Hola, seguiré con esta historia que sucedió hace algún tiempo...
acá la primera parte.
http://www.poringa.net/posts/relatos/2918281/Explorando-con-mi-prima.html
Después de conocer por primera vez a mi prima, no pude seguir actuando normal con ella; aunque si hacia el maximo esfuerzo cuando estábamos todos juntos, era una casa pequeña y pocas oportunidades de estar solos, pero siempre había esa pe1ueña mira de picardia.
Los primeros día fue un verdadero martirio, estaba el arrepentimiento de haber hecho lo que hice con ella, pero ella seguía muy normal, pero fue hasta más o menos dos semana después que las cosas mostraban señas de que la relación entre ella y yo iba a seguir caliente.
Una mañana yo entraba tarde a la U, así que cuando en la casa se levantaron yo seguía en mi camita; al despertarme la ducha estaba encendida, se estaban alistando para el cole, tome mi móvil y me puse a revisarlo, al momento salieron de la ducha y la que salía era Natalia, entro a mi habitación a sacar una ropa de ella que había allí y al darse cuenta que yo estaba despierto de la ropa y salió si llevarse nada, se me hizo extraño pero seguí en mi móvil, Paula, la mamá se escuchaba en la cocina, David en la ducha y Alberto ya estaba trabajando; al momento entró Natalia, llevaba en la mano su ropa interior, cerró la puerta y dejó caer su toalla, fue hermoso y excitante, ver esa humedad de la ducha por su silueta que empezaba tomar las primeras curvas de la sexualidad hizo que mi pene se empezara a poner duro, esa teticas se veían deliciosas, y su entrepierna solo pedía ser masturbada y succionada hasta mas no poder, no estaba rasurada pero se podía ver esos labios bien estrechitos y deliciosos; en ese momento la mamá habló desde la cocina, que se alistaran rápido que corrían el riesgo de llegar tarde al cole, ella se vistió rápido y me dejó ahí solo con ganas, fue una de las mejores pajas de mi vida.
Yo salí para la universidad, el resto del día transcurrió con normalidad, y al regresar en la noche ella a casa ella estaba allí, con su sonrisa coqueta disimulada y la vez mostrando ante el resto dela familia que todo seguía normal.
Llegó la hora de ir a dormir, me la encontré en el pasillo llevaba un short de tela y una blusita que hacia juego con la parte de debajo de su piyama, alcancé a mirar para ambos lado y la recosté a la pared, ella sólo cerró los ojos y dejó que todo pasara, yo con mucho miedo, pues a tan solo unos metros estaba la habitación de los papás, ellos veía tele y aunque yo sabía que ya no se levantaría fácilmente, a menos de una ida al baño, seguiría allí acostados, entonces le besé el cuello y metí mi mano entre su entrepierna, sentir esos bellos fue muy excitante, quería tocar más, esos labios cerrados empezaban a humedecerse de a poco, pero el miedo a ser descubiertos me pude mas pudo más, la dejé ahí y salí para mi cuarto.
Me entre, me acosté y me empezaba a masturbar, y me acordaba de esa esa vagina que acababa de tocar, no pude más, me levanté y salía hacía la habitación de ella, con la esperanza de que los papás y el hermano, cada uno en su habitación ya estuvieran dormidos, aparentemente así lo era, toda la casa en silencio, aproveché el ruido de un carro que pasó para abrir la puerta de la habitación donde ella dormía y así evitar que el sonido de la puerta me dejara al descubierto.
