hola como estan , como saben mi hijo trabaja en un boliche y ayer despues del brindis y demas el habia reservado una mesa para que vayamos todos , la idea me parecia buenisima y ami marido tambien le habia gustado la idea , pero llegado el momento de ir mi marido no vino con nosotros ya que decia que estaba cansado y demas , asi que nos fuimos con mi hijo , mi hija y oel novio d emi hija .Yo estaba con un vestido que me cubría un poco más debajo de la rodilla, de vuelo ancho con tiras en el hombro, medias negras y unos tacos que bueno, levantan un poco mi cola. ya habiamos tomado demasiado en mi casa y en el boliche entre brindis y brindis tomas de mas , mi hija se habia perdido en la pista con su novio asi que yo me puse a bailar con mi hijo, me sentia bastante mareada. En realidad los dos nos pasamos un poco de copas pues nuestros bailes se hacían torpes, sobre todo yo que a cada momento me recostaba en su juvenil cuerpo y bailábamos abrazados. En una de esas circunstancias, nuestros muslos estaban intercalados y en ese momento se me fijó en la mente el “bulto” que tantas veces le he visto a mi hijo. El lugar era oscuro y los tragos, el calor, no sé exactamente cómo fue, pero mi torpeza unida al roce de su cuerpo empezó a despertar el deseo sexual ya, por mí largo tiempo olvidado pues hacía mucho que no sentía nada igual.
En un baile muy lento estábamos los dos muy pegados, él me abrazaba fuerte por la cintura en una de esas yo estaba de espaldas a él,, pues mi… culo, mis nalgas estaban en contacto con su… cosa, que la sentía con claridad y eso me excitaba, me di vuelta y seguíamos bailando, yo lo tenía por el hombro y con mi otra mano le revoloteaba el pelo de la nuca, pegada a él sentía que tenía su pene despierto, yo ondulaba mis caderas al bailar, en el siguiente baile, repetimos lo mismo y esta vez en ese danzar, con un movimiento la sentí entre mis partes. En ese instante se me vino la cuestión moral pero mi cuerpo no obedecía y, al compás del baile, seguí y comencé a refregarme maquinalmente contra él con suavidad queriéndolo sentir sin hablar nada. En ese momento realmente podría dar la sensación de que estábamos follando mi vagina estaba empapada y me mojaba bastante mi respiración se hacía pesada no sé cómo tendría la cara, la oscuridad escondía mi desvergüenza, y él con discreción empezó a presionarme la verga. Por fin él me pidió irnos a otra mesa con alguna excusa tonta y nos situamos juntos en un rincón apartado y bastante oscuro. Volvimos a la charla amena nos reíamos, y yo me recostaba en él al reír, él me tenía abrazada, yo le acomodaba los cabellos, y sin mediar palabra me agarro por los hombros con su brazo izquierdo me atrajo hacia sí, nos miramos, sonreímos, dijimos cosas y… me dio un besito en la boca y luego otro tras un sorbo de vino. En verdad debió ser un beso con la inocencia de los otros pues no es raro darse un beso madre a hijo, pero estos tenían un sabor especial que lo mantuve abriendo un poco mi boca y queriéndome comer sus labios, todo en un instante. Me tenía fuerte por la cintura con su brazo, pedimos un par de copas más, le di otro beso y le dije vamos a bailar, y después a casa.. tenia miedo que me haya visto mi hija , pero tambien estaba muy caliente y bastante tomada
De nuevo en el baile, me abrazó y esta vez abrí un poco más las piernas para acomodar a su dureza, era algo inexplicable y del todo reprochable lo que yo incitaba sin ningún escrúpulo de que fuera mi hijo, mi ansiedad, las copas y abstinencia me dirigían y lo sentí de nuevo, se sentía un bulto enorme y grueso que me punzaba por debajo del ombligo y luego bajaba un poquito y me transportaba y la subía pegada a mí (él es ligeramente más alto), luego me puse otra vez de espaldas a él y me puso la verga de frente en la división del culo y bailábamos así, si se le pude llamar baile a eso, con descaro pero como no dándonos cuenta de nada,
Fuimos luego al rincón y nos sentamos muy juntos el uno del otro, él me tomaba de la cintura y yo me pegaba más a él, pasé una de mis piernas sobre su muslo derecho y nos dimos un beso corto. Bebimos, hablábamos estupideces, otro beso y mi pierna balanceándose sobre su muslo casi chocando con su dureza, su mano abierta me tenía asida de la cadera, otro beso. Me pidió salir a bailar y yo lo detuve firmemente con un ¡NO! Y mi mano, sin querer se posó sobre su verga, que la agarré con firmeza y al instante sentí un latido de su parte, todo junto, de inmediato retiré mi mano, fue casual, con voz temblorosa le agradecí por esos momentos y le dije que la estaba pasando fenomenal, me acerqué a darle un beso otra vez pero este beso era diferente un beso sinvergüenza, sentimos hasta nuestras lenguas y sin darme cuenta tenía su mano derecha deslizada en mis rodillas, bajo mi falda que se había levantado.
