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Compendio II
😆
Pero la que lejos me hizo perder los celos (y me dio ese gustito rico por querer prestar a mi marido) fue mi prima.
La quiero tanto como a mis hermanas y sé que ella también me quiere igual a mí.
Pero su único problema, aparte de su mal carácter, es ser demasiado porfiada.
A lo mejor, no tiene ojitos verdes como mis hermanas o como yo, pero tiene un color de piel envidiable, porque parece que siempre volviera de la playa.
Además, tiene una figura estupenda, con una cintura bien delgada, un trasero redondito y cautivador y un par de pechos no tan grandes como los de mi hermana, pero esponjosos y bien parados.
Y es de esas “minas ricas”, que los hombres piropean por las calles.
Porque su mirada es fría, muy seria; tiene unos labios carnosos muy tentadores y su naricita es una de las más tiernas que puedes encontrar.
😆
En el fondo, un bomboncito de mujer.
Y siempre ha tenido muchísima suerte con los hombres, por lo que siempre me aconsejaba que “no hiciera esto” o que “tuviera cuidado con lo otro”, si alguna vez llegaba a meterme con un chico.
Y como podrán imaginar, no le hizo ninguna gracia que mi primer pololo fuera un chico de 29 años…
😠
Me acuerdo que me trató de “loca” cuando se lo conté y para variar, no me quiso escuchar de cómo lo terminé conociendo, ni mucho menos de cómo nos fuimos enamorando.
“¡Mari, que todos los tíos buscan una sola cosa a esa edad y eso es follar!” me advirtió, muy enojada, con su coqueto acento español.
😅
Se me había olvidado contarles que es una española de Madrid, bastante soberbia y bastante coqueta.
“Pero él es distinto. Hemos sido amigos por más de un año…”le traté de explicar con toda la ilusión de mi corazón.
“¿Y en todo este tiempo, no te ha metido mano?” Preguntó, con mucho interés.
😬
“¡Claro que no! Él es un caballero.”
Pero ella, como que no me creía…
“¡No sé, Mari, No sé!... a lo mejor, es gay…”
Les prometo que en esos momentos, casi me pongo a llorar…
😭 😭 😭
“¡Nooo! ¡Yo sé que le gustan las mujeres!” Salté desesperada a defenderlo.
“¡Anda, tía! Entonces, ¿Por qué no te ha metido mano?”
Me dieron ganas que me tragara la tierra…
😩 😩 😩
“Debe ser… porque… me falta… pecho…” dije, bien bajito.
Sus ojos se pusieron enormes…
😳 😳 😳
“¿Qué? ¿El tío es un guarro por las tetas?”
Puso una sonrisa de niña mala, que me llegó a dar miedo…
😈 😈 😈
“No… no es un guarro… pero sí… le gustan los pechos grandes.” Le respondí con la estima bajo el suelo, porque en esa época, no podía competir con ella.
“¡Déjamelo a mí, Mari! ¡Te mostraré lo guarro que son los hombres!” me dijo, con una expresión victoriosa…
😤 😤 😤
Lo que es yo, tuve mucho miedo, porque él era mi primer amor.
😩 😩 😩
Ese sábado, ella se apareció como nunca temprano en mi casa.
Usaba una falda negra de cuero que cubría solamente su cola y una polera blanca, bien escotada, sin siquiera usar sostén, con botas de cuero negras también…
😅
(¿Les conté también, que ella era Gótica, por lo que se veía siempre como una muñeca sexual bellísima? ¿Imaginan cómo me sentía?)
Y yo, ahí, pálida, deseando que por primera vez, él no viniera a hacerme clases…
😔 😔 😔
Pero infalible como un reloj, apareció en la casa, bien puntual.
😘
Me dio un beso muy rico, que aproveché de disfrutar, como si no lo fuese a besar nunca más y lo llevé al living, donde mi prima nos esperaba.
Los presenté (tensa y recontra nerviosa) y como es costumbre, ella le dio un beso en la mejilla…
😱 😱 😱
¡Casi me muero cuando le echa ella el cuerpo encima y sus tentadores pechos casi se entierran en mi primer pololo y único y gran amor!
Pero lo que le terminó descolocando fue que mi marido se echó para atrás…
😕
Casi se cae y se veía en la cara que a mi prima nunca le había pasado.
