Yadira la secretaria 2: Regalo especial.
Esta historia inicia unos meses después de que Yadira y yo empezamos a tener sexo. Por aquellos días, Yadi aprovechaba cualquier día que tuviera libre para invitarme a pasar un par de horas en su casa. Un sábado llegue a su casa ya con la verga durísima, toque la puerta y me hizo pasar en seguida. Me esperaba impaciente vestida solo con una bata de baño. Al cerrar la puerta nos besamos como si quisiéramos comernos, mientras mi lengua y la suya se saludaban yo la acariciaba por todos lados y ella luchaba por desnudarme. Buenos días Adrián, como esta mi pequeño macho hoy? Dijo Yadira a modo de saludo mientras me desabrochaba los pantalones. Bien caliente y con la verga muy gorda como te gusta putita, como estas tú, le respondí. Mmmm sí ya veo dijo Yadi mientras pegaba mi verga a su rostro y lo empezaba a lamer, estoy muy mojadita y lista para que mi macho me de lo mío. Claro que sí mami, le dije mientras le empezaba a meter la verga en su sensual boca. Yadi se puso de pie, me tomo de la verga y me llevo a su habitación.
Durante el trayecto me dijo: Hoy vamos a hacer algo especial. A sí? Le dije, la verdad en ese momento no sabía que más podíamos hacer, ya me había entrenado en varios modos, era mucho más resistente a la hora de estar dentro de ella, se había asegurado de que aprendiera a comer vaginas como un experto y me había entrenado en la localización de los puntos más sensibles del cuerpo de la mujer, todo para asegurarse de que, según ella, fuera un gran amante no solo para ella si no para cualquier mujer con la que me acostara. Te has portado muy bien desde que empezamos a coger y tienes verdadero talento para esto y una verga muy especial, tan especial que te mereces algo que estaba guardando para alguien especial. No estarás hablando de tu colita Yadi? Le dije sorprendido, ya que según ella me había contado, su culo aún era virgen y estaba reservado para que su novio lo usara en la noche de bodas. Sí me dijo ella, he decidido regalarte la virginidad de mi culito, porque me tienes loquita con tu verga tan gorda. Dijo ella al tiempo que me besaba y me acariciaba la reata. Pero vas a hacer todo lo que te diga, si te pido que te detengas, te detienes y vas a ir despacio, porque si me lastimas te juro que no vuelves a tener nada de mí. Con una sonrisa le dije que tendría cuidado y que yo también estaba loco por mi putita. Muy bien, ella me sentó en la cama y se dirigió a su cajón, saco un tubo de lubricante.
Se acercó a mí y me monto, nos empezamos a besar de nuevo, me encantaba sentir su cuerpo sobre el mío, sus senos en mi pecho, recorrerla entera con las manos, el modo en que me besaba y me lamia el rostro y las orejas, como una gata en celo. Chúpame la puchita mi niño, me dijo mientras se habría de piernas, sin esperar empecé a comer mi platillo favorito. Así mi niño chupa como solo tú sabes, mmmmmmmm así, me decía mientras sus manos empujaban mi cabeza a su sexo húmedo y caliente. Ahora pásame la lengua por mi culito mientras estas ahí, trata de estimular las dos áreas. Así lo hice, el culito de Yadi era un asterisco, apenas más grande que mi dedo meñique, la idea de que mi gordo aparato pudiera entrar por ahí me pareció ridícula. Con el tiempo aprendería que con la dedicación y el estímulo adecuado cualquier culo es un buen hogar. Le dije ponte en cuatro mi perrita, te voy a coger. Sí mi amor. Al llevar ya un mes cogiendo cada fin de semana durante un par de horas, había llegado a conocer muy bien las reacciones y los ritmos de Yadi. Sabia cuando era el momento de metérsela, cuando acelerar, cuando bajar el ritmo y cuando se corría. Así que mientras la tenía bien ensartada desde atrás, lleve una de mis manos a su rica panocha y la recorrí de arriba abajo, procurando