Entré, la poca luz que se filtraba a través de las cortinas dejaban ver una silueta hermosa debajo de las cortinas, habían pasado tal vez unos 10 minutos desde el pasillo, pero sabía que ella se solía dormir rápido. Me acerque a ella, no sabía ni que hacer, si llamarla o acostarme a su lado y despertarla, no sabía. Ella se movió, pasó de estar acostada de medio lado a estar mirando hacia arriba, me acerqué a ella, le levante un poco las sabanas, para así dejar al descubierto su abdomen, la blusa estaba un poco subida. Empecé a besar su cintura, el ombligo, y me fui subiendo de a poco hasta que llegué a su brassier, esa pequeña copa guardaba un manjar de reyes, pues a pesar de no ser muy grandes al tacto con la mano y la lengua se sentía delicioso, ella suspiró, y sentí como su cuerpo pasó de estar rígido a estar relajado, estaba despierta, pero todo su cuerpo estaba a disposición de lo que yo quisiera; empecé a bajar mi mano mientras seguía besando su cuellos y sus senos, hasta que llegué al borde de su short, metí mi mano y ahí estaba, su vagina simplemente deliciosa, tuve que separarle un poco las piernas para tocarla mejor, estaba muy mojada, y tocar ese himen intacto me éxito más, pero había un problema, tal vez por los nervios de ser descubiertos, mi pene no estaba duro del todo, mi glande estaba mojado pero no totalmente duro, pero de toda manera le baje su short y su ropita interior; se las deja en tobillos, le abrí las piernas y empecé a besar esos pequeños labios de su vagina, estaban mojados, yo me masturbaba para conseguir que mi verga se colocara dura, pero no podía, seguí besando su clítoris, pequeño pero delicioso, ella seguía sin decir palabra o dar alguna señal de estar despierta, aunque yo tenía el control de su cuerpo, seguí besando su vagina, y ella empezó a moverse como si yo estuviera encima, pensé que ella me quería de nuevo sobre ella, entonces me levante, me paré a lado de ella y tome una mano de ella, ella lo movió a mi antojo, lo llevé hacía mi pene y empecé a masturbarme con la mano de ella; mi pene se puso rígido muy rápidamente.
Estado ya duro, me subí en ella y aunque no abrió las piernas, no quería perder su virginidad, si dejó que mi glande rosara ese clítoris delicioso, me masturbé con sus labios hasta que eyaculé. Mi leche le empapó su vagina por fuera y sus nalgas. Decidí que era mejor amaneciera untada de semen, así que yo mismo le subí su ropa interior, le di un beso en la boca y me fui, en el momento que iba cerrando la puerta ella suspiro y de volteó para dormir de lado.
Pronto seguiré contándoles que siguió pasando.
acá la primera parte.
http://www.poringa.net/posts/relatos/2918281/Explorando-con-mi-prima.html
Después de conocer por primera vez a mi prima, no pude seguir actuando normal con ella; aunque si hacia el maximo esfuerzo cuando estábamos todos juntos, era una casa pequeña y pocas oportunidades de estar solos, pero siempre había esa pe1ueña mira de picardia.
Los primeros día fue un verdadero martirio, estaba el arrepentimiento de haber hecho lo que hice con ella, pero ella seguía muy normal, pero fue hasta más o menos dos semana después que las cosas mostraban señas de que la relación entre ella y yo iba a seguir caliente.
Una mañana yo entraba tarde a la U, así que cuando en la casa se levantaron yo seguía en mi camita; al despertarme la ducha estaba encendida, se estaban alistando para el cole, tome mi móvil y me puse a revisarlo, al momento salieron de la ducha y la que salía era Natalia, entro a mi habitación a sacar una ropa de ella que había allí y al darse cuenta que yo estaba despierto de la ropa y salió si llevarse nada, se me hizo extraño pero seguí en mi móvil, Paula, la mamá se escuchaba en la cocina, David en la ducha y Alberto ya estaba trabajando; al momento entró Natalia, llevaba en la mano su ropa interior, cerró la puerta y dejó caer su toalla, fue hermoso y excitante, ver esa humedad de la ducha por su silueta que empezaba tomar las primeras curvas de la sexualidad hizo que mi pene se empezara a poner duro, esa teticas se veían deliciosas, y su entrepierna solo pedía ser masturbada y succionada hasta mas no poder, no estaba rasurada pero se podía ver esos labios bien estrechitos y deliciosos; en ese momento la mamá habló desde la cocina, que se alistaran rápido que corrían el riesgo de llegar tarde al cole, ella se vistió rápido y me dejó ahí solo con ganas, fue una de las mejores pajas de mi vida.
