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Mi prima, mi locura y sus sandalias

Si el último viernes me hubieran dicho que la noche del domingo iba a estar dando vueltas en la cama, sin poder dormir, delirando con las mas perversas ideas, no lo habría creído. Y es que ver a mi prima con poca ropa mientras jugaba en la piscina y posteriormente masturbarme impunemente con su traje de baño*, me había cambiado todo.

*Antes de iniciar el relato te recomiendo leer la precuela, este enlace
http://www.poringa.net/posts/relatos/2938221/Mi-prima-la-piscina-su-bra-y-su-tanga.html

En la mañana del domingo tuve mi primera revelación del día, cuando comprobé que lo que hice la noche anterior había pasado desapercibido, mi prima no había notado lo que había hecho con su ropa y ahora sin sospechar lo ocurrido jugaba con mis hermanas en la piscina mientras yo observaba a la distancia y pensaba en como podía seguir sumergiéndome en ese mundo de placer que su ropa interior me había despertado.

Como mi prima y hermanas estaban en la piscina caí en cuenta de que su cuarto estaba completamente desprotegido, subí sigilosamente y entré al cuarto, busqué la maleta de mi prima, quería encontrar sus bragas, su brasier, lo quería todo y sin embargo no encontré nada, su maleta estaba cerrada con un pequeño candado de manera que no había forma de que pudiera vulnerar su intimidad nuevamente.

Frustrado me encerré en mi cuarto, pensaba en todo tipo de formas para poder calentarme con ella, sin embargo el remordimiento y el cargo de conciencia me hacían descartar la mayoría de ideas, pensé que al salir de la piscina ella repetiría el proceso de ducharse en mi baño y así podría aprovecharme nuevamente de ella, sin embargo esta vez no sucedió, se ducho en el cuarto de mis hermanas.

El resto del día me la pase masturbándome con el recuerdo del placer que me había ocasionado la experiencia fetichista de la noche anterior, y si bien las pajas me servían para mitigar un poco la calentura, al cabo de un rato todo intento se volvía inútil porque mi mente y mi cuerpo no querían una simple paja, querían sentir lo mismo de la noche anterior, nervios, culpa, excitación y placer.

Finalmente cayo la noche, y con la luz del día también se fue mi pudor, mi decencia y parte de mi remordimiento. Estaba desesperado y estaba dispuesto a todo. Eran casi las 10 de la noche, el cuarto de mis hermanas estaba ya a oscuras, sin embargo la TV estaba encendida, lo cual estaba dentro de lo normal porque ellas se quedaban dormidas mirando la tele, así que esperaba encontrarlas durmiendo, a ellas y a mi prima.

Realmente no sabia lo que iba a buscar allí, ni que iba a hacer allí, la verdad no tenia ni idea, solo quería estar cerca de ella, buscar algo, encontrar algo, sentir algo, quería la culpa, los nervios y el placer. Abrí cuidadosamente la puerta y en ese instante, toda la calentura desapareció, si bien mis hermanas ya estaban durmiendo, la voz de mi prima me sorprendió en cuanto entre. Me preguntó que me pasaba, y elabore una rápida mentira, aduciendo que buscaba un bolígrafo para concluir una tarea ya que el mío estaba fallando, todo fue mentira, complete el acting buscando el bolígrafo entre las cosas de mis hermanas y me fui del cuarto deseándole buenas noches.

Me sentía derrotado. Sentí que me había expuesto innecesariamente, que mi prima podría haber encontrado sospechosa la situación. Pensé que hasta ahí había llegado todo, que no volvería a pasar nada nunca más, me cambie de ropa, puse el pijama, prendí la TV, e intente pensar en otra cosa.

Pero fue inútil, el tiempo seguía pasando, y mi calentura no hacía más que crecer, habría que realizar un estudio de cómo la noche altera a las personas, porque con el pasar de las horas cada vez me sentía menos cuerdo, finalmente me decidí, miré el reloj, eran alrededor de las 12:30 y yo me aprestaba a intentarlo nuevamente.

Salí de mi cuarto y me acerque a la puerta del cuarto de mis hermanas, la situación no había variado en relación a mi intento anterior, luces apagadas y TV prendida. Entonces con mucha cautela giré la chapa de la puerta y entré, todo parecía igual, con una gran salvedad... Esta vez mi prima no me hablo al entrar, Kristina, mi prima, a quien deseaba como nadie, se había quedado dormida.

A pesar de encontrarme en un estado de inconsciencia en que era únicamente movido por el placer, mi mente me ponía límites, podía hacer cualquier cosa, pero no podía animarme a pasar la barrera del tacto, podía hacerlo todo, menos posar un solo dedo sobre ella.

Me acerqué a su cama, ella estaba únicamente iluminada por la luz de la tv, mi cuerpo proyectaba una sombra sobre el suyo, lo cual me excitaba mucho. El verla allí inocente, durmiendo sin la menor idea de la sombra del animal salvaje que se posaba sobre ella, hizo que mi verga se pusiera dura y erguida como si fuese el mástil de un barco.

La erección ya era incontenible, baje mi pijama y mi verga salto como si de un resorte tratase y con ello un par de gotas de liquido pre seminal salpicaron la escena. No me consideraba alguien especialmente dotado, tenia una verga dentro del promedio, quizás su principal atributo estaba en lo grotesca que se veía cuando estaba excitado, muchas venas recorriendo el grueso tronco y una gran cabeza roja como si se tratase de un hongo, sin embargo aquella noche la sentía larga como nunca antes, me sentía poderoso, me sentía perverso, me sentía bien.