Comenzó una caricia en mi rodilla me lo apretaba dulcemente lo cual me producía un cosquilleo agradable. Dejó de besarme e inició con su nariz un recorrido por mi cabello como oliéndome, luego mi cuello, hombro y lóbulo de la oreja lo que me excitó muchísimo mientras su mano estaba ya más arriba sobre mi muslo, lo sentía suave y tuve miedo de que avanzara en dirección a mis tanga que estaban húmedas lo detuve firmemente. Me puse fuerte para que no siguiera pues yo ya no respondía de mis actos, era demasiado. Esto hizo que él se serenara y como ya era tarde sugerí regresar a casa. Al salir del lugar decidí ir a un hotel pues era de mal gusto incomodar a la familia a esa hora y en ese estado de ebriedad. LLame ea mi marido para avisarle que nos ibamos ala casa de un amigo de nuestro hijo a desayunar
Subí las escaleras apoyada en él, en la habitación había un gran espejo frente a la cama, nos miramos las caras y reímos. Me fui a dar un baño me sentía un poco mal por el licor, me di una ducha refrescante y me acaricié todo el cuerpo, y sin poder contenerme introduje primero un dedo luego dos y hasta tres dedos en mi vagina haciéndome una “paja”, entro mi hijo al baño y me apuró a terminar para que se bañara él, pero para salir recién entré en razón que no tenía ropa para dormir, y envuelta en la toalla sólo con mi tanga me fui directo a la cama, algo similar le sucedió a mi hijo. Al terminar salió en ropa interior y luciendo su maravilloso cuerpo juvenil lo que hizo brotar flujos a mi desdichada vagina, vino a la cama, a mi lado.
No podíamos evitar el contacto de nuestras pieles, yo estaba recostada sobre su brazo sin sostén, hablamos, y no sé por qué mi corazón empezó a bombear excitadísima, esto no podía estar sucediendo, me imaginaba cómo sería hacerlo con el ,, ¡uf! casi me da un infarto, yo estaba estupefacta, se acercó a mí y me atrajo hacia él, nuestros cuerpos se sintieron desnudos, me dio un beso y me presionaba a su cuerpo, yo le acaricié los cabellos, y le dije que tenía sueño y debíamos dormir pues ya va a amanecer. ¡Rayos! ¡Qué podía hacer, es mi hijo!, por más cachonda que esté o necesite un macho, este hombre era mi hijo, así que me di vuelta de espaldas a él luchando internamente por evitar lo peor. Él pasó su brazo sobre mi hombro y me dio un beso en la nuca, ahh… sentir su respiración en mi nuca, rico y más rico aún sentir su herramienta en mi enorme culo, creo que fingíamos dormir. Me puso su verga en el canal que forman los glúteos pero no la movía, más bien sí lo hacía pero tratando de parecer imperceptible. Se supone que dormíamos, pero la vagina me chorreaba flujo pues su movimiento se hacía más notorio, o tal vez era que yo colaboraba y trataba de acomodarla donde me produzca más placer. Al pasar los minutos habíamos adquirido un movimiento coordinado, era increíble, cuando él empujaba yo apoyada en un muslo elevaba un poquito el culo como abriéndolo y su tremendo paquete se alojaba deliciosamente entre mis nalgas, yo me mordía los labios por no evidenciar mi jadeo. De pronto se alejó un poco y moví el culo arqueándome hacia él y él volvió a la carga, cada movimiento era lento pues fingíamos dormir creo, era estúpido. Nuevamente adoptamos ese movimiento, pero me di cuenta que el muy sinvergüenza) había sacado su mienbro de su boxer y me la metía entre las nalgas.
