Sigo con la historia que deje hace unos días pendiente…
Por algún motivo no me podía sacar de la cabeza las imágenes de mis suegros cogiendo. No se si fue por el morbo de estar espiándolos o si me gusto lo que vi, pero cerraba los ojos y recordaba a mi suegra pidiendo que le “rompan el culo”. No podía entender como no sacaba de mi mente como me había calentado la situación de verlos así. Ver la pija de mi suegro tan parada y caliente. Jamás me la hubiese imaginado así, bien rosada y dura. Su pija me parecía considerablemente atractiva.
No sé por qué, pero me parecía excitante imaginarme todas esas situaciones, y preguntarme si era tan bueno como el hijo. El problema de eso, era que ya no me calentaba solo la situación que vivimos, sino que ya me estaba calentando con mi suegro.
Así pasaron los días, hasta que un sábado entre a mi casa y vi a mi suegro sentado en el sillón leyendo el diario. Al entrar lo saludo, le pongo la cara, y siento que me da un beso muy cerca de mi boca. En ese momento me dio un poco de vergüenza, y a la vez sentí como el calor se apoderaba de mis mejillas. Era una sensación rara, entre placer y miedo. Todo fue muy rápido, así que mi reacción fue saludarlo y darme vuelta para saludar a mi novio con un beso fogoso de esos que se dan con fuerza y pasión. Una vez que lo beso, me doy vuelta y veo que en pantalón de mi suegro se iba notando una erección. No pude evitar pensar si se estaba excitando con lo que estaba viendo en el diario o se estaba excitando por mí, más aun teniendo en cuenta que era un día de esos muy húmedos y de calor, por lo que yo tenía puesta una pollera algo corta de algodón con una colaless de encaje para que no se me marque... La intriga me volvió a invadir.
Estuvimos en casa almorzando los 3 juntos. Mientras hablábamos en el living, suena el teléfono de mi novio. Era la madre pidiéndole que la vaya a buscar a la casa de la hermana, a lo que mi novio respondió con un: “Ahora voy mamá”. Corta el teléfono y nos dice: “ Se quedan un rato hasta que vuelva con mama?” a lo que mi suegro le responde: “ Si claro… anda tranquilo”. Al escuchar eso me subió un calor por todo el cuerpo y sentí que mi cara se puso toda colorada, no sé exactamente porque, pero supongo que fue por todo lo que me había imaginado después de verlos coger, y su erección de antes.
Mi novio sale de casa, tenia un viaje de aproximadamente una hora, o un poquito mas. Entonces le digo a mi suegro: “Yo me voy a bañar, no aguanto más este calor. Vos queres recostarte un rato en nuestra habitación a descansar?” Él asintió con la cabeza y se fue. Así que yo me fui a bañar para bajar tensiones y relajar un poco, después de tanto calor, y no por el clima precisamente. Empecé a pasarme jabón, despacio por todo el cuerpo, hasta que llegué a enjabonarme la concha. Despacio, y suave, hasta que de repente me encontré tocándome por demás pensando en la pija de mi suegro. ¿Cómo se pondrá el viejo, si soy yo la que lo toco? Se le pondrá así de dura como con mi suegra o se habrá enviagrado? El agua caliente bajando por mis pezones duros más la excitación hizo que mis dedos jabonosos entraran en mi concha cada vez más profundo y rápido mientras que mi corazón latía cada vez más fuerte, lo que me llevo a un orgasmo profundo y hermoso de esos que te quitan el aire y te dejan relajadísima sin poder moverte.
Como pude termine de bañarme, y cuando empecé a secarme me di cuenta que no había llevado la ropa interior para cambiarme, por lo que no me quedo otra que salir con la bata puesta y la toalla en la cabeza.
