quitarse la ropa entre ellas, debajo de la musculosa tenían unos lindos corpiños, y las tetas de la rubia seguían poniéndome duro. Gerardo les apretaba las nalgas a ambas mientras se la seguían chupando.
Se me dio por mirarla a mi tía, ella estaba con los cachetes colorados, levantando temperatura, y se mordía el labio inferior con disimulo, cuando cruzamos las miradas rápidamente voltee hacia la escena.
Le quitaron la remera a Gerardo y ellas se sacaron los corpiños, insisto, las tetas de la rubia eran perfectas, y las de la blanquita eran más chicas, pero lo compensaba con el terrible orto que tenía. Luego de despojarse de sus prendas en su totalidad, la primera en subir a la verga de Gerardo fue la castaña, se fue sentando lentamente a medida que ese pedazo de carne le penetraba la concha, su carita de inocente reflejó un excitante gesto de placer y los gemidos angelicales comenzaron a brotar desde su interior. La rubia, desde la derecha, la besaba y le chupaba las tetas, metiendo mano en su vagina también.
Sentí que mi tía suspiró y se apretó uno de sus pechos, se hizo bien evidente su calentura, por lo que yo tampoco aguante y comencé a frotar su pierna, ella para mi sorpresa no dijo nada, y directamente puso mano encima de mi bulto.
La inocente castaña comenzó a saltar con más ritmo encima de la verga del novio de mi tía y esto a Jessy la calentó tanto que comenzó a frotarse por encima de su short.
Cambiaron de posiciones entre ellas y los pechotes de la rubia comenzaron a brincar al ritmo de la garchada, esta no gemía tan rico como la castaña, pero igualmente me calentaba ver tremendas tetas brincando de esa forma. La otra chica se sentó encima de la cara de Gerardo y este comenzó a chuparle la vagina, volvían esos gemidos angelicales que tanto me encantaban.
Mi tía no aguantó más y me desabrochó un botón del jean para poder meter su mano y tocar mi verga. Yo eché mi torso hacia atrás para que le sea más comodo tocármela y seguí fijo en la escena. Jessy comenzó a pajearme frenéticamente mientras me suspiraba en el oído.
Luego de que Gerardo se las cogiera a ambas en cuatro, las chicas bajaron de la cama a arrodillarse en el suelo y el novio de mi tía se pajeo delante de ellas, un tipo filmaba desde debajo del mentón de Gerardo, haciendo la cámara de primera persona. Las nenas esperaban la lechita con la boca abierta, el actor gimió y una gran cantidad de semen fue dirigida hacia los rostros de las actrices. El video cerró con un “Feliz navidaaad” dicho por los dos bombones mientras se compartían la leche de Gerardo de boca en boca.
Cuando el productor cortó la escena mi tía me soltó rápidamente la verga y se hizo la distraída. Gerardo vino a nuestro encuentro y nos fuimos del edificio luego de saludar a todos.
-Tremendo trio te mandaste Gera. – Le dije en el auto.
-Si la verdad que son muy buenas actrices. – Me dijo mirándome por el espejo retrovisor. –La del tatuaje tiene veinte años, te la voy a presentar la próxima vez.
-Fua, sería genial. – Le contesté.
Mi tía se limitó a estar callada todo el viaje, seguramente avergonzada por haberle agarrado la verga a su sobrino, efecto de su calentura al ver como dos minas se cogían a su novio.