la sentía caliente y me llegaba hasta adelante, me empujaba mi tanga
La sentí caliente y mi humedad hizo que el contacto lubricado permita eque me penetrara mucho mejor mi vagina que ansiosa golosa trataba de aspirar uno a uno los centímetros de su reglamentaria verga, luego la retiraba como quien se toma un aire y volvía con una lentitud que me volvía loca y me desesperaba, a estas alturas yo quería todo más adentro hasta los huevos sus manos no me tocaban, nuestro único contacto era sexual. Una parte de mi interior decía, “¡no hijo, NO!”, pero mi deseo mi respiración entrecortada ansiaba más, él se detuvo y su cabezón seguía dentro de mí, luego volvió a la carga y me introdujo un trozo más de su rica pija y no me quedó otra que abrirle (con discreción) más las piernas, tenía mi concha mojada y caliente, a pesar de ello me dolió cuando con decisión como dando una sacudida, de un certero golpe me introdujo casi toda su pija en mi interior que me hizo gritar
Luego saco su pija de mi vagina y yo curvaba mi trasero para permitirle fácil acceso, hice un poco más a un lado mi tanga para darle facilidades y volvimos a “coordinar” un movimiento más acompasado y continuo, la sacaba y luego volvía a metérmela al tiempo que yo le acercaba el culo, así una y otra vez, la metia y la sacaba de mi cola
hacía tanto tiempo que no disfrutaba tanto de una muy buena verga gruesa que me llenaba toda, y con un aguante que me volvía loca y me produjo un orgasmo monumental cuando sentí que mi hijo se corría como un condenado llenándome mi cola con su espesa esperma lechosa, mientras me cacheteaba las nalgas en cada envión que me hacían aullar de placer.
Al rato me retiró la pieza desinflada y nos quedamos dormidos, cuando él despertó yo ya estaba vestida para volver a la casa ,
Me sentia un poco mal por lo que habia pasado , pero a la vez era tanto el morbo que me sentia muy osada , y tambien sabia que el alcohol ayudo bastante , besos para todos
En un baile muy lento estábamos los dos muy pegados, él me abrazaba fuerte por la cintura en una de esas yo estaba de espaldas a él,, pues mi… culo, mis nalgas estaban en contacto con su… cosa, que la sentía con claridad y eso me excitaba, me di vuelta y seguíamos bailando, yo lo tenía por el hombro y con mi otra mano le revoloteaba el pelo de la nuca, pegada a él sentía que tenía su pene despierto, yo ondulaba mis caderas al bailar, en el siguiente baile, repetimos lo mismo y esta vez en ese danzar, con un movimiento la sentí entre mis partes. En ese instante se me vino la cuestión moral pero mi cuerpo no obedecía y, al compás del baile, seguí y comencé a refregarme maquinalmente contra él con suavidad queriéndolo sentir sin hablar nada. En ese momento realmente podría dar la sensación de que estábamos follando mi vagina estaba empapada y me mojaba bastante mi respiración se hacía pesada no sé cómo tendría la cara, la oscuridad escondía mi desvergüenza, y él con discreción empezó a presionarme la verga. Por fin él me pidió irnos a otra mesa con alguna excusa tonta y nos situamos juntos en un rincón apartado y bastante oscuro. Volvimos a la charla amena nos reíamos, y yo me recostaba en él al reír, él me tenía abrazada, yo le acomodaba los cabellos, y sin mediar palabra me agarro por los hombros con su brazo izquierdo me atrajo hacia sí, nos miramos, sonreímos, dijimos cosas y… me dio un besito en la boca y luego otro tras un sorbo de vino. En verdad debió ser un beso con la inocencia de los otros pues no es raro darse un beso madre a hijo, pero estos tenían un sabor especial que lo mantuve abriendo un poco mi boca y queriéndome comer sus labios, todo en un instante. Me tenía fuerte por la cintura con su brazo, pedimos un par de copas más, le di otro beso y le dije vamos a bailar, y después a casa.. tenia miedo que me haya visto mi hija , pero tambien estaba muy caliente y bastante tomada