Y se sentaron en el sofá, mientras yo iba a la cocina a buscar un poco de jugo que había preparado mi mamá…
😔
Me acuerdo que me sentí horrible, porque mi prima se sentó a su lado, cruzando las piernas haciendo que se le levantara la falda y apoyando su brazo en el respaldo del sillón, destacando más sus preciosísimos pechos, mirándole con mucho interés.
Pero lo que más me sorprendió fue lo que dijo él cuando volví.
“Entonces, ¿Hoy no vas a repasar conmigo?”
😳
“¡Claro que sí! ¿Por qué dices eso?”
“Porque como vino tu prima de visita, pensé que te tocaría hacerle compañía…”
😂 😂 😂
¡La cara de mi prima era graciosísima, porque él la estaba ignorando completamente!
“¡No, tío!... que yo he venido un poco… a ver a Mari… y ya me voy.” Le respondió, con una cara como si le echaran un balde de agua fría encima.
“¡Oh, bueno! ¡Fue un gusto conocerte y espero volver a verte! Marisol, ¿Te molesta si armo mis cosas? Encontré unas pautas que me muero de ganas por mostrarte…”
Le dio un beso en la mejilla y fue muy entusiasmado a mi dormitorio…
Las 2 le miramos con la misma cara.
😳 😳 😳
“Mari, ¿Qué le pasa a ese tío?” me preguntó, como si yo hubiese sabido la respuesta…
Y lo que pasó después, me recordaba al “correcaminos y el coyote”…
😂 😂 😂
No sé bien por qué, pero mi prima me empezó a invitar a más y más fiestas.
Yo no soy de parrandas y mucho menos, mi marido, pero llegaba a cargar insistiendo que lo llevara conmigo.
Y las fiestas a las que íbamos eran de personas que no conocíamos y que tomaban, fumaban porritos y todo eso, por lo que los 2 nos sentíamos terriblemente fuera de lugar…
😅 😅 😅
Pero lo rico era que él no me dejaba.
Él siempre ha sabido que me incomoda mucho la gente que toma y por lo mismo, nos sentábamos en la esquina, hasta que llegaba mi prima a buscarnos.
😈
“¡Hala, tío! ¿No quieres bailar?” le preguntaba ella.
“No, gracias.”
“¿Un traguito?”
“Yo no bebo… pero ¿No tienes algo para Marisol? ¿Algún juguito o algo dulce que le pudiera gustar?” le preguntaba él, tomándome de la mano y mirándome con esos hermosos ojos que me derriten…
😍
La mirada que ella le daba era aterradora…
“Veré si queda bebida… de cola…” le respondía con una voz amargada, al ver que apenas la miraba…
😂
¡Para mí, era como cuando al coyote le explotaba la dinamita en la cara!
Pero otras veces, andaba yo muy aburrida, hasta con cara de pescado…
😆
Entonces él, muy atento, me tomaba de la mano y me sacaba a bailar…
¡La pasábamos bien y casi siempre, eran lentitos, por lo que quedábamos apegaditos!
😬 😬 😬
Y ahí, llegaba ella, animosa y optimista…
“¡Bien, tío! ¡Me gusta! ¿Queréis bailar conmigo?”
Él la miraba de pies a cabeza y le respondía que no…
😠
“¡Mari, dile a tu novio que baile conmigo!” me manduqueaba hecha una furia.
😓
“Amor, baila un poco con ella.” Le pedía, tratando de ser conciliadora.
Entonces, me miraba preocupado…
“Pero Marisol… ¡te quedarás sola!”
“¡Solo un ratito!... yo me quedo aquí y así me puedes ver, ¿Te parece?”
😏
A mi prima no le gustaba que fuéramos tan melosos…
Y le sacaba a bailar… pero él era como un saco de papas…
¡Tieso y amurrado, como él solo!
😂
¡Yo no pensé que hubiera chicos que no quisieran abrazar a mi prima cuando bailaban, pero ahí le miraba, sujetándola de la cintura para que ella no avanzara!