Cuando llegamos a casa encontramos a Wanda echada en el sillón mirando televisión, estaba sin corpiño, pero no vimos nada porque se envolvió rápidamente en una frazada que tenia cerca.
-¡Avisen cuando van a llegar che! – Gritó subiendo las escaleras.
-¡No tenés por qué andar desnuda en la casa pendeja! – Le gritó mi tía desde abajo.
El ambiente se puso algo tenso, pero todo se disipó una hora más tarde, cuando nos sentamos a cenar.
-Acá me dice Luciano que se queda en lo de una amiga a cenar, y que después va a salir. – Dijo mi tía.
Estábamos todos sentados en la mesa, en paños menores, como acostumbraba esa familia. Pero esta vez Wanda estaba vestida con un corpiño semi transparente, donde se le notaban sus pezones, y con una tanga negra bien encajada en el orto, donde sus redondas nalgas resaltaban. Mi tía no le dijo nada pero tampoco tenía cara de agrado. Levantamos la mesa entre todos y noté que Gerardo tenía una débil erección debajo de su ajustado bóxer. Cuando fui a buscar una olla a la mesa para llevarla a la cocina, el me atajó.
-Subí a mi pieza, te quiero proponer algo. –Dijo subiendo las escaleras.
Con extrañeza y curiosidad dejé rápidamente la olla la mesada y corrí hacia arriba. Golpee la puerta y el me abrió.
-Pasá dale. – Dijo cerrando la puerta una vez estuve adentro de la pieza.
El se me acercó.
-Che Agus, la otra vez, el día que viniste…-Hablaba algo nervioso y excitado. – El día que viniste, esa tarde me cogí a tu tía, ¿Escuchaste no?.
-Como para no escuchar, si gritaba como una yegua.
-Exacto… -Sonrió.- Bueno… Además de los gritos de ella, escuché… - Hizo vueltas con las manos, haciéndose el que no le salían las palabras. – Otros gritos, los gritos de tu prima, los gemidos de ella…
-S-Si…- Asentí nervioso.
-Te la cogiste, no me mientas, lo sé, lo escuché.
-Si…- Bajé la mirada. –Me la cogí, pero no se lo dig…
-¡Muy bien! No… - Dijo palmeándome el hombro. – Quedate tranqui campeón, esto muere acá, te quería proponer un trato.
-¿Cuál?.
-Bueno… habrás visto como esta vestida tu prima allá abajo, se le trasluce todo… mirá como tengo la pija. – Dijo apretando su bulto bajo el bóxer. –Esa pendeja busca que me la coja desde que llegué, se revienta terribles pajas con la puerta abierta cuando solamente estoy yo, busca espiarme cuando me cambio o me baño y esta constantemente mirándome la pija cuando ando en bóxers…
-¿Y yo que ganaría?
-Tenés tremendas ganas de cogerte a tu tía, y no me mientas loqui, porque los vi franelearse en el sillón de allá. – Sonrió. – Eso me hizo acabar así, no las nenas con la boquita abierta.
-Disculpame… emm…- No sabia que decir.
-Así que esta noche mientras vos te coges a tu querida tía que te trae bien loco, yo me voy a coger a la zorrita de tu prima, porque me tiene la poronga como un fierro, de esa manera una grita, la otra grita y no se oyen, ¿es trato?.
-Sos-un-tipo-espectacular-chabón.- Lo dije de esa manera dándole la mano.
-¡Vamos loco querido, vos también! – Dijo saliendo de la pieza casi a los saltos.
Para acelerar las cosas, se me ocurrió buscar a mi primita y decirle lo que habíamos hablado con Gerardo, no todo, obviamente.
Entre a su habitación y ella sonrió.
-Buenas primito… ¿Vas a dormir conmigo?- Se oía excitada.
-No hoy… Vení acercate. – Le dije sentándome en la cama.
-¿Por qué tanto misterio? –Me acariciaba el torso desnudo.
-Gerardo se enteró de que yo te cogí.
La cara le cambió completamente, como esa vez que la encontré masturbándose por primera vez.
-Ay no… Le va a decir a mi vieja y ella me va a echar a la mierda… -Se llevó las manos a la cara. -¿Cómo se entero?
-Porque la vez que te cogí gritaste como una yegua. – Le dije casi riéndome.
-Y bueno… si sos un animal, un bruto…
-Pero te gusta.
-No es chiste idiota, se me va a re armar y no se a donde voy a ir.
-No le va a decir.
-¿Vos que mierda sabes? La puta madre…
-Porque te quiere coger el a vos.
Se sonrojó al instante.
-¿¡Cómo!?.
-Si, con lo que tenes puesto ahora lo dejaste re duro, me lo dijo, así que quiere subir y cogerte en tu cama.
-La puta madre parece un sueño, tener esa pija a mi merced… ¿No me estas jodiendo no?
-No boluda, es posta, me lo dijo cuando me llamó para acá arriba.
-¿Y pero como vamos a hacer? Si mi vieja es re cuida la trola.
-Dejá, ya tengo todo ideado. – Le dije parándome. –Vamos a juntarnos en familia a ver una película en el living, y ahí vas a ver que sale todo bien.
-Te juro boludo, altos nervios tengo. – Dijo siguiéndome.
-Algo más… - Le dije agarrándola de la cintura. –Una chupadita no me vendría mal ahora eh…



CONTINUARÁ...

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