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Por la ventana (Fantasía)

Por la ventana (Fantasía)

Una historia, un protagonista, una fantasía. Todos nos hemos dejado llevar alguna que otra vez por nuestra mente. En esta página nos interesan las fantasías y los protagonistas de nuestros relatos se encargan de vivir las suyas a flor de piel. Una historia por día, un protagonista nuevo, una fantasía distinta. Dejate llevar por la imaginación...


Por la ventana
Cada vez que lo veo pasar me vuelvo loca. ¡Está tan bueno! Para colmo el otro día me lo crucé en la rotisería de acá a la vuelta y lo escuché hablar con el chico que atiende. Se llama Gastón, tiene 28 años y está terrible. Es mi vecino y me lo como crudo.
Me llamo Valeria, tengo 24 años y me acabo de mudar sola a un departamento en un 6to piso. Pero justo en frente de mi edificio hay otro edificio y en el sexto piso, la ventana que está bien en frente de mi pieza vive él. La primera vez que lo vi me quedé boquiabierta. Pasó caminando en frente de la ventana, a eso de las 7 de la mañana con un bóxer negro y nada más. Casi que ni reaccioné. Supuse que era por que recién se había levantado, pero con el correr de los meses me di cuenta de que lo hace todo el tiempo. A la mañana cuando se levanta y va a la cocina, apenas vuelve de trabajar y se quiere ir a bañar, o antes de irse a dormir. Todo el tiempo se pasea en bóxers. Incluso ahora en invierno, que yo me muero de frio y no sé que más ponerme para no congelarme, él anda en desnudo y con esos bóxers que le marcan todo.
De físico está divino. Unas piernas bien musculosas, una cola súper apretadita debajo de esa ropa, una pancita plana con abdominales muy bien marcadas, el pecho muy trabajado, y unos tubos en los brazos que me podrían levantar tranquilamente. De cara no está nada mal. Ojos y pelo negro, pero una sonrisa divina. Lo único que no me gusta es que tiene un poco de barba. Se la sacaría y sería el hombre perfecto.
Me siento una acosadora, pero él ni cuenta se da. No sé si lo hace a propósito, o si es que no lo sabe. Pero es raro que alguien viva con las cortinas abiertas y paseándose desnudo y que no le moleste. Lo peor de todo, es que ahora yo me acostumbré a eso. Mi obsesión por verlo cada vez que pasa me obliga a tener las ventanas abiertas de par en par. Mis amigas se me ríen en la cara, pero yo no puedo no verlo. ¡Me encanta!
La última vez fue esta tarde. Yo estaba haciendo algunos resúmenes para la facultad en mi cama cuando lo vi parado en el comedor de su casa. Se quedó de espaldas un buen rato, mostrándome la cola divina que tiene. Cuando se dio vuelta estaba comiendo una manzana y mirando la tele, que está al lado de la ventana, por lo que se quedó parado ahí un buen rato. Mordía la manzana y después se limpiaba el juego que le caía de los labios. Así, hasta que la terminó y desapareció. Volvió al rato con un vaso de agua, se lo tomó entero y volvió a darse vuelta, se ve que leía una revista o algo que tenía en la mesa.
Pero mi mayor sorpresa vino después. De la nada, se tomó el bóxer de los dos lados de la cintura y se lo bajó hasta quedarse completamente desnudo. Seguía de espaldas, pero podía apreciarle la cola divina que tenía. Cuando de repente, se da vuelta. Me quedé helada. Gastón no solo tenía una cara divina y un cuerpo hermoso, sino que venía muy bien dotado. Apagó el televisor y desapareció.
Cuando volví a la realidad, tenía la mano adentro del pantalón y me estaba tocando. Me había mojado toda, nunca antes me había pasado. Solía gustarme mucho y a veces terminaba un poco caliente después de verlo. Pero nunca había llegado hasta ese punto. No podía aguantar más. Necesitaba acostarme con él.
Después de un rato volvió. Seguía desnudo, y tenía una toalla con la que se secaba el pelo y el cuerpo, supuse que se había bañado. Pero me mirada iba directo a su pija. Era muy impresionante. Bastante larga y gorda, imposible de sacarle la mirada. Se pasó la toalla por ahí para secarse bien y volví a sentir como me mojaba de tan solo verlo.
Pero en un momento se quedó quieto. Cuando subo la mirada a su cara, veo que me estaba mirando fijo y sonreía. Me morí tanto de la vergüenza que lo único que se me ocurrió fue agachar la cabeza para quedar tapada por la ventana. Me quedé inmóvil, con la mano adentro del pantalón y sentía como la cara se me ponía roja. Después de un rato espío, y lo veo, otra vez de espalda, pero esta vez con ropa. Agarró una campera, apagó las luces y se fue. Salí corriendo a asomarme y al rato lo vi salir por la puerta del edificio. Caminó hacia la calle, paró un taxi y se fue.
Estaba terriblemente excitada. Tenía el corazón acelerado y respiraba muy rápido. Gastón me había vuelto loca y volvía a tener la necesidad de tocarme pensando en él. Pero esta vez fue distinto, esta vez él estuvo ahí conmigo…

