Nos conociamos hace más de 10 años. Siempre le tuve ganas, pero para no cagar la relación, prefería no hacer nada. Al principio, teniamos trabajo en distintas empresas, pero estabamos cerca, y desde hacía 7 años, trabajabamos para la misma empresa. En los dos trabajos la recomendé, y los consiguió. Desde siempre, volvíamos juntos, ya que también viviamos cerca, y el pasar tanto tiempo juntos y conocernos desde hace tanto, nos daba la libertad de contarnos muchas cosas abiertamente.
Paola, es una mina de barrio, con un buen cuerpo, unos pechitos chicos que crecieron bastante después de que tuvo a su hijo al cual no pudo amamantar, una cola espectacular que es lo que todos miran, un lunar al lado de la boca, y una boca que cuando hace trompita, dan ganas de tirarse encima de ella.
El marido de Pao, siempre fue un mantenido, nunca tuvo que trabajar hasta que se juntó con ella. El trabajo ni siquiera lo consiguió él, se lo consiguieron. A pesar de cobrar el sueldo en super cómodas cuotas, o de que le quedaran debiendo meses de sueldo, nunca buscó otro trabajo.
Era lunes y volvíamos del trabajo. Me cuenta que el fin de semana se había separado, ya no aguantaba la situación, que era ella la que llevaba los pantalones en lugar de él. Que explotó cuando le pidió que buscara otro laburo o sino salía ella a buscar para trabajar los fines de semana, y el vago le dijo que él no iba a cambiar de trabajo. Cuando me contaba esto, no paraba de llorar. Le dije de parar, así me podía contar más tranquila. Frenamos en una heladería que nos quedaba de camino.
Cuando nos sentamos, comencé a observarla mientras hablaba. Se había venido con un vestido con rayas verdes y grises. Las gomas se le salían por arriba. Se le notaba un lunar que tiene entre los pechos, que siempre me llamó la atención. Comía el helado moviendo la lengua de una manera increible. Ya había dejado de llorar, se reía de los chistes que le hacía. Aproveché y empecé a tirar toda la artillería. No pretendía que algo sucediera ahí, ni en ese momento. Se le cayó helado entre las tetas, mi instinto fue agarrar una servilleta y limpiarla, ella se dejó. Después se rió y me dijo:
- Decí que sos vos, porque si fuese otro lo cago a piñas
- jajjaaj, bueno, es el instinto Pao...
- jaajja todo bien, no pasa nada
- hasta que vos no quieras jajajaj
- que tarado ajajajaj
Seguimos hablando, y nos fuimos. Paré en la puerta de la casa, y me dice:
- Nosotros hubisemos sido la pareja ideal... vos no queres que trabaje, salvo que una quiera y te deslomas para que a tu casa no le falte nada... nos conocimos en tiempos distintos...
Nos dimos un fuerte abrazo, nos miramos y nos trenzamos en un beso caliente. Se bajó y se fue rápido para la casa.
El resto de la semana, o porque uno se tenía que ir a otro lado, o porque tenía cosas que hacer, o quizas por lo que había pasado, no viajamos juntos, tampoco nos vimos en los pasillos de la empresa.
El viernes coincidimos, y volvimos juntos. Vino con una remerita con toda la espalda descubierta, con mucho escote, pero nos saludamos como siempre. Ibamos callados, y le digo:
- Pao, no le des vuelta... ya fue
- Y si no fue? o si alguno quiere algo?
- jajaaj no le des vuelta, si sale algo, vemos...
- Como que? Que se te ocurre?
- Algo... vemos en lo que queda de viaje
Cuando le dije esto, se empezó a reir, pero hizo algo que no hacía normalmente. Como para no abrir la boca, levantaba su lengua y la ponia en el labio superior. Además, ponía la pierna bien para el lado de la palanca, por lo que la rozaba y tocaba cada tanto. Ahí como que ablandó y seguimos hablando, la conversación era netamente sexual:
- A mi por la cola no me gusta, Tito quizo probar una vez y lo saqué cagando.