Entre despacio a la habitación, sin hacer ningún ruido y sin siquiera prender la luz como para no molestar y que mi suegro no se despierte. En la penumbra busque la ropa interior, cuando siento que se mueve y me dice: “te dejo que te cambies tranquila”. A lo que respondí “no te preocupes, descansa. Yo ya me voy”. Agarre una tanga y un corpiño del cajón de la ropa que no me convencieron, así que los deje arriba de la cama. Me doy vuelta y sigo buscando otra opción, cuando escucho: “Esta tanga es muy linda!” A lo que solo atine a responder: “si, no?”. Y me di vuelta con mucha vergüenza. Sin embargo, algo dentro de mí me dijo que siga jugando. Me agache y agarre un hilo dental negro muy chiquito y sexy que tenía en mi cajón, me di vuelta, poniéndome enfrente a él y le digo: “este no te gusta más? Porque a mí me parece linda también” con una voz ratonera que no sé de donde me salió. Sorprendido, solo pudo responderme… “si! Esa te debe quedar mucho mejor!”. Al escuchar eso, y ya completamente jugada, decidí guardar todo y decirle “entonces elijo esta!” Agarre el hilo dental que le había gustado con un corpiño de encaje negro, y me dispuse a salir del cuarto, cuando en eso me doy cuenta que tiene la pija completamente parada. Evidentemente no fui muy disimulada, porque él se dio cuenta que lo estaba mirando. Me percato de eso, y sigo mi camino, cuando siento que se levanta de la cama justo cuando yo pasaba por al lado y sin querer queriendo me roza con su erección. Me quedé inmóvil al sentir eso rozarme la cola; dentro mío me llene de excitación, el corazón me latía tan fuerte que las manos empezaron a sudar y mis nervios estaban por las nubes. El jueguito se me estaba yendo de las manos, y eso me calentaba.
Sigo como si nada, no le hago caso y me voy a cambiar a la otra habitación tranquila, dejándolo al palo. Entré, me saqué la bata, me vestí con la ropa interior elegida por mi suegro y empecé con mi rutina habitual de ponerme crema en el cuerpo. En ese instante siento que la puerta apenas se abre, era claro que me estaba espiando. Así que me puse de espalda a la puerta y empecé a pasarme crema desde los pies subiendo por una pierna hasta cola, para después empezar por la otra. Me agachaba, dejando todo mi culo para que sea observado por él. Sentía que mi corazón se me salía del pecho, junto a la humedad de mi concha queriendo explotar. No daba más, y ahí me la jugué del todo. Completamente decidida me doy vuelta y le digo “necesitas algo?” clavando la mirada en la pija que le explotaba en el pantalón. Mi suegro solo me dijo: “Iba al baño, y no pude evitar mirarte”. Cuando escuche eso, hice como si nada pasara, y agarre la crema de nuevo. Empecé a pasármela por el cuello, pasando por mi pecho mientras sentía que mis pezones ya estaban muy duros. Los masajeaba fuerte por dentro del corpiño para que se paren mucho más. Estaba ardiendo, y el que estaba enfrente era mi suegro. En ese momento no me importo nada.
Mi suegro atónito miraba la escena, hasta que en un momento me dice: “NO PUEDO MAS!”. Me agarró de la mano, me acercó a la cama y me tiró hacia él. Caí encima de su cuerpo. Despacio lo empecé a tocar. Primero el pecho, la panza, y así iba y venía, hasta que le toco la pija. No podía creer lo dura que estaba esa poronga. En ese momento con la mano llena de crema empecé a pajearlo. Mientras mi mano subía y bajaba por su pija, sentía que se calentaba más, poniéndose cada vez más erecta. Él aprovechó para desabrocharme el corpiño y así tocarme los pezones bien despacio y suave hasta que en un momento sentí su boca, y su lengua jugar. Yo cerraba los ojos mientras él me los mordía, generándome ese dolor dulce y suave que me llevaba al límite.