que se me llenara de sus ricos jugos. Con la otra mano acariciaba sus hermosas nalgas y su anito, el cual se tensaba cada que sentía la cercanía de uno de mis traviesos dedos. Ay! Mi muchachito que rico me coges, me pones como loca. Te gusta cómo te cojo putita, le decía al tiempo que pasaba mi mano llena de sus jugos por la raya de su culo y con la otra mano le movía el clítoris rítmicamente. SIIII grito con voz ronca mientras se veía alcanzada por otro orgasmo, momento que aproveche para acariciar su culito con uno de mis dedos empapados de sus jugos. Sentía como su sexo apretaba mi pene, como vibraba con los espasmos de su orgasmo. Sin dejar de mover sus clítoris, seguí cogiéndola rítmicamente, mientras ella gemía. AY QUE RICO PAPACITO!!!! Decía Yadi moviendo sus caderas de un lado a otro, al tiempo que mi dedo índice ya estaba metido pero sin moverse dentro de su culito, el cual se contraía con cada nuevo espasmo. Ay!!! SI MI NOVIO ME VIERA!!! Si tu novio te viera cogiendo conmigo, aprendería como coge un hombre de verdad, le dije al tiempo que metía y sacaba el dedo de su culito y la embestía salvaje mente moviendo las caderas. SIIIII CABRON COJEME, SOY TUYA, TU PUTA, COGEME COMO SOLO TU SABES, QUE SE JODA EL CORNUDO DE MI NOVIO!!! TU ERES MI MACHO!!! MI DUEÑO!!! Dijo mientras se desmadejaba sorprendida por un nuevo orgasmo, sus piernas y brazos la traicionaron y cayó con la cara en el colchón, con sus caderas aun levantadas. Sin sacarle el pito de la panocha ni el dedo del culo le dije: Eres mía putita y lo sabes, eres esclava de mi reata gorda. Llego el momento de que me entregues eso que no le das a nadie, ábrete las nalgas, te la voy a meter por el culo.
Como una autómata Yadira llevo sus manos a sus hermosas nalgas de ébano y las abrió. Sus nalgas brillaban por el sudor y los jugos que yo mismo puse en ellas. Su anito estaba dilatado por el trabajo que había estado haciendo y se mostraba más abierto. Con decisión lleve mi cara a su culo y bese sus nalgas, para después pasar mi lengua, primero por la raya de su culo y después por su culo mismo. El sabor era el sabor que tiene el sexo perverso, ese sabor excitante que endurece la verga al punto que hace que duela. Me embriague con ese sabor y metí mi lengua lo más profundo que pude, mmmmmmmmmmmm siii mi amor, chúpame el culito, chupa ese culo que es solo para mi niño, es mi regalo para ti Adrián, el tributo que le rindo a tu verga. Una vez que su culito quedo dilatado y lubricado, tome el lubricante y embarre mi pito con él. Con firmeza apoye el glande en la entrada y le pregunte, estas lista? Sí mi niño, pero con cuidadito por favor. Presione firmemente, Ay cuidadito que duele. Con un poco más de delicadeza pero con firmeza fui insistiendo y poco a poco, al cabo de lo que parecieron ser varios minutos, la cabeza amoratada de mi verga entro en el agujerito de Yadira. Ya entro la cabecita, como te sientes le pregunte, siento que me arde la colita mi vida, procura no moverte, déjame que me acostumbre y cuando esté lista te avisare para que empieces a moverte. El culito de Yadi me apretaba de un modo muy especial, tenía una sensación de calidez que jamás había sentido y más que apretarme parecía que me mordiera, estaba en la gloria. Después de un par de minutos Yadira me dijo, muévete, pero poco a poquito mi amor. Así fue que muy lenta y muy delicadamente empecé a moverme, poco a poco mi verga fue ganando más y más terreno hasta que mi pelvis choco con sus nalgas. Ya esta toda dentro putita, le dije. AY MI AMOR!! Dijo ella con una voz muy excitada. NUNCA HABIA SENTIDO ALGO ASIIIII!! Dijo ella por completo fuera de sí. Lo disfrutas putita? Crees que tu novio pueda darte lo que te estoy dando? NOOO NADIE ME LLENA COMO TU ME LLENAS!!! ES COMO TENER UN PEPINO METIDO