Mientras garcha yo escucho.

Ya llevábamos algunos meses pirateando. Yo venía recién separado y cayó ella justo para que las fantasías que uno tenía guardadas salgan a la luz.
Ella es casada pero no puede estar solo con su marido, tiene novias y en mi encontró a alguien que no le iba a poner límites, al contrario, la iba a alentar a que no pare en su búsqueda por saciar su hirviente cuerpo.
Decía que ya teníamos varios meses de garche y cada encuentro era un volcán cubierto de lava, sus historias me las contaba todas; como se la había cogido el marido, una nena que se había levantado, un boliche donde su mente decía que no pero su cuerpo le pedía desesperadamente llevarse a más de uno a la cama (nunca pudimos concretar un trío o ganbang y eso que estaba en carpeta), etc. Todo eso y más antes, durante o después del garche era contado; hasta que me dice que se tenía que encontrar con un flaco con el que de vez en cuando se lo movía. Cuando te lo encontrás? Le pregunté. Ella responde que seguramente en unos días. Comienzo con mi idea y se la hago saber: Bueno, vas a ir a garchartelo y te voy a llamar al celular como si te estuviera llamando tu marido mientras estás montada encima de él y vas a tratar de que no me de cuenta, argumentando que estás estudiando con las chicas. Mientras se lo contaba ella estaba empapada en su hermosa conchita que ya había sido penetrada por mi.
Llega el día indicado y se encuentran, previamente me manda foto diciendo que el fulano aún no había llegado y ella no daba más de la calentura, yo estaba al palo esperando que se concrete, el arreglo había sido, vas te lo garchaba volves y te bañas, te garcho yo y después vas a tu casa a que te termine de dar tu marido. Se hace la hora del llamado, suena su celular y me atiende como si nada. Hola, mi amor! Cómo estás? En qué andas? Le pregunto. Acá... Reunida con las chicas, estudiando, vos mi vida? Que estás haciendo? Me extrañas? Ella a todo esto, estaba ya siendo penetrada y su conchita toda mojada. Te extraño, cuando volves? Y ya la voz entrecortada hacía que se le desdibuje el habla. Estás bien? Te noto rara, pasa algo? Mmm, noooo estoy estu...diannndo te dije ammmorr, en unnn rato llego, ahhh. Terrible sacudida le estaban dando que no se podía contener y yo que tenía la verga dura cual adolescente. Seguía haciendo preguntas y ella cada vez estaba más compenetrada con su garche que decía incoherencias o la dicción no era la mejor ya que hablar con la boca llena no es recomendable. Me despide y me dice que tenía para un rato más con las chicas que me extrañaba y en cuanto terminaba volvía a casa.
Volvió, con olor a leche, cojida, con los ojos despintados por como se la habían garchado, la mando a bañar y la espero con un whisky y con la verga dura para que siga con su tarea. Me la chupa y vuelve a tener gusto a pija en su boca, cosa que le da mucho placer, me cuenta cómo la había pasado y como se mojaba mientras hablábamos por teléfono y ella siendo penetrada. Ahora era mi turno y se retorcía como una perra en celo pidiendo más y más. Se va con la satisfacción de haber tenido buen sexo y sabiendo que aún faltaba pasar por la de su marido. Ahí no pudimos hacer la del llamado, esa me la contaba luego. Pero si se filmaba mientras se la tragaba y luego me lo mandaba para ver cómo esos ojitos de zorra miraban fijamente a cámara y decía, así te gusta que la chupe? Soy tu putita no? Eso lo recibía al otro día para poder amenizar la espera.
Otro día cuento otra historia entre ella y yo. Espero que les haya gustado. Besos especiales a las poringueras! Diego.