Estaba completamente ida, en ese momento solo tenía ganas de probar su pija. Despacio lo tire en la cama boca arriba. Solo me dijo: “Hace lo que quieras conmigo”. En ese mismo momento, me subí a la cama, me arrodille delante de él para bajarle la ropa y empezar a jugar con mi lengua yendo desde la cabeza hasta el tronco de esa pija hermosamente dura, una y otra vez hasta que me la metí bien en la boca, sintiendo como me llegaba hasta la garganta. Él, mientras gemía de placer, sin poder creer lo que le estaba haciendo. Solo susurraba en voz baja y me pedía que se lo haga despacio, porque quería disfrutar de ese momento. Así que obediente, yo subía y bajaba despacio con mi boca por esa poronga tan rosada y dura, sin tocarlo con mis manos. Así seguí un largo rato, hasta que el viejo me dijo una frase que me descoloco y me calentó aún más... “Si seguís así me vas hacer acabar y yo me quiero coger a mi nuera, quiero sentir esa conchita bien jugosa”. Lo que me dijo por alguna razón morbosa me puso a mil. Deje de chupársela, y me tire en la cama a la espera de que me haga suya. Antes le dije dónde podía encontrar un preservativo; mientras él lo abría yo jugaba con su pija. Me sacó, se puso el forro y me subió encima de él. Empezó a decirme que me moviera, yo solo obedecía subiendo y bajando con su pija adentro. Me agarraba fuerte, y me pegaba en la cola. Estaba desencajado, nunca pensé que se pondría así. Todo el tiempo me decía que me mueva más, que quería que lo coja hasta más no poder. Yo en ese momento estaba llena de deseo, no pensaba en otra cosa más que en ese momento en el que estaba, tenía ganas de seguir clavada ahí y moverme hasta que acabemos juntos! Me movía fuerte y rápido para después bajar el ritmo. Solo lo hacía para que me viera y hacerlo desear, para que sienta las ganas de acabar pero demostrándole que aún no se podía; porque era yo la que manejaba la situación ahí arriba. Evidentemente lo logre, porque me agarraba las tetas y me las chupaba como un loco. Hasta que me agarró de la cintura, me levantó un poco y me empezó a coger fuerte y rápido, mientras me repetía: “Te gusta que te coja así? Dale te quiero escuchar!! Grita para mí!! Sentí la pija bien adentro”. Estaba cogiéndome de forma desquiciada, hasta que me sacó por completo y acabo!
Nos quedamos tendidos en la cama un rato, completamente agotados. Yo encima de él y él dormitando con sus brazos en mi cola, mientras yo pensaba en toda la situación y en lo bien que la había pasado. El viejo sabia como moverse, y pese a ser mi suegro me encanto todo lo que había pasado. Será morbo? Que será? No sé pero yo la había pasado muy bien. Hasta que reaccioné que mi novio debía estar por llegar, así que agarre ropa, entre a bañarme y cuando salí ya estaban todos afuera esperando para saludarme. Lo más extraño fue ver a mi suegro en el sillón abrazando a su mujer y diciéndole lo mucho que la había extrañado. No podía creer lo que estaba viendo. Y pensar que hace un rato me estaba cogiendo. Salude como si nada y seguí la charla que ellos tenían, sin dejar de pensar en mi suegro y en qué pasaría si estamos los 3 juntos… Una LOCURA!
Algún día se dará?
Por algún motivo no me podía sacar de la cabeza las imágenes de mis suegros cogiendo. No se si fue por el morbo de estar espiándolos o si me gusto lo que vi, pero cerraba los ojos y recordaba a mi suegra pidiendo que le “rompan el culo”. No podía entender como no sacaba de mi mente como me había calentado la situación de verlos así. Ver la pija de mi suegro tan parada y caliente. Jamás me la hubiese imaginado así, bien rosada y dura. Su pija me parecía considerablemente atractiva.
No sé por qué, pero me parecía excitante imaginarme todas esas situaciones, y preguntarme si era tan bueno como el hijo. El problema de eso, era que ya no me calentaba solo la situación que vivimos, sino que ya me estaba calentando con mi suegro.
Así pasaron los días, hasta que un sábado entre a mi casa y vi a mi suegro sentado en el sillón leyendo el diario. Al entrar lo saludo, le pongo la cara, y siento que me da un beso muy cerca de mi boca. En ese momento me dio un poco de vergüenza, y a la vez sentí como el calor se apoderaba de mis mejillas. Era una sensación rara, entre placer y miedo. Todo fue muy rápido, así que mi reacción fue saludarlo y darme vuelta para saludar a mi novio con un beso fogoso de esos que se dan con fuerza y pasión. Una vez que lo beso, me doy vuelta y veo que en pantalón de mi suegro se iba notando una erección. No pude evitar pensar si se estaba excitando con lo que estaba viendo en el diario o se estaba excitando por mí, más aun teniendo en cuenta que era un día de esos muy húmedos y de calor, por lo que yo tenía puesta una pollera algo corta de algodón con una colaless de encaje para que no se me marque... La intriga me volvió a invadir.
Estuvimos en casa almorzando los 3 juntos. Mientras hablábamos en el living, suena el teléfono de mi novio. Era la madre pidiéndole que la vaya a buscar a la casa de la hermana, a lo que mi novio respondió con un: “Ahora voy mamá”. Corta el teléfono y nos dice: “ Se quedan un rato hasta que vuelva con mama?” a lo que mi suegro le responde: “ Si claro… anda tranquilo”. Al escuchar eso me subió un calor por todo el cuerpo y sentí que mi cara se puso toda colorada, no sé exactamente porque, pero supongo que fue por todo lo que me había imaginado después de verlos coger, y su erección de antes.