EN EL CULO!! MUEVETE PORFAVOR COGEME CON GANAS!! Así fue que empecé un movimiento de mete y saca a toda velocidad, mientras me cogía su culo una de mis manos estaba masturbando su panocha y la otra se había apoderado de uno de sus magníficos senos. Una vez que alcance mi límite le grite: ME VOY A CORRER EN TU CULO YADIRA!! SIIII MI AMOR ENLECHAME EL CULO, LLENAME CON TUS MECOS, HASME CAGAR BLANCO!!!! No pude más y me corrí en las profundidades de su cola, con tres chorros largos de leche mi orgasmo fue uno de los más intensos de los que tenga memoria. Yadira termino también su cama se empapo con sus jugos y nuestro sudor. No saque mi pene de su culo, sino que deje que la erección bajara por si sola y una vez fuera pude contemplar que el culito de Yadira era ahora un hoyo por el que bien hubiera podido pasar una pelota de golf. A partir de ese día y por todo el tiempo que duro nuestra relación Yadira siempre insistió en que le diera por los dos agujeros, los cuales quedaron muy acostumbrados a mi verga.
Aún quedan muchas historias que contar y conforme vaya teniendo algo de tiempo las iré contando, aunque claro puede que tarde. Un saludo a todos los que se toman la molestia de leer mis relatos, espero que los disfruten, acepto consejos sobre cómo mejorar y también sobre que tipo de historias quieren leer.
Esta historia inicia unos meses después de que Yadira y yo empezamos a tener sexo. Por aquellos días, Yadi aprovechaba cualquier día que tuviera libre para invitarme a pasar un par de horas en su casa. Un sábado llegue a su casa ya con la verga durísima, toque la puerta y me hizo pasar en seguida. Me esperaba impaciente vestida solo con una bata de baño. Al cerrar la puerta nos besamos como si quisiéramos comernos, mientras mi lengua y la suya se saludaban yo la acariciaba por todos lados y ella luchaba por desnudarme. Buenos días Adrián, como esta mi pequeño macho hoy? Dijo Yadira a modo de saludo mientras me desabrochaba los pantalones. Bien caliente y con la verga muy gorda como te gusta putita, como estas tú, le respondí. Mmmm sí ya veo dijo Yadi mientras pegaba mi verga a su rostro y lo empezaba a lamer, estoy muy mojadita y lista para que mi macho me de lo mío. Claro que sí mami, le dije mientras le empezaba a meter la verga en su sensual boca. Yadi se puso de pie, me tomo de la verga y me llevo a su habitación.
Durante el trayecto me dijo: Hoy vamos a hacer algo especial. A sí? Le dije, la verdad en ese momento no sabía que más podíamos hacer, ya me había entrenado en varios modos, era mucho más resistente a la hora de estar dentro de ella, se había asegurado de que aprendiera a comer vaginas como un experto y me había entrenado en la localización de los puntos más sensibles del cuerpo de la mujer, todo para asegurarse de que, según ella, fuera un gran amante no solo para ella si no para cualquier mujer con la que me acostara. Te has portado muy bien desde que empezamos a coger y tienes verdadero talento para esto y una verga muy especial, tan especial que te mereces algo que estaba guardando para alguien especial. No estarás hablando de tu colita Yadi? Le dije sorprendido, ya que según ella me había contado, su culo aún era virgen y estaba reservado para que su novio lo usara en la noche de bodas. Sí me dijo ella, he decidido regalarte la virginidad de mi culito, porque me tienes loquita con tu verga tan gorda. Dijo ella al tiempo que me besaba y me acariciaba la reata. Pero vas a hacer todo lo que te diga, si te pido que te detengas, te detienes y vas a ir despacio, porque si me lastimas te juro que no vuelves a tener nada de mí. Con una sonrisa le dije que tendría cuidado y que yo también estaba loco por mi putita. Muy bien, ella me sentó en la cama y se dirigió a su cajón, saco un tubo de lubricante.