- jajaja pobre Tito!! si con tantos años con vos, no pudo por tu colita, le tuvo que haber mentido a todos sus amigos
- jajaja por que?
- Y boluda, imaginate, mirá tu culo, es lo que más resalta, lo tenés bárbaro y encima vos no lo dejaste nunca? tuvo que mentir seguro... imaginate que le pregunten y que diga no, eso no lo hice nunca... dejate de joder
- jajaja y bueno, que se maneje... y ahora más...
Justo estabamos en la fila para doblar a la izquiera, y en la esquina hay un telo, pongo el guiño para doblar, parecía que iba a entrar al telo y me dice:
- hey!! a donde me querés llevar?
- Y bueno, Pao, estamos donde siempre, si querés entramos jajajaja
- A que no te da la nafta?
- Que no?
- Seguro que no
- Si entro te bancas que pase todo eh?
- Dale, si no te animás
Y entré. La noté excitada, como con ganas de que quería que pasara y ganas de no querer arruinar la relación que teníamos. Intenté tranquilizarla mientras ibamos a la habitación.
Al entrar, comencé a darle besos por el cuello, a bajar por entre los pechos, me entretuve con su lunar. Mientras iba pudiendo le bajaba el pantalón. Se la escuchaba excitada... gozaba... no nos decíamos nada. Una vez desnudos, fuimos a bañarnos juntos... pude observar esa cola hermosa totalmente desnuda. Era increible, nunca había visto así de cerca una cola. Esas tetas estaban bien firmes, la cara de lujuria que teniamos los dos era increible. Estaba casi toda depiladita, solo tenía apenitas un caminito. Nos tocabamos el cuerpo, las partes. Todavía no había habido penetración.
Salimos de la ducha, nos tiramos en la cama. Empezamos por un hermoso 69. La chupaba muy bién. La conchita, era hermosa, daban ganas de comerla.
Se subió y me empezó a cabalgar, el bamboleo de sus tetas era increible. Se puso en 4, y me pidio que le diera bien fuerte, que lo necesitaba. Al agarrar esas nalgas, y empezar a meterle la verga por la conchita, no podía dejar ver ese agujerito, el tan deseado. Asi que mientras bombeaba, y ella me miraba cada tanto por su hombro y se relamía, yo iba metiendo un dedito, dos deditos... ella se había empezado a poner como loca.
Yo estaba en el aire. Tenía a la mina a la que le tenía ganas hacía mas de 10 años conmigo y ella estaba dispuesta a todo. La agarré de los pelos y le dije:
- Me vas a dar esa colita?
- Si, si... es para vos...
- Toda mia?
- Si, solo para vos... con cuidado que nunca lo hice
Me agaché y le empecé a meter la lengua, y a mezclar sus jugos con la saliva. Iba metiendo un dedo, dos dedos, ella gritaba, gemía... estaba gozando. Le di el aviso y fui metiendo de apoco mi pija.
Ella enloqueció, comezó desenfrenadamente a moverse. Le encantaba. Estaba extasiada. Pedía más... decía que de haber sabido lo lindo que era lo hubiese hecho antes. Lo había logrado. Esa cola había sido mia.
Le di el aviso de que iba a acabar... no se lo pensó 2 veces y me pidió que le acabara en la boca. Se arrodilló y empezó a chupar... y me miraba y me decía:
- Te gusta esto? Te gusta que hagamos esto?
- Siii me encanta...
- La colita va a ser tuya y de nadie más
- Espero... y esa boquita? va a tomar mi lechita nada mas?
- si... también!!!
- Te acabo Pao!! Tomáaaaaaaa
Cuando disparé, abrió bien la boca, toda la leche fue a parar a su garganta, y tragó todo.
Nos volvimos a bañar, tuvimos sexo ahí también, un poco menos desenfrenado y nos acostamos un rato.
Nos pusimos a charlar, no nos habíamos dado cuenta de la hora. Ya eran las 20hs, yo ya tenía que estar en mi casa, tenía varias llamadas perdidas. Ella también, de su (ex)marido que estaba cuidando al nene.