Yo salí para la universidad, el resto del día transcurrió con normalidad, y al regresar en la noche ella a casa ella estaba allí, con su sonrisa coqueta disimulada y la vez mostrando ante el resto dela familia que todo seguía normal.
Llegó la hora de ir a dormir, me la encontré en el pasillo llevaba un short de tela y una blusita que hacia juego con la parte de debajo de su piyama, alcancé a mirar para ambos lado y la recosté a la pared, ella sólo cerró los ojos y dejó que todo pasara, yo con mucho miedo, pues a tan solo unos metros estaba la habitación de los papás, ellos veía tele y aunque yo sabía que ya no se levantaría fácilmente, a menos de una ida al baño, seguiría allí acostados, entonces le besé el cuello y metí mi mano entre su entrepierna, sentir esos bellos fue muy excitante, quería tocar más, esos labios cerrados empezaban a humedecerse de a poco, pero el miedo a ser descubiertos me pude mas pudo más, la dejé ahí y salí para mi cuarto.
Me entre, me acosté y me empezaba a masturbar, y me acordaba de esa esa vagina que acababa de tocar, no pude más, me levanté y salía hacía la habitación de ella, con la esperanza de que los papás y el hermano, cada uno en su habitación ya estuvieran dormidos, aparentemente así lo era, toda la casa en silencio, aproveché el ruido de un carro que pasó para abrir la puerta de la habitación donde ella dormía y así evitar que el sonido de la puerta me dejara al descubierto.
Entré, la poca luz que se filtraba a través de las cortinas dejaban ver una silueta hermosa debajo de las cortinas, habían pasado tal vez unos 10 minutos desde el pasillo, pero sabía que ella se solía dormir rápido. Me acerque a ella, no sabía ni que hacer, si llamarla o acostarme a su lado y despertarla, no sabía. Ella se movió, pasó de estar acostada de medio lado a estar mirando hacia arriba, me acerqué a ella, le levante un poco las sabanas, para así dejar al descubierto su abdomen, la blusa estaba un poco subida. Empecé a besar su cintura, el ombligo, y me fui subiendo de a poco hasta que llegué a su brassier, esa pequeña copa guardaba un manjar de reyes, pues a pesar de no ser muy grandes al tacto con la mano y la lengua se sentía delicioso, ella suspiró, y sentí como su cuerpo pasó de estar rígido a estar relajado, estaba despierta, pero todo su cuerpo estaba a disposición de lo que yo quisiera; empecé a bajar mi mano mientras seguía besando su cuellos y sus senos, hasta que llegué al borde de su short, metí mi mano y ahí estaba, su vagina simplemente deliciosa, tuve que separarle un poco las piernas para tocarla mejor, estaba muy mojada, y tocar ese himen intacto me éxito más, pero había un problema, tal vez por los nervios de ser descubiertos, mi pene no estaba duro del todo, mi glande estaba mojado pero no totalmente duro, pero de toda manera le baje su short y su ropita interior; se las deja en tobillos, le abrí las piernas y empecé a besar esos pequeños labios de su vagina, estaban mojados, yo me masturbaba para conseguir que mi verga se colocara dura, pero no podía, seguí besando su clítoris, pequeño pero delicioso, ella seguía sin decir palabra o dar alguna señal de estar despierta, aunque yo tenía el control de su cuerpo, seguí besando su vagina, y ella empezó a moverse como si yo estuviera encima, pensé que ella me quería de nuevo sobre ella, entonces me levante, me paré a lado de ella y tome una mano de ella, ella lo movió a mi antojo, lo llevé hacía mi pene y empecé a masturbarme con la mano de ella; mi pene se puso rígido muy rápidamente.
Estado ya duro, me subí en ella y aunque no abrió las piernas, no quería perder su virginidad, si dejó que mi glande rosara ese clítoris delicioso, me masturbé con sus labios hasta que eyaculé. Mi leche le empapó su vagina por fuera y sus nalgas. Decidí que era mejor amaneciera untada de semen, así que yo mismo le subí su ropa interior, le di un beso en la boca y me fui, en el momento que iba cerrando la puerta ella suspiro y de volteó para dormir de lado.
Pronto seguiré contándoles que siguió pasando.
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