De nuevo en el baile, me abrazó y esta vez abrí un poco más las piernas para acomodar a su dureza, era algo inexplicable y del todo reprochable lo que yo incitaba sin ningún escrúpulo de que fuera mi hijo, mi ansiedad, las copas y abstinencia me dirigían y lo sentí de nuevo, se sentía un bulto enorme y grueso que me punzaba por debajo del ombligo y luego bajaba un poquito y me transportaba y la subía pegada a mí (él es ligeramente más alto), luego me puse otra vez de espaldas a él y me puso la verga de frente en la división del culo y bailábamos así, si se le pude llamar baile a eso, con descaro pero como no dándonos cuenta de nada,
Fuimos luego al rincón y nos sentamos muy juntos el uno del otro, él me tomaba de la cintura y yo me pegaba más a él, pasé una de mis piernas sobre su muslo derecho y nos dimos un beso corto. Bebimos, hablábamos estupideces, otro beso y mi pierna balanceándose sobre su muslo casi chocando con su dureza, su mano abierta me tenía asida de la cadera, otro beso. Me pidió salir a bailar y yo lo detuve firmemente con un ¡NO! Y mi mano, sin querer se posó sobre su verga, que la agarré con firmeza y al instante sentí un latido de su parte, todo junto, de inmediato retiré mi mano, fue casual, con voz temblorosa le agradecí por esos momentos y le dije que la estaba pasando fenomenal, me acerqué a darle un beso otra vez pero este beso era diferente un beso sinvergüenza, sentimos hasta nuestras lenguas y sin darme cuenta tenía su mano derecha deslizada en mis rodillas, bajo mi falda que se había levantado.
Comenzó una caricia en mi rodilla me lo apretaba dulcemente lo cual me producía un cosquilleo agradable. Dejó de besarme e inició con su nariz un recorrido por mi cabello como oliéndome, luego mi cuello, hombro y lóbulo de la oreja lo que me excitó muchísimo mientras su mano estaba ya más arriba sobre mi muslo, lo sentía suave y tuve miedo de que avanzara en dirección a mis tanga que estaban húmedas lo detuve firmemente. Me puse fuerte para que no siguiera pues yo ya no respondía de mis actos, era demasiado. Esto hizo que él se serenara y como ya era tarde sugerí regresar a casa. Al salir del lugar decidí ir a un hotel pues era de mal gusto incomodar a la familia a esa hora y en ese estado de ebriedad. LLame ea mi marido para avisarle que nos ibamos ala casa de un amigo de nuestro hijo a desayunar
Subí las escaleras apoyada en él, en la habitación había un gran espejo frente a la cama, nos miramos las caras y reímos. Me fui a dar un baño me sentía un poco mal por el licor, me di una ducha refrescante y me acaricié todo el cuerpo, y sin poder contenerme introduje primero un dedo luego dos y hasta tres dedos en mi vagina haciéndome una “paja”, entro mi hijo al baño y me apuró a terminar para que se bañara él, pero para salir recién entré en razón que no tenía ropa para dormir, y envuelta en la toalla sólo con mi tanga me fui directo a la cama, algo similar le sucedió a mi hijo. Al terminar salió en ropa interior y luciendo su maravilloso cuerpo juvenil lo que hizo brotar flujos a mi desdichada vagina, vino a la cama, a mi lado.