Y ella, enfadadísima, porque no la miraba ni nada…
XD
Al final, me lo devolvía a unos 3 minutos…
Entonces, venía de visita a mi casa, echando fuego por los ojos…
😡
“¡Mari, que ese tío no te conviene! ¡Ni siquiera me da bola cuando baila!” se desquitaba conmigo.
“Eso es bueno, entonces… porque a mí me mira todo el tiempo.” Le respondía, con la alegría de la vida.
😳
“¡Si, Mari, es cierto!... pero ¡Hostias, que me jode la manera que él me ignora!” me explicaba, tratando de esconderme sus celos…
Y así, fue pasando el tiempo…
Yo quería que se llevaran bien, porque a los 2 los quiero muchísimo…
😕
Pero los 2 se repelían como el agua con el aceite.
Me acuerdo que muchas veces, él me pidió por favor que no le dejara con “el florero de mesa” que era mi prima…
😓
Y ella, faldas cada vez más cortas, escotes más amplios, montones de abrazos, besos y agachadas, para mostrarle su arsenal…
Pero todo eso cambió completamente un domingo por la tarde, que le pedí que viniera a visitarme…
😂
“Oye… ¿Es malo tragarse… el jugo que sale del pene de los chicos?” le pregunté, un poquito preocupada, porque era algo que a mi pololo no me atrevía a preguntar…
“¿Por qué? ¿El guarro de tu novio quieres que le des una mamada?” dijo, indignadísima.
😬
“Más o menos… le pedí yo que me dejara hacérsela…”
“¿QUEEE?”
😅
Y le tuve que contar cómo esa noche, él se puso muy caliente y su cosita se hinchó.
Yo no sabía que los chicos se excitaban cuando una se sentaba encima de sus partes y en realidad, me acomodé bien rico, porque me estaba abrazando y me hizo sentir muy protegida.
😳
Se impresionó mucho cuando le dije que su cosota creció mucho y se sentía bien incomodo, así que le pedí que me la mostrara.
“¿Y lo hizo?”
“Sí… o sea… me costó convencerlo un poco…” Le respondí, con mucho entusiasmo.
Les podría asegurar que sus ojitos brillaron bastante…
“¿Y la tiene grande?”
😬
“Bueno… eso no sé… pero me asustó un poco que me tapara la cara…”
Su carita se puso nerviosísima…
“¡Anda… Mari!... que estáis exagerando… minos así no tienen esas vergas…” dijo, medio atragantada.
😡
¡Me molesta mucho que no me crean!
“¡Pero él sí la tiene!... con un olorcito muy apetitoso… que me dio mucha hambre…”
“¿Hambre?” preguntó muy dudosa.
😋
Y le conté que, no sé bien por qué, me dieron ganas de meterla en la boca…
No sé si será porque me recordaba a los choripanes o a los completos, pero su salchichón se veía rosadito y muy rico y quería probar su sabor.
Le dije que era muy grande y aproveché de probarla por muchos lados, aunque él me pedía que no continuara, porque le haría acabar…
Pero lo que le terminó volando la cabeza a mi prima era que lo que más rico sabor tenía era su puntita, porque la encontraba como un caramelo enorme de color rosado y era lo más sensible que él tenía, porque le encantaba mucho, mucho cómo me lo metía y lo sacaba de mi boca…
😲
“Entonces, se empezó a sacudir y sacudir, diciéndome que él iba a acabar y yo, desesperada, buscando algo para que no terminara manchando… y lo único que se me ocurrió fue ocupar mi boca…”
“¿Y… y… te acabó en la boca?” preguntó, con ojos enormes…
😓
“Si… pero no pensé que sería tanto jugo y tan rico…” le dije, con las mejillas bien coloradas.
Mi prima llegaba a desvariar, con la boca temblando de los nervios…
XD
“¿P-p-por qué? ¿Cuánto te tiró?”
🤤
“Yo creo que mucho, porque me hinchó tremendamente las mejillas y casi no me lo pude tragar. Pero me preocupó mucho que me quitara el hambre…”
😂
¡Poquito faltaba para que mi prima botara espuma por la boca!
“Por eso quería preguntarte si tragarte el jugo de los chicos te hace mal… porque me gustó mucho su sabor… y quería pedirle si me dejaba probarlo otra vez…”
Para mi pobre prima, era como mucha información…
“¡No!... o sea… los tíos te piden todo el tiempo… que te los tragues. Les gusta mucho.” Dijo ella, muy transpirada…
😆
“¿De veras?... entonces, ¿Tú crees que me deje hacerlo otra vez?” Le pregunté, muy feliz.