Se acercó a mí y me monto, nos empezamos a besar de nuevo, me encantaba sentir su cuerpo sobre el mío, sus senos en mi pecho, recorrerla entera con las manos, el modo en que me besaba y me lamia el rostro y las orejas, como una gata en celo. Chúpame la puchita mi niño, me dijo mientras se habría de piernas, sin esperar empecé a comer mi platillo favorito. Así mi niño chupa como solo tú sabes, mmmmmmmm así, me decía mientras sus manos empujaban mi cabeza a su sexo húmedo y caliente. Ahora pásame la lengua por mi culito mientras estas ahí, trata de estimular las dos áreas. Así lo hice, el culito de Yadi era un asterisco, apenas más grande que mi dedo meñique, la idea de que mi gordo aparato pudiera entrar por ahí me pareció ridícula. Con el tiempo aprendería que con la dedicación y el estímulo adecuado cualquier culo es un buen hogar. Le dije ponte en cuatro mi perrita, te voy a coger. Sí mi amor. Al llevar ya un mes cogiendo cada fin de semana durante un par de horas, había llegado a conocer muy bien las reacciones y los ritmos de Yadi. Sabia cuando era el momento de metérsela, cuando acelerar, cuando bajar el ritmo y cuando se corría. Así que mientras la tenía bien ensartada desde atrás, lleve una de mis manos a su rica panocha y la recorrí de arriba abajo, procurando que se me llenara de sus ricos jugos. Con la otra mano acariciaba sus hermosas nalgas y su anito, el cual se tensaba cada que sentía la cercanía de uno de mis traviesos dedos. Ay! Mi muchachito que rico me coges, me pones como loca. Te gusta cómo te cojo putita, le decía al tiempo que pasaba mi mano llena de sus jugos por la raya de su culo y con la otra mano le movía el clítoris rítmicamente. SIIII grito con voz ronca mientras se veía alcanzada por otro orgasmo, momento que aproveche para acariciar su culito con uno de mis dedos empapados de sus jugos. Sentía como su sexo apretaba mi pene, como vibraba con los espasmos de su orgasmo. Sin dejar de mover sus clítoris, seguí cogiéndola rítmicamente, mientras ella gemía. AY QUE RICO PAPACITO!!!! Decía Yadi moviendo sus caderas de un lado a otro, al tiempo que mi dedo índice ya estaba metido pero sin moverse dentro de su culito, el cual se contraía con cada nuevo espasmo. Ay!!! SI MI NOVIO ME VIERA!!! Si tu novio te viera cogiendo conmigo, aprendería como coge un hombre de verdad, le dije al tiempo que metía y sacaba el dedo de su culito y la embestía salvaje mente moviendo las caderas. SIIIII CABRON COJEME, SOY TUYA, TU PUTA, COGEME COMO SOLO TU SABES, QUE SE JODA EL CORNUDO DE MI NOVIO!!! TU ERES MI MACHO!!! MI DUEÑO!!! Dijo mientras se desmadejaba sorprendida por un nuevo orgasmo, sus piernas y brazos la traicionaron y cayó con la cara en el colchón, con sus caderas aun levantadas. Sin sacarle el pito de la panocha ni el dedo del culo le dije: Eres mía putita y lo sabes, eres esclava de mi reata gorda. Llego el momento de que me entregues eso que no le das a nadie, ábrete las nalgas, te la voy a meter por el culo.