Al poco tiempo ella volvió con Tito, yo seguí con mi señora, pero al menos 1 vez cada 15 días, llegamos tarde a nuestras casas.
Les dejo algunas fotos de esta increíble mujer
La boquita que me calienta todos los días
Los pechitos
Y la colita que se hace desear...
Paola, es una mina de barrio, con un buen cuerpo, unos pechitos chicos que crecieron bastante después de que tuvo a su hijo al cual no pudo amamantar, una cola espectacular que es lo que todos miran, un lunar al lado de la boca, y una boca que cuando hace trompita, dan ganas de tirarse encima de ella.
El marido de Pao, siempre fue un mantenido, nunca tuvo que trabajar hasta que se juntó con ella. El trabajo ni siquiera lo consiguió él, se lo consiguieron. A pesar de cobrar el sueldo en super cómodas cuotas, o de que le quedaran debiendo meses de sueldo, nunca buscó otro trabajo.
Era lunes y volvíamos del trabajo. Me cuenta que el fin de semana se había separado, ya no aguantaba la situación, que era ella la que llevaba los pantalones en lugar de él. Que explotó cuando le pidió que buscara otro laburo o sino salía ella a buscar para trabajar los fines de semana, y el vago le dijo que él no iba a cambiar de trabajo. Cuando me contaba esto, no paraba de llorar. Le dije de parar, así me podía contar más tranquila. Frenamos en una heladería que nos quedaba de camino.
Cuando nos sentamos, comencé a observarla mientras hablaba. Se había venido con un vestido con rayas verdes y grises. Las gomas se le salían por arriba. Se le notaba un lunar que tiene entre los pechos, que siempre me llamó la atención. Comía el helado moviendo la lengua de una manera increible. Ya había dejado de llorar, se reía de los chistes que le hacía. Aproveché y empecé a tirar toda la artillería. No pretendía que algo sucediera ahí, ni en ese momento. Se le cayó helado entre las tetas, mi instinto fue agarrar una servilleta y limpiarla, ella se dejó. Después se rió y me dijo:
- Decí que sos vos, porque si fuese otro lo cago a piñas
- jajjaaj, bueno, es el instinto Pao...
- jaajja todo bien, no pasa nada
- hasta que vos no quieras jajajaj
- que tarado ajajajaj
Seguimos hablando, y nos fuimos. Paré en la puerta de la casa, y me dice:
- Nosotros hubisemos sido la pareja ideal... vos no queres que trabaje, salvo que una quiera y te deslomas para que a tu casa no le falte nada... nos conocimos en tiempos distintos...
Nos dimos un fuerte abrazo, nos miramos y nos trenzamos en un beso caliente. Se bajó y se fue rápido para la casa.
El resto de la semana, o porque uno se tenía que ir a otro lado, o porque tenía cosas que hacer, o quizas por lo que había pasado, no viajamos juntos, tampoco nos vimos en los pasillos de la empresa.
El viernes coincidimos, y volvimos juntos. Vino con una remerita con toda la espalda descubierta, con mucho escote, pero nos saludamos como siempre. Ibamos callados, y le digo:
- Pao, no le des vuelta... ya fue
- Y si no fue? o si alguno quiere algo?
- jajaaj no le des vuelta, si sale algo, vemos...
- Como que? Que se te ocurre?
- Algo... vemos en lo que queda de viaje
Cuando le dije esto, se empezó a reir, pero hizo algo que no hacía normalmente. Como para no abrir la boca, levantaba su lengua y la ponia en el labio superior. Además, ponía la pierna bien para el lado de la palanca, por lo que la rozaba y tocaba cada tanto. Ahí como que ablandó y seguimos hablando, la conversación era netamente sexual:
- A mi por la cola no me gusta, Tito quizo probar una vez y lo saqué cagando.
- jajaja pobre Tito!! si con tantos años con vos, no pudo por tu colita, le tuvo que haber mentido a todos sus amigos
- jajaja por que?
- Y boluda, imaginate, mirá tu culo, es lo que más resalta, lo tenés bárbaro y encima vos no lo dejaste nunca? tuvo que mentir seguro... imaginate que le pregunten y que diga no, eso no lo hice nunca... dejate de joder
- jajaja y bueno, que se maneje... y ahora más...
