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caliente por mi joven jefe

Hola coo estan tanto tiempo , si bien habia estado con mi hijo y con mi sobrino , nunca fu infiel con otra persona , en mi trabajo uno de mis jefes en un hombre joven y bastante fachero y podia notar como me miraba a , eso le suma la falta de sexo con mi esposo , la verdad que me gustaba la idea de seducirlo Sabía que mi culo era un poderoso imán para las miradas de los hombres y él no podía ser indiferente, casi podía sentir su mirada en mis cachas cuando me daba vuelta para retirarme de su oficina e intencionalmente me ponía los vestidos, polleras y pantalones que más ajustados me quedaban, procurando que se me marcaran las diminutas tanguitas que uso para provocar aun más sus miradas y deseos, tal como lo hacía cuando era soltera y quería llamar la atención de todos.
Pero no me conformé con eso, me empecé a poner las cortas minifaldas que ya no llevaba al trabajo desde que me había casado, para que también pudiera apreciar mis piernas. Por supuesto que dio resultado, su mirada ya no sólo se centraba en mis nalgas, sino en todo mi cuerpo, haciéndome sentir por momentos como si estuviera totalmente desnuda. También volví a usar escotes bien provocativos y cuando tenía que ir a su despacho, me agachaba para que apreciara que también estaba bien provista de delantera.
Todo esto dio un magnifico resultado, mi jefe se fue poniendo más coqueto y atrevido cada día y no cesaba de decirme a cada momento “lo linda que estaba ".
Un buen día me invitó a comer, pero le dije que mejor sería que fuera al día siguiente, ya que era viernes y tenía tiempo, ya que mi esposo se iría a cenar con gente de su trabajo y podría ponerme una minifaldita elástica que me quedaba perfectamente ajustada al cuerpo y otras prendas bien provocativas, que estando mi marido no me animaría ni siquiera probarme.
A la mañana siguiente salió mi esposo al trabajo y me vestí como lo tenía planeado, al llegar a la oficina llamé la atención de mis compañeras y compañeros de trabajo, ninguno escatimó elogios. Cuando llegó el Licenciado (así me dirijo a mi jefe) me levanté para abrirle la puerta, él se quedó boquiabierto y con su morbosa mirada recorrió mi cuerpo de pies a cabeza. Se deshizo en alabanzas y piropos y me recordó que teníamos una cita para ir a comer, lo hizo con una expresión de “te prometo que la pasaremos muy bien”.
Minutos más tarde entre a su oficina para entregarle una correspondencia, me volvió a desnudar con la mirada y -cosa rara- me invitó a sentarme en uno de los sillones de frente a su escritorio. Al sentarme su mirada se dirigió automáticamente con afectado disimulo a mi entrepierna donde, seguramente, pudo ver con claridad mi tanguita color carne. No crucé en ningún momento las piernas para facilitarle que se solazara disfrutando del paisaje durante el buen rato que estuve sentada frente a él.
Llegó la hora de la salida y con ello el momento de ir a comer con el licenciado; el personal se empezó a retirar y sólo quedábamos él y yo y la chica telefonista. Cuando llegamos a su auto, mi jefe caballerosamente me abrió la puerta para que subiera, pero también con la intención de verme las piernas bien de cerca, así que al subir las abrí lo suficiente para que él pudiera apreciar nuevamente y ahora con más claridad la totalidad de mis muslos. Ya en el restaurante, mientras comíamos charlamos de varias cosas y entre ellas de los gustos de cada cual. A medida que avanzaba la charla, ganábamos en confianza y los temas subían de tono. Cuando mencionó que le atraían las mujeres que usan lencería sexy , cometí la imprudencia de decirle que yo siempre usaba ese tipo de ropa interior . Mi jefe, en son de broma pero sabiendo los dos que no tanto, me dijo que verme con esa lencería sueño, le seguí la broma en el mismo tono diciéndole que un día de estos se lo permitiría. Terminamos de comer y aun cuando insistía en llevarme a casa, le pedí que sólo me llevara a tomar un taxi. Cuando me bajé de su auto se despidió de mí dándome un beso en la boca que correspondí tímidamente y al abordar el taxi le mostré generosamente mis muslos, separándolos un poco más de lo necesario; él abrió los ojos y se relamió con gesto simpático pero indudablemente lascivo.. Eso paso el viernes hoy lunes tenia muchas ganas de seguir seduciendolo
Durante el fin de semana no dejé de pensar en él y en todo lo que estaba sucediendo e inconscientemente volví a tener la fantasía con él mientras mi esposo me cogía. El domingo por la noche me puse a pensar qué ropa me pondría para ir a trabajar al día siguiente y la actitud que tomaría ante los hechos sucedidos el viernes anterior, siempre pensando en agradar a mi jefe y por qué no, provocarlo sexualmente lo más que pudiera. Elegí un pantalón blanco que me quedaba dibujado al cuerpo, sin bolsas por atrás ni por delante y se ajustaba con un delgado cierre lateral, debajo de él llevaría una tanga diminuta totalmente de encaje, también en color blanco, con la finalidad de que se me marcara de manera clara y en la parte superior, un corpiño de media copa de encaje blanco y encima una blusita corta semitransparente.
Cuando mi jefe llegó, como de costumbre me levanté de mi escritorio para abrirle la puerta y su libidinosa mirada -como también ya era costumbre- recorrió mi cuerpo de pies a cabeza.
Pasaron varios minutos cuando sonó mi teléfono, era él pidiéndome que fuera a su despacho. Al entrar me endulzó el ego con todo tipo de elogios; yo, hembra seducida y seductora, me di una vuelta completa para que pudiera admirarme. Cuando me dijo que era verdad lo de mi gusto por la lencería erótica y que iba a matarlo de un infarto, sentí un poco de vergüenza, pero al mismo tiempo mi conchita empezó a palpitarme como si ahí tuviera el corazón.
Se levantó del sillón y tomándome por los brazos intentó besarme en la boca, esquivé la cara diciéndole que alguien nos podía ver, él insistió aclarándome que nadie podía entrar a la oficina sin que él oprimiera el botón, entonces no tuve más remedio que aceptarlo. Me dejé dar el beso y se lo correspondí, un tanto avergonzada porque no podía dejar de pensar que le estaba siendo infiel a mi esposo. Pero la pasión es mayor que la razón, y al rato estaba entregándome con desenfreno a los labios de mi jefe, quien mientras me besaba refregaba su bulto endurecido contra mi vientre y sus manos rodeaban mi cintura. Yo lo abrazaba por el cuello sin retirar mi pelvis de aquel paquete que se sentía enorme; quise irme fingiendo una actitud púdica y di media vuelta, pero él me sujetó por la cintura estando desde atrás, diciéndome no sé cuántas cosas. Pero lo único en lo que podía pensar en ese momento era en la dureza tibia que se apoyaba contra mis nalgas, haciendo discretas frotaciones que me volvían loca de lujuria,que me casé sólo
Sus manos acariciaban suavemente mi abdomen, mientras me besaba en los oídos y en las mejillas, yo estaba extasiada, concentradísima en su erección contra mis nalgas.
Le pedí que dejáramos el franeleo para más tarde, tenía miedo de que alguien se diera cuenta, que ya había tardado mucho en su oficina y sospechara lo que estaba pasando. Me retiré a mi escritorio y al caminar sentí de inmediato la humedad de mi sexo que ya mojaba mi tanga, la concha me latía a más no poder y un temblor nervioso se apoderó del interior de mi cuerpo.
Había pasado media hora y debía entrar otra vez a su oficina para entregarle unos papeles,; me temblaban las piernas al pararme frente a la puerta, toqué advirtiéndole de mi presencia, abrió la puerta desde el escritorio y pasé. Él ya estaba de pie, fue inevitable dirigir mis ojos a su bulto, que seguía impresionante; a su vez él contempló lujuriosamente mi cuerpo y sentí cómo me desnudaba con la mirada. Sin decirnos nada, solté los papeles sobre el escritorio y nos entregamos apasionadamente a besarnos en la boca chupando mutuamente nuestras lenguas; sus manos acariciaban a cada momento un poco más abajo de mi cadera, pero sólo seguían el contorno de la tanguita que se perdía entre mis nalgas y por supuesto su verga se pegaba a mi vientre con mi total complacencia.
Al darme vuelta para retirarme nuevamente, me apretó haciéndome sentir su pija en mis nalgas y sus manos seguían el contorno de mi tanga ahora por adelante. En un momento dado, su mano bajó hasta mi palpitante concha y me la acarició decididamente; yo me dejaba condescendiente y frotaba con descaro mis nalgas contra su gran erección, mientras recibía sus besos en mi cuello y nuca. Él trató de meterme la mano bajo el pantalón , pero por lo apretado que me quedaba el pantalón no lo logró, ni yo le facilite las cosas bajándome el cierre. Sólo le prometí que al día siguiente me pondría una pollera para que las cosas fueran más fáciles. Mientras le hacía las anteriores promesas, sin saber cuándo, me di cuenta de que mi mano estaba sobre su verga y le estaba acariciando su enormidad por encima del pantalón.
Termino el día laboral y me fui a casa en compañía de mi esposo, que como de costumbre me había ido a recoger al trabajo. Sentía cierta culpa con mi marido y pensaba que llegando a casa lo compensaría pegándonos una formidable cogida para terminar tragando su leche como acostumbrábamos hacerlo; sin embargo seguía pensando en mi jefe, en sus besos, sobre todo en el manoseo que nos habíamos pegado y en esa verga enorme. Durante el resto de la tarde y noche solo pensé en esa pija que me volvía loca de lujuria