“Sí, si al tío le ha gustado…”
“¡Qué bueno!... y lo otro que quería preguntarte es que si es normal que su cosita se quede grande mucho rato…”
😳
“¿Por qué, tía? ¿Qué pasó después?”
“Es que yo pensé que si le hacía eso, se quedaría más calmado… pero siguió muy grande demasiado rato.”
“¿G-grande?”
“Sí. El pobrecito no la podía guardar en el pantalón y tuve que quedarme a su lado, hasta que se le bajara…”
“¿Y cuánto pasó?”
“No sé. Debieron ser unos 10 minutos… pero tampoco me dejó que se la tocara, porque le haría peor…”
😅
Y de ahí en adelante, mi prima se empecinó en ponerle caliente, contándole las experiencias más eróticas de su trabajo en el bar…
(😓 También me olvidé decirles que trabajaba en un bar y que en mi colegio, la conocían como “La tolva”, porque hombre que veía, se lo levantaba, ¿Cierto?)
Pero eso le resultó peor, porque a mi marido le indignaba mucho y prefería no escucharla.
Y no pasó mucho cuando tuve que contarle que ni él ni yo éramos vírgenes y que mi experiencia fue “maravillosamente dolorosa”…
😕
Para esas alturas, ella ya estaba enamorada de él y también me tenía envidia.
Porque ella podía meterse con cualquier chico que se le atravesara y llevárselo a la cama, sabiendo que a la mañana siguiente, volvería a quedar sola.
En cambio yo, podía acostarme solamente con él y podía dormir tranquila, sabiendo que al despertar, estaría allí para acariciarme y besarme cuanto quisiera…
😆
Pero el primer, primer momento que se me pasó en la cabeza la idea de prestárselo a mi prima ocurrió como al mes y medio que mi mamá se mudó al norte y que mi marido y yo arrendábamos la casa de mis padres.
Ya había pasado la fiesta de aniversario de mis padres y faltaba muy poquito para que él se fuera al norte, a la casa de mamá, por lo que yo ya sabía que ella le amaba en secreto y mi marido, para variar, no tenía idea y ese día, mi prima vino de visita porque me sentía triste.
Esa noche, nos pilló una lluvia inesperada y mi prima no se podía quedar porque estábamos cortos de camas.
😕
Mi marido, a pesar que no le simpatizaba, se ofreció a acompañarla al paradero de buses, porque ella, como gótica, no llevaba paraguas.
Me acuerdo muy bien de lo nerviosa que se puso cuando mi marido le puso una de sus chaquetas encima.
“¡Vamos, tío!... que no necesitas preocuparte por mí…” le dijo en un tono bien bajo.
“¡Claro que necesito! Porque tú eres lo que más alegría das a Marisol…” le respondió, dejándola bien abrigada.
😭
Yo sentí esas lágrimas “que no te corren”…
“Amas mucho a mi prima, ¿Cierto?” le preguntó, con los ojitos conmoviéndose un poquito, mientras él le daba la espalda, buscando nuestro único paraguas.
“¡Por supuesto! Es la mujer que más feliz me hace…” le dijo él, sin darse cuenta…
Entonces, mi prima me miró y me dio un fuerte abrazo.
“¡Qué envidia te tengo, Mari! ¡Ya quisiera tener alguien así para mí!” me dijo, bien despacio…
😟 😟 😟
Cuando se fueron, me quedé sola, con un vacío terrible en el corazón…
Conocía muy bien a mi prima y sabía que ella nunca había encontrado a alguien como mi mejor amigo.
Y fue en esos momentos, mientras no le veía y le esperaba a que él regresara, que mi mente empezó a volar y a imaginarlo…
Que él llegaba al paradero y solamente porque sí, le cedía uno de los besos cariñosos que cada día me daba a mí y con los que me desbordaba de felicidad…
😊
Creo que ese fue el último día donde me sentí tremendamente celosa…
😉
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1 comentarios - Me acuerdo que antes, era muy celosa… (Final)