Macarena goza haciéndome su putita. Macarena me hace gozar llamándome Alexia. Alexia soy para ella que goza cambiar roles. Alexia escribo gozando su tanga. Alexia es su putita, pero también desea desnudar a Macarena.
Alexia llama a Macarena con el nombre Capricho.
Alexia sabe que Capricho está en La Plata. Alexia le escribe en cuatro patas:, tus imágenes e intereses demuestran que La Plata tiene los tesoros más intrigantes y atrayentes del mundo. Me imagino volver a esa ciudad para encontrarnos.
Te descubro sentada en las escalinatas del Museo, iluminada por el atardecer. El sol se va y te regala ese brillo en la piel. Es ese brillo singular que todos deseamos: el de las pieles sudadas y calientes que brillan por el goce.
El sol te baña ante mis ojos. Y así te desnuda.
Con su tibieza roja te acaricia toda. El resplandor que anuncia el ocaso te roza, te besa, te lame, te toca cálido.
Y te abraza y te calienta cuando recorre tu cara, tu boca, se cae por tu cuello para desacelerar en tu pecho. El sol se desliza irrefrenable, amable, suave e intenso por tu cintura.
Pero te sorprende.Te estremecés cuando el Sol cruza sin preguntarte a lado oscuro. Su pasión se derrama entre tu sombras. Te conmueve sentir que ya no hay límite entre tu luminosidad y tu tiniebla. Una barrera se esfumó. Un escudo perdiste. Pero no te importa porque sentís al sol gozando de tu goce. Gozás sentir que sus rayos poseen tu redondez que se hace más deseable. Indefensa te entregás.
El placer te inunda, Disfrutás cada gota que se desliza suave entre tus dilataciones. El placer te penetra y te abre más. El placer es ya un río que te repleta.
Un gemido se te escapa voluptuoso. Es singular y bello. No deja duda de que tu gemido es un gemido.que guarda en un segundo una montaña de placer.
Ese segundo fue justo cunado el horizonte alcanzó al Sol y el Sol se fue. Y yo que sentí todo lo que sentiste, agarré tu gemido. Entre mis manos está cuidado. Derrocha esa felicidad tan particular que sólo da la satisfacción de la entrega. Camino hacia vos llevando tu gemido que también es mio. Tus ojos buscan mis ojos que están deleitados por tus labios. Tu mirada atrae a la mía. Y mirando me contás todo otro goce que que no vi. Y gozás cuando sentís la explosión de deseo que me sacude.Mirándome, solo mirándome, me relatás tu pasión: sabías que yo te miraba y con la mirada sentía lo que sentías. Te ansío. Ansiar es pretender. Y pretender es encapricharse. Capricho es deseo. Y yo soy tu Alexia
Alexia llama a Macarena con el nombre Capricho.
Alexia sabe que Capricho está en La Plata. Alexia le escribe en cuatro patas:, tus imágenes e intereses demuestran que La Plata tiene los tesoros más intrigantes y atrayentes del mundo. Me imagino volver a esa ciudad para encontrarnos.
Te descubro sentada en las escalinatas del Museo, iluminada por el atardecer. El sol se va y te regala ese brillo en la piel. Es ese brillo singular que todos deseamos: el de las pieles sudadas y calientes que brillan por el goce.
El sol te baña ante mis ojos. Y así te desnuda.
Con su tibieza roja te acaricia toda. El resplandor que anuncia el ocaso te roza, te besa, te lame, te toca cálido.
Y te abraza y te calienta cuando recorre tu cara, tu boca, se cae por tu cuello para desacelerar en tu pecho. El sol se desliza irrefrenable, amable, suave e intenso por tu cintura.
Pero te sorprende.Te estremecés cuando el Sol cruza sin preguntarte a lado oscuro. Su pasión se derrama entre tu sombras. Te conmueve sentir que ya no hay límite entre tu luminosidad y tu tiniebla. Una barrera se esfumó. Un escudo perdiste. Pero no te importa porque sentís al sol gozando de tu goce. Gozás sentir que sus rayos poseen tu redondez que se hace más deseable. Indefensa te entregás.
El placer te inunda, Disfrutás cada gota que se desliza suave entre tus dilataciones. El placer te penetra y te abre más. El placer es ya un río que te repleta.
Un gemido se te escapa voluptuoso. Es singular y bello. No deja duda de que tu gemido es un gemido.que guarda en un segundo una montaña de placer.
Ese segundo fue justo cunado el horizonte alcanzó al Sol y el Sol se fue. Y yo que sentí todo lo que sentiste, agarré tu gemido. Entre mis manos está cuidado. Derrocha esa felicidad tan particular que sólo da la satisfacción de la entrega. Camino hacia vos llevando tu gemido que también es mio. Tus ojos buscan mis ojos que están deleitados por tus labios. Tu mirada atrae a la mía. Y mirando me contás todo otro goce que que no vi. Y gozás cuando sentís la explosión de deseo que me sacude.Mirándome, solo mirándome, me relatás tu pasión: sabías que yo te miraba y con la mirada sentía lo que sentías. Te ansío. Ansiar es pretender. Y pretender es encapricharse. Capricho es deseo. Y yo soy tu Alexia
6 comentarios - Gozo sintiendo como el sol culea a Macarena (erótico)