Mi novio sale de casa, tenia un viaje de aproximadamente una hora, o un poquito mas. Entonces le digo a mi suegro: “Yo me voy a bañar, no aguanto más este calor. Vos queres recostarte un rato en nuestra habitación a descansar?” Él asintió con la cabeza y se fue. Así que yo me fui a bañar para bajar tensiones y relajar un poco, después de tanto calor, y no por el clima precisamente. Empecé a pasarme jabón, despacio por todo el cuerpo, hasta que llegué a enjabonarme la concha. Despacio, y suave, hasta que de repente me encontré tocándome por demás pensando en la pija de mi suegro. ¿Cómo se pondrá el viejo, si soy yo la que lo toco? Se le pondrá así de dura como con mi suegra o se habrá enviagrado? El agua caliente bajando por mis pezones duros más la excitación hizo que mis dedos jabonosos entraran en mi concha cada vez más profundo y rápido mientras que mi corazón latía cada vez más fuerte, lo que me llevo a un orgasmo profundo y hermoso de esos que te quitan el aire y te dejan relajadísima sin poder moverte.
Como pude termine de bañarme, y cuando empecé a secarme me di cuenta que no había llevado la ropa interior para cambiarme, por lo que no me quedo otra que salir con la bata puesta y la toalla en la cabeza.
Entre despacio a la habitación, sin hacer ningún ruido y sin siquiera prender la luz como para no molestar y que mi suegro no se despierte. En la penumbra busque la ropa interior, cuando siento que se mueve y me dice: “te dejo que te cambies tranquila”. A lo que respondí “no te preocupes, descansa. Yo ya me voy”. Agarre una tanga y un corpiño del cajón de la ropa que no me convencieron, así que los deje arriba de la cama. Me doy vuelta y sigo buscando otra opción, cuando escucho: “Esta tanga es muy linda!” A lo que solo atine a responder: “si, no?”. Y me di vuelta con mucha vergüenza. Sin embargo, algo dentro de mí me dijo que siga jugando. Me agache y agarre un hilo dental negro muy chiquito y sexy que tenía en mi cajón, me di vuelta, poniéndome enfrente a él y le digo: “este no te gusta más? Porque a mí me parece linda también” con una voz ratonera que no sé de donde me salió. Sorprendido, solo pudo responderme… “si! Esa te debe quedar mucho mejor!”. Al escuchar eso, y ya completamente jugada, decidí guardar todo y decirle “entonces elijo esta!” Agarre el hilo dental que le había gustado con un corpiño de encaje negro, y me dispuse a salir del cuarto, cuando en eso me doy cuenta que tiene la pija completamente parada. Evidentemente no fui muy disimulada, porque él se dio cuenta que lo estaba mirando. Me percato de eso, y sigo mi camino, cuando siento que se levanta de la cama justo cuando yo pasaba por al lado y sin querer queriendo me roza con su erección. Me quedé inmóvil al sentir eso rozarme la cola; dentro mío me llene de excitación, el corazón me latía tan fuerte que las manos empezaron a sudar y mis nervios estaban por las nubes. El jueguito se me estaba yendo de las manos, y eso me calentaba.
Sigo como si nada, no le hago caso y me voy a cambiar a la otra habitación tranquila, dejándolo al palo. Entré, me saqué la bata, me vestí con la ropa interior elegida por mi suegro y empecé con mi rutina habitual de ponerme crema en el cuerpo. En ese instante siento que la puerta apenas se abre, era claro que me estaba espiando. Así que me puse de espalda a la puerta y empecé a pasarme crema desde los pies subiendo por una pierna hasta cola, para después empezar por la otra. Me agachaba, dejando todo mi culo para que sea observado por él. Sentía que mi corazón se me salía del pecho, junto a la humedad de mi concha queriendo explotar. No daba más, y ahí me la jugué del todo. Completamente decidida me doy vuelta y le digo “necesitas algo?” clavando la mirada en la pija que le explotaba en el pantalón. Mi suegro solo me dijo: “Iba al baño, y no pude evitar mirarte”. Cuando escuche eso, hice como si nada pasara, y agarre la crema de nuevo. Empecé a pasármela por el cuello, pasando por mi pecho mientras sentía que mis pezones ya estaban muy duros. Los masajeaba fuerte por dentro del corpiño para que se paren mucho más. Estaba ardiendo, y el que estaba enfrente era mi suegro. En ese momento no me importo nada.