18 comentarios - caliente por mi joven jefe

winide
como te gusta gozar y calentarte dale una buena cojida
mcorvinus
quedo a la espera de saber cuando te tragas la de tu jefe, buen relato
osvaldo55
Cada día estás más perra ....... y me encanta
Te lo vas a comer ???
asdad1978
Te mande un privado beso!!
chori99
Pocos relatos logran calentarme como los tuyos. Dejo puntos
lycan_P
Que manera de calentarme la pija , esta que me estalla , muy bueno como siempre , van puntos!
lmberar
Muy caliente relato,linda.
FacundoApe
Q calentura q me agarre!!! Muy buen relato...
marcela1966
Muy lindo relato... cogetelo, hay que disfrutar de la sexualidad sin tabues ni prejuicios. la vida es una sola y corta!!!
leo788
Gracias amor por ser tan sensual. gracias por animarte a abrir la cabeza y extender tus experiencias. estare super expectante de la continuacion
besotes
Elpndjomacho
rica puta !!! deliciosa perra que desea que su jefe esté cuanto antes adentro de ella!! je gracias por compartir
pitodulce86
Como me pusiste...me llevaste a proyectarte tal cual te describias. Envidia total a tu jefe....quisiera ser yo y se repetiria mil veces si te gusta...me dejaste re duro...besos diosa...
Elgatomontes
Hay que portarse bien con los jefes! tenes que saberlo a eso!