En mi mente no se había tomado el taxi, sino que había cruzado la calle y me había tocado el timbre. Yo le abrí con el portero y el subió solo.
- ¡Está abierto!- Le grité apenas tocó la puerta.
Yo lo esperaba en mi pieza, pero no con mi jogging ni mi buzo de Bariloche. ¡No! Tenía puesto un baby doll blanco que resaltaba lo mejor de mí, mis tetas. Él entró por la puerta y me dijo “hola” con esa voz sexy que tiene al hablar. Ahí parado se sacó todo para quedarse en bóxer, ese negro que le vi la primera vez esa mañana. Se acercó despacio a la cama y se tiró encima mío para besarme. Sus labios eran divinos, tenían un calor que me encantaba. Y no tenía barba, se había afeitado antes de venir a buscarme.
Una de sus manos me agarró por la nuca para que nuestros labios no pudieran separarse, mientras la otra recorría todo mi cuerpo hasta llegar a mi cintura. Fue buscando espacio por entre mis piernas, yo las abrí para darle lugar y sentí el calor de sus dedos tocarme sobre mi cuerpo. Me encendió por completo, me llenó de placer y tan solo habíamos empezado.
Sus labios fueron bajando por mi cuerpo y recorrían cada centímetro de mi piel. Besó mis tetas por encima de baby doll y las apretó con ambas manos. Su boca siguió recorriendo mi cuerpo, besando mi panza, mi cintura y después mis muslos. Abrí mis piernas de par en par y él introdujo su cabeza y sentí su respiración agitada sobre mi concha. El calor que emanaba me penetraba, me volvía loca.
De pronto su boca empezó a jugar por sobre mi piel y yo me humedecí más y más. Con la lengua dibujó un círculo alrededor de mi clítoris y sentí como mi cuerpo se estremeció de placer. “Mmm” gemí entre labios mientras Gastón seguía lamiendo mi cuerpo. Me había mojado por completo y pasaba su lengua como loco de arriba hacia abajo excitándome cada vez más y más. Sus manos recorrían mi cintura y llegaban hasta mis tetas que las apretaban bien fuerte. Despacito me fui sacando el baby doll y sus dedos se posaron en mis pezones para apretarlos bien fuerte. Me encantaba como me tocaba.
Se levantó y volvió hasta mi boca y nuevamente me beso con ganas. Se fue acostando sobre la cama mientras yo me iba poniendo encima de él. Me senté sobre sus muslos y sus manos fueron directo a mis gomas y las apretó con ganas mientras una sonrisa se dibujaba en su cara. No decíamos nada, pero sabíamos que nos moríamos por darle placer al otro. Comencé a bajar despacito, pegando mi cuerpo al suyo y lo lamí desde el cuello hasta la cintura. Sin dejar de mirarlo fijo a los ojos le saqué el bóxer y su pija bien dura salió despedida directo hacia mi cara. La tomé con una mano y empecé a pajearlo bien suavemente. Él cerró los ojos y se dedicó a disfrutar del momento.
Me metí su pija en la boca y la fui saboreando bien despacito, desde la punta hasta la base. “Uhhh” suspiró él cuando la tuve toda adentro de mi boca. Era la pija más rica que había probado en mi vida, bien grande, bien carnosa, gorda y cabezona. Le pasé nuevamente la lengua esta vez desde la base hasta la punta y después me dediqué a jugar con su cabecita un rato. Estaba bien roja, llena de leche y con muchas ganas de explotar.
Sin soltar su verga me fui levantando hasta quedar nuevamente sentada sobre sus muslos y suavecito la fui introduciendo adentro de mi concha. Entró sin ningún problema y cuando lo hiso sentí como me invadía un placer increíble. Miré fijo a Gastón y pude notar el deseo que me penetraba desde sus ojos. Él levantó nuevamente sus manos hasta mis tetas y apoyando los dedos sobre los pezones, empezó a moverlas en forma circular. Mi cuerpo se movía suavemente, con toda su carne adentro mío y partiéndome al medio.
De a poquito iba aumentando la intensidad, moviendo la cintura hacia adelante y hacia atrás. Me gusta tanto sentir su pija completamente clavada en mi, me volvía loca. Sus manos apretaban cada vez más fuerte mis tetas y eso me encantaba. Su mirada clavada en la mía me volvía loca. Tenía la boca semi abierta y sentía su respiración agitada salir y se mezclaba con mis gemidos. Ahora él empezaba a levantarse y se sentó sobre la cama hasta que su boca quedó a la altura de mis tetas. Las unió con las manos y comenzó a chuparlas como loco. Mi cuerpo se aceleró de repente y empecé a moverme bien rápido. Sentía una excitación única.
Las manos de Gastón bajaron hasta mi cola y agarrándome bien fuerte me acostó sobre la cama sin perder la conexión. Ahora él estaba arriba, con sus manos sobre mi culo y me cogía bien fuerte. Nuestros labios se encontraron una vez más en un beso bien profundo y nuevamente sentí calor en todo mi cuerpo. Su pija entraba y salía de mi concha a toda velocidad y mi cuerpo vibraba. Mis piernas se movían agitadas. De mi boca solo salía una respiración muy agitada. Sentí como el semen salía de su cuerpo y me penetraba. El calor era cada vez mayor. Mi orgasmo estaba llegando. Un gemido y un grito se emitieron desde mis labios…

Abrí los ojos y veo el espejo en frente de mi cama. Miro hacia un lado y después hacia el otro y estaba sola en mi pieza. Tenía una mano sobre mis tetas y la otra sobre mi concha que estaba completamente húmeda. Había sido todo parte de mi imaginación ¿Pero cómo? Se había sentido tan real. Me puse rápido la ropa y me asomé por la ventana. Las luces del piso 6 estaban apagadas y no había nadie ahí. Me acosté en la cama nuevamente y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Estaba convencida, la próxima vez que me cruzara a Gastón le iba a hablar y lo iba a invitar a hacer algo. Hasta tener su pija dentro de mi cuerpo no iba a parar.

2 comentarios - Por la ventana (Fantasía)

exiliado-40 +1
Ufffffff tremendo y muy caliente como siempre+3
HistoriasDe
Muchas gracias!!