Empecé a masturbarme al lento ritmo de la respiración de mi prima, al ritmo de sus pequeños pechos subiendo y bajando, me tocaba al ritmo ascendente y descendente de sus tímidos pezones que apenas se marcaban en su blusa, sus pechos subían, la piel de mi verga bajaba. Su pecho bajaba y la piel de mi verga subía y con ella abundantes cantidades de líquido pre seminal mojando mis dedos.

Cada vez que sentía que el placer estaba por llegar a su límite me daba cuenta que estaba equivocado, aun había mas, aun podía sentir más. Y cada vez me costaba más mantener el límite impuesto por mi mente, quería cruzar la barrera, quería tocar, incluso llegué a ponerme muy cerca del rostro de mi prima y podía sentir su respiración en mi verga, pensé en correrme en ese instante, pensé en llenar su moreno rostro de mi blanco semen, pero como si tratase de un cinturón de seguridad, mi mente me detuvo, no debía, no podía, a pesar de lo mucho que quería.

Duro como estaba intente vulnerar su maleta, pero seguía cerrada con candado, pero yo necesitaba algo, una braga, un bra, algo, entonces mire al piso y sin pensarlo 2 veces tome las sandalias de mi prima, empecé por olfatear la zapatilla derecha. Olían riquísimo, me excitaba muchísimo el olor que desprendían, el olor me producía una sed enorme, la cual solo se calmaba al lamer sus zapatillas e inundar mi boca de la mixtura entre mi saliva y ese particular olor.

En tanto, le di uso a su zapatilla izquierda y la coloque alrededor de mi verga. Mi tranca estaba apoyada en la planta de su zapatilla, mis bolas rozaban la parte donde se apoyaba su talón y el glande estaba envuelto por las tiras que van entre los dedos, lo cual generaba una presión muy excitante, entonces empecé a masturbarme de esta forma.

Perdí el ritmo de la respiración de mi prima, quien estaba completamente dormida y no tenia la mínima sospecha de lo que estaba ocurriendo, me masturbaba cada vez mas rápido. Seguí lamiendo y lamiendo, metía las tiras de la zapatilla en mi boca y empezaba a succionarlas, estas desprendían un delicioso sabor salado que hizo que mi placer llegue al cielo.

Casi sin darme cuenta estallé. Yo siempre había sentido envidia de los actores porno que eyaculaban gruesas y espesas porciones de blanco semen puesto que con mis pajas apenas y completaba una cucharada, pero lo que mi prima me causaba hacía que no sintiera mas envidia.

Un grueso chorro de espeso líquido blanco cruzó la escena cayendo en la pijama de mi prima, el chorro tubo longitud tal que quedó como una línea blanca atravesando de forma horizontal las gruesas piernas de Kristina, otros dos chorros de menor potencia cayeron sobre la sábana que estaba junto a ella pero más cerca de donde yo estaba, el resto inundó la planta de la zapatilla de mi prima y se pegó a la base de mi glande.

El placer desapareció al instante y fue reemplazado por una enorme culpa, solté las sandalias y las deje en el suelo, sin tiempo a limpiar nada, subí mis pantalones y hui del cuarto cerrando despacio la puerta.

La culpa era demasiado grande para soportarla, me sentía demasiado mal, pensaba en que me iban a descubrir, que iba a ser castigado, que se enteraría toda mi familia, mis hermanas, sería humillado... en medio de todos esos pensamientos me quede dormido.

A la mañana siguiente mi prima me despertó tocando a mi puerta, y una helada sensación me recorrió el cuerpo. Antes de llegar a la puerta me llamó nuevamente y me pidió que baje a desayunar porque se me haría tarde para llegar al colegio, sentí un alivio parcial ante la situación.

Entonces bajé, compartí el desayuno con mi prima y hermanas, todo estaba como si nada, en sus cabezas la noche anterior había pasado como si nada, bien podría haber sido todo un sueño, sin embargo una borrosa línea amarillenta producto de mi semen ya seco atravesaba la pijama que cubría las preciosas piernas de mi prima, esa línea era la señal de que todo había sido real.

Sabía que mi prima era algo despistada pero me extrañaba su indiferencia ante la situación, me extrañaba, pero no me importaba demasiado en ese instante, lo único que importaba en ese momento, era que una vez más había pecado y una vez más había salido impune.

Nuevamente me deje llevar por los impulsos y todo había salido bien, eso me produjo un perverso placer porque estaba seguro que la de anoche no seria la ultima vez que mi prima me proveería de placer, y la semana al cuidado de ella apenas estaba comenzando.

Mi prima, mi locura y sus sandalias

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Este ha sido mi segundo relato, espero les haya gustado. Consideré prudente que mis primeros relatos cuenten una historia basada en hechos reales para luego animarme a intentar con la ficción.

Me haría muy feliz y me motivaría un montón a seguir escribiendo mis experiencias, el recibir sus opiniones, críticas y sugerencias sean positivas o negativas.

- vladimirtrach@outlook.com

3 comentarios - Mi prima, mi locura y sus sandalias

ElSrDeLaNoche666 +2
Felicitaciones, muy buen relato, me la dejo muy gomosa!