Este es mi primer relato y es 100% real. Casi una catarsis.
Hace muchos años conocí a la que hoy es mi esposa. Y como es lógico, con el tiempo empecé a conocer a su círculo, incluyendo a sus amigas; entre las cuales sinceramente no había una sóla que valiese la pena, salvo ella, que tenía los ojos marrones con mas brillo que había visto en mi vida, y a medida que la iba conociendo mas, observé que pese a sus pechos pequeños, tenía un lomazo para la lujuria: carita de porcelana, piernas perfectas y un culo para alquilar balcones. La vamos a llamar Julieta. El tiempo fue pasando y nos hicimos amigos, pegamos muy buena onda pero sólo eso nada mas. Después de una vida de relaciones siendo infiel, me prometí portarme bien.
Un día por temas laborales, nos pasamos nuestras datos del viejo y querido Messenger , y ahí empezó todo…..
A medida que transcurrían los días aumentaban la cantidad de tiempo que pasábamos chateando y crecía lo bien que me sentía con eso. Si un día no había charla con ella… volvía a casa, pero incompleto, y eso disparó una alerta y me di cuenta de inmediato que no era buena señal para mi, aquel entonces, noviazgo. Aun así todo iba muy bien de todas maneras.
Un día aburridos en nuestros trabajos, empezamos a contar cosas íntimas, pero con terceras personas. Prometiéndonos discreción, nos transformamos en amigos confidentes.
Un día me dijo que había sido infiel a su novio con alguien de su trabajo, y si bien la escuché y la aconsejé, hubo algo que me hizo ruido y me puso incómodo, claramente eran celos….
Fiel a mi promesa, me portaba bien pero dudaba cuanto tiempo podía no plantearle estas cosas a ella.
La relación siguió muy bien y fuimos grandes amigos, la quería como una amiga de la infancia. Les diría que se convirtió en mejor amiga mía que de mi actual esposa.
Pero todo cambió el día de mi casamiento, sí ...ese día …. Cuando llega el turno de bailar el vals con ella me dice …. “vos portate bien, ojito con mi amiga !!!”. Contrariamente a convencerme que le siga siendo fiel a mi novia , su amiga, me despertó un millón de ratones y fue como si me desafiara a estar con ella.
Eso me puso loco y pase los dias siguientes pensando mas en ella que en mi reciente matrimonio. Al volver de la luna de miel , via chat lo empezamos a hablar, y aceptando que “algo” nos calentaba de toda la situación, al principio con cautela por temor a haber interpretado algo mal y le cuente a mi señora; fuimos subiendo la temperatura de las charlas hasta ver que en realidad había entendido todo bien.
Un día nos animamos y en una galería del microcentro de la capital federal, nos citamos y sin mediar palabra …. nos comimos la boca de un beso.
Ella estaba con un vestido negro corto, mostrando sus piernas…. Se había vestido para mí , y no la desaproveché. Estuvimos besándonos un buen rato sin importarnos la gente que miraba.
Pero lo mejor ….. lo mejor va a venir en un próximo post si algún poringuero lo solicita….
Gracias por pasar … me ha servido de catarsis … sólo ustedes, ella y yo sabemos esto ahora ….
Hace muchos años conocí a la que hoy es mi esposa. Y como es lógico, con el tiempo empecé a conocer a su círculo, incluyendo a sus amigas; entre las cuales sinceramente no había una sóla que valiese la pena, salvo ella, que tenía los ojos marrones con mas brillo que había visto en mi vida, y a medida que la iba conociendo mas, observé que pese a sus pechos pequeños, tenía un lomazo para la lujuria: carita de porcelana, piernas perfectas y un culo para alquilar balcones. La vamos a llamar Julieta. El tiempo fue pasando y nos hicimos amigos, pegamos muy buena onda pero sólo eso nada mas. Después de una vida de relaciones siendo infiel, me prometí portarme bien.
Un día por temas laborales, nos pasamos nuestras datos del viejo y querido Messenger , y ahí empezó todo…..
A medida que transcurrían los días aumentaban la cantidad de tiempo que pasábamos chateando y crecía lo bien que me sentía con eso. Si un día no había charla con ella… volvía a casa, pero incompleto, y eso disparó una alerta y me di cuenta de inmediato que no era buena señal para mi, aquel entonces, noviazgo. Aun así todo iba muy bien de todas maneras.
Un día aburridos en nuestros trabajos, empezamos a contar cosas íntimas, pero con terceras personas. Prometiéndonos discreción, nos transformamos en amigos confidentes.
Un día me dijo que había sido infiel a su novio con alguien de su trabajo, y si bien la escuché y la aconsejé, hubo algo que me hizo ruido y me puso incómodo, claramente eran celos….
Fiel a mi promesa, me portaba bien pero dudaba cuanto tiempo podía no plantearle estas cosas a ella.
La relación siguió muy bien y fuimos grandes amigos, la quería como una amiga de la infancia. Les diría que se convirtió en mejor amiga mía que de mi actual esposa.
Pero todo cambió el día de mi casamiento, sí ...ese día …. Cuando llega el turno de bailar el vals con ella me dice …. “vos portate bien, ojito con mi amiga !!!”. Contrariamente a convencerme que le siga siendo fiel a mi novia , su amiga, me despertó un millón de ratones y fue como si me desafiara a estar con ella.
Eso me puso loco y pase los dias siguientes pensando mas en ella que en mi reciente matrimonio. Al volver de la luna de miel , via chat lo empezamos a hablar, y aceptando que “algo” nos calentaba de toda la situación, al principio con cautela por temor a haber interpretado algo mal y le cuente a mi señora; fuimos subiendo la temperatura de las charlas hasta ver que en realidad había entendido todo bien.
Un día nos animamos y en una galería del microcentro de la capital federal, nos citamos y sin mediar palabra …. nos comimos la boca de un beso.
Ella estaba con un vestido negro corto, mostrando sus piernas…. Se había vestido para mí , y no la desaproveché. Estuvimos besándonos un buen rato sin importarnos la gente que miraba.
Pero lo mejor ….. lo mejor va a venir en un próximo post si algún poringuero lo solicita….
Gracias por pasar … me ha servido de catarsis … sólo ustedes, ella y yo sabemos esto ahora ….
8 comentarios - Catarsis poringuera. La amiga de mi esposa