No podíamos evitar el contacto de nuestras pieles, yo estaba recostada sobre su brazo sin sostén, hablamos, y no sé por qué mi corazón empezó a bombear excitadísima, esto no podía estar sucediendo, me imaginaba cómo sería hacerlo con el ,, ¡uf! casi me da un infarto, yo estaba estupefacta, se acercó a mí y me atrajo hacia él, nuestros cuerpos se sintieron desnudos, me dio un beso y me presionaba a su cuerpo, yo le acaricié los cabellos, y le dije que tenía sueño y debíamos dormir pues ya va a amanecer. ¡Rayos! ¡Qué podía hacer, es mi hijo!, por más cachonda que esté o necesite un macho, este hombre era mi hijo, así que me di vuelta de espaldas a él luchando internamente por evitar lo peor. Él pasó su brazo sobre mi hombro y me dio un beso en la nuca, ahh… sentir su respiración en mi nuca, rico y más rico aún sentir su herramienta en mi enorme culo, creo que fingíamos dormir. Me puso su verga en el canal que forman los glúteos pero no la movía, más bien sí lo hacía pero tratando de parecer imperceptible. Se supone que dormíamos, pero la vagina me chorreaba flujo pues su movimiento se hacía más notorio, o tal vez era que yo colaboraba y trataba de acomodarla donde me produzca más placer. Al pasar los minutos habíamos adquirido un movimiento coordinado, era increíble, cuando él empujaba yo apoyada en un muslo elevaba un poquito el culo como abriéndolo y su tremendo paquete se alojaba deliciosamente entre mis nalgas, yo me mordía los labios por no evidenciar mi jadeo. De pronto se alejó un poco y moví el culo arqueándome hacia él y él volvió a la carga, cada movimiento era lento pues fingíamos dormir creo, era estúpido. Nuevamente adoptamos ese movimiento, pero me di cuenta que el muy sinvergüenza) había sacado su mienbro de su boxer y me la metía entre las nalgas.
la sentía caliente y me llegaba hasta adelante, me empujaba mi tanga
La sentí caliente y mi humedad hizo que el contacto lubricado permita eque me penetrara mucho mejor mi vagina que ansiosa golosa trataba de aspirar uno a uno los centímetros de su reglamentaria verga, luego la retiraba como quien se toma un aire y volvía con una lentitud que me volvía loca y me desesperaba, a estas alturas yo quería todo más adentro hasta los huevos sus manos no me tocaban, nuestro único contacto era sexual. Una parte de mi interior decía, “¡no hijo, NO!”, pero mi deseo mi respiración entrecortada ansiaba más, él se detuvo y su cabezón seguía dentro de mí, luego volvió a la carga y me introdujo un trozo más de su rica pija y no me quedó otra que abrirle (con discreción) más las piernas, tenía mi concha mojada y caliente, a pesar de ello me dolió cuando con decisión como dando una sacudida, de un certero golpe me introdujo casi toda su pija en mi interior que me hizo gritar
Luego saco su pija de mi vagina y yo curvaba mi trasero para permitirle fácil acceso, hice un poco más a un lado mi tanga para darle facilidades y volvimos a “coordinar” un movimiento más acompasado y continuo, la sacaba y luego volvía a metérmela al tiempo que yo le acercaba el culo, así una y otra vez, la metia y la sacaba de mi cola
hacía tanto tiempo que no disfrutaba tanto de una muy buena verga gruesa que me llenaba toda, y con un aguante que me volvía loca y me produjo un orgasmo monumental cuando sentí que mi hijo se corría como un condenado llenándome mi cola con su espesa esperma lechosa, mientras me cacheteaba las nalgas en cada envión que me hacían aullar de placer.
Al rato me retiró la pieza desinflada y nos quedamos dormidos, cuando él despertó yo ya estaba vestida para volver a la casa ,
Me sentia un poco mal por lo que habia pasado , pero a la vez era tanto el morbo que me sentia muy osada , y tambien sabia que el alcohol ayudo bastante , besos para todos
23 comentarios - paso , lo que estaba buscando
Cuando te van a comer de a dos ¿
De
Una genia
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