Como una autómata Yadira llevo sus manos a sus hermosas nalgas de ébano y las abrió. Sus nalgas brillaban por el sudor y los jugos que yo mismo puse en ellas. Su anito estaba dilatado por el trabajo que había estado haciendo y se mostraba más abierto. Con decisión lleve mi cara a su culo y bese sus nalgas, para después pasar mi lengua, primero por la raya de su culo y después por su culo mismo. El sabor era el sabor que tiene el sexo perverso, ese sabor excitante que endurece la verga al punto que hace que duela. Me embriague con ese sabor y metí mi lengua lo más profundo que pude, mmmmmmmmmmmm siii mi amor, chúpame el culito, chupa ese culo que es solo para mi niño, es mi regalo para ti Adrián, el tributo que le rindo a tu verga. Una vez que su culito quedo dilatado y lubricado, tome el lubricante y embarre mi pito con él. Con firmeza apoye el glande en la entrada y le pregunte, estas lista? Sí mi niño, pero con cuidadito por favor. Presione firmemente, Ay cuidadito que duele. Con un poco más de delicadeza pero con firmeza fui insistiendo y poco a poco, al cabo de lo que parecieron ser varios minutos, la cabeza amoratada de mi verga entro en el agujerito de Yadira. Ya entro la cabecita, como te sientes le pregunte, siento que me arde la colita mi vida, procura no moverte, déjame que me acostumbre y cuando esté lista te avisare para que empieces a moverte. El culito de Yadi me apretaba de un modo muy especial, tenía una sensación de calidez que jamás había sentido y más que apretarme parecía que me mordiera, estaba en la gloria. Después de un par de minutos Yadira me dijo, muévete, pero poco a poquito mi amor. Así fue que muy lenta y muy delicadamente empecé a moverme, poco a poco mi verga fue ganando más y más terreno hasta que mi pelvis choco con sus nalgas. Ya esta toda dentro putita, le dije. AY MI AMOR!! Dijo ella con una voz muy excitada. NUNCA HABIA SENTIDO ALGO ASIIIII!! Dijo ella por completo fuera de sí. Lo disfrutas putita? Crees que tu novio pueda darte lo que te estoy dando? NOOO NADIE ME LLENA COMO TU ME LLENAS!!! ES COMO TENER UN PEPINO METIDO EN EL CULO!! MUEVETE PORFAVOR COGEME CON GANAS!! Así fue que empecé un movimiento de mete y saca a toda velocidad, mientras me cogía su culo una de mis manos estaba masturbando su panocha y la otra se había apoderado de uno de sus magníficos senos. Una vez que alcance mi límite le grite: ME VOY A CORRER EN TU CULO YADIRA!! SIIII MI AMOR ENLECHAME EL CULO, LLENAME CON TUS MECOS, HASME CAGAR BLANCO!!!! No pude más y me corrí en las profundidades de su cola, con tres chorros largos de leche mi orgasmo fue uno de los más intensos de los que tenga memoria. Yadira termino también su cama se empapo con sus jugos y nuestro sudor. No saque mi pene de su culo, sino que deje que la erección bajara por si sola y una vez fuera pude contemplar que el culito de Yadira era ahora un hoyo por el que bien hubiera podido pasar una pelota de golf. A partir de ese día y por todo el tiempo que duro nuestra relación Yadira siempre insistió en que le diera por los dos agujeros, los cuales quedaron muy acostumbrados a mi verga.
Aún quedan muchas historias que contar y conforme vaya teniendo algo de tiempo las iré contando, aunque claro puede que tarde. Un saludo a todos los que se toman la molestia de leer mis relatos, espero que los disfruten, acepto consejos sobre cómo mejorar y también sobre que tipo de historias quieren leer.
3 comentarios - Yadira la secretaria 2: regalo especial.