Mi suegro atónito miraba la escena, hasta que en un momento me dice: “NO PUEDO MAS!”. Me agarró de la mano, me acercó a la cama y me tiró hacia él. Caí encima de su cuerpo. Despacio lo empecé a tocar. Primero el pecho, la panza, y así iba y venía, hasta que le toco la pija. No podía creer lo dura que estaba esa poronga. En ese momento con la mano llena de crema empecé a pajearlo. Mientras mi mano subía y bajaba por su pija, sentía que se calentaba más, poniéndose cada vez más erecta. Él aprovechó para desabrocharme el corpiño y así tocarme los pezones bien despacio y suave hasta que en un momento sentí su boca, y su lengua jugar. Yo cerraba los ojos mientras él me los mordía, generándome ese dolor dulce y suave que me llevaba al límite.
Estaba completamente ida, en ese momento solo tenía ganas de probar su pija. Despacio lo tire en la cama boca arriba. Solo me dijo: “Hace lo que quieras conmigo”. En ese mismo momento, me subí a la cama, me arrodille delante de él para bajarle la ropa y empezar a jugar con mi lengua yendo desde la cabeza hasta el tronco de esa pija hermosamente dura, una y otra vez hasta que me la metí bien en la boca, sintiendo como me llegaba hasta la garganta. Él, mientras gemía de placer, sin poder creer lo que le estaba haciendo. Solo susurraba en voz baja y me pedía que se lo haga despacio, porque quería disfrutar de ese momento. Así que obediente, yo subía y bajaba despacio con mi boca por esa poronga tan rosada y dura, sin tocarlo con mis manos. Así seguí un largo rato, hasta que el viejo me dijo una frase que me descoloco y me calentó aún más... “Si seguís así me vas hacer acabar y yo me quiero coger a mi nuera, quiero sentir esa conchita bien jugosa”. Lo que me dijo por alguna razón morbosa me puso a mil. Deje de chupársela, y me tire en la cama a la espera de que me haga suya. Antes le dije dónde podía encontrar un preservativo; mientras él lo abría yo jugaba con su pija. Me sacó, se puso el forro y me subió encima de él. Empezó a decirme que me moviera, yo solo obedecía subiendo y bajando con su pija adentro. Me agarraba fuerte, y me pegaba en la cola. Estaba desencajado, nunca pensé que se pondría así. Todo el tiempo me decía que me mueva más, que quería que lo coja hasta más no poder. Yo en ese momento estaba llena de deseo, no pensaba en otra cosa más que en ese momento en el que estaba, tenía ganas de seguir clavada ahí y moverme hasta que acabemos juntos! Me movía fuerte y rápido para después bajar el ritmo. Solo lo hacía para que me viera y hacerlo desear, para que sienta las ganas de acabar pero demostrándole que aún no se podía; porque era yo la que manejaba la situación ahí arriba. Evidentemente lo logre, porque me agarraba las tetas y me las chupaba como un loco. Hasta que me agarró de la cintura, me levantó un poco y me empezó a coger fuerte y rápido, mientras me repetía: “Te gusta que te coja así? Dale te quiero escuchar!! Grita para mí!! Sentí la pija bien adentro”. Estaba cogiéndome de forma desquiciada, hasta que me sacó por completo y acabo!
Nos quedamos tendidos en la cama un rato, completamente agotados. Yo encima de él y él dormitando con sus brazos en mi cola, mientras yo pensaba en toda la situación y en lo bien que la había pasado. El viejo sabia como moverse, y pese a ser mi suegro me encanto todo lo que había pasado. Será morbo? Que será? No sé pero yo la había pasado muy bien. Hasta que reaccioné que mi novio debía estar por llegar, así que agarre ropa, entre a bañarme y cuando salí ya estaban todos afuera esperando para saludarme. Lo más extraño fue ver a mi suegro en el sillón abrazando a su mujer y diciéndole lo mucho que la había extrañado. No podía creer lo que estaba viendo. Y pensar que hace un rato me estaba cogiendo. Salude como si nada y seguí la charla que ellos tenían, sin dejar de pensar en mi suegro y en qué pasaría si estamos los 3 juntos… Una LOCURA!
Algún día se dará?
6 comentarios - Caí en la tentación de mi suegro...