Justo estabamos en la fila para doblar a la izquiera, y en la esquina hay un telo, pongo el guiño para doblar, parecía que iba a entrar al telo y me dice:
- hey!! a donde me querés llevar?
- Y bueno, Pao, estamos donde siempre, si querés entramos jajajaja
- A que no te da la nafta?
- Que no?
- Seguro que no
- Si entro te bancas que pase todo eh?
- Dale, si no te animás
Y entré. La noté excitada, como con ganas de que quería que pasara y ganas de no querer arruinar la relación que teníamos. Intenté tranquilizarla mientras ibamos a la habitación.
Al entrar, comencé a darle besos por el cuello, a bajar por entre los pechos, me entretuve con su lunar. Mientras iba pudiendo le bajaba el pantalón. Se la escuchaba excitada... gozaba... no nos decíamos nada. Una vez desnudos, fuimos a bañarnos juntos... pude observar esa cola hermosa totalmente desnuda. Era increible, nunca había visto así de cerca una cola. Esas tetas estaban bien firmes, la cara de lujuria que teniamos los dos era increible. Estaba casi toda depiladita, solo tenía apenitas un caminito. Nos tocabamos el cuerpo, las partes. Todavía no había habido penetración.
Salimos de la ducha, nos tiramos en la cama. Empezamos por un hermoso 69. La chupaba muy bién. La conchita, era hermosa, daban ganas de comerla.
Se subió y me empezó a cabalgar, el bamboleo de sus tetas era increible. Se puso en 4, y me pidio que le diera bien fuerte, que lo necesitaba. Al agarrar esas nalgas, y empezar a meterle la verga por la conchita, no podía dejar ver ese agujerito, el tan deseado. Asi que mientras bombeaba, y ella me miraba cada tanto por su hombro y se relamía, yo iba metiendo un dedito, dos deditos... ella se había empezado a poner como loca.
Yo estaba en el aire. Tenía a la mina a la que le tenía ganas hacía mas de 10 años conmigo y ella estaba dispuesta a todo. La agarré de los pelos y le dije:
- Me vas a dar esa colita?
- Si, si... es para vos...
- Toda mia?
- Si, solo para vos... con cuidado que nunca lo hice
Me agaché y le empecé a meter la lengua, y a mezclar sus jugos con la saliva. Iba metiendo un dedo, dos dedos, ella gritaba, gemía... estaba gozando. Le di el aviso y fui metiendo de apoco mi pija.
Ella enloqueció, comezó desenfrenadamente a moverse. Le encantaba. Estaba extasiada. Pedía más... decía que de haber sabido lo lindo que era lo hubiese hecho antes. Lo había logrado. Esa cola había sido mia.
Le di el aviso de que iba a acabar... no se lo pensó 2 veces y me pidió que le acabara en la boca. Se arrodilló y empezó a chupar... y me miraba y me decía:
- Te gusta esto? Te gusta que hagamos esto?
- Siii me encanta...
- La colita va a ser tuya y de nadie más
- Espero... y esa boquita? va a tomar mi lechita nada mas?
- si... también!!!
- Te acabo Pao!! Tomáaaaaaaa
Cuando disparé, abrió bien la boca, toda la leche fue a parar a su garganta, y tragó todo.
Nos volvimos a bañar, tuvimos sexo ahí también, un poco menos desenfrenado y nos acostamos un rato.
Nos pusimos a charlar, no nos habíamos dado cuenta de la hora. Ya eran las 20hs, yo ya tenía que estar en mi casa, tenía varias llamadas perdidas. Ella también, de su (ex)marido que estaba cuidando al nene.
Al poco tiempo ella volvió con Tito, yo seguí con mi señora, pero al menos 1 vez cada 15 días, llegamos tarde a nuestras casas.
Les dejo algunas fotos de esta increíble mujer
La boquita que me calienta todos los días
Los pechitos
Y la colita que se hace desear...
7 comentarios - Lo logré después de 10 años